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Charles Baudelaire (1821-1867)
Pascual Lopez Sanchez- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 91091
Fecha de inscripción : 29/06/2009
Edad : 72
Localización : Murcia / Muchas veces en Mazarrón/ Algunas en Cieza ( amo la ciudad donde nací; amo su río - Río Segura_ y amo sus montes secos llenos de espartizales)
- Mensaje n°31
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
De los grandes autores líricos franceses (Verlaine; Valery; Eluard...) Baudelaire siempre me cautivó; posiblemente porque en mi época de estudiante de bachiller mi profesora de francés nos hacía leer en francés - una de las lenguas más melodiosas que existen- "Les fleurs du mal". Pasados los años pude comprender la importancia de Charles y la impronta ejercida en los movimiento poéticos posteriores. Si tuviera tiempo me gustaría hablar de ello ( sería necesario , antes, encontrar unos apuntes suyos de hace varios años y mi libro de Les fleurs... subrayado con lápiz. Pero no lo puedo asegurar. Lo que si es seguro es que os sigo.
Gracias, María. Gracias a todos
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"LOS DEMÁS TAMBIÉN EXISTIMOS"
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ISRAEL: ¡GENOCIDA! LA HISTORIA HABRÁ DE LLEVARLOS ANTE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL POR CONTINUADOS CRÍMMENES DE GUERRA
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76700
Fecha de inscripción : 12/04/2009
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- Mensaje n°32
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Gracias, Evangelina...
Gracias, Pascual...
Seguimos juntos, leyendo
los bellos poemas de Baudelaire...
Besos
Maria Lua
Gracias, Pascual...
Seguimos juntos, leyendo
los bellos poemas de Baudelaire...
Besos
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
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Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 7495
Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°33
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
¡Excelente aporte María!
Gracias por traerlo.
31)- "A LA QUE ES DEMASIADO ALEGRE"
Tu cabeza, tu gesto, tu aire
Como un bello paisaje, son bellos;
Juguetea en tu cara la risa
Cual fresco viento en claro cielo.
El triste paseante al que rozas
Se deslumbra por la lozanía
Que brota como un resplandor
De tus espaldas y tus brazos.
El restallante colorido
De que salpicas tus tocados
Hace pensar a los poetas
En un vivo ballet de flores.
Tus locos trajes son emblema
De tu espíritu abigarrado;
Loca que me has enloquecido,
Tanto como te odio te amo.
Frecuentemente en el jardín
Por donde arrastro mi atonía,
Como una ironía he sentido
Que el sol desgarraba mi pecho;
Y el verdor y la primavera
Tanto hirieron mi corazón,
Que castigué sobre una flor
La osadía de la Naturaleza.
Así, yo quisiera una noche,
Cuando la hora del placer llega,
Trepar sin ruido, como un cobarde,
A los tesoros que te adornan,
A fin de castigar tu carne,
De magullar tu seno absuelto
Y abrir a tu atónito flanco
Una larga y profunda herida.
Y, ¡vertiginosa dulzura!
A través de esos nuevos labios,
Más deslumbrantes y más bellos,
Mi veneno inocularte, hermana.
--------------
32)- "CIELO NEBLINOSO"
Se diría cubierta de vapor tu mirada;
Tu mirar misterioso (¿es azul, gris o verde?)
Alternativamente tierno, cruel, soñador,
Refleja la indolencia y palidez del cielo.
Recuerdas los días blancos, y tibios y velados,
Que a las cautivas almas hacen fundirse en lágrimas,
Cuando, presa de un mal confuso que los tensa,
Los excitados nervios se burlan del dormido.
A veces te asemejas a esos bellos paisajes
Que iluminan los soles de estaciones brumosas...
¡Y cómo resplandeces, oh mojado paisaje
Que atraviesan los rayos entre un cendal de niebla!
¡Oh mujer peligrosa, oh seductores climas!
¿Acabaré adorando vuestras nieves y escarchas,
Y, al cabo, arrancaré del implacable invierno
Placeres más agudos que el hielo y que la espada?
Gracias por traerlo.
31)- "A LA QUE ES DEMASIADO ALEGRE"
Tu cabeza, tu gesto, tu aire
Como un bello paisaje, son bellos;
Juguetea en tu cara la risa
Cual fresco viento en claro cielo.
El triste paseante al que rozas
Se deslumbra por la lozanía
Que brota como un resplandor
De tus espaldas y tus brazos.
El restallante colorido
De que salpicas tus tocados
Hace pensar a los poetas
En un vivo ballet de flores.
Tus locos trajes son emblema
De tu espíritu abigarrado;
Loca que me has enloquecido,
Tanto como te odio te amo.
Frecuentemente en el jardín
Por donde arrastro mi atonía,
Como una ironía he sentido
Que el sol desgarraba mi pecho;
Y el verdor y la primavera
Tanto hirieron mi corazón,
Que castigué sobre una flor
La osadía de la Naturaleza.
Así, yo quisiera una noche,
Cuando la hora del placer llega,
Trepar sin ruido, como un cobarde,
A los tesoros que te adornan,
A fin de castigar tu carne,
De magullar tu seno absuelto
Y abrir a tu atónito flanco
Una larga y profunda herida.
Y, ¡vertiginosa dulzura!
A través de esos nuevos labios,
Más deslumbrantes y más bellos,
Mi veneno inocularte, hermana.
--------------
32)- "CIELO NEBLINOSO"
Se diría cubierta de vapor tu mirada;
Tu mirar misterioso (¿es azul, gris o verde?)
Alternativamente tierno, cruel, soñador,
Refleja la indolencia y palidez del cielo.
Recuerdas los días blancos, y tibios y velados,
Que a las cautivas almas hacen fundirse en lágrimas,
Cuando, presa de un mal confuso que los tensa,
Los excitados nervios se burlan del dormido.
A veces te asemejas a esos bellos paisajes
Que iluminan los soles de estaciones brumosas...
¡Y cómo resplandeces, oh mojado paisaje
Que atraviesan los rayos entre un cendal de niebla!
¡Oh mujer peligrosa, oh seductores climas!
¿Acabaré adorando vuestras nieves y escarchas,
Y, al cabo, arrancaré del implacable invierno
Placeres más agudos que el hielo y que la espada?
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 7495
Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°34
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
33)- "LA MUSA VENAL"
Tú que amas los palacios, oh musa de mi vida,
¿Tendrás, cuando el Bóreas, sea el dueño de Enero,
Mientras cae la nieve en tediosas veladas,
Para caldear tus pies violáceos, un tizón?
¿Reanimarás acaso tus espaldas marmóreas
En los nocturnos rayos que filtran los postigos?
¿Socorrerás tu bolsa y tu garganta exangües
Con el oro que esplende en la bóveda azul?
Debes, para ganar tu pan de cada noche,
Agitar como niño de coro el incensario
Y salmodiar Te Deums en los que apenas crees,
Reiterando tus gracias, como hambriento payaso
Y tu risa velada por lágrimas secretas,
Para ver cómo estalla la vulgar carcajada.
------------------
34)- "CONDENACIÓN"
El arduo pasadizo, el voraz maëlstrom,
Menos arena arrastran y menos broza impura
Que nuestros corazones, donde se mira el cielo;
Son como promontorios en el aire sereno,
Donde el faro destella, centinela benéfico,
Pero abajo minados por corrosivas lapas;
Podríamos compararlos todavía al albergue,
Del hambriento esperanza, donde golpean de noche,
Jurando, heridos, rotos, solicitando asilo,
Prelados y estudiantes, rameras y soldados.
Nunca regresaran a las sucias alcobas;
Guerra, ciencia y amor, nada nos necesita.
El atrio estaba helado, infectos vino y lecho;
¡Hay que servir de hinojos a visitantes tales!
Tú que amas los palacios, oh musa de mi vida,
¿Tendrás, cuando el Bóreas, sea el dueño de Enero,
Mientras cae la nieve en tediosas veladas,
Para caldear tus pies violáceos, un tizón?
¿Reanimarás acaso tus espaldas marmóreas
En los nocturnos rayos que filtran los postigos?
¿Socorrerás tu bolsa y tu garganta exangües
Con el oro que esplende en la bóveda azul?
Debes, para ganar tu pan de cada noche,
Agitar como niño de coro el incensario
Y salmodiar Te Deums en los que apenas crees,
Reiterando tus gracias, como hambriento payaso
Y tu risa velada por lágrimas secretas,
Para ver cómo estalla la vulgar carcajada.
------------------
34)- "CONDENACIÓN"
El arduo pasadizo, el voraz maëlstrom,
Menos arena arrastran y menos broza impura
Que nuestros corazones, donde se mira el cielo;
Son como promontorios en el aire sereno,
Donde el faro destella, centinela benéfico,
Pero abajo minados por corrosivas lapas;
Podríamos compararlos todavía al albergue,
Del hambriento esperanza, donde golpean de noche,
Jurando, heridos, rotos, solicitando asilo,
Prelados y estudiantes, rameras y soldados.
Nunca regresaran a las sucias alcobas;
Guerra, ciencia y amor, nada nos necesita.
El atrio estaba helado, infectos vino y lecho;
¡Hay que servir de hinojos a visitantes tales!
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 7495
Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°35
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
35)- "A THEODORE DE BANVILLE"
De la Diosa empuñasteis la espesa cabellera,
Con vigor tal, que todos os hubieran tomado,
Al ver ese aire altivo y ese hermoso abandono
Por un joven rufián que golpease a su amante.
La mirada incendiada por un fuego precoz,
Vuestro orgullo de artífice sin pudor exhibisteis,
En esas construcciones, cuya audacia correcta,
Anticipa los frutos de vuestra madurez.
Poeta, nuestra sangre por cada poro escapa.
¿Tal vez por un azar, la veste del Centauro,
Que cada vena en fúnebre arroyo transformó,
Fue tres veces teñida en las sutiles lavas,
De aquellos monstruosos reptiles vengativos,
Que Hércules en su cuna un día estrangulara?
---------------
36)- "A UNA TRANSEÚNTE"
La calle atronadora aullaba en torno mío.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor de reina
Una dama pasó, que con gesto fastuoso
Recogía, oscilantes, las vueltas de sus velos,
Agilísima y noble, con dos piernas marmóreas.
De súbito bebí, con crispación de loco.
Y en su mirada lívida, centro de mil tomados,
El placer que aniquila, la miel paralizante.
Un relámpago. Noche. Fugitiva belleza
Cuya mirada me hizo, de un golpe, renacer.
¿Salvo en la eternidad, no he de verte jamás?
¡En todo caso lejos, ya tarde, tal vez nunca!
Que no sé a dónde huiste, ni sospechas mi ruta,
¡Tú a quien hubiese amado. Oh tú, que lo supiste!
De la Diosa empuñasteis la espesa cabellera,
Con vigor tal, que todos os hubieran tomado,
Al ver ese aire altivo y ese hermoso abandono
Por un joven rufián que golpease a su amante.
La mirada incendiada por un fuego precoz,
Vuestro orgullo de artífice sin pudor exhibisteis,
En esas construcciones, cuya audacia correcta,
Anticipa los frutos de vuestra madurez.
Poeta, nuestra sangre por cada poro escapa.
¿Tal vez por un azar, la veste del Centauro,
Que cada vena en fúnebre arroyo transformó,
Fue tres veces teñida en las sutiles lavas,
De aquellos monstruosos reptiles vengativos,
Que Hércules en su cuna un día estrangulara?
---------------
36)- "A UNA TRANSEÚNTE"
La calle atronadora aullaba en torno mío.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor de reina
Una dama pasó, que con gesto fastuoso
Recogía, oscilantes, las vueltas de sus velos,
Agilísima y noble, con dos piernas marmóreas.
De súbito bebí, con crispación de loco.
Y en su mirada lívida, centro de mil tomados,
El placer que aniquila, la miel paralizante.
Un relámpago. Noche. Fugitiva belleza
Cuya mirada me hizo, de un golpe, renacer.
¿Salvo en la eternidad, no he de verte jamás?
¡En todo caso lejos, ya tarde, tal vez nunca!
Que no sé a dónde huiste, ni sospechas mi ruta,
¡Tú a quien hubiese amado. Oh tú, que lo supiste!
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°36
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
37)- "AL LECTOR"
La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.
Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.
Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto
Que mece largamente nuestro espíritu encantado,
Y el rico metal de nuestra voluntad
Está todo vaporizado por este sabio químico.
¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
Sin horror, a través de las tinieblas que hieden.
Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja ramera,
Robamos, al pasar, un placer clandestino
Que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.
Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
En nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios,
Y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
Desciende, río invisible, con sordas quejas.
Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
Todavía no han bordado con sus placenteros diseños
El canevás banal de nuestros tristes destinos,
Es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.
Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
Los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
Los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
En la jaula infame de nuestros vicios,
¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,
Haría complacido de la tierra un despojo
Y en un bostezo tragaríase el mundo:
¡Es el Tedio! -los ojos preñados de involuntario llanto,
Sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
Tú conoces, lector, este monstruo delicado,
-Hipócrita lector, -mi semejante, -¡mi hermano!
--------------
38)- "PERFUME EXÓTICO"
Cuando entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable sol.
Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.
Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,
Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero.
La necedad, el error, el pecado, la tacañería,
Ocupan nuestros espíritus y trabajan nuestros cuerpos,
Y alimentamos nuestros amables remordimientos,
Como los mendigos nutren su miseria.
Nuestros pecados son testarudos, nuestros arrepentimientos cobardes;
Nos hacemos pagar largamente nuestras confesiones,
Y entramos alegremente en el camino cenagoso,
Creyendo con viles lágrimas lavar todas nuestras manchas.
Sobre la almohada del mal está Satán Trismegisto
Que mece largamente nuestro espíritu encantado,
Y el rico metal de nuestra voluntad
Está todo vaporizado por este sabio químico.
¡Es el Diablo quien empuña los hilos que nos mueven!
A los objetos repugnantes les encontramos atractivos;
Cada día hacia el Infierno descendemos un paso,
Sin horror, a través de las tinieblas que hieden.
Cual un libertino pobre que besa y muerde
el seno martirizado de una vieja ramera,
Robamos, al pasar, un placer clandestino
Que exprimimos bien fuerte cual vieja naranja.
Oprimido, hormigueante, como un millón de helmintos,
En nuestros cerebros bulle un pueblo de Demonios,
Y, cuando respiramos, la Muerte a los pulmones
Desciende, río invisible, con sordas quejas.
Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio,
Todavía no han bordado con sus placenteros diseños
El canevás banal de nuestros tristes destinos,
Es porque nuestra alma, ¡ah! no es bastante osada.
Pero, entre los chacales, las panteras, los podencos,
Los simios, los escorpiones, los gavilanes, las sierpes,
Los monstruos chillones, aullantes, gruñones, rampantes
En la jaula infame de nuestros vicios,
¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
Si bien no produce grandes gestos, ni grandes gritos,
Haría complacido de la tierra un despojo
Y en un bostezo tragaríase el mundo:
¡Es el Tedio! -los ojos preñados de involuntario llanto,
Sueña con patíbulos mientras fuma su pipa,
Tú conoces, lector, este monstruo delicado,
-Hipócrita lector, -mi semejante, -¡mi hermano!
--------------
38)- "PERFUME EXÓTICO"
Cuando entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable sol.
Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.
Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,
Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero.
Lluvia Abril- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 56900
Fecha de inscripción : 17/04/2011
Edad : 63
- Mensaje n°37
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Desde siempre me ha hechizado la poesía de Baudelaire.
Gracias Maria,gracias a todos los que aportan y siguen aportando.Yo he leído y seguiré leyendo .
Besos a repartir.
Gracias Maria,gracias a todos los que aportan y siguen aportando.Yo he leído y seguiré leyendo .
Besos a repartir.
_________________
“Como siempre; apenas uno pone los pies en la tierra
se acaba la diversión”.
se acaba la diversión”.
"Mafalda"
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 7495
Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°38
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
39)- EL GLOTÓN
Rumiando, yo me burlo de la gente famélica. Como un obús reventaría, Si no absorbiese como un chancro, Su mirada no era tímida ni indolente, Exhalaba, más bien, alguna ávida cosa, Y, como su nariz, expresaba la fiebre De artista ante la obra surgida de sus dedos. Tu juventud estará más llena de tormentas Que este estío de pupilas llenas de resplandor, Que sobre nuestras frentes se retuerce abrasado, Y, exhalando en la noche sus febriles alientos, Logra que de sus cuerpos se prenden las doncellas, Y enfrente del espejo, ¡oh estériles deleites! Admiren la sazón de su virginidad, Más veo en esos ojos, cargados de tormentas, Que no está hecha tu alma para las dulces fiestas, Y que belleza tal, sombría como el hierro, Es de aquellas que forjan y pulen los Infiernos, Para un día oficiar espantosas lujurias Y contristar el alma de humildes criaturas. Con su peso aplastando un enorme almohadón Un cuerpo allí lucía con un sopor muy dulce, Y su sueño, adornado de una feliz sonrisa ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... El surco de su espalda que estremecía el deseo. El aire estaba ungido de furor amoroso; Los insectos volaban a la lámpara, el viento Permanecía inmóvil en torno a las cortinas. Era una noche cálida, un baño juvenil. Gran ángel, que llevais sobre la fiera faz Lo sombrío del Infierno, desde donde ascendisteis; Domador dulce y fiero que me habéis enjaulado, Para recreación de vuestra crueldad, Pesadilla nocturna, sirena sin corsé, Que me arrastrais, maligna, siempre de pie a mi lado, Por mi sayal de santo o mi barba de sabio, Para darme el veneno de un descarado amor... ----------- 40)- PUESTA DE SOL ROMÁNTICA Qué hermoso el sol parece cuando fresco se eleva, Dando los buenos días como en una explosión -Feliz aquel que puede, por el amor transido, Saludar al poniente, más glorioso que un sueño. ¡Lo recuerdo!... Yo he visto todo, flor, surco, fuente, Caer bajo su mirada como un corazón vivo... -Pronto, pronto, ya es tarde, vamos al horizonte Para atrapar al menos algún oblicuo rayo. Pero persigo en vano al Dios que se retira; La irresistible Noche establece su imperio, Negro, húmedo, funesto, roto de escalofríos; Un olor a sepulcro en las tinieblas boga, Y mi pie temeroso roza, junto al pantano, Sapos inesperados y babosas heladas. |
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Edad : 68
- Mensaje n°39
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
41)- ORGULLO
Ángeles de oro vestidos, de púrpura y de jacinto.
El genio y el amor son fáciles deberes.
Amasé sólo barro y de él extraje oro
Llevaba en la mirada el brío del corazón.
En París, su desierto, viviendo a la intemperie,
Fuerte como una bestia y libre como un Dios.
---------------
42)- EL AMOR ENGAÑOSO
Cuando te veo cruzar, oh mi amada indolente,
Paseando el hastío de tu mirar profundo,
Suspendiendo tu paso tan armonioso y lento
Mientras suena la música que se pierde en los techos.
Cuando veo, al reverbero del gas que va tiñéndola,
Tu frente aureolada de un mórbido atractivo
Donde las luces últimas del sol traen a la aurora,
Y, como los de un cuadro, tus fascinantes ojos,
Me digo: ¡qué bella es! , ¡qué lozanía extraña!
El taraceado recuerdo, pesada y regia torre,
La corona, y su corazón, prensado como fruta,
Y su cuerpo, están prestos para el más sabio amor.
¿Serás fruto que en otoño da sazonados sabores?
¿Vaso fúnebre que aguarda ser colmado por las lágrimas?
¿Perfume que hace soñar en perfumes lejanísimos,
Almohadón acariciante o canastilla de flores?
Sé que hay ojos arrasados por la cruel melancolía
Que no guardan escondido ningún precioso secreto,
Bellos estuches sin joyas, medallones sin reliquias
Más vacíos y más lejanos, ¡oh cielos!, que esos dos tuyos.
Pero ¿no basta que seas la más sutil apariencia,
Alegrando al corazón que huye de la verdad?
¿Qué más da tontería en ti o qué más da indiferencia?
Te saludo adorno o máscara. Sólo adoro tu belleza.
Ángeles de oro vestidos, de púrpura y de jacinto.
El genio y el amor son fáciles deberes.
Amasé sólo barro y de él extraje oro
Llevaba en la mirada el brío del corazón.
En París, su desierto, viviendo a la intemperie,
Fuerte como una bestia y libre como un Dios.
---------------
42)- EL AMOR ENGAÑOSO
Cuando te veo cruzar, oh mi amada indolente,
Paseando el hastío de tu mirar profundo,
Suspendiendo tu paso tan armonioso y lento
Mientras suena la música que se pierde en los techos.
Cuando veo, al reverbero del gas que va tiñéndola,
Tu frente aureolada de un mórbido atractivo
Donde las luces últimas del sol traen a la aurora,
Y, como los de un cuadro, tus fascinantes ojos,
Me digo: ¡qué bella es! , ¡qué lozanía extraña!
El taraceado recuerdo, pesada y regia torre,
La corona, y su corazón, prensado como fruta,
Y su cuerpo, están prestos para el más sabio amor.
¿Serás fruto que en otoño da sazonados sabores?
¿Vaso fúnebre que aguarda ser colmado por las lágrimas?
¿Perfume que hace soñar en perfumes lejanísimos,
Almohadón acariciante o canastilla de flores?
Sé que hay ojos arrasados por la cruel melancolía
Que no guardan escondido ningún precioso secreto,
Bellos estuches sin joyas, medallones sin reliquias
Más vacíos y más lejanos, ¡oh cielos!, que esos dos tuyos.
Pero ¿no basta que seas la más sutil apariencia,
Alegrando al corazón que huye de la verdad?
¿Qué más da tontería en ti o qué más da indiferencia?
Te saludo adorno o máscara. Sólo adoro tu belleza.
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 24/07/2009
Edad : 68
- Mensaje n°40
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
43)- CONFESIÓN
Una vez, una sola, mujer dulce y amable,
En mi brazo el vuestro pulido
Se apoyó ( sobre del denso fondo de mi alma
Ese recuerdo no ha palidecido);
Era tarde; al igual que una medalla nueva,
La Luna llena apareció,
Y la solemnidad nocturna, como un río,
Sobre París dormido se extendía.
Los gatos, por debajo de las puertas de coches,
Deslizábanse furtivos
El oído al acecho o, como sombras caras,
Nos seguían despacio.
Y de súbito, en medio de aquella intimidad,
Abierta en la luz pálida,
De Vos, rico y sonoro instrumento en que vibra
La más luminosa alegría,
De vos, clara y alegre igual que una fanfarria
En la mañana chispeante,
Una quejosa nota, una insólita nota
Vacilante se escapó,
Como un niño sombrío, horrible y enfermizo
Que a su familia avergonzara,
Y al que durante años, para ocultarlo al mundo,
En una cueva habría encerrado.
Vuestra discorde nota, ¡mi pobre ángel! cantaba:
«Que aquí abajo nada es firme,
Y que siempre, aunque mucho se disfrace,
El egoísmo humano se traiciona;
Que es un oficio duro el de mujer hermosa
Y que es más bien tarea banal,
De la loca y helada bailarina fijada
En maquinal sonrisa;
Que fiar en corazones es algo bien estúpido;
Que es todo trampa, belleza y amor,
Y al final el Olvido los arroja a un cesto
¡Y los torna a la Eternidad!»
Esa luna encantada evoqué con frecuencia,
Ese silencio y esa languidez,
Y aquella confidencia penosa, susurrada
Del corazón en el confesionario.
------------------
44)- EL BELLO NAVÍO
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas
Se pavonea con gracia tu altanera cabeza;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Tu seno que se comba, oprimiendo el moaré,
Tu seno triunfante es un pulido armario
Cuyas dos jambas claras y arqueadas
Se parecen a escudos que aferrasen la luz.
¡Provocantes defensas con dos rosadas puntas!
Mueble dulce en secretos, lleno de cosas ricas:
Vinos, perfumes, néctares,
Que harían delirar mentes y corazones.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda,
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Tus piernas escultóricas, bajo airosos volantes,
Provocan y exasperan las fiebres más oscuras,
Cual dos brujas batiendo
En profunda vasija el más siniestro tósigo.
Tus brazos que anhelaran los hércules precoces,
Son los más firmes émulos de las boas deslizantes,
Pensados para asir
Como para tatuar en tu pecho a tu amante.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas,
Se pavonea con gracia tu cabeza altanera;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
Una vez, una sola, mujer dulce y amable,
En mi brazo el vuestro pulido
Se apoyó ( sobre del denso fondo de mi alma
Ese recuerdo no ha palidecido);
Era tarde; al igual que una medalla nueva,
La Luna llena apareció,
Y la solemnidad nocturna, como un río,
Sobre París dormido se extendía.
Los gatos, por debajo de las puertas de coches,
Deslizábanse furtivos
El oído al acecho o, como sombras caras,
Nos seguían despacio.
Y de súbito, en medio de aquella intimidad,
Abierta en la luz pálida,
De Vos, rico y sonoro instrumento en que vibra
La más luminosa alegría,
De vos, clara y alegre igual que una fanfarria
En la mañana chispeante,
Una quejosa nota, una insólita nota
Vacilante se escapó,
Como un niño sombrío, horrible y enfermizo
Que a su familia avergonzara,
Y al que durante años, para ocultarlo al mundo,
En una cueva habría encerrado.
Vuestra discorde nota, ¡mi pobre ángel! cantaba:
«Que aquí abajo nada es firme,
Y que siempre, aunque mucho se disfrace,
El egoísmo humano se traiciona;
Que es un oficio duro el de mujer hermosa
Y que es más bien tarea banal,
De la loca y helada bailarina fijada
En maquinal sonrisa;
Que fiar en corazones es algo bien estúpido;
Que es todo trampa, belleza y amor,
Y al final el Olvido los arroja a un cesto
¡Y los torna a la Eternidad!»
Esa luna encantada evoqué con frecuencia,
Ese silencio y esa languidez,
Y aquella confidencia penosa, susurrada
Del corazón en el confesionario.
------------------
44)- EL BELLO NAVÍO
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas
Se pavonea con gracia tu altanera cabeza;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
Yo te quiero contar, ¡oh lánguida hechicera!
Los distintos encantos que ornan tu juventud;
Trazar deseo tu belleza
Donde, a la par, se alían infancia y madurez.
Tu seno que se comba, oprimiendo el moaré,
Tu seno triunfante es un pulido armario
Cuyas dos jambas claras y arqueadas
Se parecen a escudos que aferrasen la luz.
¡Provocantes defensas con dos rosadas puntas!
Mueble dulce en secretos, lleno de cosas ricas:
Vinos, perfumes, néctares,
Que harían delirar mentes y corazones.
Cuando pasas, barriendo el aire con tu falda,
Semejas a un bajel que enfila la bocana
Y anda balanceándose, desplegadas las velas,
Siguiendo un ritmo dulce y perezoso y lento.
Tus piernas escultóricas, bajo airosos volantes,
Provocan y exasperan las fiebres más oscuras,
Cual dos brujas batiendo
En profunda vasija el más siniestro tósigo.
Tus brazos que anhelaran los hércules precoces,
Son los más firmes émulos de las boas deslizantes,
Pensados para asir
Como para tatuar en tu pecho a tu amante.
Sobre tu esbelto cuello y tus anchas espaldas,
Se pavonea con gracia tu cabeza altanera;
Con aire plácido y triunfal
Continúas tu camino, majestuosa niña.
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°41
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
45)- LA MALA SUERTE
Para alzar un peso tan grande
¡Tu coraje haría falta, Sísifo!
Aun empeñándose en la obra
El Arte es largo y breve el Tiempo.
Lejos de célebres túmulos
En un camposanto aislado
Mi corazón, tambor velado,
Va redoblando marchas fúnebres.
-Mucha gema duerme oculta
En las tinieblas y el olvido,
Ajena a picos ya sondas.
-Mucha flor con pesar exhala
Como un secreto su grato aroma
En las profundas soledades.
-----------------
46)- LA MÁSCARA
En la forma ondulante del musculoso cuerpo,
Son hermanas divinas la Elegancia y la Fuerza.
Esta mujer, fragmento en verdad milagroso,
Noblemente robusta, divinamente esbelta,
Nació para reinar en lechos suntuosos
Y entretener los ocios de un príncipe o de un papa.
-Observa esa sonrisa voluptuosa y fina
Donde la Fatuidad sus éxtasis pasea,
Esos taimados ojos lánguidos y burlones,
El velo que realza esa faz delicada
Cuyos rasgos nos dicen con aire triunfador:
«¡El Deleite me nombra y el Amor me corona!»
A un ser que está dotado de tanta majestad,
¡Qué encanto estimulante le da la gentileza!
Acerquémonos trémulos de su belleza en torno.
¡Oh blasfemia del arte! ¡Oh sorpresa brutal!
La divina mujer, que prometía la dicha
¡Concluye en las alturas en un monstruo bicéfalo
¡Mas no! Máscara es sólo, mentido decorado,
Ese rostro que luce un mohín exquisito,
Y, contémplalo cerca: atrozmente crispados,
La auténtica cabeza, el rostro más real,
Se ocultan al amparo de la cara que miente.
¡Oh mi pobre belleza! El río esplendoroso
De tu llanto se abisma en mi hondo corazón.
Me embriaga tu mentira y se abreva mi alma
En la ola que en tus ojos el Dolor precipita.
-Mas, ¿por qué llora? En esa belleza inigualable
Que tendría a sus pies todo el género humano,
¿Qué misterioso mal roe su flanco de atleta?
-¡Insensata, solloza sólo porque ha vivido!
¡Y porque vive! Pero lo que lamenta más,
Lo que hasta las rodillas la hace estremecer
Es que mañana, ¡ay!, continuará viviendo,
¡Mañana, al otro día, siempre! ¡Igual que nosotros!
Para alzar un peso tan grande
¡Tu coraje haría falta, Sísifo!
Aun empeñándose en la obra
El Arte es largo y breve el Tiempo.
Lejos de célebres túmulos
En un camposanto aislado
Mi corazón, tambor velado,
Va redoblando marchas fúnebres.
-Mucha gema duerme oculta
En las tinieblas y el olvido,
Ajena a picos ya sondas.
-Mucha flor con pesar exhala
Como un secreto su grato aroma
En las profundas soledades.
-----------------
46)- LA MÁSCARA
Estatua alegórica a la
manera del renacimiento
a Ernest Christophe, escultor
`
Contempla ese tesoro de gracias florentinas;manera del renacimiento
a Ernest Christophe, escultor
`
En la forma ondulante del musculoso cuerpo,
Son hermanas divinas la Elegancia y la Fuerza.
Esta mujer, fragmento en verdad milagroso,
Noblemente robusta, divinamente esbelta,
Nació para reinar en lechos suntuosos
Y entretener los ocios de un príncipe o de un papa.
-Observa esa sonrisa voluptuosa y fina
Donde la Fatuidad sus éxtasis pasea,
Esos taimados ojos lánguidos y burlones,
El velo que realza esa faz delicada
Cuyos rasgos nos dicen con aire triunfador:
«¡El Deleite me nombra y el Amor me corona!»
A un ser que está dotado de tanta majestad,
¡Qué encanto estimulante le da la gentileza!
Acerquémonos trémulos de su belleza en torno.
¡Oh blasfemia del arte! ¡Oh sorpresa brutal!
La divina mujer, que prometía la dicha
¡Concluye en las alturas en un monstruo bicéfalo
¡Mas no! Máscara es sólo, mentido decorado,
Ese rostro que luce un mohín exquisito,
Y, contémplalo cerca: atrozmente crispados,
La auténtica cabeza, el rostro más real,
Se ocultan al amparo de la cara que miente.
¡Oh mi pobre belleza! El río esplendoroso
De tu llanto se abisma en mi hondo corazón.
Me embriaga tu mentira y se abreva mi alma
En la ola que en tus ojos el Dolor precipita.
-Mas, ¿por qué llora? En esa belleza inigualable
Que tendría a sus pies todo el género humano,
¿Qué misterioso mal roe su flanco de atleta?
-¡Insensata, solloza sólo porque ha vivido!
¡Y porque vive! Pero lo que lamenta más,
Lo que hasta las rodillas la hace estremecer
Es que mañana, ¡ay!, continuará viviendo,
¡Mañana, al otro día, siempre! ¡Igual que nosotros!
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- Mensaje n°42
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
47)- LA METAMORFOSIS DEL VAMPIRO
La mujer, entre tanto, de su boca de fresa
Retorciéndose como una sierpe entre brasas
Y amasando sus senos sobre el duro corsé,
Decía estas palabras impregnadas de almizcle:
«Son húmedos mis labios y la ciencia conozco
De perder en el fondo de un lecho la conciencia,
Seco todas las lágrimas en mis senos triunfales.
Y hago reír a los viejos con infantiles risas.
Para quien me contempla desvelada y desnuda
Reemplazo al sol, la luna, al cielo y las estrellas.
Yo soy, mi caro sabio, tan docta en los deleites,
Cuando sofoco a un hombre en mis brazos temidos
O cuando a los mordiscos abandono mi busto,
Tímida y libertina y frágil y robusta,
Que en esos cobertores que de emoción se rinden,
Impotentes los ángeles se perdieran por mí.»
Cuando hubo succionado de mis huesos la médula
y muy lánguidamente me volvía hacia ella
A fin de devolverle un beso, sólo vi
Rebosante de pus, un odre pegajoso.
Yo cerré los dos ojos con helado terror
y cuando quise abrirlos a aquella claridad,
A mi lado, en lugar del fuerte maniquí
Que parecía haber hecho provisión de mi sangre,
En confusión chocaban pedazos de esqueleto
De los cuales se alzaban chirridos de veleta
O de cartel, al cabo de un vástago de hierro,
Que balancea el viento en las noches de invierno.
---------
48)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
No dejes morir tus llamas;
Caldea mi sordo corazón,
¡Voluptuosidad, cruel tormento!
Diva! supplicem exaudî!
Diosa en el aire difundida,
Llama de nuestro subterráneo,
Escucha a un alma consumida
Que alza hacia ti su férreo canto,
¡Voluptuosidad, sé mi reina!
Toma máscara de sirena
Hecha de carne y de brocado,
O viérteme tus hondos sueños
En el licor informe y místico,
¡Voluptuosidad, fantasma elástico!
La mujer, entre tanto, de su boca de fresa
Retorciéndose como una sierpe entre brasas
Y amasando sus senos sobre el duro corsé,
Decía estas palabras impregnadas de almizcle:
«Son húmedos mis labios y la ciencia conozco
De perder en el fondo de un lecho la conciencia,
Seco todas las lágrimas en mis senos triunfales.
Y hago reír a los viejos con infantiles risas.
Para quien me contempla desvelada y desnuda
Reemplazo al sol, la luna, al cielo y las estrellas.
Yo soy, mi caro sabio, tan docta en los deleites,
Cuando sofoco a un hombre en mis brazos temidos
O cuando a los mordiscos abandono mi busto,
Tímida y libertina y frágil y robusta,
Que en esos cobertores que de emoción se rinden,
Impotentes los ángeles se perdieran por mí.»
Cuando hubo succionado de mis huesos la médula
y muy lánguidamente me volvía hacia ella
A fin de devolverle un beso, sólo vi
Rebosante de pus, un odre pegajoso.
Yo cerré los dos ojos con helado terror
y cuando quise abrirlos a aquella claridad,
A mi lado, en lugar del fuerte maniquí
Que parecía haber hecho provisión de mi sangre,
En confusión chocaban pedazos de esqueleto
De los cuales se alzaban chirridos de veleta
O de cartel, al cabo de un vástago de hierro,
Que balancea el viento en las noches de invierno.
---------
48)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
No dejes morir tus llamas;
Caldea mi sordo corazón,
¡Voluptuosidad, cruel tormento!
Diva! supplicem exaudî!
Diosa en el aire difundida,
Llama de nuestro subterráneo,
Escucha a un alma consumida
Que alza hacia ti su férreo canto,
¡Voluptuosidad, sé mi reina!
Toma máscara de sirena
Hecha de carne y de brocado,
O viérteme tus hondos sueños
En el licor informe y místico,
¡Voluptuosidad, fantasma elástico!
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- Mensaje n°43
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
49)- EPÍGRAFE PARA UN LIBRO CONDENADO
Lector apacible y bucólico,
Ingenuo y sobrio hombre de bien,
Tira este libro saturniano,
Melancólico y orgiástico.
Si no cursaste tu retórica
Con Satán, el decano astuto,
¡Tíralo! nada entenderás
O me juzgarás histérico.
Mas si de hechizos a salvo,
Tu mirar tienta el abismo,
Léeme y sabrás amarme;
Alma curiosa que padeces
Y en pos vas de tu paraíso,
¡Compadéceme!... ¡O te maldigo!
----------------
50)- EL SURTIDOR
Se cansaron tus ojos, ¡pobre amante!
Que se queden cerrados largo rato,
En esa postura indolente
En que el placer te sorprendió.
El murmullo del surtidor,
Que día y noche permanece,
Prolonga dulcemente el éxtasis
En que el amor me sumiera.
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
Así tu alma, incendiada
Por la cruda luz del goce,
Se lanza atrevida y rápida
Rumbo a cielos encantados.
Moribunda, se transforma
En una triste ola lánguida
Que, por invisible rampa,
Se abisma en mi corazón
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
¡Oh embellecida por la noche,
Resulta dulce, sobre el seno,
Escuchar el gemido eterno
Que en el estanque solloza!
Agua, sonora, luna, noche,
Estremecidos árboles en torno,
Vuestra pura melancolía
Es el espejo de mi amor.
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
Lector apacible y bucólico,
Ingenuo y sobrio hombre de bien,
Tira este libro saturniano,
Melancólico y orgiástico.
Si no cursaste tu retórica
Con Satán, el decano astuto,
¡Tíralo! nada entenderás
O me juzgarás histérico.
Mas si de hechizos a salvo,
Tu mirar tienta el abismo,
Léeme y sabrás amarme;
Alma curiosa que padeces
Y en pos vas de tu paraíso,
¡Compadéceme!... ¡O te maldigo!
----------------
50)- EL SURTIDOR
Se cansaron tus ojos, ¡pobre amante!
Que se queden cerrados largo rato,
En esa postura indolente
En que el placer te sorprendió.
El murmullo del surtidor,
Que día y noche permanece,
Prolonga dulcemente el éxtasis
En que el amor me sumiera.
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
Así tu alma, incendiada
Por la cruda luz del goce,
Se lanza atrevida y rápida
Rumbo a cielos encantados.
Moribunda, se transforma
En una triste ola lánguida
Que, por invisible rampa,
Se abisma en mi corazón
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
¡Oh embellecida por la noche,
Resulta dulce, sobre el seno,
Escuchar el gemido eterno
Que en el estanque solloza!
Agua, sonora, luna, noche,
Estremecidos árboles en torno,
Vuestra pura melancolía
Es el espejo de mi amor.
El amplio chorro
En flores mil,
Donde Febea
Colores muestra,
Cae como lluvia
De lentas lágrimas.
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- Mensaje n°44
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
51)- EL SOL
Por la vieja barriada, donde, de las casuchas
Las persianas ocultan las lujurias secretas
Cuando el astro cruel furiosamente hiere
La ciudad y los campos, los techos y sembrados,
Quisiera ejercitarme en mi esgrima fantástica
Husmeando en los rincones azares de la rima,
Tropezando en las sílabas, como en el empedrado,
Acaso hallando versos que hace tiempo soñé.
Ese padre nutricio, que huye de las clorosis,
En los campos despierta los versos y las rosas;
Logra que se evaporen hacia el éter las penas
Saturando de miel cerebros y colmenas.
Es el quien borra años al que lleva muletas
Y le torna festivo como las bellas mozas,
Y a las mieses ordena madurar y crecer
En la inmortal entraña que desea florecer.
Cuando, como un poeta, desciende a las ciudades,
Ennoblece la suerte de las cosas mas viles,
Y penetra cual rey, sin séquito ni pompa,
Tanto en las casas regias como en los hospitales.
---------
52)- EL MAL MONJE
Los claustros antiguos sobre sus amplios muros
Despliegan en cuadros la santa Verdad,
Cuyo efecto, caldeando las piadosas entrañas.
Atempera la frialdad de su austeridad.
En días que de Cristo florecían las semillas,
Más de un ilustre monje, hoy poco citado,
Tomando por taller el campo santo,
Glorificaba la Muerte con simplicidad.
-Mi alma es una tumba que, pésimo cenobita,
Desde la eternidad recorro y habito;
Nada embellece los muros de este claustro odioso.
¡Oh, monje holgazán! ¿Cuándo sabré yo hacer
Del espectáculo vivido de mi triste miseria
El trabajo de mis manos y el amor de mis ojos?
Por la vieja barriada, donde, de las casuchas
Las persianas ocultan las lujurias secretas
Cuando el astro cruel furiosamente hiere
La ciudad y los campos, los techos y sembrados,
Quisiera ejercitarme en mi esgrima fantástica
Husmeando en los rincones azares de la rima,
Tropezando en las sílabas, como en el empedrado,
Acaso hallando versos que hace tiempo soñé.
Ese padre nutricio, que huye de las clorosis,
En los campos despierta los versos y las rosas;
Logra que se evaporen hacia el éter las penas
Saturando de miel cerebros y colmenas.
Es el quien borra años al que lleva muletas
Y le torna festivo como las bellas mozas,
Y a las mieses ordena madurar y crecer
En la inmortal entraña que desea florecer.
Cuando, como un poeta, desciende a las ciudades,
Ennoblece la suerte de las cosas mas viles,
Y penetra cual rey, sin séquito ni pompa,
Tanto en las casas regias como en los hospitales.
---------
52)- EL MAL MONJE
Los claustros antiguos sobre sus amplios muros
Despliegan en cuadros la santa Verdad,
Cuyo efecto, caldeando las piadosas entrañas.
Atempera la frialdad de su austeridad.
En días que de Cristo florecían las semillas,
Más de un ilustre monje, hoy poco citado,
Tomando por taller el campo santo,
Glorificaba la Muerte con simplicidad.
-Mi alma es una tumba que, pésimo cenobita,
Desde la eternidad recorro y habito;
Nada embellece los muros de este claustro odioso.
¡Oh, monje holgazán! ¿Cuándo sabré yo hacer
Del espectáculo vivido de mi triste miseria
El trabajo de mis manos y el amor de mis ojos?
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- Mensaje n°45
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
53)- EL LOCO Y LA VENUS
¡Qué admirable día! El vasto parque desmaya ante la mirada abrasadora del Sol, como la juventud bajo el dominio del Amor.
El éxtasis universal de las cosas no se expresa por ruido ninguno; las mismas aguas están como dormidas. Harto diferente de las fiestas humanas, ésta es una orgía silenciosa.
Diríase que una luz siempre en aumento da a las cosas un centelleo cada vez mayor; que las flores excitadas arden en deseos de rivalizar con el azul del cielo por la energía de sus colores, y que el calor, haciendo visibles los perfumes, los levanta hacia el astro como humaredas.
Pero entre el goce universal he visto un ser afligido.
A los pies de una Venus colosal, uno de esos locos artificiales, uno de esos bufones voluntarios que se encargan de hacer reír a los reyes cuando el remordimiento o el hastío los obsesiona, emperejilado con un traje brillante y ridículo, con tocado de cuernos y cascabeles, acurrucado junto al pedestal, levanta los ojos arrasados en lágrimas hacia la inmortal diosa.
Y dicen sus ojos: Soy el último, el más solitario de los seres humanos, privado de amor y de amistad; soy inferior en mucho al animal más imperfecto. Hecho estoy, sin embargo, yo también, para comprender y sentir la inmortal belleza. ¡Ay! ¡Diosa! ¡Tened piedad de mi tristeza y de mi delirio!»
Pero la Venus implacable mira a lo lejos no sé qué con sus ojos de mármol.
¡Qué admirable día! El vasto parque desmaya ante la mirada abrasadora del Sol, como la juventud bajo el dominio del Amor.
El éxtasis universal de las cosas no se expresa por ruido ninguno; las mismas aguas están como dormidas. Harto diferente de las fiestas humanas, ésta es una orgía silenciosa.
Diríase que una luz siempre en aumento da a las cosas un centelleo cada vez mayor; que las flores excitadas arden en deseos de rivalizar con el azul del cielo por la energía de sus colores, y que el calor, haciendo visibles los perfumes, los levanta hacia el astro como humaredas.
Pero entre el goce universal he visto un ser afligido.
A los pies de una Venus colosal, uno de esos locos artificiales, uno de esos bufones voluntarios que se encargan de hacer reír a los reyes cuando el remordimiento o el hastío los obsesiona, emperejilado con un traje brillante y ridículo, con tocado de cuernos y cascabeles, acurrucado junto al pedestal, levanta los ojos arrasados en lágrimas hacia la inmortal diosa.
Y dicen sus ojos: Soy el último, el más solitario de los seres humanos, privado de amor y de amistad; soy inferior en mucho al animal más imperfecto. Hecho estoy, sin embargo, yo también, para comprender y sentir la inmortal belleza. ¡Ay! ¡Diosa! ¡Tened piedad de mi tristeza y de mi delirio!»
Pero la Venus implacable mira a lo lejos no sé qué con sus ojos de mármol.
Le fou et la Vénus
Quelle admirable journée! Le vaste parc se pâme sous l'œil brûlant du soleil, comme la jeunesse sous la domination de l'Amour.
L'extase universelle des choses ne s'exprime par aucun bruit; les eaux elles-mêmes sont comme endormies. Bien différente des fêtes humaines, c'est ici une orgie silencieuse.
On dirait qu'une lumière toujours croissante fait de plus en plus étinceler les objets; que les fleurs excitées brûlent du désir de rivaliser avec l'azur du ciel par l'énergie de leurs couleurs, et que la chaleur, rendant visibles les parfums, les fait monter vers l'astre comme des fumées.
Cependant, dans cette jouissance universelle, j'ai aperçu un être affligé.
Aux pieds d'une colossale Vénus, un de ces fous artificiels, un de ces bouffons volontaires chargés de faire rire les rois quand le Remords ou l'Ennui les obsède, affublé d'un costume éclatant et ridicule, coiffé de cornes et de sonnettes, tout ramassé contre le piédestal, lève des yeux pleins de larmes vers l'immortelle Déesse.
Et ses yeux disent: - "Je suis le dernier et le plus solitaire des humains, privé d'amour et d'amitié, et bien inférieur en cela au plus imparfait des animaux.
Cependant je suis fait, moi aussi, pour comprendre et sentir l'immortelle Beauté! Ah! Déesse! ayez pitié de ma tristesse et de mon délire!"
Mais l'implacable Vénus regarde au loin je ne sais quoi avec ses yeux de marbre.
Charles BaudelaireL'extase universelle des choses ne s'exprime par aucun bruit; les eaux elles-mêmes sont comme endormies. Bien différente des fêtes humaines, c'est ici une orgie silencieuse.
On dirait qu'une lumière toujours croissante fait de plus en plus étinceler les objets; que les fleurs excitées brûlent du désir de rivaliser avec l'azur du ciel par l'énergie de leurs couleurs, et que la chaleur, rendant visibles les parfums, les fait monter vers l'astre comme des fumées.
Cependant, dans cette jouissance universelle, j'ai aperçu un être affligé.
Aux pieds d'une colossale Vénus, un de ces fous artificiels, un de ces bouffons volontaires chargés de faire rire les rois quand le Remords ou l'Ennui les obsède, affublé d'un costume éclatant et ridicule, coiffé de cornes et de sonnettes, tout ramassé contre le piédestal, lève des yeux pleins de larmes vers l'immortelle Déesse.
Et ses yeux disent: - "Je suis le dernier et le plus solitaire des humains, privé d'amour et d'amitié, et bien inférieur en cela au plus imparfait des animaux.
Cependant je suis fait, moi aussi, pour comprendre et sentir l'immortelle Beauté! Ah! Déesse! ayez pitié de ma tristesse et de mon délire!"
Mais l'implacable Vénus regarde au loin je ne sais quoi avec ses yeux de marbre.
Maria Lua- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°46
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Bohemios de viaje
La profética tribu de pupilas ardientes
ayer se puso en marcha, llevando a sus chiquitos
en la espalda, o entregando a su enorme apetito
el tesoro siempre pronto de sus tetas pendientes.
Los hombres caminan bajo armas relucientes
junto a carros donde viajan los suyos apretados,
paseando por el cielo sus ojos cargados
con la triste nostalgia de quimeras ausentes.
Del fondo de su agujero arenoso, el grillo,
cuando los ve pasar, redobla su estribillo;
Cibeles, que los quiere, agranda sus verduras,
saca agua de las piedras y flores del desierto
ante estos viajeros, para los que está abierto
el imperio familiar de las tinieblas futuras.
Bohémiens en voyage
La tribu prophétique aux prunelles ardentes
Hier s'est mise en route, emportant ses petits
Sur son dos, ou livrant à leurs fiers appétits
Le trésor toujours prêt des mamelles pendantes.
Les hommes vont à pied sous leurs armes luisantes
Le long des chariots où les leurs sont blottis,
Promenant sur le ciel des yeux appesantis
Par le morne regret des chimères absentes.
Du fond de son réduit sablonneux le grillon,
Les regardant passer, redouble sa chanson ;
Cybèle, qui les aime, augmente ses verdures,
Fait couler le rocher et fleurir le désert
Devant ces voyageurs, pour lesquels est ouvert
L'empire familier des ténèbres futures.
La profética tribu de pupilas ardientes
ayer se puso en marcha, llevando a sus chiquitos
en la espalda, o entregando a su enorme apetito
el tesoro siempre pronto de sus tetas pendientes.
Los hombres caminan bajo armas relucientes
junto a carros donde viajan los suyos apretados,
paseando por el cielo sus ojos cargados
con la triste nostalgia de quimeras ausentes.
Del fondo de su agujero arenoso, el grillo,
cuando los ve pasar, redobla su estribillo;
Cibeles, que los quiere, agranda sus verduras,
saca agua de las piedras y flores del desierto
ante estos viajeros, para los que está abierto
el imperio familiar de las tinieblas futuras.
Bohémiens en voyage
La tribu prophétique aux prunelles ardentes
Hier s'est mise en route, emportant ses petits
Sur son dos, ou livrant à leurs fiers appétits
Le trésor toujours prêt des mamelles pendantes.
Les hommes vont à pied sous leurs armes luisantes
Le long des chariots où les leurs sont blottis,
Promenant sur le ciel des yeux appesantis
Par le morne regret des chimères absentes.
Du fond de son réduit sablonneux le grillon,
Les regardant passer, redouble sa chanson ;
Cybèle, qui les aime, augmente ses verdures,
Fait couler le rocher et fleurir le désert
Devant ces voyageurs, pour lesquels est ouvert
L'empire familier des ténèbres futures.
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
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cecilia gargantini- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°47
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Gracias, queridas Maria Lua y Evangelina!!!!!!!!!!!!! Qué bien viene leer cada tanto al padre de la poesía moderna, sin lugar a dudas.
Besitossssssssss para ambas
Besitossssssssss para ambas
Lluvia Abril- Administrador-Moderador
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Edad : 63
- Mensaje n°48
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Que ando por aquí,eh?
Deleitándome y agradeciendo vuestros aportes para mi satisfacción.
Besitos
Deleitándome y agradeciendo vuestros aportes para mi satisfacción.
Besitos
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“Como siempre; apenas uno pone los pies en la tierra
se acaba la diversión”.
se acaba la diversión”.
"Mafalda"
Maria Lua- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°49
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Gracias a todos que están participando,
con poemas y comentarios o leyendo...
Gracias, Evangelina, Pascual, Pedro,
Angel, Cecilia, Lluvia...
Besos
Maria Lua
con poemas y comentarios o leyendo...
Gracias, Evangelina, Pascual, Pedro,
Angel, Cecilia, Lluvia...
Besos
Maria Lua
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"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
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y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
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Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Edad : 68
- Mensaje n°50
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
¡Buenos aportes, ganancias de todos! jaaaaaa
Seguimos a este "grande".
Besos
55)- EL LETEO
Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;
Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.
¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.
Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.
Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.
Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes³ y la cicuta amada,
del pezón delicioso que corona este seno
el cual nunca contuvo un corazón.
--------
56)- EL ENEMIGO
Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.
He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.
¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?
-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.
Seguimos a este "grande".
Besos
55)- EL LETEO
Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;
Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.
¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.
Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.
Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.
Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes³ y la cicuta amada,
del pezón delicioso que corona este seno
el cual nunca contuvo un corazón.
--------
56)- EL ENEMIGO
Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.
He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.
¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?
-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°51
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
57)- CORRESPONDENCIAS
La Natura es un templo donde vividos pilares
Dejan, a veces, brotar confusas palabras;
El hombre pasa a través de bosques de símbolos
que lo observan con miradas familiares.
Como prolongados ecos que de lejos se confunden
En una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la noche y como la claridad,
Los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como carnes de niños,
Suaves cual los oboes, verdes como las praderas,
Y otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Que tienen la expansión de cosas infinitas,
Como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,
Que cantan los transportes del espíritu y de los sentidos.
----------
La Natura es un templo donde vividos pilares
Dejan, a veces, brotar confusas palabras;
El hombre pasa a través de bosques de símbolos
que lo observan con miradas familiares.
Como prolongados ecos que de lejos se confunden
En una tenebrosa y profunda unidad,
Vasta como la noche y como la claridad,
Los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como carnes de niños,
Suaves cual los oboes, verdes como las praderas,
Y otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Que tienen la expansión de cosas infinitas,
Como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,
Que cantan los transportes del espíritu y de los sentidos.
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Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Edad : 68
- Mensaje n°52
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
INDICE:
01)- EL ALMA DEL VINO
02)- EL VINO DEL SOLITARIO
03)- EL VINO DE LOS AMANTES
04)- LA DESTRUCCIÓN
05)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
06)- MUJERES CONDENADAS
07)- LAS DOS BUENAS HERMANAS
08)- ALEGORÍA
09)- LA BEATRIZ
10)- EL AMOR Y EL CRÁNEO
11)- LA MUERTE DE LOS AMANTES
12)- LA MUERTE DE LOS ARTISTAS
13)- EL FIN DE LA JORNADA
14)- SUEÑO DE UN CURIOSO
15)- LAS ALHAJAS
16)- EL ALBATROS
17)- LA MUSA ENFERMA
18)- ELEVACIÓN
19)- LA VOZ
20)- PERFUME EXÓTICO
21)- LA SERPIENTE QUE DANZA
22)- SONETO DE OTOÑO
23)- TRISTEZAS DE LA LUNA
24)- YO AMO EL RECUERDO
25)- LA CAMPANA HENDIDA
26)- LA CABELLERA
27)- ABEL Y CAÍN
28) BENDICIÓN
29)- EL GATO
30)- LOS FAROS
31)- A LA QUE ES DEMASIADO ALEGRE
32)- CIELO NEBLINOSO
33)- LA MUSA VENAL
34)- CONDENACIÓN
35)- A THEODORE DE BANVILLE
36)- A UNA TRANSEÚNTE
37)- AL LECTOR
38)- PERFUME EXÓTICO
39)- EL GLOTÓN
40)- PUESTA DE SIL ROMÁNTICA
41)- ORGULLO
42)- EL AMOR ENGAÑOSO
43)- CONFESIÓN
44)- EL BELLO NAVÍO
45)- LA MALA SUERTE
46)- LA MÁSCARA
47)- LA METAMORFOSIS DEL VAMPIRO
48)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
49)- EPÍGRAFE PARA UN LUBRO CONDENADO
50)- EL SURTIDOR
51)- EL SOL
52)- EL MAL MONJE
53)- EL LOCO Y LA VENUS
54)- BOHEMIOS DE VIAJE
55)- EL LETEO
56)- EL ENEMIGO
57)- CORRESPONDENCIAS
Índice actualizado hoy viernes 21 de junio hora 5:28 pm
01)- EL ALMA DEL VINO
02)- EL VINO DEL SOLITARIO
03)- EL VINO DE LOS AMANTES
04)- LA DESTRUCCIÓN
05)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
06)- MUJERES CONDENADAS
07)- LAS DOS BUENAS HERMANAS
08)- ALEGORÍA
09)- LA BEATRIZ
10)- EL AMOR Y EL CRÁNEO
11)- LA MUERTE DE LOS AMANTES
12)- LA MUERTE DE LOS ARTISTAS
13)- EL FIN DE LA JORNADA
14)- SUEÑO DE UN CURIOSO
15)- LAS ALHAJAS
16)- EL ALBATROS
17)- LA MUSA ENFERMA
18)- ELEVACIÓN
19)- LA VOZ
20)- PERFUME EXÓTICO
21)- LA SERPIENTE QUE DANZA
22)- SONETO DE OTOÑO
23)- TRISTEZAS DE LA LUNA
24)- YO AMO EL RECUERDO
25)- LA CAMPANA HENDIDA
26)- LA CABELLERA
27)- ABEL Y CAÍN
28) BENDICIÓN
29)- EL GATO
30)- LOS FAROS
31)- A LA QUE ES DEMASIADO ALEGRE
32)- CIELO NEBLINOSO
33)- LA MUSA VENAL
34)- CONDENACIÓN
35)- A THEODORE DE BANVILLE
36)- A UNA TRANSEÚNTE
37)- AL LECTOR
38)- PERFUME EXÓTICO
39)- EL GLOTÓN
40)- PUESTA DE SIL ROMÁNTICA
41)- ORGULLO
42)- EL AMOR ENGAÑOSO
43)- CONFESIÓN
44)- EL BELLO NAVÍO
45)- LA MALA SUERTE
46)- LA MÁSCARA
47)- LA METAMORFOSIS DEL VAMPIRO
48)- LA PLEGARIA DE UN PAGANO
49)- EPÍGRAFE PARA UN LUBRO CONDENADO
50)- EL SURTIDOR
51)- EL SOL
52)- EL MAL MONJE
53)- EL LOCO Y LA VENUS
54)- BOHEMIOS DE VIAJE
55)- EL LETEO
56)- EL ENEMIGO
57)- CORRESPONDENCIAS
Índice actualizado hoy viernes 21 de junio hora 5:28 pm
enrique garcia- España
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- Mensaje n°53
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Un gran trabajo el tuyo Lunita querida
besos de cariño
gracias
besos de cariño
gracias
Maria Lua- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°54
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
Gracias, amigo Enrique,
por leer y comentar...
Besos
Maria Lua
por leer y comentar...
Besos
Maria Lua
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"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
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Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°55
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
58)- UNA MUJER PASÓ
La calle atronadora aullaba alrededor de mí.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor majestuoso
una mujer pasó, recogiendo con mano fastuosa
las oscilantes vueltas de sus velos,
ligera y distinguida, con piernas de estatua.
De pronto bebí, crispado como un loco,
de su mirada, cielo lívido donde germina el huracán,
el dulzor que fascina y el placer que mata.
¡Un relámpago…, después la noche! Fugitiva belleza
cuya mirada me hizo renacer de golpe.
¿No he de verte ya más que en la eternidad?
¡En todo caso lejos, ya tarde, quizá nunca!
pues no sé dónde fuiste ni sabes dónde voy.
¡Oh tú, a la que yo hubiera amado; oh tú, que lo sabías!
------------------
59)- LO IRREMEDIABLE
I
Una idea, una forma, un ser
que del azul ha descendido
hasta el Estigio cenagoso,
del ojo del cielo perdido;
un angel, viajero imprudente,
al que tentó todo lo deforme
y que ahora agita los brazos
en una pesadilla enorme,
luchando como un nadador
en un gigante remolino;
un loco que hace piruetas
en la tiniebla del camino;
un embrujado sin ventura,
un sabedor que nada sabe,
y en calabozo de retepiles
no encuentra la luz, ni la llave;
un condenado que oscuras baja
una interminable escalera
sin barandal-olor a humedad
del negro abismo que le espera,
con monstruos viscosos que aguardan
la pupila fosforescente,
y hacen día de la tiniebla
para ellos unicamente-;
un navío en un mar helado
como en un cepo de cristal
y sin saber qué derrotero
le condujo a la trampa fatal.
-signos claros, cuadro perfecto
de una fortuna irremediable
que hace pensar que el diablo procede
siempre de modo irreprochable.
II
¡Diálogo sombrío de un alma
convertida en su propio espejo!
pozo de verdad, claro y negro,
donde una estrella da su reflejo;
antorcha de satánica fiesta,
y faro irónico, infernal,
único alivio, única gloria.
La conciencia dentro del mal.
***
I
Une Idée, une Forme, un Etre
Parti de l'azur et tombé
Dans un Styx bourbeux et plombé
Où nul oeil du Ciel ne pénètre;
Un Ange, imprudent voyageur
Qu'a tenté l'amour du difforme,
Au fond d'un cauchemar énorme
Se débattant comme un nageur,
Et luttant, angoisses funèbres!
Contre un gigantesque remous
Qui va chantant comme les fous
Et pirouettant dans les ténèbres;
Un malheureux ensorcelé
Dans ses tâtonnements futiles
Pour fuir d'un lieu plein de reptiles,
Cherchant la lumière et la clé;
Un damné descendant sans lampe
Au bord d'un gouffre dont l'odeur
Trahit l'humide profondeur
D'éternels escaliers sans rampe,
Où veillent des monstres visqueux
Dont les larges yeux de phosphore
Font une nuit plus noire encore
Et ne rendent visibles qu'eux;
Un navire pris dans le pôle
Comme en un piège de cristal,
Cherchant par quel détroit fatal
Il est tombé dans cette geôle;
— Emblèmes nets, tableau parfait
D'une fortune irrémédiable
Qui donne à penser que le Diable
Fait toujours bien tout ce qu'il fait!
II
Tête-à-tête sombre et limpide
Qu'un coeur devenu son miroir!
Puits de Vérité, clair et noir
Où tremble une étoile livide,
Un phare ironique, infernal
Flambeau des grâces sataniques,
Soulagement et gloire uniques,
— La conscience dans le Mal!
Traducción:
Antonio Linares:
Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Enseñanza Secundaria, Poeta y Traductor.
Ha colaborado en el diario [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]y en las revistas Clarín, Poe+, Norbania,[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], entre otras publiaciones nacionales e internacionales.
La calle atronadora aullaba alrededor de mí.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor majestuoso
una mujer pasó, recogiendo con mano fastuosa
las oscilantes vueltas de sus velos,
ligera y distinguida, con piernas de estatua.
De pronto bebí, crispado como un loco,
de su mirada, cielo lívido donde germina el huracán,
el dulzor que fascina y el placer que mata.
¡Un relámpago…, después la noche! Fugitiva belleza
cuya mirada me hizo renacer de golpe.
¿No he de verte ya más que en la eternidad?
¡En todo caso lejos, ya tarde, quizá nunca!
pues no sé dónde fuiste ni sabes dónde voy.
¡Oh tú, a la que yo hubiera amado; oh tú, que lo sabías!
------------------
59)- LO IRREMEDIABLE
I
Una idea, una forma, un ser
que del azul ha descendido
hasta el Estigio cenagoso,
del ojo del cielo perdido;
un angel, viajero imprudente,
al que tentó todo lo deforme
y que ahora agita los brazos
en una pesadilla enorme,
luchando como un nadador
en un gigante remolino;
un loco que hace piruetas
en la tiniebla del camino;
un embrujado sin ventura,
un sabedor que nada sabe,
y en calabozo de retepiles
no encuentra la luz, ni la llave;
un condenado que oscuras baja
una interminable escalera
sin barandal-olor a humedad
del negro abismo que le espera,
con monstruos viscosos que aguardan
la pupila fosforescente,
y hacen día de la tiniebla
para ellos unicamente-;
un navío en un mar helado
como en un cepo de cristal
y sin saber qué derrotero
le condujo a la trampa fatal.
-signos claros, cuadro perfecto
de una fortuna irremediable
que hace pensar que el diablo procede
siempre de modo irreprochable.
II
¡Diálogo sombrío de un alma
convertida en su propio espejo!
pozo de verdad, claro y negro,
donde una estrella da su reflejo;
antorcha de satánica fiesta,
y faro irónico, infernal,
único alivio, única gloria.
La conciencia dentro del mal.
***
I
Une Idée, une Forme, un Etre
Parti de l'azur et tombé
Dans un Styx bourbeux et plombé
Où nul oeil du Ciel ne pénètre;
Un Ange, imprudent voyageur
Qu'a tenté l'amour du difforme,
Au fond d'un cauchemar énorme
Se débattant comme un nageur,
Et luttant, angoisses funèbres!
Contre un gigantesque remous
Qui va chantant comme les fous
Et pirouettant dans les ténèbres;
Un malheureux ensorcelé
Dans ses tâtonnements futiles
Pour fuir d'un lieu plein de reptiles,
Cherchant la lumière et la clé;
Un damné descendant sans lampe
Au bord d'un gouffre dont l'odeur
Trahit l'humide profondeur
D'éternels escaliers sans rampe,
Où veillent des monstres visqueux
Dont les larges yeux de phosphore
Font une nuit plus noire encore
Et ne rendent visibles qu'eux;
Un navire pris dans le pôle
Comme en un piège de cristal,
Cherchant par quel détroit fatal
Il est tombé dans cette geôle;
— Emblèmes nets, tableau parfait
D'une fortune irrémédiable
Qui donne à penser que le Diable
Fait toujours bien tout ce qu'il fait!
II
Tête-à-tête sombre et limpide
Qu'un coeur devenu son miroir!
Puits de Vérité, clair et noir
Où tremble une étoile livide,
Un phare ironique, infernal
Flambeau des grâces sataniques,
Soulagement et gloire uniques,
— La conscience dans le Mal!
Traducción:
Antonio Linares:
Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Enseñanza Secundaria, Poeta y Traductor.
Ha colaborado en el diario [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]y en las revistas Clarín, Poe+, Norbania,[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], entre otras publiaciones nacionales e internacionales.
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°56
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
60)- EL APARECIDO
Como los ángeles de fiera mirada,
Volveré a tu alcoba
Y me deslizaré hasta ti sin ruido
Con las sombras de la noche;
Y te daré, morena mía,
Besos fríos, como la luna,
Y caricias de serpiente
Arrastrándose en torno a una fosa.
Cuando llegue la lívida mañana,
Encontrarás mi lugar vacío
Y hasta el anochecer seguirá frío.
Como otros por la ternura,
En tu vida y en tu juventud,
¡yo quiero reinar por el terror!
-Y largas comitivas fúnebres, sin tambores ni música,
desfilan lentamente en mi alma; la Esperanza,
vencida, llora, y la Angustia atroz, despótica,
sobre mi cráneo inclinado enarbola su negro estandarte.
©CHARLES BAUDELAIRE
------------------
61)- HIMNO
A la muy querida, a la muy bella
Que llena mi corazón de claridad,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡salud en la inmortalidad!
Ella se extiende en mi vida
Como un aire impregnado de sal,
Y en mi alma no saciada
Derrama el sabor de lo eterno.
Saquito siempre fresco que perfuma
La atmósfera de un reducto querido,
Incensario olvidado que echa humo
En secreto a través de la noche,
¿cómo, amor incorruptible,
definirte con verdad?,
¡grano de almizcle que yaces, invisible,
en el fondo de mi eternidad!
A la muy buena, a la muy bella,
Que constituye mi alegría y mi salud,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡salud en la inmortalidad!
Como los ángeles de fiera mirada,
Volveré a tu alcoba
Y me deslizaré hasta ti sin ruido
Con las sombras de la noche;
Y te daré, morena mía,
Besos fríos, como la luna,
Y caricias de serpiente
Arrastrándose en torno a una fosa.
Cuando llegue la lívida mañana,
Encontrarás mi lugar vacío
Y hasta el anochecer seguirá frío.
Como otros por la ternura,
En tu vida y en tu juventud,
¡yo quiero reinar por el terror!
-Y largas comitivas fúnebres, sin tambores ni música,
desfilan lentamente en mi alma; la Esperanza,
vencida, llora, y la Angustia atroz, despótica,
sobre mi cráneo inclinado enarbola su negro estandarte.
©CHARLES BAUDELAIRE
------------------
61)- HIMNO
A la muy querida, a la muy bella
Que llena mi corazón de claridad,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡salud en la inmortalidad!
Ella se extiende en mi vida
Como un aire impregnado de sal,
Y en mi alma no saciada
Derrama el sabor de lo eterno.
Saquito siempre fresco que perfuma
La atmósfera de un reducto querido,
Incensario olvidado que echa humo
En secreto a través de la noche,
¿cómo, amor incorruptible,
definirte con verdad?,
¡grano de almizcle que yaces, invisible,
en el fondo de mi eternidad!
A la muy buena, a la muy bella,
Que constituye mi alegría y mi salud,
Al ángel, al ídolo inmortal,
¡salud en la inmortalidad!
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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- Mensaje n°57
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
62)- EL VAMPIRO
Tú que, como una cuchillada,
Has entrado en mi corazón quejumbroso;
Tú que, como una manada
De demonios, enloquecida y adornada, viniste,
De mi espíritu humillado
A hacer tu lecho y tu dominio;
-infame a quien estoy ligado
como el forzado a la cadena,
como al juego el jugador empedernido,
como el borracho a la botella,
como a los gusanos la carroña,
-¡maldita, maldita seas!
He rogado a la rápida espada
Que conquiste mi libertad,
Y he dicho al pérfido veneno
Que socorra mi cobardía.
¡Ay! El veneno y la espada
me han desdeñado y me han dicho:
"No eres digno de que te liberen
de tu maldita esclavitud,
¡imbécil! -de su imperio
si nuestros esfuerzos te libraran,
¡tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro!"
------------
63)- LESBOS
Madre de antiguos juegos y dulces melodías,
Lesbos, donde los besos, lánguidos o imperiosos,
Cálidos como soles, frescos como sandías,
Engalanan las noches y los días gloriosos;
Madre de antiguos juegos y dulces melodías,
Lesbos, donde los besos son como las cascadas
Que a los negros abismos se arrojan impacientes,
Y corren, sollozando y cloqueando en oleadas,
Tormentosas, secretas, profundas, febricientes;
¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!
Lesbos, donde se aman las Frinés si se miran,
Donde jamás sin eco un suspiro quedara,
Como también a Pafos las estrellas te admiran,
¡Y Venus con razón a Safo la celara!
Lesbos, donde se aman las Frinés si se miran,
¡Lesbos, tierra de noches lánguidas y calientes,
Donde discurre estéril la voluptuosidad!
Claros espejos donde bellas adolescentes
Acarician los frutos de su nubilidad;
Lesbos, tierra de noches lánguidas y calientes,
Deja a Platón fruncir el ceño venerable;
Tú obtienes el perdón con besos infinitos,
Reina del dulce imperio, tierra noble y amable,
Y tus inagotables tranportes exquisitos.
Deja a Platón fruncir el ceño venerable.
¡Tú obtienes el perdón de la infinita pena,
Que aflige a los que sufren insaciables anhelos,
Y aleja de nosotros la sonrisa serena
Vagamente entrevista al borde de otros cielos!
¡Tú obtienes el perdón de la infinita pena!
¿Quién de los Dioses, Lesbos, se atreverá a juzgarte
Y condenar acaso tus tiernos desvaríos,
Si en sus balanzas de oro no pone de tu parte
Las lágrimas que al mar arrojaron tus ríos?
¿Quién de los Dioses, Lesbos, se atreverá a juzgarte?
¿Qué nos quieren las leyes de lo justo y lo injusto?
Vírgenes de sublime hermosura sin velo,
¡El rito vuestro como todo rito es augusto,
Y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!
¿Qué nos quieren las leyes de lo justo y lo injusto?
Porque yo fui entre todos por Lesbos elegido
Para que su secreto celebraran mis cantos,
Y desde la niñez al misterio admitido
Fui de las alegrías mezcladas con los llantos;
Porque yo fui entre todos por Lesbos elegido.
Y así vigilo desde la cima soberana,
Como un centinela de ojo agudo y certero,
Que noche y día acecha, brick, fragata o tartana,
Esas formas que tiemblan en el azul señero;
Y así vigilo desde la cima soberana.
Para saber si el mar es manso y complaciente,
Y entre estos sollozos que a la roca han herido
Devolverá una tarde a Lesbos, la indulgente,
De nuestra ausente Safo el cadáver querido.
¡Para saber si el mar es manso y complaciente!
De Safo varonil, la amante y el poeta,
¡Más hermosa que Venus con su pálido albor
Y su mirada azul donde vence, violeta,
el tenebroso círculo que trazara el dolor!
De Safo varonil, la amante y el poeta.
—Más hermosa que Venus surgiendo sobre el mundo
Y esparciendo el sociego de un tesoro dorado
Y el joven resplandor de su cuerpo rotundo
Sobre el antiguo Océano de su hija admirado;
¡Más hermosa que Venus surgiendo sobre el mundo!
—De Safo que murió mancillada y blasfema,
Cuando, insultando al culto con ese acto impío,
Su bello cuerpo dio como vianda suprema
A un patán cuyo orgullo castigó el extravío
De aquella que murió mancillada y blasfema.
¡Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma,
Y aunque el orbe le rinda sus honras más preciadas,
En las noches se embriaga con el fragor de espuma
Que elevan hacia el cielo sus costas desoladas!
¡Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma!
(Les Fleurs du Mal, 1857.)
Tú que, como una cuchillada,
Has entrado en mi corazón quejumbroso;
Tú que, como una manada
De demonios, enloquecida y adornada, viniste,
De mi espíritu humillado
A hacer tu lecho y tu dominio;
-infame a quien estoy ligado
como el forzado a la cadena,
como al juego el jugador empedernido,
como el borracho a la botella,
como a los gusanos la carroña,
-¡maldita, maldita seas!
He rogado a la rápida espada
Que conquiste mi libertad,
Y he dicho al pérfido veneno
Que socorra mi cobardía.
¡Ay! El veneno y la espada
me han desdeñado y me han dicho:
"No eres digno de que te liberen
de tu maldita esclavitud,
¡imbécil! -de su imperio
si nuestros esfuerzos te libraran,
¡tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro!"
------------
63)- LESBOS
Madre de antiguos juegos y dulces melodías,
Lesbos, donde los besos, lánguidos o imperiosos,
Cálidos como soles, frescos como sandías,
Engalanan las noches y los días gloriosos;
Madre de antiguos juegos y dulces melodías,
Lesbos, donde los besos son como las cascadas
Que a los negros abismos se arrojan impacientes,
Y corren, sollozando y cloqueando en oleadas,
Tormentosas, secretas, profundas, febricientes;
¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!
Lesbos, donde se aman las Frinés si se miran,
Donde jamás sin eco un suspiro quedara,
Como también a Pafos las estrellas te admiran,
¡Y Venus con razón a Safo la celara!
Lesbos, donde se aman las Frinés si se miran,
¡Lesbos, tierra de noches lánguidas y calientes,
Donde discurre estéril la voluptuosidad!
Claros espejos donde bellas adolescentes
Acarician los frutos de su nubilidad;
Lesbos, tierra de noches lánguidas y calientes,
Deja a Platón fruncir el ceño venerable;
Tú obtienes el perdón con besos infinitos,
Reina del dulce imperio, tierra noble y amable,
Y tus inagotables tranportes exquisitos.
Deja a Platón fruncir el ceño venerable.
¡Tú obtienes el perdón de la infinita pena,
Que aflige a los que sufren insaciables anhelos,
Y aleja de nosotros la sonrisa serena
Vagamente entrevista al borde de otros cielos!
¡Tú obtienes el perdón de la infinita pena!
¿Quién de los Dioses, Lesbos, se atreverá a juzgarte
Y condenar acaso tus tiernos desvaríos,
Si en sus balanzas de oro no pone de tu parte
Las lágrimas que al mar arrojaron tus ríos?
¿Quién de los Dioses, Lesbos, se atreverá a juzgarte?
¿Qué nos quieren las leyes de lo justo y lo injusto?
Vírgenes de sublime hermosura sin velo,
¡El rito vuestro como todo rito es augusto,
Y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!
¿Qué nos quieren las leyes de lo justo y lo injusto?
Porque yo fui entre todos por Lesbos elegido
Para que su secreto celebraran mis cantos,
Y desde la niñez al misterio admitido
Fui de las alegrías mezcladas con los llantos;
Porque yo fui entre todos por Lesbos elegido.
Y así vigilo desde la cima soberana,
Como un centinela de ojo agudo y certero,
Que noche y día acecha, brick, fragata o tartana,
Esas formas que tiemblan en el azul señero;
Y así vigilo desde la cima soberana.
Para saber si el mar es manso y complaciente,
Y entre estos sollozos que a la roca han herido
Devolverá una tarde a Lesbos, la indulgente,
De nuestra ausente Safo el cadáver querido.
¡Para saber si el mar es manso y complaciente!
De Safo varonil, la amante y el poeta,
¡Más hermosa que Venus con su pálido albor
Y su mirada azul donde vence, violeta,
el tenebroso círculo que trazara el dolor!
De Safo varonil, la amante y el poeta.
—Más hermosa que Venus surgiendo sobre el mundo
Y esparciendo el sociego de un tesoro dorado
Y el joven resplandor de su cuerpo rotundo
Sobre el antiguo Océano de su hija admirado;
¡Más hermosa que Venus surgiendo sobre el mundo!
—De Safo que murió mancillada y blasfema,
Cuando, insultando al culto con ese acto impío,
Su bello cuerpo dio como vianda suprema
A un patán cuyo orgullo castigó el extravío
De aquella que murió mancillada y blasfema.
¡Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma,
Y aunque el orbe le rinda sus honras más preciadas,
En las noches se embriaga con el fragor de espuma
Que elevan hacia el cielo sus costas desoladas!
¡Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma!
(Les Fleurs du Mal, 1857.)
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
64)- ¿QUÉ DIRÁS ESTA NOCHE, POBRE ALMA SOLITARIA...?
¿Qué dirás esta noche pobre alma solitaria,
Qué dirás, corazón, marchito hace tan poco,
A la muy bella, a la muy buena, a la amadísima,
Bajo cuya mirada floreciste de nuevo?
-El orgullo emplearemos en cantar sus loores;
Nada iguala al encanto que hay en su autoridad;
Su carne espiritual tiene un perfume angélico,
Y nos visten con ropas purísimas sus ojos.
En medio de la noche y de la soledad,
O a través de las calles, del gentío rodeado,
Danza como una antorcha su fantasma en el aire.
A veces habla y dice: «Yo soy bella y ordeno
Que por amor a mí no améis sino lo Bello;
Soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona».
-------------
65)- RECOGIMIENTO
Sé sabia, Pena mía, y permanece en calma.
Reclamabas la Noche; ya desciende, hela aquí:
Envuelve a la ciudad una atmósfera oscura
A unos la paz trayendo y a los más la zozobra.
Mientras que la gran masa de los viles mortales,
Del Placer bajo el látigo, ese verdugo impávido,
Cosecha sinsabores en la fiesta servil,
Ofréceme tu mano, Pena mía, ven aquí
Lejos de ellos. Mira balancearse los años transcurridos
Con vestidos ridículos, sobre las balaustradas
Del cielo; la nostalgia burlona ya emerge de las aguas;
Descansa bajo un arco el moribundo sol
Y, tal enorme sudario rezagado, hacia Oriente,
Oye, querida, oye cómo avanza la Noche.
¿Qué dirás esta noche pobre alma solitaria,
Qué dirás, corazón, marchito hace tan poco,
A la muy bella, a la muy buena, a la amadísima,
Bajo cuya mirada floreciste de nuevo?
-El orgullo emplearemos en cantar sus loores;
Nada iguala al encanto que hay en su autoridad;
Su carne espiritual tiene un perfume angélico,
Y nos visten con ropas purísimas sus ojos.
En medio de la noche y de la soledad,
O a través de las calles, del gentío rodeado,
Danza como una antorcha su fantasma en el aire.
A veces habla y dice: «Yo soy bella y ordeno
Que por amor a mí no améis sino lo Bello;
Soy el Ángel guardián, la Musa y la Madona».
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65)- RECOGIMIENTO
Sé sabia, Pena mía, y permanece en calma.
Reclamabas la Noche; ya desciende, hela aquí:
Envuelve a la ciudad una atmósfera oscura
A unos la paz trayendo y a los más la zozobra.
Mientras que la gran masa de los viles mortales,
Del Placer bajo el látigo, ese verdugo impávido,
Cosecha sinsabores en la fiesta servil,
Ofréceme tu mano, Pena mía, ven aquí
Lejos de ellos. Mira balancearse los años transcurridos
Con vestidos ridículos, sobre las balaustradas
Del cielo; la nostalgia burlona ya emerge de las aguas;
Descansa bajo un arco el moribundo sol
Y, tal enorme sudario rezagado, hacia Oriente,
Oye, querida, oye cómo avanza la Noche.
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
66)- TODAVÍA NO HE OLVIDADO...
Todavía no he olvidado, cercana a la ciudad,
Nuestra blanca mansión, pequeña más tranquila,
La Pomona de estuco y la antigua Afrodita
Velando su pudor tras una rala fronda,
Y el sol, en el crepúsculo, destellante y soberbio
Que, tras el vidrio donde se quebraban sus rayos,
Parecía, gran pupila en el cielo curioso,
Contemplar nuestras largas y solitarias cenas,
Derramando sus bellos reflejos alongados
En el estor de sarga y en el frugal mantel.
-----------------
67)- A LA BUENA SIRVIENTA QUE UN DÍA OS TUVO CELOSA...
A la buena sirvienta que un día os tuvo celosa
Y que su sueño duerme bajo la humilde hierba,
Pese a todo, debiéramos llevarle algunas flores.
Los muertos, pobres muertos, tienen grandes pesares
Y cuando lanza Octubre su viento melancólico
Que despoja a los árboles en torno de las tumbas,
A los vivos, sin duda, encuentran bien ingratos
Por dormir tibiamente bajo sus cobertores,
Mientras que, devorados por negras pesadillas,
Sin agradables charlas, sin compañía en el lecho,
Esqueletos helados que trabajó el gusano,
Ellos sufren las nieves goteantes del invierno,
Y transcurrir el siglo, sin que amigos ni deudos,
Reemplacen los jirones que penden de sus verjas.
Cuando silba y crepita el leño, si una noche,
Tranquila, en el sillón la viera reclinarse,
Si en una noche azul y helada de Diciembre
La encontrara encogida en un rincón del cuarto,
Grave y recién llegada de su lecho perenne,
Ciñendo al niño grande con maternal mirada,
A aquella alma piadosa ¿qué le respondería
Viendo caer las lágrimas de sus profundos párpados?
Todavía no he olvidado, cercana a la ciudad,
Nuestra blanca mansión, pequeña más tranquila,
La Pomona de estuco y la antigua Afrodita
Velando su pudor tras una rala fronda,
Y el sol, en el crepúsculo, destellante y soberbio
Que, tras el vidrio donde se quebraban sus rayos,
Parecía, gran pupila en el cielo curioso,
Contemplar nuestras largas y solitarias cenas,
Derramando sus bellos reflejos alongados
En el estor de sarga y en el frugal mantel.
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67)- A LA BUENA SIRVIENTA QUE UN DÍA OS TUVO CELOSA...
A la buena sirvienta que un día os tuvo celosa
Y que su sueño duerme bajo la humilde hierba,
Pese a todo, debiéramos llevarle algunas flores.
Los muertos, pobres muertos, tienen grandes pesares
Y cuando lanza Octubre su viento melancólico
Que despoja a los árboles en torno de las tumbas,
A los vivos, sin duda, encuentran bien ingratos
Por dormir tibiamente bajo sus cobertores,
Mientras que, devorados por negras pesadillas,
Sin agradables charlas, sin compañía en el lecho,
Esqueletos helados que trabajó el gusano,
Ellos sufren las nieves goteantes del invierno,
Y transcurrir el siglo, sin que amigos ni deudos,
Reemplacen los jirones que penden de sus verjas.
Cuando silba y crepita el leño, si una noche,
Tranquila, en el sillón la viera reclinarse,
Si en una noche azul y helada de Diciembre
La encontrara encogida en un rincón del cuarto,
Grave y recién llegada de su lecho perenne,
Ciñendo al niño grande con maternal mirada,
A aquella alma piadosa ¿qué le respondería
Viendo caer las lágrimas de sus profundos párpados?
Evangelina Valdez- Administrador-Moderador
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Edad : 68
- Mensaje n°60
Re: Charles Baudelaire (1821-1867)
68)- REMORDIMIENTO PÓSTUMO
Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro monumento
y por tibia morada y por solo aposento
tengas, no más, el antro húmedo de la fosa;
Cuando oprima la piedra tu carne temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce rendimiento,
acallará por siempre tu corazón violento,
detendrá para siempre tu andanza vagarosa.
La tumba, confidente de mi anhelo infinito
(compasivo refugio del poeta maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con gritos vanos:
“Cortesana imperfecta -¿de qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy llora la muerte”?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen los gusanos.
Versión de Carlos López Narváez
-------------
69)- LA PIPA
Soy la pipa de un escritor:
dice bien claro mi pergeño
de cafre, que tengo por dueño
un refinado fumador.
Al agobio de su labor
se agita mi flabel risueño
igual que el penacho hogareño
a la vuelta del labrador.
Mecer su corazón yo gusto
en el móvil azul arbusto
nacido en mi boca de fuego.
Y extiendo con mi beso ardiente
sobre su espíritu doliente
unción de encanto y de sosiego.
Versión de Carlos López Narváez
Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro monumento
y por tibia morada y por solo aposento
tengas, no más, el antro húmedo de la fosa;
Cuando oprima la piedra tu carne temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce rendimiento,
acallará por siempre tu corazón violento,
detendrá para siempre tu andanza vagarosa.
La tumba, confidente de mi anhelo infinito
(compasivo refugio del poeta maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con gritos vanos:
“Cortesana imperfecta -¿de qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy llora la muerte”?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen los gusanos.
Versión de Carlos López Narváez
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69)- LA PIPA
Soy la pipa de un escritor:
dice bien claro mi pergeño
de cafre, que tengo por dueño
un refinado fumador.
Al agobio de su labor
se agita mi flabel risueño
igual que el penacho hogareño
a la vuelta del labrador.
Mecer su corazón yo gusto
en el móvil azul arbusto
nacido en mi boca de fuego.
Y extiendo con mi beso ardiente
sobre su espíritu doliente
unción de encanto y de sosiego.
Versión de Carlos López Narváez
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