CAMINATA PLAYERA, RECITADO POR ELEN

CAMINATA PLAYERA.



invité a caminar a mi sombra, algo descalza,
por arenas amarillas en Reñaca
muy silenciosamente, por esas tibias playas;

Y callada, esa sombra me seguía,
parada sobre mis pies pero sin dejar huellas,
llevo una idea tan recostada en mis manos
encima de mi alma, la que no tiene sombra,
(y si existiera sería tan blanca: meditaba)
pero los pensamientos treparon enseguida
y mi sombra se fizo mas pesada,
pues llevaba una pena incrustada en el pecho,
una pena de amores, una sombra muy grande,
y al llegar los finales del camino
se agrandó esa mi sombra, tan pesada,
que no pude seguir caminando y me recosté
en una ola que vino a socorrerme,
quise apoyarme en sombra que no me abandonaba
y me caí de bruces en aguas salitrosas.
Y la pena pidió a la sombra se fuese
pero el alma le dijo, no se pueden separar,
porque la alegría estaba por llegar
necesita a la sombra como su compañía.
Mi caminata me enseñó que no hay alegrías sin penas
o penas sin alegrias
y la sombra existirá siempre que seas cuerpo,
con dudas o sin ellas,
y tu sombra nunca te abandonará, jamás,
salvo cuando salgas a caminar hacia el kosmos
en tu viaje final,
dejando a tu sombra y tu cuerpo dormido en la playa

Hermoso poema Hernesto.


Tal vez la tristeza sea la sombra de
la alegría.. o quien sabe si viceversa

La sombra del cuerpo es irreal
y quien sabe si la sombra del alma
es el cuerpo que parece real.

Pero el hermoso poema no tiene
sombra... Será sólo el alma?



Un Gran abrazo
jose francisco