PACHAMAMA, homenaje a los 33 mineros chilenos.

PACHAMAMA. EN MEMORIA A LOS 33 MINEROS
QUE SOBREVIVEN EN ATACAMA A 700 MTS DE
PROFUNDIDAD HOY NACIDOS DE NUEVO
DE LA MANO CON PACHAMAC




Sentada en la gran montaña
está nuestra ancestral Diosa
la Madre Tierra,
bajo las miradas de sus Wilcas,
el Sol y la Luna, sus hijos con Pachacamac,
mirándola de reojo muy enojado
está el Dios de la Noche, Wacon.



Sus hijos le enviaban el calor del Sol
y en las noches la claridad de la Luna
le enviaban la lluvia para mitigar su sed.
Brotaron entonces las plantas, flores y lagunas,
y los animales pastaban, los cóndores volaban,
la Diosa Pachamama enviaba fertilidad y favores,
después los hombres nacen y crecen sin rencores.



Nacieron las culturas Andinas:
Wirococha el Dios Supremo nació de un lago
el Titicaca, y creó al hombre y la mujer,
y como los hombres se olvidaran de él
los expulsó del Paraíso, en piedra los convirtió,
y le pidió al Sol que enviara a la tierra
a su hijo Manco Capac y Mama Oello, y el Cusco fundó.



Así nació el Imperio Inca
junto al monte Wanakauri,
pienso, sería ¿Machu Pichu?... Ciudad misteriosa...
¿donde habitarían Illapa (el trueno)
la Nina (el fuego)
y la Pachamama, diosa de la Fecundidad?
dicen que también adoraban al Supay (diablo)




Una música de quenas y violines me transportan
al viaje que con mi DOS hiciéramos
a las alturas de MACHU PICHU,
maravilla, misteriosa e inolvidable ciudad de Incas
en donde conociéramos
la leyenda de PACHAMAMA, en Los Andes,
llena de silencios y de voladores cóndores.




Estos simples versos se los dedico a 33 MINEROS
que quedaron enterrados a setecientos mts. de profundidad,
quienes me ha hecho pensar en mitos y leyendas
de ancestrales pobladores de nuestras tierras
que nos une con sus raíces y contiendas
a ésta Gran América, y la convierte en UNA sola,
ojalá que el Sol y la Luna como reinado de Wilcas
hagan del día, la Unión de los tiempos, un actual alejado otrora.




Ayer muchos ingenieros y hombres de buena voluntad
se unieron junto a Pachamama, Wilcas, Lunas y sus Soles,
vinieron silenciosos de todos lados, , la mayoría del mismo Chile,
perforaron la tierra, cual cordon umbilical, pariendo vida,
para recuperar a los 33. y uno a uno, la Madre Tierra amorosa,
acoge sus hijos, en treinta y tres horas novelescas,
frente a un Chile solidario, que les tiende la mano,
los abraza y los acoge, en su corazón Copiapino.




En recuerdo de mi bisabuelo Telésforo Espiga Orrego,(1840)
y sus minas de Plata en Copiapo, agricultor con sus haciendas
de Chamonate y Ramadilla, pionero que dió su vida
por sus incansables dotes de gran emprendedor del Norte Chico.