No le cuentes

Es extraño, querido amigo, no ver ningún comentario mío a estos versos. No me son desconocidos. Antes bien, parece como si una fuerza interior me obligara a recitarlos al tiempo que lo hace la rapsoda... Quizás, tus versos calaron tan hondo que dejaron mi alma envuelta en el celofán de la belleza...
Todo esto para decir lo más profundo que puedo decir: ¡S.C!

Un fuerte abrazo.

Me basta con mirar el horizonte
colgado de las garras de otro cóndor,
me alcanza con un golpe de sangre en mis arterias,
con un soplo de latidos musitando su congoja.



Percibo siempre tu palabra y no precisamente extraviada en el camino. Ella recorre el adecuado hasta llegar ahí, donde justo se queda prendida.
Los buenos poemas nunca pasan desapercibidos y he aquí este regreso que reconforta y enseña.
El vídeo...gustazo escuchar, ver... sentir, esa es la palabra.
Buen día, besos y gracias, Walter, por compartir ¡Alma!.

Una suerte que se haya subido este buen poema, Walter.

Como ya han señalado compañeros antes que yo, esta estrofa es, a mi modo de ver, extraordinaria. Enhorabuena.

Si percibes mi palabra extraviada en el camino,
no le cuentes que me viste
llorando en el reglón de algún poema.
Doblado como un junco en medio de los vientos,
quebrado como un roble en la tala de la vida.



Saludos,

Me encantó volver a disfrutar este poema y ver los comentarios de compañeros que aunque ya no están en el foro siguen en el corazón, así son tus poemas algo que se queda grabado. Un abrazo amigo y felcidades

Walter Faila escribió:

Si ves a mi palabra deambulando por el parque,
no relates que agonizan mis últimas poesías.
No la dañes con tristezas que ya bastante ha tenido,
quédate en silencio como sueles hacerlo;
escondido y al acecho en la última guarida,
sin perder los privilegios del poder que aun ostentas.
No le expliques que la noche se alarga en mis desvelos
Que mi carne se retuerce entre las lilas de mis sábanas.
Ocúltate de ella que me liba sobre el cráneo
su verbo de cartílago anochecido de penumbras.
Permite que mi patios de gredas y calizas
se asomen a mis horas de hebras y peñascos,
No recales de la tarde rubia su frescor de manzanillas,
ni amontones discursos de políticas lúgubres
en los sacros oídos de su huella pasajera.
Me basta con mirar el horizonte
colgado de las garras de otro cóndor,
me alcanza con un golpe de sangre en mis arterias,
con un soplo de latidos musitando su congoja.
Te pido que disipes los tiznes de la urbe,
que aclares en dos letras de auténtica desdicha
las causas que envolvieron mi tránsito de nubes.
No dejes a mi fuente heredada de musgos
en la amarilla libertad que se escapa de sus cántaros.
Ya no quiero que me nombres en laureles de silencios,
ni pretendo mi cortejo de alabanzas inauditas.
Si percibes mi palabra extraviada en el camino,
no le cuentes que me viste
llorando en el reglón de algún  poema.
Doblado como un junco en medio de los vientos,
quebrado como un roble en la tala de la vida.

Walter Faila -2008

Bien! Walter
todo lo que se escribe con el alma "es eterno"
un fuerte abrazo comandante
salud!!
suerte
y se feliz

Walter: que puedo decirte amigo, has hecho engrandecer lo bello de la poesia, al mismo tiempo mas de alguna lagrima se me escapo al recordar tantos amigos que hoy no están, que cruel es el destino y el tiempo...gracias amigo...

[quote="Walter Faila"]





[center]Si ves a mi palabra deambulando por el parque,
no relates que agonizan mis últimas poesías.
No la dañes con tristezas que ya bastante ha tenido,
quédate en silencio como sueles hacerlo;
escondido y al acecho en la última guarida,
sin perder los privilegios del poder que aun ostentas.
No le expliques que la noche se alarga en mis desvelos
Que mi carne se retuerce entre las lilas de mis sábanas.
Ocúltate de ella que me liba sobre el cráneo
su verbo de cartílago anochecido de penumbras.
Permite que mi patios de gredas y calizas
se asomen a mis horas de hebras y peñascos,
No recales de la tarde rubia su frescor de manzanillas,
ni amontones discursos de políticas lúgubres
en los sacros oídos de su huella pasajera.
Me basta con mirar el horizonte
colgado de las garras de otro cóndor,
me alcanza con un golpe de sangre en mis arterias,
con un soplo de latidos musitando su congoja.
Te pido que disipes los tiznes de la urbe,
que aclares en dos letras de auténtica desdicha
las causas que envolvieron mi tránsito de nubes.
No dejes a mi fuente heredada de musgos
en la amarilla libertad que se escapa de sus cántaros.
Ya no quiero que me nombres en laureles de silencios,
ni pretendo mi cortejo de alabanzas inauditas.
Si percibes mi palabra extraviada en el camino,
no le cuentes que me viste
llorando en el reglón de algún  poema.
Doblado como un junco en medio de los vientos,
quebrado como un roble en la tala de la vida.

Walter Faila -2008[/cente

Excelente y bellísimo. Me encantó.

Hermoso poema al niño dormido, mis felicitaciones querido poeta Walter y mis saludos.
Caty