Es lunes, después de despertar

Ana Mercedes Villalobos escribió:Un poema para celebrar los sentidos mi queridísimo Ricardo,
para recrearnos en los pequeños detalles que nos hacen la
vida de colores entre recuerdos y aromas, ya no podrá ser
igual que otro lunes a pesar de mantener su similitud o quizás
solo su nombre. Un lujo estas letras que disfruto de tu pluma.
Besitos apretado en tus mejillas.

Angel Salas escribió:Ricardo: Es lunes y sigo en cuarentena y créeme que ya no se en que día vivo, pero dejas una gran reflexión llena de sentimientos...en un gran poema....

Ricardo Serna G escribió:

Es lunes, después de despertar




El lunes después de despertar,
cuando las sutiles luces lavan las estatuas de hielo
y el desayuno sigue su propio camino,
los sentidos, a menudo, calientan los pétalos del pensamiento,
entre trago y trago de café y el rico pastel sobrante del domingo.

Esta flor en paisaje de playa de azul palmera,
brota con su frescura en cuerpo de aire derretido,
con un poco de humo de la cafetera
y la paz que desciende
por los pasillos inundados de ese canto de ausencia.

Sigue caliente, con un sabor de fiesta,
con el toque que sólo el paladar comprende,
con avisos de olor que engancha la silla y la imagen;
y abre el espacio entre los dientes
con palabras suaves de roja piel
y cielo cayendo de la memoria sin esfuerzo.

Es lunes -despegado de si mismo-,
y busca la palma de la mano
que aprisiona el sudor tembloroso del silencio,
los dedos mudos que atrapan los rostros ahogados
por las gotas desnudas del tiempo,
el vuelo de la distancia
y la luna grande que duerme por la mañana.

Esta flor que no ha llegado todavía,
que ni siquiera puede respirar
los caminos llenos de miel,
que se detiene sin mirar para adentro
-con la risa de la muerte inevitable-
que se guarda en un jarrón roto de porcelana.

Sigue caliente, con paciencia,
con el sabor de la luz que se pierde en la lejanía;
es lunes, igual que cualquier otro día.

Pedro Casas Serra escribió:
El lunes después de despertar,
cuando las sutiles luces lavan las estatuas de hielo
y el desayuno sigue su propio camino,
los sentidos, a menudo, calientan los pétalos del pensamiento,
entre trago y trago de café y el rico pastel sobrante del domingo.

Esta flor en paisaje de playa de azul palmera,
brota con su frescura en cuerpo de aire derretido,
con un poco de humo de la cafetera
y la paz que desciende
por los pasillos inundados de ese canto de ausencia.

Sigue caliente, con un sabor de fiesta,
con el toque que sólo el paladar comprende,
con avisos de olor que engancha la silla y la imagen;
y abre el espacio entre los dientes
con palabras suaves de roja piel
y cielo cayendo de la memoria sin esfuerzo.

Es lunes -despegado de si mismo-,
y busca la palma de la mano
que aprisiona el sudor tembloroso del silencio,
los dedos mudos que atrapan los rostros ahogados
por las gotas desnudas del tiempo,
el vuelo de la distancia
y la luna grande que duerme por la mañana.

Esta flor que no ha llegado todavía,
que ni siquiera puede respirar
los caminos llenos de miel,
que se detiene sin mirar para adentro
-con la risa de la muerte inevitable-
que se guarda en un jarrón roto de porcelana.

Sigue caliente, con paciencia,
con el sabor de la luz que se pierde en la lejanía;
es lunes, igual que cualquier otro día.


Es un nuevo día y, como cada día, se abre la maravilla de la creación.
Hermoso poema de lo cotidiano a lo sublime.

Un abrazo, Ricardo.
Pedro

Liliana Aiello escribió:Cada día tiene su espacio en el alma del poeta Ricardo, seguimos... la vida lo impone, bellísimo poema,
mis bendicionesssss

LILI

Ricardo Serna G escribió:

Es lunes, después de despertar




El lunes después de despertar,
cuando las sutiles luces lavan las estatuas de hielo
y el desayuno sigue su propio camino,
los sentidos, a menudo, calientan los pétalos del pensamiento,
entre trago y trago de café y el rico pastel sobrante del domingo.

Esta flor en paisaje de playa de azul palmera,
brota con su frescura en cuerpo de aire derretido,
con un poco de humo de la cafetera
y la paz que desciende
por los pasillos inundados de ese canto de ausencia.

Sigue caliente, con un sabor de fiesta,
con el toque que sólo el paladar comprende,
con avisos de olor que engancha la silla y la imagen;
y abre el espacio entre los dientes
con palabras suaves de roja piel
y cielo cayendo de la memoria sin esfuerzo.

Es lunes -despegado de si mismo-,
y busca la palma de la mano
que aprisiona el sudor tembloroso del silencio,
los dedos mudos que atrapan los rostros ahogados
por las gotas desnudas del tiempo,
el vuelo de la distancia
y la luna grande que duerme por la mañana.

Esta flor que no ha llegado todavía,
que ni siquiera puede respirar
los caminos llenos de miel,
que se detiene sin mirar para adentro
-con la risa de la muerte inevitable-
que se guarda en un jarrón roto de porcelana.

Sigue caliente, con paciencia,
con el sabor de la luz que se pierde en la lejanía;
es lunes, igual que cualquier otro día.

Ricardo Serna G escribió:

Es lunes, después de despertar

El lunes después de despertar,
cuando las sutiles luces lavan las estatuas de hielo
y el desayuno sigue su propio camino,
los sentidos, a menudo, calientan los pétalos del pensamiento,
entre trago y trago de café y el rico pastel sobrante del domingo.

Catalina de Alvarado escribió:Querido poeta Ricardo me gusto mucho su poema hablando de un lunes ese que algunos esperan con ansiedad y otros no quieren que llegue, le envío mis saludos.
Caty

Ricardo Serna G escribió:

Es lunes, después de despertar




El lunes después de despertar,
cuando las sutiles luces lavan las estatuas de hielo
y el desayuno sigue su propio camino,
los sentidos, a menudo, calientan los pétalos del pensamiento,
entre trago y trago de café y el rico pastel sobrante del domingo.

Esta flor en paisaje de playa de azul palmera,
brota con su frescura en cuerpo de aire derretido,
con un poco de humo de la cafetera
y la paz que desciende
por los pasillos inundados de ese canto de ausencia.

Sigue caliente, con un sabor de fiesta,
con el toque que sólo el paladar comprende,
con avisos de olor que engancha la silla y la imagen;
y abre el espacio entre los dientes
con palabras suaves de roja piel
y cielo cayendo de la memoria sin esfuerzo.

Es lunes -despegado de si mismo-,
y busca la palma de la mano
que aprisiona el sudor tembloroso del silencio,
los dedos mudos que atrapan los rostros ahogados
por las gotas desnudas del tiempo,
el vuelo de la distancia
y la luna grande que duerme por la mañana.

Esta flor que no ha llegado todavía,
que ni siquiera puede respirar
los caminos llenos de miel,
que se detiene sin mirar para adentro
-con la risa de la muerte inevitable-
que se guarda en un jarrón roto de porcelana.

Sigue caliente, con paciencia,
con el sabor de la luz que se pierde en la lejanía;
es lunes, igual que cualquier otro día.

F. Enrique escribió:

No has satanizado los lunes como suele ser normal por estos pagos, Ricardo, nos dejas un lunes con el mismo sabor de cualquier otro día de la semana, así nos lo reflejas en tu bello poema.