El viejo macho

El tiempo muge a veces muy despacio,
y,

se deja apacentar por las esferas
en un rincón cualquiera de la tarde.

Ya rinde en charcas
sus sueños de arbolar asta y bandera,
y

se deja amojonar los anchos valles
que antaño acaudilló tanta bravura.

Todas las bocas
se juntan sin saber cuál es la suya
y sólo escriben
su piel
la podredumbre y la carcoma.

No existe cielo
capaz de conquistarle una mirada
y entre los labios
le tejen los arácnidos silencio.

Mañanas hubo
que en todos los cristales se asomaba
y que le abrían
de dos en dos
su sed las amapolas.

No tuvo nadie
que alzarle hasta la cruz:

Abrió la muerte
y entró hasta descolgarla contra el suelo.
[right]

Juan José Alcolea Jiménez escribió:El tiempo muge a veces muy despacio,
y,

yertos ya los vientres de la luna,

se deja apacentar por las esferas
en un rincón cualquiera de la tarde.

Abrió la muerte
y entró hasta descolgarla contra el suelo.
[right]

El primer párrafo paga la entrada de sobra. Escucho los mugidos del tiempo mientras se deja apacentar.

Magistral. Qué lujo tenerte por aquí.

Álvaro

Gracias, Álvaro, coincido contigo en las dos estrofas que son la clave del poema.

Un abrazo enorme.

No se pierde el tiempo cuando se leen tus poemas. Y eso se sabe antes de entrar. Indudable calidad en tus versos. Un saludo cordial.

Juan José. Hermoso poema todo. Como dicen: es un lujo tenerte por acá.

PD: no te faltó una "s" en arácnido

He disfrutado con tus letras. Bueno muy bueno el poema. Un placer. Mariona.

Gracias, Ramón, por tu buena voluntad y tu lectura.
Un fuerte abrazo.

Gracias por la s, Jorge. y por la lectura.
Un abrazo.

Gracias, Mariona, por tu cortesía y tu lectura.
Un abrazo.

La dicha de leerte es inigualable...
Poder volver a compartir estos pequeños momentos es maravilloso.
Besossssssss desde mi amada Argentina que congela hasta el silencio.

LILI

Juan José, amigo, poeta
Un lujo leer tu MAGISTRAL POEMA
Besitos maracuchitosss

No tuvo nadie
que alzarle hasta la cruz:

Abrió la muerte
y entró hasta descolgarla contra el suelo.

Horrible morir. Pero bueno hacerlo con dignidad.
Un poemazo, Don Juan José.

Excepcional estampa con forma de poema. Felicitaciones.

Un placer leerte.

Abrazo.

Noemí

FANTASTICO POEMA

ENHORABUENA

Maria Dolores

Todas las bocas
se juntan sin saber cuál es la suya
y sólo escriben
su piel
la podredumbre y la carcoma.

No existe cielo
capaz de conquistarle una mirada
y entre los labios
le tejen los arácnidos silencio.

Mañanas hubo
que en todos los cristales se asomaba
y que le abrían
de dos en dos
su sed las amapolas.

No tuvo nadie
que alzarle hasta la cruz:

Abrió la muerte
y entró hasta descolgarla contra el suelo.


Juan José, fantástico maestro, un abrazo, Tori.

"El tiempo muge a veces muy despacio,
y,

yertos ya los vientres de la luna,
se deja apacentar por las esferas
en un rincón cualquiera de la tarde. "

Magnífico poema, Juan José!
Los versos que destaco me han
fascinado!
Un beso y mi admiración
Poeta!
Maria Lua

Juan José Alcolea Jiménez escribió:El tiempo muge a veces muy despacio,
y,

yertos ya los vientres de la luna,

se deja apacentar por las esferas
en un rincón cualquiera de la tarde.

Ya rinde en charcas
sus sueños de arbolar asta y bandera,
y

–honra sin fuerza–,

se deja amojonar los anchos valles
que antaño acaudilló tanta bravura.

Todas las bocas
se juntan sin saber cuál es la suya
y sólo escriben
su piel
la podredumbre y la carcoma.

No existe cielo
capaz de conquistarle una mirada
y entre los labios
le tejen los arácnidos silencio.

Mañanas hubo
que en todos los cristales se asomaba
y que le abrían
de dos en dos
su sed las amapolas.

No tuvo nadie
que alzarle hasta la cruz:

Abrió la muerte
y entró hasta descolgarla contra el suelo.
[right]

Cuando un poema me habla como éste, a mi me gusta mucho. Felicidades, Juan José! Un abrazo. Pedro.

Poesía, poesía, ¿Qué sería del mundo si no existieras?

GRACIAS Juan José Alcolea

VIVA LA POESIA!!!

MAESTRO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Más vale la congelación de tu Argentina que estos 38º que estamos soportando ahora mismo en La Mancha, Lili. Gracias por tus palabras. El poema me lo ha sugerido la mirada triste de mi padre en su invalidez y el recuerdo de lo que ha sido en juventud.
Un abrazo.

Grande, Alcolea; grande.


Un gusto, amigo

se deja amojonar los anchos valles
que antaño acaudilló tanta bravura.

Todas las bocas
se juntan sin saber cuál es la suya
y sólo escriben
su piel
la podredumbre y la carcoma.

No existe cielo
capaz de conquistarle una mirada
y entre los labios
le tejen los arácnidos silencio.

Mañanas hubo
que en todos los cristales se asomaba
y que le abrían
de dos en dos
su sed las amapolas.



JUAN JOSE, EXCEPCIONAL ABSOLUTO, BESOS, TORI.