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EL DOLOR AJENO.
Cuando se nos remecen las espinas del alma, es porque hay muchas cosas dando vueltas que te privan del amor, del revivir, del amar o simplemente, que es irreverente la vida ; el colesterol sube y los nervios se agitan y todo desemboca en el caos del dolor que a veces siendo ajeno, mas duele, y el rubor del alma tiene muchos decibeles; Y cuando es de quien amamos nos duele más fuerte, nos clava, estremece, incita a escribir triste y soñar la muerte, llámase angustia y entra al fondo del karma. Que daría por dormir, sin mirar esa pena, mi espina, tu dolor, fotografía de un llanto, ese sollozo profundo, que atraviesa muros abriendo candados, con llaves imaginarias hechas de agua salada que son tus lágrimas. Salitre de tu pena. Mineral del dolor encerrado en un bosque lleno de mitos. Para ser mas preciso, el dolor del cáncer.
Aun que ajeno nos duele más ,pues profundo se anidó , y está escrito sin letras en el papiro de tu alma. Así mi felicidad se apaga, la música se esconde, trompetas suenan en bullados fuegos y artificios, enmudeciendo versos posibles de escribirse rallando con grafito tu espíritu indomable, con tu sonrisa toda y que no obstante te clava profundo en tu alma. Y a pesar de todo lo narrado, he tratado de dejar escrito este dolor que he llamado ajeno, pero que es tan mío como el Suyo, pues dejó de ser ajeno el día que ella y yo decidimos ser solo una persona. En las buenas y en las malas ocasiones.
Santiago, Marzo 2002.
EL DOLOR AJENO.
Cuando se nos remecen las espinas del alma, es porque hay muchas cosas dando vueltas que te privan del amor, del revivir, del amar o simplemente, que es irreverente la vida ; el colesterol sube y los nervios se agitan y todo desemboca en el caos del dolor que a veces siendo ajeno, mas duele, y el rubor del alma tiene muchos decibeles; Y cuando es de quien amamos nos duele más fuerte, nos clava, estremece, incita a escribir triste y soñar la muerte, llámase angustia y entra al fondo del karma. Que daría por dormir, sin mirar esa pena, mi espina, tu dolor, fotografía de un llanto, ese sollozo profundo, que atraviesa muros abriendo candados, con llaves imaginarias hechas de agua salada que son tus lágrimas. Salitre de tu pena. Mineral del dolor encerrado en un bosque lleno de mitos. Para ser mas preciso, el dolor del cáncer.
Aun que ajeno nos duele más ,pues profundo se anidó , y está escrito sin letras en el papiro de tu alma. Así mi felicidad se apaga, la música se esconde, trompetas suenan en bullados fuegos y artificios, enmudeciendo versos posibles de escribirse rallando con grafito tu espíritu indomable, con tu sonrisa toda y que no obstante te clava profundo en tu alma. Y a pesar de todo lo narrado, he tratado de dejar escrito este dolor que he llamado ajeno, pero que es tan mío como el Suyo, pues dejó de ser ajeno el día que ella y yo decidimos ser solo una persona. En las buenas y en las malas ocasiones.
Santiago, Marzo 2002.
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