XI. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (VI)

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUILLÉN ACOSTA CARMELO

RGG, Sevilla. España. 1.955
Catedrático de Lengua Española.
Poeta hallado en Internet

WIKIPEDIA

Carmelo Guillén Acosta (Sevilla, 1955) es poeta, director de la colección Adonáis y presidente del jurado que concede el premio de dicha colección desde 2003.1​

Biografía
Fue catedrático de Lengua y Literatura de Enseñanza Secundaria, actividad que ejerció en diversos institutos de Sevilla desde 1979 hasta su jubilación en 2015.

En 2010 impartió lecturas de sus poemas, conferencias y clases en Estados Unidos como escritor invitado por The University of Georgia, Department of Romance Languages (Athens) y Georgia State University, Department of Modern & Classical Languajes (Atlanta) respectivamente.

Entre las distinciones más destacadas a su obra poética se encuentran un accésit del Premio Adonáis en 1976, el Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz (1990) y el Premio Tiflos de Poesía de la ONCE (1995).

Obras
Poemarios
Envés del existir (Madrid, Rialp, col. Adonais, n.º 342, 1977).
Rosa de invierno (Sevilla, Pasarela-Libros, 1988).
La ternura infinita (Ávila, Colonia Fontivereña Abulense, 1991).
Nonaino (Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1992).
Humanidades (Madrid, ONCE, 1996).
Misterio gozoso (Córdoba, Cajasur, 2000).
Quedar con alguien (Cáceres, Diputación Provincial, Institución Cultural el Brocense, col. AbeZetario, W, 2002).
La vida es lo secreto (Madrid, Rialp, col Adonáis, n.º 609, 2009).
Las redenciones (Sevilla, Renacimiento, col. Calle del Aire, n.º 169, 2017).
En estado de gracia (Sevilla, Renacimiento, col. Calle del Aire, n.º 212, 2021).
Poesías completas
Aprendiendo a querer. Poesía 1976-1996 (Sevilla, Númenor, 1997).
Aprendiendo a querer. Poesía (revisada) completa 1977-2007, (Sevilla, Númenor. Cuadernos de Poesía, n.º 18, Sevilla).
Antologías poéticas
La Trama de los afectos (Sevilla, El Sobre Hilado, 2000).
Este hilo que enhebro, antología 1977 - 2007 (Sevilla, Camas, Exmo Ayuntamiento, 2007).
Alguien más que yo soy (antología poética 1977-2009) (Sevilla, Fundación de Aparejadores, col. Alarife, n.º 12, Sevilla, 2009).
Inclusiones en antologías
Historia y Crítica de la Literatura Española; Los nuevos nombres: 1975 – 1990 (volumen IX)(1992), de Francisco Rico.
Audio – Litterator (1992), coordinada por Francisco Rodríguez Adrados.
Entre el Sueño y la Realidad; Conversaciones con poetas andaluces (volumen 4), de Rafael Vargas (1994).
Cuarenta Principales. Antología general de la poesía andaluza (1975 – 2002) (Sevilla, Renacimiento, 2002), edición de Enrique Baltanás.
Con & versos. Poetas andaluces para el siglo XXI (Sevilla, La isla de Siltolá, col. Arrecifes, 2014), edición de Antonio Moreno Ayora.
Antología emocional de poetas andaluces (Málaga, Fundación Unicaja y etc el toro celeste, 2016), edición de Antonio Enrique.
Tu sangre en mis venas. Poemas al padre en la poesía hispánica moderna (Sevilla, Renacimiento, 2017), edición de Enrique García-Máiquez.
Poesía para vencer a la muerte (Madrid, Poesía Pigmalión, 2023), edición de Rafael Rodríguez-Ponga.
Recepción de la obra
Entre las críticas literarias que se han publicado sobre su obra poética, destacan las del profesor Cristóbal Cuevas, catedrático de la Universidad de Málaga:

Carmelo Guillén es un poeta que ha conseguido hacerse con una voz inconfundible, que nace de él, que lo define y que sirve en exclusiva para cauce de sus propias emociones. Cuando deje de escribir habrá que romper el molde.

y la del poeta Julio Martínez Mesanza:

Magistral es en Carmelo el tratamiento del lenguaje y también el del verso, obligado a darle siempre todo lo que le pide. (…) Es un verso al servicio del poema y, a la vez, con significado propio. A menudo lo fragmenta para expresar de la forma más intensa ese coloquio consigo mismo, con los hombres y con las cosas del mundo. (…) Domina las formas modernas y contemporáneas y, cuando así lo quiere, las tradicionales.

Otras publicaciones
Como editor o antólogo:

La obra poética de Pedro Salinas (Madrid, Ciclos, 1991).
Poemas de Rafael de León (Sevilla, col. "Sin otra luz y guía", 1990).
Antología de poemas contemporáneos (Madrid, Editora Social y Cultural, 1998) para 3.º de la ESO.
Antología de poesía castellana de siempre (Madrid, Editora Social y Cultural, 1999) para 4.º de la ESO.
Poesía española 1935-2000 (Barcelona, Casals, 2000; 3.ª edición 2003).
Los mundos del corazón (Sevilla, rd editores, 2005), selección de la poesía y el teatro del autor sevillano Ramón Charlo.
Historia de Adonáis. La colección de poesía (Madrid, Rialp, 2016).
Ecce mater tua (Veinte poetas de hoy cantan a Nuestra Madre la Virgen María) (Valladolid, Fundación Las Edades del Hombre, 2020).
Autobiografía. Antología poética de Francisco Garfias (Huelva, Diputación Provincial, 2021).
Variaciones sobre la vida de santa Rosalía de Palermo. (Carpeta «Lugares de Paz y Oración. Hortus conclusus». Cap. IX, Monasterio de santa Rosalía. Sevilla, Branding Box, S.L. 2021).
Catálogo de la exposición «Premio de Poesía Adonáis, 75 aniversario en Ediciones Rialp» (Madrid, BNE y Rialp, 2021)2​
Tras la belleza del don. Apuntes sobre la biografía de Pepe Molero (Madrid, Ediciones Rialp, 2023).
En colaboración con el poeta José María Delgado:

20 poetas, Selección de poesía sevillana (1999).
Antología poética de Rafael Montesinos (2003).
Poesía amorosa en Sevilla.(De Bécquer a Montesinos), (Sevilla, RD, 2003; 2.ª edición en 2005).
En colaboración con el profesor Joaquín Rayego:

Poesía Personal. Antología (1871–1941) de Francisco Rodríguez Marín (2005).
En colaboración con el poeta José Julio Cabanillas:

Dios en la poesía actual. (Antología) (2018).
Nuestra Señora en la poesía española actual. Antología (Prólogo del cardenal Robert Sarah) (2021).
Premios y distinciones
Premios
1976: Accésit del Premio Adonáis.
1990: Primer Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz.
1995: Premio Tiflos de Poesía de la ONCE.
Distinciones
1992: Fiambrera de Plata del Ateneo de Córdoba.
1999: Profesor de Honor del Colegio Internacional San Jorge de Cáceres.
2007: El Ayuntamiento de Camas rotula una plaza con su nombre.3​
2009: Profesor de Honor del Colegio Los Robles de Oviedo y IV Premio Los Robles-Arte.
Colaboraciones y comisariados
Con la Consejería de Cultura y Consejería de Educación de la Junta de Andalucía participó en 2007 en el guion y presentación de la serie documental La palabra en libertad. Generación del 27. Vanguardia, creación y vida. La palabra en libertad.

Comisarió la exposición dedicada en la Biblioteca Nacional de España, desde el 7 de octubre al 17 de diciembre de 2021, al 75 aniversario de la colección de poesía Adonáis en Ediciones Rialp:4​ la primera muestra que se organiza en la BNE de una colección de poesía a lo largo de su historia. La misma exposición tuvo lugar después en la sede del Instituto Cervantes de Alcalá de Henares (Madrid), desde el 20 de abril al 17 de julio de 2022.

Referencias
Guillén Acosta, Carmelo (2016). Historia de Adonáis : la colección de poesía. Ediciones Rialp. ISBN 978-84-321-4655-8. OCLC 957460544. Consultado el 6 de diciembre de 2021.
Guillén Acosta, Carmelo (07/08/2021). «Catálogo de la exposición "Premio de Poesía Adonáis, 75 aniversario en Ediciones Rialp"». BNE y Rialp.
ArteSacro. «Provincia. Carmelo Guillén Acosta, un poeta en su tierra de Camas». ArteSacro.org. Consultado el 6 de diciembre de 2021.
España, Biblioteca Nacional de (6 de octubre de 2021). «La colección Adonais de poesía, 75 años en ediciones Rialp». www.bne.es. Consultado el 3 de diciembre de 2021.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUILLÉN ACOSTA CARMELO

1. DOBLE LUZ
MI INSEPARABLE

Y aunque yo no soy tú, sin ti yo nada soy.
Te he mirado igual que a mí, mi inseparable,
y sé que adonde mire, mi propio yo eres tú
antes que yo y, por eso, te afirmo como un bien.

No sé reconocerme sino yendo a tu vida,
ni alcanzo más que en ti mi justificación.
Me existes, y yo sé que te devuelvo a ti
cada vez que me amas porque soy en ti mismo.

De que lado estaremos puesto que el gozo es
la afirmación del otro, mirada mía que alcanza
tu misma identidad cada vez que me miras.

Y crezco cuando creces, y el mundo es este encuentro
donde no pretendemos más que ser en nosotros,
tú en mí y yo en ti, la línea del amor.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUILLÉN ACOSTA CARMELO

2. ¿A QUÉ DESTINO, AMOR, ME HAS CONVOCADO?

¿A qué destino, amor, me has convocado?
¿A qué aire divino, si voy preso,
si estoy como de vuelo, sin más peso
que el peso de saberme enamorado?

¿A qué lazo tan fuerte me has atado?
¿A qué celestial cima y a qué beso,
si a ritmo de ascensión y de embeleso
mi vida no responde a otro cuidado?

Un baile me pediste muy sentido
y yo, por no negarte ese favor,
te amé de norte a sur, y Tú, atrevido,

también te diste a mí con tal sabor
que ya no sé si aquello tan vivido
fue baile, cárcel, cielo o mal de amor.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMER, RAMÓN.

RGG. España. Beceite. Teruel. Siglo XX.
Poeta hallado en Internet.

(NO ENCUENTRO MÁS INFORMACIÓN BIOGRÁFICA) (*)

( *) La hay, seguro.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

1. PADERBORN

Hoy el sol se ha dignado a aparecer
entre las nubes, dueñas de esta villa,
y así han aprovechado las “shiquilla”
para dejar su cuerpo al mundo ver.

El viento sopla aún, le gusta hacer
de vez en cuando alguna travesura.
A las chicas con falda les susurra
y silba al ver su cara enrojecer.

Ya vuelven esas nubes tan molestas,
¡Alejaos! ¿No veis que quiero ver
a estas alemanas tan enhiestas?

Nada oyen, y vuelve a oscurecer;
son la siete, ya es tarde para siesta,
mejor una duchita y, ¡venga fiesta!

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

2. A BEATRIZ

Eterna amiga, dulce compañera
que ves en la distancia mi amistad,
sé siempre tan amable, tu bondad
es tu mayor virtud, virgen sincera…

No dejes que se atraque en la ribera
la barca que nos lleva a aquella edad
en que el recuerdo es todo agilidad
y el cuerpo se nos llena de flojera.

Vive tú allí, yo vivo en este lar
donde el gélido cierzo ha establecido
su ley severa, rígida y huraña.

Desde esta tierra noble, terca y maña
te mando las palabras que he sentido
leyendo de tu pluma singular.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

3. A BYRON

Al blando conejito que a mi amada
le hacía (y recibía compañía)
despido con mis versos, y palmadas
que apoyen en la espalda al negro día.

Entre macetas, flores bien cuidadas,
vivió tal como el Lord seguro haría,
aprovechando el tiempo, que no es nada
y como nada marcha y no varía.

Lo que tienes en mano se te escapa
y ya no puedes verlo nunca más,
qué injusta que es la ley del gran jurado.

No debes evocar lo que ha pasado.
Se agazapa el estoque tras la capa
y sabes que esquivarlo no podrás.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

4. A DOS DIAS DEL DOS MIL

A manos borrascosas he subido
de mano del poder que está en mi mente,
olmedo en la sequía omnipresente,
saliente desde el valle del olvido.

¿Dónde puedo caer yo malherido
inclinando mi pecho incandescente¿
A no ser que eso ocurra en tus floridos
senderos, que me lleve el del tridente.

Donde yo muera siembra un alcornoque
en vez de un blanco nardo vanidoso
lujurioso por ver su propia cara.

Deja que el árbol fuerte como un oso
oprima tu cintura con sus ramas
sangrantes por la punta del estoque.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

5. MILES DE HORAS ATRAS...

Miles de horas atrás oí una hazaña
idílica (o meramente inventada)
leída por un profesor, Saldaña,
en una clase clara y bien formada.

Se cuenta en unas tierras que un mar baña
(cuna de una postura censurada)
rara vez, ocasión en que la maña
intenta hacer la historia más sonada.

Bella era la ninfa de aquel lago,
ondulaba su pelo como el mar,
aunque el mozo se le hizo moscardona.

Mezclando dos esencia sal azar
obtuvo la poción que a mi persona
refuerza en esta vida aquel gran Mago.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

6. A LA ANTIGUA USANZA

Si alguna vez perdiese la esperanza
de lograr escribir algo sublime,
ayúdame, mi musa, mi templanza
recupera, si quieres, amor dime…

Te escribiré a la antigua y bella usanza
aquella que a la lira de hoy redime;
seré tu caballero y con mi lanza
de grafito te haré un verso que rime.

¡Qué fácil es el acto de escribir
si tienes una musa que te inspira
y lee tus poemas delicados!

No podría un poema concebir
si el calor de tus besos (como piras)
no entrase en mi aposento acorazado.

Donde yo muera siembra un alcornoque
en vez de un blanco nardo vanidoso
lujurioso por ver su propia cara.

Deja que el árbol fuerte como un oso
oprima tu cintura con sus ramas
sangrantes por la punta del estoque.

Qué bellos tercetos!!!!!!!!!!!!!
Gracias por traerlos. Besossssssssss

Gracias, Cecilia, tu capacidad para hacer frente al mal tiempo es extraordinaria.

Besos.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

7. A LOS POETAS DE MI TIEMPO

¿Quién soy yo para daros un consejo
si mi experiencia acaba de empezar?
Aconsejar es cosa de los viejos…
Nosotros los debemos escuchar.

Se nos pierde el respeto, se ve lejos,
y quizá no podrá ya regresar.
En esta nueva era estoy perplejo,
pregunto donde vamos a llegar.

Las costumbres se mueren y se entierran,
sin que nadie las vaya a lamentar.
La rima en el baúl se nos encierra.

¡La vamos a intentar recuperar!
Palabra: si pudiese yo en la tierra
impedir que te hundieses en el mar.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

8. A NACHO VILLALOBOS

Un soneto me manda “hasé er tío” Nacho,
y en mi vida me he visto en tanto honor,
a vos, la majestad del buen gazpacho,
sin duda he despedido con dolor.

A su Merced escribo algunos versos,
pues no podrás así de mí olvidarte.
Mándale a tu mujer un par de besos,
(y a ti un cándido abrazo) de mi parte.

Turquesa está hoy el cielo de esta villa
que los lobos acechan (esteparios),
yo siento una emoción que es la añoranza.

No olvides los momentos centenarios
que hemos pasado aquí; mi vista alcanza
(aunque está un poco lejos) tu Sevilla.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

9. A TU ABUELA ROSA

Ten ánimo, cariño, que las cosas,
aunque mucho nos cueste y mucho duela,
pasan, como también pasa la rosa,
como ha pasado Rosa, que es tu abuela.

Pero al morir, con fe de que la huelas,
deja un perfume, seña dolorosa
del efímero paso de las suelas
que nos llevarán siempre hasta la fosa.

El recuerdo es más fuerte que la vida,
es eterno, como agua en una fuente,
como la gracia blanca del Señor.

Siempre quedan inmersos en tu mente
los vestigios de tanta pronta huída
hacia la dulce voz del gran tenor

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

10. AEROLITOS

¡Atentos todos! caen aerolitos
encima de los coches, de las vacas,
y sobre los perennes arbolitos;
se asustan las Josefas y las Pacas.

Hay que temer, pues no son pequeñitos,
que nos caiga uno encima, mas las bocas
hablan siempre de cosas… ¡Dios bendito,
no pasarán en este mundo pocas!

Las heladas del sur han despertado
en la gente un temor de algo infundado
y está el congelador abarrotado

de grasiosa comida por si acaso.
Tenemos que evitar estar al raso,
no sea que nos baje algún piedraso.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

11. AGUA NOS QUIER ROBAR LA POLITICA
DE AZNAR

Morirán las neblinas matinales
que surgen de la piel de este ebrio río,
y con ellas la escarcha y el rocío
que cubren los ufanos patatales.

De las lechosas nieves invernales
atrapadas y heladas por el frío
ya no podemos ver el albedrío
al bajar con sus nítidos raudales.

Morirán las semillas vegetales
que iban a ser plantadas en la tierra,
por el afán de algunos desalmados.

De las aguas tozudas y vitales
no gozarán. ¡Mañico en pie de guerra!
Aunque eso sí, luchemos desarmados.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

12. ¿DÓNDE IRÁN LOS SALOBRES...?

¿Dónde irán los salobres arrozales
de la vera del mar, quizá a la China?
El agua que nos cojan, medicina,
no salvará los secos naranjales.

Aquellos que la envidian, de las sales
del mar que la separen, con la criba.
Mi postura quizá sea un tanto esquiva…
También lo es el fulgor de sus caudales.

Les podríamos dar un alambique
para que aprovechasen la belleza
del mar, y no nos viésemos en líos.

¡Te voy a proteger, Naturaleza!
Bien dijo aquel poeta, don Manrique,
y escribió: “Nuestras vidas son los ríos…”

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

13. AL AMANECER

Cuando la ardiente y tórrida corona
de sol despunta sobre la alta loma
a ti acuden los pájaros cantores:
jilgueros, gorriones, y ruiseñores.

Cuando en la azulina y sedosa lona
del empíreo cielo se amontona
la tenue luz, te mando mis amores
disueltos en la esencia de las flores.

Cuando la mezcla de vivos colores
la oscura noche quiebran, mis ardores
hacen del frío rocío vapores.

por ti, mi amor, que en rómula Roma
fuiste Venus, y ahora, peleona,
tu hijo Amor en mi Diana se alecciona.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

14. ANGEL DEL CORAZON

Ángel del corazón, bate tus alas,
y ayuda a mis pulmones a vivir,
pues me voy con un tren, como la vaca
dócil, mansa y sumisa de Clarín.

Las nubes de algodón, dulces y claras,
en el azul lejano ven partir
a un joven que se va a su amada casa
pero en su cuerpo y alma sigue aquí.

El tiempo corre lento, si se espera
impaciente el abrazo de un amor
y la suave textura del regazo.

Pero al estar unidos va a carrera,
y el compás va oscilando con su mazo,
robando a cada cual su fresca flor.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

15. ANHELO

Anhelo tus caricias entregadas,
tus mordiscos, tus curvas, tus gemidos;
dos cuerpos al acero rojo unidos
sobre la blanca te la recalada.

Quiero correr contigo en la vaguada,
con mi mano en tu espalda, bien cogidos;
subir a un tiempo igual a la nevada
montaña del placer, después dormirnos.

Si tú no estás aquí no puedo asirte,
no puedo relamerme con tu gusto,
no puedo reclinarme sobre el busto

que mi manos ansiosas te reclaman.
Mis células a voces dicen que aman
todo tu ser, más no puedo decirte…

A LOS POETAS DE MI TIEMPO

¿Quién soy yo para daros un consejo
si mi experiencia acaba de empezar?
Aconsejar es cosa de los viejos…
Nosotros los debemos escuchar.

Se nos pierde el respeto, se ve lejos,
y quizá no podrá ya regresar.
En esta nueva era estoy perplejo,
pregunto donde vamos a llegar.

Las costumbres se mueren y se entierran,
sin que nadie las vaya a lamentar.
La rima en el baúl se nos encierra.

¡La vamos a intentar recuperar!
Palabra: si pudiese yo en la tierra
impedir que te hundieses en el mar.

¡Ay! si se pudiese desde la palabra arreglar el mundo, aunque quién sabe, hay que intentarlo.
Me gustó.
Gracias y buen día.

GRACIAS, LLUVIA. TENGO QUE SALIR DENTRO DE MUY POCO A LA PELUQUERÍA. EN CUANTO PUEDA SIGO-

BESOS.

Hermoso todo y me encantan también los versos que señaló Lluvia-

Besosssssssssss para ambos

GRACIAS, CECILIA, SIGO.

BESOS.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

16. AQUEL OLMO VIEJO

Aquel inmenso olmo que aquí hubo,
el que describió en un texto Machado,
en su exigua juventud nunca tuvo
que temer por ser un día talado.

El viejo, más fuerte, árbol velaba
la entrada del hermoso y sacro templo
en el que mi novia, Cris, hace un tiempo,
la blanca y bendita forma tomaba.

Ni las lluvias de Abril ni el sol de Mayo,
aliados por una buena causa
harán brotar la esperanza en su tallo

porque su débil raíz ya descansa.
No volverá a hendirlo ningún rayo,
pues se apretó el botón junto a la pausa.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

17. A MI PEQUEÑO RIO

Hay un pequeño río: Matarraña
tiene por nombre, mi río añorado.
Es el quien fértil ribera baña
de ese Beceite, mi pueblo adorado.

¡Ay de aquél que su dulce piel araña
con las zarpas de un gato enfurruñado,
no se librará en vida de la saña
que sentirá este pueblo al fin juntado!

Si mi instintivo instinto no me engaña
creo que a muerte ha sido sentenciado
por unos inconscientes, un puñado

de pezotes que creen que la araña
no muere sin la tela que con maña
teje para lograr algún bocado.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

18. MUERTE Y CAZA

Esos animales, vuestro alimento,
una vez corrieron por la pradera
antes de llegar la muerte certera
que a todo vi vo llega en un momento.

Salta, y brinca la cabra montés
por ásperas rocas de la solana.
Con sus enormes cuernos engalana
su robusto cuerpo la mejor res.

El temible jabalí olfatea
bajo la encina buscando bellotas
que llevar a sus poderosas fauces.

Mientras los perros caen como sauces
y ponen en polvorosa las botas
se huele la sangre que aún humea.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

19. EL CRUCERO

I

En un puerto de nombre ya olvidado
tomé un día un bajel para un crucero
por un mediano mar de tierra y mero
emprender, con rumbo no fijado.

El sol de su alto trono estaba al lado
y soplaba una brisa que en Enero
helaba mis entrañas, y al velero
hacía deslizarse desbocado.

Detrás, el mar sangraba por la herida
que poco a poco se iba ya cerrando
y en calma se quedaba el ancho prado.

En la proa observaba ensimismado
los alegres delfines que saltando
animaban mi alma aún dolida.

CONT.

SONETOS DEL SIGLO XX.

GUIMERA, RAMÓN.

19. EL CRUCERO

II.

Las gaviotas surcaban el azul,
descendiendo a besar de cuando en cuando
la piel de aquel sembrado que tapando
se estaba su amplio rostro con un tul.

Marcaba los depósitos sus full
y los viejos motores iban dando
su dulce serenata; yo sacando
estaba los recuerdos del baúl.

Entonces oí cantos de sirenas,
sentadas sobre rocas refulgentes:
cantaban sobre amores, sobre penas

pasadas, que marchaban de mi mente.
Pude ver saltar nueve o diez ballenas,
mostrando su amplitud sobresaliente.

CONT.