TREBOL

Entre negros espinos desbrozados,
de cuatro hojas, un trébol, ha emergido,
y siento el corazón estremecido,
al pensar en tus rezos abnegados.

Que mi fuerza radica en ti, no en hados,
en nuestro Amor por fé fortalecido,
y el dulce arrullo al vuelo, y en el nido
en el que viven dos enamorados.

Qué fortuna mayor que tu mirada
de fervor y pasión enfebrecida,
agua y luz, mansamente derramada.

Luce mil alma discreta, o presumida,
en campo de amapolas y esmeralda
el trébol de cuatro hojas de su amada.