Después, mucho después. Para Ignacio Bellido

Es un excelente poema.
Me encontré en estas letras y me impactó.
Felicidades.
Un beso.
Roxana.

Sí, en definitiva e sun excelente poema, existencialista y el final, arrollador.
Te dejo mi abrazo

Es un huracan este poema, que ritmo alucinante. Yo que me leo todas estas cosas en voz alta, se me ha cortado la respiracion. Enhorabuena.

Abrazos - Iben

Vicente Martín escribió:en un pétalo efímero,
en los charcos de enero cuando no me reflejan a la luna creciente,
en los peces que asciendes de los blancos corales,
en la luz transitiva,
a veces en el mar
y en la tristeza
que siempre me acompaña sin pedir nada a cambio.

Tus palabras brillan en cualquier escenario, Vicente. No hay pierde.

Existen tantos acontecimientos tan sencillos y valiosos que no somos capaces de percibir por vivir a ritmo acelerado. Precioso y profundo poema.

Saludos.

Gracias mi querido amigo y paisano Vicente. Nuestra Salamanca ha cambiado, y quedan
estos otros rincones del sentimiento, que señalas en tu siempre excelente decir.
Gracias por tu dedicatoria,.Nuestro río Tormes nos acompaña siempre ,esa es la fortuna.
Un gran abrazo
Ignacio
PD: perdona mi tardanza pero estaba desconectado y vi el poema ahora mismo.

Roxana Torres Neira escribió:Es un excelente poema.
Me encontré en estas letras y me impactó.
Felicidades.
Un beso.
Roxana.

Gracias a ti, Roxana.
Un abrazo.

Retomo esta lectura que me ha parecido extraordinaria. Bravo !

Abrazos - Iben

Vicente Martín escribió:Da pena comprobar de qué ha servido
la fe en los profesores que llegaban en Vespa,
los carteles nocturnos,
las putas subversivas y el Tormes a la espalda
como una tibia enema curativa,
o qué fue
de la voz ortopédica, en cuclillas,
de las blusas recién desabrochadas, de tanta urbanidad,
tanta tierra quemada, tanto amor bolchevique y las hortensias
alumbrándole a un cristo en la buhardilla.
Después, mucho después, cuando escribo estos versos y me asomo
sin gafas al jardín,
cuando ya no me inquieta la mirada de un guardia
ni los gritos que llegan de ultratumba,
ahora
os puedo asegurar que sólo creo en cipreses,
en un vaso de agua,
en un pétalo efímero,
en los charcos de enero cuando no me reflejan a la luna creciente,
en los peces que asciendes de los blancos corales,
en la luz transitiva,
a veces en el mar
y en la tristeza
que siempre me acompaña sin pedir nada a cambio.

Es una dedicatoria hermosa, Vicente, con un estilo inconfundible que reconocería entre un millón.

Un abrazo.

os puedo asegurar que sólo creo en cipreses,
en un vaso de agua,
en un pétalo efímero,
en los charcos de enero cuando no me reflejan a la luna creciente,
en los peces que asciendes de los blancos corales,
en la luz transitiva,
a veces en el mar
y en la tristeza
que siempre me acompaña sin pedir nada a cambio.

También creo en todo esto.

Evangelina Valdez escribió:os puedo asegurar que sólo creo en cipreses,
en un vaso de agua,
en un pétalo efímero,
en los charcos de enero cuando no me reflejan a la luna creciente,
en los peces que asciendes de los blancos corales,
en la luz transitiva,
a veces en el mar
y en la tristeza
que siempre me acompaña sin pedir nada a cambio.

También creo en todo esto.

Gracias amiga: este poema aparte de su valor intrínseco, tiene para mi el mejor recuerdo a ese gran poeta que fue Vicente Martín y el honor de habérmelo dedicado.

Los versos nos envuelven en la dorada luz de Salamanca en el recuerdo.

Un abrazo.
Pedro