POESÍA SOCIAL XII (En la primera página de Poesía Social I hay un índice de autores)

Aquí, deleitándome con la poesía de Rius. ¡Maravilla!
Gracias y besos, querido Pascual.

De acuerdo contigo: una auténtica maravilla. Por eso, aunque lo estoy pasando a mano, me cuesta dejarlo. Además: me gustaría pasar por la EDITORIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA, donde le publicaron una antología, para ver si encuentro algo más sobre su biografía.

Sigo con él... y mientras descansa por este lado.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

SEGUNDA PARTE: EL CAMINO

CUARTA : LOS ÁRBOLES QUE NOS ACOMPAÑAN ( Del libro "ACTA DE SOLEDADES INSONORAS", editado por la Colección "Nuevo Sendero de Madrid. Selección - creo que del propio autor


KERET.- EL HOMBRE-CLARÍN
(Hubo un hombre que sonaba)

XI

De yunque en yunque, de fragua en fragua
al rojo vivo, os vamos escribiendo
madurando en chispas, floreciendo
y no oís
nos estiramos mayo a mayo en hilos innatos
en sedas fúnebres
vestidos a la moda de la aurora:
sayal derrotado y túnica de azafrán
y no oís
os avisamos desde el bronce de la golondrina
desde el laberinto santuario de los surcos
de  las acequias rotas, de la perenne sequía
en los estratos milenarios de la piel
y no oís
os hemos advertido
que el agua no  barrena
que es vieja, que piensa y que regresa
y no oís,
os hemos dibujado las fronteras
amarillas y verdes de los pueblos que rompéis
con fósforo húmedo en el caballo
y no dejáis ni una onza de pan,
ni un cántaro de ojos;
os hemos dado posada en las magnolias
y en las acacias
para abrigar vuestras desamparadas palabras
y no oís.

Cuando todo el barbecho
sea una bandeja blanca,
cuando manen los rayos
se borren los planos
y se oiga rezar al desierto
habrá inoxidables reflejos en el cielo,
escritos en los nervios ausentes
de las hojas de los chopos
y en los diccionarios de las dunas,
tronando en las indomables galerías
de las avispas de arena
Y la invisible huella del hombre,
tentará de nuevo talar caminos
en las sólidas aguas,
de un pantano de lágrimas.


. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

SEGUNDA PARTE: EL CAMINO

CUARTA : LOS ÁRBOLES QUE NOS ACOMPAÑAN ( Del libro "ACTA DE SOLEDADES INSONORAS", editado por la Colección "Nuevo Sendero de Madrid. Selección - creo que del propio au


ARSAFES.- LA MUJER-PLATINO
(Hubo una mujer que vendía)

XII

No es tu soledad la de una barca
sembrada de álamos blancos;
ni la de una cuarta muchedumbre
sino de la bujía de diez vatios
encendida y desangrada
hace doscientos años.
Una descuartelada cocina
en un callejón sin milagros;
dos tapias tres balcones-cementerios,
cien ruidos de tambor sin palos.
Un amor sin piel, y sin corona,
siembras cumplidas y un mal pago,
un dolor que crece como el cuero
y un reloj oxidado
como el musgo entre la piedra encuadernado
como las tumbas de verano.

¡Es un diario de preguntas
y un ayuno en ciprés y un cansancio!
Unas monedas perdidas,
unas palabras de cambio
o un cliente sin nombre;
un hábito, un tajo, un retrato
amarillo de tu pueblo
un pañuelo apócrifo bordado
y  unos padres sin calcar, sin estrenar en pómulos
de ladrillo sin válvula agujereado
que se rompió sin tempestades
entre tus manos.
Tu soledad es un ovillo de palabras
que rueda por tu cuarto.
Tu soledad ers tú
sin una micra de llanto

. . . . . . . . . . . . . . . .

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

SEGUNDA PARTE: EL CAMINO

CUARTA : LOS ÁRBOLES QUE NOS ACOMPAÑAN ( Del libro "ACTA DE SOLEDADES INSONORAS", editado por la Colección "Nuevo Sendero de Madrid. Selección - creo que del propio autor-)

DEUCALIÓN.- EL HOMBRE-EXPEDIENTE
(hubo un funcionario)

Tiene una mesa de pino
para estudiar su destierro
y mil panes
para sellar setenta horas
de hambre abierta.

Tiene el humo permanente
de un cigarro entre sus sienes
y un recuerdo
de aladas chimeneas
de donde huyen los cansancios
de la noche, hasta el alba
de su aldea.
Y una acacia de limón
en el último domingo.
Las tijeras de cincuenta golondrinas
en las olas de su calle
en verano;
y una densa celosía de lágrimas espigadas
que le aísla del paisaje
casi siempre.

Tiene un traje que le planchan
los sillones y los días
duros, lisos;
y un amor de  manta y plato
sin preguntas.
Un café que se termina
cada tarde
que calienta los amigos
y el estómago
con palabras casi negras.

Y un reloj de asfalto
y adoquines
que acompasa con la rueda
de sus pasos
años de monotonía.

Sólo el vuelo de una pluma
de madera
sólo el ala de del papel
de un uniforme
en el cielo sólo cal.

Y ladrillo y niebla espesa
Sólo el hueso
y los granos de sus horas
sin semilla
van cayendo en el vacío
del páramo de su despacho.

Tiene la paz en la frente
enterrada
sin hojas, sin luz y sin trinos:
yeso y sombra
calma de un bosque calcado en piedra.

Y en el mudo corazón
el murmullo
del domingo
y el agua, de un abril lejano,
oxidada.

Y más cerca todavía
la velocidad-aguja
delos hijos
espuma que fermenta cada día
el sol que hiere sus estancias.


. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

LAS CUATRO ESTACIONES

SEGUNDA PARTE: EL CAMINO

CUARTA : LOS ÁRBOLES QUE NOS ACOMPAÑAN ( Del libro "ACTA DE SOLEDADES INSONORAS", editado por la Colección "Nuevo Sendero de Madrid. Selección - creo que del propio autor-)

PALES.- EL HOMBRE-ANDAMIO
(Hubo un hombre sin memoria)

XV


1,2, arcos, 8 y un paréntesis
milenario
hay libros repletos con el nombre de las cosas
para no confundirse de alma
sí, no me mováis que estoy vivo
al borde mismo del vertedero.

(El campanario
el pañuelo de encaje salmón
una huida, más huidas
y muchos ladrones de amapolas;
indoloro el taller, aquí al costado,
un traje añil, de brújulas
y una sensación de pan agujereado,
cada invierno,
pasa corriendo
y una mano te empaña los billetes nuevos).

Margaritas en las calles de las mesas
¡pobres de nosotros tan desniñados!,
¡tan planchados de hombres!,
tan de plata y tan de posada.
Bruñido por los pájaros negros:
murciélagos antes, antesdeayer vencejos;
después las lechuzas sin sombra
y luego pronto, la canela y el patio
y una rama de olivo en la solapa.

Cont.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

PALES.- EL HOMBRE-ANDAMIO
(Hubo un hombre sin memoria)

XV

Cont.

Nos poníamos a hacer sonar los jazmines
y nos quedamos inmóviles
conscientes de nuestra alegría;
aquí, aquí venida algunos que estoy sollozando
soles de cuatro onzas de cobre;
nieblas junto al "zompo" y al "ciriaco"
y un círculo en la tierra despellejada
y un "marro al neón y a los claveles".


No os vayáis que nos hemos quedado de pie
sin condiciones
con la suerte resumida
en un caramelo largo
y un balcón primaveral
con violetas de turrón
-risas solitarias como botellicas-
y yo, yendo cada año
que casi no se nota en mí el irme-
y tú, pobre, con el bolsillo del padre
y del tío menos
cuando los chopos y la torre
y el palomar -el único palomar-
se habían quedado sin palomas
(las palomas de todas las terrazas).

Oráculos de vuelos y zarpazos
eso sí, se nos adivina
prendidos al cuadrante
de los alerones del tejado de casa
y a los invariables óxidos del balcón
-y una pluma en cada col;
y rayos marcado en la esquina de la cárcel.

Cont.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

PALES.- EL HOMBRE-ANDAMIO
(Hubo un hombre sin memoria)

XV

Cont.

Pensiones, sillares sin geranios
bocas de metro sin musgo
y postes telegráfico
sin albérchigos y sin nombres cudrimapados,
mitad carmín mitad acequia
(nombre con espejos en la mirada)
(hombres miradores de Alpes).

Los senderos no tienen clavos de granito
sino músculos desbrozados
-cansancios en enredadera
y calles cocinando costuras
y plásticas de pimienta y hojaldre
en los portales semiencuadernados,
yo, siempre esperador
y tú esperándome: así vivíamos:

cien hectólitros de agujas,
cien kilómetros de ventanas en ceniza,
y mi pueblo que adeudamos
(siempre los mismos.)
¿Dónde hay sitio?
¿Quién me llama?
¿Quién viene?
¿Quién se marcha?
Leguas de lagartos engastados en el crepúsculo
de rotuladores inservibles,
acordeonándose en el silencio de la cama
en los cables del cerebro de cactus.

Sonoros son todos los minutos
voladores de cristal,
en el cuarto breve de pensión,
ingrávida la novia de clavel y pan candeal
creciendo enmarcada desde el pozo
¡chas, chas, chas!,
sobre la soledad de hojalata.


así pasarían mil años
hasta el ángelus de la piel,
quince zapatos de azogue,
quince fichas perforadas de luz,
y nada más que NADA
ALGUNOS LADRILLOS VIVIDOS Y NO PAGADOS.
Albañiles eran los días que llevaba
en rosario colgador de las manos cortas
de la ciudad muerta.

Cont.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.

PALES.- EL HOMBRE-ANDAMIO
(Hubo un hombre sin memoria)

XV

Cont.

Tras una verbena de vinos
se reserva el derecho de sumisión
¿ qué  preguntas?
Anuncios por palabras en el diario
reservado el derecho de vomitar rosales,
el derecho de comer abejarucos,
de nacer el amor en el nido de los coyotes,
de matar relámpagos,
reservado el vértigo
de la bombilla de la cama
estallando en cada crucifijo,

un día, pues,  recuperará para la madrugada
el silencio y el retrato
que lleva en la cartera
en su cuarto de cemento:
(las hormigas la roen hasta los pies)
poético desarraigo, poética basura
una columna, dos años; dos columnas: tres años
y la fiebre en escalera
y una máquina de coser Alfa;
y la paleta y la plomada a punto de ser, siempre
helada en la caldera...
lejanía … sueño … es igual

si acaso en su sabiduría,
tres historias sagradas aprendidas en la escuela
un consejo de hierro; ley en esparto de hambre
cuentos de dos desenterrados;
y siete desaparecidas
promesas en el cine

un billete de vuelta;
los ojos en clave de la madre
y el calor del pueblo en el diciembre.

Y no le cabe siquiera en la memoria
la pregunta que nace en cizaña:
¿por qué camina?


. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Bueno, mi querido Pascual, mientras tú haces el trabajo "pesado" en Sonetos y preparas, me preparas el terreno para seguir, tomo el testigo aquí, sigo con José María Rius y espero hacerlo bien, no a tu velocidad, pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible.
Gracias y a seguir.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO.


AMIDA.- LOS HOMBRES RAÍLES
(Hubo un hombre que anudaba)

XVI

Una quena, una campana y un llanto de niña
me suben arriba arriba las escaleras
porque traes tú mismo(yo mismo)
toda la vida que puedes recoger ente los brazos
porque todo el flujo se nos va lloviendo
desde el sol
y desde las grutas de los ojos
ay, ya no cavilo ni sé.

Heme aquí en el martirio de doblarme
despeñando la sangre por la ventana abierta
resbalando por la selvática muralla;
y tú goteas por los pechos de las madres
y por las losas húmedas de las tabernas,
cabalgando en alas de las tórtolas
y de las moscas moribundas.

Yo soy tú mismo yo-mismo
ni la sombra ni el envés de dios
el que habita en el dique seco de tu galería
y en tu mina y en tu cascara.
Vengo a mentirte y a mentirme
exigiéndonos las preguntas y los ecos de la sed.
Soy el que no habla, tu hombre mudo y verdadero
el que no escucha desde el fondo del infierno
el que habitará las memorias oxidadas
tu monstruo y tu pentagrama.

Tráeme los odres llenos de lluvias enésimas
para saber qué es el pecado
los pellejos cuaternarios
con décimas metálicas.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO


QUINTA: EL GRITO QUE NO CESA PAZ,
PAZ, PAZ (OM SHANTI SHANTI SHANTI )

(Selección del libro inédito
“la guerra y los globos de colores”)

GUERRA Y LOS GLOBOS DE COLORES

Sujetos a los ojos de los niños
navegan los espacios de su risa
globos blancos, azules y amarillos
burbujas de la sangre que se escapa
del centro de los mundos.

………….

Pesan menos que el tiempo
son las brisas redondas
de veinte amaneceres,
ascienden con el grito
con el pulmón y el fuelle de los brazos
desde el hilo del alma fugitiva
globos blancos, azules y amarillos.

La guerra se renueva al plenilunio,
deshilando madejas de mentiras,
a la hora de la cometa,
la hora del péndulo del hambre
y de los nudos de la oruga
y de las continuas cadenas.

Los niños rellenan sus globos
de los aires azules
que se agrupan en las rimas de las balas,
con los cierzos violetas de la carne.

Los niños inflan globos con la paz
de sus miradas tenues,
casi a punto de estallar.

Y reconocen las piedras de las ruinas
y aguardan las sirenas de los ángeles
que dejan suelto el aire de sus alas.
Y saben que sus globos
valen más que doscientas patrias de cemento,
y vuelan hasta el límite del ojo,
hasta la cima del paisaje
rebotan en las horas del reloj
y vuelan a la mano
y se ocultan plegados en el arca.

……………….

Y saben que en el cielo no hay agujas
ni cardos ni espinares
por eso embarcan sus sonrisas
con sables de madera
y asustan con las hambres que no crecen
para que icen los jirones de su carne
al asta del fusil.

Los niños arrebatan sus silencios
y el aire que repone sus huidas
y las agujas transparentes del recuerdo
que llenan las ausencias,
robando los botones de juego de la guerra,
se plantan a la orilla de los pueblos
a elevar sus globos,
hasta que el sol blanquee sus miradas,
hasta que la luna hiele sus espigas
y empiece a desgranarse sus avenas
por el suelo de los días.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO


QUINTA: EL GRITO QUE NO CESA PAZ,
PAZ, PAZ (OM SHANTI SHANTI SHANTI )

(Selección del libro inédito
“la guerra y los globos de colores”)



LAS MADRES Y LA GUERRA

Las madres, con la cesta bajo el brazo
ofrecen los mendrugos cenicientos
recocidos en los hornos de la guerra:
el pan de la lava, blanco y negro.
Van escaleras arriba,
camino de volcanes despiertos
procesionarias negras,
pañuelos triangulares sobre el pelo,
muchos anillos de penas,
sobre los troncos de acero.

Van todas llorando balas
porque ellas parieron
el plomo y la pólvora
vaciaron el hueco
del cañón de su médula agridulce,
con la primavera de sus dedos.
Van, una amasando escorias
en las minas de vientres secos
a coger galerías,
a inundarlas de llantos densos.
Van, dos a reponer el barro de las acequias
con los diques del alma abiertos.
Van, tres a enderezar los gatillos,
a invertir los cerrojos hacia el pecho.

Y van, todas las madres en fila:
un rosario de números inciertos,
paralelas a los muros de los hijos.
La madre es siempre madre del hombre ciego
y esperan que los globos aparezcan
trayéndole los triunfos de un cordero
y la lana, y toda la lana
de un solo y cálido beso
que han nacido en las tardes de violeta,
cuando el sol vetea el mármol del cielo.

Y van, todas las madres a las tumbas
con la llave del cofre a los cuellos
temblándole como una brújula,
para el rumbo del regreso
se nutra de lunares de la falda.
La madre del guerrero,
no cree en los mimbres;
ya no cree en las nanas, ni en los cuentos .
Va al altar de los héroes y de los muertos,
ya no lora, ya no cree, ya no arrulla,
ya es el pozo que espera polvoriento
la cáscara del barro que chorrea
y que desagua los silencios
y el molde agrietado que ya aguarda
de nuevo envolver a las estatuas
con las manos inclinadas hacia el suelo.

Besos... querida amiga.

( No hay trabajo pesado que valga. Hay trabajo repartido)..

Por más tiempo que le dediquemos José María Rius es auténticamente impresionante.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO


QUINTA: EL GRITO QUE NO CESA PAZ,
PAZ, PAZ (OM SHANTI SHANTI SHANTI )

(Selección del libro inédito
“la guerra y los globos de colores”)



LA GUERRA DE LOS CUENTOS

Yo quiero ir a la guerra de papel
al campo de batalla de los primeros años
a todas las llanuras de los juegos
a los muros abiertos de los sábados.

Yo quiero remontar la torre,
de los olmos más altos
a otoñar por encima de los libros
de alambre que entretejen los maestros solitarios.

Yo quiero regresar a la estatura
de los rosales y granados;
en las acequias tras las tapias blancas,
de los días y miedos no llegados.

Quiero ir a la guerra de papel
con los juegos al hombro y desarmado
con toda la inocencia;
con los ejércitos de niños
con los cristales empapados
de los sueños delante de los ojos,
con los escudos del asombro, ¡acorazado!

Yo iré, a la batalla verdadera
a agrupar los minutos destrenzados,
contra todas las derrotas y desahucios
de los hombres sin hostia, de los niños clavados
al filo caprichoso de la espina,
estirados por la goma del cachorro.
Irán, iremos
por todos los atajos
disparando cañones de hojalata,
segando odios con todos los juncos en la mano,
a beber el oxígeno tangible
de los siete, los seis, los ocho años.
Vamos a predicar la guerra santa
a los sastres de pantalones largos,
contra los sabios que escriben la historia
de la tinta para reintegrar,
a los necios desterrados,
en sus pupilas llenas de troneras;
contra aquellos que tienen enjaulados
los soplos y los vuelos;
contra las madres que apagan las linternas
y los faros; y afilan el cuchillas cunas;
contra los ladrones que plantan el arado,
pidiendo que florezcan las cruces y medallas,
contra los dioses coronados,
que exigen carburantes de vísceras y músculos
para sus templos y sus carros.

…Lucharemos seriamente;
matadnos con palabras, olvidadnos,
dormiremos mil veces, y mil veces
habremos despertado
con los ojos más abiertos cada día;
con nuevos cuentos y viejos cantos
en la despensa y en la alforja.
¡Disparad, tirad a darnos!,
a untar al instinto de nacer.
Pero no juguéis con nosotros
que nosotros los niños, no jugamos.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO


QUINTA: EL GRITO QUE NO CESA PAZ,
PAZ, PAZ (OM SHANTI SHANTI SHANTI )

(Selección del libro inédito
“la guerra y los globos de colores”)



LA GUERRA ES INEVITABLE

Y sin embargo, ¡qué remedio, lucharás!,
vaciando a bocanadas el vaso de la guerra
porque llevas dos millones de años aburrido,
porque llevas dos mil horas hambriento
sin burbujas, tormentas, sin espinas
tan planchado de tiempo como un muerto.
Te has sentado en la losa de tus horas
a esperar los vientos que te muevan,
a enrasar los muelles del orgasmo.
Te clavarás el sol en el centro de la boca
y seguirás tan frío como la plata.
Te escribirás en carne cien páginas absurdas,
y seguirás analfabeto de vuelos y preguntas.
Arrastrarás por los subsuelos de los días,
por los cimientos de los templos,
por la selva de las patrias,
a buscar dagas de la paz,
y no tendrás un maizal de miedos
y un seto de esperanzas en las fronteras
de tu casa; construirás un molino de preguntas
tan blancas como la rosa que se tiende
al peso o a la hierba;
…una prensa de besos y de amigos
…y seguirás inapetente
con el estómago vacío.
¡Veis pues, por qué no hacía la guerra.
Pinta el azafrán de la discordia
riega la guerra, coge la guerra
¡y triunfa!
Labrador aburrido de oraciones,
¡pierde tus únicas monedas! ¡gana!,
y gana el trono
con el miedo abierto de tus brazos.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”).

PEMETER

A LA MUJER QUE TUVO UNA MANO DE NIDO

Mañana…
mañana cogeré tu mano de la copa del cuerpo
ayer la cogí;
quiero que tiembles
al robarte del nido
como un pájaro chico;
quiero que llores de miedo.
Suspira...Aletea…,
escurre las alas de los dedos
y escapa- huye- vuela-
y abriré mi jaula después
y yo huiré de mi pecho…
y volaremos siempre.
Mañana…¡quiero!
quiero quererte mañana
¡mañana…! ¡Que volemos!

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



AGENIPE
LA MUJER QUE FUE IMÁN

Plantaste las primeras rosas
en mi piel abrasada,
con los dedos más anchos que el surco:
cinco rejas, cinco arados hundieron mi carne
y un sol de ceniza brillaba en el techo de cal,
quemaste mis hojas a cada latido;
colinas y astas,
llenaban a chorros mis cuencas vacías,
de pétalos y lágrimas,
y de savias espesas, creciendo
a cada rueda del año.
A ti que llevas el rostro cubierto de vendas,
y en tus caderas traías las cestas repletas
de granos de trigo.
Porque fuiste el imán
que atrajo a zarpazos mis yemas, mis frutos
de la mina del hueso,
y las muelas de papel,
y el creciente de las conchas amargas;
y las cadenas de ejes curtidas;
y una fragancia de lilas con chispas de fregua,
y toda tú, mujer, fuiste: todo
y yunque y pozo; y mi primer viaje.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



CIANE
LA MUJER QUE FUE UNA RED

Tenías mis dieciocho años
entre las palomas abiertas
y la noche del patio
entre la red de tus ojos.

Tenías todos los nudos de mi piel
deshechos en cuentas por la escalera;
y mis primeras mazmorras,
y los segundos grilletes
amarrados a mis estambres;
guardados en los cofres de los árboles azules
ocultos en veinte centímetros de arcilla.

No había sirga para bogar,
ni cronómetro para los caballos.
Sólo destierro- freno- y prisa,
cordadas,- despuntes,
quemaduras cuarteadas
en la ventana abierta.

Sólo gritos y palabras de dardo,
detenidas en las barras de un águila,
y caídas después, como polvo gastado
en el gris final de las calles sin sol.

…Nos anidaban las palomas mensajeras
en las crines, sin anillos ni retornos,
ni en el pico ramas de carne hirviente.

Yo llevaba plumas de guerra:
el último resultado del ala,
luz cenital en la cal de la aurora;
Estabas en el medio de la recta invariable
que unía mi posada en desahucio
a la próxima espesura de las campanas
de pasado mañana; en el centro de la lente
de mi instinto de volar.

Tenías mis dieciocho años,
menos los quince tuyos;
yo solo dentro, las vainas de los segundos
y el aire rebotando fuera,
solo alisios de acero y cromo
y azafrán espolvoreado…

Y cuando ibas a tener
mis diecinueve,
se rompió tu cristal en el patio
y el balcón y la escala
y mi soledad y mi anteojo
se quedaron huérfanos
sin mi freno de niño reparado.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



GALIPSO
LA MUJER QUE FUE UN MAR NAVEGABLE

Andando sobre tu carne, andando
caminando;
me encontré sobre tu campo abriendo trochas,
talando troncos; rompiendo astas;
en un bosque verdinegro.

Desnudo, sin ojos, más desnudo;
con el corazón tornado en dedos,
temblando, llorando;
sobre tu carne navegaba;
sobre tu carne espesa,
sobre las olas de tus veinte nacimientos.

Con todas las quillas doloridas;
sangrando banderas sobre las haces;
de la hierba segada de tu pelo;
clavando mojones, marcando hitos.

En la sierra virgen de tu pecho;
y con un verso de auxilio
y una canción de guerra a cada verso.

Mis lágrimas te han borrado las fronteras;
solo vivo con un pino de silencio;
mi agua y mi memoria se caen a borbotones
por un caño, que nadie había abierto.

"GALIPSO
LA MUJER QUE FUE UN MAR NAVEGABLE

Andando sobre tu carne, andando
caminando;
me encontré sobre tu campo abriendo trochas,
talando troncos; rompiendo astas;
en un bosque verdinegro.

Desnudo, sin ojos, más desnudo;
con el corazón tornado en dedos,
temblando, llorando;
sobre tu carne navegaba;
sobre tu carne espesa,
sobre las olas de tus veinte nacimientos.

Con todas las quillas doloridas;
sangrando banderas sobre las haces;
de la hierba segada de tu pelo;
clavando mojones, marcando hitos.

En la sierra virgen de tu pecho;
y con un verso de auxilio
y una canción de guerra a cada verso.

Mis lágrimas te han borrado las fronteras;
solo vivo con un pino de silencio;
mi agua y mi memoria se caen a borbotones
por un caño, que nadie había abierto."

¡S.C!


LUEGO DICES QUE VOY COMO UNA MOTO... Has hecho en dos días más que yo en dos semanas. Pero ¡qué gozada el descubrimiento de Rius!

Sigue, que yo te sigo.

Besos.

Pues sí, una auténtica gozada. Engancha mucho su poesía y me alegro muchísimo que lo hayas traído aquí.
Gracias y besos.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



PISINOE

LA MUJER QUE ERA ACACIA

Aquí estoy más adelante
con un regusto lejano
a la flor de la acacia;
blanca y enracimada;
un pañuelo de polvo
y la memoria sellada
de mi último juego de hombre.
Por entre tus nuevos atajos,
se abrían los umbrales
de los años de nieve,
hasta las huertas cercanas
de los juguetes caídos.
Eras el traje blanco
y un suspiro de encaje:
bordado de junio.
Eras el álamo que estudió
el calor de mi estío;
la boca incultivada;
aún tierra de siembra.
Aún no tenías en los dedos, caminos;
porque aún te crecían
en los nidos de las manos: las violetas.
…Aún estaban cerrados los labios
y la boca, era un volcán apagado;
aún no había otra fuente
que tu cántaro lleno de voces;
aún las palabras eran látigo y flor;
aún éramos todo: cesta de pan
sin desmenuzar, sin desmigajar,
sin cumplir el hambre…

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



PERSEPONE

A LA MUJER FEA


Todo el amor de tu sexo
reducido a una lágrima,
toda tu carne, cántaro de lluvia,
día a día al abrigo del hielo:
semillero en tu posada siempre abierta.
Una ecuación del azar,
una mínima arruga en la palma del tiempo
te cinceló los amores
en la primera escayola;
trenzó tus cadenas y selló los brocales
de pálidos cobres.
Nadie sabe de noches y brillos
ni de relojes parados;
de cerraduras y llaves blancas,
de cortinas de palabras
cerrando tu alcoba.
Nadie sabe mejor que el silencio
la fórmula del mármol:
recuerdos claros, más vetas turbias;
nadie laboró más alto
en el andamio del olvido,
ni ha cantado más veces
las tejas y los fosos de carne;
…Nadie sabe mejor plantar la pluma
y que florezca el ala.
¡Salud! a los aceros de tu escuadra,
¡salve! a la mazorca de la curva,
de la quebrada recta de sirena destronada.
¡Paso! a quien encendió
linternas con las ramas secas,
¡en las losas de las calles sin luna!
¡ Ya se vendrá el camino hasta tus dedos
a fundirte rejas protectoras
que preserven tu crecida!
¡Ya se vendrá la vela y el candil
a dorarte los ojos…!,
y la persiana a bajarte las nieblas!
Y se peinará la voz de un hombre
a la trenza sin raíz;
y la abreviatura de un abrazo,
la sombra de un abrazo,
los huesos de un abrazo;
solitario y sin jinete
te ceñirá el tronco
casi aire y casi junco.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)


ARETUSA

LA MUJER QUE FUE CINTA DE COLOR EN MI
SUEÑO

Tampoco era para ti mi promesa,
tampoco mi paloma pudo anidar en tu mano,
mi vuelo no quedó en el aire de tu danza,
tu paso fue agua presa derramada por el suelo,
en el oasis de mi desesperanza.

Otra vez ¡Señor!, amor mendigo;
camino sin rumbo ni cayado:
ocultando el rostro tras la capa,
otra vez pasa el viento y sigo,
al pairo anclado sin fe y sin alas.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



TELFUSA

LA MUJER QUE FUE RAMA DE ESPLIEGO

Dos pasos de barca sin cintura,
la juventud dormida en una cántara,
y nosotros rodando por los surcos del asfalto
con un arado sin rumbo en las calles semimuertas.

No hay escuela ni hogar de ir y de volver
desorbitadamente en ruedas dentadas,
tú, encarnada en monte y en nave fugaz;
hiriéndome con caricias de fresno;
amasándome entre pies sin levadura;
nosotros, sin el pan ácimo ni el mirto;
nosotros con el vino sin fermentar
en clave de fuga de clarines.

Rotas las presas en las ideas desenterradas,
por el hallar sólo hasta la soledad mustia;
los llantos no eran de esta tierra,
los llantos subían del polvo de verano,
dejando la tierra virgen, con heridas.

De ir contigo supe que no iba al mar,
que no subía al monte cogiendo jara,
que no iría a los molinos sin espada,
…de tanto inventarte supe que eras toda aire,
cascadas de minutos, molidos en los cardos;
yaciendo en las espigas oxidadas,
en un ángel del erial
para pulir con agua los metales muertos.

Me hace falta dureza de diamantes,
tengo sólida el alma de tantas horas de plomo;
tengo hierro en escoria caído de la mina virgen,
escombreras de piedras y de aire ingrávido;
De ir contigo supe que no iba paralelo al río,
ni a la brisa de la tarde que baja por mi calle.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)


EGERIA
LA MUJER QUE FUE LUNA DE COBRE

Dos lunas de cobre reunieron en tu pecho
cuando yo buscaba la sed perdida
no había luz nueva ni luz creciente,
solo alcores umbríos y lejanos.

Caminaba yo sin haber heredado ese camino,
con la sola espuela de la carne desbocada,
afirmando el paso por sirga de romero,
era el infinitamente mudo de cuanto licor bebía,
la mano sin signo era un libro sin páginas
pausa a pausa, el venablo me abrió mil bocas.

Surtió mi deseo como nidos de tarántulas
al ras de la piel y de los suelos,
todo eran pozos abiertos, cráteres, colmenas,
mis manos faenaban para la total crecida
arañando el limo en cada sombra,
llenándome la piel de guijarros
y las colmenas de cera hirviendo,
de la rosa fundida de mi sima abierta.

…yo era volver, ir solo y acabarme,
no era el principio que une el jazmín a las manos
era un poema leído a la mitad de los silencios,
un afán de acarreo de agua en cangilones,
una fatiga de aguadora moza,
un ir y volver a la acequia llenándome de cántaros,
un volver a derramar agua salobre sobre esclusas,
un cansancio total de siega de agua,
de siembra de agua.

Toda tú, eras luna y campo abierto
todo yo, era fatiga y labranza
sin teoremas de alas y de alisios
hoyos de golf para mi juego.

No hacía falta cerrar los ojos
ni abrir los ojos,
los ojos, estaban hartos de pozos,
círculos y brocales…las cuerdas; los nudos
y los cubos vacíos trucados,
la fuga sonaba a campana de medianoche.
No había embriones ni estigmas, tan solo escalas,
peldaños para la fiebre
siempre los peldaños de mi niño de invierno
al que retorno con los brazos arriba.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)




EGINA
LA MUJER QUE FUE AIRE DE FUERZA

En tu pie sonaba la quena y las ajorcas
y el amor austral de la llama herida:
robábamos la escala de la palabra paralela
que fue permuta en clave por la música.
Las señales de la palma y del océano
y el telégrafo en el cielo del cóndor venidero:
ya no hubiéramos tenido veinte años virginales,
sin los tuyos rotos, un calor de trópico y manglar:
las enredaderas de orquídeas rojas en brazo largo;
mi carreta acarreando todo el grano de tu silo
atado con códigos de besos y geranios.
El halcón devolvió el vuelo a la paloma,
en plena primavera de los vientres,
la yegua anidaba en los caballos,
cuando la sangre lunar iluminaba tus balcones.
Nuestros besos fueron resembrados en piel maya
sabiamente en el agua salobre que nos partió
en guanábana, en mango y pájaro campana.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



LETO
LA MUJER QUE FUE HELECHO

El romero se inclinó sobre la fuente
y ya no hubo más en las alondras de tu boca.
La hora se hizo arco-iris de repente
y el silencio dijo sí, en cada valle
con un primer acento de comparsa.

Unidos por la piedra angular
de nuestro presente de indicativo,
no hicimos futuro líquido oceánico,
por el cauce de las cosas hechas légamo.

La espera fue una violeta virgen en tu palio
y se detuvo la soledad en nuestro puente
a escuchar el murmullo de los besos,
mi carne se fundió en el sol caído.

En una profecía de minutos
la vida fue paréntesis y esclusa,
y mi germen sólo savia en tu acebo vivo
todo el tiempo fue vencido por las lágrimas.

POESÍA SOCIAL.

ANEXO.- POETAS ESPAÑOLES AFINCADOS EN PUERTO RICO

JOSÉ MARÍA RIUS GALINDO



SEXTA: LA LUZ QUE NOS
ACOMPAÑA: REMANSO

(Selección del libro
“27 paisajes de un solo amor- inédito”)



ANTIOPE
LA MUJER QUE FUE ESTRELLA DE ÁMBAR

Y dijo la suerte: ¡Hágase el primer día!
y fue dorado y verde por tus ojos,
y sentí el calor del agua que surte
nueva de la tierra,
y el orgasmo de la lava triunfante
sobre el cuarzo.

Volcánicamente mi amor fue recreado
y por la mano del océano mantenido.
Yo desde entonces, me hice cuerda y brazo
sin hombre: solo flecha y mano
para atarme y dispararme en cada pulso.

La yunta y el mijo me inundaron cada poro,
tus ojos eran imán dorado de mis pasos,
uniéndome a cada una de tus ausencias
y el átomo de ti se hiciera estrella.

Yo sólo era la soledad sin la envoltura
de todos los círculos completos
desde el polen de las manos
al cáliz de los huesos.

El día que partiste,
sentí segadas las violetas de mi pecho,
sólo yermo y muerte
y amor dorado en hojas otoñales por el suelo.