MAIAKOVSKY Y OTROS POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, 2

Un día, créeme,
el péndulo oscilará en la dirección correcta,
y no habrá más tiempo...

E. Letov

El temblor de la expectación araña como un ratón en el rincón del alma amarilla como el azufre, Con una página de un libro maltratado,
la soledad susurra débilmente.
Y el naranja del sol camina sobre los tejados, y tan inapropiadamente
No quiere darle una mirada triste del brillo de la reciprocidad.
De repente, el candelabro de cinco caras parpadea indiferentemente con fuego,
recordándonos el calor del hogar junto al cual fuimos felices,
pero en las paredes de la no reciprocidad pronto se extinguirá la llama
que nos calentó y que fue apenas apagada por nosotros.
Me acurruco en este abismo, mirando impotente las brasas,
con la bota en el suelo, pero quiero estar descalzo y al límite.
El cubito de hielo que una vez iluminó las curvas del amor,
Con lágrimas cristalizadas alrededor del ojo ciego.
¿Quizás la santidad de los rayos fue
tan groseramente distorsionada por el hecho de que inserté un espejo en la cruz de la ventana?
En estos vasos ahora solo hay un vals de vacío,
absurdo sin pareja, como la vida sin sueño.
¡Con la palma hacia arriba! Estoy listo para atacar la pared,
como el verde de las flores no muertas.
Fuera del baño, los peces en los mares gritan,
Y las esperanzas se han hecho realidad. Los vendieron a 6,50.
Qué lástima, parecía muy barato, pero el cielo es el mismo:
las nubes se desmoronan.
La inversión de los bordes también conduce a: Sero
con las piernas arriba y la cabeza debajo...
Para poner tu carne en la cama,
Quedarte dormido en un sueño engañoso, para pudrirte.
Ahí está tu suavidad y ternura,
Allí ya somos inevitables juntos,
Allí somos queridos y amados, como tú, Sí,
rasgos de sonrisa descuidados.
Y pecas puntos alegres,
Bebé, hija de madre.
La suave fragilidad de los hombros,
la primavera fluye el habla,
el rubor satisfecho de las mejillas
y un conmovedor "¿Qué?"
Dos sorpresas del arco,
Una curva obstinada del cuello,
El calor de los labios
entumecidos Y... Un sueño es un cadáver.
Este día está vacío,
como yo, y que
los vientos sean fuertes.
Sin equivocarme
, te responderé,
Ojo es el
río Melka.
Brillaron
inocentemente
en una
bandeja, la
gente dijo



la frase tres veces
,

dijo
la estación
.
Y los rieles
sin viaje
se fueron a la distancia,
¿pero dónde estaba?
Eres mi manía
Con comprensión.
Eres mi dolor,
Sin perdón...
Junto al mar del
viejo pasado marchito,
En la polvorín
Del presente sombrío,
Mirando tu pequeña silueta en la multitud
En el camino
amarillo y retorcido,
te diré: "¡Hola!"
Y el abrigo
de plumas de nieve caerá en mis manos,
el ardor agrio y picante de las moras
envolverá el ojo en el resplandor revivido,
pero habrá pasión, no miedo
para golpear en las sienes calientes.
Tambor y armadura perforando las puertas,
Temblando en silencio en el alma con cuidado...
En el alma, olvidada cayendo bajo la lluvia,
El narciso del amor propio se convertirá,
Otros sedientos de humedad, Tus caricias, esparcidas por la mañana,
bañándote en el arroyo,
Al murmullo de cuyo murmullo es tu risa.
Tú eres agua, pero no llevas dulzura y amargura vivificantes en los tubos del vientre de
hierro,
y con el elemento del manantial, brillando como un cuchillo,
cortas en pedazos la aburrida vida cotidiana de la tierra.
Estos mechones de pelo me llevaron al paraíso.
Y la oscuridad de los rostros es la flor vacía de los honestos,
preservada por la renuencia a volverse inapropiada para siempre.
Un nuevo día es una hábil máscara para el asfalto humano,
Sigue siendo hermoso y doloroso que no sea un as de la falsedad,
Mi grito es la transparencia de la paleta de las emociones,
Si estás loco, ¿qué más puedes hacer?
No queda preguntarse: "¿Cómo? ¿Para qué? ¿Por qué?
Las linternas de los puentes elevados iluminan la oscuridad efímera.
Un amanecer lejano florecerá con una enorme chispa ardiente,
Las mitades del único todo verdadero se juntarán.
No sé qué otros acontecimientos nos esperan,
pero creo que nos amaremos mutuamente, rompiendo las cadenas.
Que haya pequeños cientos y miles de baratijas y sonrisas a mi alrededor,
Las arrugas de mi frente cuando eres caprichoso son más queridas para mí.