VENTURA RUÍZ AGUILERA (1820-1881)

BIOGRAFÍA (Wikipedia)

Ventura Ruiz Aguilera ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]-[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]) fue un escritor español.

Nació en 1820 en Salamanca, donde se graduó en medicina. En 1844 se mudó a Madrid donde se desempeñó como periodista, colaborando en publicaciones liberales como El Tío Vivo, El Nuevo Espectador, La Reforma, La Tribuna del Pueblo, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], La Europa… Fue además redactor político en semanarios como Los Hijos de Eva (Alicante, 1849) y diarios como La Prensa, El Sueco, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y dirigió además [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Colaboró en la colección de estampas [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (1871-1872). Ganó gran popularidad con una colección de poemas titulada Ecos Nacionales (Alicante, 1849, 2.ª ed. 1854), colección de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] antiguas a las que trata de otorgar un sentido social, a la manera de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], con fondo patriótico y religioso; siguieron después Sátiras (Alicante, 1849), donde aunque se declara seguidor de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] sigue principalmente a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], donde domina el tema literario y que fueron compuestas en su destierro a Alicante; Harmonías (1863), Inspiraciones (1865), La Arcadia moderna (1867), Leyenda de Nochebuena (1867), Elegías (1873), en las que destaca insuperable el bloque de composiciones destinadas a la muerte de su única hija, Elisa; y Estaciones del año (1879), entre otras obras poéticas donde algunos han apercibido el influjo de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y su amor por la libertad y las virtudes evangélicas. Traducido a otras lenguas, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] consideró que su lírica no había recibido toda la atención que realmente merecía: "Escribió mucho bueno y en muchos géneros, y es, a mi juicio, uno de los mejores y más completos poetas de su tiempo";^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​ Con este juicio coincide [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] en sus Cincuenta años de poesía española, I, p. 193.
También inició una carrera teatral menos importante que la lírica, con piezas como Un don Juan de Calderón (comedia, 1844), Del agua mansa nos libre Dios (comedia, 1847), Camino de Portugal (1849, drama) y La limosna y el perdón (1850, comedia), escribiendo además en colaboración con [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] No se venga quien bien ama (1847, comedia) y con [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] Bernardo de Saldaña (1848, drama histórico).
Como narrador destacan sus novelas: El conspirador de a folio (1848), El beso de Judas (1860) y El Mundo al revés (1865), entre otras.
En Madrid también se desempeñó como director del [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. .^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
Durante su cargo como director del Museo Arqueológico, organizó comisiones científicas para adquirir objetos con los que aumentar la colección. Fue también el que comenzó la edición el año 1872 de la revista [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], dirigida por [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​ Fue miembro de la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y oficial del [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
Falleció el 1 de julio de 1881 en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​

Obras

Publicó, entre otras, las siguientes:

• El grito de la coincidencia, manuscrito^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Del agua mansa nos libre Dios, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Bernardo de Saldaña, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Un conspirador de a folio, 1848^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Europa marcha, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (con Agustín Mendía)^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Camino de Portugal, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• La limosna y el perdón, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• El beso de Judas, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Obras poéticas. Elegías, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Proverbios ejemplares, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Armonías y cantares, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• El mundo al revés, 1865, 2 vol,s.^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Inspiraciones: poesías selectas, 1865^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• La arcadia moderna, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Cuentos del día, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• "Balada de Cataluña", 1868^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• El libro de la patria, 1869^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• La leyenda de Noche-Buena, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• Las estaciones del año, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]^{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]}​
  
• "¡Ay madre! = ¡Ah, madre!", poesía en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
  

VENTURA RUÍZ AGUILERA



ELEGÍAS Y ARMONÍAS



RIMAS VARIAS. (*)



LIBRO I





1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES.



I.



Madres, que tenéis hijos

En el sepulcro,

Y el corazón cubierto

De eterno luto;

Yo tenderé mis alas,

Y a consolaros

Iré a vuestros hogares :

"Yo soy el llanto."



Yo soy eco de un alma

Que se consume;

Ave soy, compañera

De los que sufren;

Vuestros aves me afligen ,

Y a consolaros

Ire a vuestros hogares :

"Yo soy el llanto."



El corazón de un padre

Préstame abrigo ,

Y en él tengo, entre espinas,

Mi pobre nido ;

Mas ahora lo abandono ,

Y a consolaros

Iré a vuestros hogares:

Yo soy el llanto.















Llorad, que el llanto alivia;



Llorad conmigo;



Esta historia es la historia



De vuestros hijos.



!Dichosos los que lloran!....



Porque han amado :



Yo iré a vuestros hogares :





"Yo soy el llanto"


(*) Se respetará la ortografía original del texto, aunque en alguna ocasión sospechemos que se trate de un error de imprenta. Más que error "incapacidad" de la linotipia: No hay ninguna tilde; no existe la ñ... etc.


Finalmente he decidido corregir. Tardaré, ya que no veo mucho, pero espero que se quede un poco mejor

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES.



II.






Flores eran los campos,



Y luz los aires ,



Gorjeos y susurros



Las soledades;



Cuando se abrió en la tierra



El lirio tierno,



Cuyo aroma purísimo



Sube hoy al cielo.





III.



Cuando nació la prenda



De mis entranas,



Levanté la abatida



Frente cansada,



De jubilo sintiendo



Temblar el alma,



Porque nacía el iris



De mi esperanza;



Y mi hogar ignorado,



Tan silencioso ,



Alcazar parecióme



De marmol y oro.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES.


IV.



Cuna fue de aquel ángel,



Cuna de rosas,



El regazo de aquella



Que, de amor loca ,



Después del ser, le daba



Su sangre propia;



Al son de las canciones,



Que nadie sabe,



Para dormir los niños,



Como las madres.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES.


V.



≪ Reina del universo ,



Piadosa Virgen,



Amparo de los pobres



Y de los tristes



(A la Virgen María



Mil veces dije );



Pues que gozo y riqueza



Mi hogar recibe,



Con esta hermosa niña



Que se sonríe,



Durmiendo como duermen



Los serafines ;












O llévame con ella,



Si ha de morirse,



O déjamela ! oh Madre !



No me la quites ,



! Ay ! qué seria



Mi pena horrible ;



Tú bien lo sabes,



Que la sufriste,



Cuando en la Cruz clavado



El que al hombre redime,



Inclinó la cabeza



Cual manso cisne ! ≫

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES.


VI.



Al venir la mañana,



La parda alondra



Pasando le decía



Tan tiernas cosas !....



Los ruisenores ,



Al rayo trémulo



De la luna, llamábanla



Flor de los cielos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


VI



Su mirada tenía



El pálido fulgor de las estrellas ,



Y pensar nos hacía



En otros seres y regiones bellas



Sobre los montes y el azul profundo ;



Que no era, no, mi Elisa de este mundo.





A la flor del granado



Abierta al sol naciente que la toca ,



Y al clavel encarnado



La púrpura eclipsaba de su boca;



Y su voz, de mi pecho en lo profundo ,



Cual música sonaba de otro mundo.





Con suaves resplandores



El copioso cabello, mansamente,



Como lluvia de flores



Caía en sueltos rizos de su frente;



Hubiera dado mi querer profundo





Por un cabello suyo todo un mundo.



Como arbolillo verde



Con gracia y pompa a descollar empieza ,



Si al frío no se pierde,



Ella en candor crecía y gentileza,



Para prestar a mi dolor profundo



Sombra fiel y tranquila en este mundo.





! Qué noble señorio !



! Qué majestad en su niñez lozana !



! Ay, fuiste, cielo mío ,



Como el primer albor de la manana ,



Al que infeliz gemía en lo profuñdo



De la tiniebla y soledad del mundo!

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


VIII.



Como sedientas aves



En el verano buscan



De manantial oculto



El agua fresca y pura,



En que poder hartarse



Y en que bañar sus plumas ;



Ella mis brazos , loca,



Yo las caricías suyas ,



Así los dos buscábamos



¡Ay! sin hartarnos nunca.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


IX



Y vino la primavera ;



Y azucenas , mirto y rosas



A los piés iban echando



De la Reina de la gloria,



Que bajo un dosél esplendido



Brillaba más que la aurora,



Abiertos los brazos , como



Madre de misericordia,



Que de esperar no se cansa



Y en perdonar siempre goza.



También yo le hice la ofrenda



De mis ilusiones todas ,



Presentandole mi niña,



Que ya su frente corona.



El pueblo la saludaba



Con plegarias amorosas;



Del incienso el humo suave



Iba subiendo a las bóvedas ,



Y de los santos vagaban,



Prolongándose, las sombras,



Por los muros y columnas



A la luz de mil antorchas.



Huracanes de armonía



Lanzaba por sus cien bocas,



O, serenándose, el órgano,



Lejanas y melancólicas



Parecían salir de ellas,



Como de selva sonora,



Sueltas y alegres bandadas



De ruiseñores y alondras.



Cantaba Elisa; la tierra



Se borró de mi memoria,



Y vi de los escogidos



La morada venturosa.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


X.



Del campo lamentaban



La soledad y muerte ,



Las desprendidas hojas



Del árbol antes verde ;





Con ásperos silbidos



El cierzo de Diciembre;



Con su graznar las aves,



Con su callar las fuentes.





Valles y sierras altas



Cubríanse de nieve,



Y el día de nublados



Que la tierra oscurecen.





Mas ella aparecía,



Y el aire, de repente,



Inflamábase todo



En claridad alegre;





Reverdecía el prado



Bajo su planta breve,



Y oíanse apacibles



Melodías campestres,





Bajando cariñosos



Los árboles la frente,



Cual si besar la suya



Con las ramas quisiesen ,



Y esencias regalarla,



Y coronar sus sienes.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XI.



Feliz así, y contento,



Mi voz en otros días solté al viento (1) :



≪ Hasta mi puerta llega



Del mundo loco la ambición impía;



Mas no vence, ni ciega



Con su engañoso halago el alma mía,



Y pasa como nube de verano,



Que se deshace en viento y ruído vano.



≫ !Atrás, soberbia ruda!



!Atrás, envidia! y en tu flaco seno



Ceba la garra aguda



Que, en hiel tenida, ensangrentó el ajeno ;



!Huye, duda cobarde! !Rencor.... pasa!



!No quiere tales huéspedes mi casa!



≫ Pobre soy como el ave



Que en estéril peñón cuelga su nido;



Mas nunca al peso grave



Del hado adverso gemiré abatido,



Pues sabio el cielo, al par de mi pobreza,



Dióme, para sufrirla, fortaleza.



≫!Ay, triste! !Ay, sin ventura



Del que intenta domar la suerte esquiva!



Que ni la noche oscura,



Ni la llama del sol fecunda y viva,



Le traerán el contento regalado



Que al hombre ni envidioso, ni envidiado.



" Del ocio el torpe sueño



El extenuado sibarita duerma,



O frunza el torvo ceño



Y maldiga el trabajo su alma enferma;



Ignora que no hay pan más excelente



Que el que riega el sudor de nuestra frente.



≫!Gloria al trabajo! !Hosanna!



El es la cruz que al término distante



Lleva la raza humana;



De culpa antigua expiación gigante;



Oleo que, en sucesivas redenciones,



La cabeza ungirá de las naciones.



≫Si alguna vez desmayo,



Recibo nuevo aliento a tu sonrisa,



De tus ojos al rayo,



A un solo beso de tu boca, Elisa;



Cual mústia planta que bebió el rocío



En las noches serenas del estío.



O viéndote colgada



Del casto pecho de la madre hermosa,



Como en nieve no hollada



Encendido clavel o tierna rosa;



Balbuceando palabras de consuelo



Que a los niños , no más, enseña el cielo.



≫ A veces, con voz lenta,



El abuelo también , que tanto amamos ,



Viejas historias cuenta,



Que todos , como niños, escuchamos ;



Y en ellas la familia el bien aprende,



Y sus tareas cada cual suspende.



≫Patriarca venerable,



La limpia mesa trémulo bendice,



Cuando del saludable



Frugal sustento la excelencia dice;



Y a Dios , con el, que en la oración nos guía,



Le pedimos el pan de cada día.



≫ Asi nuestro camino



Hacemos por el valle de dolores



Al sepulcro vecino,



Donde duermen en paz nuestros mayores:



!Gran Dios, misericordia,en tus enojos !



!Señor.... no apartes de mi hogar tus ojos!≫













(1) La composicion que aqui se reproduce la publique en 1857, con el título CUADRO DE FAMILIA. (Nota del Autor).

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XII.



Arrebolábase el cielo,



En paz la tarde moría,



Bajaba sombra apacible,



La luna subiendo iba.



Yo me dormí, y en mi sueño,



No sé, no sé como diga,



Vi en un manzano pomposo



Cantando una tortolilla.



Aquellos roncos arrullos



Que los ecos repetían,



Lastimeros apagándose



En las montañas vecinas,



Poco a poco me llenaron



De inmensa melancolía.



—¿Por qué, con altas querellas,



Por qué los vientos fatigas ?



—!Ay de mí, porque no encuentro



Mi nido y claras campiñas ,



Y me entristece esta selva



Oscura y desconocida.



"Allí el verdor nunca muere;



Allí hay rosas sin espinas;



Hay horizontes sin nubes,



Sin noches hay allí días.



≫ Hay allí fuentes risueñas



De frescas y puras linfas,



Y no van a envenenarlas,



Ni van a beberlas víboras.



≫ Allí en los aires serenos



Hay perpetuas melodías;



Allí el mal no se conoce,



Y amor eterno domina.



≫¿Cómo quieres que aquí cante?



¿Cómo quieres que aquí viva,



Sin que mi nido recuerde



Y recuerde mis campiñas?≫—



Esto dijo, y callo al punto ,



Y después, la tortolilla,



A las nubes remontábase



Azorada y aturdida.



Entonces abrí los ojos;



Estaba a mi lado Elisa.....



Bésola, y sentí una lágrima



Que en mi corazón caía.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XIII.



Al venir la mañana,



La parda alondra



Pasando le decía



Tan tiernas cosas!



Los ruiseñores,



Al rayo trémulo



De la luna, llamábanla



Flor de los cielos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES

XIV


! Silencio !..... ¿ Oísteis?



Suena en su estancia



Un rumor tenue,



Cual si dos alas



Un invisible



Ser desplegara,



A las acordes



Voces lejanas,



Muy lejanas,



Muy lejanas,



Más que la luna,



Mucho más altas,



Nunca oídas,



Ni sonadas,



Así como ecos



De liras y arpas,



Con que otros niños



La llaman de los cielos



En los abismos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XV.



Ya se la llevan



En mansa nube,



Y asciende suave



Como un perfume



Por esos diáfanos



Aires azules ,



A la gloriosa



Y excelsa cumbre



Donde millares



De estrellas lucen.



Va dormidita,



Al vaivén dulce



Con que la mecen



Los dos querubes,



Cual ella hermosos,



Que la conducen ,



Tan pura y blanca



Que lo es menos la nieve



De las montañas.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XVI.



Las campanas repican



Tocando a gloria;



Los ángeles sonríen,



Mis ojos lloran.



Y es que a la gloria eterna



Va otro ángel bello,



Y el corazón de un padre



Por siempre ha muerto.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XVII.



Yo, de honda pena herido,



Cerré sus ojos bellos ; yo su boca,



De amores casto nido ;



Y la bendije ... y la lloré …  ! Ay ! de roca



Dura es mi corazón, cuando en el pecho



Ya, de tanto sufrir, no se ha deshecho.



Quedo mi dulce Elisa



Como ángel que reposa en sueño blando ;



Inefable sonrisa



Iba su rostro virginal bañando ,



Y su apacible frente inmaculada




Vi de luz de los cielos coronada.




Entrambas manos yertas




Cruzadas en el pecho las tenía ;




Teníalas abiertas




Sobre una santa imagen de María,




A quien antes llamó , con fiel memoria,




De su sereno transito a la gloría.




! Oh noble criatura!




j Oh de belleza y humildad modelo !




! Oh palomita pura !




Cuando rompiste de la carne el velo,




Gimieron mis entrañas, muda al verte,




Y por primera vez gimió la muerte.




! Oh, madres, que en los brazos




Arrulláis, con cantar que al alma llega,




Desprendidos pedazos




De vuestro ser, y con ternura ciega!




Decidme, ¿habrá en el mundo más rigores?




¿No es el mío el dolor de los dolores ?....

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XVIII.





Ya no hay en mi casa,



Ya no hay alegría ,



El silencio solo



Y el dolor la habitan.



Cuanto en ella veo



Mi tormento aviva,



Porque me recuerda



Que mi gloria es ida.



! Ay ! por ella siempre



Creo que suspira



Todo lo que un tiempo



Era su delicia.



Si un paso se escucha,



Si de una cortina



El aire temblando



Los pliegues agita,



Sueño que ella viene



Lenta y compasiva;



Siéntase a mi lado



Con melancolía,



Y son las palabras



De su sombra amiga



Como vibraciones



De celeste lira.



La ilusión se borra,



Y luego , intranquilas ,



Otra vez sollozos ,



Sin consuelo , envían



Al turbado viento



Dos almas heridas :





¡Ya no hay en mi casa,



Ya no hay alegría!







! Pobre compañero!



¿Buscas las caricias



De la blanca mano



Que alegre lamías ?



No, ya no te peina ,



Ni tus lanas riza,



Y andas como loco



Desde el negro día,



Arriba y abajo ,



Abajo y arriba,



Arrastras la cola,



Turbada la vista.



Si a la puerta llaman ,



Ni corres, ni brincas,



Y con sordo aullido



Tu dolor publicas ,



Porque ya no la oyes



Como antes solías.



Y cuando mis ojos





A Blancaflor miran ,







Que a su cariñosa



Voz se sonreía,



Recibiendo de ella



Movimiento y vida,



Blancaflor,¡qué triste!



¡Triste Rosalinda!



Sus ojos de piedra



En los míos fijan,



Y se abren sus labios,



Y crueles me gritan :





— ¡ Ya no hay en tu casa,



Ya no hay alegría!







Con el sol de Mayo



Y sus auras tibias,



De verdor se cubren



Prados y colinas;



La ciudad revive,



Los bosques suspiran,



Despiertan las chozas ,



Los nidos palpitan.



Por aquí formaba



Con malvas y espigas,



Ramos de amapolas



Y de campanillas.



Los revueltos giros



De agua cristalina,



O una mariposa



Por allá seguía.



. Esta acacia fresca



Sombra dio a mi Elisa,



Música esa fuente



Con las avecillas.



! Como estas memorias



De mis muertas dichas,



Al nublar mis ojos



Nublan la paz mía!



Lirios y jazmines



Son para mi ortigas,



Y es el alba noche,



Y la rosa espinas,



Y la voz del ave



Canto de agonía.



Torno a casa, y crece,



Crece mi fatiga :





i Ya no hay en mi casa,



Y a no hay alegría

Pues, por ventura aquí llegué y no se lo digas a nadie, jeje, pero tampoco conocía a este autor.
Gracias y te seguiré también.

A nadie se lo diré … pero como te decía a tí, en Dacarrete… estos autores del siglo XIX son los grandes olvidados de la poesía española. Es justo que intentemos recuperarlos. Ganamos todos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XIX.



Al venir la mañana,



La parda alondra



Le dice desde un sauce



Tan tristes cosas !



Los ruiseñores,



Al rayo trémulo



De la luna, la llaman



Flor de los cielos.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XX.



! Hija, hermanos, padres, todo



Pasó lo que más yo amaba,



Como hojas mustias que el viento



Indiferente arrebata!



Menos piadosa conmigo,



La muerte su ira descarga ,



Al suplicio de la vida



Atándome en cuerpo y alma.



En estos cansados años,



En esta vejez temprana,



¡Que árbol ya me dará sombra,



Si la de Elisa me falta?



! Elisa! ! Tesoro mío!



¿Quién vendrá a mi tumba helada



A deshojar unas flores,



A decir una plegaria ?

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXI.



Te llamé noches y días,



Y por tí, con lloro eterno ,



Pregunté a los que pasaban,



Y pregunté a los desiertos,



Y a los pájaros del aire,



Y a las estrellas del cielo;



Mas !ay! sólo a mis gemidos



Contestaban largos ecos



En las penas ; o las penas



Tienen también sentimiento,



Y tomando voz humana,



De mí se compadecieron.



¿Será verdad que ya nunca



En la tierra nos veremos?



!Es imposible, Dios mío!



Lo que me pasa es un sueño.



¿Dónde estás , sol de mis ojos,



Dónde estás, que no te encuentro?



¿Por qué a la voz no respondes



Con que lastimo los vientos ?



¿No ves que te voy buscando,



Y que sufrir más no puedo ?...



¿No ves que sin tí no vivo?



¿No ves que de pena muero ?

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXII.



Al morir de la tarde,



Si voy al campo ,



Un pajarillo siempre



Me sigue piando,



De rama en rama,



De árbol en árbol.



Y algo quiere decirme,



Que , al son del ala,



A cantar se deshace



Viendo mis lágrimas.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXIII.



El ángel de luz bendito,



Que era mi vida y mi gloria,



Tendiendo las blancas alas



Huyo de esta cárcel honda.



¡Ay! por eso desde entonces



Ven los ojos que le lloran,



Más claridad en el cielo,



En esta cárcel más sombra.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXIV.



— i Como tardan estos lirios,



Como tardan en dar flor! —



Me decía muchas veces



Al regar los del balcón.



— Cuando se abran , serán tuyos —



Contestábale mi voz;



Y esperando el ángel mío,



Esperando se murió.



Vino Mayo !ay, no viniera!



Y los lirios del balcón



Su corola azul abrieron



A los céfiros y al sol.



Y las lagrimas brillaban



Que sobre ellos vertí yo,



Al dejarlos en la tumba



Donde tengo el corazón.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES

XXV



Pasaba yo por las calles,



Pasaba yo por los campos



Con la inocente paloma



Que hoy guarda el sepulcro avaro,



Como si un mundo llevase;



Y el mundo mezquino espacio,



Indigno de merecerla,



Parecía a mi amor santo.



Pasaba yo por las calles,



Pasaba yo por los campos



Con espíritu sereno,



Si el cuerpo inútil postrado,



Y el alma colgada siempre



De sus ojos y sus labios ;



Y con labios y con ojos



Los que una vez la miraron,



Clamaban : — ! Dios la bendiga!



! Es de belleza un milagro! —



Niños ciegos , niños mudos,



Que pedís con los ancianos



En las puertas de los templos



Y en caminos solitarios,



No esperéis la hermana vuestra,



No tendáis la hambrienta mano,



Ni miréis a ver si viene.....



! La que aquí tantos amaron,



Ya no pasa por las calles,



Ya no pasa por los campos !

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXVI.



Del balcón a las flores



Todos los días,



Viene una blanca y suelta



Mariposilla,



Desde que ha muerto



Mi dulce niña.



No se que me da al verla,



Y, en crueles ansias,



La pobre madre dice:



- ¿Si será su alma? -.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES


XXVII.



Cuando a su tumba me acerco,



De dolor mi alma se rompe ;



Mas los gritos que da el alma



Nadie en la tierra los oye.



Solo sus yertas cenizas



Se agitan, mi voz conocen,



Y de la tumba en el fondo



Con un gemido responden.

VENTURA RUÍZ AGUILERA

1.- EL DOLOR DE LOS DOLORES

XXVIII



Su bella sombra



Cayó difunta;



Pero su espíritu



Las mansas plumas



Tiende a mis ojos,



Y ante ellos cruza.



A todas horas



Oigo la música,



Que su garganta



Fácil modula.



Ya es en la brisa



Con que murmura



Cuando se duerme



La mar profunda.



Ya en los suspiros



De la flor púdica ,



Al casto beso



Del aura pura.



La oigo en las rosas,



La oigo en las murtas,



Y en el fragante



Clavel de purpura.



La oigo en las tórtolas



Cuando se arrullan,



Y en las corrientes



Cuando susurran.



Y en la sonrisa



De la criatura,



Que con su madre



Juega en la cuna.



Y en el que alivia



La desventura



Del pobre huérfano



Que amparo busca,



Y compasivas



Frases pronuncia.



La oigo en los templos,



En las augustas



Voces del órgano,



Que, como lluvia



De primavera



Fresca y fecunda,



Caen sobre el pueblo



Que las escucha.



La oigo ! ay ! muriendo,



En lo que el mundo tiene



Mas santo y bello.



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Noches y noches,



Junto a la luna



Pasar he visto



La sombra suya,



Que se sonríe ,



Que me saluda,



Libre el cabello,



Suelta la túnica;



O cual nevado



Copo de espuma,



Ya deslizándose



Por las lagunas,



Ya por el rio



Que azul ondula,



Y sus pies besan,



Y la columpian.



Si voy al campo



Con mis angustias,



Sale fantástica



De la espesura



Del bosque umbrío,



De la honda gruta,



Como relámpago



Que el aire surca,



Y mi tristeza



Fugaz alumbra.



Viene en el iris



Que paz anuncia;



Viene en el alba,



Cuando se oculta



De densa y fría



Niebla nocturna.



Y en las lejanas



Cumbres confusas,



Vaga su imagen



Entre la bruma,



Cuando el sol baja



Lento a su tumba,



Y el aura gime



Por las llanuras



Y las montañas



Que la perfuman,



Del muerto día



Las notas últimas.



La oigo y la veo



En lo que el mundo tiene



Más santo y bello