Abdicación

Álvaro Ancona escribió:Y qué más puedo esperar de la jornada
si ya escalé tan alto que toqué la nieve con mis pestañas
caté la reserva especial de los diluvios universales
recorrí la séptima marea nadando con los delfines
y degusté el sabor inédito de los cinco elementos,
qué más puedo esperar después de recorrer
el desierto ardiente de la piel amada sin dromedarios
sólo para saborear la ambrosía de su oasis exclusivo
y despojar de burkas y mantillas a la generación de musas
que habitan en el pent-house de la torre de Babel
como invitado de honor de su arquitecto en jefe.
A qué más podría aspirar después de haberle acariciado
las nalgas a la vida el día que me dio la espalda
hasta provocarle un orgasmo que activó la escala de Richter
y convirtió a los pingüinos en golondrinas migrantes.
Adónde más puedo viajar si ya vengo de regreso
y mi embarcación está cansada de seguir la locura de las brújulas,
adónde si las velas perdieron la potencia de los vientos
y los mástiles quieren descansar en la paz del astillero universal.
Y me más puedo decir si se me acabó la tinta y los borregos
que me ayudaban a dormir se comieron todas las palabras.

Álvaro Ancona escribió:Y qué más puedo esperar de la jornada
si ya escalé tan alto que toqué la nieve con mis pestañas
caté la reserva especial de los diluvios universales
recorrí la séptima marea nadando con los delfines
y degusté el sabor inédito de los cinco elementos,
qué más puedo esperar después de recorrer
el desierto ardiente de la piel amada sin dromedarios
sólo para saborear la ambrosía de su oasis exclusivo
y despojar de burkas y mantillas a la generación de musas
que habitan en el pent-house de la torre de Babel
como invitado de honor de su arquitecto en jefe.
A qué más podría aspirar después de haberle acariciado
las nalgas a la vida el día que me dio la espalda
hasta provocarle un orgasmo que activó la escala de Richter
y convirtió a los pingüinos en golondrinas migrantes.
Adónde más puedo viajar si ya vengo de regreso
y mi embarcación está cansada de seguir la locura de las brújulas,
adónde si las velas perdieron la potencia de los vientos
y los mástiles quieren descansar en la paz del astillero universal.
Y me más puedo decir si se me acabó la tinta y los borregos
que me ayudaban a dormir se comieron todas las palabras.

Sandra Oviedo/AVA escribió:reitero lo genial de este poema...hay toda una trama de imágenes que cautivan definitivamente...esa sencilla complejidad, esa hartura y esa ironía fascinan...en definitiva, es un poema grande, deja mucho en el lector, mucho...te dejo un beso Álvaro...en un día de esos en que uno está como queriéndose reencontrar o guarnecer o mandar muchas cosas y personas al carajo...allá mismo

Álvaro Ancona escribió:Comprendo tu abdicación Alvaro pero tal vez no sea tan fácil abandonar la carrera
de los siglos y todavía te queden muchos éxitos por disfrutar..Agárrate fuerte al
mástil como Ulises y sigue navegando...habrán más sirenas en tu poniente esperando
a que te dejes llevar por ellas...pobres ignorantes...olvidan que tú ya viviste esa experiencia...
pero hazlas felices y déjalas al menos verte...Ay los borregos ...esos te abducian al sueño
pero si se comen tus palabras... ¡¡ destierro ¡¡...que ahi sí que perdemos todos.......
Hermosísimo poema Ancona....lo has bordado con hilos de oro.....
De Rosa con muchos afectos...lo he disfrutado amigo
Besazos

Pero qué elocuente y generosa respuesta. Es obvio que has leído cada verso y lo has dejado entrar. Me encanta este tipo de crítica. Siempre eres bienvenida.

Álvaro

W. Faila escribió:Genial Alvaro, solo admirar y sentir la belleza de éste poema.-

Abrazos

María García Romero escribió:Un poema MAGNÍFICO.
Realmente lo he disfrutado.
Un gran abrazo.
María.

Iben Xavier Lorenzana escribió:Pues yo voy a sentarme y esperar que continues dandonos tu palabra. Sabes como te aprecio amigo mio.

abrazo fuerte - Iben