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Zinaída Hippius (Beliov, 8 de noviembre de 1869-París, 9 de septiembre de 1945) fue una escritora y poetisa rusa notable de la Edad de Plata de la literatura rusa, considerada figura clave del simbolismo ruso.
Autora de numerosas poesías, diarios personales y artículos críticos en diferentes revistas que fueron publicados bajo varios seudónimos masculinos. Fue una mujer influyente entre la sociedad rusa del siglo XIX y del XX, organizó reuniones sociales con los intelectuales simbolistas más destacados del momento. Inició su actividad literaria en torno al pensamiento de Charles Baudelaire, Friedrich Nietzsche y Maurice Maeterlinck.
Fue la impulsora de la Nueva conciencia religiosa, una corriente basada en renovar el cristianismo. Contraria a la revolución rusa se exilió a Polonia y Francia donde residió hasta su fallecimiento en 1945.
Biografía
Nació en Belev el 8 de noviembre de 1869. Hija de un jurista alemán, fiscal jefe adjunto del Senado residente en Rusia, y nieta del jefe de policía de Ekaterimburgo, fue la mayor de cuatro hermanas. Aficionada a edad temprana –a los siete años– a la poesía y a la escritura de diarios, se inició en la escritura en 1876. Tuvo una formación académica discontinua debido a los desplazamientos por cambio de destino de su padre tras ser nombrado presidente del tribunal de Nizhyn. Cursó un año en el Instituto de Mujeres de Kiev en 1877. Apasionada de los clásicos se acercó a la obra de los autores rusos en especial a la obra de Dostoievski, que influencia su obra posterior.
Su padre falleció a causa de la tuberculosis en 1881, por lo que la familia se trasladó a Moscú y de nuevo, a causa de la enfermedad de una de sus hermanas, se mudaron a Crimea y más tarde, en 1885, se instalaron en Tiflis. Ese año durante unas vacaciones en Bordzhomi, conoció al poeta y escritor Dmitri Merezhkovski. Publicó sus primeras obras en el Northern Herald en 1888 con las iniciales Z.G. Poemas encaminados hacia el concepto simbolista.
Inicios
Contrajo matrimonio con Dmitri Merezhokovski el 8 de enero de 1889 y fijaron su residencia en San Petersburgo. Su residencia se convirtió en poco tiempo en el centro de las reuniones sociales y culturales, a través de las que contactó con intelectuales simbolistas como J. Polonsky, A. Maikov, D. Grigorovich, A. Pleshcheev y P. Veinberg con los que compartió opiniones y fue haciéndose un lugar destacado. Inició su actividad literaria en torno a la revista Severny Vestnik donde expuso la ideología de Baudelaire, Nietzsche y Maeterlinck. Publicó artículos en las revistas Northern Herald, Vestnik Evropy, Russkaya Mysl entre otras publicaciones, dichos artículos fueron reunidos en el libro New People, que se publicó en San Petersburgo en 1896 y en Mirrors publicado en la misma ciudad dos años después, en 1898.
Entre 1899 y 1901 trabajó para la revista Mundo del Arte que se encontraba en el círculo ideológico de Serguei P. Diaghilev, publicando sus primeros artículos literarios bajo los seudónimos de Anton Krainy, Lev Pushchin, Camarada Herman, Roman Arensky, Anton Kirsha, Nikita Vecher y V. Vitovt.
Nueva iglesia
Renunció a las nuevas ideologías por considerarlas decadentes y adoptó las propuestas religiosas de Dmitri Merezhkovski, adoptando una posición activa en su desarrollo publicando una serie de artículos de tema religiosos y filosófico que vieron la luz en Mundo del Arte. Tanto Zinaida como Dmitri crearon la idea de una nueva iglesia con la intención de renovar el cristianismo según sus propias convicciones. Bajo este planteamiento entre 1901 y 1903 organizó encuentros de pensamiento del nuevo renacer religioso y filosófico. En estas reuniones se dieron cita intelectuales y representantes del clero para debatir sobre el rol del cristianismo, la religión y la cultura en la sociedad, llegando a fijar la dirección de las inquietudes en la materia a principios del siglo XX. Fueron frecuentes en los debates Vladimir Solovyov, defensor de la filosofía de la unidad total –espiritual y carnal–, Vasili Rozanov, V. Ternavtsev y Dmitri Filosófov quienes buscaban modernizar el cristianismo generando la corriente denominada Nueva conciencia religiosa. Dentro de esta nueva corriente religiosa se llegó a querer instaurar un nuevo sacramento, hecho que encontró la fuerte oposición de la iglesia rusa, que censuró las reuniones poniéndoles fin en 1903. Zinaida creó la revista New Way para la difusión de las mismas entre la sociedad rusa con publicaciones de poemas y críticas firmadas como Anton Krainy; la revista fue cerrada en 1905.
En este periodo publicó El tercer libro en 1902 y La espada escarlata en 1906, ambos en San Petersburgo. Coeditó además la revista Novy Put entre 1903 y 1904 realizando la crítica bajo el seudónimo de Anton Krainy.
Revolución rusa y exilio
Durante el periodo de la Revolución rusa, entre 1905 y 1907, incorporó a su obra temas sociopolíticos que había evitado hasta entonces, e incorporó la prosa a su producción literaria, colocándose en una posición contraria a la posición conservadora estatal. Viajó a París donde se instaló en 1906, y desde allí publicó en francés obras de tinte antimonarquico, se relacionó con revolucionarios cercanos al escritor Borís Sávinkov, mientras se adentraba más en los temas políticos rusos de la revolución. Esta inclinación quedó de manifiesto en su obra, cuya temática se hizo cada vez más controvertida, son ejemplos los cuentos publicados bajo la colección Blanco y negro (1908), Muñeca del diablo (1911) y Roman Tsarevich (1912). En 1908 fue la crítica de Libra, cuyos artículos seleccionó para publicarlos en Diario literario. En este último publicó diferentes artículos a modo de conversación íntima con el lector, en la que reflexiona sobre asuntos de la vida y la literatura dentro de la corriente del simbolismo.
Sus enfrentamientos con la revolución hicieron que se exiliase, junto a Dimitri a Polonia el 24 de diciembre de 1919, país que abandonaron ante el trato dado a los bolcheviques por parte del gobierno de Pilsudski. En 1920 el matrimonio se instaló en Francia. En París ZInaida organizó en 1927, nuevas tertulias literarias y filosóficas bajo en nombre de la Lámpara verde, el grupo reunió a emigrantes y tuvo un papel importante la sociedad intelectual procedente de los primeros migrantes a Francia. Los participantes acudían bajo invitación, previa selección, fueron asiduos Iván Bunin, primer Premio Nobel de Literatura en 1933, Boris K. Zaytsev, el filósofo Lev Shestov y G. Fedotov, historiador y ensayista ruso.
Desde el país galo publicó poesía, memorias y artículos periodísticos en contra de la Rusia soviética, destacan Living Faces (Praga 1925), Radiance (París, 1939), obras en las que de nuevo puso de manifiesto sus tendencias ideológicas sociales y políticas.
Fallecimiento y legado
Falleció el 9 de septiembre de 1945 en París. Fue enterrada en la misma tumba que su esposo Merezhkovsky, fallecido en 1942, en el cementerio ruso de Sainte-Geneviève-des-Bois en Essonne, cerca de París.
La parte del legado que dejó Zinaida Giuppius más interesante se compone de cinco colecciones de poemas: Colección de poemas 1889-1903, publicado en 1904; Poemas recopilados. Libro dos. 1903-1909 que se publicó en 1910; Los últimos poemas. 1914-1918, que vio la luz en 1918; Poemas. Diario. 1911-1921 se publicó en Berlín en 1922 y Shining publicado en París en 1938.2
Parte de su obra son poemas y artículos de tema amoroso, entre los que destaca Love alone (1896) que fue traducido al alemán por el poeta austriaco Rainer-Maria Rilke. La poesía gira en torno a la búsqueda de la armonía y el pensamiento metafísico.
Obra literaria
Zinaída Hiíppius fue una poetisa simbolista. Fue autora también de cuentos y novelas, destacó en la poesía de temática asociada a la naturaleza y a los acontecimientos de la vida, el amor y la muerte. A través su obra es posible conocer la vida de figuras como Valeri Briúsov, Aleksandr Blok poeta simbolista, del filósofo Vasili Rozanov pertenecientes a la Edad de Plata o Acmeísmo ruso. Parte de sus poemas han sido traducidos varios idiomas (alemán, italiano, español) escribió en ruso y francés. Fue la autora de Diarios de Pete.
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*
Algunos poemas de Zinaída Hippius:
DEDICATORIA
Las nubes están bajas y sombrías,
y, sin embargo, alto está mi espíritu.
Tú y yo estamos extrañamente cerca,
pero cada uno de nosotros está solo.
Despiadada es la senda que sigo,
que me conduce a una muerte segura.
Pero me amo a mí misma, como a Dios,
y es el amor lo que redimirá mi alma.
Y si por el camino me cansara,
y con miedo empezara a protestar,
si contra mí misma me sublevase
y me atreviese a querer ser feliz,
no me dejes en el camino de vuelta
nie en ls días nublados y difíciles.
Te lo ruego, a tu bébil hermano
dale ánimo, apiádate y miéntele.
Ambos estamos singularmente unidos,
los dos nos dirigimos al Oriente.
Los cielos son malévolos y bajos.
Pero confío en que alto es nuestro espíritu.
1894
¿AMAS TÚ?
Hubo un hombre. Y murió para mí.
Y sé que es lo mejor borrarlo del recuerdo.
El fin, como la muerte, alegra el corazón,
fin de humanas pasiones, crepúsculo del día.
Me dedico a cuidar el sueño del durmiente.
¡Que le resulte leve la tierra del olvido!
Rompí los eslabones de la vieja cadena...
Mas la vida malvada me ha reunido contigo.
Siempre que estamos juntos creyendo estar a solas
hay un muerto, el tercero, que habita entre los dos.
Me mira con tus ojos, con tus mismas pupilas,
y piensa mientras tanto en mí que estoy contigo.
¡Pero, ay! También en ti, como a veces en él,
no hay infidelidad, ni hay tampoco traición...
Y me llega ese lánguido olor a podredumbre
que tienen tus palabras, tus gestos: todo tú.
Rechazo el sentimiento tan desapasionado
que el muerto te transmite, que se respira en ti;
Y mi siempre severo corazón se convence
de que no te amo a ti, como no lo amé a él.
1896
SONRISA
Me tienen que creer, no seré seducida,
por estas viejas penas que transité hace tiempo.
¡No y no! porque incluso el alma más sumisa
guarda su amarga huella, que nada ha de borrar.
Los años pasan, pero el corazón no muta.
Nada de lo pasado regresará otra vez,
y entre mis alegrías, ninguna me es más cara
que aquel amor de antaño, el no correspondido.
No hay en él ni alegría, ni miedo, ni vergüenza.
A dónde es que me lleva, en realidad no sé...
Y a una sola verdad mi alma está aferrada:
soy capaz de cambiar, pero jamás traiciono.
1897
LO ÚLTIMO
Hay veces que la gente se alegra de todo,
como niños felices, con despreocupación...
¡Oh, déjalos que rían! Ningún gozo provoca
mirar a las tinieblas de ami alma atormentada.
No he de romper, entonces, el goce momentáneo,
ni voy a abrir las puertas de todas las conciencias.
Mejor quedarme ahora con este humilde orgullo,
y encerrarme, rodeada de un voto de silencio.
Lentamente, callada, prefiero desfilar
con el rostro cubierto hacia ignotos confines
adonde me conducen, inexorablemente,
estas penas osadas, violentas y valientes.
1900
HASTA EL FONDO
Te doy la bienvenida, mi querida derrota,
a ti ya a la victoria las amo por igual;
en mi orgullo, en el fondo, hay también humildad,
la pena y el dolor allí están confundidas.
Sobre las quietas aguas de mi desasosiego
en una noche clara, la niebla se pasea;
en la crueldad postrera hay tenura sin fondo,
y en la verdad divina esté el truco de Dios.
Adoro, desbocada, mi desesperación,
ese gozo bebido hasta la última gota.
Hay una sola cosa de la que estoy segura:
todo cáliz se debe apurar hasta el fondo.
1901
Zinaída Hippius (Beliov, 8 de noviembre de 1869-París, 9 de septiembre de 1945) fue una escritora y poetisa rusa notable de la Edad de Plata de la literatura rusa, considerada figura clave del simbolismo ruso.
Autora de numerosas poesías, diarios personales y artículos críticos en diferentes revistas que fueron publicados bajo varios seudónimos masculinos. Fue una mujer influyente entre la sociedad rusa del siglo XIX y del XX, organizó reuniones sociales con los intelectuales simbolistas más destacados del momento. Inició su actividad literaria en torno al pensamiento de Charles Baudelaire, Friedrich Nietzsche y Maurice Maeterlinck.
Fue la impulsora de la Nueva conciencia religiosa, una corriente basada en renovar el cristianismo. Contraria a la revolución rusa se exilió a Polonia y Francia donde residió hasta su fallecimiento en 1945.
Biografía
Nació en Belev el 8 de noviembre de 1869. Hija de un jurista alemán, fiscal jefe adjunto del Senado residente en Rusia, y nieta del jefe de policía de Ekaterimburgo, fue la mayor de cuatro hermanas. Aficionada a edad temprana –a los siete años– a la poesía y a la escritura de diarios, se inició en la escritura en 1876. Tuvo una formación académica discontinua debido a los desplazamientos por cambio de destino de su padre tras ser nombrado presidente del tribunal de Nizhyn. Cursó un año en el Instituto de Mujeres de Kiev en 1877. Apasionada de los clásicos se acercó a la obra de los autores rusos en especial a la obra de Dostoievski, que influencia su obra posterior.
Su padre falleció a causa de la tuberculosis en 1881, por lo que la familia se trasladó a Moscú y de nuevo, a causa de la enfermedad de una de sus hermanas, se mudaron a Crimea y más tarde, en 1885, se instalaron en Tiflis. Ese año durante unas vacaciones en Bordzhomi, conoció al poeta y escritor Dmitri Merezhkovski. Publicó sus primeras obras en el Northern Herald en 1888 con las iniciales Z.G. Poemas encaminados hacia el concepto simbolista.
Inicios
Contrajo matrimonio con Dmitri Merezhokovski el 8 de enero de 1889 y fijaron su residencia en San Petersburgo. Su residencia se convirtió en poco tiempo en el centro de las reuniones sociales y culturales, a través de las que contactó con intelectuales simbolistas como J. Polonsky, A. Maikov, D. Grigorovich, A. Pleshcheev y P. Veinberg con los que compartió opiniones y fue haciéndose un lugar destacado. Inició su actividad literaria en torno a la revista Severny Vestnik donde expuso la ideología de Baudelaire, Nietzsche y Maeterlinck. Publicó artículos en las revistas Northern Herald, Vestnik Evropy, Russkaya Mysl entre otras publicaciones, dichos artículos fueron reunidos en el libro New People, que se publicó en San Petersburgo en 1896 y en Mirrors publicado en la misma ciudad dos años después, en 1898.
Entre 1899 y 1901 trabajó para la revista Mundo del Arte que se encontraba en el círculo ideológico de Serguei P. Diaghilev, publicando sus primeros artículos literarios bajo los seudónimos de Anton Krainy, Lev Pushchin, Camarada Herman, Roman Arensky, Anton Kirsha, Nikita Vecher y V. Vitovt.
Nueva iglesia
Renunció a las nuevas ideologías por considerarlas decadentes y adoptó las propuestas religiosas de Dmitri Merezhkovski, adoptando una posición activa en su desarrollo publicando una serie de artículos de tema religiosos y filosófico que vieron la luz en Mundo del Arte. Tanto Zinaida como Dmitri crearon la idea de una nueva iglesia con la intención de renovar el cristianismo según sus propias convicciones. Bajo este planteamiento entre 1901 y 1903 organizó encuentros de pensamiento del nuevo renacer religioso y filosófico. En estas reuniones se dieron cita intelectuales y representantes del clero para debatir sobre el rol del cristianismo, la religión y la cultura en la sociedad, llegando a fijar la dirección de las inquietudes en la materia a principios del siglo XX. Fueron frecuentes en los debates Vladimir Solovyov, defensor de la filosofía de la unidad total –espiritual y carnal–, Vasili Rozanov, V. Ternavtsev y Dmitri Filosófov quienes buscaban modernizar el cristianismo generando la corriente denominada Nueva conciencia religiosa. Dentro de esta nueva corriente religiosa se llegó a querer instaurar un nuevo sacramento, hecho que encontró la fuerte oposición de la iglesia rusa, que censuró las reuniones poniéndoles fin en 1903. Zinaida creó la revista New Way para la difusión de las mismas entre la sociedad rusa con publicaciones de poemas y críticas firmadas como Anton Krainy; la revista fue cerrada en 1905.
En este periodo publicó El tercer libro en 1902 y La espada escarlata en 1906, ambos en San Petersburgo. Coeditó además la revista Novy Put entre 1903 y 1904 realizando la crítica bajo el seudónimo de Anton Krainy.
Revolución rusa y exilio
Durante el periodo de la Revolución rusa, entre 1905 y 1907, incorporó a su obra temas sociopolíticos que había evitado hasta entonces, e incorporó la prosa a su producción literaria, colocándose en una posición contraria a la posición conservadora estatal. Viajó a París donde se instaló en 1906, y desde allí publicó en francés obras de tinte antimonarquico, se relacionó con revolucionarios cercanos al escritor Borís Sávinkov, mientras se adentraba más en los temas políticos rusos de la revolución. Esta inclinación quedó de manifiesto en su obra, cuya temática se hizo cada vez más controvertida, son ejemplos los cuentos publicados bajo la colección Blanco y negro (1908), Muñeca del diablo (1911) y Roman Tsarevich (1912). En 1908 fue la crítica de Libra, cuyos artículos seleccionó para publicarlos en Diario literario. En este último publicó diferentes artículos a modo de conversación íntima con el lector, en la que reflexiona sobre asuntos de la vida y la literatura dentro de la corriente del simbolismo.
Sus enfrentamientos con la revolución hicieron que se exiliase, junto a Dimitri a Polonia el 24 de diciembre de 1919, país que abandonaron ante el trato dado a los bolcheviques por parte del gobierno de Pilsudski. En 1920 el matrimonio se instaló en Francia. En París ZInaida organizó en 1927, nuevas tertulias literarias y filosóficas bajo en nombre de la Lámpara verde, el grupo reunió a emigrantes y tuvo un papel importante la sociedad intelectual procedente de los primeros migrantes a Francia. Los participantes acudían bajo invitación, previa selección, fueron asiduos Iván Bunin, primer Premio Nobel de Literatura en 1933, Boris K. Zaytsev, el filósofo Lev Shestov y G. Fedotov, historiador y ensayista ruso.
Desde el país galo publicó poesía, memorias y artículos periodísticos en contra de la Rusia soviética, destacan Living Faces (Praga 1925), Radiance (París, 1939), obras en las que de nuevo puso de manifiesto sus tendencias ideológicas sociales y políticas.
Fallecimiento y legado
Falleció el 9 de septiembre de 1945 en París. Fue enterrada en la misma tumba que su esposo Merezhkovsky, fallecido en 1942, en el cementerio ruso de Sainte-Geneviève-des-Bois en Essonne, cerca de París.
La parte del legado que dejó Zinaida Giuppius más interesante se compone de cinco colecciones de poemas: Colección de poemas 1889-1903, publicado en 1904; Poemas recopilados. Libro dos. 1903-1909 que se publicó en 1910; Los últimos poemas. 1914-1918, que vio la luz en 1918; Poemas. Diario. 1911-1921 se publicó en Berlín en 1922 y Shining publicado en París en 1938.2
Parte de su obra son poemas y artículos de tema amoroso, entre los que destaca Love alone (1896) que fue traducido al alemán por el poeta austriaco Rainer-Maria Rilke. La poesía gira en torno a la búsqueda de la armonía y el pensamiento metafísico.
Obra literaria
Zinaída Hiíppius fue una poetisa simbolista. Fue autora también de cuentos y novelas, destacó en la poesía de temática asociada a la naturaleza y a los acontecimientos de la vida, el amor y la muerte. A través su obra es posible conocer la vida de figuras como Valeri Briúsov, Aleksandr Blok poeta simbolista, del filósofo Vasili Rozanov pertenecientes a la Edad de Plata o Acmeísmo ruso. Parte de sus poemas han sido traducidos varios idiomas (alemán, italiano, español) escribió en ruso y francés. Fue la autora de Diarios de Pete.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
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Algunos poemas de Zinaída Hippius:
DEDICATORIA
Las nubes están bajas y sombrías,
y, sin embargo, alto está mi espíritu.
Tú y yo estamos extrañamente cerca,
pero cada uno de nosotros está solo.
Despiadada es la senda que sigo,
que me conduce a una muerte segura.
Pero me amo a mí misma, como a Dios,
y es el amor lo que redimirá mi alma.
Y si por el camino me cansara,
y con miedo empezara a protestar,
si contra mí misma me sublevase
y me atreviese a querer ser feliz,
no me dejes en el camino de vuelta
nie en ls días nublados y difíciles.
Te lo ruego, a tu bébil hermano
dale ánimo, apiádate y miéntele.
Ambos estamos singularmente unidos,
los dos nos dirigimos al Oriente.
Los cielos son malévolos y bajos.
Pero confío en que alto es nuestro espíritu.
1894
¿AMAS TÚ?
Hubo un hombre. Y murió para mí.
Y sé que es lo mejor borrarlo del recuerdo.
El fin, como la muerte, alegra el corazón,
fin de humanas pasiones, crepúsculo del día.
Me dedico a cuidar el sueño del durmiente.
¡Que le resulte leve la tierra del olvido!
Rompí los eslabones de la vieja cadena...
Mas la vida malvada me ha reunido contigo.
Siempre que estamos juntos creyendo estar a solas
hay un muerto, el tercero, que habita entre los dos.
Me mira con tus ojos, con tus mismas pupilas,
y piensa mientras tanto en mí que estoy contigo.
¡Pero, ay! También en ti, como a veces en él,
no hay infidelidad, ni hay tampoco traición...
Y me llega ese lánguido olor a podredumbre
que tienen tus palabras, tus gestos: todo tú.
Rechazo el sentimiento tan desapasionado
que el muerto te transmite, que se respira en ti;
Y mi siempre severo corazón se convence
de que no te amo a ti, como no lo amé a él.
1896
SONRISA
Me tienen que creer, no seré seducida,
por estas viejas penas que transité hace tiempo.
¡No y no! porque incluso el alma más sumisa
guarda su amarga huella, que nada ha de borrar.
Los años pasan, pero el corazón no muta.
Nada de lo pasado regresará otra vez,
y entre mis alegrías, ninguna me es más cara
que aquel amor de antaño, el no correspondido.
No hay en él ni alegría, ni miedo, ni vergüenza.
A dónde es que me lleva, en realidad no sé...
Y a una sola verdad mi alma está aferrada:
soy capaz de cambiar, pero jamás traiciono.
1897
LO ÚLTIMO
Hay veces que la gente se alegra de todo,
como niños felices, con despreocupación...
¡Oh, déjalos que rían! Ningún gozo provoca
mirar a las tinieblas de ami alma atormentada.
No he de romper, entonces, el goce momentáneo,
ni voy a abrir las puertas de todas las conciencias.
Mejor quedarme ahora con este humilde orgullo,
y encerrarme, rodeada de un voto de silencio.
Lentamente, callada, prefiero desfilar
con el rostro cubierto hacia ignotos confines
adonde me conducen, inexorablemente,
estas penas osadas, violentas y valientes.
1900
HASTA EL FONDO
Te doy la bienvenida, mi querida derrota,
a ti ya a la victoria las amo por igual;
en mi orgullo, en el fondo, hay también humildad,
la pena y el dolor allí están confundidas.
Sobre las quietas aguas de mi desasosiego
en una noche clara, la niebla se pasea;
en la crueldad postrera hay tenura sin fondo,
y en la verdad divina esté el truco de Dios.
Adoro, desbocada, mi desesperación,
ese gozo bebido hasta la última gota.
Hay una sola cosa de la que estoy segura:
todo cáliz se debe apurar hasta el fondo.
1901
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