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por ernesto würth Jue 04 Feb 2010, 13:32[b][i]
MI SOMBRA, CUENTO POETICO
CON CAMINATA PLAYERA.
Encima las arenas doradas de Reñaca
invité caminar mi sombra
descalza en estas tibias playas;
muy silenciosamente,
calladamente, sombra me seguía,
parada sobre mis pies sin dejar sendas huellas,
llevaba una idea recostada en mis manos
encima de mi alma que no tiene sombra,
(y si existiera sería tan blanca: meditaba)
mas unos pensamientos treparon enseguida
mi sombra se hizo mas pesada.
pues llevaba una pena incrustada mi pecho,
una pena de amores, una sombra muy grande,
y al llegar al final de ese camino
tan grande era mi sombra, tan pesada,
que no pude seguir caminando y me recosté
en una ola que vino a socorrerme presta,
quise apoyarme en sombra que no me abandonaba
y me caí de bruces sobre el agua salitrosa.
Y la pena pidió a la sombra se marchara
pero el alma le dijo, no se pueden separar,
porque la alegría estaba por llegar
y necesitaba su sombra como compañía.
Mi caminata me enseñó que no hay alegría sin pena
o penas sin alegrías
y la sombra existirá siempre que seas cuerpo,
con dudas o sin ellas,
y tu sombra no te abandonará nunca,
salvo cuando salgas a caminar hacia el kosmos
en tu viaje final, dejando a tu sombra
y tu cuerpo en la playa.
MI SOMBRA, CUENTO POETICO
CON CAMINATA PLAYERA.
Encima las arenas doradas de Reñaca
invité caminar mi sombra
descalza en estas tibias playas;
muy silenciosamente,
calladamente, sombra me seguía,
parada sobre mis pies sin dejar sendas huellas,
llevaba una idea recostada en mis manos
encima de mi alma que no tiene sombra,
(y si existiera sería tan blanca: meditaba)
mas unos pensamientos treparon enseguida
mi sombra se hizo mas pesada.
pues llevaba una pena incrustada mi pecho,
una pena de amores, una sombra muy grande,
y al llegar al final de ese camino
tan grande era mi sombra, tan pesada,
que no pude seguir caminando y me recosté
en una ola que vino a socorrerme presta,
quise apoyarme en sombra que no me abandonaba
y me caí de bruces sobre el agua salitrosa.
Y la pena pidió a la sombra se marchara
pero el alma le dijo, no se pueden separar,
porque la alegría estaba por llegar
y necesitaba su sombra como compañía.
Mi caminata me enseñó que no hay alegría sin pena
o penas sin alegrías
y la sombra existirá siempre que seas cuerpo,
con dudas o sin ellas,
y tu sombra no te abandonará nunca,
salvo cuando salgas a caminar hacia el kosmos
en tu viaje final, dejando a tu sombra
y tu cuerpo en la playa.
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