Asir su devaneo

Suplico redención a culpas misioneras
piedad al sentimiento, siervo de fantasía
al triste corazón amante de utopía
osado con soñar amor de mil maneras.

Prometo devolver al cosmos su eufonía
a tus labios pasión sosiega e inmortal,
al éter del silencio, éxtasis virginal
sentida tan sagrada que moje poesía.

Disfruto profanar sus horas, su ritual
saciarme de su sed, anhelo del deseo
hurgar allí profundo, asir su devaneo
colgarme de su beso fragante a vendaval.

Ven y musita al vuelo, es pálpito y siseo.
¡Ciñe fuerte oquedad! Y abrázame afanosa,
acecha vehemente, cálida y deseosa,
sé roce angelical, mi eterno golpeteo.

Hazte febril hoguera, ardiente e impetuosa
aflora las reliquias dilata tus calderas,
empapa la humedad, sedienta de quimeras.
Implórame alcanzar tu savia deliciosa.

.



Hola, Ernesto: Tu poema es correcto en metro, rima y acentos, como también en puntuación y gramática. ¡Felicidades!


Comento algunas de sus particularidades:


Se trata de un poema amoroso de estructura paralelística (todas las estrofas comienzan con un verbo en presente en sus tres primeras estrofas y en imperativo en sus dos últimas. En la tercera contiene cuatro verbos en infinitivo. También contienen varios verbos las estrofas cuarta y quinta. Todo el poema contiene muchos verbos, de modo que en todo el poema predomina la acción sobre el relato, por tanto es un poema vehemente, potente.


El poema está escrito en cinco cuartetos (rima ABBA) en versos alejandrinos (7+7 sílabas) con rimas en consonante (-éras, -ía; -ía, -ál; -ál, -éo; -éo, -ósa; -ósa—éras) que están encadenados, pues la segunda rima de cada cuarteto coincide con la primera del cuarteto siguiente.


El recurso más empleado en todo el poema es la esticomitia, fenómeno métrico que tiene lugar cuando, en una sucesión de versos, la unidad sintáctica coincide con la unidad métrica, esto es, consiste en el «ajuste entre la forma sintáctica y la forma versal» o, en otras palabras, en la «correspondencia exacta entre las frases y versos de una estrofa, de forma que cada verso sea una frase». Significa que todos sus versos completan en sí mismos su sentido, en este poema incluso lo hacen muchos de los hemistiquios de sus alejandrinos. Lo contrario a la esticomitia es el encabalgamiento, que se produce cuando el sentido del verso se prolonga en el verso siguiente (o siguientes).


La existencia de la esticomitia hace menos necesaria la puntuación pues con la pausa versal de final de verso y la pausa de la cesura en medio del verso entre sus dos hemistiquios por ser alejandrinos, proporciona al poema un ritmo de lectura que hace casi innecesario el empleo de comas para su comprensión. Por eso no te añado ninguna coma.


Utiliza el femenino de algunos nombres, poco usual pero admitido en el DRAE: “sosiega”, “sentida” en la segunda estrofa.


Utiliza alguna elisión: “ Disfruto (al) profanar”, en la tercera estrofa.


Caracteriza con olor un fenómeno atmosférico: “fragante a vendaval”, en la tercera estrofa.


Utiliza una paradoja entre “ceñir” y “oquedad-espacio vacío de un cuerpo sólido”: “¡Ciñe fuerte oquedad!” , en la cuarta estrofa; “empapa la humedad” que magnifica la acción, en la quinta estrofa.


Contiene imágenes singulares: “culpas misioneras”, en la primera estrofa; “moje poesía”, en la segunda estrofa; “profanar sus horas”, “colgarme de su beso”, en la tercera estrofa; “eterno golpeteo”, en la cuarta estrofa; “aflora las reliquias”, en la quinta estrofa.

Un abrazo.
Pedro

Pedro Casas Serra escribió:.



Hola, Ernesto: Tu poema es correcto en metro, rima y acentos, como también en puntuación y gramática. ¡Felicidades!


Comento algunas de sus particularidades:


Se trata de un poema amoroso de estructura paralelística (todas las estrofas comienzan con un verbo en presente en sus tres primeras estrofas y en imperativo en sus dos últimas. En la tercera contiene cuatro verbos en infinitivo. También contienen varios verbos las estrofas cuarta y quinta. Todo el poema contiene muchos verbos, de modo que en todo el poema predomina la acción sobre el relato, por tanto es un poema vehemente, potente.


El poema está escrito en cinco cuartetos (rima ABBA) en versos alejandrinos (7+7 sílabas) con rimas en consonante (-éras, -ía; -ía, -ál; -ál, -éo; -éo, -ósa; -ósa—éras) que están encadenados, pues la segunda rima de cada cuarteto coincide con la primera del cuarteto siguiente.


El recurso más empleado en todo el poema es la esticomitia, fenómeno métrico que tiene lugar cuando, en una sucesión de versos, la unidad sintáctica coincide con la unidad métrica, esto es, consiste en el «ajuste entre la forma sintáctica y la forma versal» o, en otras palabras, en la «correspondencia exacta entre las frases y versos de una estrofa, de forma que cada verso sea una frase». Significa que todos sus versos completan en sí mismos su sentido, en este poema incluso lo hacen muchos de los hemistiquios de sus alejandrinos. Lo contrario a la esticomitia es el encabalgamiento, que se produce cuando el sentido del verso se prolonga en el verso siguiente (o siguientes).


La existencia de la esticomitia hace menos necesaria la puntuación pues con la pausa versal de final de verso y la pausa de la cesura en medio del verso entre sus dos hemistiquios por ser alejandrinos, proporciona al poema un ritmo de lectura que hace casi innecesario el empleo de comas para su comprensión. Por eso no te añado ninguna coma.


Utiliza el femenino de algunos nombres, poco usual pero admitido en el DRAE: “sosiega”, “sentida” en la segunda estrofa.


Utiliza alguna elisión: “ Disfruto (al) profanar”, en la tercera estrofa.


Caracteriza con olor un fenómeno atmosférico: “fragante a vendaval”, en la tercera estrofa.


Utiliza una paradoja entre “ceñir” y “oquedad-espacio vacío de un cuerpo sólido”: “¡Ciñe fuerte oquedad!” , en la cuarta estrofa; “empapa la humedad” que magnifica la acción, en la quinta estrofa.


Contiene imágenes singulares: “culpas misioneras”, en la primera estrofa; “moje poesía”, en la segunda estrofa; “profanar sus horas”, “colgarme de su beso”, en la tercera estrofa; “eterno golpeteo”, en la cuarta estrofa; “aflora las reliquias”, en la quinta estrofa.

Un abrazo.
Pedro

Amigo Pedro,

Me complace enormemente recibir su comentario, viniendo de Usted, es un verdadero lujo.
Aprendiendo cada día más, gracias a su dedicación a enseñar.

La esticomitia, regularmente cuando escribo procuro no cabalgar un concepto al verso siguiente, considero que esto resta al poema parte de su magia al ser leído. ¿Qué es lo que Usted, recomienda?

Otra consulta: en relación a la Elisión que recomienda Usted, “Disfruto (al) profanar”. que es lo correcto para la poesía?

Siempre agradecido por su tiempo y dedicación amigo Pedro.

Mis saludos.
Ernesto

Respondiendo a tus preguntas, Ernesto:

La esticomitia está bien y el encabalgamiento también. Distintas razones pueden llevarnos a elegir entre una u otro. La esticomitia es más habitual usarla en verso clásico por cuestiones formales que evidentemente constriñen (metro, rima, acentos: la poesía clásica nos da un armazón en el que debemos encajar el lenguaje). Hoy es muy elogiado escribir en clásico sin que se note, es decir usando de encabalgamientos que hacen que el lenguaje fluya con mayor suavidad y la rima pase más desapercibida.

En cuanto a la elisión, la poesía es su reino, puesto que la poesía es la quintaesencia del lenguaje en ella se emplea mucho la elisión. También se emplea a veces por razones métricas, para cumplir con el metro. El hipérbaton (o modificación del orden habitual de las palabras en la frase también se emplea a veces por esa misma razón). La poesía es creadora de lenguaje y se atreve a expresar estados de ánimo muy difíciles de expresar con palabras. Si se alcanza a trasmitirlos mediante los recursos poéticos (fónicos, sintácticos o semánticos) la poesía ha cumplido.

Un abrazo.
Pedro

Pedro Casas Serra escribió:Respondiendo a tus preguntas, Ernesto:

La esticomitia está bien y el encabalgamiento también. Distintas razones pueden llevarnos a elegir entre una u otro. La esticomitia es más habitual usarla en verso clásico por cuestiones formales que evidentemente constriñen (metro, rima, acentos: la poesía clásica nos da un armazón en el que debemos encajar el lenguaje). Hoy es muy elogiado escribir en clásico sin que se note, es decir usando de encabalgamientos que hacen que el lenguaje fluya con mayor suavidad y la rima pase más desapercibida.

En cuanto a la elisión, la poesía es su reino, puesto que la poesía es la quintaesencia del lenguaje en ella se emplea mucho la elisión. También se emplea a veces por razones métricas, para cumplir con el metro. El hipérbaton (o modificación del orden habitual de las palabras en la frase también se emplea a veces por esa misma razón). La poesía es creadora de lenguaje y se atreve a expresar estados de ánimo muy difíciles de expresar con palabras. Si se alcanza a trasmitirlos mediante los recursos poéticos (fónicos, sintácticos o semánticos) la poesía ha cumplido.

Un abrazo.
Pedro

Amigo Pedro,

En relación al primer punto: Comprendido el mensaje, muy interesante el recurso de cabalgar los versos a fin de suavizar las rimas, que particularmente me gustan las asonancias, me parece que es un buen recurso entre lo viejo y nuevo, sin perder su magia.

Es Usted, un buen maestro, agradecido estamos de contar con su sabíduria.

Mis saludos.
Ernesto

De nada, Ernesto.

Un abrazo.
Pedro