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por ernesto würth Sáb 30 Ago 2014, 14:29LOS ACANTILADOS Y LAS ROSAS ROJAS CASI NEGRAS.
Nunca olvidaré la etérea sensación de altura arriba
de esos acantilados de Dover, cuando la rosa que
te regalé, voló a esas inmensidades, tan lejos de nosotros;
tan ocultas y silenciosas realidades se nos aparecieron
gritando frases inconexas sin sentido; te miraba y tu
hacías lo mismo conmigo, esperabas que yo dijera las
primeras palabras. Más estaba mudo. Tu también.
Creo que el aire nos faltaba y era lo único que sobraba.
Era tan grande la soledad que nos apretaba. Era como
estar parados frente a la vida. No saber que preguntarle.
Porque se nos acumularon tantas interrogantes en nuestra
mente y la fuerza del acantilado nos llevaba lejos de
nosotros mismos; hasta que aparecieron las gaviotas y
otros pajarillos que no estaban en nuestro idioma. Ellos
nos hablaron con tal fuerza y ansiedad que se nos trabó
la lengua; parecían preguntarnos ¿Quiénes sois vosotros?
¿Qué hacéis en nuestro hábitat? Y revoloteaban a nuestro
rededor hasta tal grado de acercamiento, que podíamos
oler sus plumas manchadas con excrementos olor
a peces, a naturaleza virgen, a mar profundo y salvaje.
Sentimos estar en el allá. Esa lejanía que tememos ver.
Tan diferente al acá en que vivimos. Pero nos dimos cuenta
que era vida pura, natural, y que todo huele y parece ser
igual a la lejanía en que vivimos. Es que somos nosotros
quienes vivimos lejos; alejamos al acá porque tememos
ese allá. Y esa soledad que sentimos a lo mejor es falsa
porque creemos buscar algo alejado que no es alejado,
siempre estará adosado a nosotros, mientras seamos dos.
Cuando esas avecillas se marcharon entró de nuevo el
silencio que se rompió con las palabras que salieron del
atragantamiento, necesaria para expresar algo, ese algo
del acantilado, que siempre buscamos, porque deseamos
saberlo todo y decirlo todo; siempre buscaremos ese todo
en lugares especiales, como este Dover, o las alturas de
Machu Pichu, o allí en la Torre Eiffel donde gritastes
tu alegría de estar en Europa..
¿estás bien amor? Le dije mirándola intensamente
Tan bien como lo estás tú amor querido
Nos hace bien darnos estos baños de silencio, ¿no crees?
Por supuesto, fíjate que estaba pensando lo mal que nos
hace pensar en lo de siempre, esas cosas primigenias que
nos amargan la vida y nos causan stress. Claro que no
podemos vivir toda la vida viajando……buscando nuevas
sensaciones….pero es necesario un cambio de switch
huir de la vida cotidiana, de la cosas repetidas que
no tienen solución para dejarlas morir, es difícil, lo sé.
Hay que huir de uno mismo porque a veces somos nuestro
peor enemigo; por eso es mejor no pedirnos consejos a
nosotros mismos. Hemos cometido tantos errores. Hemos
tenido fé en nuestra sanación del cáncer. Es decir,
renunciado a la verdad para darnos gusto a nosotros mismos,
te das cuenta del error? Hemos creído en imposibles
concientes en la falsedad, tantas misas perdidas, rezos
a Santos que son falsos, ¿te das cuenta querida mía?
Mientras más pienso más dudas tengo, lo sabes, pero
Nos aferramos a lo más cómodo, lo más ideal, que es
Justamente lo que no es.
La vida se parece muchoa estos acantilados. Muchos
Estamos en la cima pero antes estuvimos allí abajo
Y debimos trepar hasta llegar acá.se os olvida lo que
nos costó llegar a la cima. Y desde estas alturas vemos
la belleza sin fin, la vastedad del universo en que vivimos,
y abajo nos imaginamos todo lo que hay que hacer
para llegar arriba, quizás hiriendo a muchos, pasando
momentos angustiosos…..
¿y donde colocas a la familia?
Me imagino un lugar especial, llenos de paredes gruesas
cubiertas de aislantes para escucharles cuando nosotros
deseemos
había pensado en algo igual,
nunca está demás pensar en nosotros mismos
quizás sea esa la falla en general, nos sacrificamos mucho
por los demás. Es que la pasión nos obliga a ser así.
Callamos un instante largo. Dábamos vueltas en nuestras
Mentes tantos d etalles vividos, gozados y sufridos.
Corría un viento algo helado, pues el sol estaba en
franca retirada. Algunas gaviotas graznaban a la noche
que venía lentamente.
Viejo lindo, hay quirse…..tengo frío
Tomamos el mantel y las cosas de menestras que
sobraban, se las dejamos a los pájaros, pusimos las
piernas en movimiento, nos besamos y subimos al
automóvil para regresar a Londres,
jajajajaja hay quirse pensé para mis adentros,
………………………igual que ayer.
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