.
De En legítima defensa (Antología) Poetas en tiempos de crisis, prólogo de Antonio Gamoneda, Bartleby, 2014
BEGOÑA ABAD DE LA PARTE 1952- https://es.wikipedia.org/wiki/Bego%C3%B1a_Abad
¡SUÉLTATE EL MIEDO Y DÉJATE CRECER LA VIDA...!
Suéltate el miedo y déjate crecer la vida.
Recuerda que en tu hambre mandas tú.
Recuerda que sólo a ti te perteneces
y que el mundo es tu casa.
Que el dolor del otro, a ti te ha de doler
porque, si no es así,
tú también estás muerto.
Levántate tantas veces como te llame la vida,
tantas como te palpite el corazón de los invisibles.
Recuerda que los brazos sostienen, abrazan.
Cuando dudes cuál es tu revolución
pregunta a los que nadie escucha.
Cuando quieras saber a qué has venido al mundo
y adónde debes ir,
coge su mano y déjate llevar a su terreno.
Sólo ahí te reconocerás,
soltarás tus miedos
y te dejarás crecer la vida.
Porque sólo la vida puedes perder
y ésta es la única certeza
que puede hacernos fuertes.
FRANCISCA AGUIRRE (1930-2019) https://es.wikipedia.org/wiki/Francisca_Aguirre
LA SORPRENDENTE VIDA
Hay días en los que tengo la sensación,
la extraña sensación, de vivir en un tiempo fuera del tiempo.
Es decir, todo lo que me rodea, por un lado,
me resulta asombrosamente conocido,
pero, al mismo tiempo, sé de manera terca,
que este miserable presente, esta penosa realidad,
es copia de un tiempo ya vivido.
Un tiempo que la buena gente,
eso que conocemos con el nombre de "personas decentes",
creíamos haber erradicado. Es decir:
abandonado, superado.
Porque hubo un tiempo como este,
un tiempo miserable, pernicioso, pútrido,
en que la vida era un espanto, una impotencia repetida.
Hubo un tiempo de esclavitud, asco, desprecio:
la vida era un terreno inmenso,
pero tenía dueños, gentes que todos conocían.
Un huerto con amos. Con miserables amos.
Un espacio por el que circulaba el miedo,
la impotencia, la inútil sabiduría de unos pocos;
el mísero conocimiento del hacha del Poder.
Fue un tiempo casi eterno, interminable.
Un tiempo que estuvo a punto de aniquilar a la especie.
Pero la vida es mucho más misteriosa que la desdicha,
la vida es capaz no solo de contradecir a la vida,
sino de aniquilar a la desdicha, enseñarle las garras a la muerte,
defenderse de la ignominia expulsando a los verdugos de la luz,
luchando desde la desazón de las cadenas, la ira de los hijos muertos.
La sorprendente vida tan a menudo esclavizada
suele ocultar entre su semen una extraña guadaña caminante.
Y creedme, os lo ruego, esa guadaña tiene ojos,
esa guadaña oye, escucha el grito de los muertos.
Sabe que las raíces no perdonan, no quieren perdonar,
porque en algún rincón de la inocente sangre
vive la desazón del porvenir, su clamor y su lucha.
La cultivada vida tiene un código, un implacable código,
en el que no se acepta la injusticia, no se admite el olvido.
La vida y su trabajo machacón,
la defensa tenaz y misteriosa de su eterna labor,
su constancia en la lucha, su risa frente al daño,
su unidad implacable ante los destructores.
No creáis que la vida no se entera.
La extraordinaria vida nada ignora, huele
como huelen sus hijos, los hurones,
el tráfico de sangre de unos cuantos.
El tesoro podrido de algunos miserables,
su ambición desmedida frente a tanta desdicha.
Creedme, os lo aseguro, sé muy bien lo que digo:
hay datos desde mucho antes de Cristo,
hay libros escondidos donde se cuenta
la venganza terrible de la vida ante sus destructores.
Todo es cierto: el imperio de siempre de unos pocos
frente a la rebelión de los esclavos, los millones de esclavos.
Creedme: esto siempre termina mal.
Suele acabar en sangre, en mucha sangre.
Hacedme caso: explicadle a los amos de la vida,
a los que creen ser los amos de la vida,
que esa señora es una enemiga muy mala.
Yo más bien les explicaría que a la vida, esa vida que tanto desprecian,
no les conviene en absoluto tenerla de enemiga.
JORGE BARCO INGELMO (1977- https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Barco_Ingelmo
VIDA NUEVA
Hoy me ha tocado abrir el día,
estrenar el mundo, ser el primero
de todo el edificio que sube las persianas;
ser el primero también
en recibir la luz de un lunes recién amanecido,
una luz aún suave y tímida, a punto de romper.
Hoy lo he estrenado todo:
Las cucharas de siempre son hoy cucharas nuevas
y las tazas, la leche, el cola cao.
(Soy el primer hombre de la tierra en probar el cola-cao
y estaba bueno, sí, tiene futuro.)
Me he dado una ducha y el agua ha nacido para mí.
Me he sentado en el sofá y aún olía a nuevo.
Y aquí estoy, sin nada nada más que hacer.
No tengo trabajo. Me pasaré el tiempo
viendo la televisión, programas que se irán creando
según los mire, y que tal vez ya existan
en mi recuerdo o en mi imaginación
(si es que hay alguna diferencia).
No pienso moverme de aquí en todo el día
o en toda la vida
(si es que existe alguna diferencia).
Y por la noche cerraré los ojos
y el mundo se apagará conmigo.
JOSÉ ÁNGEL BARRUECO (1972- https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_%C3%81ngel_Barrueco
LA QUIEBRA
este es nuestro presente:
en los bancos de Madrid se apilan los nuevos mendigos
son hombres que ayer gozaban de domicilio y jornal
y hoy afrontan el hambre y la intemperie
mírales, aún tienen teléfono móvil y las uñas limpias...
a las puertas de los conventos de caridad hacen cola
desdichados sin afeitar y mujeres comidas por la vergüenza
pero necesitan comer, necesitan un punto de apoyo parsa seguir
en la brecha, en la brecha del desorden mundial,
de la catástrofe económica y del apocalipsis de
los especuladores y los canallas de maletín y corbata...
mira a esas madres que cobran una miseria
observa a quienes antes permanecían en un despacho
y ahora deben fregar suelos o barrer colillas...
mira a ésos, en lucha con dos trabajos que apenas
les alcanzan para ser mileuristas
observa a los despedidos sin indemnización,
a los pobres de solemnidad, a los huérfanos de sueldo,
a todos los que no cobraron cuando se hundió su empresa
mientras sus antiguos jefes viajaban al Caribe y hoy ruedan
sobre neumáticos de lujo y navegan en yates privados,
y a esas familias que deben convivir de nuevo
porque sólo uno de ellos puede mantener al resto...
mira a las huestes famélicas, a las multitudes rabiosas
porque piden pan y empleo y sólo reciben hostias y desprecio
observa la ruta de los licenciados: de la universidad al sepe
fíjate en quienes carecen de aire y de un sueldo donde caerse,
en los que han visto mutilados sus derechos, sus pagas,
su paciencia y sus libertades...
mira a los profesores, a los alumnos, a los ancianos,
a los mineros, a los mártires de la cultura, al pueblo
llano, dolido y burlado, ahíto de promesas y de falacias...
amigo, el futuro ya está aquí:
bailamos al ritmo de los mercados
con un tango que nos empuja hacia el barro...
se intuyen años venideros teñidos de gris
por las víctimas de la codicia y la bota
recia de quienes nos dominan desde arriba
la quiebra del sistema financiero y la grieta de la esperanza
la quiebra de la resistencia y la grieta de la felicidad
hemos perdido sonrisas y ahorros,
pero conservamos humor e ingenio
somos los hijos de una época que agoniza
somos padres del infortunio
y sólo queremos prosperar.
FELIPE BENÍTEZ REYES (1960- https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Ben%C3%ADtez_Reyes
DINERO
Tras una combinación difícil, bajo llave,
protegido por poleas de acero,
camuflado en unas siglas
o en el cajón secreto del avaro,
duerme en su soledad plenipotente
de dios convencional de todo esto:
de los teatros mercantiles,
de la Bolsa enigmática y cambiante
como la luna, en su condición
de testaferro manoseado del oro.
Suma y resta del todo y de la nada,
multiplicador del poder y de la angustia,
irrealidad portátil en su ruta estratégica,
hundiendo, rescatando, inflacionando,
dragón herido siempre por la espada
enmohecida de la incertidumbre,
en su cueva especulativa.
Mendigo arrogante de la capa bordada,
misterio desvelado en la exactitud de los porcentajes,
por activo y por pasivo,
abstracción callejera, metal de calderilla,
prestidigitador de operaciones en el aire
a escala mundial y, sin embargo, también de casi nada:
el niño que cuenta unas monedas
ante el kiosco, midiendo su poder
de apropiación del mundo, calculando
lo que cuesta un deseo, la mercancía
del corazón, el ansia oscura.
KARMELO C. IRIBARREN (1959- https://es.wikipedia.org/wiki/Karmelo_C._Iribarren
AL CAER EL SOL
Nunca lo he visto antes,
pero conozco
a este hombre.
..........................(Si me acercase,
distinguiría en sus ojos
ese brillo gastado,
como sin vida,
que tanto me recuerda, por cierto,
a los oficinistas
de mi infancia).
...........................Pronto
se llevará la cerveza a los labios,
le dará un sorbo, y volverá a dejarla
suavemente sobre la barra.
Sin prisa. No la hay.
No le hace falta. Nada
nuevo va a ocurrir,
y lo sabe. Se encuentra
más allá de la esperanza,
en su perpetuo
atardecer.
Conozco a ese hombre, sí,
y me da miedo.
A veces, de madrugada,
poco antes de acostarme, me mira
desde el espejo.
De En legítima defensa (Antología) Poetas en tiempos de crisis, prólogo de Antonio Gamoneda, Bartleby, 2014
BEGOÑA ABAD DE LA PARTE 1952- https://es.wikipedia.org/wiki/Bego%C3%B1a_Abad
¡SUÉLTATE EL MIEDO Y DÉJATE CRECER LA VIDA...!
Suéltate el miedo y déjate crecer la vida.
Recuerda que en tu hambre mandas tú.
Recuerda que sólo a ti te perteneces
y que el mundo es tu casa.
Que el dolor del otro, a ti te ha de doler
porque, si no es así,
tú también estás muerto.
Levántate tantas veces como te llame la vida,
tantas como te palpite el corazón de los invisibles.
Recuerda que los brazos sostienen, abrazan.
Cuando dudes cuál es tu revolución
pregunta a los que nadie escucha.
Cuando quieras saber a qué has venido al mundo
y adónde debes ir,
coge su mano y déjate llevar a su terreno.
Sólo ahí te reconocerás,
soltarás tus miedos
y te dejarás crecer la vida.
Porque sólo la vida puedes perder
y ésta es la única certeza
que puede hacernos fuertes.
FRANCISCA AGUIRRE (1930-2019) https://es.wikipedia.org/wiki/Francisca_Aguirre
LA SORPRENDENTE VIDA
Hay días en los que tengo la sensación,
la extraña sensación, de vivir en un tiempo fuera del tiempo.
Es decir, todo lo que me rodea, por un lado,
me resulta asombrosamente conocido,
pero, al mismo tiempo, sé de manera terca,
que este miserable presente, esta penosa realidad,
es copia de un tiempo ya vivido.
Un tiempo que la buena gente,
eso que conocemos con el nombre de "personas decentes",
creíamos haber erradicado. Es decir:
abandonado, superado.
Porque hubo un tiempo como este,
un tiempo miserable, pernicioso, pútrido,
en que la vida era un espanto, una impotencia repetida.
Hubo un tiempo de esclavitud, asco, desprecio:
la vida era un terreno inmenso,
pero tenía dueños, gentes que todos conocían.
Un huerto con amos. Con miserables amos.
Un espacio por el que circulaba el miedo,
la impotencia, la inútil sabiduría de unos pocos;
el mísero conocimiento del hacha del Poder.
Fue un tiempo casi eterno, interminable.
Un tiempo que estuvo a punto de aniquilar a la especie.
Pero la vida es mucho más misteriosa que la desdicha,
la vida es capaz no solo de contradecir a la vida,
sino de aniquilar a la desdicha, enseñarle las garras a la muerte,
defenderse de la ignominia expulsando a los verdugos de la luz,
luchando desde la desazón de las cadenas, la ira de los hijos muertos.
La sorprendente vida tan a menudo esclavizada
suele ocultar entre su semen una extraña guadaña caminante.
Y creedme, os lo ruego, esa guadaña tiene ojos,
esa guadaña oye, escucha el grito de los muertos.
Sabe que las raíces no perdonan, no quieren perdonar,
porque en algún rincón de la inocente sangre
vive la desazón del porvenir, su clamor y su lucha.
La cultivada vida tiene un código, un implacable código,
en el que no se acepta la injusticia, no se admite el olvido.
La vida y su trabajo machacón,
la defensa tenaz y misteriosa de su eterna labor,
su constancia en la lucha, su risa frente al daño,
su unidad implacable ante los destructores.
No creáis que la vida no se entera.
La extraordinaria vida nada ignora, huele
como huelen sus hijos, los hurones,
el tráfico de sangre de unos cuantos.
El tesoro podrido de algunos miserables,
su ambición desmedida frente a tanta desdicha.
Creedme, os lo aseguro, sé muy bien lo que digo:
hay datos desde mucho antes de Cristo,
hay libros escondidos donde se cuenta
la venganza terrible de la vida ante sus destructores.
Todo es cierto: el imperio de siempre de unos pocos
frente a la rebelión de los esclavos, los millones de esclavos.
Creedme: esto siempre termina mal.
Suele acabar en sangre, en mucha sangre.
Hacedme caso: explicadle a los amos de la vida,
a los que creen ser los amos de la vida,
que esa señora es una enemiga muy mala.
Yo más bien les explicaría que a la vida, esa vida que tanto desprecian,
no les conviene en absoluto tenerla de enemiga.
JORGE BARCO INGELMO (1977- https://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Barco_Ingelmo
VIDA NUEVA
Hoy me ha tocado abrir el día,
estrenar el mundo, ser el primero
de todo el edificio que sube las persianas;
ser el primero también
en recibir la luz de un lunes recién amanecido,
una luz aún suave y tímida, a punto de romper.
Hoy lo he estrenado todo:
Las cucharas de siempre son hoy cucharas nuevas
y las tazas, la leche, el cola cao.
(Soy el primer hombre de la tierra en probar el cola-cao
y estaba bueno, sí, tiene futuro.)
Me he dado una ducha y el agua ha nacido para mí.
Me he sentado en el sofá y aún olía a nuevo.
Y aquí estoy, sin nada nada más que hacer.
No tengo trabajo. Me pasaré el tiempo
viendo la televisión, programas que se irán creando
según los mire, y que tal vez ya existan
en mi recuerdo o en mi imaginación
(si es que hay alguna diferencia).
No pienso moverme de aquí en todo el día
o en toda la vida
(si es que existe alguna diferencia).
Y por la noche cerraré los ojos
y el mundo se apagará conmigo.
JOSÉ ÁNGEL BARRUECO (1972- https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_%C3%81ngel_Barrueco
LA QUIEBRA
este es nuestro presente:
en los bancos de Madrid se apilan los nuevos mendigos
son hombres que ayer gozaban de domicilio y jornal
y hoy afrontan el hambre y la intemperie
mírales, aún tienen teléfono móvil y las uñas limpias...
a las puertas de los conventos de caridad hacen cola
desdichados sin afeitar y mujeres comidas por la vergüenza
pero necesitan comer, necesitan un punto de apoyo parsa seguir
en la brecha, en la brecha del desorden mundial,
de la catástrofe económica y del apocalipsis de
los especuladores y los canallas de maletín y corbata...
mira a esas madres que cobran una miseria
observa a quienes antes permanecían en un despacho
y ahora deben fregar suelos o barrer colillas...
mira a ésos, en lucha con dos trabajos que apenas
les alcanzan para ser mileuristas
observa a los despedidos sin indemnización,
a los pobres de solemnidad, a los huérfanos de sueldo,
a todos los que no cobraron cuando se hundió su empresa
mientras sus antiguos jefes viajaban al Caribe y hoy ruedan
sobre neumáticos de lujo y navegan en yates privados,
y a esas familias que deben convivir de nuevo
porque sólo uno de ellos puede mantener al resto...
mira a las huestes famélicas, a las multitudes rabiosas
porque piden pan y empleo y sólo reciben hostias y desprecio
observa la ruta de los licenciados: de la universidad al sepe
fíjate en quienes carecen de aire y de un sueldo donde caerse,
en los que han visto mutilados sus derechos, sus pagas,
su paciencia y sus libertades...
mira a los profesores, a los alumnos, a los ancianos,
a los mineros, a los mártires de la cultura, al pueblo
llano, dolido y burlado, ahíto de promesas y de falacias...
amigo, el futuro ya está aquí:
bailamos al ritmo de los mercados
con un tango que nos empuja hacia el barro...
se intuyen años venideros teñidos de gris
por las víctimas de la codicia y la bota
recia de quienes nos dominan desde arriba
la quiebra del sistema financiero y la grieta de la esperanza
la quiebra de la resistencia y la grieta de la felicidad
hemos perdido sonrisas y ahorros,
pero conservamos humor e ingenio
somos los hijos de una época que agoniza
somos padres del infortunio
y sólo queremos prosperar.
FELIPE BENÍTEZ REYES (1960- https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Ben%C3%ADtez_Reyes
DINERO
Tras una combinación difícil, bajo llave,
protegido por poleas de acero,
camuflado en unas siglas
o en el cajón secreto del avaro,
duerme en su soledad plenipotente
de dios convencional de todo esto:
de los teatros mercantiles,
de la Bolsa enigmática y cambiante
como la luna, en su condición
de testaferro manoseado del oro.
Suma y resta del todo y de la nada,
multiplicador del poder y de la angustia,
irrealidad portátil en su ruta estratégica,
hundiendo, rescatando, inflacionando,
dragón herido siempre por la espada
enmohecida de la incertidumbre,
en su cueva especulativa.
Mendigo arrogante de la capa bordada,
misterio desvelado en la exactitud de los porcentajes,
por activo y por pasivo,
abstracción callejera, metal de calderilla,
prestidigitador de operaciones en el aire
a escala mundial y, sin embargo, también de casi nada:
el niño que cuenta unas monedas
ante el kiosco, midiendo su poder
de apropiación del mundo, calculando
lo que cuesta un deseo, la mercancía
del corazón, el ansia oscura.
KARMELO C. IRIBARREN (1959- https://es.wikipedia.org/wiki/Karmelo_C._Iribarren
AL CAER EL SOL
Nunca lo he visto antes,
pero conozco
a este hombre.
..........................(Si me acercase,
distinguiría en sus ojos
ese brillo gastado,
como sin vida,
que tanto me recuerda, por cierto,
a los oficinistas
de mi infancia).
...........................Pronto
se llevará la cerveza a los labios,
le dará un sorbo, y volverá a dejarla
suavemente sobre la barra.
Sin prisa. No la hay.
No le hace falta. Nada
nuevo va a ocurrir,
y lo sabe. Se encuentra
más allá de la esperanza,
en su perpetuo
atardecer.
Conozco a ese hombre, sí,
y me da miedo.
A veces, de madrugada,
poco antes de acostarme, me mira
desde el espejo.
Hoy a las 09:47 por Maria Lua
» CECILIA MEIRELES ( POETA BRASILEÑA)
Hoy a las 09:41 por Maria Lua
» MARIO QUINTANA ( Brasil: 30/07/1906 -05/05/1994)
Hoy a las 09:40 por Maria Lua
» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE (Brasil, 31/10/ 1902 – 17/08/ 1987)
Hoy a las 09:38 por Maria Lua
» Stéphan Mallarmé (1842-1897)
Hoy a las 09:36 por Maria Lua
» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
Hoy a las 09:33 por Maria Lua
» VICTOR HUGO (1802-1885)
Hoy a las 09:31 por Maria Lua
» Rabindranath Tagore (1861-1941)
Hoy a las 08:37 por Maria Lua
» Khalil Gibran (1883-1931)
Hoy a las 08:33 por Maria Lua
» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
Hoy a las 08:28 por Maria Lua