YO SOY NOVELISTA

Si al que pinta cuadros se le llama pintor, al que hace esculturas, escultor y al que compone poesía poeta, justo es que al que escribe novelas se le llame novelista, por lo tanto, yo que tengo escritas y publicadas dos novelas, ostento por derecho propio el apelativo de novelista.

Hasta aquí, supongo que tanto tú como yo estamos de acuerdo: soy un novelista.

Pero ya que te involucro en este tema, tú querrás saber el motivo y me preguntarás sin duda: -Bueno, ¿a que viene todo esto?

Enseguida te lo explico. Para ello tengo que remontarme a la década de los años treinta del siglo pasado.

Mi ilusión en aquella dorada juventud era la de ser novelista. Me sentía un Blasco Ibáñez, un Azorin, hasta un Víctor Ripalda o un Caballero Audaz y también un Pedro Mata, y tragaba literatura y más literatura, desde el Quijote a Los Girondinos, leyendo libros y más libros con ansias de llegar a emular a los clásicos de nuestra literatura, fueran narradores como Mesoneros Romano o poetas encumbrados, así Bécquer como Gabriel y Galán o Lópe de Vega. Leía a velocidad de vértigo, y como mi economía era bastante escuálida, me valía de la Biblioteca de Estudis Catalans, que como socio me prestaba cinco libros semanales, para saciar mi apetito voraz de lectura.

Antes de acabar la carrera, cuyo examen final lo superé el día cuatro de octubre de mil novecientos treinta y cuatro, dos días antes de que Lluis Companys declararse la república independiente catalana, entré de pasante en el despacho del yerno del célebre escritor Folch i Torres, que era abogado. Y ahí escribí mi primer cuento, que salió publicado en la revista mensual La Familia de 1 Enero 1944, que dirigía Antonio Pérez de Olaguer y Feliu, ilustrado por el célebre dibujante de la época Lorenzo Brunet. El panegírico que del mismo hizo su director y que luego plasmó en la dedicatoria de una de sus novelas, me llenó de satisfacción como es de suponer, y también de esperanza en que podría alcanzar mi ilusión del momento: la de ser escritor. Yo en esos momentos me hallaba en la edad feliz de la ilusión, pues no había llegado todavía a cumplir los veinte años.

Ya de estudiante, cosa que ha perdurado a través de toda mi vida hasta el día de hoy, he sido un asiduo visitador de librerías, y no me avergüenza el decir que primordialmente las del libro usado, donde se encuentran verdaderas joyas a un precio asequible. Al final de las Ramblas barcelonesas, en aquella fecha, existían unos tenderetes que recibían el nombre de los Encantes de Atarazanas. en donde se vendían esos libros usados,

Y ahora viene lo que interesa respecto a lo que ha motivado este escrito y que te cuento.

Un día, debía correr ya el año mil novecientos treinta y cinco, visitaba las citadas librerías cuando en una de ellas, vi una columna de casi metro y medio de altura que la formaba todo un tiraje de un libro que estaba todavía en estado de nuevo, y cuyo precio era inferior al de cualquier otro que se exponía en la tienda.

Ello me produjo tal desánimo, de que mi obra pudiera verse de tal forma denigrada, que desde aquél momento desistí de la peregrina idea de dedicarme a escribir novelas como modus vivendi.

Ahora bien, como una cosa es lo que uno piensa y otra muy distinta lo que se hace, al final de mis días he publicado dos novelas.

Y aquí, querido amigo lector, viene el colofón a tan largo preludio.

El publicar tuvo la culpa un entrañable amigo al que quiero mucho, pero como no sé como tratarle para que no se enfurruñe con migo, no andamos muy bien de relación, y de la edición cuidó otro entrañable amigo, que adoptó la malhadada idea de desaparecer de este mundo, dejando mi obra sin gestor que cuidase de su difusión en el mercado.

Y como la historia ineludiblemente se repite, ahora son las dos novelas, las que forman sendas columnas en la entrada de una célebre librería de Barcelona, al módico precio de seis euros.

Tal vez tú me digas: ¿Y para esto tanta historia? Y yo te contesto: Tienes muchísima razón, para ti no merece la pena, pero yo he pasado un buen rato explicando mi fracaso.

Si te interesan los títulos, son: TRES DIAS PARA OLVIDAR y AMORES TRUNCADOS y la librería es la que con el nombre de Canuda, se halla en el núm 4 de esa misma calle de Barcelona.

Perdóname sufrido lector, en otra ocasión procuraré ser más ameno y entretenido. Un fuerte abrazo.

Has sido ameno, entretenido, muy explícito y es un verdadero honor tenerte entre nosotros. Cuando vaya a España, espero poder comprar tus novelas, o si encuentro la manara que alg@n amig@ lo compre por mí y me lo guarde para cuando pueda enviármelo. Mi admiración señor novelista, además de por tus novelas, también por esa fortaleza que te mantiene en pie de lucha y aquí con nosotros, verdadero honor nos haces.Para mí ha sido muy grato conocer esta historia y podrías también contarnos muchas más estoy segura.
Que Dios te bendiga, querido amigo, un gran abrazo

Has sido ameno, entretenido, muy explícito y es un verdadero honor tenerte entre nosotros. Cuando vaya a España, espero poder comprar tus novelas, o si encuentro la manara que alg@n amig@ lo compre por mí y me lo guarde para cuando pueda enviármelo. Mi admiración señor novelista, además de por tus novelas, también por esa fortaleza que te mantiene en pie de lucha y aquí con nosotros, verdadero honor nos haces.Para mí ha sido muy grato conocer esta historia y podrías también contarnos muchas más estoy segura.
Que Dios te bendiga, querido amigo, un gran abrazo


Querida Antonietta, por si acaso, te prevengo que ambas novelas son algo 'verdecillas', aunque no existe ninguna frase o expresión que pueda herir el buen gusto ni dañar la moral del lector.

No hace falta que encargues a nadie, me indicas la dirección, y te las mando dedicadas gratis.
Mi correo: affelix1@yahoo.es.

(Quería decírtelo por mensaje privado, pero están en 'obras').

CABALLERO:
YA QUISIERA YO TENER
ESE FRACASO!

PARA NADA!
TODO UN ÉXITO!!!

MI ADMIRACIÓN Y RESPETO!!!

Pues si es asì, cuant mejor, me pondrè en contacto contigo a la mayor brevedad. Y aprovecharè para hacerte la cuña entre mis amistades, si deseas promocionarlas aquí, pues por aquì una amiga para hacerlo.

besos

Publicar, y conseguir vender, que es el objetivo, es siempre una aventura ingrata que no depende para nada de la calidad del novelista, sino de la campaña publicitaria que haga la editorial en base al valor de mercado del autor, es decir, ser conocido ya por algo, aunque ese algo sea tan cutre como ser Belén Esteban o cualquier personajillo de la TV. Lo de los premios literarios para darse a conocer es otra frustración para el novelista, ya que los originales no pasan de ser leídos más allá de la primera página en el mejor de los casos, y la mayor parte de las veces están dados de antemano en base a consideraciones también ajenas a la calidad. El mal de nuestros días es que se publica demasiado, y el 99% de ello no vale un pimiento, aunque sea vendible por los motivos citados, es decir, consumible de un uso: leer y tirar. No hay que engañarse, la edición es un fenómeno comercial, y lo comercial siempre está orientado hacia el negocio, que en nuestros días es sinónimo de oportunismo, moda, escándalo, etc.
Yo apuesto por Internet, por la difusión a través de la red de textos que de otra manera se perderán, y que al ser gratuitos y accedidos a través de webs literarias, quedan al margen del fenómeno comercial y son leídos por más personas y más cultivadas que por medio de una publicación comercial.
Así que amigo Affelix, difunde tus novelas por la red y deja que esas pilas de libros en papel sigan ahí, que después de todo ya es bastante exito su altura.

Un abrazo, novelista
gerardo

Pues si es asì, cuanto mejor, me pondrè en contacto contigo a la mayor brevedad. Y aprovecharè
para hacerte la cuña entre mis amistades, si deseas promocionarlas aquí, pues por aquì una amiga
para hacerlo.

besos

Antonietta.
Alias: Sandra Oviedo

Querida Antonietta, espero impaciente poder enviarte las novelas, por el interés que tengo en que las leas para conocer tu selecto criterio, y por eso te ruego que las leas con desapasionamiento,olvidándote de quién es el autor, para que tu crítica no sea mediatizada por razón de la amistad.

En cuanto a promocionar la novela, te diré que no me guía ningún interés crematístico, lo único que en realidad me interesa es que las novelas sean leídas. Y si en este sentido puedes hacer algo, te lo agradeceré sinceramente.

Los pedidos se pueden hacer directamente a la Librería Canuda: canuda@libroscanuda.com

Affelix: si tú dices que has fracasado te tengo que creer. De lo que estoy casi seguro es que la idea que tu tienes de fracaso y la que tengo yo no coinciden. Para confirmar, con mi criterio, tu fracaso sería necesario que yo leyese tus novelas ,y seguramente no sería suficiente con eso.
Un abrazo
Manuel

Querido Affelix!!!!!!!!!!!!!!!! Me encantaría leer tus novelas, sólo que no sé cómo podría hacerse desde este lejano cono sur.
Cariñosssssssssssssss desde Buenos Aires

Queridos amigos:
He tenido la suerte de leer Tres días para olvidar (Ediciones Atenas autor Xile F. Serrot)... y difruté con paquita, la Bullavesa en Marsella y aquella francesita. Tu concepto sobre el amor cuando dices que el amor se siente, no se hace
Absolutamente recomendable... lenguaje fresco y culto al tiempo, lleno de humor, picardía y mucha filosofía. La otra novela no he podido comprala todavía, como tenemos una comida pendiente esper hacerlo cuando nos veamos
O mejor aún, si me dices la editorial se la encargo a mi librero
Un abrazo
José Antonio

Affelix: Leyéndote pienso en cuantos buenos escritores se habrán quedado sin ser leídos, nada más porque, o no tuvieron el dinero o la suerte de que les haya gustado su obra a los editores.
Creo que hay muchos libros que no merecían ser editados(he leido títulos que provocan vómito, cómo: ¿Porqué los hombres aman a las cabronas?)
y sin embrago muchos novelistas que pudieron haber aportado cosas que valía la pena leer, se quedaron en las hojas.
Bueno, las cosas son así, pero yo pienso que lo importante es sacar nuestra idéas, si dos o tres o más las leen, bueno, pero yo ya me expresé.
nU otiseB:

Me encanta leerte Ángel!

Porque al leerte, descubro a un dialgador ameno, hombre culto, con buen gusto
y un exquisito " savoir fair"

¿Quién ha dicho que hayas fracasado en tus deseos de ser escritor?

Yo no lo creo así ( No es un cumplido)
creo que podrías aportar mucho si te tomases en serio y te pusieses a trabajar, el placer de escribir tomaría gran relevancia a través de tu expresión literaria.

¡No hay 2 sin 3, vete a por tu tercera novela ! ¿Crónicas de la Sociedad actual?

Mi cariño y admiración,

ANNY

affelix, retomo mi comentario anterior. Me quedé pensando en el caso del pintor Van Gogh. Vendió cero cuadros durante su vida. Digo al valor que le correspondía. Hoy es uno de los pintores más cotizados del mundo. Hay varias causas a mi juicio, fallas humanas, de mercadeo, de especulación. Hay veces en que los verdaderos valores artisticos no son considerados. ¿egoísmo humano? es dificil concretar ideas en un mundo egoista y metalizado. Por eso creo, que los portadores del arte, deben mantenerse firmes. No ceder ante el primer inconveniente. No hay que cansarse,
y creer en si mismo. Es básico. Te saluda ernesto

Publicar, y conseguir vender, que es el objetivo, es siempre una aventura ingrata que no depende para nada de la calidad del novelista, sino de la campaña publicitaria que haga la editorial en base al valor de mercado del autor, es decir, ser conocido ya por algo, aunque ese algo sea tan cutre como ser Belén Esteban o cualquier personajillo de la TV. Lo de los premios literarios para darse a conocer es otra frustración para el novelista, ya que los originales no pasan de ser leídos más allá de la primera página en el mejor de los casos, y la mayor parte de las veces están dados de antemano en base a consideraciones también ajenas a la calidad. El mal de nuestros días es que se publica demasiado, y el 99% de ello no vale un pimiento, aunque sea vendible por los motivos citados, es decir, consumible de un uso: leer y tirar. No hay que engañarse, la edición es un fenómeno comercial, y lo comercial siempre está orientado hacia el negocio, que en nuestros días es sinónimo de oportunismo, moda, escándalo, etc. Yo apuesto por Internet, por la difusión a través de la red de textos que de otra manera se perderán, y que al ser gratuitos y accedidos a través de webs literarias, quedan al margen del fenómeno comercial y son leídos por más personas y más cultivadas que por medio de una publicación comercial.
Así que amigo Affelix, difunde tus novelas por la red y deja que esas pilas de libros en papel sigan ahí, que después de todo ya es bastante exito su altura.
Un abrazo, novelista
gerardo

Apreciado Gerardo, demuestras conocer el problema y tus consejos son muy apreciables. El calvario del principiante está bien patente en la biografía de escritores que han llegado a ser famosos. Te citaré el caso de Henry Miller, que fue desechado por todos los editores y tuvo que ser su amante y nifómana Anäis Nin la que para darle satisfacción creó una editorial.

Ese problema era harto conocido por mi. De ahí mi renuencia e publicar, y en esa ocasión si lo hice fue por que tanto Bellido como Pinilla se empeñaron en que lo llevara a cabo.

Sinceramente agradezco tus consejos y el hecho de haberte parado a leer esta a modo de confesión, cuyo título puede parecer pedante, al confesor que soy novelista, pero que queda desvirtuada esa opinión por el fracaso que confieso.

Un afectuoso abrazo de amigo,
Angel

Affelix: si tú dices que has fracasado te tengo que creer. De lo que estoy casi seguro es que la idea que tu tienes de fracaso y la que tengo yo no coinciden. Para confirmar, con mi criterio, tu fracaso sería necesario que yo leyese tus novelas ,y seguramente no sería suficiente con eso.
Un abrazo
Manuel

Apreciado amigo, me agrada tu opinión, porque leo casi todo lo que publicas, aunque por falta de tiempo no comento, y reconozco tu buen criterio, que lo demuestra la facilidad que tienes para fabular y la limpieza de tu lenguaje, que te facultan con justicia para emitir un criterio sobre literatura.

Si en realidad te interesa la lectura de mis novelas, basta con que me indiques una dirección y te las mando de
inmediato.

Un abrazo, colega,
Angel