PROSA POETICA.
ORATORIO AL INFINITO FINITO
VENTANA I
Y cuando me senté en la orilla, llamándote
a tí, mujer, mi Musa, mi arcángel de hoy dia,
y recorrimos ríos junto a nuestras montañas,
y todo se transformó en paisajes, lagunas
frisos monumentales, forma de un griego atardecer,
y crecieron sobre olas los frondosos árboles
floreció mi rosa roja ya casi negra,
nacieron gruesos pétalos, tus labios de alcanfor
y tu pelo dorado como el sol; y tu sonrisa
mágica que lo dice todo, amor.
El todo se hizo mundo y nació la vida
pues brotó enseguida el infinito
y pernoctamos siete noches y siete dias
en siete años milenarios, luces renaciendo,
se sacude la vorágine a todos nuestros orígenes
y nació la carne, y su entrada a la nada
y la nada hizo su entrada en la misma nada
y los paisajes adoptaron piedras
que mirando el río, nos encontró de frente
y nos vimos las caras, tus ojos se durmieron
adentro de mis párpados
y el frío se retiró adonde no hubo nada.
VENTANA II
Las arrugas de mi cara pidieron cirugía,
y cuando la vorágine originó la vida,
muchas gotas de agua convirtiéronse en piedras,
el huracán de femenina presencia
creó peces del mar,
muchas olas con espumas blancas parieron
la inocencia y la fragancia del salitre
nos entró a las narices
¡ he aquí la vida, el mar y nuestros cuerpos !
y te llamé con tu nombre mujer que amo,
¿aún existes amor ? ¿o es soneto un relámpago,
relevantes misterios como número primo?
Creó mi abecedario cinco letras con tu nombre,
y que fueron escritas allí encima de los cerros,
comenzando en el punto de fuga con mi arquitectura;
la vida nació hacia afuera, y yo te esperé adentro
y ambos fuimos primero muerte, para darnos después la vida.
Nacimos de esa fuga interminable
y perenne entre gnomos, ranas azules y guarisapos
entre raíces de árboles caídos de sequoias,
que brotaban sus frutos prohibidos con almendras y naranjas vivas.
VENTANAL PARAISO III
EL ORIGEN QUEDO FRUSTRADO
Moraron árboles zorzalas y zorzales tocando violines rabiosos,
cantos gregorianos invadieron desiertos con arenas rojas,
y se llenaron de nueces fragantes, cuyas cáscaras,
sirvieron de sombreros para enfrentar la lluvia,
y nacen las células como vísceras repartidas,
y el apetito del amor, sobrepasa la abundancia,
;y los Dioses enviaron estrellas en caídas verticales a la tierra.
Y asolaron los árboles, los zorzales y células,
Nuestras vértebras se convirtieron en arcilla dura
y de ella fué creada la criatura con forma de homus primerisus
que dió origen a ella, Eva, nuestras Musas, féminas idolatratus,
VENTANAL ÚLTIMO, CUAL COLOFON
Cuando estaba en la orilla componiendo este canto poético
pensé en el porqué hoy día, a pesar de todo el tiempo ido,
el hombre mantiene una actitud guerrera y egoísta
y me miro, y me veo, y pienso: aún soy célula,
la misma del origen que vino del infinito
pero por ambiciones, negros pensamientos el finito se creó solo,
y todos debemos morir hacia adentro, llegando desde afuera,
y nos cenvertimos en muerte para ser vida, y como premio,
a pesar de todo, nos regalan la vida para ser muerte y seguir vivos.
Por eso dicen que los Dioses son infinitamente bondadosos-
ORATORIO AL INFINITO FINITO
VENTANA I
Y cuando me senté en la orilla, llamándote
a tí, mujer, mi Musa, mi arcángel de hoy dia,
y recorrimos ríos junto a nuestras montañas,
y todo se transformó en paisajes, lagunas
frisos monumentales, forma de un griego atardecer,
y crecieron sobre olas los frondosos árboles
floreció mi rosa roja ya casi negra,
nacieron gruesos pétalos, tus labios de alcanfor
y tu pelo dorado como el sol; y tu sonrisa
mágica que lo dice todo, amor.
El todo se hizo mundo y nació la vida
pues brotó enseguida el infinito
y pernoctamos siete noches y siete dias
en siete años milenarios, luces renaciendo,
se sacude la vorágine a todos nuestros orígenes
y nació la carne, y su entrada a la nada
y la nada hizo su entrada en la misma nada
y los paisajes adoptaron piedras
que mirando el río, nos encontró de frente
y nos vimos las caras, tus ojos se durmieron
adentro de mis párpados
y el frío se retiró adonde no hubo nada.
VENTANA II
Las arrugas de mi cara pidieron cirugía,
y cuando la vorágine originó la vida,
muchas gotas de agua convirtiéronse en piedras,
el huracán de femenina presencia
creó peces del mar,
muchas olas con espumas blancas parieron
la inocencia y la fragancia del salitre
nos entró a las narices
¡ he aquí la vida, el mar y nuestros cuerpos !
y te llamé con tu nombre mujer que amo,
¿aún existes amor ? ¿o es soneto un relámpago,
relevantes misterios como número primo?
Creó mi abecedario cinco letras con tu nombre,
y que fueron escritas allí encima de los cerros,
comenzando en el punto de fuga con mi arquitectura;
la vida nació hacia afuera, y yo te esperé adentro
y ambos fuimos primero muerte, para darnos después la vida.
Nacimos de esa fuga interminable
y perenne entre gnomos, ranas azules y guarisapos
entre raíces de árboles caídos de sequoias,
que brotaban sus frutos prohibidos con almendras y naranjas vivas.
VENTANAL PARAISO III
EL ORIGEN QUEDO FRUSTRADO
Moraron árboles zorzalas y zorzales tocando violines rabiosos,
cantos gregorianos invadieron desiertos con arenas rojas,
y se llenaron de nueces fragantes, cuyas cáscaras,
sirvieron de sombreros para enfrentar la lluvia,
y nacen las células como vísceras repartidas,
y el apetito del amor, sobrepasa la abundancia,
;y los Dioses enviaron estrellas en caídas verticales a la tierra.
Y asolaron los árboles, los zorzales y células,
Nuestras vértebras se convirtieron en arcilla dura
y de ella fué creada la criatura con forma de homus primerisus
que dió origen a ella, Eva, nuestras Musas, féminas idolatratus,
VENTANAL ÚLTIMO, CUAL COLOFON
Cuando estaba en la orilla componiendo este canto poético
pensé en el porqué hoy día, a pesar de todo el tiempo ido,
el hombre mantiene una actitud guerrera y egoísta
y me miro, y me veo, y pienso: aún soy célula,
la misma del origen que vino del infinito
pero por ambiciones, negros pensamientos el finito se creó solo,
y todos debemos morir hacia adentro, llegando desde afuera,
y nos cenvertimos en muerte para ser vida, y como premio,
a pesar de todo, nos regalan la vida para ser muerte y seguir vivos.
Por eso dicen que los Dioses son infinitamente bondadosos-
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