Aires de Libertad

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    Alfonso Sastre (1926-2021)

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    Alfonso Sastre (1926-2021) Empty Alfonso Sastre (1926-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 22 Mayo 2023, 13:11

    .


    Alfonso Sastre (Madrid, 20 de febrero de 1926-Fuenterrabía, 17 de septiembre de 2021)​ fue un escritor, dramaturgo, ensayista, guionista cinematográfico español, uno de los principales exponentes de la llamada Generación del 50,​ galardonado con el Premio Nacional de Teatro en 1986. Su trayectoria personal se caracterizó por su compromiso político y social, que le llevó a ser perseguido y encarcelado durante la dictadura franquista, contra la que luchó decididamente.​ Desde comienzos de los años 1970 participó de manera significativa en apoyo de la izquierda nacionalista vasca.

    Biografía

    Nació el 20 de febrero de 1926 en Madrid, en la calle de Ponzano,4​ en el seno de una familia laboriosa. Su padre, Alfonso Sastre Moreno era natural de Lorca y fue actor de teatro en la compañía de Francisco Villaespesa, y su madre, Aurora, de Zafrón, Salamanca, procedía de una familia de albañiles rurales. Sastre dice de sí: «Soy un producto madrileño de la emigración de gentes modestas, y hasta decididamente pobres, que buscaron una apertura para sus vidas en otra parte». Creció con tres hermanos (Aurora, Ana y José) y recibió una formación católica. La familia se mudó varias veces y los primeros recuerdos callejeros del dramaturgo se sitúan en la calle de Ríos Rosas.​ Cursó las primeras letras en el colegio parroquial adscrito a la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en Bravo Murillo.​

    Padeció los bombardeos y el hambre de la Guerra Civil y cursó el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid por el sistema "libre" en una academia privada. En 1943 comenzó la carrera de Ingeniería Aeronáutica, que abandonó a los quince días; lo intentó con la carrera de Aduanas y empezó a finales de los años cuarenta con obras existencialistas solo o en colaboración con el grupo "Arte Nuevo", que cofundó en 1945 para acabar con el tipo de teatro burgués auspiciado por Jacinto Benavente.

    Este colectivo agrupó, él aparte, a autores como Medardo Fraile, con quien escribió la pieza Ha sonado la muerte, estrenada en el teatro Beatriz en 1946; Carlos J. Costas, José Franco, José Gordón, José María Palacio y Alfonso Paso. En su seno compuso Sastre los dramas Uranio 235, Cargamento de sueños (estrenada el 9 de enero de 1948 en el teatro del Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid por Arte Nuevo bajo su dirección y que narra la historia de un mendigo a quien la desgracia arrebató la fe), El cubo de la basura etcétera. En 1947 empezó a estudiar Filosofía y Letras y en la universidad fundó la revista Raíz con Juan Guerrero Zamora, donde publicó su traducción de Das Urteil, de Franz Kafka. Escribió en colaboración con Medardo Fraile Comedia sonámbula. Intervino como actor en L'annonce faite à Marie de Paul Claudel con la compañía Teatro Universitario de Ensayo. Comenzó a colaborar en la revista La Hora, de ideología falangista y editada por la jefatura nacional del Sindicato Español Universitario (SEU), y cumplió el primer periodo del servicio militar en La Granja. En 1949 comenzó Prólogo patético, que terminó en 1950; la obra fue prohibida y el autor pasó a comprometerse con el marxismo y el teatro social.

    En 1950 firmó con José María de Quinto el Manifiesto del Teatro de Agitación Social (TAS)​ e inició una serie de polémicas en periódicos, libros y coloquios defendiendo la modificación activa de la sociedad por medio del teatro. Continuamente prohibieron al grupo representar obras propias o ajenas.

    En 1953 concluyó sus estudios de Filosofía y Letras y tuvo lugar su primer gran éxito, Escuadra hacia la muerte, drama en dos actos estrenado el 18 de marzo de 1953, prohibido a la tercera representación e interpretado por el T.P.U., Teatro Popular Universitario, donde un grupo de soldados se encuentra castigado en una Tercera Guerra Mundial y se subleva asesinando al cabo; sienten, sin embargo, angustia y soledad y cada uno escapa de ella a su manera: Adolfo intentará sobrevivir en el monte, Andrés se pasará al enemigo y Javier se ahorcará. Pedro y Luis confían en el perdón.

    El 17 de septiembre de 1954 se estrenó La Mordaza, que trata encubiertamente el tema de la dictadura, la represión y la censura. El déspota Isaías Krappo asesina a quien fue víctima suya durante una guerra civil y, aunque su familia lo sabe, sólo su nuera rompe la mordaza del silencio, compuesta de miedo, respeto y fidelidad familiar. Isaías muere en prisión y eso alivia a sus hijos. El mismo año escribió el drama revolucionario Tierra roja, que no se pudo representar, ya que trataba crudamente el tema de la explotación. Siguieron piezas como La sangre de Dios, Ana Kleiber (1955, estrenada en Atenas, 1960), Guillermo Tell tiene los ojos tristes (1955), drama histórico representado en Cagliari (Italia) en 1972, ya que fue prohibida por el régimen franquista; con apariencia histórica trata en realidad de la represión franquista. Muerte en el barrio, diálogo entre un comisario y un tabernero sobre el linchamiento de un médico, ausente de su trabajo cuando debía atender a un niño, que muere víctima de un camión. Le siguen obras como En la red o La cornada, ambas de 1959, esta última sobre el mundo de los toros; todas estas obras constituyen su teatro revolucionario. Por entonces empezó a colaborar en guiones cinematográficos para los directores José María Forqué y Juan Antonio Bardem.

    En 1960 redactó el Manifiesto del Grupo de Teatro Realista, también con J. M. de Quinto, por un teatro de calidad. Esta experiencia se reflejó en su ensayo Anatomía del realismo (1965). Se acercó al teatro infantil con la pieza El circulito de tiza (1962), basado en un apólogo chino.

    Su llamado Teatro penúltimo (1965-1972) representa una nueva evolución, y está constituido por siete obras: M.S.V. (o La sangre y la ceniza) (1965), El banquete (1965), La taberna fantástica (1966), Crónicas romanas (1968), Ejercicios de terror (1970) y El camarada oscuro (1972) y Ahola es de leil (1974).

    Con ellas presentó la tragedia compleja, collage de la aristotélica, el teatro épico de Bertolt Brecht y el esperpento de Ramón María del Valle-Inclán. La sangre y la ceniza, o M.S.V. -iniciales de Miguel Servet Villanueva-, se escribió entre 1962 y 1965 y se editó en italiano y francés antes que en castellano (1976). Trata el proceso inquisitorial del médico, humanista y teólogo Miguel Servet, quemado por Calvino; por influjo del teatro brechtiano mezcla elementos dispares: sólida documentación histórica, himnos nazis, periodistas contemporáneos, imágenes proyectadas, efectos sonoros, inclusión del público en el drama y un lenguaje de contrastes entre el cultismo, el arcaísmo y la jerga, a fin de desconcertar y concienciar al público burgués para que se incomode y deje su alienación. En 1966 Sastre fue encarcelado, y con La taberna fantástica (1966, pero estrenada el 23 de septiembre de 1985) trata, con apariencia de sainete, el tema del lumpen y la marginalidad: al morir la madre de "el Rojo", él y otros quinquis -quinquilleros- reprimidos por la justicia y que actúan de modo compulsivo visitan la taberna de Luis y airean sus trapos sucios, se emborrachan y encolerizan y el Carburo apuñala al Rogelio -"el Rojo"-; todo termina esperpénticamente con romances y coplas a las "virtudes" del muerto. Los personajes se hallan desestructurados por su rol social y el lenguaje reproduce hasta lo ininteligible las jergas de gitanos y quinquis madrileños. Con esta obra culminaba un proceso de liberación del lenguaje.​

    Crónicas romanas (1968) es una versión del cerco de Numancia con alusiones a la obra de Cervantes sobre este tema; recurre otra vez al collage con imágenes nazis y referencias al Ché Guevara. Se reconocen grupos universitarios: sus hábitos -la obra se cierra con la canción "No nos moverán"- y su argot. Habla el historiador Polibio, que no figuraba en las versiones clásicas de Numancia. Se denuncia la violencia con que las civilizaciones se imponen atropellando los derechos del hombre, y los numantinos sucumben bajo cargas policiales como las actuales.

    En 1971 escribió Askatasuna! y un año después viajó a Cuba y a Cagliari, donde se representaron sus obras editadas dos años más tarde en francés. Estrenó en Rusia y Estados Unidos.​ En 1974 le detuvieron junto a su mujer, Eva Forest, a la que encarcelan hasta 1977 bajo la acusación de colaborar con ETA en el atentado de la cafetería Rolando, que se saldó con doce muertos. Sastre también estuvo en prisión entre octubre de 1974 y junio de 1975. En 1978 terminó la Tragedia fantástica de la gitana Celestina, publicada en italiano en 1979 y en español en 1982. Se cuenta la historia clásica invirtiendo algunos elementos, ya que Calisto se enamora de Melibea, antigua prostituta y actual abadesa de un convento; Parmeno lo conduce allí pero Calisto huye perseguido por hereje y la gitana Celestina convence a Melibea para que acepte a Calisto; en una entrevista entre los amantes, unos animales los matan, Celestina muere como monstruo deforme y Sempronio se ahorca. Desde ultratumba, Calisto y Melibea saborean sus últimos instantes de amor. El viaje infinito de Sancho Panza (1984) reelabora las dos partes de Don Quijote: Sancho intentó ahorcarse al morir su amo; ha ingresado en un manicomio, cuyo siniestro doctor narra cómo convenció a don Quijote para buscar aventuras por los campos de La Mancha. Escribió Jenofa Juncal, la roja gitana del monte Jaizkibel y Los últimos días de Emmanuel Kant contados por Ernesto Teodoro Amadeo Hoffmann, estrenada esta última en febrero de 1990. En nota a ¿Dónde estás, Ulalume, dónde estás? (1990) se despidió del teatro: «Es... el acabóse.» Pero sigue escribiendo teatro, ensayo y poesía. En 1993 recibió el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Literatura Dramática.

    Alfonso Sastre escribió también cuentos de terror, género al que era muy aficionado, que toca ocasionalmente en su teatro y poesía y que recopiló en Las noches lúgubres. También escribió crítica literaria y política y ejerció habitualmente como colaborador en varios periódicos. También escribió una breve autobiografía, Sonata en mi menor, y fueron editadas colecciones de cartas y alguna entrevista. Comprometido a fondo en la lucha contra el franquismo, sostuvo una notoria polémica con Antonio Buero Vallejo sobre el modo de luchar con el teatro para cambiar la sociedad durante la dictadura; mientras que Buero defendía el posibilismo, es decir, aprovechar cualquier resquicio que permitiera la censura franquista para intentar cambiarla desde dentro, Sastre consideró más radicalmente que esta actitud era una claudicación y optó por un teatro extremista que apenas encontró forma de poderse representar fuera de cenáculos muy limitados merced a la presión de la censura y las dificultades que ponían los empresarios teatrales. El teatro de Sastre, sin embargo, no atiende sólo al contenido y está preocupado por las cuestiones formales y estructurales y es sensible, pues, a cualquier renovación que provoque la concienciación y el resquebrajamiento del teatro burgués.

    Actividad política

    Durante el franquismo, Sastre militó en el Partido Comunista de España (PCE). En 1956 fue encarcelado por su participación en las protestas universitarias contra la dictadura.​ Un año antes se había casado con Eva Forest, que compartía con Sastre su compromiso político. En los primeros años de la década de 1970, Sastre abandonó el PCE, considerándolo demasiado reformista.​ Durante los últimos años de la dictadura, Forest fue detenida el 16 de septiembre de 1974 por su presunta implicación en el atentado de la calle Correo, que dejó doce muertos. Tras ser encarcelada, Sastre se presentó en el juzgado, siendo encarcelado y procesado por delito de terrorismo.​ Sastre pasó ocho meses y medio en prisión antes de ser puesto en libertad provisional, bajo fianza de 100 000 pesetas. Finalmente la causa fue sobreseída.​ En 1975 dejó España y se estableció en Burdeos (Francia), donde permaneció año y medio, antes de ser expulsado por las autoridades francesas y volver consiguientemente a España.​

    Forest permaneció en prisión preventiva tres años, hasta que fue excarcelada en junio de 1977 y definitivamente exonerada gracias a la Ley de Amnistía de dicho año. Tras su liberación, el matrimonio se mudó a Fuenterrabía.​ Desde entonces, la actividad política de Sastre siempre estuvo ligada a la izquierda nacionalista vasca.​ En 1980 la pareja fue brevemente detenida al sospechar la policía que en su casa se podía ocultar un comando de ETA. Tras su liberación, Sastre declaró que simpatizaban con Herri Batasuna, pero que no tenían ninguna relación con ETA.​ En 1987 pidió el voto para Herri Batasuna (HB) en las elecciones al Parlamento Europeo de 1987 y en las de 1989 fue candidato por la misma formación. Fue organizador, en 1998, de la plataforma Hitz egin en apoyo del diario Egin.​ En las elecciones al Parlamento Europeo de 1994 fue candidato por Herri Batasuna de nuevo, y en 1998 fue promotor y candidato de Euskal Herritarrok (EH) para las elecciones al Parlamento Vasco por Guipúzcoa y en 1999 para las elecciones al Parlamento Europeo de 1999. También fue uno de los firmantes de apoyo a una iniciativa a favor de los derechos de los presos de ETA aparecida en Gara el 11 de mayo de 2000 y autor, el 13 de junio de 2002, junto con su esposa, Eva Forest, de un documento contra la ilegalización de Batasuna. Igualmente fue promotor de la candidatura Herritarren Zerrenda (HZ) (anulada por su relación con la ilegalizada Batasuna) para las elecciones al Parlamento Europeo de 2004, participando en el acto de presentación de ésta celebrado en el Palacio Kursaal de San Sebastián el 24 de abril de 2004. El 12 de diciembre de 2007 participó en un acto en la Universidad del País Vasco organizado por la Plataforma de Solidaridad con los Imputados en el Sumario 18/98. Asimismo ha sido colaborador del diario Gara. En 2008 fue candidato por Acción Nacionalista Vasca (ANV) en las elecciones generales al Senado por la provincia de Guipúzcoa,13​ siendo anulada la candidatura por el Tribunal Supremo al considerarla sucesora de la ilegalizada Batasuna.

    Por último, en las elecciones al Parlamento Europeo de 2009 fue el cabeza de lista de la candidatura Iniciativa Internacionalista - La solidaridad entre los pueblos, anulada en un principio por el Tribunal Supremo pero restituida por el Tribunal Constitucional, para la cual el 23 de mayo de 2009 Arnaldo Otegi pidió el voto de la izquierda abertzale. Dicha candidatura no obtuvo representación en las elecciones celebradas el 7 de junio de 2009.​

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de Alfonso Sastre:


    POEMA 2

    -Vámonos ya de aquí,
    madre.
    -¿Te aburres, hijo mío,
    bajo el sol de la tarde?
    El mundo es aburrido
    pero es hermoso y grande.
    Hay estrellas y cielos en la altura
    y aquí ríos y mares.

    -Vamosnos ya de aquí,
    madre.

    -Tú serás grande y fuerte
    como los hombres importantes
    o quizás dulce y bueno
    y te pondrán en los altares.

    -Vámonos ya de aquí,
    madre.

    No te aburras, hijito,
    bajo el sol de la tarde.
    Este mundo es antiguo
    y grande.
    Además es hermoso.
    Tiene mares
    y río y horizontes
    interesantes.

    Cabecita inclinada,
    ¿te aburres?

    -Vámonos ya del mundo,
    madre.

    (1945)




    SONETO ADJETIVO
    (Autorretrato de 1946)

    Mi rostro es muy delgado y es borroso.
    Con una extravagancia poco amable.
    forja su sueño largo y censurable
    bajo el pelo rebelde y andrajoso.

    Es flaca y desgarbada mi figura
    pintada cuando Dios imitó al Greco
    para hacerme nacer largo y enteco,
    breve de pecho y amplio de amargura.

    La espalda se me curva aunque yo quiera
    alzarme con violencia en cataclismo
    de huesos para hacer mi primavera.

    Y después de la fe y el misticismo
    paso al triste retrete de tercera
    y meditando orino en el abismo.

    (junio 1946)



    A MODO DE POETA

    No voy a decirles nada del  otro jueves.
    Voy a decirles tan sólo
    que el que escribe estas cosas más o menos humildes,
    el que sencillamente dice su alegría o su dolor diarios,
    no pretende invadir la tierra de los grandes poetas,
    porque tiene bastante con hablar sobre cosas sabidas,
    con la tonta alegría de creerse escuchado por hombres,
    de quererse escuchado por mujeres ignorantes, sencillas y buenas.
    Estoy bien con vosotros, amigos,
    estoy bien entre todos vosotros, y no entre los poetas
    esenciales al mundo, superiores y sabios.
    Yo, a lo más, os ofrezco
    un remedio casero o una fórmula mágica
    para curar algunos dolores del espíritu.
    No me contéis, amigos, en la tierra celeste de los grandes poetas
    sino aquí muy pegado a la tierra en la hora diaria
    al salir del trabajo, al tomar un buen vaso de vino.
    Allá ellos,los poetas, si manejan tan sólo palabras esenciales
    y desdeñan la gracia de cantar buenamente las cosas.
    Allá ellos, los poetas, si no se cuidan nunca de nosotros,
    de la gente que disfruta contándose pueriles aventuras.
    Oh poetas,
    sabed, en fin, que Alfonso Sastre es humilde como un sastre de oficio.

    (marzo 1948)




    CUENTO DE MIEDO PARA UNA ACTRIZ

    Verás María Fernanda.
    Sólo porque has venido a vernos una tarde te escribo.
    No, no te conocemos.
    No sabemos nada de ti.
    Pero has venido.
    Has estado con nosotros una tarde.
    Se acercaba el otoño como siempre.
    Ya has visto.
    Este café es un sitio muy propicio al ensueño
    aunque digan que no los guardias de la circulación,
    aunque creas que un cartel luminoso se clavaría en tus ojos
    para impedirte ver el Más Allá.
    Olvídalo.
    ¿No sabes?
    Este café es un sitio muy propicio al ensueño.
    Yo, pensando,
    pensando en ti, María Fernanda, he visto,
    he visto yo, María Fernanda, cosas,
    yo he visto,
    he leído,
    en la jarra del agua,
    en la jarra del agua yo he visto tu futuro.
    Verás, María Fernanda.
    Sin ver la palma de tu mano te lo puedo decir.
    Cuando yo un día,
    cansado profesor de gris filosofía,
    o escritor de comedias,
    o poeta con largos cabellos,
    o novelista, o nada,
    hombre doliente y vagabundo,
    me acerque a un camerino misterioso y vaya a entrar
    presentiré que algo va a ocurrir
    pero haré que el espanto se agazape en la planta de mis pies.
    Descorreré el pestillo sin preguntar ¿se puede?
    Me refiero al pestillo, oh María Fernanda,
    al pestillo de ese misterioso camerino de que hablo.
    Un espejo,
    un elegante espejo (o no) y vestidos ahorcados,
    zapatos-de-mujer-mediaas-de-seda-sombreros,
    todo revuelto,
    pelucas, oh trágicas elucas, y una cabeza humana sonriendo.
    Y en un rincón,
    en un rincón una olvidada peluca rubia
    para la cual tendré, ya lo verás, mis pro0fundos respetos.
    Y tú,
    tú allí sentada,
    con las piernas cruzadas,
    riéndote,
    riéndote de mí.
    Verás, María Fernanda.
    No te digo estas cosas por asustarte. Son ciertas.
    Allí estarás riéndote, fumando un largo cigarrillo,
    con el cabello echado por la cara.
    El traspunte dirá desde el pasillo: Señorita
    María Fernanda a escena.
    Pero tú no saldrás.
    Tndrás bastante con reírte de mí.
    "Es un loco", dirás para tranquilizarte.
    "Este pobre traspunte se emborracha".
    Yo advertiré la huella en ti
    de la  morfina y del insomnio
    pero no diré nada. Te miraré tan sólo
    con alguna dulzura pensando en aquel tiempo
    .
    "Aquel café era un sitio muy propicio al ensueño,
    ¿recuerdas?"
    Pero el traspunte golpeará la puerta,
    la golpeará insistentemente,
    ya agitado, ya el pobre con una extraña irritación.
    "Ese hombre, comentarás, no sabe estarse quieto".
    Señorita María Fernanda, a escena -suspirará el traspunte casi muerto
    de dolor y, también, profesional angustia.
    Nos reiremos los dos del pobre hombre.
    Tú me dirás: "Oh chico, cuánto tiempo"
    y empezarás entonces,
    sólo entonces,
    a vestirte para la escena.
    "¿Qué traje te parece que me ponga?"
    Con los ojos cerrados te diré: Tú verás, yo no entiendo
    mucho de trapos pero, ¿de qué trata la comedia si es que puede saberse?
    "No recuerdo muy bien pero era algo, creo,
    de que yo me moría", dirás tranquilamente. "Este teatro, en fin,
    es serio", y yo abriré los ojos
    y estarás ya vestida de dama del XIX con un alto peinado.
    Yo no podré resistirlo por más tiempo.
    Desde mi pobre sitio arrojaré un zapato de raso al ovalado espejo
    para impedir que tú te pongas unas medias de seda.
    "Vístete de robusta campesina", te diré enloquecido.
    "Suelta, oh María Fernanda, los cabellos al aire
    o en trenzas que te caigan sin cesar por la espalda.
    Viste una blanca blusa que azote al viento.
    Alpargatas de cáñamo para tus pies de niña
    y vámonos a saltar los riachuelos y a reírnos del mundo.
    Echemos un alto pino al suelo con violentos hachazos
    y encendamos por la noche una hoguera como un incendio grande."
    A todo esto
    el espejo habrá caído al suelo en catorce pedazos (ése es el número)
    y se habrá hecho, no sé por qué, el oscuro.
    Tú me dirás: "¿Qué has hecho?"
    con espanto,
    con los ojos abiertos,
    esos ojos tuyos que en otro tiempo eran misteriosos, nostálgicos.
    Y se abrirá la puerta
    y el traspunte dirá angustiado: "Oh por Dios, señorita,
    a escena."
    Tú le dirás que pase
    y cerrarás la puerta mirando al pobre hombre con terrible dureza a sus dos ojos
    y el traspunte ya estará con nosotros para siempre.
    "Verás, María Fernanda", te diré.
    "¿Quieres saber mi vida?
    Ahora soy profesor de gris filosofía,
    ayer poeta,
    anteayer dramaturgo,
    mañana novelista.
    Oh sí, soy tantas cosas. ¡Y tan bellas! ¿Verdad?"
    "Mi viejo profesor, explícame qué ocurre", dirás tú soñolienta.
    "¿Cómo es la vida así?"
    No sabré responderte después de tantos años de estudio
    y me pondré nervioso.
    No sabré qué decir. Suspiraré. Acaso broten lágrimas
    de mis ojos miopes.
    Y por calmar mis nervios retorceré el pescuezo del traspunte
    que, resignado, no protestará.
    Te gustará no poco mi  respuesta
    y sacáremos algunas enseñanzas de mi pequeño crimen.
    (No se ve diariamente a un buen traspunte muerto.)
    Entonces te llevaré a mi casa
    y frente a frente ya, bajo una lámpara de mortecina luz,
    frente afrente diré:
    "María Fernanda, qué sorpresa,
    pues hace tanto tiempo,
    tanto, tanto que no nos vemos, buena amiga."
    Y entonces
    allí
    te mataré
    sinceramente
    como un amigo de la infancia.
    Y
    por
    l noche
    me llevaré tu cuerpo a un río
    y allí te arrojaré.
    Me secaré las lágrimas con un pañuelo sucio
    y me iré a dar paseos por la ciudad como un triste turista
    que es lo que soy ahora, como ahora.
    Todo esto, María Fernando, he visto.
    Pero tú no hagas caso de sueños o de siniestras pesadillas.
    Olvídate de lo que he visto en el cristal
    de la jarra del agua.
    Olvídate de mí.
    No nos veremos nunca.

    (22 septiembre 1948)



    MENSAJE A UN JOVEN ACTOR

    El mundo es tan sólo una mesa de despacho –te habían dicho-.
    El mundo es tan sólo un largo mostrador de mercería.
    El mundo es tan sólo un alto andamio
    del que cuelgan como arañas millones de obreros.
    El mundo está hecho de tinta y de cemento, hijo.

    Pero ahora tú sabes que el mundo es una vieja pensión provinciana,

    que el mundo es sólo un cuarto con un espejo grande,
    que el mundo es un tren que te lleva de un lado para el otro,
    que el mundo es un paseo hasta el mar,
    que el mundo es- ¿cómo definirlo?- una muchacha triste,
    que el mundo es, en fin, llorar de amor ante un crepúsculo luminotécnico.

    (Otoño 1948)



    DESDÉMONA
    (un cuento)

    Hoy no hay función.
    El primer actor se niega firmemente a matar a Desdémona.
    (Desdémona es muy bella. Eso lo explica todo.
    ¿Por qué habría contratado, Señor, el empresario
    a una actriz tan celeste?
    No, no hay función. Es inútil, inútil. No es posible un acuerdo.

    El apuntador se niega a darle la frase que anuncia la muerte.
    El traspunte no quiere llamarla para la horrible escena.
    El electricista, por su parte, ya ha dicho
    que no cuenten con él ara nada, que cometan si acaso ese crimen a oscuras.
    En fin, los maquinistas
    no quieren hacer el palacio del crimen, la casa
    donde esa bella niña ha de ser muerta.
    Y, decididamente, el sastre no quiere amortajarla.

    (Y se fueron al parque
    y allí el apuntador susurró dulcemente un diálogo
    de amor
    y el traspunte llamó al primer actor a la escena del beso
    y el electricista apagó traviesamente el sol,
    poco a poco, dejando reflejos rojizos en los árboles,
    y después apagó los reflejos rojizos y, borrado el crepúsculo
    encendió...
    encendió los faroles de gas...
    Y luego
    los maquinistas armaron un hogar y el sastre
    visitó a la actriz con un traje de novia.
    Y entonces se marcharon los alegres obreros
    y se quedaron solos ella y él
    y el primer actor lloró de alegría al besar a la novia
    y se casaron
    y aquella actriz amó dulcemente a su esposo
    y aquella noche no hubo función
    y fueron felices.

    Y luego, pasados los años,
    se fueron al teatro una noche de invuerno...
    Y daban "Otelo"...
    Y al ver cómo Otelo mataba a Desdémona
    rieron... rieron...
    rieron recordando la vieja locura.)

    (otoño 1948)



    ALGO COMO UN LLANTO SUAVE

    Ojalá yo fuera amado cuando muerto.
    Antes hacer un poco de algo, grande o pequeño.
    Después librarme cuando pueda sr de este peso.
    Pero cuánto me gustaría dejaros u dulce recuerdo.
    No me importaría morirme mañana mismo
    aunque tampoco eso sea verdaderamente preciso.

    (¿1948?)




    UN DÍA

    Acaso no tenga nada que contar esta tarde
    mientras mi padre juega al dominó con sus amigos,
    mientras llueve muy densamente fuera, en la Avenida de la Reina Victoria.
    Sólo quizá decir que no estoy triste.
    Pocas cosas espero. He escrito un artículo
    sobre el gran Pitoëff que murió hace diez años
    y del que dice Jean Cocteau que fue
    un santo del teatro.
    He escrito sobre el "Hamlet" de Shakespeare y les he dicho
    que diga lo que diga el señor Eliot a mí me gusta tanto...
    ¿Y qué será de mí?

    Dentro de un rato iré
    a casa de Isabel Jiménez, mi joven profesora de griego. Y tras Platón
    llegaremos al piano
    y nuestra profesora, mientras en los cristales resbalará la lluvia,
    tocará alguna melodía nostálgica.
    Emilia se quedará mirando pensativa.
    Estará Alfonso Paso (¿te acuerdas tú, Fonfón,
    de nuestra infancia?) y yo, para no estar tan solo, fumaré cigarrillos
    sentado y soñoliento en la butaca.

    Qué pocas cosas traigo (pienso) del pasado.
    Cuántas películas he visto que no recuerdo...
    En mi cartera
    las fotos son borrosas, la tinta de los recuerdos
    pálida y cenicienta,
    las tarjetas
    muertas.
    ¿Qué será de nosotros?
    Por las noches voy a cenar a casa
    y escucho por la radio algún concierto, quizás
    una canción desgarrada de París.
    Y luego
    en mi cuarto
    leo y sueño.
    Ya dije que no tenía nada que contar.

    (mayo 1949)



    BRINDIS DE LOS NIÑOS QUE FUIMOS

    Dediquemos ahora un recuerdo
    a los niños que fuimos hace tiempo.

    Cuando nos  hacíamos sangre en las rodillas
    y nos refugiábamos en las faldas de nuestras madres.

    Cuando jugábamos al peón bajo una acacia
    y los más listos nos ganaban las bolas más azules.

    Cuando teníamos miedo en el pasillo
    y no nos dejaban cruzar al otrolado de la calle.

    Cuando leíamos el "Aventurero"
    y soñabamos con ser Flash Gordon.

    Cuando hicimos la Primera Comunión
    y nos retrató un fotógrafo triste.

    Cuando íbamos al cine a ver a Jean Harlow
    que era una chica rubia.

    Cuando hicimos el ingreso en el Bachillerato
    y nos equivocamos en la cuenta de dividir.

    Cuando pensábamos que íbamos a ser ingenieros
    y no sabíamos nada los unos de los otros.

    Por los niños que fuimos hace tiempo
    yo levanto mi vaso y mi recuerdo.

    (marzo 1951)



    ANDRÓMEDA

    ¡Te hablo como amigo, lejanísimo habitante de Andrómeda!
    Vivo en la Tierra. Rodamos por el espacio, alrededor de una enorme, pequeñísima estrella, el Sol,
    en un brazo de la gran espiral que quizás tú,
    desde algún lejano observatorio, miras conmovido.
    En español te hablo y digo: piensa
    en mí, compréndeme
    tratando de encontrarme.
    ¡No, no me entenderás! ¡Es inútil mi carta!,
    ¡porque nunca llegará a ti!,
    pero además porque nunca comprenderías estos signos, este español en que  te hablo,
    ¡pobre hermano mío! ¡y pobre hermano tuyo yo en la Tierra!
    ¿A dónde habéis llegado? ¿En qué momento estáis de vuestra historia?
    ¿Os desgarráis también los unos a los otros? ¿Os amáis? ¿Habrá guerra?
    Aquí hay lucha de clases,
    se habla de espacio curvo,
    el cáncer no es curable,
    combatimos las infecciones, hay vacuna
    contra la parálisis infantil, vamos venciendo
    los terrores nocturnos, no sabemos
    nada de Dios, se desintegra
    el átomo de uranio 235, se construyen
    bombas atómicas, hay hambre, agonizan
    miles de hombres en campos y suburbios, nos amenazamos, se teme
    una tremenda guerra, lanzamos
    satélites artificiales, hablamos
    del viaje a la luna.
    Por los demás, tortura, policía, mordaza, cárel, muerte y gran miseria. ¡Enemigos
    los unos de los otros!
    Vosotros
    ¿habéis llegado a todo esto? ¿Dónde estáis?
    Si ya lo habéis pasado, ¿qué hay al final de tanta angustia?
    ¿O todavía creéis que sois vosotros
    el centro de todo el Universo? ¿Qué sabéis? ¿A qué hipótesis
    habéis llegado?
    Aquí vivimos poco tiempo. ¿Y vosotros, decidme? Pero ¿cómo
    mediros, cómo
    compararnos? ¿Qué os da tiempo a saber, a hacer, en vuestra vida?
    ¿Sentís aburrimiento? ¿Hay música? ¿Representáis
    los unos para los otros? ¿Os divertís así (Teatro)? ¿Amáis
    a vuestros niños? ¿Son bellas vuestras chicas?
    Me pregunto con terror cómo sois.
    ¡Lejano habitante de Andrómeda, siento angustia! ¡Nunca sabré de ti! ¡Me moriré sin verte!
    Sin embargo, esta noche, a dos millones de años
    luz de ti,
    sin ninguna esperanza,
    miro al cielo y te amo enormemente extendiendo los brazos en esta forma
    de muy pequeño insecto.

    (Puerto de Navacerrada, 18 agosto 1958)



    MANIFIESTO

    Yo firmo lo que sea.
    Pero no se trata tan sólo de firmar. Se trata
    de escribir.
    Pero no se trata tan solo de escribir. Se trata
    de leer en voz alta. Pero no sólo de eso sino también
    de gritar por las aceras.
    Pero no sólo de gritar. Se trata
    de reunirnos todos, al fin, por la justicia,
    por la paz.
    Pero no sólo de reunirnos;
    también de cantar.
    Pero no sólo de cantar; también
    de iniciar una marcha.
    Pero no sólo de iniciar una marcha sino también
    de llegar, caminando, hasta el fin; de
    (caiga quien caiga) derribar
    a las gentes que aquí nos envilecen.
    Pero no sólo de llegar, de derribar, sino también
    de construir dentro de españa a España.
    Pero no sólo de eso, sino también…

    (Madrid, julio y agosto 1960)




    HOMBRE DE MADRID

    Yo, hombre de Madrid, terriblemente
    superficial como buen madrileño
    digo que no me importa
    no ser un gran poeta sino esto que habéis visto;
    uno que habla de las cosas
    de dentro y las afueras
    con deseo de ser, más que nada, científico y que al tiempo se entienda.
    Si no soy lo que se llama un poeta considerable qué le voy a hacer
    yo que he contado mi pena
    y mis esperancillas. He escrito pues así porque me ha parecido bien,
    sin otras pretensiones que informaros
    de una vida modesta y un poco luchadora.
    Ya que habéis leído este libro, a mí olvidadme
    pero tratad como podáis
    de acompañar a los valientes compañeros.
    (Bueno. Yo soy de Madrid. ¡Qué pasa!, digo l que mira retador;
    y enciendo un celta corto u como un poco de escabeche y bebo un vaso
    en Casa Luis a la salud de ustedes. Buenos días).

    (Madrid, agosto 1960)



    PROTESTA Y FIRMA

    1
    Aunque nadie me oiga yo protesto
    porque matan a Julius y Ethel Rosemberg.
    Protesto y firmo con mi nombre.

    2
    Aunque nadie me escuche yo protesto
    porque dan golpes fuertes en la tripa.
    Protesto y firmo con mi nombre.

    3
    Aunque nadie me atienda yo protesto
    por el humo infernal del horno crematorio.
    Protesto y firmo con mi nombre.

    4
    Aunque nadie me entienda yo protesto
    porque linchan a un negro, el cual fallece.
    Protesto y firmo con mi nombre.

    5
    Aunque nadie se mueva yo protesto
    por ver fusiles gringos en España.
    Protesto y firmo con mi nombre.

    6
    Aunque nadie me oiga yo protesto
    por pañuelos que atan en mi boca
    para que nadie me oiga, escuche, atienda, entienda, muévase.
    Protesto y firmo con mi sencillo nombre.

    (5 septiembre 1960)



    CALLE DE LA INFANCIA (Río Rosas, 16)

    Aquella vieja calle, tranquila,
    dulcemente acostada a la sombra,
    con sus sencillas tiendas (los ultramarinos
    de Yonte,
    el carbón de Parrondo,
    el bar de Frutos...)
    y con sus acacias cada año tan nuevamente jóvenes
    fue el lugar de mis primeros miedos en la vida, por la vida, a
    o para la vida. Estaba un poco enfermo. Dormitaba
    en mi hamaca rayada frente a la puerta bajo una acacia que yo recuerdo grande
    (y Paca la portera, y doña Carolina).
    Enfrente la larga tapia roja del convento
    (y Tino)
    y en un viejo entresuelo mis cosas más queridas, mis juguetes.
    (Y la guerra. Cuánta angustia recuerdo
    de bombardeos cuando papá no estaba y sonaban estruendos, lejanas explosiones.
    Ya no bajaban los tranvías por Santa Engracia paralizados por el horror del bombardeo.
    ¿Y papá? ¿Dónde estarás, papá? Así cuánto temor, temblor hasta el alivio
    de los pequeños tranvías bajando otra vez ruidosamente.
    Pero ¿qué habrá ocurrido? Pero ¿por dónde iría? ¿Dónde
    han caído las bombas que nos volvieron pálidos? Alguien dice, comenta
    que trasladaban heridos en el metro, que había mucha sangre y que uno
    llevaba toda la cara rota. Pero ¿y papá? ¿Qué hace que no viene?
    El oído finísimo reconocía
    con vuelcos del corazón, enormes sobresaltos, los pasos de mi padre en la escalera.
    Era entonces morir
    de alegría, morirme enteramente, el escuchar el ruido de su querida llave
    en la antigua cerradura de la puerta. Mamá, ¿te acuerdas? ¿Verdad que no podemos contarlo? Verdad
    que era morir y luego otra vez nacer? Yo gritaba: Papá...
    No. No puedo seguir. Tenéis que perdonarme).
    Hablaba de juguetes y añado la presencia de mis padres
    velando, cuidando todo, envejeciendo.
    El tiempo era mis padres
    envejeciendo sin saberlo.
    (El tiempo todavía es mis padres
    envejeciendo y yo sin poder nada, irremediable testigo
    de una espantosa decadencia; y menos mal que yo
    empiezo a sentir algo de años, de vejez, calva, canas, hijos, y eso alivia
    considerablemente pues ya uno empieza a presentirse
    sobrevivido por sus hijos y eso alivia
    -repito la cuestión-
    considerablemente).

    Vuelvo a la calle de mi infancia, recordando
    sus tiendas, sus acacias, mis juguetes, la falta de apetito, y pleuresía,
    el balconcito, los depósitos
    del Canal y el Graff Zeppelin en el cielo.
    Yo cerraba los ojos si mis padres
    se aproximaban inquietos de que yo
    pudiera estarme muerto y no dormido,
    despierto y no dormido, triste
    y no dormido.
    -No pasa nada -decían por lo bajo-. El niño duerme -y comentaban las
    cosas de la vida.
    Pero yo, entreabriendo los ojos, les miraba, acechaba
    las arruguitas, los leves gestos de cansancio, la frente
    de mi padre y los alrededores de sus ojos, y eternamente
    protestaba y pedía, como un niño cualquiera,
    morir antes que ellos.

    (1948-1960)



    5 DE DICIEMBRE

    A Eva

    Este diciembre turbio con neblina
    anda cerca la muerte como sabes;
    y el corazón muy triste de las graves
    penas y del horror que se avecina.

    En carne viva arrancan lo que quieres.
    Sin cloroformo hieren y desgarran
    a la criatura pobre y aún la amarran
    por más que lloren hombres y mujeres.

    Esta fecha de bodas dulcemente
    pienso en ti rodeado de las caras
    tan conocidas del dolor presente.

    Eva del alma, ven. Si tú faltaras,
    derribado estaría de repente
    este estudiante viejo que tú amparas.

    (1961)



    DECIMOS PAZ

    Decimos paz Nuestra Señora
    de la Paz
    y que haya paz entre los príncipes
    cristianos
    Mil y mil veces paz
    y paz en el Vietnam antes que todo
    Pero que hacemos por el niño abrasado
    por cortarle las manos al Señor del Napalm
    Qué hacemos sí qué hacemos
    Somos una vergüenza incalculable
    mientras tanto que tales cosas pasan.

    (febrero 1967)



    TESTAMENTO

    En el año 67
    ando jodido y descontento,
    Por si me muero en un retrete
    escribo aquí mi testamento.

    Siento unos vértigos infernales
    y me recuesto por las tapias.
    Voy vomitando en los orinales
    y siento un clavo aquí en las napias.

    Me he puesto un nuevo cinturón
    porque el otro me viene grande
    y estoy más triste que un cabrón
    y me mareo, ande o no ande.

    Cuando me muera, con mi picha
    hágase a modo de un gran rulo,
    y a modo de carajo o de bicha
    metédsela a alguien por el culo.

    Las paso negras y morenas
    más no las dejo a ningún amigo.
    Por más que digan, sé que mis penas
    van a ser enterradas conmigo.

    Dejo ami muerte, camarada,
    un literario repertorio.
    Hijos del alma, no os darán nada
    por los papeles de este escritorio.

    Ya ni siquiera, al tener frío,
    podría dar diente con diente.
    La vida para mí ha sido un lío.
    Ha tenido poco aliciente.

    Tengo muy llena la cabeza
    pero vacías estas manos.
    He pasado mucha tristeza.
    Sabedlo ahora, mis hermanos.

    No crean que yo voy a olvidarme
    ahora del daño que me hicieron.
    Mientras que viva voy a cagarme
    hasta en la leche que les dieron.

    Ahora estoy solo como un perro.
    Secos dolores me acompañan.
    El día está lluvioso. Cierro
    los ojos y no se me empañan.

    Fui un joven bueno en otros años.
    El mundo grande y yo pequeño.
    Siendo mayor sufrí mil daños.
    Siendo pequeño tuve un sueño.

    El sueño se manchó de caca.
    Con el tiempo se ha puesto feo.
    Todo aquello está en la cloaca
    del olvido y del cachondeo.

    (15-16 noviembre 1967)



    VIETNAM, VIETNAM

    En esta tarde de ligero resfrío, no lejos de la aspirina y del jarabe,
    entre la novela y una tacita a medias de café,
    al lado de una carta y un periódico sólo a medias leído,
    hay una gota minúscula de sangre. ¿Cómo ha llegado el Vietnam? ¿Quién me la envía?

    Por la ventana veo que llueve, corre un niño,
    un paraguas se abre, el perro orina;
    y se oye una sirena de pronto, cae el niño,
    oigo un delgado grito muy lejano y pienso con pena en el Vietnam.

    ¿Qué está ocurriendo?, me pregunto. ¿La casa está embrujada? Pues han temblado los cristales.
    No es nada, me sonrío. Mis hijos leen un libro, se recuestan en las literas perezosos,
    hablamos de aventuras, pensamos en el cine de ayer,
    en poner la bufanda, en andar listos por esta calle sin semáforos;
    ¡y de pronto, en medio de la habitación, cae una mano pequeña rota,
    rueda un lapicero,
    se oye como un suspiro agonizante!
    "Papá, papá", me dicen mis hijos como entre sueños, y están pálidos; no ríen, tiemblan
    con este lapi9z que no es suyo, y mirando la mano pequeña que no es suya y que parece muerta.
    Es la mano de un niño que dice adiós, explico.
    dejadla que descanse, tiene sueño. Es de noche en Vietnam.

    Está confortable, sin embargo, la habitación. La lamparita de la cabecera
    proyecta sombras familiares y arrecia fuera de la casa
    la lluvia de este invierno, tardía; pero el aire
    no parece mortal, y sin embargo la gente aprieta el paso; ya anochece.
    En medio de la calle un perro muere sin ningún auxilio.
    Tiene agujeros grandes en el vientre y se remueve entre la sangre,
    pero llueve tantísimo que nadie se detiene
    y su rostro es pequeño y como humano. No quiero pensar en el Vietnam.

    Cierro este libro, visito los rostros de mis hijos. Duermen.
    Su cráneo no está roto, su vientre no es una cosa abierta, tumefacta,
    y todo es apacible entre nosotros como estas
    pequeñas décimas de mi termómetro, el caldo, el dorado catarro, la lectura.
    Esta noche puedo mirar al cielo y no esperar otra cosa que dulce lluvia o amistoso viento.
    Está muy lejos el Vietnam, reflexiono apagando: lejos, lejos.

    De pronto, en medio de la noche, oigo un jadeo próximo como de algo felino.
    Voy a encender la lámpara de la mesilla nocturna pero estoy maniatado con un cordel al lecho.
    Voy a pedir auxilio pero una mordaza me ahoga; la muerdo y sólo gimo.
    Mis hijos arden en la habitación contigua y toda la casa está fosforescente.
    Este hombre que aquí jadea, acechándome, me enseña sus colmillos, es un joven soldado.
    Deseo incorporarme y me atraviesa el vientre con un cuchillo grande.
    Estoy clavado al lecho como una mariposa
    yla tacita de café se ha caído, está rota, y no tengo periódico,
    y de la lluvia llega el mortal aullido del perro que en la calle sigue muriendo solo
    y nadie habrá ya que pueda amparar a mis hijos. ¿Qué ha pasado en Madrid?

    Cuando me despierto mi casa ya no existe o yo no puedo verla.
    Estoy solo pero algunos me patean para que ande. "Vietkong, vietkong", me chillan.
    Camino con los ojos vendados, con las manos atadas a la espalda,
    y llevo un cuchillo clavado en el costado, y voy como un espectro, descalzo, por las atroces selvas del Vietnam.

    (1968)



    ESTA MAÑANA

    A los seis años de su vida
    esta mañana
    mi hija se ha despertado junto a mí
    y ha dicho solamente:
    "Hoy es primavera.
    Me han nacido flores en el pijama."
    No he podido dejar de relatarlo.

    (21 marzo 1969)



    POSTAL PARA MI MADRE

    Llueve sobre la sierra,
    Melancolía,
    ¿Qué hará, yo me pregunto,
    la madre mía?
    (Allá en la casa,
    cuidando como siempre
    la dulce brasa).

    La brasa de las cosas
    más importantes
    que hyan de serlo mañana
    y lo eran antes.
    (Voy para viejo
    pero me siento niño
    y en su cortejo).

    Cortejo de la vida,
    no de la muerte;
    vida que recupera
    lo que se vierte.
    (Melancolía
    hay siempre entre las brasas
    de mi alegría).

    (Navacerrada, 12 noviembre 1969)


    Última edición por Pedro Casas Serra el Mar 23 Mayo 2023, 13:28, editado 2 veces


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    Alfonso Sastre (1926-2021) Empty Re: Alfonso Sastre (1926-2021)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 23 Mayo 2023, 07:26

    .




    POR LA CUADERNA VÍA

    Hablando en castellano que es lengua cristalina
    canto las altas glorias de esta patria vecina
    nombrada como Euskadi. ¡Oh fuerte y peregrina!
    Hermana de las otras, como ellas clandestina.

    Militantes valientes, cargados de razones
    contra el imperio bruto de las demoliciones.
    ¡Oh Gernika inmolada! ¡Temibles destrucciones
    de las cosas y almas! ¡Grandes tribulaciones!

    Pero son invencibles las cosas y las gentes
    de estos pueblos purísimos que valen continentes.
    Genocidas tiranos, verdugos inclementes
    no valen contra pechos alzados y valientes.

    Escuchad estos cantos de los pueblos vecinos,
    los unos en sus casas, los otros peregrinos,
    obreros como torres y fuertes campesinos,
    hermanos asturianos y hermanos granadinos.

    Las banderas alzadas tienen varios colores.
    Las alzan en sus manos los más y los mejores.
    El estandarte rojo luce sus resplandores
    y al fin más que banderas lo que alzamos son flores.

    Gora Euskadi askatuta y visca Catalunya
    y ved: A libertade non se logra con pregos.
    ¡Proletarios, unios cual la carne y la uña!
    Serán mañana luces los que hoy son rojos fuegos.

    (Madrid, 24 diciembre, 1970)
    (Clandestino)




    TELEGRAMA A UN AMIGO CHILENO ESCRITO
    POR EUGENI EVTUCHENKO Y PUESTO
    EN CASTELLANO POR ALFONSO SASTRE

    Dónde estás ahora, Pancho, tú
    que eras como un Jack London a la chilena,
    hermano mío?
    Puede que te hayan metido tras las rejas
    si no tuviste suerte.
    Y quisieras
    a través del espacio
    gritar
    pero no puedes
    con esa bota de general así estampada
    en plena boca.
    La verdad de la revolución no puede
    ser ahogada
    por nadie;
    la pueden asfixiar por un momento
    solamente, como ahora
    que el enemigo dispone de fuerzas para hacerlo.
    Y ahora pienso
    que un pedazo de plomo
    haya podido golpearte
    en la nuca
    como la punta de una bota
    de general;
    o acaso estáis enhiestos aún ahora
    frente a los tanques, fusiles en las manos,
    para defender, como reducto
    de una última esperanza,
    vuestro país.
    Pero ya como un bloque de piedra
    la suela claveteada del general
    desciende como pesada losa
    sobre vosotros.
    Mi Santiago de Chile
    tan amado
    está herido.
    El verdugo agotado suda
    limpiando las botas de la sangre.
    Pero el rostro de Allende muerto,
    imposible de borrar, brilla
    en el espejo negro de esas botas
    de general.
    Y me parece, Pancho,
    bajo esos enormes tacones arrastrándome,
    junto a los humeantes muros del palacio
    bombardeado,
    me parece que aplastan
    salvajemente
    hasta más no poder
    mi propio cuerpo
    todavía extrañamente tibio.
    Como espuelas de botas
    de general
    telegramas cual trinos
    se esparcen
    para tranquilizar a todo el mundo
    y los verdugos
    deprisa y corriendo
    como ladrones
    quisieran sepultar
    a
    mis camaradas fusilados
    en botas como féretros
    de general.
    Tanques son
    los siniestros cepillos
    que dan a estas botas un brillo tan extraño.
    Tinte para estas botas
    es la sangre de los mineros
    y pastores.
    ¿Qués es para ellos, los generales, la bandera
    de su país?
    A lo sumo un paño lustrador
    de su calzado.
    ¿Qué es para ellos Pablo
    Neruda, dime?
    Los versos no son materia prima
    para botas.
    ¿Y por qué habéis cosido,
    manos sabias del pueblo,
    botas de generales?
    Sus cañas son
    duras y altas como torres
    fortificadas.
    Estáis hechas con piel desollada de la libertad
    de América Latina,
    botas de general.
    ¿Dónde estas, Pancho, tú?
    Imposible marchar a Chile hoy
    pero tú,
    palabra mía,
    vuela en auxilio de mis camaradas,
    vuela.
    Bayoneta de cada uno
    de los que hoy se yerguen por la libertad
    hazte clavo durísimo
    en las botas del general,
    no les dejes que pasen.
    Pancho,
    sus puntapiés nos enseñaron
    a ser firmes.
    Y sonará la hora
    y, a su vez, el pueblo denunciará
    las huellas de estas botas
    en las páginas de la historia de Chile,
    las huellas de los dedos
    que lo estrangulan hoy.

    (Moscú, 15 septiembre 1973)



    DE QUE SU NIÑA ESTABA TRISTE EN EL COLEGIO
    Y UN DÍA SE FUE A VER LAS MARIONETAS
    DE OBRASSOV, Y QUE LA COMPAÑERA
    DEL POETA LE DIJO: HAZLE UNOS VERSITOS
    PARA ANIMARLA

    1
    Ya me dirás, Evita,
    lo que tú viste.
    ¿Un mundo de muñecos,
    alegre o triste?
    ¡Pero no importa:
    no pongas cara larga
    ni cara corta!

    2
    Nosotros nos reímos
    frecuentemente.
    Algunos monigotes
    parecen gente.
    ¡Nos reímos un poco
    del cursi, del idiota,
    del tontiloco!

    3
    3
    O por mejor decirlo
    con propiedad
    digamos una cosa
    que es la verdad:
    algunas gentes
    parecen monigotes
    corrientemente.

    4
    "Por mucho que lo busco
    no lo consigo
    encontrar entre tantos
    un buen amigo".
    ¡Es natural!
    pues se piensa muy poco:
    poquito y mal.

    5
    Aquí las bellas gentes
    marchan muy solas
    viendo pasar las viejas
    y nuevas olas.
    Pero no hay prisa.
    De momento me mondo
    yo de la risa.

    6
    A veces no entendemos
    conversaciones
    pues son los que conversan
    televisones.
    Y mira tú:
    emplean palabritas
    como kungfú.

    7
    Los tiempos están malos
    y entontecidos
    mas pronto construiremos
    los nuevos nidos.
    Ni modas ni hadas
    y los niños y niñas
    muy camaradas.

    8
    La cabeza les roban
    (qué triste robo).
    Ellas, caras de boba.
    Ellos, de bobo.
    Pero la gente
    volverá a ser un día
    inteligente.

    9
    De momento qué risa.
    Pero ni caso.
    Qué risa la payasa
    con su payaso.
    Si van a misa
    yo me quedo en mi casa
    muerto de risa.

    10
    Torear el torito
    de la tristeza
    hay que hacerlo, mi niña,
    con gran destreza.
    Torito toro,
    tú quieres que yo llore
    pero no lloro.

    11
    Si el toro al revolverse
    se pone feo
    en vez de torearlo
    me doy el queo.
    Toro torito,
    tus cuernos no me alcanzan
    porque me quito.

    12
    Es el toro que llaman
    de la tristeza
    que tiene muchos cuernos
    en la cabeza.
    Y uno lo nota
    pero con alegrías
    se le derrota.

    13
    Y con esta coplilla
    mi cuento acaba.
    ¡Se acaba, pues, mi Eva,
    lo que se daba!
    (Ladra un pastor...
    alemán en lo oscuro
    del exterior.)

    y 14
    Yo me voy a la cama.
    Pienso en Evilla,
    la jovencita alegre
    que siempre brilla.
    (Como una estrella
    en la noche del alma
    reluce ella).

    (15 de marzo 1974.
    En Miraflores de la Sierra)




    BALADA DE CARABANCHEL

    6

    NADA NUEVO
    (27 de diciembre de 1974)

    ¿Se persigue a los intelectuales?
    Oh Dios mío
    Eh ustedes
    les grito desde España
    ustedes sí señores
    los bienpensantes que lloran por Siniavski Daniel
    Pasterna
    a mí también me duele
    Solchenitsin y en España ven sol
    Torremolinos y otras leches
    Sepan como es la caza aquí
    Con qué modales
    se trata a rojos y a demócratas en este ex-paraíso
    turístico señoras y señores
    Eva Forest Tarrat
    de 46 años
    nacida en Barcelona
    es golpeada por grupos de hasta 20n atletas
    durante 9 días
    en 17 sesiones en la Puerta del Sol
    Es pateada en la columna vertebral
    pierde el sentido varias veces, cae al suelo
    entre eructos de aquellos cerdos
    resoplidos de bestias
    Se la reanima con cubos de agua
    Se le levantan las piernas
    es para activar la circulación de retorno
    Se le dice que a su marido
    soy yo permítanme que me presente
    lo habían tenido que matar a tiros
    en la calle
    era el proyecto
    y que ellos iban a interrogar a nuestra hija
    de 12 años
    Un cubano colérico
    se va a vengar ahora
    de lo que Fidel le ha hecho sufrir allá en su Cuba
    "Así que tienes
    puta
    un hijo en Cuba
    estudiando para comunista ¿verdad?"
    Recuerden si quieren algunos nombres
    el tal Sainz
    el Roberto
    Acude la científica
    una tía gorda repintada
    Sigan, sigan, va bien del corazón
    les dice doctoral
    Se la mata aquí mismo
    Se la tira por la ventana
    Un eunuco la abraza enamorado
    babeante
    "Me vas a matar", le dice acariciándola
    ¿Seguimos? No, ya basta
    La abogada Lidia Falcón
    enferma hepática
    es golpeada por fuertes puños en el hígado
    fue ingresada en el Hospital
    Se ve que impresionada
    por el viaje desde Barcelona
    me dice el teniente Gerardo Herrero Beltrán
    no olviden ese nombre
    recayó en su enfermedad hepática y ha sido
    debidamente atendida no lo dude
    La señora Carmen Nadal
    es golpeada en los oídos
    ahora tiene lesiones pierde el equilibrio
    y es obligada a andar de rodillas
    Es vista por los pasillos de la DGS
    tambaleándose
    Antonio Durán Velasco albañil presenta un rostro tumefacto
    ahora sufre de la columna vertebral
    tuberculosis
    y de hemorragias en los ojos
    No sabemos si queda ciego él que tanto miraba
    todas las cosas de este mundo
    Mariluz Fernández
    maestra
    ha desaparecido desde su detención
    Nadie la ha visto desde hace ya tres meses
    Ningún abogado ha tenido acceso a su persona
    Sigue seguramente
    con su vestidito de verano ya harapiento
    el que llevaba cuando fue detenida
    y no se le ha procurado ni una pastilla de jabón
    nada en estos días tenebrosos de invierno
    Esperemos si sobrevive
    el relato de sus horrores no se vayan aún
    y de los militantes vascos qué decirles
    moribundos han sido interrogados
    brutalmente es costumbre
    drogados
    y Tupa
    está muriendo dicen
    habla de todo balbucea
    lo que recuerda y lo que no como niño pequeño
    con los de la Brigada
    asesinos
    que han destruido a conciencia la delicada obra
    del neurocirujano
    en su cabeza herida
    monstruosamente hinchada ahora
    sostenida penosamente eso se sabe
    por un cuerpo consumido por el horror
    Una monja siniestra
    dónde estamos? Socorro!
    trabaja con la poli en este sucio asesinato
    Ya se marchan?
    decía, señoras y señores,
    y con perdón del mártir Solchenitsin
    que pasan estas cosas en su mundo
    Naturalmente no espero su socorro
    Quería sólo
    desde esta prisión de Madrid con mi Balada escrita a sangre
    amargarles un poco el whisky mostrando mi cuchara
    Vano intento lo sé váyanse a la mierda
    Pero tú compañero desconocido
    que has leído estos versos
    seas quien seas acompáñanos



    FRAGMENTO DE UN POEMA

    Esto de la vida un día se termina.
    Un día ya no estamos en nuestra calle.
    Un día en nuestro barrio dicen: Se ha muerto uno.
    Un día es
    como si no hubiéramos existido
    nunca.

    (sin fecha)




    De Vida del hombre invisible contada por el mismo (1994):


    NIÑA DE COMISARIO

    Enfurecióse el comisario
    al leer mi declaración sin malos tratos obtenida
    y rompióla colérico delante de mis ojos muy turbios de tristeza
    y arrojó sin piedad al torturado suelo los papelillos rotos
    los confeti de angustia de opaca resistencia de cadáver pisoteólos creo
    y ordenó al funcionario hepático y vidrioso
    empezar otra vez
    de modo más enérgico
    a interrogarme sobre comunistas habidos
    en ilegal reunión
    cierto día de invierno
    Yo me sentí cazado como un pintado pajarillo
    en aquella polvorienta oficina no más siniestra que otras tantas
    donde uno a lo más bostezaría
    y me dispuse a ser un tanto heroico
    dentro de lo posible
    cuando una dulce niña penetró en la estancia
    y besó al señor comisario en la mejilla
    pues iba a misa y vi que era domingo
    en el velito y en el devocionario de aquella pequeñuela
    y vi con estos ojos que el rostro antes colérico ahlora resplandecía
    y un halo de bondad nimbó su cráneo
    y oyéronse palabras familiares dile a mamá bonita
    que no podré almorzar en casa tengo tanto trabajo esta mañana
    y lo decía sin rencor y sin mirarme de malas formas cumpliendo digo yo
    sin duda sus deberes+
    y ahora lo vi más viejo
    y así como encorvado bajo el peso
    de responsabilidades ciudadanas y lo miré piadosamente

    La luz de la oficina se hizo más oscura
    cuando la niña se marchó.



    ES EVIDENTE QUE ME SIGUEN

    Es evidente que me siguen me dice un camarada
    Sus ojos grises están pálidos
    Sus pantalones turbios están grises
    Sus manos verdes están blancas
    Ya no es aquel que era el camarada
    cuando lo conocí hace tiempo
    y me pidió el ingreso en el partido
    Es evidente que me siguen dice
    pues hombres diferentes leen periódicos
    y otros pasean perros
    y uno toma café con leche en la terraza de ahí enfrente
    y mira hacia aquí con disimulo mejor que no te vean

    Trata ahora mi camarada de encender con firmeza un cigarrillo
    pero sus manos tiemblan tristemente
    y se sonríe disculpándose
    yo no sé qué podría
    decir si a mí me torturaran pero en fin
    Y veo sus manos amarillas
    y manchada de sopa su camisa rayada
    Le iba a pasar un Mundo Obrero
    y él seguro
    que lo hubiera guardado en un libro echándole valor
    pero no se lo doy pues además no vale la pena pienso ahora
    y me meto en el culo este papel que algunos camaradas
    queman o echan por las alcantarillas con pea
    pero adónde vamos con esto camarada intelectual
    tanta reconciliación y tanta leche

    Me ha dado un abrazo de veras el camarada pálido
    y he salido a la calle
    y me ha parecido ver a un hombre leyendo su periódico
    y a un señor con un perro
    y a otro tomándose un café sentado en la terraza
    a pesar de que llueve
    pero que yo lo sepa nadie me ha seguido.



    TRATADO DEL HOMBRE CLANDESTINO

    Queridísimos alumnos el objeto
    de nuestro análisis es hoy el hombre clandestino
    su condición y propiedades
    En centros urbanos y rurales pulula el hombre clandestino
    el homo clandestinus una curiosa especie
    de extraños caballeros y señoras
    los cuales procuran según nuestros estudios
    no ser reconocidos ni siquiera por las nubes que pasan
    Se visten para no ser vistos y maquillan su vida
    caminan o se peinan del modo más cuidadosamente indiferente
    el traje del hombre clandestino ha de hacer invisible
    su muy temible condición
    y así pasando se confunden
    con los más circunspectos ciudadanos ante los ojos policiales
    y ante los aparatos visuales mercenarios
    y de este modo camina la subversión vestida
    ora de vendedor de longanizas o de libros
    ora de estólida persona indiferente con su sonrisa gibs
    ora de bebedor de cocacola
    ora en fin de cualquiera que se hurga
    con la nariz el dedo índice
    o sea que se habla en esta clase
    mis queridos alumnos
    de los agentes rojos circundantes
    o lobos con rostros de cordero
    Les hablo del clandestino full
    time cuyos hijos ignoran que el papá
    no es un viajante comercial
    e ignoran hasta su nombre verdadero
    o que no ven desde hace quince años a su madre
    y miran desde enfrente del balconcillo con la luz
    e imaginan sin lágrimas a mamá envejeciendo
    o dejaron a la esposa en Praga o en Moscú
    Pero también existen los part time
    especie a la que todos más o menos
    pertenecemos hijos míos
    pues yo mismo no soy lo que os parezco
    el profesor impávido que veis
    Yo lloro mucho por las noches mirando a la pared
    yo pertenezco a organizaciones secretas
    yo tengo muchas cosas que ocultarles
    anoche mismo grité en la oscuridad
    y veo entre nosotros policías
    Mi casa está quemada
    Yo mismo estoy quemado, no lo veis?
    Oculto mis colmillos
    escondo un monstruo en mis entrañas
    y me persiguen en la selva oh socorro socorro!
    oh socorro socorro!

    La clase ha terminado
    ....................................buenos días.
    Estoy un poco cansado esta mañana
    y no es que esté llorando
    ........................................Discúlpenme señores
    y entierren mi cadáver en un hoyo cualquiera
    y no digan a nadie que me han visto



    TINTO EN TINTA

    Esta multicopista es un demonio del averno una furia
    desatada un no sé qué de ruidos colaterales y otros
    y también de exquisitos
    fallos mecánicos y también ¿qué pasa
    Dios mío con la tinta?
    Inhábil manipulo
    el folio sale manchado a la derecha
    y por la izquierda este cliché no marcha cojea se destruye
    no se puede leer y yo estoy solo
    en este mar de tintas y papeles
    y tiene que salir la hoja roja
    contra el estado de excepción
    pero
    ........oh cielos qué estropicio
    y además ahora suena el ascensor
    y los vecinos oirán esta mecánica
    pongo la radio fuerte
    ...................................summertime
    y al final tinto en tinta
    acabo riéndome riéndome
    de la desgracia
    por no llorar por no llorar



    DIANA

    He dicho a Diana
    pero no me comprende
    que quizá nunca más volveré a verla en este mundo
    Tengo los ojos húmedos
    cuando le dejo preparada comida
    para unos días a ver cuánto le dura
    después qué pasará? qué puede ser de ella?
    Yo no lo sé
    Tampoco sé lo que será de mí
    Casi seguro que no podré volver a acariciarla
    a reñirla cuando me hace pipí sobre la alfombra
    a pasear con ella por Miraflores de la Sierra
    Adiós adió Diana
    Tú no puedes comprenderlo vida mía
    pero la policía me persigue y no tardará mucho
    en dar con esta casa

     

    OBJETO DE ATENCIÓN

    El hombre ha sido objeto de atención policíaca
    así dice la nota oficial
    .....................................y se les muere
    sin que nadie lo toque
    Había llegado pues su hora
    en la puerta del Sol
    Se les ha muerto entre las manos mientras era objeto
    de atención policíaca y ha fallecido repentinamente
    Hay atenciones piensa uno
    de las que más valdría no ser objeto nunca
    Y qué hacer? Reír por no llorar?
    Cantar por no reír?
    Matar por no morir?


    ALFONSO SASTRE, Obra lírica y doméstica. Poemas completos, Argitaletxe HIRU, 2004.


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