Aires de Libertad

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    Sombras adormecidas

    Pedro Casas Serra
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    Grupo Metáfora
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    Cantidad de envíos : 46182
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    Edad : 76
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    Sombras adormecidas Empty Sombras adormecidas

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 14 Ago 2018, 12:42

    .



    Sombras adormecidas Flores10



    SOMBRAS ADORMECIDAS


    La nebulosa extiende sombras adormecidas,
    su corazón escucha un profundo oleaje,
    a veces un temblor demuestra que está viva,
    y se siente feliz cantando sus cantares.

    MÁXIMO GONZÁLEZ MARTÍN


    EL ERRANTE

    Para Manuel Sánchez Pérez-Seoane

    Son muchos años que salí de casa
    y sabía que tenía que llegar:
    cada vez que abro los ojos
    veo un nuevo paisaje.

    Al principio me sentía a gusto,
    reconocía alguna,
    pero hace ya tiempo que las fui perdiendo.

    No es que no sean ahora bellas
    - siempre lo son -
    ni que no brillen
    ni que tengan menos colorido,
    pero no son las mismas.

    Ellas se fueron quedando atrás.

    Conocía sus nombres
    y parecía que me reconocieran.

    No sé a dónde voy
    pero me siento solo en un universo extraño
    y que mis palabras se diluyen
    en un eco de silencios.


    EL ENSOÑADO

    Si te veo en un ciprés esbelto,
    en la golondrina que revolotea
    y en la forma de una nube,
    dónde mirar sin verte.

    Tu voz me llama desde el profundo sueño
    y entre las sábanas vienes a mi encuentro.

    Y para no dejar de percibir tu aliento
    ni el roce de tu piel
    ni tu frescor,
    no me despierto.

    Rosa de mayo:
    tu perfume me hiere y una lágrima
    pugna por salir de mis vacías cuencas
    y las aprieto con más fuerza
    para no abandonar mi encierro.

    Pues si abro los ojos,
    como nube, golondrina, ciprés o rosa
    te irías
    sin dejar un recuerdo.


    LA ACONGOJADA

    En un instante
    cayó mi corazón por el despeñadero
    y contigo
    - mañanas rosas
    y noches blancas -
    gran parte de mi vida.

    No hay nada que calme mi dolor
    pues si algo lo llena,
    por el interrogante se desagua.

    ¿Si me tenías,
    si vigilante estaba junto a ti,
    si junto a mí todo lo superarías...

    qué oscura noche te llamó al vacío
    en este mediodía?


    LA AMANTÍSIMA

    Qué dulce es devenir en tus sueños
    porque en un instante rompo tu añoranza.

    Con mi sonrisa sé que tú sonríes,
    vuelves a la niñez cogido de mi mano
    y yo regreso de mi vejez donde tú eras quien me la cogía.

    Entre nosotros nunca se ha quebrado el cordón umbilical,
    sigues anidado en mi vientre
    y nuestros corazones siguen latiendo al unísono.

    Cómo dejarte si sé que me necesitas,
    que estás perdido sin mí,
    que mi sonrisa te saca del abismo de la tristeza y la desesperación.

    Yo vendré siempre que me requieras, tú lo sabes,
    porque no quiero otra cosa sino que seas feliz,
    que retornes a tu infancia y a mis brazos.

    Para tu nuevo día te deseo
    que tengas dulces sueños: pásalo bien.


    EL NAVEGADOR

    Vuelo a muchos pies de altura
    y desde aquí, el mundo
    aparece muy global.
    Por cierto, no se ven fronteras.
    Los mares, los desiertos
    son como brochazos de color;
    las metrópolis, cagaditas de mosca.

    Ahora el horizonte se oscurece.
    Hemos dejado el sol por nuestra cola
    y destacan unos puntitos de luz:
    estrellas por arriba y ciudades por abajo.
    Y yo dándole la vuelta a esta naranja
    - mejor aún, mandarina pequeña -
    en el frutero universal.

    Entre mi pasaje - yo los llevo -
    hay gente muy diversa:
    ojos rasgados, grandes bigotes,
    tez oscura, pequeños pies…
    todos duermen, ahora van durmiendo.
    En pocas horas cambiará en sus relojes
    la fecha de su calendario.

    Al dormir, todos respiramos igual,
    a com pa sa da men te,
    soñamos los mismos sueños.
    Como yo que ahora sueño
    que los transporto en un avión,
    que soy su comandante.


    EL ILUSTRADO

    ¡Neguémonos a hacer la genuflexión ante nadie!
    ¿Cómo va usted, señor magistrado, a impartir justicia
    si se inclina ante otros por tener la sangre azul?
    ¡Vivimos en pleno siglo XVIII!
    ¡Todos hemos nacido de mujer!
    ¿Por qué algunos, por su origen, están por encima de los demás?
    ¿Por qué disfrutan sin esfuerzo de todos los privilegios?
    Usted, señor magistrado, que administra la ley,
    no puede hacer diferencias. Usted debe decidir en conciencia.
    Ya es hora de que nos libremos de servilismos y sinecuras,
    de que alcemos con dignidad nuestras voces para proclamar
    el inicio de un mundo en que solo el esfuerzo,
    la iniciativa y el comercio doten a los hombres de grandeza
    y los hagan merecedores del aplauso de sus conciudadanos.
    ¡Abajo la tiranía de la sangre!


    LA PRIMERIZA

    Y, ahora, que ya es tarde, solo quedan días oscuros
    para el estudiante de los días claros.

    C.V.

    Éramos jóvenes. Yo te escribía versos.

    ¿Hubieran cambiado las cosas de ser más decididos,
    de vencer los tabúes?
    Probablemente no, no coincidieron nuestros tiempos.

    Los dos - tan virginales -
    no supimos qué hacer con nuestros cuerpos.
    Cuando más alto era su precio.

    Después los malvendimos como baratijas a otros.
    Con mucho sufrimiento.

    Y quedan las preguntas:
    ¿Habría funcionado entre los dos?
    ¿Perdimos la ocasión por cobardía o inexpertos?


    LA LISTILLA

    Siempre que íbamos al skating
    te pedía varias veces dinero para comprarme chucherías
    pero aquella tarde en que antes de salir
    me diste una cantidad para que yo sola
    me la administrase toda la semana, te dije:
    oye, papa, creo que hoy podría llevarme la merienda de casa.
    ¿Te acuerdas? ¡Yo sí que era espabilada!

    Ahora, tantos años después,
    hay uno, no, dos, no, tres… o tal vez ninguno
    - tan listos como yo - que me preguntan lo mismo:
    hoy, que me has dado la semanada,
    al ir al skating ¿podría llevarme la merienda de casa?

    Te lo comento en sueños mientras patinando
    me alejo muy lejos.


    LA FIDELÍSIMA

    Te contemplo desde el cuadro
    en que me llevas cogida de la correa
    y somos dos - tu y yo – pero
    al estar en el lago reflejados
    somos cuatro.
    Como hoy, nos repartimos
    entre el sueño y la vigilia,
    pero hoy
    yo dormida y tú despierto.
    Y mi ladrido no es
    sino el eco de un ladrido
    que dejó de sonar hace años.
    Como tú eres el revés en el agua
    del que fuiste
    recogido en una fotografía
    trasladada a una pintura
    y hoy a un sueño.
    Ni tú ni yo, ni el cuadro ni el retrato
    somos ya:
    viajamos los cuatro
    cogidos de la correa del tiempo.


    EL INFICIONADO

    Sí, ya sé: “Póntelo. Pónselo.”

    Pero solo fue una vez, parecía tan sano,
    a veces no había tiempo, no llevaba,
    la farmacia quedaba lejos, me daba vergüenza pedirlos,
    se me rompió, se me cayó,
    iba bebido o salido o drogado,
    era tan joven,
    necesitaba hacerlo, querer, que me quisieran,
    aunque fuera mentira, pagando, un simulacro,
    estaba tan triste, tan solo,
    no imaginé las consecuencias,
    estaba enamorado…

    Luego la angustia, la analítica.

    Y si salía que no, un suspiro de alivio y otra vez a empezar.
    Y si era que sí,
    antes una condena a muerte,
    ahora solo una cadena perpetua
    de medicamentos, de médicos, de marginación.

    Dicen que mutó de los gorilas al hombre en África.
    Otros, que es producto de laboratorio, humano.

    ¿Y todo esto solo por hacer el amor?


    LAS CASAS

    - Las paredes no hablan.

    - Pues a mí, sí.
    Y me vienen juntas
    como si fueran una sola
    las casas de mi niñez.
    Por las que anduve, exploré, me escondí.
    Sus rincones me aguardan
    otra vez, sus puertas se me abren
    como el primer día,
    sus pasillos, sus cuartos,
    sus objetos son hoy
    más claros que nunca
    en mi memoria.

    Casas de mi niñez, de mi familia,
    salones que me acogieron,
    pajareras de sus jardines,
    huertas, piscinas, cuadros,
    librerías, dormitorios,
    mesas bien puestas, aparadores, tresillos...
    miles de objetos
    caminan hacia mí
    que los observo con curiosidad,
    los cojo y los retengo en mis ojos.

    Yo era un niño que hablaba poco
    pero que miraba mucho.


    EL YO DISMINUIDO

    Tú sabrás más que yo pero yo enamoraba más a la gente. A mí, Milagros me sentaba en su falda y me contaba cuentos, ¿puedes decir tú lo mismo de alguien?

    Tía Ramona me preparaba unos sándwiches deliciosos y tía Rosita, cuando acababa el curso escolar,  me llevaba a ver varias películas en una tarde. Era un niño afortunado.

    Mis veranos duraban tres meses y medio y encima los pasaba con mamá: alquilábamos una casa en Lloret y aquellos días de playa sí que eran largos, larguísimos (casi tan largos como tus días de ahora) y felices.

    Y como aún me sobraba tiempo, mis otros tíos se me disputaban para que pasara unos días con ellos, de la torre de unos a la torre de los otros. ¡Aquello sí que era una fiesta!

    Y los inviernos, con papá en Madrid: el Museo de la Guerra, el Parque del Retiro, la Casa de Campo, el Teatro de la Zarzuela... Iba al colegio, sí, pero mis profesores me tenían cariño, hacía amigos y aprendía cosas.

    Es verdad que a veces me sentía como una maleta, pero una maleta muy querida y cuidada por todos. Tú vives de recuerdos, yo vivía en un mundo de fantasía rodeado de ángeles que me protegían.
    EL POETA ASCENDIDO

    Oigo el  rasgueo de la guitarra
    y oigo mis versos.
    Sé que me amáis.
    Y que es sincero vuestro lamento.
    Que vuestro canto, que llega a mis oídos,
    es más que eso.
    Es llanto por la vida pronto segada.
    Por un poeta muerto.

    Porque no solo es por mi marcha
    vuestro homenaje.
    También conmigo lloráis un poco
    que en este valle
    quedáis más suspendidos, algo dispersos.
    Quizá os falte
    un trozo de sonrisa - ¿quizá la mía? -
    que al caminarlo os alegrase.

    Es penosa la muerte, la despedida.
    Pero aún lo es más
    cuando lo celebrado
    también, quizá,
    es que vosotros mismos,
    que vuestra marcha pronto vendrá.
    No lloráis por mi solo, lloráis conmigo.
    Por todo lo que ha sido y ya no será.


    LA VACIADA

    no pasa nada,
    solo se oye un silencio que enfría…

    M.A.R.

    ¿Tú sabes qué es el vacío?
    El vacío es no tener nada,
    no sentir nada
    y que los días pasen
    - de la mañana a la noche -
    sin que te abandone esta sensación.

    Y saber que probablemente
    va a ser así siempre,
    que no existe futuro
    ni pareja ni hijos
    ni horizonte.

    Trabajar - cuando puedes -
    levantarte sin ganas
    y aceptarlo resignadamente.
    Estar gorda como una bota
    por la medicación.

    Entonces es cuando escribes
    un poema como éste
    que te di hace años.
    ¿Imaginas lo que hubiera podido llegar a ser
    sin este vacío del que no salgo nunca?


    EL AMANTÍSIMO

    Amar es estar siempre vigilante.
    Por eso, cuando levantabas la mirada,
    encontrabas la mía.

    Porque quería que no perdieras la pureza,
    que nunca dejaras de ser ese niño
    que miraba todo con los ojos muy abiertos.

    Por eso quería poder retirarte los obstáculos,
    evitarte los problemas, los sufrimientos
    que yo había tenido.

    Pero no pude evitarte los que vienen de la sangre
    por el hecho de nacer de una estirpe,
    porque junto a lo bueno, se hereda lo malo.

    ¡De eso no pude protegerte!


    LA DIFERENTE

    Mi padre, no,
    pero mi madre me trataba distinto
    que a mi hermana pequeña,
    hacía diferencias.

    Y un día, ya mayor, encontré un papel
    con una dirección de un pueblo de Valencia.
    Y cogí un tren
    y fui a buscar mi pasado
    y hallé a mi madre de leche,
    la que me había cuidado tras nacer,
    con la que mi madre, soltera,
    me había dejado
    hasta encontrar un padre
    que me diera sus apellidos.

    Y comprendí por fin
    y morí en paz.


    EL ANGUSTIADO

    Lo bueno de los problemas
    es que uno mayor
    oculta los menores,
    al igual que una nube, negra y gorda,
    tapa las nubecillas ligeras de algodón.

    Y ya no es importante el tiempo, bueno o malo,
    si hará calor o frío,
    o la espera de una multa de Hacienda
    o una resolución judicial,
    sino solo el tamaño de una herida:
    si cicatriza bien, si no supura,
    si va cerrándose
    y ya no queda nada
    del mal que la causó.

    Son complicadas las cosas
    - somos complicados -
    no nos basta con vivir al día:
    levantarnos, ducharnos,
    vestirnos y salir a la calle
    no es suficiente.

    Queremos garantías:
    sobre la semana que viene,
    el mes que viene,
    el año próximo.
    Y cuantas más, mejor.

    Nos corroen las dudas
    y observamos atentamente cada punto
    de esa cremallera
    que nos separa de nosotros mismos,
    que desearíamos ver cerrada
    y nosotros, a salvo, al otro lado.

    Pero en los dos lados
    estamos nosotros también,
    no hay cremalleras para la inquietud.
    Por si no nos habíamos dado cuenta,
    el mal forma parte de nosotros.


    EL YO GASIFICADO

    Hoy vengo a saludarte
    porque tengo un ratito.

    Porque no creas que por aquí
    nos sobra el tiempo.

    Sí, sé que dirás que disponemos
    de toda la eternidad.

    Pero hay que estar presentables
    y eso, siendo moléculas, es trabajoso,
    enseguida te dispersas y pierdes brillo.

    Bien, al grano:
    las cosas andan muy mal por ahí
    y hay que arreglarlas.

    Veo esos hombres tirando todo el día
    de carritos llenos de hierros
    recogidos de los contenedores de basura.

    Y luego están esas barracas.
    ¡Al lado de tu casa!

    Así - tan mal repartido -
    no te extrañe que luego pase lo que pasa.

    Hay que poner algo de orden
    y empezar a repartir con más equidad las cosas.

    Después no digas que no te advertí.

    ¡Espabila!


    EL NO EXTRATERRESTRE

    No soy extraterrestre
    solo deseo
    que no sean personas
    que no entienden mi idioma
    ni mi modo de ser
    ni mis costumbres
    ni mis gustos
    ni mis necesidades
    ni mis preferencias
    ni mi historia
    quienes decidan
    muy lejos de aquí
    qué hacer con mi dinero.
    Porque siempre se equivocan
    y lo hacen mal
    - o no llega
    o solo llega una parte -
    y encima me dicen
    cómo he de hablar
    cómo he de comportarme
    que debo estar contento
    agradecido
    y sentirme feliz
    de que ellos me gobiernen
    a distancia
    porque conocen mejor que yo
    lo que me conviene,
    que siempre ha sido así
    y que siempre lo será.


    EL ABUELO

    Estoy hablando de un hombre excepcional.
    Estoy hablando de un hombre que de joven vino a trabajar a Barcelona y estudiaba de noche al acabar el trabajo.
    Estoy hablando de un hombre que construyó en España las primeras máquinas de hilatura textil que hasta entonces se habían de importar de Inglaterra.
    Estoy hablando de un hombre que cuando fallecía uno de sus trabajadores, daba empleo en la fábrica a su hijo mayor para que la familia siguiera recibiendo su salario.
    Estoy hablando de un hombre al que sus obreros montaron una escolta a fin de evitarle un mal  encuentro durante la guerra civil.
    Estoy hablando de un hombre al que cuando una crecida del río Ter se le llevó la fábrica, sus obreros le ofrecieron el campo de fútbol que les había regalado para que la levantara de nuevo.
    Estoy hablando de un hombre que explicaba el diseño de sus máquinas dibujándolas con un palo sobre la tierra y que si tenía diferencias con un trabajador, decía “salgamos fuera”, y las dirimían a puñetazos.
    Estoy hablando de un hombre que se casó con Ramona Valls, la propietaria de la fonda de Manlleu, y tuvieron ocho hijos y veinticinco nietos.
    Estoy hablando de mi abuelo, Josep Serra Sió.
    Estoy hablando de un prócer al que sus conciudadanos levantaron en Manlleu un monumento que aún sigue en pie.
    EL PINTOR

    Existen unas formas, unos colores,
    la transparencia del aire
    que cada mañana salgo a capturar
    y a imprimir sobre una hoja de papel.

    Y existen unos pinceles, unas acuarelas,
    agua y una paleta
    sobre la que los voy mezclando,
    añadiendo, subrayando…

    Y existen esas manchas sobre la hoja
    que voy formando, sobreponiendo,
    rebajando con agua,
    contorneando el blanco del papel.

    Y existen la concentración de la mirada,
    la fuerza de los dedos,
    la suavidad de la muñeca
    para construir una nueva realidad
    que sea reflejo de la otra:

    la que llega a mis ojos
    y mis nervios llevan a mi cabeza
    y mi cabeza a mis manos
    y mis manos a la hoja de papel
    donde la voy dejando con paciencia
    en sombra y luz, formas y colores,

    hasta, ay, acabar la pintura.


    LA ESTRELLA

    Soy la estrella de la libertad.
    Estoy perdida en el espacio.
    Has de buscarme.
    Y una vez encontrada, seguirme.

    Salgo en la noche con los sueños
    que no son realidad.
    Pero puedes alcanzarme
    si me eres fiel.

    Brillo para todos
    los que quieran mirarme.
    Sigo aquí.
    Alza tus ojos y me contemplarás.

    También brillo de día.
    Pero dentro de ti.
    Contra todo pronóstico
    sigue tu corazón.

    Te dirán que soy un espejismo,
    que no soy realidad,
    intentarán desanimarte
    porque yo solo brillo para los que tienen fe.


    LA VIDA

    Vivir es demasiado corto.
    Naces sin saber porqué.
    Todo sonríe a tu alrededor.
    Aprendes cosas sin sentido.
    Los padres te enseñan a seguir sus pasos.
    Pero los caminos son otros.
    De todo tu bagaje solo te sirve el amor.
    Tras cada cruce hay una incógnita.
    Y casi siempre te confundes.
    Tú deseas hacer las cosas bien.
    Pero hay mil formas y nunca aciertas.
    Hieres sin querer.
    Te lastiman sin proponérselo.
    Todo es una sucesión de despropósitos.
    Y haces lo único que sabes hacer: equivocarte.
    Las personas que amas desaparecen.
    También todo lo demás: tu mundo.
    Quisieras dejar algo, un recuerdo.
    Pero lo tuyo no interesa a nadie.
    Como hormigas en un hormiguero.
    En un ajetreo constante y sin sentido.
    Esperando con miedo la muerte.


    COCÓ

    Para David Baena


    Cocó está cada día más amigable.
    A Juan Ramón ya no le pica.
    Cuando por las mañanas le ofrece el dedo
    para llevarlo a la ducha,
    echa a volar
    y se esconde bajo los muebles un buen rato
    hasta que se deja coger.
    Es un juego.

    Se han acabado los trocitos de galleta
    en el desayuno
    y alguna que otra exquisitez
    en las comidas.
    Desde que solo come lo suyo
    y se le vaporiza
    con agua con vinagre de manzana
    - como nos dijo David, su veterinario -
    su plumaje ha recuperado
    la brillantez de sus colores.

    Por la tarde, cuando se le lleva
    a pasear por la casa
    por su artrosis,
    va tan contento
    y curiosea por los rincones.
    Ya no le da miedo dejar su jaula.
    Y si en nuestra ausencia
    un ruido le asusta
    y sale despedido de ella,
    al regresar lo encontramos
    subido al sofá
    - tan pancho.

    Esta noche he soñado
    que oía ruido
    y me lo encontraba
    casi sin plumas en una ala
    y comiendo con fruición
    un trozo de camembert.
    No había forma
    de que lo soltara del pico.


    LA TIBETANA

    Para Rosa Pérez


    Yo tengo una amiga que es budista.
    El otro día me dijo qué había de hacer
    si encontraba una cucaracha en el suelo de mi casa.
    No hay que sacarse la zapatilla y matarla a zapatillazos.
    No.
    Eso es malísimo para tu karma.
    Hay que ponerle un vaso encima - por la parte abierta -
    y pasar por debajo un papel después.
    Así la has capturado.
    Luego sales a la calle y la dejas bajo un árbol.
    Mejor con un poco de comida.
    Los tibetanos creen en la reencarnación.
    Si te portas bien, te reencarnas en un ser superior.
    Si no, en otro inferior.
    Y si ya no puedes hacerlo mejor, en Buda.
    Por eso hay que respetar todo lo que tiene vida.

    También da de comer a las palomas.
    Lo hace por la noche y a escondidas.
    Los vecinos le tienen echado el ojo.
    Dicen que las palomas ensucian la acera donde les echa de comer,
    que atraídas por la comida salen ratas de las cloacas.
    Pero cuando se cree en algo
    hay que estar dispuesto a sufrir persecución por ello.


    EL TERRORISTA

    ¡Alabado sea Dios! ¡El Grande, el Misericordioso!
    Los hermanos han sido vengados, los infieles han sido exterminados,
    el poder de Dios ha sido restablecido.

    Yo soy el elegido por Dios para castigar a los impíos,
    reparar la muerte de los fieles por los seguidores de Satán,
    recuperar el reinado de Dios.

    Oídme, los que vivís para el lucro y la lujuria:
    ¡Solo quienes cumpláis los preceptos de Dios sobreviviréis!
    ¡Allahu akbar! ¡Allahu akbar!

    (21-08-2017. Ayer, en Subirats, fue localizado y muerto por la policía el autor del atentado de las Ramblas, por consiguiente la cédula terrorista de doce miembros ha sido totalmente desarticulada. Ahora se prosiguen investigaciones sobre sus conexiones internacionales. Entre los terroristas ha habido ocho muertos y cuatro detenidos. El total de víctimas mortales asciende a quince. La sociedad está á  horrorizada por todas estas muertes. Nadie se explica como ha podido pasar.)
    LA LUPE

    Hola Pedro, soy Lupe.
    Siempre te he llamado
    para felicitarte por estas fechas
    y este año no podía faltar.
    Cuando salí de mi casa
    para servir,
    hice de la tuya mi hogar,
    encontré en tu madre
    una consejera,
    y cuando mi hermano,
    por mi boda,
    no pudo hacerlo,
    tú me acompañaste al altar.
    ¿Cómo estás?
    Yo ya no estoy.
    Me fui una mañana de este verano.
    Mi hija te llamó para decírtelo.
    ¡Felices Fiestas!


    EL ENVIADO

    Os traigo una buena noticia:
    el buen Dios no existe.
    Quien nos procura consuelo en la desgracia,
    confianza en un futuro mejor,
    perdón para nuestras faltas...
    somos nosotros mismos.

    Y también una mala:
    el Dios vengativo y cruel, tampoco.
    Quien justifica nuestros mayores crímenes,
    perpetúa la injusticia,
    ignora nuestras súplicas...
    somos nosotros también.


    ONTOLOGÍA

    Somos Deseo, Deseo insatisfecho.
    El Deseo nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte.
    El Deseo puede satisfacerse con Amor o con Poder.
    La Libertad está en la posibilidad de elección.
    La Vida se mueve entre el Amor (que puede destruirnos)
    y el Poder (que puede destruir a los otros).
    La Vida es un equilibrio entre la destrucción propia y la ajena.
    Destruir lo mínimo debería ser la meta.
    La Muerte puede entenderse como el triunfo del Amor.
    Morir permite que la Vida continúe.
    Religión, política, leyes…
    son construcciones humanas para hacer más transitable el camino.
    Por eso no son fijas sino mudables.


    Pedro Casas Serra (16-2 a 02-05-2017)


    Otros poemas del mismo libro: https://www.bubok.es/libros/227222/Hablando-con-Salvador-Espriu-en-el-cementerio-de-Sinera-y-Sombras-adormecidas


    .


    Última edición por Pedro Casas Serra el Vie 27 Nov 2020, 11:13, editado 2 veces

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    Mensaje por cecilia gargantini Jue 16 Ago 2018, 15:05

    Me encanta, querido Pedro, que compartas estos textos!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    No sé a dónde voy
    pero me siento solo en un universo extraño
    y que mis palabras se diluyen
    en un eco de silencios.

    Pues si abro los ojos,
    como nube, golondrina, ciprés o rosa
    te irías
    sin dejar un recuerdo.

    Iré leyendo de a poco.
    Cariñossssssss siempre para Juan Ramón y para vos
    Pedro Casas Serra
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    Sombras adormecidas Empty Re: Sombras adormecidas

    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 17 Ago 2018, 01:58

    Gracias por tu presencia y afecto, Cecilia.

    Un abrazo.
    Pedro

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    Sombras adormecidas Empty Re: Sombras adormecidas

    Mensaje por Pascual Lopez Sanchez Mar 02 Oct 2018, 13:18

    Me he quedado en EL NAVEGADOR. Osea, he leído

    - El Errante
    - El Ensoñado
    - La Acongojada y
    - La amantísima...

    Decir que uno es mejor que otro me parecería una barbaridad. Todoslos versos me han calado de una lluvia fina pero perenne, llena de emociones y sensibilidad... Si puedo decir que El Ensoñado me ha dejado una huella especial :

    "Pues si abro los ojos,
    como nube, golondrina, ciprés o rosa
    te irías
    sin dejar un recuerdo."

    Volveré a estos versos. Y leeré los que no he leído.

    Un fuerte abrazo.



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    GRANDES ESCRITORES ES DE TODOS LOS FORISTAS. PARTICIPA, POR FAVOR.


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 03 Oct 2018, 01:57

    Gracias, Pascual, por tus palabras.

    Un abrazo.
    Pedro

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    Mensaje por javier eguílaz Lun 22 Oct 2018, 11:03

    Pedro Casas Serra escribió:.



    Sombras adormecidas Flores10



    SOMBRAS ADORMECIDAS


    La nebulosa extiende sombras adormecidas,
    su corazón escucha un profundo oleaje,
    a veces un temblor demuestra que está viva,
    y se siente feliz cantando sus cantares.

    MÁXIMO GONZÁLEZ MARTÍN


    EL ERRANTE

    Para Manuel Sánchez Pérez-Seoane

    Son muchos años que salí de casa
    y sabía que tenía que llegar:
    cada vez que abro los ojos
    veo un nuevo paisaje.

    Al principio me sentía a gusto,
    reconocía alguna,
    pero hace ya tiempo que las fui perdiendo.

    No es que no sean ahora bellas
    - siempre lo son -
    ni que no brillen
    ni que tengan menos colorido,
    pero no son las mismas.

    Ellas se fueron quedando atrás.

    Conocía sus nombres
    y parecía que me reconocieran.

    No sé a dónde voy
    pero me siento solo en un universo extraño
    y que mis palabras se diluyen
    en un eco de silencios.


    EL ENSOÑADO

    Si te veo en un ciprés esbelto,
    en la golondrina que revolotea
    y en la forma de una nube,
    dónde mirar sin verte.

    Tu voz me llama desde el profundo sueño
    y entre las sábanas vienes a mi encuentro.

    Y para no dejar de percibir tu aliento
    ni el roce de tu piel
    ni tu frescor,
    no me despierto.

    Rosa de mayo:
    tu perfume me hiere y una lágrima
    pugna por salir de mis vacías cuencas
    y las aprieto con más fuerza
    para no abandonar mi encierro.

    Pues si abro los ojos,
    como nube, golondrina, ciprés o rosa
    te irías
    sin dejar un recuerdo.


    LA ACONGOJADA

    En un instante
    cayó mi corazón por el despeñadero
    y contigo
    - mañanas rosas
    y noches blancas -
    gran parte de mi vida.

    No hay nada que calme mi dolor
    pues si algo lo llena,
    por el interrogante se desagua.

    ¿Si me tenías,
    si vigilante estaba junto a ti,
    si junto a mí todo lo superarías...

    qué oscura noche te llamó al vacío
    en este mediodía?


    LA AMANTÍSIMA

    Qué dulce es devenir en tus sueños
    porque en un instante rompo tu añoranza.

    Con mi sonrisa sé que tú sonríes,
    vuelves a la niñez cogido de mi mano
    y yo regreso de mi vejez donde tú eras quien me la cogía.

    Entre nosotros nunca se ha quebrado el cordón umbilical,
    sigues anidado en mi vientre
    y nuestros corazones siguen latiendo al unísono.

    Cómo dejarte si sé que me necesitas,
    que estás perdido sin mí,
    que mi sonrisa te saca del abismo de la tristeza y la desesperación.

    Yo vendré siempre que me requieras, tú lo sabes,
    porque no quiero otra cosa sino que seas feliz,
    que retornes a tu infancia y a mis brazos.

    Para tu nuevo día te deseo
    que tengas dulces sueños: pásalo bien.


    EL NAVEGADOR

    Vuelo a muchos pies de altura
    y desde aquí, el mundo
    aparece muy global.
    Por cierto, no se ven fronteras.
    Los mares, los desiertos
    son como brochazos de color;
    las metrópolis, cagaditas de mosca.

    Ahora el horizonte se oscurece.
    Hemos dejado el sol por nuestra cola
    y destacan unos puntitos de luz:
    estrellas por arriba y ciudades por abajo.
    Y yo dándole la vuelta a esta naranja
    - mejor aún, mandarina pequeña -
    en el frutero universal.

    Entre mi pasaje - yo los llevo -
    hay gente muy diversa:
    ojos rasgados, grandes bigotes,
    tez oscura, pequeños pies…
    todos duermen, ahora van durmiendo.
    En pocas horas cambiará en sus relojes
    la fecha de su calendario.

    Al dormir, todos respiramos igual,
    a com pa sa da men te,
    soñamos los mismos sueños.
    Como yo que ahora sueño
    que los transporto en un avión,
    que soy su comandante.


    EL ILUSTRADO

    ¡Neguémonos a hacer la genuflexión ante nadie!
    ¿Cómo va usted, señor magistrado, a impartir justicia
    si se inclina ante otros por tener la sangre azul?
    ¡Vivimos en pleno siglo XVIII!
    ¡Todos hemos nacido de mujer!
    ¿Por qué algunos, por su origen, están por encima de los demás?
    ¿Por qué disfrutan sin esfuerzo de todos los privilegios?
    Usted, señor magistrado, que administra la ley,
    no puede hacer diferencias. Usted debe decidir en conciencia.
    Ya es hora de que nos libremos de servilismos y sinecuras,
    de que alcemos con dignidad nuestras voces para proclamar
    el inicio de un mundo en que solo el esfuerzo,
    la iniciativa y el comercio doten a los hombres de grandeza
    y los hagan merecedores del aplauso de sus conciudadanos.
    ¡Abajo la tiranía de la sangre!


    LA PRIMERIZA

    Y, ahora, que ya es tarde, solo quedan días oscuros
    para el estudiante de los días claros.

    C.V.

    Éramos jóvenes. Yo te escribía versos.

    ¿Hubieran cambiado las cosas de ser más decididos,
    de vencer los tabúes?
    Probablemente no, no coincidieron nuestros tiempos.

    Los dos - tan virginales -
    no supimos qué hacer con nuestros cuerpos.
    Cuando más alto era su precio.

    Después los malvendimos como baratijas a otros.
    Con mucho sufrimiento.

    Y quedan las preguntas:
    ¿Habría funcionado entre los dos?
    ¿Perdimos la ocasión por cobardía o inexpertos?


    LA LISTILLA

    Siempre que íbamos al skating
    te pedía varias veces dinero para comprarme chucherías
    pero aquella tarde en que antes de salir
    me diste una cantidad para que yo sola
    me la administrase toda la semana, te dije:
    oye, papa, creo que hoy podría llevarme la merienda de casa.
    ¿Te acuerdas? ¡Yo sí que era espabilada!

    Ahora, tantos años después,
    hay uno, no, dos, no, tres… o tal vez ninguno
    - tan listos como yo - que me preguntan lo mismo:
    hoy, que me has dado la semanada,
    al ir al skating ¿podría llevarme la merienda de casa?

    Te lo comento en sueños mientras patinando
    me alejo muy lejos.


    LA FIDELÍSIMA

    Te contemplo desde el cuadro
    en que me llevas cogida de la correa
    y somos dos - tu y yo – pero
    al estar en el lago reflejados
    somos cuatro.
    Como hoy, nos repartimos
    entre el sueño y la vigilia,
    pero hoy
    yo dormida y tú despierto.
    Y mi ladrido no es
    sino el eco de un ladrido
    que dejó de sonar hace años.
    Como tú eres el revés en el agua
    del que fuiste
    recogido en una fotografía
    trasladada a una pintura
    y hoy a un sueño.
    Ni tú ni yo, ni el cuadro ni el retrato
    somos ya:
    viajamos los cuatro
    cogidos de la correa del tiempo.


    EL INFICIONADO

    Sí, ya sé: “Póntelo. Pónselo.”

    Pero solo fue una vez, parecía tan sano,
    a veces no había tiempo, no llevaba,
    la farmacia quedaba lejos, me daba vergüenza pedirlos,
    se me rompió, se me cayó,
    iba bebido o salido o drogado,
    era tan joven,
    necesitaba hacerlo, querer, que me quisieran,
    aunque fuera mentira, pagando, un simulacro,
    estaba tan triste, tan solo,
    no imaginé las consecuencias,
    estaba enamorado…

    Luego la angustia, la analítica.

    Y si salía que no, un suspiro de alivio y otra vez a empezar.
    Y si era que sí,
    antes una condena a muerte,
    ahora solo una cadena perpetua
    de medicamentos, de médicos, de marginación.

    Dicen que mutó de los gorilas al hombre en África.
    Otros, que es producto de laboratorio, humano.

    ¿Y todo esto solo por hacer el amor?


    LAS CASAS

    - Las paredes no hablan.

    - Pues a mí, sí.
    Y me vienen juntas
    como si fueran una sola
    las casas de mi niñez.
    Por las que anduve, exploré, me escondí.
    Sus rincones me aguardan
    otra vez, sus puertas se me abren
    como el primer día,
    sus pasillos, sus cuartos,
    sus objetos son hoy
    más claros que nunca
    en mi memoria.

    Casas de mi niñez, de mi familia,
    salones que me acogieron,
    pajareras de sus jardines,
    huertas, piscinas, cuadros,
    librerías, dormitorios,
    mesas bien puestas, aparadores, tresillos...
    miles de objetos
    caminan hacia mí
    que los observo con curiosidad,
    los cojo y los retengo en mis ojos.

    Yo era un niño que hablaba poco
    pero que miraba mucho.


    EL YO DISMINUIDO

    Tú sabrás más que yo pero yo enamoraba más a la gente. A mí, Milagros me sentaba en su falda y me contaba cuentos, ¿puedes decir tú lo mismo de alguien?

    Tía Ramona me preparaba unos sándwiches deliciosos y tía Rosita, cuando acababa el curso escolar,  me llevaba a ver varias películas en una tarde. Era un niño afortunado.

    Mis veranos duraban tres meses y medio y encima los pasaba con mamá: alquilábamos una casa en Lloret y aquellos días de playa sí que eran largos, larguísimos (casi tan largos como tus días de ahora) y felices.

    Y como aún me sobraba tiempo, mis otros tíos se me disputaban para que pasara unos días con ellos, de la torre de unos a la torre de los otros. ¡Aquello sí que era una fiesta!

    Y los inviernos, con papá en Madrid: el Museo de la Guerra, el Parque del Retiro, la Casa de Campo, el Teatro de la Zarzuela... Iba al colegio, sí, pero mis profesores me tenían cariño, hacía amigos y aprendía cosas.

    Es verdad que a veces me sentía como una maleta, pero una maleta muy querida y cuidada por todos. Tú vives de recuerdos, yo vivía en un mundo de fantasía rodeado de ángeles que me protegían.

    EL POETA ASCENDIDO

    Oigo el  rasgueo de la guitarra
    y oigo mis versos.
    Sé que me amáis.
    Y que es sincero vuestro lamento.
    Que vuestro canto, que llega a mis oídos,
    es más que eso.
    Es llanto por la vida pronto segada.
    Por un poeta muerto.

    Porque no solo es por mi marcha
    vuestro homenaje.
    También conmigo lloráis un poco
    que en este valle
    quedáis más suspendidos, algo dispersos.
    Quizá os falte
    un trozo de sonrisa - ¿quizá la mía? -
    que al caminarlo os alegrase.

    Es penosa la muerte, la despedida.
    Pero aún lo es más
    cuando lo celebrado
    también, quizá,
    es que vosotros mismos,
    que vuestra marcha pronto vendrá.
    No lloráis por mi solo, lloráis conmigo.
    Por todo lo que ha sido y ya no será.


    LA VACIADA

    no pasa nada,
    solo se oye un silencio que enfría…

    M.A.R.

    ¿Tú sabes qué es el vacío?
    El vacío es no tener nada,
    no sentir nada
    y que los días pasen
    - de la mañana a la noche -
    sin que te abandone esta sensación.

    Y saber que probablemente
    va a ser así siempre,
    que no existe futuro
    ni pareja ni hijos
    ni horizonte.

    Trabajar - cuando puedes -
    levantarte sin ganas
    y aceptarlo resignadamente.
    Estar gorda como una bota
    por la medicación.

    Entonces es cuando escribes
    un poema como éste
    que te di hace años.
    ¿Imaginas lo que hubiera podido llegar a ser
    sin este vacío del que no salgo nunca?


    EL AMANTÍSIMO

    Amar es estar siempre vigilante.
    Por eso, cuando levantabas la mirada,
    encontrabas la mía.

    Porque quería que no perdieras la pureza,
    que nunca dejaras de ser ese niño
    que miraba todo con los ojos muy abiertos.

    Por eso quería poder retirarte los obstáculos,
    evitarte los problemas, los sufrimientos
    que yo había tenido.

    Pero no pude evitarte los que vienen de la sangre
    por el hecho de nacer de una estirpe,
    porque junto a lo bueno, se hereda lo malo.

    ¡De eso no pude protegerte!


    LA DIFERENTE

    Mi padre, no,
    pero mi madre me trataba distinto
    que a mi hermana pequeña,
    hacía diferencias.

    Y un día, ya mayor, encontré un papel
    con una dirección de un pueblo de Valencia.
    Y cogí un tren
    y fui a buscar mi pasado
    y hallé a mi madre de leche,
    la que me había cuidado tras nacer,
    con la que mi madre, soltera,
    me había dejado
    hasta encontrar un padre
    que me diera sus apellidos.

    Y comprendí por fin
    y morí en paz.


    EL ANGUSTIADO

    Lo bueno de los problemas
    es que uno mayor
    oculta los menores,
    al igual que una nube, negra y gorda,
    tapa las nubecillas ligeras de algodón.

    Y ya no es importante el tiempo, bueno o malo,
    si hará calor o frío,
    o la espera de una multa de Hacienda
    o una resolución judicial,
    sino solo el tamaño de una herida:
    si cicatriza bien, si no supura,
    si va cerrándose
    y ya no queda nada
    del mal que la causó.

    Son complicadas las cosas
    - somos complicados -
    no nos basta con vivir al día:
    levantarnos, ducharnos,
    vestirnos y salir a la calle
    no es suficiente.

    Queremos garantías:
    sobre la semana que viene,
    el mes que viene,
    el año próximo.
    Y cuantas más, mejor.

    Nos corroen las dudas
    y observamos atentamente cada punto
    de esa cremallera
    que nos separa de nosotros mismos,
    que desearíamos ver cerrada
    y nosotros, a salvo, al otro lado.

    Pero en los dos lados
    estamos nosotros también,
    no hay cremalleras para la inquietud.
    Por si no nos habíamos dado cuenta,
    el mal forma parte de nosotros.


    EL YO GASIFICADO

    Hoy vengo a saludarte
    porque tengo un ratito.

    Porque no creas que por aquí
    nos sobra el tiempo.

    Sí, sé que dirás que disponemos
    de toda la eternidad.

    Pero hay que estar presentables
    y eso, siendo moléculas, es trabajoso,
    enseguida te dispersas y pierdes brillo.

    Bien, al grano:
    las cosas andan muy mal por ahí
    y hay que arreglarlas.

    Veo esos hombres tirando todo el día
    de carritos llenos de hierros
    recogidos de los contenedores de basura.

    Y luego están esas barracas.
    ¡Al lado de tu casa!

    Así - tan mal repartido -
    no te extrañe que luego pase lo que pasa.

    Hay que poner algo de orden
    y empezar a repartir con más equidad las cosas.

    Después no digas que no te advertí.

    ¡Espabila!


    EL NO EXTRATERRESTRE

    No soy extraterrestre
    solo deseo
    que no sean personas
    que no entienden mi idioma
    ni mi modo de ser
    ni mis costumbres
    ni mis gustos
    ni mis necesidades
    ni mis preferencias
    ni mi historia
    quienes decidan
    muy lejos de aquí
    qué hacer con mi dinero.
    Porque siempre se equivocan
    y lo hacen mal
    - o no llega
    o solo llega una parte -
    y encima me dicen
    cómo he de hablar
    cómo he de comportarme
    que debo estar contento
    agradecido
    y sentirme feliz
    de que ellos me gobiernen
    a distancia
    porque conocen mejor que yo
    lo que me conviene,
    que siempre ha sido así
    y que siempre lo será.


    EL ABUELO

    Estoy hablando de un hombre excepcional.
    Estoy hablando de un hombre que de joven vino a trabajar a Barcelona y estudiaba de noche al acabar el trabajo.
    Estoy hablando de un hombre que construyó en España las primeras máquinas de hilatura textil que hasta entonces se habían de importar de Inglaterra.
    Estoy hablando de un hombre que cuando fallecía uno de sus trabajadores, daba empleo en la fábrica a su hijo mayor para que la familia siguiera recibiendo su salario.
    Estoy hablando de un hombre al que sus obreros montaron una escolta a fin de evitarle un mal  encuentro durante la guerra civil.
    Estoy hablando de un hombre al que cuando una crecida del río Ter se le llevó la fábrica, sus obreros le ofrecieron el campo de fútbol que les había regalado para que la levantara de nuevo.
    Estoy hablando de un hombre que explicaba el diseño de sus máquinas dibujándolas con un palo sobre la tierra y que si tenía diferencias con un trabajador, decía “salgamos fuera”, y las dirimían a puñetazos.
    Estoy hablando de un hombre que se casó con Ramona Valls, la propietaria de la fonda de Manlleu, y tuvieron ocho hijos y veinticinco nietos.
    Estoy hablando de mi abuelo, Josep Serra Sió.
    Estoy hablando de un prócer al que sus conciudadanos levantaron en Manlleu un monumento que aún sigue en pie.

    EL PINTOR

    Existen unas formas, unos colores,
    la transparencia del aire
    que cada mañana salgo a capturar
    y a imprimir sobre una hoja de papel.

    Y existen unos pinceles, unas acuarelas,
    agua y una paleta
    sobre la que los voy mezclando,
    añadiendo, subrayando…

    Y existen esas manchas sobre la hoja
    que voy formando, sobreponiendo,
    rebajando con agua,
    contorneando el blanco del papel.

    Y existen la concentración de la mirada,
    la fuerza de los dedos,
    la suavidad de la muñeca
    para construir una nueva realidad
    que sea reflejo de la otra:

    la que llega a mis ojos
    y mis nervios llevan a mi cabeza
    y mi cabeza a mis manos
    y mis manos a la hoja de papel
    donde la voy dejando con paciencia
    en sombra y luz, formas y colores,

    hasta, ay, acabar la pintura.


    LA ESTRELLA

    Soy la estrella de la libertad.
    Estoy perdida en el espacio.
    Has de buscarme.
    Y una vez encontrada, seguirme.

    Salgo en la noche con los sueños
    que no son realidad.
    Pero puedes alcanzarme
    si me eres fiel.

    Brillo para todos
    los que quieran mirarme.
    Sigo aquí.
    Alza tus ojos y me contemplarás.

    También brillo de día.
    Pero dentro de ti.
    Contra todo pronóstico
    sigue tu corazón.

    Te dirán que soy un espejismo,
    que no soy realidad,
    intentarán desanimarte
    porque yo solo brillo para los que tienen fe.


    LA VIDA

    Vivir es demasiado corto.
    Naces sin saber porqué.
    Todo sonríe a tu alrededor.
    Aprendes cosas sin sentido.
    Los padres te enseñan a seguir sus pasos.
    Pero los caminos son otros.
    De todo tu bagaje solo te sirve el amor.
    Tras cada cruce hay una incógnita.
    Y casi siempre te confundes.
    Tú deseas hacer las cosas bien.
    Pero hay mil formas y nunca aciertas.
    Hieres sin querer.
    Te lastiman sin proponérselo.
    Todo es una sucesión de despropósitos.
    Y haces lo único que sabes hacer: equivocarte.
    Las personas que amas desaparecen.
    También todo lo demás: tu mundo.
    Quisieras dejar algo, un recuerdo.
    Pero lo tuyo no interesa a nadie.
    Como hormigas en un hormiguero.
    En un ajetreo constante y sin sentido.
    Esperando con miedo la muerte.


    COCÓ

    Para David Baena


    Cocó está cada día más amigable.
    A Juan Ramón ya no le pica.
    Cuando por las mañanas le ofrece el dedo
    para llevarlo a la ducha,
    echa a volar
    y se esconde bajo los muebles un buen rato
    hasta que se deja coger.
    Es un juego.

    Se han acabado los trocitos de galleta
    en el desayuno
    y alguna que otra exquisitez
    en las comidas.
    Desde que solo come lo suyo
    y se le vaporiza
    con agua con vinagre de manzana
    - como nos dijo David, su veterinario -
    su plumaje ha recuperado
    la brillantez de sus colores.

    Por la tarde, cuando se le lleva
    a pasear por la casa
    por su artrosis,
    va tan contento
    y curiosea por los rincones.
    Ya no le da miedo dejar su jaula.
    Y si en nuestra ausencia
    un ruido le asusta
    y sale despedido de ella,
    al regresar lo encontramos
    subido al sofá
    - tan pancho.

    Esta noche he soñado
    que oía ruido
    y me lo encontraba
    casi sin plumas en una ala
    y comiendo con fruición
    un trozo de camembert.
    No había forma
    de que lo soltara del pico.


    LA TIBETANA

    Para Rosa Pérez


    Yo tengo una amiga que es budista.
    El otro día me dijo qué había de hacer
    si encontraba una cucaracha en el suelo de mi casa.
    No hay que sacarse la zapatilla y matarla a zapatillazos.
    No.
    Eso es malísimo para tu karma.
    Hay que ponerle un vaso encima - por la parte abierta -
    y pasar por debajo un papel después.
    Así la has capturado.
    Luego sales a la calle y la dejas bajo un árbol.
    Mejor con un poco de comida.
    Los tibetanos creen en la reencarnación.
    Si te portas bien, te reencarnas en un ser superior.
    Si no, en otro inferior.
    Y si ya no puedes hacerlo mejor, en Buda.
    Por eso hay que respetar todo lo que tiene vida.

    También da de comer a las palomas.
    Lo hace por la noche y a escondidas.
    Los vecinos le tienen echado el ojo.
    Dicen que las palomas ensucian la acera donde les echa de comer,
    que atraídas por la comida salen ratas de las cloacas.
    Pero cuando se cree en algo
    hay que estar dispuesto a sufrir persecución por ello.


    EL TERRORISTA

    ¡Alabado sea Dios! ¡El Grande, el Misericordioso!
    Los hermanos han sido vengados, los infieles han sido exterminados,
    el poder de Dios ha sido restablecido.

    Yo soy el elegido por Dios para castigar a los impíos,
    reparar la muerte de los fieles por los seguidores de Satán,
    recuperar el reinado de Dios.

    Oídme, los que vivís para el lucro y la lujuria:
    ¡Solo quienes cumpláis los preceptos de Dios sobreviviréis!
    ¡Allahu akbar! ¡Allahu akbar!

    (21-08-2017. Ayer, en Subirats, fue localizado y muerto por la policía el autor del atentado de las Ramblas, por consiguiente la cédula terrorista de doce miembros ha sido totalmente desarticulada. Ahora se prosiguen investigaciones sobre sus conexiones internacionales. Entre los terroristas ha habido ocho muertos y cuatro detenidos. El total de víctimas mortales asciende a quince. La sociedad está á  horrorizada por todas estas muertes. Nadie se explica como ha podido pasar.)

    LA LUPE

    Hola Pedro, soy Lupe.
    Siempre te he llamado
    para felicitarte por estas fechas
    y este año no podía faltar.
    Cuando salí de mi casa
    para servir,
    hice de la tuya mi hogar,
    encontré en tu madre
    una consejera,
    y cuando mi hermano,
    por mi boda,
    no pudo hacerlo,
    tú me acompañaste al altar.
    ¿Cómo estás?
    Yo ya no estoy.
    Me fui una mañana de este verano.
    Mi hija te llamó para decírtelo.
    ¡Felices Fiestas!


    EL ENVIADO

    Os traigo una buena noticia:
    el buen Dios no existe.
    Quien nos procura consuelo en la desgracia,
    confianza en un futuro mejor,
    perdón para nuestras faltas...
    somos nosotros mismos.

    Y también una mala:
    el Dios vengativo y cruel, tampoco.
    Quien justifica nuestros mayores crímenes,
    perpetúa la injusticia,
    ignora nuestras súplicas...
    somos nosotros también.


    ONTOLOGÍA

    Somos Deseo, Deseo insatisfecho.
    El Deseo nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte.
    El Deseo puede satisfacerse con Amor o con Poder.
    La Libertad está en la posibilidad de elección.
    La Vida se mueve entre el Amor (que puede destruirnos)
    y el Poder (que puede destruir a los otros).
    La Vida es un equilibrio entre la destrucción propia y la ajena.
    Destruir lo mínimo debería ser la meta.
    La Muerte puede entenderse como el triunfo del Amor.
    Morir permite que la Vida continúe.
    Religión, política, leyes…
    son construcciones humanas para hacer más transitable el camino.
    Por eso no son fijas sino mudables.


    Pedro Casas Serra


    .



    Excelente Pedro, te felicito Poeta-Pintor. Has pintado con palabras...un diario-Ideario-dietario..
    casi por aquí no vengo. -y me lo quería perder

    Ha sido todo un placer
    un fuerte abrazo
    salud!
    suerte
    y se feliz
    Pedro Casas Serra
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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 23 Oct 2018, 02:55

    Gracias, Javier, por tu visita y tus amables palabras.

    Un abrazo.
    Pedro


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