XI. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (VI)

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE LANGARIKA, PABLO
España. Bilbao. 1.947
Poeta hallado en Internet.


DESPIECE

Es trágico nacer si no se crece
después de tantos años, días tales,
saberse no saber, por más que avales
el truco de la risa con un trece.

Ceñido por la sombra que oscurece
entre algunos pecados capitales
vas tirando con gestos aún vitales,
hilando cabos para tu despiece.

De sombra para arriba bien colmado,
dorando esperas y apurando nieves
que caen astutamente en tu tejado.

Un mimosón de globos y de jueves,
un corazón que busca en el mercado
la pálida ilusión en que te mueves

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE LANGARIKA, PABLO
España. Bilbao. 1.947
Poeta hallado en Internet.


RESTOS Y ARRESTOS

La lasitud de una niñez que queda
mermada por la hez de la mentira,
una forma de ser que se retira
apresada en un círculo de greda.

Una vida que asume su mensaje,
la levedad del aire cuando llega,
el principio adaptado de la entrega
y unos gramos de luz y de coraje.

Apuntes que se dan o que se dieron,
-el lienzo es grande para el personaje-
pero dicen las lenguas que lo vieron

casarse y comulgar dentro de un traje,
-con hálito de mar pero sin remos-
(Si escuchamos su voz observaremos

algún rastro de sal en su equipaje)

RESTOS Y ARRESTOS

La lasitud de una niñez que queda
mermada por la hez de la mentira,
una forma de ser que se retira
apresada en un círculo de greda.

Una vida que asume su mensaje,
la levedad del aire cuando llega,
el principio adaptado de la entrega
y unos gramos de luz y de coraje.

Apuntes que se dan o que se dieron,
-el lienzo es grande para el personaje-
pero dicen las lenguas que lo vieron

casarse y comulgar dentro de un traje,
-con hálito de mar pero sin remos-
(Si escuchamos su voz observaremos

algún rastro de sal en su equipaje)


ME GUSTA QUERIDA LLUVIA. GRACIAS.

BESOS.

Gracias, Pascual.
Besos.

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE LANGARIKA, PABLO
España. Bilbao. 1.947
Poeta hallado en Internet.



A PABLO NERUDA POR SU DESLIZ
EN CEILÁN CON UNA SIRVIENTE
DE LA CASTA DE LOS PARIAS

Su luna calcinó tu esputo ardiente,
sembró la escarcha negra entre tus manos;
hoy sube un rastro sucio de gusanos
por el cauce abatido de tu frente.

Su fría levedad, indiferente
a la indecente esencia de tu mano,
probó que la pasión contaba en vano
con el ciego brotar de tu simiente

Eres del mundo triste ese desecho
que escapa de la luz y alerta el hecho
que rompe putrefacto en Isla Negra.

Hijo hasta donde sé de lo ladino
poeta portador de un aire espeso
que pisa un corazón en desatino:
aval de la lujuria de tus heces

La muchacha tamil bajo tu peso
rasgó su corazón setenta veces.

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE LANGARIKA, PABLO
España. Bilbao. 1.947
Poeta hallado en Internet.




SONETO IMPERFECTAMENTE IMPURO

Moriré sobre una silla con tres ruedas,
(tus labios que son miel y son paciencia)
diabético de sal en la evidencia
de hacer siempre de mi..., hacer que puedas

quedarte con mi orgullo si te quedas,
(tu boca que es granada permanencia)
girando en el trasluz de mi conciencia,
tejiendo en mi garganta fuegos, sedas.

Si en un Bilbao con sol esplendoroso,
fijada entre mis manos tu cabeza.
(Tus labios sobre un músculo gozoso)

El hilo de mi vida en tu destreza
(tu aliento que se entrega laborioso)
hasta que pierda mi hombría su entereza

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE LANGARIKA, PABLO
España. Bilbao. 1.947
Poeta hallado en Internet.



PÉRDIDAS

Las pérdidas se mueven. Viajan solas.
Alcanzan un lugar de tu presente.
No estaban y ya están. Y de repente
se vienen y se van como las olas.

Son lacres de la sangre en caracolas,
amapolas posándose en tu frente.
Siemprevivas sencillas y, en el diente,
carnada de otros labios, barcarolas...

Son las levas de un tiempo traslucido
que suma a lo ganado, lo perdido:
presente refutado en el ayer.

Una estación de siembra que se agota.
La vida depurada gota a gota
a la que no podrás, jamás, volver.

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DE ZAVALA, G.
España. Siglo XX.


A CRISTO EN LA CRUZ

Clavado está mi Dios en el madero
de una cruz tan injusta como impía,
donde viste expirar tu lozanía
con santa mansedumbre de cordero.

Una lanza afrentosa con su acero
dio más pena al dolor de tu agonía,
abriendo en tu costado una sangría
que redimió de culpa al mundo entero.

Yo quisiera, mi Dios omnipotente,
soportar tus espinas en mi frente,
tus llagas en mi carne lacerada

y tu sangrienta herida en mi costado,
con tal de ser mi espíritu bañado
por la luz celestial de tu mirada.

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DEL VALLE, MÁXIMO
San Vicente de la Barquera. Santander. 1.913
Palencia. 1.989
Poeta y Religioso.
Hallado en Internet.

González del Valle, Máximo. San Vicente de la Barquera (Cantabria), 12.XII.1913 − Palencia, 2.I.1989. Claretiano (CMF), novelista y poeta.
Nació en el seno de una familia de clase acomodada. Fueron, según testimonio suyo, veinticuatro hermanos de la misma madre. En 1926 ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos). Tras cuatro cursos de Humanidades en Valmaseda (Vizcaya), y su año de noviciado en Salvatierra (Álava), emitió sus votos religiosos el 15 de agosto de 1931. Cursados, entre notables y sobresalientes, sus tres años de estudios filosóficos, en Beire (Navarra), y sus cuatro años de estudios teológicos, en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), recibió la ordenación sacerdotal el 25 de julio de 1939. Ya desde joven fue dando muestras de inspiración poética y de su facundia literaria. Bien puede avalarlo el primer premio literario de carácter nacional que logró ya a sus diecisiete años.

Inició su labor docente en el colegio que los claretianos regentan en Segovia, donde su labor en la formación integral de los jóvenes bien puede verse reflejada en los seis libros que entonces publicó sobre el particular y entre los que sobresalen, por su amplitud y su estilística presentación, El arte de ser joven y Enciclopedia espiritual del joven. Tras unos años en Madrid como predicador y misionero, y durante los que compuso una voluminosa Enciclopedia popular, que no llegaría a editarse, pasó destinado a Vigo (Pontevedra), como predicador y superior de la comunidad claretiana. La Voz de Galicia, El Faro de Vigo y Radio Vigo, donde intervino como colaborador habitual, dan fe de su labor periodística y cultural. Vivió sus últimos veinte años en Palencia, entregado a sus habituales quehaceres literarios, así como al servicio cultural y espiritual de cuantos solicitaban su presencia.

Ministerio, labor docente e intervenciones literarias fueron dándole renombre en casi toda la geografía hispana e hispanoamericana. Tampoco era desconocido en la Europa latina. Colaboró en diversas editoriales.

Aparecía frecuentemente su firma en revistas de prestigio, como Poesía Hispánica, Peña Labra, Bahía, Uriel. Perteneció a academias y entidades culturales, entre las que pueden citarse la Real y Pontificia Academia de Lérida, la Internacional de Felgueiras (Portugal) o la Asociación Nacional de Escritores y Artistas.

Fue miembro del Instituto Cultural Cantabria, de la Agrupación Hispana de Escritores, de la Asociación Cultural Bilkabide, del Instituto de Cultura Americana y de varias otras instituciones.
Llegó a publicar más de cien libros, entre verso y prosa. Obtuvo un largo medio millar de premios nacionales e internacionales, sin contar sus cincuenta y ocho flores naturales y no pocos diplomas y pergaminos.

A raíz de su muerte, se dijo de él que había sido un hombre “desmesurado”. Implícitamente así se le había definido ya antes. El diario regional de Ciudad Real Lanza (6 de abril de 1972) lo calificó de “maduro y torrencial”. Poesía Hispánica (noviembre de 1973) destacaba en él su “facundia poético-diversificadora, su desbordante producción literaria y su sobrecogedora y tremenda fecundidad: tanto en prosa como en verso, su obra viene caracterizada, decididamente, por su fluidez”. Gonzalo Ortega Aragón, crítico literario, escribió en el Diario Día de Palencia (4 de enero de 1989): “Ha de verse en Máximo González uno de los escritores más prolíficos de nuestra literatura. Y me atrevo a decir ser el escritor más premiado del mundo [...]. Son de admirar en él su dominio de las formas clásicas de la poesía, su facilidad de rima y su magistral orfebrería imaginativa”.
Alternó poesía y novela, amén de otros géneros no menos nobles en los que el estilista reveló su erudición.

He aquí, entre otros, dos testimonios sobre González del Valle como novelista: “En sus novelas hay un escritor hábil y realista [...]. Hay en ellas vivacidad, lenguaje directo, pueblo. Hay vida. Novelas de muy distinta temática, pero parecidas en el estilo de paridad idiomática y en la habilidad expresionista” (Estafeta Literaria, 22 de marzo de 1972). “Tiene inspiración, visión exacta de nuestro vivir, acertadísimos recursos literarios para expresarlo con lenguaje vivo y humano, de gran calidad literaria y de matices logradísimos” (maestro doctor Joaquín de Entrambasaguas, 23 de febrero de 1972). Pero González del Valle —en expresión del ya citado Ortega Aragón, en el mencionado diario— “fue sobre todo un poeta de rara fecundidad, plural y capaz de saltar desde la versificación más constreñida a los ritmos más vanguardistas”. La revista canadiense Boreal (noviembre de 1973) lo presentaba como “un gran poeta, de alma y de cuerpo entero”. El también ya citado diario Lanza calificaba su poesía de “muy humana, sentida y polifacética: parto de una rica y creadora fantasía”. En el desaparecido diario Pueblo escribía el crítico Luis Romasanta: “Las cualidades y méritos de este mago del ritmo y de la palabra son originalidad, calor humano, belleza a chorros, filigrana y colosalismo mano a mano [...]” (citado en Raíz y flor, Palencia, 1970, solapa). Y en parecidos términos se expresaron los poetas García Nieto, Carlos Murciano, Leopoldo de Luis y otros. Dentro de las más variadas formas de expresión poética, González del Valle mostró especial preferencia por el clásico soneto como “una de sus más rotundamente logradas composiciones”, como escribía el desaparecido diario madrileño Ya (23 de enero de 1974).


Obras de ~: Novela: Tres mujeres en una, Palencia, Imprenta Merino, 1971; El amor se llama un piso, Palencia, Imprenta Merino, 1971; Cuentos amarillos, Palencia, Imprenta Merino, 1971; Dos hombres a solas, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Ni cuervos ni pichones, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Los ángeles vuelven, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Historia íntima de un anormal, Palencia, Imprenta Merino, 1973; La revolución de un cura, Palencia, Imprenta Merino, 1973; En el corazón de las estrellas, Palencia, Imprenta Merino, 1973; El amor en barco, Palencia, Imprenta Merino, 1974; Jugar y ganar, Palencia, Imprenta Merino, 1974; Los caciques, Palencia, El autor, 1976; La alcaldesa, Palencia, El autor, 1976. Poesía: Rosas de imperio, Segovia, 1939; Corazón de España, Madrid, 1946; Cantemos al amor de los amores, Madrid, Bruno del Amo, 1947; Otra cosa, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Raíz y flor, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Cúpula y abanico, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Oraciones de barro, Palencia, Imprenta Merino, 1972; Torre del amor, Palencia, 1974; Luz en la luz, Bilbao, Comunicación Literaria de Autores, 1976; Soledad Malpartida y Sotorrío, Bilbao, Comunicación Literaria de Autores, 1979; Poemas salvajes, La Carolina (Jaén), 1984; Juventud es tu hora, Barcelona, 1985; Revolución total, Barcelona, 1987; Ser y hacer desde la plenitud del Evangelio, Palencia, 1987; Madre Galicia, Palencia, 1987; Vivir, caminar, triunfar, Palencia, 1988.


Bibl.: M. A. Vázquez, “In memoriam de M. González del Valle, C. M. F.”, y G. Ortega Aragón, “El poeta más premiado del mundo”, en Información (Provincia de Castilla CMF), n.º 211 (1989), págs. 28-31 y págs. 32-33, respect.; “In memoriam”, en Annales Congregationis (Roma), vol. 59 (1989), págs. 43-44; M. Díez Presa, Silueta humana y poética del padre Máximo González del Valle (conferencia pronunciada en el salón de actos de la Diputación Provincial de Palencia, 19 de noviembre de 1993), en Iris de Paz, 1 de febrero de 1994, págs. 1-12; M. González del Valle, cantor de Trujillo (conferencia pronunciada en Trujillo, Cáceres), 22 de noviembre de 1998; Anónimo, “El poeta”, en T. Durán Gómez y J. A. Ramos Rubio, Canto a Trujillo (Poesía-Historia-Imagen), Salamanca, 1998, pág. 14.


Por: Macario Díez Presa, CMF

SONETOS DEL SIGLO XX


GONZÁLEZ DEL VALLE, MÁXIMO
San Vicente de la Barquera. Santander. 1.913
Palencia. 1.989
Poeta y Religioso.
Hallado en Internet.


CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Desnudez vertical de piedra sola
que se estira hacia arriba. Fe y amor
tensos por la esperanza. Resplandor
mixto y grave de espiga y amapola.

Cuadratura del Tiempo. Caracola
de viva eternidad. Y ni una flor,
ni un ciprés, ni un nidal, ni un surtidor
que su grito y sus danzas enarbola..

Pura idea. Materia sin materia.
Precisión de pupilas o de arteria
sobre el pulso perenne de las cosas.

Disparo silencioso hacia lo eterno.
Piedra y luz y luz piedra, con un tierno
perfume de nostalgias y de rosas.



Hasta aquí llegué, amigo mío, así que ya te toca, eso sí, cuando puedas.

Hasta aquí llegué, amigo mío, así que ya te toca, eso sí, cuando puedas.


Yo sé que te parecerá extraño, amiga mía... pero...

no puedo estar sentado mucho tiempo... acostado imposible (dolor insoportable) y, obviamente, de pie no se puede trabajar.

Voy a intentar hacer un esfuerzo... (de aquí a octubre, por Dios: ¿pero cómo hemos podido consentir este deterioro de la sanidad pública?)

Qué interesante su vida!!!!!!!!!!
Lo seguiré con mucho gusto!!!!!!!

Besosssssssssss

No, no es extraño, amigo mío, así que tómatelo con calma.
Cuídate, que nos queda aún mucho por hacer.
Besos.

Ceci, Amalia, muchas gracias por ser y estar, amigas.
Besitos para dos, jeje.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GONZALEZ GARCIA, MARIA JOSE

España. Siglo XX

Poeta.

A LA MUJER DE LA HUERTA

Niña huertana tan dulce y preciosa
que con la flor tienes una querella
y me preguntas, tristemente ansiosa,
cual de las dos sin duda es la más bella.

Cuando su perfume inunde tu frente
al escuchar con pena una canción
te unirás a ella loca y sonriente
besando la flor llena de emoción.

Entre nardos, geranios y violeta,
jazmín, clavel, te sentirás coqueta;
tu rostro se asemejará a la rosa,

tu vida vivirás con gran pasión,
como un sueño lejano, una ilusión.
¡Tú eres como la flor igual de hermosa!

No encuentro nada más, ni en cuanto a biografía ni en cuanto a poesía de la autora anterior...Me preguntó, solamente me pregunto: será un error y en lugar de María José Gónzález García se tratará de José María González García. Además de Premio Nacional de ensayo nació en Murcia en 1950. Ello justificaría, de alguna manera, la temática del soneto anterior.

En fin, lo dejo en la duda.

Qué hermoso soneto "A la mujer de la huerta", sea de quien sea su autoría.
Me encantó!!!!!!!!! Daría la impresión de que el autor es hombre, no?
Besossssssss, querido doc, y cuidate

ESTOY DE ACUERDO CONTIGO, CECILIA.

BUENO, EN SONETOS AL MENOS, SÉ QUE ME TOCA A MÍ Y QUE ME FALTAN DOS AUTORES.

SIGO EN CUANTO PUEDA.

GRACIAS, CECILIA.

BESOS.

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

Según RGG.
Calzadilla. Cáceres. 1.934
Poeta hallado en Internet. (*)

(*) Yo no encuentro nada sobre este poeta. Ni biográfia ni poemas ( con excepción de los que RGG expone en su Biblioteca Universal del Soneto)

Por defecto hay gran cantidad de poetas Pablo González ( Cámara // Vázquez // Langarika... de los que hay suficientes referencias biográficas y de poemas... pero no se tratan del que expone RGG.)

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

1. EL TIEMPO

Como el árbol se tiñe de amarillo,
mi negro pelo en albo, se ha trocado;
los otoños del tiempo me han dejado,
como parva molida por el trillo.

Pasó mi olor de espliego y de tomillo;
camino con el cuerpo aportillado;
un doloroso fardo es mi pasado
que ha triturado a golpes tu martillo.

Lucho por existir, por mantenerme
y alguna vez, de juventud, presumo;
pero tú vas pasando, por tenerme;

y en tanto, que te tengo, me consumo.
Seguirás inmutable tras perderme
y yo sólo seré ceniza y humo.

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

2. AL TAJO

Tajo salvaje, tu feroz bravura
ha sido domeñada; eres cautivo.
¿Quién puso grillos al Titán altivo?
¡Ay! ¿Quién lo encadenó en Extremadura?

Un Atila implacable, de faz dura
caminaba en tus aguas, nunca olivo;
ahora tornas por manso, el agresivo,
te vas de la meseta a la llanura.

Te arrancan de tu cauce milenario
y partes humillado hacia el oriente.
Tierra extraña te sirve de sudario

y, en vez de espejo luso en el poniente,
eres Mediterráneo. Para agravio,
emigrante también, como tu gente.

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

3. A LA MUERTE DE MI MADRE

Helada estaba y rígida aquel día
la sangre de su amor, se había parado.
Mi mar de angustias, a su cuerpo, atado,
quiso darle el calor que no tenía.

Mi vida, con su muerte, parecía,
como ella, también algo acabado,
y el amor, del amor enamorado,
cuanto mayor la pena, más crecía.

No tuve calma; no tuve consuelo;
me dejó con la pena que llevaba;
vivir para nosotros, fue su anhelo;

pero Dios quiso que emprendiera el vuelo
y, cuando más feliz y más gozaba,
como un ángel dormido se fue al cielo.

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

4. A EXTREMADURA

Terror de Roma, heroica Extremadura,
madre de mundos que el océano baña,
pilar y fortaleza de una España,
que se siente contigo más segura.

¿Noble Matrona, Tu inmortal figura,
qué regiones estiman como extraña,
Si Iberia te gestó en su misma entraña
y le ganó un Imperio tu bravura?

¿Acaso puede estar más orgullosa
otra tierra que tú, si por grandeza,
borras lindes y ofreces generosa

un rosario de mundos con largueza
y puedes presentarte como diosa
coronada de soles la cabeza?

SONETOS DEL SIGLO XX

GONZALEZ GONZALEZ, PABLO

5. LA PASIONARIA

Muriendo Cristo, se asomó una flor
al Calvario, por ver lo que pasaba.
Quiso robarle a Dios, el sufrimiento
y Él en pago la hizo Pasionaria.

En los estambres, le dejó la esponja;
a las humildes hojas, dio la lanza;
los fieros clavos puso en los estigmas.
La corona de espina, por besarlas,

en finos filamentos de arco iris,
sobre el cáliz celeste desparrama.
No quiso darle cruz. La dejó libre.

¿Cómo podría trepar crucificada,
al suplicio que sufro por amarte,
y a mitigar la pena que me mata?

Es lindo encontrarte de nuevo por el foro, venciendo los problemas de la tecnología!!!!!!!!!
Besossssssssss siempre y GRACIAS

. A LA MUERTE DE MI MADRE

Helada estaba y rígida aquel día
la sangre de su amor, se había parado.
Mi mar de angustias, a su cuerpo, atado,
quiso darle el calor que no tenía.

Mi vida, con su muerte, parecía,
como ella, también algo acabado,
y el amor, del amor enamorado,
cuanto mayor la pena, más crecía.

No tuve calma; no tuve consuelo;
me dejó con la pena que llevaba;
vivir para nosotros, fue su anhelo;

pero Dios quiso que emprendiera el vuelo
y, cuando más feliz y más gozaba,
como un ángel dormido se fue al cielo.

Me gustó este soneto a la madre.
Me gustó ver que estás en plena forma por acá, así que, gracias y besos.

"El tiempo" y "A la muerte de mi madre" son dos poemas que me pegaron fuerte, porque hay dolores que son universales.
Gracias Pascual por tanto.
Besossssssssss

Gracias, Cecilia... por todo.

Besos.

Gracias, Lluvia. Hoy no sé si podré seguir. Pero no es mucho lo qur falta en mi turno.

Besos.