Aires de Libertad

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    José Watanabe (1945-2007)

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    José Watanabe (1945-2007) Empty José Watanabe (1945-2007)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 09 Dic 2022, 07:05

    .


    José Watanabe
    (Trujillo, 17 de marzo de 1945 - Lima, 25 de abril de 2007)​ fue un reconocido poeta peruano.

    Biografía

    Nacido en Laredo, un pequeño pueblo al este de Trujillo. Su madre Paula Varas Soto, peruana, y su padre Harumi Watanabe Kawano, japonés de quien cuenta aprendió el arte del haiku.

    Watanabe vivió una infancia humilde, pero en 1956 su familia ganó el premio mayor de la lotería de Lima y Callao, por lo que se mudaron a Trujillo y los veranos lo pasaban en Huanchaco. Él fue el primero de sus hermanos en seguir estudios secundarios y los hizo en el Colegio Nacional San Juan de Trujillo. A pesar de que en sus inicios le gustaba las ciencias, luego se inclinó por la literatura. En este prestigioso centro educativo escribió dos poemas que fueron publicados en la revista del colegio.

    Luego, José migró hacia Lima para seguir estudios superiores, pero el recuerdo de Laredo quedaría siempre en su memoria, por lo cual muchos de sus poemas se ubican espacialmente ahí, un Laredo que hoy sólo existe, con sus cuatro calles, en el imaginario creado por el poeta. En Lima, estudió los primeros años de la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional Federico Villarreal, pero la abandonó después de casi dos años. Su formación fue esencialmente autodidacta, y no sólo se desarrolló como poeta, sino también como guionista de cine y documentales, estuvo muy involucrado en el medio televisivo e hizo una adaptación de Antígona de Sófocles para el grupo de teatro Yuyachkani.

    Trayectoria

    José Watanabe y la generación del 70

    Watanabe es una de las voces más propias entre los poetas peruanos del 70, una generación caracterizada por sus experimentos con el coloquialismo, su ruptura con la tradición poética peruana anterior a ellos, y su radicalismo ideológico. También fue una generación gregaria, en la cual, en su primera fase, primaron más los grupos que las individualidades. El grupo más activo y beligerante fue Hora Zero, pródigo en manifiestos, recitales y publicación de revistas mimeografiadas. En esta etapa, con Watanabe destacaron otros poetas como Abelardo Sánchez León, Enrique Verástegui, María Emilia Cornejo, Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruíz y Vladimir Herrera. En una fase posterior, que trascendió a los grupos y se volcó más al formalismo, la generación de poetas peruanos del 70 dio admirables frutos con las obras de Luis Alberto Castillo, Luis La Hoz, Juan Carlos Lázaro, Carlos López Degregori y Mario Montalbetti. Watanabe, sin ser considerado integrante de alguno de estos círculos literarios, compartió mucho de su juventud con su generación, especialmente los vinculados a la revista Estación Reunida (Tulio Mora, Oscar Málaga, Elqui Burgos, etc.). Su literatura se mantuvo independiente de todo el trajín político que afectaba a su país, lo cual se hace evidente en su poesía. En ella, las preocupaciones de la época si aparecen, pasan inadvertidas. Es más bien producto y gracias a sus vivencias e íntima forma de escribir que gana en 1970 el primer premio del concurso Poeta Joven del Perú con el poemario Álbum de familia (compartido con Después de caminar cierto tiempo hacia el este de Antonio Cillóniz).

    Su afinidad con la tradición poética japonesa

    También llamado poeta sabio, Watanabe busca trascender en su poesía. De su padre, no sólo aprendió el control de las manifestaciones emocionales, que llama refrenamiento; sino también y sobre todo la forma poética del haiku, la expresión mejor lograda de la mirada oriental del mundo que, por los senderos del budismo zen y el taoísmo, busca a la naturaleza pura y real irradiando su misterio en cada observación. Es a través de este miramiento desinteresado, sereno y simplemente testimonial, que el poeta describe los fenómenos que percibe en su belleza inocente de toda prisa por vivir, de toda ideología y de toda pasión. Análogamente al refrenamiento, el haiku expresa esta voluntad de dejar que las cosas vivan y se den mientras el poeta queda inerte en la inacción, en solo la contemplación. Se convierte en solo ojos para ver y para nada más.

    El haiku es además la vía hacia el satori de la tradición zen o la iluminación. Esto es la fusión entre el sujeto y el universo, que lo lleva a la comprensión absoluta de la verdad, y a una gran paz silenciosa e inexplicable, que en el hinduismo es llamado samādhi. Este misticismo que no pertenece a ningún grupo social en particular sino a la humanidad toda, es lo que hace que uno se aproxime a la literatura de José Watanabe como a un clásico, que a través de sus sucintas frases nos hace unificar nuestros sentidos y vivir el aquí-ahora de sus ensoñaciones descriptivas y completas para extraer de estos momentos vacuos y delicados una enseñanza, que cada quién encuentra como un abismo.

    Watanabe dentro de la poesía peruana

    Pero nuestro autor no solo es heredero oriental de este laconismo contemplativo sino también cabe resaltar una tradición hispana en el uso de la palabra y en su humor criollo, que nos puede sorprender para lograr una sonrisa desprevenida con una de sus palabras que desmitifican al cuerpo del tabú y que rompen con el tono solemne, como en El baño “si yo hubiera tenido tetas / serían / como las tuyas” o como en Canción “Pichi de mujer / no es pichi de hombre”.

    Sus poemas no pueden ser considerados haikus, aunque su efecto sea parecido. Sino que son más bien parábolas, breves narraciones que alegorizan situaciones humanas en las que cualquiera puede reconocerse y que trabajan muy bien el clásico tópico del carpe diem. También se ha señalado que bajo los nombres de Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine, Watanabe se dejó influenciar por la poesía simbolista francesa por la musicalidad de sus versos y la facilidad para la sugerencia, que no cae en moraleja sino en leve señalamiento implícito en el comportamiento y actitudes de sus personajes narradores.

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de José Watanabe


    De Album de familia, 1971:


    CHAGALL

    Si me atrevo y abro la ventana
    .......................puede suceder:
    el cielo gris con su golondrina completamente natural
    o dos amantes sobre el mismo cielo anunciando el verano.

    Soy un hombre cauto,
    ...........................................estoy acostumbrado a los días
    y temo los milagros no previstos en el programa.
    Chagall ha detenido su largo vuelo sobre mis libros,
    viene de sobrevolar los campos y las aldeas,
    ..................................ha estremecido
    .....................................................................los árboles
    ..................................ha derribado
    .....................................................................los frutos
    .....................................................................la manzana
    que descalabró los ojos miopes de Sir Isaac Newton.

    Le digo que no crea
    ,,,,,,,,,,,,,,,,que yo también entreveo la posibilidad de volar,
    ................de caminar por el cielorraso
    ................de invitar a las muchachas
    ................a mirar la ciudad desde arriba.

    Chagall sonríe y sabe
    ...........................que un hombre cauto
    ...................................no puede huir de la cordura.
    Si me atrevo y abro la ventana sé lo que puede suceder:
    ..................................un hombre que se va sobre el aire
    ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,inventando
    ..........................................................................con un violín rojo
    ................................................................una serenata.



    FLORES DE PLÁSTICO

    Cada uno de estos días del Señor
    un vendedor demuestra en mi puerta
    que somos menos perdurables que el plástico.

    Y ya mi casa está llena
    con diversos objetos garantizados irrompibles.

    Pero este tiempo de Gracia
    comprendiendo que nada puede ser ajeno a los afanes líricos
    ha creado hermosas flores en humosos laboratorios.

    La urgencia por entregar la primavera
    es probable causa de algunas deeficiencias:
    no hay secreto placer entre el polen y el estambre
    ni esa inmemorial premonición
    que estremeció al hombre ante la flor marchita.

    He visto algunas secretarias
    vertiéndoles el perfume de su agrado.

    Y a estas alturas
    no debe sorprendernos una triste muchacha
    deshojando flores de plástico junto a su ventana-



    ACERCA DE LA LIBERTAD

    Esta mañana han comprado un pájaro
    .......................................como se compra una fruta
    .....................................................un ramo de flores.

    Dicen que Hokusai compraba pájaros para liberarlos.

    También Leonardo
    ................pero midiéndoles el impulso y el rumbo.

    Posiblemente en la infancia he pintado pájaros
    pero jamás les he hallado relación exacta con los aviones.

    Estoy tentado a liberar este pájaro
    ............................................a devolverle
    .............su derecho de morir sobre el viento.

    Me van a pedir razones.

    Sentiré la obligación de hablar acerca de la libertad
    pero mi familia que es muy lógica
    ..................................dirá que afuera solo
    ................................................con el viento
    ................................................a ver qué hago.



    De El huso de la palabra, 1980:


    CANCIÓN MÁGICA PARA LA CACERÍA

    (Basada en una canción anónima esquimal)

    Rena
    permanece alta sobre tus piernas, y quieta.
    A ti te digo,
    a ti que ya presientes mi mano ponderando tu cuerpo.
    Esperame: aún no tomo completa decisión,
    todavía vacila algún perdido nervio mío.
    Detrás de este promontorio de nieve
    te he mirado fijamente durante horas
    y antes que mi flecha
    mis ojos
    han hundido entu corazón el deseo de ser presa.

    Si el  viento cambia y mi olor de hombre
    hace huir a tu manada
    sé que tú permanecerás allí, alta sobre tus piernas.

    Mira: mi cuerpo ya se levanta, reunido
    .......................................y natural,
    y sin esfuerzo tensa el arco, contiene la flecha.
    Tu gran salto de herida
    te confundirá con los animales de alas
    y morirás como ellos, entre nosotros y el cielo.
    Así cantaré, así diré.
    Porque pronto yo seré dos:
    el cazador que confirmará su destreza
    y el arrepentido
    que exaltará con palabras tu muerta belleza.

    Ahora gira lentamente, muéstrame el lado del corazón
    y ven contenta,
    ven siempre contenta, por aquí,
    ..................................por aquí.



    IMITACIÓN DE MATSUO BASHO

    Fuimos rebeldes audaces. Yo la convencí de la nueva moral que ni aún yo tenía, y huimos sin ceremonia ni consentimiento. Ella trepó ágilmente a la grupa de mi caballo y así cabalgamos hasta las primeras estribaciones de la sierra. Bordeábamos los poblados y con ramas desgajadas íbamos cubriendo nuestras huellas. Nos detuvimos en una aldea cuyo nombre alude a la contemplada limpidez del río que la atraviesa.

    Había clara luz de la tarde cuando el posadero nos abrió la pesada puerta de palo. A pesar de reconocer en él a un hombre sin suspicacias, le mentimos nuestros nombres. Le encargué una buena habitación para nosotros y cuidados para nuestro caballo. Ella, azorada y hambrienta, mordía a mi lado una manzana.

    El cuarto era blanco y olía a resinas de eucalipto. Aunque ofrecido con excesiva modestia por el posadero, allí hallamos seguridad. Desde el pie de nuestra ventana los trigales ascendían hasta las faldas riscosas donde pastaban los animales del monte. Las cabras se perseguían con alegre lascivia y se emparejaban equilibrando peligrosamente sobre las agujas rocosas. Ella cerró la ventana y yo empecé por desatar su largo cabello.

    Fuimos rebeldes y audaces. Sin embargo, ahora nos perdonan nuestras familias y nos perdonamos nosotros mismos. Nuestro hogar ha sido tardíamente consagrado. Eso es todo. Nunca traicioné otras grandes verdades porque quizá no las tuve, excepto el amor que me hizo edificar una casa, excepto el amor que nunca debió edificar una casa.

    A veces pienso cabalgar nuevamente hasta esa posada y colgar en su puerta estos versos:

    En la cima del risco
    retozan el cabrío y su cabra.
    Abajo, el abismo.



    LA MANTIS RELIGIOSA

    Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol
    hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm. de
    .........mis ojos.
    Yo estaba tendido sobre las piedras calientes de la orilla del
    .........Chanchamayo
    y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas,
    confiando excesivamente en su imitación de ramita o palito seco.
    Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre,
    pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza
    .........cáscara.

    Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
    a un macho
    .........vacío.
    La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
    el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
    hembra
    y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
    acaso demasiado presta
    .....................y dispuesta.

    Duradero es el coito de las mantis.
    En el beso
    ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
    y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
    que va licuándole los órganos
    y el tejido del más distante vericueto interno, mientras le hace gozo,
    y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
    la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
    se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
    ..............................................a la muerte.
    Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita.

    Las enciclopedias no conjeturan. Ésta tampoco supone qué última
    .........palabra
    queda fijada para siempre en la boca abierta y muerta
    ..................................................del macho.
    Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra
    .........de agradecimiento.



    LOS VERSOS QUE TARJO

    Las palabras no nos reflejan como los espejos, así exactamente,
    pero quisiera.
    Escribo con una pregunta obsesiva en las orejas:
    ¿Es ésta la palabra exacta o es el amague de otra
    que viene
    ………………..no más bella sino más especular?
    Por esta inseguridad
    tarjo,
    toda la noche tarjo, y en el espejo que aún porfío
    sólo queda una figura borrosa, mutilada, malograda.
    Es como si cumpliera la amenaza de la madre
    .................................sibilina
    Al niño que estaba descubriéndose, curioso,
    .................................en su imagen:
    “Tanto te miras en el espejo que
    algún día terminarás por no verte”.
    Los versos que irreprimiblemente tarjo
    ……………………….se llevarán siempre mi poema.



    SALA DE DISECCIÓN

    Un cadáver puede provocar una filosofía del ensimismamiento,
    sin embargo los estudiantes admirablemente
    estaban entusiasmados con su muerto,
    lo rodeaban
    y discutían con fervor la anatomía de ese cuerpo de piel coriácea.
    Yo aprendía otra lección:
    la vida y la muerte no se meditan en una mesa de disección.
    Los estudiantes me previnieron
    que iban a extraer el cerebro. Permanecí con ellos:
    a veces soporto lo siniestro sin perturbarme demasiado.
    No hay sofisticación instrumental para retirar un cerebro,
    una modesta sierra de carpintero
    cortó el cráneo a la altura de las sienes,
    luego sumergieron el órgano mítico en un frasco lleno de formol.
    Yo me dediqué a observarlo, solo, en otra mesa
    mientras los estudiantes seguían cotejando su denso libro con el
    .........muerto.
    Sorpresivamente
    una burbuja brillante brotó del interior del cerebro
    como un mensaje venido de la otra margen,
    y no había boca que lo pronunciara.
    ...................................No había boca.
    La burbuja, muda, se deshizo en ese aire levemente podrido.



    EL NIETO

    ..............Una rana
    emergió del pecho desnudo y recién muerto
    ..............de mi abuelo, Don Calixto Varas.
    Libre de ataduras de arterias y venas, huyó
    ..............roja y húmeda de sangre
    hasta desaparecer en un estanque de regadío.
    ..............La vieron,
    con los ojos, con la boca, con las orejas
    ..............y así quedó para siempre
    en la palabra convencida, y junto
    ..............a otra palabra, de igual poder,
    para conjurarla.
    ..............Así la noche transcurría eternamente en equilibrio
    porque en Laredo
    ..............el mundo se organizaba como es debido:
    en la honda boca de los mayores.

    ..............Ahora, cuando la verdad de la ciencia que me hurga es insoportable,
    ..............yo, descompuesto y rabioso, pido a los doctores
    que me crean que
    ..............la gente no muere de un órgano enfermo
    sino de un órgano que inicia una secreta metamorfosis
    ..............hasta ser animal maduro y dispuesto
    a abandonarnos.



    LA IMPUREZA

    Otra vez despiertas con el cuerpo poco, bien poco.
    Otra vez tu vida oscila en el monitor cardíaco
    ...................................pero más en tu miedo.
    Ya no es la hipocondría. Ya te saltó el verdadero animalito.
    Mas no patetices. Eres hijo de. No dramatices.
    ¡Mira que tu miedo es la única impureza en este cuarto ascéptico!

    ¿O nunca conseguiré ser hijo de?

    El japonés
    se acabó «picado por el cáncer más bravo que las águilas»,
    sin dinero para morfina, pero con qué elegancia, escuchando
    con qué elegancia
    las notas
    mesuradas primero y luego como mil precipitándose
    del kotó
    de La Hora Radial de la Colonia Japonesa.
    Y la serrana
    que si descubre que miran condolidamente su vejez
    protesta con el castellano castizo que se conserva de Otusco para
    ................dentro:
    "Más arrugas hay en tus compañones que en mi majoma, carajo",
    y asombrosamente sigue matando pollos, cuyes, cabritos,
    sin un gesto compasivo
    y diciendo, como si dictara la suprema lección moral:
    "Deja el tiesto sobre las brasas, hijo, para que coja más temple"

    Ellos no vendrán, pues, a tomar tus manos
    y acaso estás a punto de no ser hijo de nadie. Entonces
    el pensamiento imposible que te viene y te deja va haciéndose
    posible. Acójeto: ten miedo, ten miedo,
    y justamente con tu miedo quizá vuelvas a ser hijo de,
    como  antes, niño,
    cuando ellos todavía te abrazaban con alguna piedad.




    De Historia natural, 1994:


    EN EL DESIERTO DE OLMOS

    El viejo talador de espinos para carbón de palo
    cuelga en el dintel de su cabaña
    una obstinada lámpara de querosene,
    y sobre la arena
    se extiende un semicírculo de luz hospitalaria.

    Este es nuestro pequeño espacio de confianza.

    Más allá de la sutil frontera, en la oscuridad,
    nos atisba la repugnante fauna que el viejo crea,
    los imposibles injertos de los seres del aire y la tierra
    y que hoy son para su propio y vivo miedo:
    ................la imaginación trabaja sola, aun en contra.

    La iguana sí es verdadera, aunque mítica. El viejo la decapita
    y la desangra sobre un cacharro indigno,
    y el perro lame la cuajarada roja como si fuera su vicio.

    Rápida es olorosa
    la blanca carne de la iguana en la baqueta de asar.
    el viejo la destaza y comemos
    ................y el perro espera paciente los delicados huesos.

    Impensadamente
    arrojo los huesos fuera de la luz
    y tras ellos el animal entra en el país nocturno y enemigo.

    Desde la oscuridad aúlla estremecido
    y seguramente queriendo alcanzar
    ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,entre la inestable arena
    con ansia
    nuestro pequeño espacio de confianza.
    Oigo entonces el reproche del viejo: deja los huesos cerca,
    el perro
    también es paisano.



    LA CURA

    El cascarón liso del huevo
    sostenido en el cuenco de la mano materna
    resbalaba por el cuerpo del hijo, allá en el norte.
    Eso vi:
    ................una mujer más elemental que tú
    espantando a la muerte con ritos caseros, cantando
    ....................con un huevo en la mano, sacerdotisa
    más modesta no he visto.
    Yo la miraba desgranar sobre su regazo
    ............................los maíces de la comida
    mientras el perro callejero se disolvía en el relente del sol
    lamiendo
    el dolor arrojado a la tierra
    ............................junto con el huevo del milagro.
    Así era. La vida pasaba sin aspavientos
    ...................................entre gente parca, padre y madre
    que me preguntaban por mi alivio. El único valor
    era vivir .
    Las nubes pasaban por la claraboya
    y las gallinas alineaban en su vientre sus santas ovas
    y mi madre esperaba nuevamente el más fresco huevo
    con un convencimiento:
    ..................................la vida es física.
    Y con ese convencimiento frotaba el huevo contra mi cuerpo
    y así podía vencer.
    En ese mundo quieto y seguro fui curado para siempre.
    En mi se harán todos los milagros. Eso vi,
    ........................................qué no habré visto.



    LA DESHABITADA

    lnterminable
    pleito entre herederos mantenía la casona deshabitada y en
    ......escombros.
    Yo pasaba el ocioso día en un altillo vecino
    y de ventana siempre abierta a la casona.
    Cuando escribía, la contemplaba sin propósito
    o buscando palabras para el poema.
    .......................En su imperceptible destrucción,
    puertas y ventanas
    perdían lentamente la escuadra, y pilares y vigas
    dibujaban cruces que el salitre del mar cercano ennegrecía.
    Una hiedra entraba en las habitaciones
    ..................................como mirando
    y se tejía con abuso en la quincha desconchada.
    Las alimañas, confiando en la desolación, dejaron de
    pigmentarse y a mi ventana trepaban cucarachas blancas
    que yo mataba con terror.
    El suelo se ablandaba y el gran dibujo geométrico
    ...................................en las baldosas del patio
    se fruncía, quería ser espiral, esperaba
    el gran remolino que llevaría todo hacia el centro de la tierra.
    El gran remolino vendría, sin duda, y violento.
    Ante el lentísimo hundimiento de la casona,
    mi altillo más elevado y consistente.
    ..........Yo estaba a salvo, pero mis ojos
    que siempre sabem más
    descubrieron
    que yo miraba la casona con afinidad callada
    o con aquello que las imperturbables matemáticas llana
    ....................el común denominador.



    A TUS OREJAS

    Tus orejas eran mi único y suficiente auditorio
    cuando estaban a ambos lados de tu atentísima cabeza.
    Pero anoche no vi tu  cabeza, solo tus orejas
    como dos mariposas, dos caracoles, dos ramitas estrujadas.
    No debería usar símiles para hablar de tus orejas
    porque vinieron a mi sueño solamente orejas como tales
    ................................desnudas,
    ................................como propiamente.
    Mas el inconforme lenguaje prefiere nombrarlas
    con figuras, con efímeros
    prodigios.
    Pero estos pequeños prodigios nunca cautivaron tus blancas orejas
    sino los que reverencia la antropología, el fcolklore
    ..................................y  seguramente el miedo,
    historias de asombro, mitos del pendejo pueblo mío.
    Cuéntame, decías,
    y a tu pedido  la memoria popular era para el introito.
    Y si más prodigiosa la historia, de más lejos era yo.
    Amabas al recóndito
    .............aunque con el estimulante recelo de tus ojos
    y de tu cuerpo que lentamente se rendía
    para que -como quieren los Amarus- lo de abajo  esté arriba.



    ESTE OLOR, SU OTRO

    Mi hermana mayor pica perejil
    …….....……con habilidad que se diría congénita,
    y el olor viaja instantáneo a fundirse
    …………...…….con su otro.
    Su otro está en una lejana canasta de hierbas de sazón
    que bajaba del techo, una canasta
    ………….....ahora piedra fósil
    suspendida
    en el aire de nuestra cocina que se acabó
    El perejil anunciaba a mi padre, Don Harumi,
    esperando su sopa frugal.
    ………….........Gracias de este país:
    un japonés que no perdonaba
    ¡la ausencia en la mesa de ese secreto local de cocina!
    Creo que usted adentraba ese secreto en otro más grande
    para componer la belleza de su orden casero
    ……………………..........…que ligaba
    familia y usos y trucos de esta tierra.

    Los hijos de su antiguo alrededor
    ……....……hoy somos comensales solos
    y diezmados
    y comemos la cena del Día de los Difuntos
    …………........…………….esparciendo
    perejil en la sopa. Ya la yerba sólo es sazón, aroma
    ……………………........……………sin poder,
    nuestras casas, Don Harumi, están caídas



    CASA JOVEN CON DOS MUERTOS

    (A mi madre y a mi hermano)

    La escalera va del patio a la azotea y en el tercer peldaño
    el sol relumbra,
    el solecito de los condenados relumbra siempre
    ..........................y debidamente.

    El tercer peldaño es una estación
    donde el cuerpo es leve y blanco como una pastilla
    ..............................y el pensamiento intenso. Y todo es tibio
    menos los propios huesos.
    ..................Por eso
    Haya invierno en todo el hemisferio, pero haya siempre el milagro del sol en la escalera.
    Las almitas sentadas allí descansaban como al borde de un
    .......abismo
    y a veces nos miraban como si nosotros fuéramos el abismo.
    Mi casa es joven para tener un frondoso y primaveral limonero.
    Del limonero viene ahora el haiku del poeta Moritake:

    Cae un pétalo de la flor
    Y de nuevo sube la rama.
    Ah, es una mariposa.


    Una equivocación bella y hórrida
    ...............cuando sobrevuelan el patio dos mariposas pálidas.



    EL GRITO (EDVARD MUNCH)

    Bajo el puente de Chosica el río se embalsa
    y es de sangre,
    ..................pero la sangre no me es creída.
    Los poetas hablan en lengua figurada, dicen.
    Y yo porfío: No es el reflejo del cielo crepuscular, bermejo,
    ..........................en el agua que hace de espejo.

    Oyen el grito de la mujer
    que contempla el río desde la baranda
    ................pensando en las alegorías de Heráclito y Manrique
    y que de pronto vio la sangre al natural fluyendo?
    Ella es mujer verdadera. Por su flacura
    ...........................no la sospechen metafísica.
    Su flacura se debe a la fisiología de su grito:
    Recoge sus carnes en su boca
    ..............................y en el grito
    ......................................las consume.
    El viento del atardecer quiere arrancarle la cabeza,
    miren cómo la defiende, cómo la sujeta
    .....................................con sus manos
    ..........................................a sus hombros: Un gesto
    finalmente optimista en su desesperación.
    Viene gritando, gritando, desbordada gritando.
    Ella no está restringida a la lengua figurada:
    .....................hay matarifes
    y no cielos bermejos, grita.
    Yo escribo y mi estilo es mi represión. En el horror
    sólo me permito este poema silencioso.



    DE LA POESÍA

    El niño entró en la sombra de su árbol de extramuros
    donde dejaba diariamente sus quehaceres de intestino.
    Y si otro niño en árbol vecino se acuclillaba
    ........................y se aliviaba
    brotaba entre ambos
    la honrosa complicidad en la depuración
    ............................del buen animal.
    Esta vez, sin embargo,
    una visión suspende al niño, lo fija
    con estupor
    ..................bajo su árbol:
    En medio de una anterior limpieza
    ...........................crecía
    una incipiente y trémula plantita.
    .............Y lo estremeció la imaginación del viaje
    de la pequeña menestra
    a lo largo de su cuerpo, su recorrido indemne,
    incontaminado
    ...............y defendiendo
    en su íntimo y delicado centro
    ........................el embrión vivo.
    Y en la memoria del niño,
    ............con difícil contento,
    comenzó a elevarse para siempre
    la planta mínima, tu principio, tu verde banderita,
    ..................................poesía.


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    José Watanabe (1945-2007) Empty Re: José Watanabe (1945-2007)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 10 Dic 2022, 08:53

    .


    De Cosas del cuerpo, 1999:


    EL LENGUADO

    Soy
    lo gris contra lo gris. Mi vida
    depende de copiar incansablemente
    el color de la arena,
    ..................pero ese truco sutil
    que me permite comer y burlar enemigos
    me ha deformado. He perdido la simetría
    de los animales bellos, mis ojos
    y mis narices
    han virado hacia un mismo lado del rostro. Soy
    un pequeño monstruo invisible
    ..................tendido siempre sobre el lecho del mar.
    Las breves anchovetas que pasan a mi lado
    creen que las devora
    una agitación de arena
    y los grandes depredadores me rozan sin percibir
    mi miedo. El miedo circulará siempre en mi cuerpo
    como otra sangre. Mi cuerpo no es mucho. Soy
    una palada de órganos enterrados en la arena
    y los bordes imperceptibles de mi carne
    no están muy lejos.
    A veces sueño que me expando
    y ondulo como una llanura, sereno y sin miedo, y más grande
    que los más grandes. Yo soy entonces
    toda la arena, todo el vasto fondo marino.



    ANIMAL DE INVIERNO

    Otra vez es tiempo de ir a la montaña
    a buscar una cueva para hibernar.

    Voy sin mentirme: la montaña no es madre, sus cuevas
    son como huevos vacíos donde recojo mi carne
    y olvido.
    Nuevamente veré en las faldas del macizo
    vetas minerales como nervios petrificados, tal vez
    en tiempos remotos fueron recorridos
    por escalofríos de criatura viva.
    Hoy, después de millones de años, la montaña
    está fuera del tiempo, y no sabe
    cómo es nuestra vida
    ni cómo acaba.

    Allí está, hermosa e inocente entre la neblina, y yo entro
    en su perfecta indiferencia
    y me ovillo entregado a la idea de ser de otra sustancia.

    He venido por enésima vez a fingir mi resurrección.
    En este mundo pétreo
    nadie se alegrará con mi despertar. Estaré yo solo
    y me tocaré
    y si mi cuerpo sigue siendo la parte blanda de la montaña
    sabré
    que aún no soy la montaña.



    MI CASA

    Mi vecino
    estira su casa como un tejido que le ajusta.

    No debería burlarme,
    si yo mismo vivo inmensamente pegado a mi casa, tanto
    que a veces las paredes tienen manchas
    ....................de mi sangre o mi grasa.

    Sí, mi casa es biológica. En el aire
    hay un latido suave, un pulso que con los años se ha concertado
    con el mío.

    Mi casa es membranosa y viva, pero no es asunto
    uterino. Estoy hablando del lugar de mi cuerpo
    que he construido, como el pájaro aquel
    con baba
    y donde espacio y función intercambian
    ....................carne.
    Afuera soy, como todos, del trabajo y la economía, aquí
    de mi cuerpo desnudo
    y, a veces, de una mujer
    que se aviene a ser, como yo, otro órgano dentro de este
    pulposo
    tercer
    piso.



    EL BAÑO

    Mientras el agua cae
    sobre tu cuerpo
    .......................yo pienso
    que de todos los cuerpos del mundo
    tú posees el más preciso.
    Tienes algo de intercambiable
    conmigo, algunos órganos secretos,
    ............los más saludables y hermosos,
    o el sabor
    o la mirada.

    Ayer
    me acerqué por tus espaldas
    y deslicé mis manos
    bajo tus axilas
    hasta tocar tus senos. De pronto
    sentí
    el temblor de una restitución:
    si yo hubiera tenido tetas
    serían
    como las tuyas.



    EL MAESTRO DE KUNG FU

    Un cuerpo viejo pero trabajado para la pelea
    madruga y danza
    frente al mar de Barranco

    Se mueve como dibujando
    una rúbrica antigua, con esa gracia, y
    sin embargo, está hiriendo, buscando el punto
    de muerte
    de su enemigo, el aire no, un invisible
    de mil años.

    Su enemigo ataca con movimientos de animales
    agresivos
    y el maestro los replica
    en su carne: tigre, águila o serpiente van sucediéndose
    en la infinita coreografía
    de evitamientos y desplantes.

    Ninguno vence nunca, ni él ni él,
    y mañana volverán a enfrentarse.
    -Usted ha supuesto que yo creo a mi adversario
    cuando danzo- me dice el maestro.
    Y niega, muy chino, y sólo dice: él me hace danzar a mí.



    LA RANITA

    Duermes, mi complacida. Y veo
    con qué perfección, equidistancia y malicia
    se disponen en tu cuerpo tendido
    tus yemas de gusto
    ...................concupisciente.

    Ahora tus yemas están dormidas,
    pero cuando están despiertas provocan muchas ocurrencias.
    La que más provoca es tu ranita lúbrica
    ...................llamada clítoris.

    (Entre las hojas de los trópicos
    he visto ranitas coloradas, miniaturas
    de carne húmeda
    que se contraen o se adelgazan
    ...................y nadie las comprende
    porque son temperamentales
    ...................como las muchachitas humanas)
    Tu ranita no late contigo, tiene vida propia
    pero no puede deleitarse sola.
    La desmesura de su deseo
    haría estallas su minúsculo cuerpo. Necesita
    extender su gozo
    en un cuerpo grande como el tuyo,
    ...................y así sobrevive,
    ......................................convidándote placer.

    Antes de tu sueño
    viene siempre un ángel plumado y casto
    que peina tu piel y censura
    a nuestra ranita.
    ...................Es que nadie la comprende.


    Sólo yo.



    LA VUELTA

    El muchacho de la escuela veinticuatro
    cero
    cuatro
    escribe poemas. Vengan a celebrarlo
    bajo la ramada de la pasionaria cuyos frutos cuelgan
    como plenitudes de este verano.

    La silla de junco para el poeta. Siéntate sin perturbar al perro
    que hace veinte años duerme
    bajo el sol que otra vez es un regocijo.

    El corazón, en la vuelta, es un péndulo azorado
    que va de este patio áspero al suave pueblo de tu memoria.

    Bebes y escuchas:
    ojalá te den el premio Nobel, hermanito,
    cuando todavía puedas hacer el amor. A propósito,
    ¿la poesía te da privilegios
    de himeneo? El resto es literatura. ¿También son rubios
    los coños
    que sueñan eternamente nuestros dedos oscuros?

    De pronto el perro gime en su sueño. Sin despertar
    persigue con angustia su cola greñuda
    como si fuera un dorado vellocino.

    Tú, poeta quieres consolarlo, calmar sus giros,
    acariciar su lomo,
    pero detenemos tu mano y bajo nuestra antigua pasionaris
    te increpamos el olvido:
    ..................déjalo, aquí la vida es así.



    CANCIÓN

    La señorita Esther H.
    ..................en el camino solitario, excepto
    algún zorro, me pidió que no la mirara, que
    me volteara
    porque iba a rociar el mundo. Yo escuché entonces
    a mis espaldas
    ese sonido sibilante de sus aguas entre las piedras.

    Pichi de mujer
    no es pichi de hombre, supe. Pichi de mujer
    se expande y se hace atmósfera, marejada
    concupiscente
    que ese día envolvió también al caballo, al buey que labraba,
    a mi perro colero
    y a cuanto macho que respiraba a la redonda.

    La señorita Esther H. era mi maestra rural.
    Ella dilató por primera vez la nariz
    de mi corazón.

    Una arbitrariedad de niño
    sospechó su reconditez como fruta de rápido zumo.
    Unas veces naranja, otras ciruela de Chile.
    En la escuela rural sabíamos poco
    pero sospechábamos mucho.



    EL DEVOTO

    En este profundo depósito
    de catedral, hieráticos
    como una triste cuadrilla de obreros de yeso
    los santos esperan al restaurador.
    En un altar y otro
    fueron deteriorándose, atacados por las moscas,
    las polillas y los abusos
    de la fe.
    Aquí ya no son San Francisco, San Valentín, San Judas,
    cualquiera es cualquiera, bultos
    humanos, desfigurados y sin nombre, esperando
    al viejo restaurador
    ....................que murió hace tiempo.
    Estos anónimos
    que fueron rezados, celebrados, contemplados
    con infinita devoción
    son ahora mis santos. Aquí soy el único fiel y el prelado.
    Ante ellos me arrodillo
    Y rezo con más solidaridad que fe.



    LOS POETAS

    Abelardo me ha hecho un honor,
    me ha pedido que presente su libro. Ay amigo,
    exímeme de larga opinión. Bien sabes
    que cuando un poeta honrado lee a otro honrado
    sólo se le busca una palabra, una sola, la que hace sonar
    a las otras.
    Rosebud”, dijo Kane. Una palabra así
    como caída del cielo ¿Còmo hallarla entre las astucias
    de la poesía y del mucho ingenio
    que banaliza los poemas?
    Yo la estoy buscando sin prisa, entre todos
    los honrados, y con un resabio de sangre en la boca
    como si estuviera masticando
    mi propia lengua.




    De Habitó entre nosotros, 2002:


    RAZÓN DE LAS PARÁBOLAS

    La Palabra
    siendo como es, divina, se pronuncia
    con lengua de hombres,
    ..........lengua efímera, pero tocada
    por una gracia: la parábola,
    ...............aquella pequeña historia
    que guarda una serena ansia: ser de todos.

    Por hablo así, hilando
    La Palabra en vides, en semillas de mostaza,
    en trigo
    y aun en cizañas y pedregales, cosas de la gente,
    de sus manos,
    que luego suben como un destello
    ...................a sus límpidas mentes.

    Olvidé otra ansia de la parábola:
    .........................durar. Recordadas sean por siempre
    todas
    porque todas son una, La Palabra,
    .................que por ahora soy yo. 




    De La piedra alada, 2005:


    LA PIEDRA ALADA

    EL pelícano, herido, se alejó del mar
    ................y vino a morir
    sobre esta breve piedra del desierto.
    Buscó,
    durante algunos días, una dignidad
    para su postura final:
    acabó como el bello movimiento congelado
    ...........................de una danza.

    Su carne todavía agónica
    empezó a ser devorada por prolijas alimañas, y sus huesos
    blancos y leves
    resbalaron y se dispersaron en la arena.
    ..........................Extrañamente
    en el lomo de la piedra persistió una de sus alas,
    sus gelatinosos tendones se secaron
    y se adhirieron
    a la piedra
    .........como si fuera un cuerpo.

    Durante varios días
    .........el viento marino
    batió inútilmente el ala, batió sin entender
    que podemos imaginar un ave, la más bella,
    ....................pero no hacerla volar.



    JARDÍN JAPONÉS

    .............La piedra
    entre la blanca arena rastrillada
    no fue traída por la violenta naturaleza.
    ...........Fue escogida por el espíritu
    de un hombre callado
    .........y colocada,
    no en el centro del jardín,
    sino desplazada hacia el Este
    ................también por su espíritu.

    No más alta que tu rodilla,
    la piedra te pide silencio. Hay tanto ruido
    de palabras gesticulantes y arrogantes
    que pugnan por representar
    ....................sin majestad
    las equivocaciones del mundo.

    Tú mira la piedra y aprende: ella,
    ........con humildad y discreción,
    en la luz flotante de la tarde,
    representa
    .....una montaña,



    EL FÓSIL

    La vida en ti fue un pez de 20 centímetros.
    Tu remoto latido, hoy petrificado,
    vive ahora en mi cuerpo
    tan inverosímil como el tuyo.

    Tú ya no puedes mirarte ni mirarme, no sabes
    lo extraño que es ser pez u hombre.
    Somos, te digo, inverosímiles, caprichos
    de una mente delirante
    que cuaja infinitas e insensatas formas en el mar
    y la tierra.

    El ruido alegre de los niños en el museo
    que se empinan a mirar otros fósiles
    interrumpe mi habitual pesimismo,
    y me enternece:
    después de todo, pescadito,
    tal vez alguna razón existe.



    EL VADO

    Si vas por la playa donde se vadea el río
    verás,
    plantadas en el limo,
    ............largas varas de eucalipto. Están allí
    para los caminantes que van a la otra ribera.
    ...........................Una será tu cayado:
    con ella tantearás, sin riesgo, un camino
    entre las aguas turbias
    ,,,,,,,,,,,,,y las piedras de resbaloso musgo.
     
    Cuida de dejar hundida la vara
    ............con gratitud
    en la otra orilla: otro viene:
    acaso mi padre
    que en las tierras amarillas busca sandías silvestres,
    ............acaso yo
    que regreso, retrasado y viejo,
    ............mirando ansioso mi pueblo que tras el río
    ondula o se difumina en el vaho solar.
    ....................................Allí,
    según costumbre, sembraron mi ombligo
    entre la juntura de dos adobes
    para que yo tuviera patria.
     
    Deja el cayado clavado en el limo.



    LA HIGUERA

    Esta imagen insólita
    ......viene de la tarde que sueña
    el hortelano del valle
    lleva, sin alardes de tragedia, un féretro
    ............,,,de párvulo bajo el brazo.

    Todo es del sueño de la tarde:
    la codicia del gallinazo que grazna en el espino.
    la ardencia del sol
    que secaría al niño como una cabra perdida
    ...............en el tablazo

    Pero el niño tiene una fosa cavada en la huerta
    ....................y una madre que le llora, una fosa
    debajo de la higuera
    .........................que al aire da frutos mieldados
    y debajo del aire
    .......teje una red de raíces blancas y largas.

    Cuando la tarde despierte,
    el niño estará en esa red, nuevamente acunado.
    ...........................Imaginémoslo así
    y no esperando el vació, quieto por definición
    ........................................pero que ya asciende.



    SIMEÓN, EL ESTILITA

    Hagámosle caso a Simeón, oigamos
    sus consejos, sus prédicas, sus advertencias
    .................porque nos habla desde un sitio perfecto.
    La sabiduría
    consiste en encontrar el sitio desde el cual hablar.

    Simeón nos habla desde lo alto de una columna
    de piedra marmórea
    que ha tallado
    .................y plantado en medio del desierto.

    No está, pues, ni en el cielo ni en la tierra.

    Arriba, en el cielo,
    vuelan los ángeles de ojos blancos
    con sus pensamientos purísimos que
    ....................ninguna pasión humana agita
    ............................o enturbia.

    Cuando Simeón baja la mirada a tierra
    ..............................ve a los peregrinos
    rodeando la base de su elevada columna, esperando
    ansiosos
    su palabra.
    ................................Observa tristemente
    esos rostros demasiado afectados
    por la inevitable vulgaridad de la vida terrestre, y luego
    habla
    .................y su palabra
    es un fragor llameante que funde ángeles y rampantes.



    HE DICHO

    Qué rico es ir
    de los pensamientos puros a un película pornográfica
    y reír
    ................del santo que vuela y de la carne que suda.
     
    Qué rico es estar contigo, poesía
    de la luz
    ................en la pierna de una mujer cansada.


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    José Watanabe (1945-2007) Empty Re: José Watanabe (1945-2007)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 10 Dic 2022, 12:43

    .


    De Banderas detrás de la niebla, 2006:


    RESPONSO ANTE EL CADÁVER DE MI MADRE

    A este cadáver le falta alegría.
    Qué culpa tan inmensa
    cuando a un cadáver le falta alegría.
    Uno quiere traerle algo radiante o gustoso (yo recuerdo
    su felicidad de anciana comiendo un bife tierno),
    pero Dora aún no regresa del mercado.

    A este cadáver le falta alegría,
    ¿alguna alegría aún puede entrar en su alma
    que está tendida sobre sus órganos de polvo?
     
    Qué inútiles somos
    ante un cadáver que se va tan desolado.
    Ya no podemos enmendar nada. ¿Alguien guarda todavía
    esas diminutas manzanas de pobre
    que ella confitaba y en sus manos obsequiosas
    parecían venidas de un árbol espléndido?
     
    Ya se está yendo con su anillo de viuda.
     
    Ya se está yendo, y no le prometas nada:
    le provocarás una frase sarcástica
    y lapidaria que, como siempre, te dejará hecho un idiota.
     
    Ya se está yendo com su costumbre de ir bailando
    por el camino
    para mecer al hijo que llevaba a la espalda.
    Once hijos, Señora Coneja, y ninguno sabe qué diablos hacer
    para que su cadáver tenga alegria.



    VIEJA CON PERRA

    Una vieja flaca y traposa
    como un arbusto seco en este aire polvoriento
    espera que su perra de tetas fláccidas
    beba el agua turbia de la acequia de los maizales.

    Mientras espera, embozada en su manta,
    nos observa largamente: pasajeros aburridos
    de un ómnibus cuyo desmañado conductor
    mea como un caballo detrás de una tapia.

    La perra ahíta se le va
    pero regresará pronto con más perritos.
    En este caserío tan pequeño
    nadie se aleja nunca.

    El ómnibus reanuda su marcha
    y los pies de la vieja ahora parecen penetrar
    el subsuelo. Como la Baucis del mito,
    enraizada, ya no dará un paso más, y el sol
    que se enciende de súbito
    la convierte a lo lejos en una fogata oscura.



    ORGASMO

    ¿Me dejará la muerte
    gritar
    como ahyora?



    LA FOTOGRAFÍA

    Este señor insistente, conciente de su poder,
    me dice: relájese, mire a través de la ventana,
    coja el libro, finja que lo lee, perfecto.

    Más tarde, en su laboratorio, después de que la luz
    imprima el papel fotográfico
    empezaré a asomar tenuemente, lentamente
    en la bandeja del ácido revelador.
    Este señor me llamará con los sortilegios de su oficio
    y yo apareceré
    como él espera que aparezcan todos los poetas:
    maricas mirando en lontananza
    o angelotes ensimismados en las bellas letras.

    ¿Y si en la soledad del laboratorio, de pronto,
    sonara la voz de otro poder, más terrible,
    y me ordenara
    que no me detenga en mis facciones, que siga
    revelándome
    sin detenerme
    hasta mostrar las simas de mi carne, mis células,
    mi entramado más íntimo?

    ¿Sólo el pálpito inicial de donde vine
    quedará temblando sobre el papel negro?



    LA SANGRE

    Los médicos escuchan con el estetoscopio
    el paso rumoroso de nuestra sangre, lo escuchan
    como una revelación que nunca comparten, no dicen
    con alegría: tu sangre no ha huido.

    La sangre puede huir. Los órganos están fijos,
    palpitando en su profunda oquedad, pero la sangre
    puede salir de su límite, franquear la piel y saltar
    al mundo.

    Si la sangre huye sabrá remontar colinas
    así como se extiende abundante y silenciosa
    por el hígado, sabrá fluir por los arcos de los puentes
    así como avanza por las esclusas del corazón,
    sabrá pasar bajo  las raíces enmarañadas de los sauces
    así como pasa entre la arboladura de los pulmones.

    La sangre puede inundar todos los paisajes.

    La sangre de los asesinados va delante de nosotros
    y vibra
    como un horizonte infame.



    BANDERAS DETRÁS DE LA NIEBLA

    Hay una vejez triste e indefinida en el puerto,
    más herrumbre en el muelle
    y bares sospechosos en la ribera
    donde antes había casonas rodeadas de yerba tenaz.

    Una noche, cuando una niebla densa y turbia
    cubría el mundo, yo caminé a tientas
    por el entablado del muelle. Adolescente aún,
    acaso buscaba el terror gozoso de la evanescencia.

    Iba confirmando con las manos la baranda, sus uniones
    de metal, las cuerdas de las trampas de cangrejos
    atadas a las cornamusas oxidadas. Los cangrejos
    merodeaban de noche los restos del pescado eviscerado, tripas
    que rodaban en el fondo marino
    o se enroscaban como serpientes en las pilastras del muelle.

    Escuchaba la suave embestida de las olas
    en el costado de los pequeños botes
    que en las madrugadas salían a recoger redes
    cruzando entre los buques de guerra estacionados en la bahía.
    Un perro abandonado en el fondo de un bote, tan ciego
    como yo, gemía.

    Entonces vi banderas que alguien, a lo lejos, agitó
    detrás de la niebla.

    Quedé deslumbrado y mudo. Ninguna apostilla
    sobre la belleza hablará realmente de aquellas banderas.



    FLORES

    La madreselva se cerró al amanecer
    y yo, sin su perfume, seguí creyendo en la poesía.

    Es difícil persistir en la poesía, más aún
    cuando ella misma nos desorienta:
    en la desesperación
    yo escribí los poemas más sosegados.
    ¡Casi enloquezco pidiendo calma!

    Ahora, después de la noche en blanco
    y ningún verso, estoy en paz.
    La madreselva, ya lo dije, se cerró al amanecer.

    Otras flores habrá a lo largo del día.
    Los lirios que pone mi mujer en la sala,
    las rosas que dejan caer los cortejos fúnebres,
    las flores carnívoras que se cierran tan violentamente
    que apenas dejan ver a la abeja que matan.
    De estas flores aprenderé, una vez más,
    que la poesía que tanto amo sólo puede ser
    una fugaz y delicada acción del ojo.



    BASHO

    El estanque antiguo,
    ninguna rana.
    El poeta escribe con su bastón en la superficie.
    Hace cuatro siglos que tiembla el agua.



    LA BOA

    La boa es
    el deseo del abandonado: reptar
    comoun solo y larguísimo músculo
    para envolver completamente el cuerpo amado.

    Puedes abrazar y estrangular pavas de monte
    o cabras coquetas, pero qué lejos está todavía
    la que huyó y duerme como una reina
    sobre la copa de todos los árboles.



    FÁBULA INGENUA

    Aquí, allá, cuando el río desciende,
    quedan pequeñas charcas abandonadas al sol. Sus orillas
    de barro empiezan a resquebrajarse
    y pececitos azules se arraciman con angustia
    en el centro del agua que pronto será hirviente.

    He aquí la fábula tonta de los que perdieron el gran caudal.

    Ya nunca más blancas arenas del fondo del río
    ni ramas de sauce jugando en la corriente
    ni refugios debajo de las piedras donde el agua se riza
    y sisea
    ni sombras de los viejos puentes patriarcales
    ni luna en el remanso
    ni playas bajas que permitan alcanzar la tierra, las casas
    ribereñas con puertas para tocar
    y clamar con voz pequeñita: vengo del agua, dadme agua.



    LA ISLA

    Nadé hasta la pequeña isla deshabitada
    cuando el mar estaba muy calmo
    y el sol infundía en mi cuerpo una espléndida confianza.
    Cansado, dormí sobre una roca combada.

    La marea alta me sorprendió. Desperté
    cuando las corrientes giraban alrededor de la isla
    como una inmensa furia.
    Decidí esperar la marea baja del amanecer
    y me acomodé casi desnudo entre las rocas
    como un animal prudente.

    La noche vino con una ficción: la isla
    se hizo flotante
    y empezó a viajar en la bruma que viene del trópico.
    Durante toda la noche, rápidos cangrejos,
    en cuyas caparazones brillaba la luna,
    devoraron minuciosamente
    algo muerto y grande, se diría un caballo imposible.
    El oleaje traía peces repugnantes
    que adherían sus vientres a las piedras, y otro oleaje
    los devolvía a las aguas turbulentas.
    Las aves marinas se posaban según la hora de cada una,
    las que no tienen canto danzaban
    con torpeza, otras, de pico rojo, se restregaban entre ellas
    como si hubieran llegado de un festín carnívoro.
    Un lobo marino solitario comenzó un llamado bronco
    e intermitente
    y en algún lugar, en alguna sentina, una gaviota carroñera
    cantó.

    De pronto asomó el sol, optimista como un niño idiota.



    LOS AMANTES
    (GRABADO ERÓTICO DE HOKUSAI)

    Abundantes ropas envuelven a los amantes,
    sólo un hombro o un muslo están desnudos como pulpas
    de luz
    y los sexos en su quieta fiereza.

    Si el acoplamiento es inmóvil, las sedas de las ropas
    no dejan de ondular. Las telas,
    delicadamente estampadas
    con menudas flores de una primavera geométrica,
    se deslizan por toda la esterilla, avanzando
    y acumulándose en pliegues breves y rápidos.

    Si la luz de la carne es blanca,
    las sedas fluyen como un río de varia coloración, un río
    que se desprende del cuerpo de los amantes
    que, cerrados al mundo, ignoran
    cómo se agitan esas pequeñas flores rojas.




    Poemas inéditos:


    EL TRASNOCHADO

    Mientras mi mujer duerme
    con sus dulces entrañas cerradas,
    algunas noches
    mi pene despierta.
    Sólo estamos tú y yo, solos, le digo,
    ella dormirá hasta mañana.
    Mira alrededor. Una vena azul
    cruza toda su tristeza.
    Escucha la canción del deseo
    que nunca tiene sentido.
    Luego pregunta: ¿Otras?
    El mundo se ha acabado,
    ya no hay más mujeres, le digo.
    Ninguna mentira lo derrota,
    y porfia, ¿y los ángeles?
    El cielo también se ha acabado,
    y las sirenas
    y todas las quimeras.
    Entonce suspira, se emboza
    y se queda dormido.


    JOSÉ WATANABE, Poesía completa, Pre-textos, 2008


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