CLAVADO EN NUBES AZULINAS

Clavado en nubes azulinas




Medito y suspiro al viento,
y aspiro calurosa tarde fría
miro mis rosas rojas casi negras;
lejos veo al volcán muy apagado,
cuidando ésta ciudad dormida
con bullicios del día y sus mañanas con rocío
vagando en su oscura penumbra gris;


sentado en la terraza la silla me acompaña,
los pajarillos vuelan cantando unas zarzuelas,
y toca castañuela la chicharra,
y mis zorzales trinan sus violines,
extendiendo sus alas, columpios con vaivenes

y la tarde rojiza enciende luces sepias
llegan los arreboles azulinos

suspiro me despierta
los jadeos del día que me apagan
los monólogos encendidos,
arreboles violetas con sabor de nostalgia,
y unos ojos pardos me miran fijos,


lejana lejanía
junto al silencio,
clavado en nubes escarlatas,
comiendo un gajo de naranja;
absorbe mi aliento y roza mi alma
entregándome amor en la distancia.


Un año después me miro nuevamente
clavado en esas nubes azulinas,
no hay silencio y el todo se llena de agua,
mi agua bendita muy callada,
cae por el vidrio de la ventana
medito en el hoy sin sumergirme en ese ayer


para qué?, si hoy será ayer, ¿ o mañana?,
y estamos sumergidos en esta hermosa vida
de viaje al éter,
abrazados a nubes azulinas.