POESÍA SOCIAL XII (En la primera página de Poesía Social I hay un índice de autores)

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

2.- SED HORIZONTAL (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

c

AL HOMBRE CAMINANTE

Andas desde el primer amanecer,
de la raíz del mundo,
crines y vida al aire,
galopar de los siglos entre muertos.
Sólo te mueves tú y tu caballo
encabritado de esperanzas
desafía la vida clavada en el camino,
hecho risco, espinar y polvo.
Sólo cabalgas tú y el horizonte,
Dios se esconde en las nieblas fugitivo.
Oyes sólo el compás del tiempo,
paralelo al fuego para siempre,
perpendicular a la tierra,
tu paso y tu suerte,
gravedad que se trunca a la carrera.
Al descanso verás el sol,
adivinado al postrer parpadeo,
y desde el sepulcro fugaz, el color de tu potro
huyendo hasta las simas de los vientos.
Y tú serás de nuevo sombra de la piedra,
en el camino inexistente y quieto.


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

2.- SED HORIZONTAL (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

d

AL HOMBRE VIVO

Un día cuajarás en polvo
batirás entre el viento, a tus hijos,
y serás roca viva que alise sus plantas.
Tu historia, resumida en una mota de arena
nutrirá la raíz de muchos hombres
y de otras flores.
Y habitarás de nuevo el cielo claro
de la carne recién parida.
Incansable remero entre los siglos
el olvido ilumina. Haz girar tu rueda,
espolea tu caballo en la carrera
eterna y solitaria sobre el mar.
Huye al recuerdo, que el recuerdo rompe;
sólo la memoria ata e infecta el paso
y se torna en las ruinas intocables...

Pasa, pues, levemente y en silencio
para que no te adviertan los amores,
espárcete en el mar, canta a las sombras,
haz un rosario de cosas mínimas
y rézalo hora a hora, pulso a pulso.
Serás siempre hambre viva
y no escombro doliente,
hombre amasado en roca muerta
y muerta y detenida para siempre.


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

2.- SED HORIZONTAL (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

d

AL HOMBRE VIVO

Amasad al hombre, recocedlo,
de arcilla, sí, de barro bien cocido
de tierra sin soplo y sin pulso
de hijo del fuego y del charco.
Alisadlo bien, que quede casi pulido
como la palma del aire;
que no hiera con la voz;
que no roce la piel de seda del guijarro.
Refundidlo de nuevo, si es preciso,
y reagruparlo luego incandescente;
con el labio igual al hambre;
con la arteria diáfana
restada de la lágrima;
con las costillas blandas
como los brazos,
plantada una a una a sus espaldas.
Licuad su número en el molde del espacio
que habrá de ocupar sin pausa.


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Somos un hombre único, partido
desguazado por el tajo de los tiempos
linealmente alejados nuestros trozos
por centímetros de aire y de sol;
por quintales de barro que han sobrado
a nuestra hechura.
Somos el hombre roto,
deshecho por la vida, irreparable.
De corazón a corazón cien leguas
de densa soledad amurallada,
que no rompen los brazos extendidos.
Opacos a la luz que nos uniera,
tristes torres de fuego en un páramo helado.


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

2.- SED HORIZONTAL (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

e

AL HOMBRE VIVO (cont.)

Empañadas la lentes y la vida
por una permanente niebla:
humear de cigarros y flacas decepciones;
una historia cabalga por alcores
de papel desteñido;
cementerios de tinta sin vena y sin vientre;
haz de letras estériles,
herrumbres de cueros agrios.
El lirio-palabra no vuela,
la casa-palabra no calienta,
la tierra-palabra no suda,
el nombre no florece,
el Martín - apellido ,
el don... interesado,
son cuencas de unos ojos de escayola...
La golondrina tuya
tiene un motor al timón caudal de sus alas,
veinte vuelos que empujan
el paso enlentecido,
agitando la dormida rotación
de tus sueños;
cae de plomo hasta el lodo de carcomas
y se yergue (*) a la limpia brizna
de un lejano alisio (rumor de flores remarchitas),
antes de recaer;
antes de remorir como un latigazo roto.
¡Haya pan colado y pan maduro!
¡haya vitaminas de hambre!,
¡que el hambre se nos muere!,
¡haya trajes recién sucios de siempre,
con arrugas de piel,
con los bolsillos como aljibes,
para la diaria lluvia del hastío!
¡Fama a los ficheros de matriz santificada!
¡a la voz sin guitarra,
que navega en el aire de cemento
como una burbuja de plomo
que estalla monótonamente!
¡Gloria a los chapoteos del teclado,
en los espacios abisales de las hora!
¡Aleluya por todos los hilos eléctricos
que dibujan las sendas en el mar del no-arte,
¡victoria para las llamas de las aguas!
¡Para las lavas frías del expediente!

¡Victoria sobre el corcho, sobre el hierro;
sobre el niño;
contra el canto,
por encima de la luz virgen!


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

2.- SED HORIZONTAL (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

f

AL HOMBRE VIVO (cont.)

¡Siempre, siempre!
¡Vivos siempre!
¡Hemos cantado siempre!
¡Siempre!...¡creamos!
Creímos siempre;
nuevas yemas en las viejas alas.
siempre alas y cuerdas,
siempre caminos circulares,
en nuestros raídos lienzos.
Siempre nuestra flauta
embudo y arpa para el aire.
Siempre riegos a la carne
y más riegos siempre,
para besar la eternidad no cumplida.
Siempre el mirar encarcelado,
el horizonte delgado, frágil,
el nuevo sol siempre, el ansia!
siempre un único amor
único y nuevo;
guarismo de infinito,
siempre una escala hacia arriba,
esclavos de una inexacta palabra.
Hoy, somos gloriosas cifras,
miles de siempres pegados,
como etiquetas en la nada.


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.


LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA (*)

PRIMERA : LA FORJA ( Del libro editado en Bilbao por la C.L.A. y seleccionado en el Premio Juan de Basterra.
Selección: "GEOMETRÍA DE UNA SED")

3.- SED CONCÉNTRICA  (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

a

Péndulo, cruce carnal
del vegetal y del dardo,
carne de planta y de flecha,
tan sólo soy eso y tanto.
Una lanza florecida,
un árbol petrificado
en el corazón del mar
¡tan sólo soy eso y tanto!
Como la pluma, no sé
cuál es el norte ni el amo;
de la tierra o hasta la tierra,
no sé si arribo o me parto.
El aire, ¿me ata o afila
las alas junto al costado?
Rompo la luz o me rompe
la luz del cielo hasta abajo.
Una vela encadenada
¡tan sólo soy eso y tanto!
¿Estaba trazado el camino
o soy yo quien lo abro?
¿O es la cuerda del surco
la que se tensa en el arco
que me dispara y me clava?
¿He de coger la cosecha
o de esperar en el campo
del sol que alguien me invente,
ya florecido y granado
y me desraíce del suelo?
he de ser ¿qué? Sólo tanto
al tiempo;: encarne de paz,
sangre y suspiro del paso.
Un ala con raíz de olmo,
un monstruo híbrido en el llano
desolado de las horas!
Señor, párteme de un tajo,
y divídeme la muerte
en dos trozos vivos, claros.
Quiero ser tan sólo eso,
¡tan sólo, Señor, y TANTO!


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(*) Desde aquí hasta el poema EL NIÑO MALTRATADO POR SUS PADRES, inclusive, todos los poemas pertenecen a LA PARTIDA.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

b

¡Algodón, ambiciones mías:
aquel mundo destilado de mis venas
yace en una tierra umbría!
Yo, con todos los huesos a los aires
apenas si existo.
Tornóse la suerte;
me veo caminando en los ojos de los hombres,
licuado en sus pupilas,
esquelético de alma,
el fardo de usencias de gentes extrañas.
Me adivino nada más;
ni me siento, ni me pienso,
ni noto el peso que me planta.
¿Quién me inventa y descubre a cada instante,
quién dibuja y me traza el surco y el paso?,
¿ quién entona y canta mi pulso?,
¿de qué pesadilla nací, nazco y renazco?
Ayer iba al camino solo
y me silbaba el viento en el costado;
ayer traía la mano de Dios sobre el cabello;
encendía las estrellas
para alumbrar al hombre nuevo
recién descubierto en mis manos cada día...
Hoy, no soy cierto;
ni el faro, ni tampoco la cabaña,
soy un hombre borrado de los libros
de los muertos y de los vivos.
ya no camino solo, ¡ni aún camino!
sólo estoy en los ojos de las gentes,
como una gota de ámbar.


- - - - - - - - - -

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

c

Soy un paisaje desolado y difuso,
una sombra de la distancia y del tiempo,
mar de humo sin orilla y sin faro;
soy raíz de la noche y de los cielos.

Pasan los días como pájaros grises
sobre un árbol solo y reseco.

Hubo un instante en que el límite mío
era un perfil dibujado y quieto,
un dique que apretaba mis arenas
y mis aguas, como la piel aprieta;
la carne de un puerto,
que amarraba mi barco a los limos del fondo
al primer huracán del hastío y del tiempo.

Pasan los días como pájaros grises
sobre mi árbol solo y reseco.

- Hoy mis fronteras rotas son cascadas
por donde me desagua el ser,
goteo interminable que estrella en el abismo,
mi vida, mis brumas, mis peces muertos.

Y sin ruinas de horizonte en mis confines
ni un mojón que me parta del universo,
¡estoy yo solo, soy yo sólo el que rodea
inacabable desde la nada hasta mi centro.


- - - - - - - - - -

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

d

Lluevo desde mi atmósfera a mi tierra
quebrada por la sed y por el viento;
lluevo porque me harta de paz
y rellena mis valles de consuelo.
Lluevo gotas de luz
inexorablemente hacia adentro;
cada día y cada hora
caen de mis nubes cortinas de sueños.
Yo era una tarde el niño de aquellas espadas,
el del primer balón de cuero,
y mañana era el niño de las bolas
de cristal que jugaba en agujeros
de las calles soleadas y vacías
con los niños eternos de mi pueblo...
y era otro día el beso de mi madre,
junto a la madrugada de mis besos;
y otro día era el cuento de gigantes
a los primeros miedos de mi invierno;
el cuaderno de tinta
que prolongó mi voz en el colegio
y la carretera que unía mis ojos
con el balcón abierto.
Yo fui cada momento cierta cosa
y ahora soy sólo todo al mismo tiempo,
por eso lluevo sobre mí a cada tarde,
a ver si florecen los silencios.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

e

Olor a la flor de mis campos
y a la violeta de un veinte de abril
de mil novecientos...
olor a la tierra caliente
de una siesta de agosto en mi pueblo;
olor a las lluvias primeras
tras el crista de los juegos,
olor a las limpias mejillas de mi madre,
a azúcar y a besos.
Olor a mar;
yegua de esperanza y sabino
que clava el aire en el pecho
con cien alfileres;
olor del amigo ausente,
del hermano que partió primero
bajo el umbral de la casa ,
olor a humo y a enebro.
Olor que roe como el hambre:
olor a pan recién hecho.
A mi casa, a mi ropa,
a mis libros, a mis dedos...
olor - sabor que nace en mi carne
e iguala a mi carne "lo nuestro".
Olor de las penas antiguas,
de violeta y de viento;
olor a mi padre: vino agrio y romero;
olor a mi soledad;
corteza de limón y silencio.

Olor a mi espacio medido: pimienta
y a mi tiempo completo.
Olor - paz a Dios blanco,
al ángel de un niño pequeño...
Olor a ti: luna y espejo
con un puente de aire,
que entre tu carne y mi orilla
forman los hijos nuestros.
…es todo el olor que llevo
cuajado en el alma
y amasado a los huesos.


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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

f

A la luz recién nacida del Domingo
se endormece en mis brazos la mañana,
geometría de amor por los espacios
y por las cumbres de las cosas y del alma.
Las horas detenidas en los valles
de los muebles:
olas de la mar de la noche en calma;
ruedas de sueños en las arterias
de nuestro hogar; de nuestra barca.
En un ángulo de luz juega mi hijo
con un caballo de cartón y sombra clara,
negro el pelo, las mejillas carmines limpios
y la paz de sus dos años en la cara.
En las esquinas de su voz su madre cose
a los jirones del juego esperanzas.
Yo, camino de los sueños a mis cosas
por los ciertos caminos de mi casa.
Y se deshacen en polvo los trabajos
y las ideas de ayer cabalga
por los rayos de sol: cuchillos anchos
que hieren de alegría las ventanas.


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¡¡Extraordinario trabajo!!
Gracias y sigo leyendo por este lado también.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

3.- SED CONCÉNTRICA (División aleatoria del poema en función de nuestro tiempo disponible)

g

Desde mí hasta mí
me recorren mil sendas
de gentes que me cruzan y me andan
los caminos que llevo;
gentes que en mis valles descansan,
me dejan su fatiga y su pena
… y se marchan.
Yo soy la huella de su pie,
el molde de su planta,
la justa medida a sus medidas,
el polvo de sus sandalias.
Me iré un día, cuando enroscadas
sus sendas me ahoguen,
cuando sólo la luz de la luna me bata.

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PUERTO RICO

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO


FRANCISCO JOSÉ VACAS




APELACIÓN INCONSUMABLE

Que nadie lo dude.

La voz del que canta,
la voz incandescente del que canta
es la herramienta que acelera.
la que azota el aire que los demás bebemos.
La que horada en la noche
suficientes lunas.

Entonces, la voz
del que canta.

La vara preciosa de medir a los hombres
ha crecido despacio en cultivo de zarzas.
Ha regado sus nudos en la humedad
del funcionamiento del bosque.
Ha afinado sus mimbres
por lo elástico del viento.

Entonces, la voz
del que canta.

La mano que se ofrece es residuo de abundancia
cuando toda la alegría entera asciende
por lo claro del dolor.
Cuando toda la alegría nueva se escurre
gramo a gramo de los cuencos de la entraña removida.
Cuando toda la alegría única respira y se alimenta
de lo que desnuda el embate de la sangre.

Entonces, la voz
del que canta.

El labio primitivo era de barro
que la luz hizo germinar
desde el asombro vulnerado.
El blanco secreto de la luz se hundió en nosotros
para despoblar de sótanos y criptas
la vigilia que habrá de apercibirnos.

Entonces, la voz
del que canta.

El sosiego va descolgándose sin ser solicitado
de una eterna tempestad
limpiamente imparable.
El sosiego inexacto de la paz
es la culminación del levantamiento en llamas
que incinera al tiempo domesticado y lacio.
Al tiempo tránsfuga de la amplitud
del ancho interior.
Al tiempo que reseca la hierba
en cada esquina del aliento.

Entonces, la voz
del que canta.

El primero que aprendió de ataduras
primero sospecha una libertad innumerable
en la evidencia de su vigor amordazado.
El próximo atropellado por el carro de la justicia
inventará la ferocidad de pronto
como un estreno del músculo afirmando.
El puño cerrado exige golpear sin guante,
violentar la cándida urbanidad de los ángeles
de atroz mármol desmemoriado.

Entonces, la voz
del que canta.

En el abrazo postrero
la lágrima se agrupa con densidad de gozo junto.
Entonces, la voz del que canta,
la voz desconcertada del que canta
es la llave de otros cantos rotundos.
De cantos que abren otras voces.
De cantos que llenan otros mundos.

Que nadie lo dude.
Que nadie se atreva
a dudarlo.


Nada más encontré sobre este autor, ni reseña ni poemas, entonces te dejo seguir tranquilo y mientras tanto, me pongo al día en las lecturas. Hay mucho y bueno.
Gracias.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

(Al no disponer de una biografía amplia del autor, no tengo claro la relación que le unió a Puerto Rico y por qué aparece en antologías de allí.)
LAS CUATRO ESTACIONES DE UN POETA ( obra antológica. Los poemas encontrados he de pasarlos a mano. LA EDITORA REGIONAL DE MURCIA tiene otra antología suya editada; sin embargo yo no la tengo y veo difícil acceder a ella.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Selección del libro "Sermón desde mi locura". Premio "Es Equo " "ALDEBARÁ SEVILLA" editado por dicha colección.)

Esta obra antológica, aunque digitalizada, no contiene todas las páginas. De la misma manera es imposible ejercer las funciones de COPIAR, CORTAR y PEGAR... por su valor poético y testimonial seguimos pasando a mano.
La primera página de esta segunda parte es una de las que falta.

División aleatoria en función de mi tiempo disponible.

a

Hasta que no os hinquéis en la piel la justicia
como una caña aguda por cada carne desatendida;
hasta que no llevemos el pecho,
como un bosque de lanzas
que nos haga recordar a cada martillazo de luna.
Hasta que no se nos vea desde la otra orilla,
como un pantano glorioso,
como un junco por cada hombre vencido,
creciendo desde cada oreja de nuestras horas
hasta la fábrica de la voz del cielo.
Hasta que se nos arrugue el espacio
y nos crezcan montañas en la pálida carne.
Hasta que se deslice el desierto
que aprieta y nos iguala.
Hasta que el agua no haga charcos de amor
sobre nuestra corteza pulida.
Hasta que el aire nos ciña la cintura
con los salmos nuevos,
¡esteremos solos!,
como bolas de cristal en una balsa de sombras;
con nuestra justicia entre los dientes
como una carie antigua;
con nuestro libro de justicia colgado al cuello
medalla de uranio;
con nuestro miembro de justicia
perdido entre las ingles;
con la túnica amarilla de todas las justicias
tapándonos las pústulas.
Empapelando nuestra casa
con la piel del llanto agrio,
pensabais acampar con todas las voces.

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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

b

Queríais la palabra como goma
que encole y componga la carne palpitante,
y se nos ha tornado aceite que aisla,
que evita la fricción...
¿Qué raros condimentos cocieron
en su cuerpo de aire?
¡Cuánta cal mal empleada en las fachadas
y en paredes náufragas,
de casas que navegan, a lo sumo
en el mar de pupilas,
de cuatro pupilas, e doce, de veinte pupilas!
Más allá de las mil ventanas que nos alejan;
acá del horizonte expropiado por el miedo.
¡Justicia para el hombre descompuesto,
para el hombre mudo, sin trompeta,
para el hombre alejado de sus brazos
prolongados en sonatas que cuelgan detenidas,
averiados sus motores,
en las cuerdas invisibles de los días;

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- - - - - - - - - - (*)


(*) Es posible que este tipo de líneas sean versos intencionadamente no puestos en el documento al que hemos tenido acceso.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA

c

Ni los ojos batirán tanta distancia,
ni tan larga incertidumbre.
tenemos nuestras tiendas de asombro
abiertas para siempre en el mercado de la tumba.
Vendemos nuestra propia incomprensión,
en cestas azules sin fondo,
a cambio de monedas de quimeras,
dinero que no llena nuestra hucha,
quebrada de sarmientos,
y que repitió el son de nuestra súplica.
¡Más llanto, más palabras!
Atizamos las brasas de la guerra,
con tenazas fundidas en los tipos de imprenta,
que se entierran en cofres de los bosques.
Así montamos potros de la pena
1 - - - 4 - - -7 - - - 3,
con signos de multiplicaciones,
da factores incompletos,
sumando nuestro fracaso como piedras.
¿No hay quién diga a todos menos a uno
que la muerte y el hambre
es más cara que un cabello?
¿No hay quién diga que ha llorado solamente
en la hierba que crece al pie de las cadenas,
sobre entierros impresos y esquelas mortuorias?

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

d

¡Basta ya de sudores sintéticos
cultivados en los templos - laboratorios
del Amor fraterno!
¡Basta ya de falsas escrituras
de los dioses pecadores!
Carguemos con el barro a nuestros hombros,
manchémonos los unos a los otros,
volcándonos los charcos de la historia.
Hagámonos los puentes del polvo tan sólo,
para ver si resiste nuestros pasos;
estudiemos la fórmula del polvo
y la llama del polvo,
la electricidad del polvo,
él ángulo del polvo,
la cosmogonía del polvo,
la química orgánica del polvo;
la desintegración del sueño del polvo;
la metafísica del polvo;
la lógica y la estética del polvo;
en fin, la ecuación total del polvo,
que nos aproxime y nos encole;
como un muñeco de arcilla.
… Y allí se encontrará nuestro amor y nuestro triunfo.
De las cavernas ebrias de humedad
llegabais al nacer,
las mejillas calientes
y pegados los párpados
y cerrada la eterna cremallera del miedo;
ola a ola arriada hasta las crestas.
¿Habría de estar izada en la certeza del cansancio,
cuando enero y verano es un libro sin hojas?
¿Para qué  abrir los ojos al candil de la duda...?
Palabras y palabras como rejas de cañas amarillas.
en un huerto de coles al sol - levadura del otoño,
palabras tan iguales como espigas de trigo,
encendidas, invariables, pausadas;
acentuadas por el cardo y por la alondra...
¡palabras que gotean el nivel de la esperanza!...
Yo quisiera partir como ahora estoy,
con una música de azúcar, larga,
rizándome el costado,
con la sed de este día y de todos
blanqueándome la hartura de cristales,
con algunos recuerdos como mástiles clavados
en mi desierto y en mis montes;
con una lluvia divergente de mi carne
hasta cada rincón de la tierra.
Húmedo de sazones, no afilado,
que el tiempo no se pare en mis esquinas,
que los días me envuelvan como capas;
sin notar mi rotación;
ni la perforación de mis huesos;
con una romanza entre las palmas de las manos;
suspendida una pluma ante mis brujas,
y ante mí un horizonte de locura y de miedo.
Con toda la justicia enterrada y roma
para que no se clave ni se vuele;
con mi esponja de carne,
como una piedra pómez flotando entre mi sangre;
poroso, despierto y ligero,
gris, rugoso y extraño,
sin gravedad en el lago de la suerte.
Y sin embargo, partiré supremo de los astros;
roto el calibre del último verso;
con una haz de mis vuelos sujeto a las espaldas.
Mucho antes de que hayan florecido
en todas las ventanas las miradas.
Nunca antes, ni entonces
que habrían cristalizado los geranios...

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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

e

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Cada otoño, un círculo de horas oxidadas,
una rueda herrumbrosa se me corta y se desprende
como las ondas al guijarro,
que cae en el arroyo
hasta las orillas del tiempo y de la lucha.

Estoy plantado, me habéis clavado los pies
en el centro del mar presto a la renuncia.
Empecé a renunciar olvidando la sombra,
de que me partisteis un día;
y renuncié después a mi silencio
con la voz de cada hombre;
proseguí con mi renuncia
al alba del instinto
a cada latigazo de estatura.

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- - - - - - - - - - - - - - - - - - -
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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

f

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Y a veces me electriza una idea
distinta al miedo y a la sed,
una idea sin figura
torbellino que agita
la luz de mis estancias
con un candor de fragua:
"vinieron los ángeles
y le sembraron las alas,
las alas que le sembraban cada día..."
Pisemos la imagen;
macerad, amasad la palabra recién alumbrada
y hasta la última horquilla del árbol
crecerá la torre de naipes de nuestro auxilio:
el esquelético grito de las letras
en la fosa de papel.
Y nunca nació con el triunfo de la muerte
una brizna de hierba ni un hilo de agua,
que puse al olvido en el tiesto de mi tierra oculta.
Subíamos, subíamos por las escaleras de la música
y del trueno y de la fiebre;
desde la tierra firme de la desdicha
hasta las alas de águila violeta del delirio.
Subíamos, subíamos desde siempre,
desde el exilio de la oscuridad,
subíamos levantando los peldaños con la mano,
con un peso igual a nuestras fuerzas detenidas;
procesados por el plomo de nuestra idea vertical;
y nunca alcanzaba el perfil blanco-amarillo
del horizonte de mi casa.
Éramos alcohólicos de estrellas,
drogadictos de luceros;
con gafas ahumadas de soles obscenos;
tenías la piel llena de ventanas
como una colmena de ofertorios.
Y el estomago de la memoria
indigesto de formas;
de cintas, de cuerdas, de trenes;
de escaparates de ojos, de flores mustias
a cinco milímetros del suelo.
Tenías el alma habitada de guijarros;
tan densa que no cupo la escoba de una bruja.
Y yo apenas pude ver por mi observatorio
el río de sol que corre por las desiertas calles
de mis primeros caminos. (Cont.)

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

f (cont.)

Y yo nunca podía, aunque me aprestaba el pecho,
sacarme de dentro un cuajo de luz que llevaba,
y un suspiro helado que llevaba;
una lumbre resumida que llevaba
como se lleva la sed.
Nunca podía besar desde dentro afuera
la casa de mis padres y mi pueblo.
Aquí, desde aquí,
desde el presidio donde purgo mis raíces,
a veces pienso y grito:
¿ para qué repetir la misma calle;
la misma esquina, la misma piedra parda?
¿para qué devolver campanadas de las horas
primeras; de las medias horas,
a la torre del reloj...?
¿Para qué reintegrar los vientos a la Sierra?
¿Para qué retornar los juegos a mis venas?
¿Para qué reedificar con las brumas
de la tarde mis pulsos?
¿Para qué reencarnar las ausencias
a las viejas estatuas?
¿Para que cernir del suelo el sol amasado,
si a cada latido me llega insobornable,
más allá de la voz y de la lágrima,
más hondo aún que el alma, un frío agrío,
invisible diamante de escarcha
diluye cada micra de mi muerte?
Y me torna en bajel al dios de piedra,
y me hace sentirme casi igual,
con el mismo estremecerse de la tierra,
al nacerle el sol cada mañana. (Cont.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

f (cont.)


Ha llegado la hora de la máquina,
aprisionan los gestos y las máscaras,
las caras de ventanillas,
codos de mostrador,
los párpados de luz usad.
Ha llegado la hora de los partos;
la piel fina se rompe en las dos paredes de los años.
Es fácil embriagarse de locuras,
beberse las palabras ocultas tanto tiempo
que manan sin sentido,
apenas si rozando el caño insensible y oxidado,
sacando escalofríos a su hierro.
La metáfora no basta,
ni el escaparate-palabra;
ni el raíl-palabra;
ni el baúl-palabra;
ni el cesto-palabra
pueden escribir una pirámide de orgullo.
¡Más aprisa, más fuerte, más presión!,
todo es un chorro denso, casi sólido,
más que luminoso, radiante:
la voz, la depresión,
la angustia, la belleza,
minerales de azufre y hierro,
los hijos, el hidrógeno, la sal, el desamor,
Calasparra, la impureza;
todo calificado, perforado
en una ficha de esperanza,
raíz cuadrada de mi Yo
¡Aprisa, que es preciso llegar a la espiral!
Allí donde se encuentra la palabra-placer;
y la palabra-vértigo,
la palabra-triunfo,
la palabra náusea,
la palabra invisible;
la palabra-vuelo interminable.

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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

g

Y penetrar en la mujer como penetra el mar
en la bahía y ser en el amor
marea alta, y después resaca,
bajamar bajo la luna;
desmoronado, al fin, como una torre de arena.
Y vivir con igual exactitud
que un átomo de hidrógeno
en una mínima molécula de viento.
Que las palabras sean como destellos,
resplandores imprevistos;
casi color, ladrillo, casi música...
La poesía será la voz que quede
después que la voz se desvanezca...

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PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

h

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Todos tenían una noticia que darme;
el metro de mi boca y el exacto espectro
de las luces que escalaban la alcoba;
y el traje de una sombra emparentada conmigo.
Decían que había nacido;
que había cumplido el pacto con el hueco;
que el mimbre se había hecho hueso
en el segundo piso de la noche.
Y allí mi madre con sus dedos jóvenes;
y allí mi padre con su pulso sin gastar
y sin desarrollar, aún muelle comprimido.
Y allí estaba muy moza Calasparra
con la falda muy larga;
y con un maquillaje desgastado,
pintura vieja
con el labio entreabierto de sus calles.
Entonces nacíamos todos;
estábamos naciendo;
poniendo ante la luz los embriones
de cientos de semanas siguientes y de voces,
de vinos, de puños abiertos,
de las cañas cerradas,
de juegos enjaulados.
Nacíamos sin habernos avisado,
ni habernos invitado a la fiesta,
ni anunciarnos la muerte.
Con todas las trompetas sin usar.
El tiempo era menos poblado que el Castillo;
menos largo que un tiro de la honda;
más corto, desde luego, que una siesta de juegos.
Tenían todos la ropa por ponerme;
ropa de catecismos prematuros.
Allí estaba mientras yo nacía,
la corredera, sus bancos, y su alcalde.
Con un pino cien años disparando
las risas de los corros de los niños a las nubes;
las lagrimas de nosotros abuelos-niños.
Yun árbol de pimienta con un millón de sombras
conservadas, perennes bajo sus brazos anchos
de llueca ponedora de tertulias.
¿Por qué no se nos dijo que las sombras
se hacían y deshacían como las frases ?

Cont.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA (Cont.)

h (cont.)

Se nos dijo al nacer;
nos construyeron torres de esperanza;
los pañales de acero y de piedra.
Mis padres prepararon mis bodas con el aro:
mis rituales festejos con la suerte.
Y me hubiera quedado allí con la vergüenza
de ser tan breve;
mucho más que las vías de los trenes
que como un fuelle trágico alejaban
y acercaban mis penas.
Ya no oigo sus voces tocándome como dedos...
¿por qué no lo advirtieron al coronarme de preguntas...?
Todo está lejano
como todas las campanas;
¡no hay una campana próxima
más que el corazón...!
¡Madre, padre! ¿Dónde habéis estado?
¿Por qué nos descuajaron y rompieron?
¡Amigos, hermanos!
¿Por qué arrojáis a otros vertederos
como cáscaras vacías
las palabras que aprendimos juntos;
que recogimos de la vida amarrados?
¿Por qué no simularnos locos?
¿Por qué no encender el cisma?
Si aquel niño-yo
si yo-aquel niño
estoy llorando por mí
y por todos los niños engañados de la Tierra.
Y entretanto, en el prólogo de las guerras
que nos deben, cantad;
cantaremos arrojando hojas de agua al camino;
pintaremos los soles medios y oscuros;
recortaremos en papel las siluetas de todos
los árboles que nos acompañan

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

PRIMERA PARTE : LA PARTIDA

PRIMERA: LA FORJA

SEGUNDA: LA RUPTURA

TERCERA : LA ECUACIÓN DE LA VIDA ( Del libro "COROS Y NANAS DE AMOR Y DE HIERRO" mención Premio Francisco de Quevedo -Madrid- editado por la  Colección Barro Sevilla. Selección.


A la nanita nana
mi nena trigo,
a la nanita agua
flor del molino.

Grano más grano
su corazón se cierne
año más año.
He dormido los vientos
en su besana,
que no quiebren el tllo
de su mañana.

Que a mi e partan,
que me hielen las sienes
cana por cana.

Mis peces bogan
entre sus ojos;
mis peces y mis penas,
mis barcos rotos.

Quien los anclara
en la cala sol verde
de su mirada.

A la nanita nana,
mi nena trigo,
a la nanita agua
flor del molino.

Dos palomas se empluman
entre sus manos,
para volar mañana
por mi collado.

Entre mis montes
por mi cuerpo hecho llano
y hecho horizonte.

PUERTO RICO

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

TERCERA : LA ECUACIÓN DE LA VIDA

EN EL AÑO … MORIRÁ DE HAMBRE UN NIÑO  POR CADA SEGUNDO

1974, 1975, 1976, 1977, 1988 … mil novecientos
setenta millones de granos de polen …
Mil novecientos setenta millones de libros de hojas
de sauce hembra.
Mil novecientos setenta y cuatro mil millones
de alas de abeja. Cada segundo del año la espiga
de un niño se oxida y se mustia,
¡tan, tan, tan … !
Van goteando mil ojos por hora, mil azabaches, mil
carbunclos, mil esmeraldas, cuatro mil hojas
de olivo …
Sobre la piedra hueca, sobre la copa de polvo,
sobre la fuente repleta de la tierra incomprensible.

19 … por diez mil muelas de hambre …
19 … por diez mil pedernales en la garganta …
19 … por cien mil dados de fiebre.
Un millón de embudos luminosos un millón …
de pétalos mustios, leche apenas cuajada …
Cada segundo del año repica una campana
en el vientre de la mina del pan.
… No hay escudillas ni pámpanos …
hay violetas en los ojos.
… No hay arroz ... sólo diamantes en las pupilas
y volcanes.
… No hay carne … crecen los lirios en la frente
antes de cavar las cavernas, antes de afilar los
arados …

Cont.

Me está gustando mucho la poesía de Rius. Gracias de nuevo por estas joyas que estoy recorriendo.



.....
y era otro día el beso de mi madre,
junto a la madrugada de mis besos;
y otro día era el cuento de gigantes
a los primeros miedos de mi invierno;
el cuaderno de tinta
que prolongó mi voz en el colegio
y la carretera que unía mis ojos
con el balcón abierto.
Yo fui cada momento cierta cosa
y ahora soy sólo todo al mismo tiempo,
por eso lluevo sobre mí a cada tarde,
a ver si florecen los silencios.

Además es paisano mío... el pueblo anterior al mío en la RIBERA DEL SEGURA es CALASPARRA - el mejor arroz del mundo, sin duda- . Compartimos en el CAÑÓN DE ALMADENES la mayor densidad de cuevas con restos paleolíticos de toda España. Inmensa LA SERRETA. Y una maravilla de la naturaleza el CAÑÓN DE ALMADENES excavado por el río SEGURA. Una preciosidad, también, el Santuario de NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA, en CALASPARRA.

Me queda todavía bastante... Si no te importa voy a hacer lo que pueda. Y luego hablamos para ver donde viajamos.

Besos.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

TERCERA : LA ECUACIÓN DE LA VIDA

EN EL AÑO … MORIRÁ DE HAMBRE UN NIÑO POR CADA SEGUNDO

Cont.

… No hay peces … sino redes interminables
de húmeros y tibias, mangos de costillares
tupidos, cárceles inviolables, irrepetibles.
… No hay leche … barcos esternón en proa;
hundidos en el vientre hundido. Esperando el
naufragio para apresar las escamas.
En una mesa del Consejo de Administración
de los tres Continentes se pudren las lenguas
de los ruiseñores vendidos;
crecen las estalactitas con las heladas sobrantes
a las cuevas de los libros de contabilidad.
¡Raza de víboras, ¡qué habéis hecho con
vuestros niños?
Ni todas las catedrales del mundo, ni todos
los museos; ni una sola de las naves interestelares,
valen un dedo de un niño!
Los platos crecientes de robos se apoyan
sobre balances de niños perdidos para la presa,
para el ladrillo, para la yunta.
Crecen los registros y las matrículas
y las estadísticas bajo bandejas repletas
de palabras.

Las momias comen, primero sentadas;
después de pie; después sobre las sillas;
suspendidos más tarde de cuerdas para llegar
a la levadura del vino, y al final se encuentran
frente al horizonte de la araña, junto al techo.

¿Qué habéis inventado para los niños
que mueren de hambre, que habéis pintado
para los niños que mueren de hambre,
qué habéis escrito y cantado para los niños
que mueren de hambre, qué habéis vendido
para los niños que se mueren de hambre;
qué habéis construido para los niños que se
mueren de hambre?¡En qué Constitución está
recogida y resumida el hambre de los niños;
en qué edificio, en qué iglesia, en qué rosario;
en qué brasero de qué hogar lucen las luminarias
de los niños muertos de hambre, muertos de sed,
muertos en los hornos!


¡ Ángeles sin alas! ¡Asesinos!

¡Pido venganza al volcán, a los huracanes,
y al fuego...!
… Como la sombra del vino se van derramando
por cada segundo diez mil cascabeles de la voz
que cuajaba;
cascabeles uncido como guirnaldas en los pequeños
pies sin vaciar de la escarcha de la muerte …

Y Dios … ¿ dónde estaba?