marítimos y fuimos amor. Nos confundimos con tu mar
Fué ayer. Hoy es somos de nuevo otro amor.
Ernesto Würth.
VENTANA I
Hace mucho, no sé cuando, no deseo acordarme, mi memoria
se metió en una caracola; frente al mar en Reñaca., de pié,
sumergido en arenas mojadas, conocí a la poesía, ella me buscó.
La ví, la amé, la miré, no la olvidé. ¿Qué quieres de mí, hermosa
mujer? Sonreí, me sonrió, nunca más la abandoné. Me dió su mano,
con ella una pluma, y escribí, escribí, escribí. Y a mi lado, poetizastes
conmigo.
Escribistes empuñando tu alma, clavando profundamente mi corazón.
Y al lado, estaba el mar mirándonos, enviándonos sus olas, acariciaba
nuestros pies. Cada reventar con su ruido, era naciendo otro poema.
Cada mirada que cruzábamos, era una ola meciéndose.
VENTANA II
Muchas olas han pasado. Tiempos ha, las mirábamos cuando iban y
venían, sin cesar; sabía que en una de ellas te irías, para no volver.
Pero a pesar de todo pinté esas olas, e incrementé el mar con mis
lágrimas después.
Espero que vendrán otras olas azules, con tu mirada adentro de una
botella, con la sonora sonrisa de la caracola y por qué no, con una
sirena adentro de otra ola,
Es hermoso el mar donde todo comenzó ayer. Anaximandros lo mueve,
y Apeiron agita sus olas. El silencio nace en el horizonte, allí donde
Colon creyó había un precipicio. Allí donde el sol muere todas las tardes
y las gaviotas van a morir en las noches.
VENTANA III
Mis oídos se convirtieron en caracolas; no cesan de tronar, con ruído
de olas, en stéreo adentro del corazón.-
Mira ese mar,
como habla,
su palabra,
dice sin cesar una palabra diferente,
está lleno de peces y algas, líquenes, espumas.
tus sueños, tu canto, con los míos igual.
Está lleno de pétalos de rosas rojas casi negras.
las tuyas con pétalos azules, verdosos, tus sonrisas de agua pasan a
mi lado,tocando violines, cantos de tunas.
Un día te invitaré a jugar a la vida en la cresta de ésas olas. Otro día,
a la muerte tomados de la mano, sin soltarnos.
VENTANA IV
Si me envías una sirena de ojos azules, escamas amarillas, te sueño.
Amanecerán otras olas cantando las mismas canciones de amor, mar
de ayer. de anteayer, el antes y el hoy. Siempre.
Mira el mar, tu mar, tiene su lecho lleno de sábanas, con almohadas de
arena, y su fondo lleno de sueños profundos, antre peces y plantas
marinas; nosotros tapizados de amores y ensueños, llenos de besos,
flores, siempre moviéndose, ¿has visto tranquilo al mar? ¿conoces
la paz del alma? son olas que vienen y van. Mi amor me teje un
poncho de aguas con líquenes, con estrellas de mar. Y me habla también
ese lenguaje de oleajes sin parar. Y llega la sirena de escamas amarillas, traída por dos olas gemelas. El horizonte se cierra, vuelan gaviotas y el mar se pone más azul.
VENTANA V
En el mar conocí:
el ayer
los ahoras
el no ser
el adiós
el aún
el amor
el desamor
volver amar
el mañana sin tí
pez volador
la miel de tus ojos
hoy a secas sin etapas
volver a vivir
soñar, poetizar, narrar, escribir, escribir, escribir
VENTANA VI
Mujer: eres como esas olas incansables, impetuosas, voluptuosas,
llenas de agua-mar, mar-amor. Igual que tú, incansables van, vienen,
cantan, ríen, son olas de tú y yo.De mí pa tú. Retroceden cual amores, volviendo con más ímpetu, se arrastran en abrazos, besos, furias, relajadas.
Revientan en rocas y rodan piedras con dolor. Mira esas dos olas
gemelas iguales a tú con mí. Besan las arenas, no están nunca solas,
siempre vienen una después que la otra, nunca una ola está sola,
no hay soledades en el mar. Como tu y yo.
¿ves como se aclara la tarde? Las nubes se abren, dieron paso al
muevo amor.
VENTANA VII
Abro un paréntesis para escuchar dos amigos, mientras el mar
sigue moviéndose y las olas no se cansan.
Todo puede ser ventana y pedestal a un tiempo.
Y la voz del mendigo, acaso sea su hemisferio. José M. Pinilla
¿por qué tengo sed de absolutos
si todo apunta a los finitos,
al límite en el que siempre el muro de lutos
nos frena o nos disgrega, nos divide? Víktor Gómez Valentinos
Y por supuesto, que el mar nos acerca, a veces. Frases dichas al voleo,
profundizan la mente, como si ella fuese mar. Es que cuando miramos
al horizonte, sin querer vemos al infinito y también al finito. Lo curioso es que siendo dos ideas tan alejadas, se miren con cierta cercanía, como si fuesen las misma realidad. Pienso que es una ilusión óptica. Y me nace explicar lo que siento en este momento de lejanía de ese mar, al que he abandonado por algunos meses, después que mi amiga no regresó en la próxima ola, tal como lo supuse una vez.
Mis ojos pájaros amanecieron hoy sumidos en Pitágoras. Su infinito par
e impar finito, trastornan mis manos nubes y mi pluma tiembla ante su
efé y el antós, observando su Cosmos entre luz y tinieblas.
Anaximandros me mira fijamente con su arké y su mygma ilimitada y su
infinito Apeiron entre astros, seres vivos tierra y fuego, mi lengua poeta y fuerza vital me llevan muy lejos de mis metáforas. Hasta mis amores se inundan de ideas cósmicas; es cuando se sonrojan mis rosas rojas casi negras. Y blancan libélulas del cielo, vuelan en busca de mis labios fuegos.
Amanecí impregnado de nubes, voy a despertar algo evaporado, pero
regresaré a mis lares ocultos donde ICARO, para que EROS, me devuelva
la mirada de esos ojos que amo.
Quiero dejar sobre papeles blanquecinos hoy, una mañana cualquiera,
con lápiz de grafito también blanco, este poemario Oceánico, poesía
desnuda, sin aristas, como si las letras se hubiesen caído debajo de mis
metáforas, y no queda nada, pues las rimas se desplomaron y solo
permanecieron algunos puntos y comas, marcando al papel blanco.
Y lo llamo el poema invisible, a pesar que dije oceánico, ya que no he
podido hacer visible lo evidente. Una desgracia imperdonable, que
tampoco grabé en mi memoria, ya que me envolví también en una túnica
blanca, envoltorio de papel, confusa situación, por eso este poema será
apócrifo, mientras recoja letras esparcidas en el aire. (lo que quise decir y no dije)
En la medida que guardo en mi memoria palabras sueltas, que me traen
buenos recuerdos, escritas en grafito blanco y no quedaron escritas en
ninguna parte, y muchos te quieros se olvidan, otros en los que no se fijan, pasan desapercibidos en blanco, desmemorias, con requiebros que no
suenan como rimas, caen muy abajo, en el tacho de basuras.. Hay tantos
modos de decir las cosas, pero en cuerdas vocales en blanco no suenan,
aunque sean hermosos cuartetos en FA sostenido. Es típico de gentes
que sin ser sordas no oyen nada.
O si escuchan contestan con cuerdas vocales asonantes. Incluso
hay mujeres que al ser amadas, contestan en blanco, por decir lo menos,
o quedándose calladas no responden y se guardan los colores, simulando
ser sordas. Hay cada cosa en este mundo que espanta. No nos dejan hacer
visible lo que no es evidente. Pero lo que es evidente se hace sólo visible , aunque sea escrito con grafito blanco.
VENTANA VIII FINALE MAESTOSSO.
Quise terminar este poemario oceánico, en la casa de un poeta oceánico.
Y me fuí a Isla Negra, me senté frente a las olas de ese mar majestuoso tan lleno de poesías. Se me hizo humo la hora, no supe si hacia frío o calor, y escuché esa típica voz de Pablo, hablando pausadamente:
Escríbele a tu ausencia cuando estés solitario. Me decía el gran Vate
mirándome de reojos. Escríbele a ella, porque siempre habrá una Musa presente en tu vida; si no la hay, no valdrá la pena recordar las ausencias, será un papel en blanco, llevado por el viento a ninguna parte; enjuágate las manos con el agua de la laguna, esa agua café llena de peces rojos, lávate las manos con los rayos de topacio de tu luna, cuanto estés ausente de tí mismo, alejado de todo.
Me recuerdo esos días cuando íbamos a verte amigo Pablo, aquí en esta Isla Negra, cuando éramos hijos de éstas mismas olas que azotan tus rocas, cuando te hacíamos preguntas solitarias bajo el graznido de gaviotas que bajaban a saludarte.
No sé por qué hoy día estoy tan solitario. Recuerdo los recuerdos evitando ausencias, pero recordando a todos quienes hoy no están, para contar anécdotas, escribir versos oceánicos, aún que el ayer ausente, ya es recuerdo en nuestras mentes, y lo pasado fué. Hoy es después, y estoy fabricando versos, para imprimir estas presencias ausentes. Y despierto hoy después de algun tiempo, con otra Musa que me canta en mis oídos, versos de amor con olor a salitre.
Comenzado a escribir en Abril de 1993. Corregido y terminado en 2009.
..
Última edición por ernesto würth el Lun 21 Sep 2009, 12:46, editado 1 vez
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