"EL PASTOR PERDIDO"
"VUELVE, ESPAÑA"
"España, España corazón violeta,
me has faltado del pecho, tú me faltas
no como falta el sol en la cintura
sino como la sal en la garganta,
como el pan en los dientes, como el odio
en la colmena negra, como elo día
sobre los sobresaltos de la aurora,
pero no es eso aún, como el tejido
del elemento visceral, profundo
párpado que no mira y que no cede,
terreno mineral, rosa de hueso
abierta en mi razón como un castillo.
A quién puedo llamar sino a tu boca?
Tengo otros labios que me representen?
Estás abandonada o estoy mudo?
Qué significa tu callada esfera?
Dónde voy sin tu voz, arena madre?
Qué soy sin tu fanal crucificado?
Dónde estoy sin el agua de tus rocas?
Quién eres tú si no me diste sangre?
Oh tormento! Recóbrame, recíbeme
antes de que mi nombre y mis espigas
desaparezcan en la primavera.
Porque a tus soledades iracundas
va mi destino encadenado, al peso
de tu victoria. A ti voy conducido.
España, eres más grave que una fecha,
que una adivinación, que una tormenta,
y no importa la torre despiadada
de tu perdida voz, sino la dura
resistencia, la piedra que sostiene.
Pero por qué, si soy arena tuya,
agua en tus aguas, sangre en tus heridas,
hoy me niegas la boca que me llama,
tu voz, la construcción de mi existencia.
Pido a lo que en tu ser es mi substancia,
a tu desgarradura de cuchillos,
que se abran hoy, sobre la desventura,
las iluminaciones de tu rostro,
y te levantes, horadando el cielo,
rompiendo las tinieblas y los signos,
hasta surgir, harina y alborada,
luna encendida sobre los osarios.
Matarás. Mata España, santa virgen,
levántate empuñando la ternura
como una ciega rosa desatada
sobre las pedrerías infernales.
Ven a mí, devuélveme la torre
que me robaron,
devúelveme la lengua
y el pueblo que me esperan, asómbrame
con la unidad final de tu hermosura.
Levántate en tu sangre y en tu fuego :
la sangre que tú diste, la primera,
y el fuego, nido de tu luz sagrada"
-----oooOooo-----
I
"SI YO TE RECORDARA"
"España, , no hay recuerdos
tuyos, no eres memoria.
Si quiero recordar
los azahares,
o el mercado amarillo
o las ácidas sombras de Valencia,
cierro la frente,
abro los ojos
y me muerdo la boca.
No, no tengo recuerdos.
No quiero nada con tu forma seca
ni con tu generosa cabellera,
no quiero tus espigas,
no quiero ir recogiéndolas
en la melancolía de un camino.
Te quiero intacta, entera,
a mi restituida
con hechos y palabras,
con todos tus sentidos,
desenlazada y libre,
metálica y abierta!
Granado rajoa y dura,
topacio negro, España,
amor mío, cadera
y esqueleto del mundo,
guitarra incandescente,
fuego sin mutilar, oh dolorosa
piedra amada,
si yo te recordara
el corazón se me desangraría
y necesito sangre
para reconquistar tus hermosuras,
para que tu silencio
de golpe se arrodille
vencido, terminado,
y se oiga la voz de tus pueblos
en el nuevo coro del mundo"
-----oooOooo-----
II
"LLEGARÁ NUESTRO HERMANO"
"Hay algo,
fermentaciones, lágrimas,
lunas, duelos, dolores.
Se advierte
que pasa algo,
un punto, algo
como un cometa
de color escarlata :
son todas tus estrellas,
España,
tus hombres, tus mujeres,
España.
Hay un océano,
un vasto viento eléctrico
que fabrica relampagos,
algo crece en tu vientre,
España.
Reconocemos
al hermano que viene,
levántalo a la luz,
nútrelo con tu sangre,
que corra
apenas nacido,
que muera
ahora,
dale
leche de piedra salvaje,
fuerza de tierra atómica,
dale todos tus huesos,
los huesos que no olvidan,
dale las cuencas abiertas
de nuestros fusilados,
dale tu vida y la mía,
si la quieres,
y entonces
entrégale cuchillos,
fusiles escondidos.
Araña
bajo tu lecho,
busca
en las sementeras,
saca del aire las armas,
y déjalo que luche.
España, que luche tu hijo,
que luche tu hijo, España.
Rompe tu cárcel, abre
todos tus ojos,
levanta
tu antiguo corazón
porque esa es tu bandera,
la nueva estrella en medio
de tu sangre vertida.
Levántate
y clama,
levántate
y derriba,
levántate y construye,
segadora. echa al mundo tu hijo,
amasa tu pan de nuevo,
la tierra está esperando
tus manos y tu harina.
Es tu victoria
la que nos hace falta,
la que buscamos antes de dormir,
la que esperamos
antes de despertar.
Tu victoria olvidada
va errante en los caminos,
déjala entrar,
deja entrar tu victoria,
abre las puertas,
que tu hijo abra la puerta
con recias rojas manos de minero,
que se abran las puertas de España,
porque ésa es la victoria
que nos falta
y sin esa victoria
no hay honor en la tierra"
-----oooOooo-----
III
"EL PASTOR PERDIDO"
"Se llamaba Miguel. Era un pequeño
pastor de las orillas
de Orihuela.
Lo amé y puse en su pecho
mi masculina mano,
y creció su estatura poderosa
hasta que en la aspereza
de la tierra española
se destacó su canto
como una brusca encina
en la que se juntaron
todos los enterrados ruiseñores,
todas las aves del sonoro cielo,
el esplendor del hombre duplicado
en el amor de la mujer amada,
el zumbido oloroso
de las rubias colmenas,
el agrio olor materno
de las cabras paridas,
el telégrafo puro
de las cigarras rojas.
Miguel hizo de todo
-territorio y abeja,
novia, viento y soldado-
barro para su estirpe vencedora
de poeta del pueblo,
y así salió caminando
sobre las espinas de España
con una voz que ahora
sus verdugos
tienen que oir,, escuchan,
aquellos
que conservan las manos
manchadas
con su sangre indeleble,
oyen su canto
y creen
que es sólo tierra
y agua.
No es cierto.
es sangre,
sangre,
sangre de España, sangre
de todos los pueblos de España,
es su sangre que canta,
y nombra,
y llama,
nombra todas las cosas
porque él todo lo amaba,
pero esa voz no olvida,
esa sangre no olvida
de dónde viene
y para quiénes canta.
Canta
para que se abran las cárceles
y ande la libertad por los caminos.
A mi me llama
para mostrarme todos los lugares
por donde lo arrastraron,
a él, luz de los pueblos,
relámpago de idiomas,
para mostrarme
el presidio de Ocaña,
en donde gota a gota
lo sangraron,
en donde cercenaron
su garganta,
en donde lo mataron siete años
encarnizándose
en su canto
porque cuando mataron sus labios
se apagaron las lámparas de España.
Y así me llama y me dice:
"Aquí me ajusticiaron lentamente".
Así él que amó y llevaba
bajo su pobre ropa
todos los manantiales españoles
fue asesinado bajo
la sombra de los muros
mientras tocaban todas las campanas
en honor del vérdugo,
pero
los azahares
dieron olor al mundo aquellos días
y aquel aroma era
el corazón martirizado
del pastor de Orihuela
y era Miguel su nombre.
Aquellos días y años
mientras agonizaba,
en la historia
se sepultó la luz,
pero allí palpitaba
y volverá mañana.
Aquellos días y siglos
en que a Miguel Hernández
los carceleros
dieron tormento y agonía,
la tierra echó de menos
sus pasos de pastor sobre los montes
y el guerrillero muerto,
al caer, victorioso,
escuchó de la tierra
levantarse un rumor, un latido,
como si se entreabrieran las estrellas
de un jazmín silencioso:
era la poesía de Miguel.
Desde la tierra hablaba,
desde la tierra
hablará para siempre,
es la voz de su pueblo,
él fue entre los soldados
como una torre ardiente.
Él era
fortaleza
de cantos y estampidos,
fue como un panadero:
con sus manos hacía
sus sonetos.
Toda su poesía
tiene tierra porosa,
cereales, arena,
barro y viento,
tiene forma
de jarra levantina,
de cadera colmada,
de barriga de abeja,
tiene olor
a trébol en la lluvia,
a ceniza amaranto,
a humo de estiércol, tarde,
en las colinas.
Su poesía
es maiz agrupado
en un racimo de oro,
es viña de uvas negras, es botella
de cristal deslumbrante
llena de vino y agua, noche y día,
es espiga escarlata,
estrella anunciadora,
hoz y martillo escritos con diamantes
en la sombra de España.
Miguel hernández, toda
la anaranjada greda o levadura
de tu tierra y tu pueblo
revivirá contigo.
Tú la guardaste
con la mano más torpe, en la agonía,
porque tú estabas hecho
para el amanecer y la victoria,
estabas hecho de agua y tierra virgen,
de estupor insaciable,
de plantas y de nidos.
Eras
la germinación invencible
de la materia que canta,
eras
patria de la entereza y dispusiste
contra los enemigos,
el moro y el franquista,
una mano pesada
llena de enredaderas y metales.
Con tu espada en los brazos, invisible,
morías,
pero no estabas solo.
No sólo la hierba quemada
en las pobres colinas de Orihuela
esparcieron tu voz y tu perfume
por el mundo.
Tu pueblo parecía
mudo,
no miraba
tu muerte,
no oía
las misas del desprecio
pero, anda,
anda y pregunta
anda y ve si hay alguno
que no sepa tu nombre.
Todos sabían,
en las cárceles,
mientras los carceleros
cenaban con Cossío (1),
tu nombre.
Era un fulgor mojado
por las lágrimas
tu voz de miel salvaje.
Tu revolucionaria
poesía
era, en silencio, en celdas,
de una cárcel a otra,
repetida,
atesorada,
y ahora
despunta el germen,
sale tu grano a la luz,
tu cereal violento
acusa, en cada calle,
tu voz toma el camino
de las insurrecciones.
Nadie, Miguel, te ha olvidado.
Aquí te llevamos todos
en mitad del pecho.
Hijo mío, recuerdas
cuando
re recibí y te puse
mi amistad de piedra en las manos?
Y bien, ahora,
muerto,
todo me lo devuelves.
Has crecido y crecido,
eres,
eres eterno,
eres España,
eres tu pueblo,
ya no pueden matarte.
Ya has levantado
tu pecho de granero,
tu cabeza
llena de rayos rojos,
ya no te detuvieron.
Ahora
quieren hincarse
como frailes tardíos
en tu recuerdo,
quieren regar con baba
tu rostro guerrillero comunista.
No pueden.
No los dejaremos.
Ahora
quédate puro,
quédate silencioso,
permanece sonoro,
deja
que recen,
deja que caiga el hilo negro
de sus catafalcos podridos
y bocas mediavales.
No saben otra cosa.
Ya llegará
tu viento,
el viento del pueblo,
el rostro de Dolores,
el paso victorioso
de nuestra nunca muerta
España,
y entonces,
arcángel de las cabras,
pastor caído,
gigantesco poeta del pueblo,
hijo mío,
verás
que tu rostro arrugado
estará en las banderas,
vivirá en la victoria,
revivirá cuando reviva el pueblo,
marchará con nosotros sin que nadie
pueda apartarte más del regazo de España"
"El Pastor perdido" ( "Las Uvas y el Viento") PABLO NERUDA. OBRAS COMPLETAS. Galaxia Gutemberg y Círculo de Lectores. Barcelona 1999. Tomo Primero. Páginas 963-975.
(1) José María de Cossío fue un escritor español, relacionado con la Generación del 27. Ideológicamente adscrito a los sublevados mantenía amistad con Miguel Hernández, el cual colaboró, en su Enciclopedia sobre la Tauromaquia. Se afirma que él, Dámaso Alonso y Gerardo Diego pudieron influir en la conmutación de la Condena de muerte por la de Cadena perpétua. Hay lágunas importantes sobre si hicieron o dejaron de hacer lo que eticamente correspondía. Ninguno de los tres sale bien parado en las obras de Pablo Neruda
-----oooOooo-----
" A MIGUEL HERNÁNDEZ ASESINADO EN LOS PRESIDIOS DE ESPAÑA" ( Extracto)
"Llegaste a mí directamente del levante. me traías,
pastor de cabras, tu inocencia arrugada,
la escolástica de viejas páginas, un olor
a Fray Luís, a azahares, al estiércol quemado
sobre los montes, y en tu máscara
la aspereza cereal de la avena segada
y una miel que medía la tierra con tus ojos.
También el ruiseñor en tu boca traías.
Un ruiseñor manchado de naranjas, un hilo
de incorruptible canto, de fuerza deshojada.
Ay, muchacho, en la luz sobrevino la pólvora
y tú, con ruiseñor y con fusil, andando
bajo la luna y bajo el sol de la batalla.
Ya sabes, hijo mío, cuánto no pude hacer, ya sabes
que para mí, de toda la poesía, tú eras el fuego azul.
Hoy sobre la tierra pongo mi rostro y te escucho,
te escucho, sangre, música, panal agonizante.
No he visto dslumbradora raza como la tuya,
ni raíces tan duras, ni manos de soldado,
ni he visto nada vivo como tu corazón
quemándose en la púrpura de mi propia bandera.
Joven eterno, vives, comunero de antaño,
inundado por gérmenes de trigo y primavera,
arrugado y oscuro como el metal innato,
esperando el minuto que eleve tu armadura.
No estoy solo desde que has muerto. Estoy con los que te buscan.
estoy con los que un día llegarán a vengarte.
Tú reconocerás mis pasos entre aquellos
que se depeñarán sobre el pecho de Esoaña
aplastando a Caín para que nos devuelva
los rostros enterrados.
Que sepan los que te mataron que pagarán con sangre.
Que sepan los que te dieron tormento que me verán un día.
Que sepan los malditos que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Dámasos, los Gerardos, los hijos
de perra, silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, y tu muerte
caerá sobre toda su luna de cobardes.
Y a los que te negaron en su laurel podrido,
en tierra americana, el espacio que cubres
con tu fluvial corona de rayo desangrado,
déjame darles yo el desdeñoso olvido
porque a mí me quisieron mutilar con tu ausencia.
(...)
Ya se acerca
la luz a tu morada.
Miguel de España, estrella
de tierras arrasadas, no te olvido, hijo mío,
no te olvido, hijo mío!
Pero aprendí la vida
con tu muerte : mis ojos se velaron apenas,
y encontré en mí no el llanto,
sino la armas
inexorables!.
Espéralas! Espérame!"
PABLO NERUDA. CANTO GENERAL. OBRAS COMPLETAS. GALAXIA GUTEMBERG Y CÍRCULO DE LECTORES. BARCELONA 1999.Páginas 745-747
( De momento termino con este poema la participación ineludible de Pablo Neruda en este homenaje. Yo saldré de viaje desde el día 24 hasta el día 31. Ignoro, como ya dije, si volveré a Pablo Neruda. En todo caso reafirmo la impresión que aambos se causaron mutuamente y la amistad que les unió)
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