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5 participantes
COPLAS DEL PAYADOR PERSEGUIDO. ATAHUALPA YUPANQUI
Andrea Diaz- Cantidad de envíos : 2175
Fecha de inscripción : 10/01/2010
Edad : 51
Localización : donde me encuentren...(Argentina)
- Mensaje n°1
ATAHUALPA YUPANQUI...
EL PONCHO
Cuando el hombre que anda por los cerros sienta e el cansancio de la marcha, se tiende sobre el apero y se cubre con su poncho que es como cubrirse con los misterios y sentires de la tierra…
Y el poncho lo envuelve como una atmósfera aisladora de la prenda hacia fuera, el mundo infinito y complejos
Y poncho adentro, el universo, animando los sentimientos, del hombre a la noche abierta.
Los ocasos andinos tejen una trampa pictórica. La mujer tejedora va uniendo los hilos y concibiendo los colores, fijando en su labor los ocasos y las auroras de su comarca.
En el poncho no están solamente el hilo y la hilandera, está la tierra callada y grávida, el canto de las calandrias y la soledad del cardón, están los sueños y las rebeldías del hijo de la tierra, está el adiós del que nunca volvió, está la vidala otoñal, quejándose con el aire de leyenda y está el amor hecho ternura y hermandad, en un sereno esperar, y el hombre se lleva luego ese poncho, y lo cuida, y lo ama, y lo descuida, y lo mancha tambien; porque pierde a veces la conciencia de lo que vale esa prenda; pues, más que una prenda, es un símbolo: es la herencia de todas las fuerzas intraducibles que condicionan un alma y una existencia con sentido americano.
Dormir con el solo abrigo del poncho significa preparar el alma para el sueño alto, a costa de una holgura física de un confort a veces necesario. Es el precio del sueño. Es la hondura de un primitivismo que alimenta lo étnico del individuo; es la manera de rezar, de hacer que aflore a la conciencia tanto sueño callado, tanta meditación olvidada, tanta idea degollada en el laberinto de la vida moderna.
El hombre que se tiende sobre la tierra con la sola compañía de su poncho, se tiende sobre muchos recuerdos de la infancia, sobre los últimos consejos de la madre, sobre el adiós del tata que se marchó por caminos definitivos, se tiende sobre la promesa de la primera novia en la montaña y sobre los dolores de la raza y las esperanzas del pueblo.
Atahualpa Yupanqui (Héctor Roberto Chavero), compositor, poeta y cantante, nacido en Buenos Aires en 1908 y fallece en Francia en 1992), fue creador del canto testimonial de origen folklórico, sus letras expresan el deterioro de la vida campesina atosigada por el progreso y la mecanización.
El relato que acabo de dejar “El poncho”, pertenece al libro “Aire Indios”, de la editorial “Siglo Veinte” edición 1985. El libro de apenas 110 páginas, contiene una entrañable colección de estampas, reflexiones, paisajes, lugares y situaciones, eligiendo ya la rima o la prosa con una sentida hondura hacia ese entorno que llega al alma…
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
Dormir con el solo abrigo del poncho significa preparar el alma para el sueño alto, a costa de una holgura física de un confort a veces necesario. Es el precio del sueño. Es la hondura de un primitivismo que alimenta lo étnico del individuo; es la manera de rezar, de hacer que aflore a la conciencia tanto sueño callado, tanta meditación olvidada, tanta idea degollada en el laberinto de la vida moderna.
Qué lindo, querida Andrea!
Me encanta Atahualpa
cantor y compositor,
y ahora lo conozco
como escritor...
Amiga, tengo varios
ponchos: peruano, boliviano,
ecuatoriano, brasileño...
Gracias y besos
Maria Lua
Qué lindo, querida Andrea!
Me encanta Atahualpa
cantor y compositor,
y ahora lo conozco
como escritor...
Amiga, tengo varios
ponchos: peruano, boliviano,
ecuatoriano, brasileño...
Gracias y besos
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Andrea Diaz- Cantidad de envíos : 2175
Fecha de inscripción : 10/01/2010
Edad : 51
Localización : donde me encuentren...(Argentina)
UYYY QUE BUENO AMIGA, TE ENVIARE EL MAS FAMOSO DE ARGENTINA, EL PONCHO COSCOINO, ¿QUE TE PARECE?...
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
Que me parece?????
Maravilloso!
Me quedaría muuuuuyyyyyyy
felizzzzzzzz...
Un beso querida Andrea!
Maria Lua
Maravilloso!
Me quedaría muuuuuyyyyyyy
felizzzzzzzz...
Un beso querida Andrea!
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Coplas del payador perseguido
Con su permiso viá dentrar
aunque no soy convidao
pero en mi pago un asao
no es de naides y es todos
yo via a cantar a mi modo
después que haya churrasqueao.
No tengo Dios pa pedir
cuartiada en esta ocasión,
ni puedo pedir perdón
si entuavía no hei faltao;
veré cuando haiga acabao;
pero ésa es otra cuestión.
Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre he sido así;
galopiador contra el viento.
Eso lo llevo en la sangre
dende mi tatarabuelo.
Gente de pata en el suelo
fueron mis antepasaos;
criollos de cuatro provincias
y con indios misturaos.
Mi agüelo fue carretero,
mi tata fue domador;
nunca se buscó dotor
pues se curaban con yuyos,
o escuchando los murmuyos
de un estilo de mi flor.
Como buen rancho paisano
nunca falto una encordada,
de ésas que parecen nada
pero que son sonadoras.
Según el canto y la hora
quedaba el alma sobada.
Mi tata era sabedor
por lo mucho que ha rodao.
Y después que había cantao
destemplaba cuarta y prima,
y le echaba un poncho encima
"pa que no hable demasiado..."
La sangre tiene razones
que hacen engordar las venas.
Pena sobre pena y pena
hacen que uno pegue el grito.
La arena es un puñadito
pero hay montañas de arena
No sé si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste;
nunca fui zorzal, ni existe
plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
que no conoce alpiste.
Vuelo porque no me arrastro,
que el arrastrarse es la ruina;
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordillera
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.
No me arrimo así nomás
a los jardines floridos.
Sin querer vivo alvertido
pa' no pisar el palito.
Hay pájaros que solitos
se entrampan por presumidos.
Aunque mucho he traqueteao
no me engrilla la prudencia.
Es una falsa experiencia
vivir temblándole a todo.
Cada cual tiene su modo;
la rebelión es mi cencia.
Pobre naci y pobre vivo
por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
cinchando tuitos parejos
pa' hacer nuevo lo que es viejo
y verlo al mundo cambiao.
Yo soy de los del montón,
no soy flor de invernadero.
Soy como el trébol campero,
crezco sin hacer barullo.
Me aprieto contra los yuyos
y así lo aguanto al pampero.
Acostumbrao a las sierras
yo nunca me sé marear,
y si me siento alabar
me voy yendo despacito.
Pero aquel que es compadrito
paga pa' hacerse nombrar.
Si me dicen señor,
agradezco el homenaje;
mas, soy gaucho entre el gauchaje
y soy nadie entre los sabios.
Y son pa' mi los agravios
que le hagan al paisanaje.
La vanidá es yuyo malo
que envenena toda huerta.
Es preciso estar alerta
manejando el azadón,
pero no falta el varón
que la riega hasta en su puerta.
El trabajo es cosa buena,
es lo mejor da la vida;
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno.
Unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.
Trabajé en una cantera
de piedritas de afilar.
Cuarenta sabían pagar
por cada piedra pulida,
y era a seis pesos vendida
en eso del negociar.
Apenas el sol salía
ya estaba a los martillazos,
y entre dos a los abrazos
con los tamaños piegrones,
y por esos moldejones
las manos hechas pedazos.
Otra vez fui panadero
y hachero en un quebrachal;
he cargao bloques de sal
y también he pelao cañas,
y un puñado de otras hazañas
pa' mi bien o pa' mi mal.
Buscando de desasnarme
fui pinche de escribanía;
la letra chiquita hacía
pa' no malgastar sellao,
y era también apretao
el sueldo que recibía.
Cansao de tantas miserias
me largué pal Tucumán.
Lapacho, aliso, arrayán,
y hacha con los algarrobos.
¡Por dos cincuenta! Era robo
pa' que uno tenga ese afán.
Sin estar fijo en un lao
a toda labor le hacía,
y ansí sucedio que un día
que andaba de benteveo
me topé con un arreo
que dende Salta venía.
Me picó ganas de andar
y apalabré al capataz,
y ansí, de golpe nomás
el hombre me preguntó:
¿Tiene mula? Cómo no
le dije . Y hambre, demás.
A la semana de aquello
repechaba cordilleras,
faldas, cuestas y laderas
siempre pal lao del poniente,
bebiendo agua de vertiente
y aguantando las soleras.
Tal vez, alguien haya rodao
tanto como rodé yo
pero le juro, créamelo
que vi tanta pobreza
que yo pensé con tristeza
Dios por aquí no paso
Se nos despeñó una vaca
causa de la cerrazón,
y nos pilló la oración
cueriando y haciendo asao;
dende ese día, cuñao
se me gastó mi facón.
Me sacudí las escarchas
cuando bajé de los Andes,
y anduve en estancias grandes
cuidando unos parejeros;
trompeta, tapa y sombrero,
pero pa' los peones, de ande.
La peonada, al descampao,
el patrón, en Güenos Aires.
Nosotros, el cu...ello al aire
con las carona mojadas,
y la hacienda de invernada
más relumbrosa que un fraile.
El estanciero tenía
también sus cañaverales,
y en los tiempos otoñales
juntábamos los andrajos,
y nos íbamos p'abajo
dejando los pedregales.
Allí nos amontonaban
en lote con otros criollos,
cada cual buscaba un hoyo
ande quinchar su guarida,
y pasábamos la vida
rigoriaos y sin apoyo.
Faltar, no faltaba nada:
vino, café y alpargatas.
Si habré revoliao las patas
en gatos y chacareras.
Recién la cosa era fiera
al dir a cobrar las latas.
¡Qué vida más despareja!
Todo es ruindad y patraña;
Pelar caña es hazaña
del que nació pal rigor.
Allá había un solo dulzor
y estaba adentro e' la caña.
Era un consuelo pal pobre
andar jediendo a vinacho.
Hombres grandes y muchachos
como malditos en vida,
esclavos de la bebida
se lo pasaban borrachos.
¡Tristes domingos del surco
los que yo he visto y vivido!
Desparramaos y dormidos
en la arena amanecían,
a lo mejor soñarían
con la muerte o el olvido...
Riojanos y santiagüeños,
salteños y tucumanos,
con el machete en la mano
volteaban cañas maduras,
pasando sus amarguras
y aguantando como hermanos.
¡Rancho techao con maloja,
vivienda del peleador!
En medio de ese rigor
no faltaba una vihuela,
con que el pobre se consuela
cantando coplas de amor.
Yo también, que desde chango
unido al canto crecí,
más de un barato pedí
y pa' los peones cantaba.
¡Lo que a ellos les pasaba
también me pasaba a mí!
Cuando yo aprendí a cantar
armaba con pocos rollos.
Y en la orilla de un arroyo
bajo las ramas de un sauce,
crecí mirando en el cauce
mis sueños de pobre criollo.
Cuando sentí una alegría;
cuando el dolor me golpeó;
cuando una duda mordió
mi corazón de paisano,
desde el fondo de los llanos
vino un canto y me curó...
En esos tiempos pasaban
cosas que ya no pasan.
Cada cual tenía un cantar
o copla de anochecida.
Formas de curar la herida
que sangra en el trajinar.
Algunos cantaban bien.
Otros, pobres, más o menos...
Mas no eran cantos ajenos,
aunque marca no tenían.
Y todos se entretenían
guitarreando hasta el desvelo.
Por áhi se allegaba un máistro,
de esos puebleros letraos;
juntaba tropa y versiaos
que iban después a un libraco,
y el hombre forraba el saco
con lo que otros han pensao.
Los peones formaban versos
con sus antiguos dolores.
Después vienen los señores
con un cuaderno en la mano,
copian el canto paisano
y presumen de escritores.
El criollo cuida su flete,
su guitarra y su mujer;
siente que enfrenta un deber
cada vez que da la mano;
y aunque pa' todo es baquiano
sólo el canto ha de perder.
¡Coplas que lo acompañaron
en las quebradas desiertas,
aromas de flores muertas
y de patriadas vividas,
fueron la luz encendida
para sus noches despiertas!...
Se aflige si se le pierde
un bozal, un maneador,
pero no siente furor
si al escucharle una trova,
viene un pueblero y le roba
su mejor canto de amor.
De seguro, si uno piensa,
le halla el nudo a la madeja,
porque la copla más vieja,
como la ráiz de la vida,
tiene el alma por guarida,
que es ande anidan las quejas.
Por eso el hombre al cantar
con emoción verdadera,
echa su pena p' ajuera
pa que la lleven los vientos,
y ansí, siquiera un momento
se alivia su embichadera.
No es que no ame a su trova
ni que desprecie su canto.
Es como cuando un quebranto
en la noche de los llanos
hace aflojar al paisano
y el viento le lleva el llanto.
En asuntos del cantar,
la vida nos va enseñando
que sólo se va volando
la copla que es livianita.
Siempre caza palomitas
cualquiera que anda cazando...
Pero si el canto es protesta
contra la ley del patrón,
se arrastra de peón a peón
en un profundo murmullo,
y marcha al ras de los yuyos
como chasque en un malón.
Se pueden perder mil trovas
ande se canten quereres,
versos de dichas, placeres,
carreras y diversiones;
suspiros de corazones
y líricos padeceres.
Pero si la copla cuenta
del paisanaje la historia,
ande el peón vueltea la noria
de las miserias sufridas,
ésa, se queda prendida
como abrojo en la memoria
Lo que nos hizo dichosos
tal vez se pueda olvidar;
los años en su pasar
mudarán los pensamientos.
Pero angustias y tormentos
son marcas que han de durar...
Estas cosas que yo pienso
no salen por ocurrencia.
Para formar mi esperencia
yo masco antes de tragar.
Ha sido largo el rodar
de ande saqué la alvertencia.
Si uno pulsa la guitarra
pa cantar coplas de amor,
de potros, de domador,
del cielo y las estrellas,
dicen : ¡Qué cosa más bella!
¡Si canta que es un primor!
Pero si uno, como Fierro,
por áhi se larga opinando,
el pobre se va acercando
con las orejas alertas,
y el rico vicha la puerta
y se aleja reculando.
Debe trazar bien su melga
quien se tenga por cantor,
porque sólo el impostor
se acomoda en toda huella.
Que elija una sola estrella
quien quiera ser sembrador...
En el trance de elegir
que mire el hombre p' adentro,
ande se hacen los encuentros
de pensares y sentires.
Después... que tire ande tire,
con la concencia por centro.
Hay diferentes montones,
unos grandes, y otros chicos.
Si va pal montón del rico
el pobre que piensa poco,
detrás de los equivocos
se vienen los perjudicos.
Yo vengo de muy abajo,
y muy arriba no estoy.
Al pobre mi canto doy
y así lo paso contento,
porque estoy en mi elemento
y áhi valgo por lo que soy.
Si alguna vuelta he cantao
ante panzudos patrones,
he picaneao las razones
profundas del pobrerío.
Yo no traiciono a los míos
por palmas ni patacones.
Aunque canto en todo rumbo
tengo un rumbo preferido.
Siempre canté estremecido
las penas del paisanaje,
la explotación y el ultraje
de mis hermanos queridos.
Pa que cambiaran las cosas
busqué rumbo y me perdí;
al tiempo, cuenta me di
y agarré por buen camino.
¡Antes que nada, argentino;
y a mi bandera seguí...!
Yo soy del norte y del sur,
del llano y del litoral;
y naide lo tome a mal
si hay mil gramos en el kilo.
Ande quiera estoy tranquilo
pero ensillao, soy bagual.
El cantor debe ser libre
pa desarrollar su cencia.
Sin buscar la convenencia
ni alistarse con padrinos.
De esos oscuros caminos
yo ya tengo la experiencia.
Yo canto, por ser antiguos
cantos que ya son eternos;
y hasta parecen modernos
por lo que en ellos vichamos.
Con el canto nos tapamos
para entibiar los inviernos...
Y no canto a los tiranos
ni por orden del patrón.
El pillo y el trapalón
que se arreglen por su lado
con payadores comprados
y cantores de salón.
Por la fuerza de mi canto
conozco celda y penal.
Con fiereza sin igual
más de una vez fui golpiao,
y al calabozo tirao
como tarro al basural.
Se puede matar a un hombre.
Pueden su rostro manchar,
su guitarra chamuscar.
¡Pero el ideal de la vida,
esa es leñita prendida
que naide ha de apagar!
Los malos se van alzando
todo lo que hallan por áhi;
como granitos de máiz
siembran los peores ejemplos,
y se viene bajo el templo
de la decencia del páis.
Detrás del ruido del oro
van los maulas como hacienda;
no hay flojo que no se venda
por una sucia moneda;
mas, siempre en mi tierra queda
gauchaje que la defienda.
Cantor que cante a los pobres
ni muerto se ha de callar.
Pues ande vaya a parar
el canto de ese cristiano,
no ha de faltar el paisano
que lo haga resucitar.
El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia.
El cree que es extravagancia
que su peón viva mejor.
Mas, no sabe ese señor
que por su peón tiene estancia.
Aquel que tenga sus reales
hace muy bien en cuidarlos;
pero si quiere aumentarlos
que a la ley no se haga el sordo.
Que en todo puchero gordo
los choclos se vuelven marlos.
Una vuelta, sin trabajo,
andaba por Tucumán,
y en una fonda, ande van
cantores de madrugada,
me acerqué pa la payada
que siempre ha sido mi afán.
Aunque extrañando la monta
me le apilé a un instrumento.
Y al cabo de algún momento
le di puerta a una baguala,
con una coplita rala
de esas que llevan los vientos.
Tal vez fuera la guitarra.
¡Tan lindo como sonaba !
Mi corazón remontaba
tristezas de los caminos,
y lo maldije al destino
que tantas penas me daba.
Un hombre se me acercó
y me dijo: ¿Qué hace acá?
Viaje pa la gran ciudad
que allá lo van a entender ;
áhi tendrá fama, placer
y plata pa regalar.
¡Para qué lo habré escuchao!
¡Si era la voz del mandinga !
Buenos Aires, ciudá gringa,
me tuvo muy apretao.
Tuitos se me hacían a un lao
como cu ... erpo a la jeringa.
Y eso que no vine pobre
pues traiba alpargatas nuevas.
Las viejas ... pa cuando llueva
en la alforja las metí;
un pantalón color gris
y un saco tirando a leva.
Saltando de radio en radio
anduve, figuresé.
Cuatro meses me pasé
en partidas malogradas;
naide aseguraba nada,
y sin plata me quedé.
Vendí mis lindas alforjas.
Mi guitarra, ¡la vendi !
En mi pobreza, ay de mí,
me hubiera gustao guardarla.
¡Tanto me ha costao comprarla
Pero, en fin ... todo perdí !
¡Vihuela, dónde andarás,
qué manos te están tocando.
Noches enteras pensando
siquiera como consuelo,
que sea un canto de este suelo
lo que te están arrancando...!
Cuando el máiz está en barbecho
luce un color brillantón;
las hebras, como un nailón
presumen con sus lindezas.
Pero agachan la cabeza
si las agarra el carbón.
Igual me pasaba a mí
en aquellos tiempos idos;
joven, fuerte, presumido,
y cuando se acabó el queso,
volví en un triste regreso
poblada l' alma de olvidos.
Cosas de la juventud...
¡Malhaya, dónde andarás...!
Aura que estoy bataraz
de tanto cambiar el pelo,
recuerdo aquellos develos
pero no miro p'atras.
Me volví pal Tucumán
nuevamente a padecer.
Y en eso de andar y ver
se pasarón muchos años
entre penas, desengaños,
esperanzas y placer.
Mas, no jué tiempo perdido,
asegún lo ví después.
Porque supe bien como es
la vida de los paisanos.
De todos me sentí hermano,
del derecho y del revés.
Siempre recuerdo los tiempos
en que guapiando pasé,
los cerros que atravesé
buscando lo que no hallaba,
y hasta a veces me quedaba
por esos campos de a pie.
La vida me fue enseñando
lo que vale una guitarra ;
por ella anduve en las farras
tal vez hecho un estropicio,
y casi me agarra el vicio
con sus invisibles garras.
Menos mal que llevo adentro
lo que la tierra me dio.
Patria, raza o que sé yo,
pero que me iba salvando,
y así, seguí caminando
por los caminos de Dios.
La cosa estaba en pensar
que al pulsar un instrumento,
hay que dar con sentimiento
toda la fuerza campera.
Pero nadie larga afuera
si no tiene adentro...
La guitarra es palo hueco,
y pa tocar algo bueno,
el hombre debe estar lleno
de claridades internas.
¡Pa sembrar coplas eternas
la vida es un buen terreno... !
Si el rezar brinda consuelos
al que consuelo precisa,
igual que cristiano en misa
o matrero en medio 'el monte,
yo rezo en los horizontes
cuando la tarde agoniza.
Queda callada la pampa
cuando se ausenta la luz.
El chajá y el avestruz
van buscando la espesura,
y se agranda en la llanura
la soledad del ombú.
Entonces, igual que un poncho
a uno lo envuelve la tierra.
Desde el llano hasta la sierra
se va una sombra extendiendo,
y el alma va comprendiendo
las cosas que el mundo encierra.
Ahí está el justo momento
de pensar en el destino.
Si el hombre es un peregrino,
si busca amor o querencia,
o si cumple la sentencia
de morir en los caminos.
En el Norte vide cosas
que ya nunca he de olvidar.
Yo vide gauchos peliar
con facones caroneros
o con machetes cañeros
que al verlos hacía temblar.
Rara vez mata el paisano
porque ese instinto no tiene;
al duelo criollo se aviene
por no recular ni un tranco.
Hace saber que no es manco
y en el peliar se entretiene.
No hay serrano sanguinario
ni coya conversador;
el más capaz domador
jamás cuenta sus hazañas,
y no les tienta la caña
porque el "tintillo" es mejor.
Cada pago se aficiona
a una forma de peliar,
y aquel que quiera guapear
antes tendrá que alvertir
que para poder salir
hay que aprender a adentrar.
Se agarran a puñetazos
igual que en cualquier parte;
pero es una cencia aparte
usar los modos del pago.
Ahí se pone fiero el trago,
como dijo don Narvarte.
Cordobés, pa la pegrada.
Riojano, pal rebencazo.
Chileno, pal caballazo.
Salteño, con daga en mano.
Y es un rey el tucumano
pa peliar a cabezazos.
Siempre el criollo ha de peliar
de noche y medio machao.
Es una pena, cuñao,
que a veces por una tuna
se nublen noches de luna
y cielitos estrellaos.
Una canción sale fácil
cuando uno quiere cantar.
Cuestión de ver y pensar
sobre las cosas del mundo.
Si el río es ancho y profundo
cruza quien sabe nadar.
Que otros canten alegrías
si es que alegres han vivido.
Que yo también he sabido
dormirme en esos engaños.
Pero han sido más los años
de porrazos recibidos.
Nadie podrá señalarme
que canto por amargao.
Si he pasao lo que he pasao
quiero servir de alvertencia.
El rodar no será cencia
pero tampoco es pecao.
Yo he caminao por el mundo
he cruzao tierras y mares,
sin fronteras que me paren
y en cualesquiera guarida,
yo he cantao, tierra querida,
tus dichas y tus pesares.
A veces, caiban al canto
como vacaje a la aguada
para escuchar mis versadas
hombres de todos los vientos,
trenzando sus sentimientos
al compás de mi encordada.
Pobre de aquel que no sabe
del canto las hermosuras.
La vida, la más oscura,
la que tiene más quebrantos,
hallará siempre en el canto
consuelo pa su tristura.
Dicen que no tienen canto
los ríos que son profundos.
Mas yo aprendí en este mundo
que el que tiene más hondura,
canta mejor por ser hondo,
y hace miel de su amargura.
Con los tumbos del camino
se entran a torcer las cargas.
Pero es ley que en huella larga
deberán acomodarse.
Y aquel que llega a olvidarse
las ha de pasar amargas.
Amigos voy a dejarlos
está mi parte cumplida
en la forma preferida
de una milonga pampeana
canté de manera llana
ciertas cosas de mi vida.
Aura me voy no sé adónde,
pa mí todo rumbo es güeno.
Los campos, con ser ajenos
los cruzo de un galopito.
Guarida no necesito,
yo sé dormir al sereno...
Siempre hay alguna tapera
en la falda de una sierra.
Y mientras siga esta guerra
de injusticias para mí,
yo he de pensar desde allí
canciones para mi tierra.
Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad.
¡ Y aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones,
han de vivir mis canciones
en l'alma de los demás!
¡ No me nuembren, que es pecao,
y no comenten mis trinos
Yo me voy con mi destino
pal lao donde el sol se pierde.
¡ Tal vez alguno se acuerde
que aquí cantó un argentino!
Atahualpa Yupanqui
Con su permiso viá dentrar
aunque no soy convidao
pero en mi pago un asao
no es de naides y es todos
yo via a cantar a mi modo
después que haya churrasqueao.
No tengo Dios pa pedir
cuartiada en esta ocasión,
ni puedo pedir perdón
si entuavía no hei faltao;
veré cuando haiga acabao;
pero ésa es otra cuestión.
Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí,
pero siempre he sido así;
galopiador contra el viento.
Eso lo llevo en la sangre
dende mi tatarabuelo.
Gente de pata en el suelo
fueron mis antepasaos;
criollos de cuatro provincias
y con indios misturaos.
Mi agüelo fue carretero,
mi tata fue domador;
nunca se buscó dotor
pues se curaban con yuyos,
o escuchando los murmuyos
de un estilo de mi flor.
Como buen rancho paisano
nunca falto una encordada,
de ésas que parecen nada
pero que son sonadoras.
Según el canto y la hora
quedaba el alma sobada.
Mi tata era sabedor
por lo mucho que ha rodao.
Y después que había cantao
destemplaba cuarta y prima,
y le echaba un poncho encima
"pa que no hable demasiado..."
La sangre tiene razones
que hacen engordar las venas.
Pena sobre pena y pena
hacen que uno pegue el grito.
La arena es un puñadito
pero hay montañas de arena
No sé si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste;
nunca fui zorzal, ni existe
plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
que no conoce alpiste.
Vuelo porque no me arrastro,
que el arrastrarse es la ruina;
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordillera
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.
No me arrimo así nomás
a los jardines floridos.
Sin querer vivo alvertido
pa' no pisar el palito.
Hay pájaros que solitos
se entrampan por presumidos.
Aunque mucho he traqueteao
no me engrilla la prudencia.
Es una falsa experiencia
vivir temblándole a todo.
Cada cual tiene su modo;
la rebelión es mi cencia.
Pobre naci y pobre vivo
por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
cinchando tuitos parejos
pa' hacer nuevo lo que es viejo
y verlo al mundo cambiao.
Yo soy de los del montón,
no soy flor de invernadero.
Soy como el trébol campero,
crezco sin hacer barullo.
Me aprieto contra los yuyos
y así lo aguanto al pampero.
Acostumbrao a las sierras
yo nunca me sé marear,
y si me siento alabar
me voy yendo despacito.
Pero aquel que es compadrito
paga pa' hacerse nombrar.
Si me dicen señor,
agradezco el homenaje;
mas, soy gaucho entre el gauchaje
y soy nadie entre los sabios.
Y son pa' mi los agravios
que le hagan al paisanaje.
La vanidá es yuyo malo
que envenena toda huerta.
Es preciso estar alerta
manejando el azadón,
pero no falta el varón
que la riega hasta en su puerta.
El trabajo es cosa buena,
es lo mejor da la vida;
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno.
Unos trabajan de trueno
y es para otros la llovida.
Trabajé en una cantera
de piedritas de afilar.
Cuarenta sabían pagar
por cada piedra pulida,
y era a seis pesos vendida
en eso del negociar.
Apenas el sol salía
ya estaba a los martillazos,
y entre dos a los abrazos
con los tamaños piegrones,
y por esos moldejones
las manos hechas pedazos.
Otra vez fui panadero
y hachero en un quebrachal;
he cargao bloques de sal
y también he pelao cañas,
y un puñado de otras hazañas
pa' mi bien o pa' mi mal.
Buscando de desasnarme
fui pinche de escribanía;
la letra chiquita hacía
pa' no malgastar sellao,
y era también apretao
el sueldo que recibía.
Cansao de tantas miserias
me largué pal Tucumán.
Lapacho, aliso, arrayán,
y hacha con los algarrobos.
¡Por dos cincuenta! Era robo
pa' que uno tenga ese afán.
Sin estar fijo en un lao
a toda labor le hacía,
y ansí sucedio que un día
que andaba de benteveo
me topé con un arreo
que dende Salta venía.
Me picó ganas de andar
y apalabré al capataz,
y ansí, de golpe nomás
el hombre me preguntó:
¿Tiene mula? Cómo no
le dije . Y hambre, demás.
A la semana de aquello
repechaba cordilleras,
faldas, cuestas y laderas
siempre pal lao del poniente,
bebiendo agua de vertiente
y aguantando las soleras.
Tal vez, alguien haya rodao
tanto como rodé yo
pero le juro, créamelo
que vi tanta pobreza
que yo pensé con tristeza
Dios por aquí no paso
Se nos despeñó una vaca
causa de la cerrazón,
y nos pilló la oración
cueriando y haciendo asao;
dende ese día, cuñao
se me gastó mi facón.
Me sacudí las escarchas
cuando bajé de los Andes,
y anduve en estancias grandes
cuidando unos parejeros;
trompeta, tapa y sombrero,
pero pa' los peones, de ande.
La peonada, al descampao,
el patrón, en Güenos Aires.
Nosotros, el cu...ello al aire
con las carona mojadas,
y la hacienda de invernada
más relumbrosa que un fraile.
El estanciero tenía
también sus cañaverales,
y en los tiempos otoñales
juntábamos los andrajos,
y nos íbamos p'abajo
dejando los pedregales.
Allí nos amontonaban
en lote con otros criollos,
cada cual buscaba un hoyo
ande quinchar su guarida,
y pasábamos la vida
rigoriaos y sin apoyo.
Faltar, no faltaba nada:
vino, café y alpargatas.
Si habré revoliao las patas
en gatos y chacareras.
Recién la cosa era fiera
al dir a cobrar las latas.
¡Qué vida más despareja!
Todo es ruindad y patraña;
Pelar caña es hazaña
del que nació pal rigor.
Allá había un solo dulzor
y estaba adentro e' la caña.
Era un consuelo pal pobre
andar jediendo a vinacho.
Hombres grandes y muchachos
como malditos en vida,
esclavos de la bebida
se lo pasaban borrachos.
¡Tristes domingos del surco
los que yo he visto y vivido!
Desparramaos y dormidos
en la arena amanecían,
a lo mejor soñarían
con la muerte o el olvido...
Riojanos y santiagüeños,
salteños y tucumanos,
con el machete en la mano
volteaban cañas maduras,
pasando sus amarguras
y aguantando como hermanos.
¡Rancho techao con maloja,
vivienda del peleador!
En medio de ese rigor
no faltaba una vihuela,
con que el pobre se consuela
cantando coplas de amor.
Yo también, que desde chango
unido al canto crecí,
más de un barato pedí
y pa' los peones cantaba.
¡Lo que a ellos les pasaba
también me pasaba a mí!
Cuando yo aprendí a cantar
armaba con pocos rollos.
Y en la orilla de un arroyo
bajo las ramas de un sauce,
crecí mirando en el cauce
mis sueños de pobre criollo.
Cuando sentí una alegría;
cuando el dolor me golpeó;
cuando una duda mordió
mi corazón de paisano,
desde el fondo de los llanos
vino un canto y me curó...
En esos tiempos pasaban
cosas que ya no pasan.
Cada cual tenía un cantar
o copla de anochecida.
Formas de curar la herida
que sangra en el trajinar.
Algunos cantaban bien.
Otros, pobres, más o menos...
Mas no eran cantos ajenos,
aunque marca no tenían.
Y todos se entretenían
guitarreando hasta el desvelo.
Por áhi se allegaba un máistro,
de esos puebleros letraos;
juntaba tropa y versiaos
que iban después a un libraco,
y el hombre forraba el saco
con lo que otros han pensao.
Los peones formaban versos
con sus antiguos dolores.
Después vienen los señores
con un cuaderno en la mano,
copian el canto paisano
y presumen de escritores.
El criollo cuida su flete,
su guitarra y su mujer;
siente que enfrenta un deber
cada vez que da la mano;
y aunque pa' todo es baquiano
sólo el canto ha de perder.
¡Coplas que lo acompañaron
en las quebradas desiertas,
aromas de flores muertas
y de patriadas vividas,
fueron la luz encendida
para sus noches despiertas!...
Se aflige si se le pierde
un bozal, un maneador,
pero no siente furor
si al escucharle una trova,
viene un pueblero y le roba
su mejor canto de amor.
De seguro, si uno piensa,
le halla el nudo a la madeja,
porque la copla más vieja,
como la ráiz de la vida,
tiene el alma por guarida,
que es ande anidan las quejas.
Por eso el hombre al cantar
con emoción verdadera,
echa su pena p' ajuera
pa que la lleven los vientos,
y ansí, siquiera un momento
se alivia su embichadera.
No es que no ame a su trova
ni que desprecie su canto.
Es como cuando un quebranto
en la noche de los llanos
hace aflojar al paisano
y el viento le lleva el llanto.
En asuntos del cantar,
la vida nos va enseñando
que sólo se va volando
la copla que es livianita.
Siempre caza palomitas
cualquiera que anda cazando...
Pero si el canto es protesta
contra la ley del patrón,
se arrastra de peón a peón
en un profundo murmullo,
y marcha al ras de los yuyos
como chasque en un malón.
Se pueden perder mil trovas
ande se canten quereres,
versos de dichas, placeres,
carreras y diversiones;
suspiros de corazones
y líricos padeceres.
Pero si la copla cuenta
del paisanaje la historia,
ande el peón vueltea la noria
de las miserias sufridas,
ésa, se queda prendida
como abrojo en la memoria
Lo que nos hizo dichosos
tal vez se pueda olvidar;
los años en su pasar
mudarán los pensamientos.
Pero angustias y tormentos
son marcas que han de durar...
Estas cosas que yo pienso
no salen por ocurrencia.
Para formar mi esperencia
yo masco antes de tragar.
Ha sido largo el rodar
de ande saqué la alvertencia.
Si uno pulsa la guitarra
pa cantar coplas de amor,
de potros, de domador,
del cielo y las estrellas,
dicen : ¡Qué cosa más bella!
¡Si canta que es un primor!
Pero si uno, como Fierro,
por áhi se larga opinando,
el pobre se va acercando
con las orejas alertas,
y el rico vicha la puerta
y se aleja reculando.
Debe trazar bien su melga
quien se tenga por cantor,
porque sólo el impostor
se acomoda en toda huella.
Que elija una sola estrella
quien quiera ser sembrador...
En el trance de elegir
que mire el hombre p' adentro,
ande se hacen los encuentros
de pensares y sentires.
Después... que tire ande tire,
con la concencia por centro.
Hay diferentes montones,
unos grandes, y otros chicos.
Si va pal montón del rico
el pobre que piensa poco,
detrás de los equivocos
se vienen los perjudicos.
Yo vengo de muy abajo,
y muy arriba no estoy.
Al pobre mi canto doy
y así lo paso contento,
porque estoy en mi elemento
y áhi valgo por lo que soy.
Si alguna vuelta he cantao
ante panzudos patrones,
he picaneao las razones
profundas del pobrerío.
Yo no traiciono a los míos
por palmas ni patacones.
Aunque canto en todo rumbo
tengo un rumbo preferido.
Siempre canté estremecido
las penas del paisanaje,
la explotación y el ultraje
de mis hermanos queridos.
Pa que cambiaran las cosas
busqué rumbo y me perdí;
al tiempo, cuenta me di
y agarré por buen camino.
¡Antes que nada, argentino;
y a mi bandera seguí...!
Yo soy del norte y del sur,
del llano y del litoral;
y naide lo tome a mal
si hay mil gramos en el kilo.
Ande quiera estoy tranquilo
pero ensillao, soy bagual.
El cantor debe ser libre
pa desarrollar su cencia.
Sin buscar la convenencia
ni alistarse con padrinos.
De esos oscuros caminos
yo ya tengo la experiencia.
Yo canto, por ser antiguos
cantos que ya son eternos;
y hasta parecen modernos
por lo que en ellos vichamos.
Con el canto nos tapamos
para entibiar los inviernos...
Y no canto a los tiranos
ni por orden del patrón.
El pillo y el trapalón
que se arreglen por su lado
con payadores comprados
y cantores de salón.
Por la fuerza de mi canto
conozco celda y penal.
Con fiereza sin igual
más de una vez fui golpiao,
y al calabozo tirao
como tarro al basural.
Se puede matar a un hombre.
Pueden su rostro manchar,
su guitarra chamuscar.
¡Pero el ideal de la vida,
esa es leñita prendida
que naide ha de apagar!
Los malos se van alzando
todo lo que hallan por áhi;
como granitos de máiz
siembran los peores ejemplos,
y se viene bajo el templo
de la decencia del páis.
Detrás del ruido del oro
van los maulas como hacienda;
no hay flojo que no se venda
por una sucia moneda;
mas, siempre en mi tierra queda
gauchaje que la defienda.
Cantor que cante a los pobres
ni muerto se ha de callar.
Pues ande vaya a parar
el canto de ese cristiano,
no ha de faltar el paisano
que lo haga resucitar.
El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia.
El cree que es extravagancia
que su peón viva mejor.
Mas, no sabe ese señor
que por su peón tiene estancia.
Aquel que tenga sus reales
hace muy bien en cuidarlos;
pero si quiere aumentarlos
que a la ley no se haga el sordo.
Que en todo puchero gordo
los choclos se vuelven marlos.
Una vuelta, sin trabajo,
andaba por Tucumán,
y en una fonda, ande van
cantores de madrugada,
me acerqué pa la payada
que siempre ha sido mi afán.
Aunque extrañando la monta
me le apilé a un instrumento.
Y al cabo de algún momento
le di puerta a una baguala,
con una coplita rala
de esas que llevan los vientos.
Tal vez fuera la guitarra.
¡Tan lindo como sonaba !
Mi corazón remontaba
tristezas de los caminos,
y lo maldije al destino
que tantas penas me daba.
Un hombre se me acercó
y me dijo: ¿Qué hace acá?
Viaje pa la gran ciudad
que allá lo van a entender ;
áhi tendrá fama, placer
y plata pa regalar.
¡Para qué lo habré escuchao!
¡Si era la voz del mandinga !
Buenos Aires, ciudá gringa,
me tuvo muy apretao.
Tuitos se me hacían a un lao
como cu ... erpo a la jeringa.
Y eso que no vine pobre
pues traiba alpargatas nuevas.
Las viejas ... pa cuando llueva
en la alforja las metí;
un pantalón color gris
y un saco tirando a leva.
Saltando de radio en radio
anduve, figuresé.
Cuatro meses me pasé
en partidas malogradas;
naide aseguraba nada,
y sin plata me quedé.
Vendí mis lindas alforjas.
Mi guitarra, ¡la vendi !
En mi pobreza, ay de mí,
me hubiera gustao guardarla.
¡Tanto me ha costao comprarla
Pero, en fin ... todo perdí !
¡Vihuela, dónde andarás,
qué manos te están tocando.
Noches enteras pensando
siquiera como consuelo,
que sea un canto de este suelo
lo que te están arrancando...!
Cuando el máiz está en barbecho
luce un color brillantón;
las hebras, como un nailón
presumen con sus lindezas.
Pero agachan la cabeza
si las agarra el carbón.
Igual me pasaba a mí
en aquellos tiempos idos;
joven, fuerte, presumido,
y cuando se acabó el queso,
volví en un triste regreso
poblada l' alma de olvidos.
Cosas de la juventud...
¡Malhaya, dónde andarás...!
Aura que estoy bataraz
de tanto cambiar el pelo,
recuerdo aquellos develos
pero no miro p'atras.
Me volví pal Tucumán
nuevamente a padecer.
Y en eso de andar y ver
se pasarón muchos años
entre penas, desengaños,
esperanzas y placer.
Mas, no jué tiempo perdido,
asegún lo ví después.
Porque supe bien como es
la vida de los paisanos.
De todos me sentí hermano,
del derecho y del revés.
Siempre recuerdo los tiempos
en que guapiando pasé,
los cerros que atravesé
buscando lo que no hallaba,
y hasta a veces me quedaba
por esos campos de a pie.
La vida me fue enseñando
lo que vale una guitarra ;
por ella anduve en las farras
tal vez hecho un estropicio,
y casi me agarra el vicio
con sus invisibles garras.
Menos mal que llevo adentro
lo que la tierra me dio.
Patria, raza o que sé yo,
pero que me iba salvando,
y así, seguí caminando
por los caminos de Dios.
La cosa estaba en pensar
que al pulsar un instrumento,
hay que dar con sentimiento
toda la fuerza campera.
Pero nadie larga afuera
si no tiene adentro...
La guitarra es palo hueco,
y pa tocar algo bueno,
el hombre debe estar lleno
de claridades internas.
¡Pa sembrar coplas eternas
la vida es un buen terreno... !
Si el rezar brinda consuelos
al que consuelo precisa,
igual que cristiano en misa
o matrero en medio 'el monte,
yo rezo en los horizontes
cuando la tarde agoniza.
Queda callada la pampa
cuando se ausenta la luz.
El chajá y el avestruz
van buscando la espesura,
y se agranda en la llanura
la soledad del ombú.
Entonces, igual que un poncho
a uno lo envuelve la tierra.
Desde el llano hasta la sierra
se va una sombra extendiendo,
y el alma va comprendiendo
las cosas que el mundo encierra.
Ahí está el justo momento
de pensar en el destino.
Si el hombre es un peregrino,
si busca amor o querencia,
o si cumple la sentencia
de morir en los caminos.
En el Norte vide cosas
que ya nunca he de olvidar.
Yo vide gauchos peliar
con facones caroneros
o con machetes cañeros
que al verlos hacía temblar.
Rara vez mata el paisano
porque ese instinto no tiene;
al duelo criollo se aviene
por no recular ni un tranco.
Hace saber que no es manco
y en el peliar se entretiene.
No hay serrano sanguinario
ni coya conversador;
el más capaz domador
jamás cuenta sus hazañas,
y no les tienta la caña
porque el "tintillo" es mejor.
Cada pago se aficiona
a una forma de peliar,
y aquel que quiera guapear
antes tendrá que alvertir
que para poder salir
hay que aprender a adentrar.
Se agarran a puñetazos
igual que en cualquier parte;
pero es una cencia aparte
usar los modos del pago.
Ahí se pone fiero el trago,
como dijo don Narvarte.
Cordobés, pa la pegrada.
Riojano, pal rebencazo.
Chileno, pal caballazo.
Salteño, con daga en mano.
Y es un rey el tucumano
pa peliar a cabezazos.
Siempre el criollo ha de peliar
de noche y medio machao.
Es una pena, cuñao,
que a veces por una tuna
se nublen noches de luna
y cielitos estrellaos.
Una canción sale fácil
cuando uno quiere cantar.
Cuestión de ver y pensar
sobre las cosas del mundo.
Si el río es ancho y profundo
cruza quien sabe nadar.
Que otros canten alegrías
si es que alegres han vivido.
Que yo también he sabido
dormirme en esos engaños.
Pero han sido más los años
de porrazos recibidos.
Nadie podrá señalarme
que canto por amargao.
Si he pasao lo que he pasao
quiero servir de alvertencia.
El rodar no será cencia
pero tampoco es pecao.
Yo he caminao por el mundo
he cruzao tierras y mares,
sin fronteras que me paren
y en cualesquiera guarida,
yo he cantao, tierra querida,
tus dichas y tus pesares.
A veces, caiban al canto
como vacaje a la aguada
para escuchar mis versadas
hombres de todos los vientos,
trenzando sus sentimientos
al compás de mi encordada.
Pobre de aquel que no sabe
del canto las hermosuras.
La vida, la más oscura,
la que tiene más quebrantos,
hallará siempre en el canto
consuelo pa su tristura.
Dicen que no tienen canto
los ríos que son profundos.
Mas yo aprendí en este mundo
que el que tiene más hondura,
canta mejor por ser hondo,
y hace miel de su amargura.
Con los tumbos del camino
se entran a torcer las cargas.
Pero es ley que en huella larga
deberán acomodarse.
Y aquel que llega a olvidarse
las ha de pasar amargas.
Amigos voy a dejarlos
está mi parte cumplida
en la forma preferida
de una milonga pampeana
canté de manera llana
ciertas cosas de mi vida.
Aura me voy no sé adónde,
pa mí todo rumbo es güeno.
Los campos, con ser ajenos
los cruzo de un galopito.
Guarida no necesito,
yo sé dormir al sereno...
Siempre hay alguna tapera
en la falda de una sierra.
Y mientras siga esta guerra
de injusticias para mí,
yo he de pensar desde allí
canciones para mi tierra.
Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad.
¡ Y aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones,
han de vivir mis canciones
en l'alma de los demás!
¡ No me nuembren, que es pecao,
y no comenten mis trinos
Yo me voy con mi destino
pal lao donde el sol se pierde.
¡ Tal vez alguno se acuerde
que aquí cantó un argentino!
Atahualpa Yupanqui
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Don Atahualpa denunció las injusticias en todos los ámbitos, hoy, después de tantos años, seguimos denunciando injusticias en todos los ámbitos. Realmente es para reflexionar:"¿qué hay que hacer para revertir esta situación, y equiparar la balanza aunque sea un poco?" Gracias a este foro porque aquí podemos rememorar a autores tan valiosos como este.
Graciela
Graciela
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
No sé si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste;
nunca fui zorzal, ni existe
plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
que no conoce alpiste.
Gracias, querida Graciela!
Me encanta conocer esas coplas
de Atahualpa Yupanqui!
Soy amiradora de sus chacareras,
de sus zambas, de sus canciones...
Un beso, amiga
Maria Lua
o si saldrá medio triste;
nunca fui zorzal, ni existe
plumaje más ordinario.
Yo soy pájaro corsario
que no conoce alpiste.
Gracias, querida Graciela!
Me encanta conocer esas coplas
de Atahualpa Yupanqui!
Soy amiradora de sus chacareras,
de sus zambas, de sus canciones...
Un beso, amiga
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Me alegro que te gusten esas coplas María LUA. El apellido que este autor se puso (Yupanqui) significa "narrarás" o "has de contar", y en estas coplas él cuenta cosas que ha visto o ha vivido y por eso son más significativas. Gracias por estar amiga, te mando un beso
Graciela
Graciela
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
Muy hermosas las coplas,
vuelvo a leerlas...
Amiga, mira en este
foro el post de Jesús
Orta Ruiz, poeta cubano,
creo que te va a gustar...
Un beso con cariño,
Graciela
Maria Lua
vuelvo a leerlas...
Amiga, mira en este
foro el post de Jesús
Orta Ruiz, poeta cubano,
creo que te va a gustar...
Un beso con cariño,
Graciela
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Gracias María Lua por este trabajo de Jesús Orta Ruiz que me encantó. Te mando un beso amiga
Graciela
Graciela
Pedro Casas Serra- Grupo Metáfora
- Cantidad de envíos : 46964
Fecha de inscripción : 25/06/2009
Edad : 76
Localización : Barcelona
Pobre naci y pobre vivo
por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
cinchando tuitos parejos
pa' hacer nuevo lo que es viejo
y verlo al mundo cambiao.
Graciela: Me ha gustado mucho reencontrarme con Atahualpa Yupanqui, del que hacía muchos años que no sabía nada, y al que admiraba mucho como poeta y cantautor. Gracias. ¿Podrías dejar algo de su biografía?
Aunque tiene poco que ver en cuanto al fondo, por el empleo de lenguaje popular me ha hecho recordar el poema "El Piyayo" de José Carlos de Luna, que mi profesor de Literatura nos declamaba cada año el día de su santo.
EL PIYAYO
¿Tú conoces al "Piyayo",
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso...
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
Pelleja.
Yo le he visto cantando,
Babeando
De rabia y de vino,
Bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo"tangazo"
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡ a chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo...
y su pan y el de sus nietecillos:
"churumbeles" con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que "afane"
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo...
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¡no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del má!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento...
Asi....despasito.
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al "Piyayo"
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.
¡A chufla lo toma la gente!...
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Autor:JOSE CARLOS DE LUNA (1890-1965)
EL PIYAYO
Nombre artístico de Rafael Flores Nieto, de origen familiar. Cantaor y guitarrista. En su juventud estuvo en Cuba, al parecer durante la guerra, y posiblemente en prisión, según se desprende de las letras de algunos de sus cantes. Alternó su dedicación al flamenco con la venta ambulante de diversas mercancias.
No habría trepado a la cima de la fama, de no haber sido objeto del poema que con su nombre compuso José Carlos de Luna. Otra creación con estrella. Lo malo es que El Piyayo no salió muy bien parado de él. José Carlos de Luna se permitió una serie de licencias poéticas tan amplias, que en realidad inventó un Piyayo que muy poco tenía que ver con Rafael Flores. Así por ejemplo, sí era reseco y renegro; pero no chicuelo, pues disfrutaba de una talla más que mediana.
El Piyayo era un cantaor profesional, con dejos profundos de artista poco afortunado en cuanto a su trayectoria. Un personaje habitual en los círculos flamencos de Málaga, entrañable, simpático y querido. En el rastro de su personalidad, además de ser un solitario recalcitrante, surge siempre el recuerdo de sus extraordinarios sentimientos. Alfredo Arrebola, comenta así su figura y su arte: «Se ha dicho, entre algunos llamados flamencólogos, que el cante del Piyayo no llegó a tener calidad cantaora, y menos jondura. Debería analízarse detenidamente tal afirmación. Fue, al menos, un creador. Algo que tanto falta en esta época pródiga de cantaores y no tanto de artistas. Nadie podrá negar que su cante tenía la impronta personal, individual e inaudito. Él creó un cante: el cante del Piyayo. Su cante no fue, como alguien lo ha calificado, tangos del Piyayo, aunque así esté recogido en la discografía de sus seguidores, Se trata, efectivamente, de un tango de estructura irregular, que lleva, y nos recuerda a cada momento, los ecos de la carcelera y de la guajira. Esta forma de cante la empleaba El Piyayo para cantar letras de carceleras como también para los romances, aunque no perdiera nada de su esencia creadora .. Es tradición oral- porque todavía hay testigos oculares- que El Piyayo fue un buen cantaor de soleares y siguriyas. Y debemos pensar y admitir que estos cantes tendrían un eco especial en la voz del gitanísimo Piyayo... El Piyayo fue una verdadera y auténtica personalidad en el flamenco, pero da pena saber que los malagueños no han conocido bien a este celebre gitano, que pasó la vida cantando. El que los malagueños no hayan conocido bien al Piyayo es debido- sin la menor duda- a la confusión de un poema que compuso José Carlos de Luna sobre un gitano, pero de circunstancias totalmente distintas a las de El Piyayo. El gitano que retrata...
Cantaor gitano de nombre Rafael Flores Nieto y nacido en la Calle del Cañaveral del barrio del Perchel el 1 de Mayo del año 1.855.
Se sabe que estuvo en Cuba, que conoció algún calabozo y que durante su "carrera artística" tuvo como protector a don Fernando Carrera.
Se casó (¿) con La Chunga, gitana que vendía encajes, durante la celebración tres días. Este "matrimonio" duró solo un par de semanas, ya que los familiares de La Chunga se la llevaron a Estepona en un carro para trasladarla posteriormente a la Línea de la Concepción. Poco después se unió El Piyayo a La Hampona (L´Ampona, según el decir popular), gitana nacida en el Rincón de la Victoria (Málaga).
La vida de Rafael Flores Nieto transcurre en Málaga entre la venta de peines, que tenían como escaparate el bolsillo superior de su raída chaqueta, y sus cantes, que él mismo se acompañaba con viejo guitarro que hoy se conserva en el Museo de la Peña Juan Breva.
A los cantes del Piyayo no debemos en puridad llamarles tangos, ya que están configurados y definidos por ecos de carceleras y guajiras sobre una osamenta de tango irregular, cuyas letras el propio cantaor hacía, dándose con frecuencia el uso de la décima o espinela.
JOSE CARLOS DE LUNA (1890-1965)
José Carlos de Luna nació en Málaga ( 1890 ). Ingeniero industrial. Gobernador Civil de Badajoz y Sevilla. Colaborador de varios diarios nacionales. Entre sus obras mas significativas figuran: Del cante grande y cante chico, La taberna de los Tres Reyas, El Cristo de los Gitanos, El Café de Chinitas. . . .Un poeta costumbrista y florido quizá de los mas leidos, en lengua castellana, y también de los mas recitados.
por eso soy delicao.
Estoy con los de mi lao
cinchando tuitos parejos
pa' hacer nuevo lo que es viejo
y verlo al mundo cambiao.
Graciela: Me ha gustado mucho reencontrarme con Atahualpa Yupanqui, del que hacía muchos años que no sabía nada, y al que admiraba mucho como poeta y cantautor. Gracias. ¿Podrías dejar algo de su biografía?
Aunque tiene poco que ver en cuanto al fondo, por el empleo de lenguaje popular me ha hecho recordar el poema "El Piyayo" de José Carlos de Luna, que mi profesor de Literatura nos declamaba cada año el día de su santo.
EL PIYAYO
¿Tú conoces al "Piyayo",
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso...
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos?
¡A chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Ata a su cuerpo una guitarra,
Que chilla como una corneja
Y zumba como una chicharra
Y tiene arrumacos de vieja
Pelleja.
Yo le he visto cantando,
Babeando
De rabia y de vino,
Bailando
Con saltos felinos
Tocando a zarpazos,.
Los acordes de un viejo"tangazo"
Y, a sus contorsiones de ardilla,
Hace son con la sucia calderilla.
¡ a chufla lo toma la gente
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo...
y su pan y el de sus nietecillos:
"churumbeles" con greñas de alambre
y panzas de sapos.
Que aullan de hambre
Tiritando bajo los harapos;
Sin madre que lave su roña;
Sin padre que "afane"
Porque pena una muerte en santoña;
Sin mas sombra que la del abuelo...
¡poca sombra, porque es tan chicuelo;
en el altozano
tiene un cuchitril
¡a las vigas alcanza la mano;
y por lumbre y por luz, un candil.
Vacia sus alforjas
Que son sus bolsillos,
Bostezando los siete chiquillos,
Se agrupan riendo.
Y entre carantoñas les va repartiendo
Pan y pescao frito,
Con la parsimonia de un antiguo rito:
¡chavales!
¡pan de flor de harina!
Mascarlo despasio.
Mejo pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¡no es na?
¡sacao uno a uno del fondo del má!
¡gloria pura él!
Las espinas se comen tamié,
Que to es alimento...
Asi....despasito.
¡no llores, Manuela!
Tu no pués, porque no tiés muelas.
¡es tan chiquitita
mi niña bonita!..
así, despasito.
Muy remascaito,
Migaja a migaja, que dure,
Le van dando fin
A los cinco reales que costo el festín.
Luego entre guiñapos durmiendo,
Por matar el frío, muy apiñaditos.
La Virgen María contempla al "Piyayo"
Riendo
Y hay un Angel rubio que besa la frente
De cada gitano chiquito.
¡A chufla lo toma la gente!...
y a mi me da pena
y me causa un respeto imponente!
Autor:JOSE CARLOS DE LUNA (1890-1965)
EL PIYAYO
Nombre artístico de Rafael Flores Nieto, de origen familiar. Cantaor y guitarrista. En su juventud estuvo en Cuba, al parecer durante la guerra, y posiblemente en prisión, según se desprende de las letras de algunos de sus cantes. Alternó su dedicación al flamenco con la venta ambulante de diversas mercancias.
No habría trepado a la cima de la fama, de no haber sido objeto del poema que con su nombre compuso José Carlos de Luna. Otra creación con estrella. Lo malo es que El Piyayo no salió muy bien parado de él. José Carlos de Luna se permitió una serie de licencias poéticas tan amplias, que en realidad inventó un Piyayo que muy poco tenía que ver con Rafael Flores. Así por ejemplo, sí era reseco y renegro; pero no chicuelo, pues disfrutaba de una talla más que mediana.
El Piyayo era un cantaor profesional, con dejos profundos de artista poco afortunado en cuanto a su trayectoria. Un personaje habitual en los círculos flamencos de Málaga, entrañable, simpático y querido. En el rastro de su personalidad, además de ser un solitario recalcitrante, surge siempre el recuerdo de sus extraordinarios sentimientos. Alfredo Arrebola, comenta así su figura y su arte: «Se ha dicho, entre algunos llamados flamencólogos, que el cante del Piyayo no llegó a tener calidad cantaora, y menos jondura. Debería analízarse detenidamente tal afirmación. Fue, al menos, un creador. Algo que tanto falta en esta época pródiga de cantaores y no tanto de artistas. Nadie podrá negar que su cante tenía la impronta personal, individual e inaudito. Él creó un cante: el cante del Piyayo. Su cante no fue, como alguien lo ha calificado, tangos del Piyayo, aunque así esté recogido en la discografía de sus seguidores, Se trata, efectivamente, de un tango de estructura irregular, que lleva, y nos recuerda a cada momento, los ecos de la carcelera y de la guajira. Esta forma de cante la empleaba El Piyayo para cantar letras de carceleras como también para los romances, aunque no perdiera nada de su esencia creadora .. Es tradición oral- porque todavía hay testigos oculares- que El Piyayo fue un buen cantaor de soleares y siguriyas. Y debemos pensar y admitir que estos cantes tendrían un eco especial en la voz del gitanísimo Piyayo... El Piyayo fue una verdadera y auténtica personalidad en el flamenco, pero da pena saber que los malagueños no han conocido bien a este celebre gitano, que pasó la vida cantando. El que los malagueños no hayan conocido bien al Piyayo es debido- sin la menor duda- a la confusión de un poema que compuso José Carlos de Luna sobre un gitano, pero de circunstancias totalmente distintas a las de El Piyayo. El gitano que retrata...
Cantaor gitano de nombre Rafael Flores Nieto y nacido en la Calle del Cañaveral del barrio del Perchel el 1 de Mayo del año 1.855.
Se sabe que estuvo en Cuba, que conoció algún calabozo y que durante su "carrera artística" tuvo como protector a don Fernando Carrera.
Se casó (¿) con La Chunga, gitana que vendía encajes, durante la celebración tres días. Este "matrimonio" duró solo un par de semanas, ya que los familiares de La Chunga se la llevaron a Estepona en un carro para trasladarla posteriormente a la Línea de la Concepción. Poco después se unió El Piyayo a La Hampona (L´Ampona, según el decir popular), gitana nacida en el Rincón de la Victoria (Málaga).
La vida de Rafael Flores Nieto transcurre en Málaga entre la venta de peines, que tenían como escaparate el bolsillo superior de su raída chaqueta, y sus cantes, que él mismo se acompañaba con viejo guitarro que hoy se conserva en el Museo de la Peña Juan Breva.
A los cantes del Piyayo no debemos en puridad llamarles tangos, ya que están configurados y definidos por ecos de carceleras y guajiras sobre una osamenta de tango irregular, cuyas letras el propio cantaor hacía, dándose con frecuencia el uso de la décima o espinela.
JOSE CARLOS DE LUNA (1890-1965)
José Carlos de Luna nació en Málaga ( 1890 ). Ingeniero industrial. Gobernador Civil de Badajoz y Sevilla. Colaborador de varios diarios nacionales. Entre sus obras mas significativas figuran: Del cante grande y cante chico, La taberna de los Tres Reyas, El Cristo de los Gitanos, El Café de Chinitas. . . .Un poeta costumbrista y florido quizá de los mas leidos, en lengua castellana, y también de los mas recitados.
Pascual Lopez Sanchez- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 29/06/2009
Edad : 72
Localización : Murcia / Muchas veces en Mazarrón/ Algunas en Cieza ( amo la ciudad donde nací; amo su río - Río Segura_ y amo sus montes secos llenos de espartizales)
Yo cantaba a Atahual cuando tenía 20 años. Olvidé muchas cosas, pero me alegro que Graciela y Pedro lo traigan acá ahora
"Con los tumbos del camino
se entran a torcer las cargas..."
s.c.
"Con los tumbos del camino
se entran a torcer las cargas..."
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Maria Lua- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
Atahualpa Yupanqui, (Héctor Roberto Chavero), nació en Pergamino (Prov. Buenos Aires) el 22 de enero de 1908. Cantor, guitarrista, poeta, compositor, recopilador. Hizo sus primeros estudios musicales con el Padre Rosáenz. Más tarde aprendió guitarra en Junín (Prov. Buenos Aires) con Bautista Almirón. En 1918 su familia se trasladó a Tucumán. En 1923 murió su padre, por lo que tornó a radicarse con los suyos en Junín. En 1926 escribió Camino del indio. Emprendió un viaje a Jujuy, Bolivia y los Valles Calchaquíes. En 1931 recorrió Entre Ríos, afincándose un tiempo en Tala. Participó en la fracasada sublevación de los hermanos Kennedy, por lo que debió exiliarse en Uruguay. Pasó por Montevideo, para luego dirigirse al interior oriental y el sur del Brasil. En 1934 reingresó a la Argentina por Entre Ríos y se radicó en Rosario (Prov. Santa Fe). En 1935 se estableció en Raco (Prov. Tucumán) Pasó brevemente por la ciudad de Buenos Aires -donde diversos intérpretes comenzaban a popularizar sus canciones- para actuar en radio. Recorrió después Santiago del Estero, para retornar por unos meses a Raco en 1936. Realizó una incursión por Catamarca, Salta y Jujuy. Más tarde visitó nuevamente el Altiplano en busca de testimonios de las viejas culturas aborígenes. Retornó a los Valles Calchaquíes, recorrió a lomo de mula los senderos jujeños y residió por un tiempo en Cochangasta (Prov. La Rioja). A principios de la década del '40, en Tucumán se casó con María Martínez, pero el matrimonio fracasó. Poco después conoció en Córdoba a Paule Pepin Fitzpatrick, "Nenette", quien sería su definitiva compañera y colaboradora musical con el seudónimo "Pablo Del Cerro". Algo más tarde se editó "Piedra sola", su primer libro. En 1944, durante otra incursión por las provincias del noroeste creó El arriero. A poco debió abandonar Raco, episodio que dio origen a sus sentidas zambas Adiós Tucumán y La añera (1946). Enfrentado al régimen militar triunfante, desde 1946 a 1949, sufrió persecuciones, proscripción y cárcel. En 1950 pasó a Uruguay y desde allí a Europa. En París, Edith Piaf le dio la oportunidad de compartir el escenario, debutando en junio de ese año. A partir de allí, realizó varias giras por el Viejo Continente. Regresó a Buenos Aires en 1952. A causa de sus críticas fue expulsado del Partido Comunista, lo que le facilitó el reingreso a las radios, pero le valió las críticas de propios y extraños, que no sabían dónde encasillarlo. Así en 1956, derrocado el peronismo, también fue perseguido por los militares antiperonistas. Pasó unos años alternando entre sus residencias de Buenos Aires y de Cerros Colorados (Prov. de Córdoba), hasta que en 1963/64 emprendió una serie de viajes a Colombia, Japón, Marruecos, Egipto, Israel e Italia. En 1965 se editó el disco El payador perseguido. Durante 1967 recorrió en giras toda España, para luego instalarse casi definitivamente en París con periódicos regresos a la Argentina que, con el advenimiento en 1976 de la dictadura militar, se hicieron menos frecuentes. Recién en 1979 volvió a presentarse en su país. Sus actuaciones en Europa comenzaron a espaciarse a causa de algunos trastornos de salud. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. En 1987 volvió al país para recibir el homenaje de la Universidad de Tucumán. Debió internarse en Buenos Aires en 1989 para superar una dolencia cardíaca, pese a lo cual en enero de 1990 participó en el Festival de Cosquín. En noviembre de ese año murió Nenette. Sin embargo, a los pocos días Yupanqui cumplió un compromiso artístico en París. Volvió a Francia en 1992 para actuar en Nimes pero se indispuso y allí murió el 23 de mayo. Por su expreso deseo, sus restos fueron repatriados y descansan en Cerros Colorados. Dejó innumerables obras para el cancionero argentino de raíz folklórica. Como escritor, publicó Piedra sola (1940), Aires indios (1943), Cerro Bayo (1953), Guitarra (1960), El canto del viento (1965), El payador perseguido (1972) y La Capataza, (1992).
Autor: Emilio Pedro Portorrico (*)
"Diccionario Biográfico de la Música Popular de Raíz Folklórica"
http://www.raicesargentinas.com.ar/resumen.htm
Amigo Pedro, leí tu
comentario y te dejo
la biografía de
Atahualpa Yupanqui...
Un beso
Maria Lua
Autor: Emilio Pedro Portorrico (*)
"Diccionario Biográfico de la Música Popular de Raíz Folklórica"
http://www.raicesargentinas.com.ar/resumen.htm
Amigo Pedro, leí tu
comentario y te dejo
la biografía de
Atahualpa Yupanqui...
Un beso
Maria Lua
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Andrea Diaz- Cantidad de envíos : 2175
Fecha de inscripción : 10/01/2010
Edad : 51
Localización : donde me encuentren...(Argentina)
UYYYYYYYY MARAVILLOSO HACE TIEMPO DEJE ALGO TAMBIEN DE ATHUALPA, SABES TRABAJO EN UNA BIBLIOTECA Y TENGO UN LIBRO DE EL QUE TIENE COPLAS Y RELATOS, SE LLAMA AYRES INDIOS, MUY BUENO, GRACIAS POR TRAERLO...
Maria Lua- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
CHACARERA DE LAS PIEDRAS
(A. Yupanqui)
Aquí canta un caminante
que muy mucho ha caminado
y agora vive tranquilo
y en el cerro Colorado
Largo mis coplas al viento
por donde quiera que voy
soy árbol lleno de frutos
como plantita e mistol
Cuando ensillo mi caballo
me largo por las arenas
y en la mitad del camino
ya me olvide de las penas
Caminiaga, Santa Elena,
el churqui región cortado
no hay pago como mi pago
viva el cerro Colorado
A la sombra de unos talas
yo ei sentido de un repente
a una moza que decía
sosiegue que viene gente
Te voy a dar un remedio
que es muy bueno pa’las penas
grasita de iguana macho
mezclaita con yerba buena
Chacarera de las piedras
criollita como ninguna
no te metas en los montes
si no ha salido la luna
Caminiaga, Santa Elena ,
el churqui región cortado
no hay pago como mi pago
viva el Cerro Colorado
(A. Yupanqui)
Aquí canta un caminante
que muy mucho ha caminado
y agora vive tranquilo
y en el cerro Colorado
Largo mis coplas al viento
por donde quiera que voy
soy árbol lleno de frutos
como plantita e mistol
Cuando ensillo mi caballo
me largo por las arenas
y en la mitad del camino
ya me olvide de las penas
Caminiaga, Santa Elena,
el churqui región cortado
no hay pago como mi pago
viva el cerro Colorado
A la sombra de unos talas
yo ei sentido de un repente
a una moza que decía
sosiegue que viene gente
Te voy a dar un remedio
que es muy bueno pa’las penas
grasita de iguana macho
mezclaita con yerba buena
Chacarera de las piedras
criollita como ninguna
no te metas en los montes
si no ha salido la luna
Caminiaga, Santa Elena ,
el churqui región cortado
no hay pago como mi pago
viva el Cerro Colorado
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o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
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Maria Lua- Administrador-Moderador
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Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
LA ENGAÑERA
(A. Yupanqui)
Corazón tu me engañaste
o es que no te comprendí
pensé que no la quería
y hoy veo que no es así
Tengo miedo muchas veces
tengo miedo de aflojar
tengo miedo que me enseñes,
corazón a perdonar
Ayer la he visto con otro,
alegre la vi pasar
ganas tuve de gritarle
engañera pa’ande vas
(A. Yupanqui)
Corazón tu me engañaste
o es que no te comprendí
pensé que no la quería
y hoy veo que no es así
Tengo miedo muchas veces
tengo miedo de aflojar
tengo miedo que me enseñes,
corazón a perdonar
Ayer la he visto con otro,
alegre la vi pasar
ganas tuve de gritarle
engañera pa’ande vas
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y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
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Maria Lua- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
LOS HERMANOS
Milonga
(A. Yupanqui- Pablo del Cerro)
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
En el valle, la montaña,
en la pampa y en el mar.
Cada cual con sus trabajos,
con sus sueños, cada cual.
Con la esperanza adelante,
con los recuerdos detrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Gente de mano caliente
por eso de la amistad,
Con uno lloro, pa llorarlo,
con un rezo pa rezar.
Con un horizonte abierto
que siempre está más allá.
Y esa fuerza pa buscarlo
con tesón y voluntad.
Cuando parece más cerca
es cuando se aleja más.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Y así seguimos andando
curtidos de soledad.
Nos perdemos por el mundo,
nos volvemos a encontrar.
Y así nos reconocemos
por el lejano mirar,
por la copla que mordemos,
semilla de inmensidad.
Y así, seguimos andando
curtidos de soledad.
Y en nosotros nuestros muertos
pa que nadie quede atrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar,
y una novia muy hermosa
que se llama ¡Libertad!
Milonga
(A. Yupanqui- Pablo del Cerro)
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
En el valle, la montaña,
en la pampa y en el mar.
Cada cual con sus trabajos,
con sus sueños, cada cual.
Con la esperanza adelante,
con los recuerdos detrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Gente de mano caliente
por eso de la amistad,
Con uno lloro, pa llorarlo,
con un rezo pa rezar.
Con un horizonte abierto
que siempre está más allá.
Y esa fuerza pa buscarlo
con tesón y voluntad.
Cuando parece más cerca
es cuando se aleja más.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Y así seguimos andando
curtidos de soledad.
Nos perdemos por el mundo,
nos volvemos a encontrar.
Y así nos reconocemos
por el lejano mirar,
por la copla que mordemos,
semilla de inmensidad.
Y así, seguimos andando
curtidos de soledad.
Y en nosotros nuestros muertos
pa que nadie quede atrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar,
y una novia muy hermosa
que se llama ¡Libertad!
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(Hánjel)
Pedro Casas Serra- Grupo Metáfora
- Cantidad de envíos : 46964
Fecha de inscripción : 25/06/2009
Edad : 76
Localización : Barcelona
Cuando ensillo mi caballo
me largo por las arenas
y en la mitad del camino
ya me olvide de las penas
Gracias, Maria, por aportar la biografía y poemas de Atahualpa.
Un anbrazo.
Pedro
me largo por las arenas
y en la mitad del camino
ya me olvide de las penas
Gracias, Maria, por aportar la biografía y poemas de Atahualpa.
Un anbrazo.
Pedro
Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
LOS EJES DE MI CARRETA
Milonga
(Atahualpa Yupanqui)
Porque no engraso los ejes
Me llaman abandona'o ...
Si a mi me gusta que suenen,
¿Pa qué los quiero engrasaos ?
E demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiado largo el camino
sin nada que me entretenga.
No necesito silencio.
Yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso mas.
Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar...
Milonga
(Atahualpa Yupanqui)
Porque no engraso los ejes
Me llaman abandona'o ...
Si a mi me gusta que suenen,
¿Pa qué los quiero engrasaos ?
E demasiado aburrido
seguir y seguir la huella,
demasiado largo el camino
sin nada que me entretenga.
No necesito silencio.
Yo no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo,
ahura ya no pienso mas.
Los ejes de mi carreta
nunca los voy a engrasar...
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
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Maria Lua- Administrador-Moderador
- Cantidad de envíos : 76714
Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
MI TIERRA TE ESTAN CAMBIANDO
(A. Yupanqui)
Mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
La zamba ya no es la zamba
del provinciano cantor
que se han hecho los estilos
del paisano trovador
Donde están las vidalitas
que en antes escuchaba yo
igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
Mi tierra te están cambiando,
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
Cruz del sur márcame un rumbo
donde esconder mi dolor
dame un árbol solitario
de la pampa en un rincón
Dame un campo florecido
con macachines en flor
ande galopen potriadas
como ensayando un malón
Ande mire reflejarse
la luna en el cañadón
ande naide me pregunte
de’ande vengo y p’ande voy
Igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
Amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
(A. Yupanqui)
Mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
La zamba ya no es la zamba
del provinciano cantor
que se han hecho los estilos
del paisano trovador
Donde están las vidalitas
que en antes escuchaba yo
igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
Mi tierra te están cambiando,
o te han disfrasa’o que es pior
amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
Cruz del sur márcame un rumbo
donde esconder mi dolor
dame un árbol solitario
de la pampa en un rincón
Dame un campo florecido
con macachines en flor
ande galopen potriadas
como ensayando un malón
Ande mire reflejarse
la luna en el cañadón
ande naide me pregunte
de’ande vengo y p’ande voy
Igual que en aquellos tiempos
de cuando fui charamón
mi tierra te están cambiando
o te han disfrasa’o que es pior
Amalaya que se ruempa
pa’ siempre mi corazón
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y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Maria Lua- Administrador-Moderador
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Fecha de inscripción : 13/04/2009
Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil
Primero se impone una silueta, una mirada. Y pronto el sonido viene a completar la imagen. Una voz. Rasgueo de guitarra. Solicitada, la memoria entrega unos versos que suenan y se imponen, vivencias. La voz murmura : "No necesito silencio / Yo no tengo en que pensar. / Los ejes de mi carreta / nunca los voy a engrasar." (Los ejes de mi carreta). O se indigna : "El yanqui vive en palacio / ¡Yo vivo en un barracón! / ¿Cómo es posible que viva el yanqui mejor que yo? " (Basta Ya). O quizás, melódica, armoniosa, "dice" palabras que son música : "Si alguien me dice señor / agradezco el homenaje / mas soy gaucho entre el gauchaje / y soy nada entre los sabios..." (El payador perseguido).
Soledad o protesta. Canto o relato. Poesía y música siempre mezcladas y acompañándose. Hermanas más que rivales. Si en "Basta Ya" la música se hace discreta es para dar paso al mensaje; pero vuelve a sonar, más fuerte, entre las coplas para mantener el pensamiento en la vía emprendida par las palabras. Extraña alquimia. Mezcla sutil. Armonía lograda. Tanto que conmueven y trastornan igual al oyente o al lector ya que ambos se preguntan cómo ha podido Atahualpa Yupanqui obtener este perfecto equilibrio, de qué se ha nutrido y por qué su arte habla tan directamente al corazón sin que lo obstaculice la lengua.
El artista es púdico. Se entrega poco. Su vida está en su obra, suele puntualizar. Intentaremos, sin embargo, hallar algunas pistas.
Nace el 31 de enero de 1908 en El Campo de la Cruz, al norte de la provincia de Buenos Aires. En aquel entonces se llama Héctor Chavero. Su madre es vasca, su padre, criollo, Argentino de pura cepa. "Me galopaban en la sangre trescientos años de América, desde que don Diego Abad Chavero llegó para abatir quebrachos y algarrobos, a hacer puertas y columnas para iglesias y capillas", escribe en el canto del viento.
Y al contar su infancia evoca su profunda afición a la guitarra, sus largos recorridos por Argentina, las más veces a caballo, hacia el Interior : "Donde sienta un chiflido amistoso, ahí me apeo, doy las gracias y pelo la guitarra. Si nada me dicen sigo caminando, que es quizá el signo de mi destino: caminar, caminar siempre."
Practica diversos oficios, observa los paisajes y los hombres, compartiendo la misma vida, impregnándose de su música. Recoge de la misma fuente las formas musicales más variadas - tan sumamente distintas según el marco geográfico - que constituyen el folklore. Entre muchas otras la milonga, canto lento y grave de la Pampa; la chacarera y la zamba, danzas de ritmo vivo y alegre, la vidala, intimista; la baguala, grito o protesta de los kolla del altiplano, del arriero criollo, del peón mestizo.
Con infinito respeto Atahualpa Yupanqui restituirá en sus composiciones todas estas formas surgidas de la tradición más pura. Bajo forma diferente "El payador perseguido" completará "El canto del viento." A esta autobiografía se mezclan consejos y meditaciones sobre los temas más diversos. El texto es magnifico, la interpretación insuperable. Este poema de 726 versos se ha cotejado con "Martín Fierro" de José Hernández, publicado en 1872 y que ha conocido un gran éxito popular. El relato de las aventuras de un gaucho perseguido par las autoridades y que se transforma en héroe, victima de los ricos es escrito en coplas de seis versos. La lengua es la de los gauchos.
"Martín Fierro" y "El payador" presentan numerosas características comunes y quedarán, no cabe duda, como testimonios de una época. Atahualpa Yupanqui dice y canta este poema con ritmo de milonga. El estilo es el de una conversación amistosa y entrañable, una invitación a compartir las alegrías, las penas, las rebeliones. Voz y guitarra, otra vez. Y siempre, en filigrana, hombres y paisajes.
Todo esto, lo percibe la sensibilidad. El lenguaje musical no conoce fronteras. Es asequible a todos. Somos muchos los que nos hemos visto acompañados por sus canciones, desde "Duerme negrito" hasta "Preguntitas...", pasando por "Campesino" y la "Milonga del solitario." Nos lleva hacia otras tierras y del descubrimiento brota la felicidad. Luego advertimos que nos está hablando de nosotros mismos. Sea cual sea la latitud en donde vive, idéntica es la manera en que el hombre, experimenta la soledad, el silencio a el susurro, del agua. Y esto es pura felicidad, la de la comunión. Cuando describe una realidad social lo hace con pudor y dignidad. Se afirma como testigo, no como abanderado, dejando a cada uno libre de escoger y de decidir. Y uno lo aprecia, como signo de respeto.
Este texto - que se afirma homenaje - se lo dejamos concluir al hombre, que supo marcar nuestra época, a Atahualpa Yupanqui:
"¡Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad
y aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones,
han de vivir mis canciones
en el alma de los demás!"
(El payador perseguido)
Escrito por Francoise Thanas. Traducción al español de Montserrat Prudon.
En la presentación de la recopilación de 5 CDs. Registrado a nombre de Robert Prudon (1971-1974-1977). Copyright 1992. L'Integrale and Le chant du Monde.
http://www.sreyes.org/atacancionero.htm#13
_________________
"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Maria Lua- Administrador-Moderador
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"Ser como un verso volando
o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
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o un ciego soñando
y en ese vuelo y en ese sueño
compartir contigo sol y luna,
siendo guardián en tu cielo
y tren de tus ilusiones."
(Hánjel)
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Hola Pedro y gracias por tu comentario sobre estas coplas de Atahualpa, me alegro que compartas mi gusto por estas composiciones poéticas. Muchas gracias por transcribir "EL PIYAYO" así como sus datos biográficos y te pido perdón por no haberte enviado los datos biográficos que me pediste ya que estuve superada por mi trabajo. Agradezco a María Lua que los ha enviado además de otras hermosas composiciones de Yupanqui que ambos seguramente recordamos. Te envío un gran abrazo
Graciela
Graciela
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
Hola Pascual. Me alegro que te haya gustado reencontrarte con estas bellas obras de Yupanqui. Yo al igual que tú disfrutaba de oír estas canciones tan bellas cuando era jovencita. María Lua transcribe, entre otras obras, "LA ENGAÑERA", ¿Quién no recuerda esta composición de Yupanqui en las voces de LOS CHALCHALEROS o LOS TUCU TUCU?
"Corazón por qué no callas
no te cansas de llorar
mira que me estoy muriendo
mira que no puedo más.
..........................
Ayer la he visto con otro
alegre la ví pasar
ganas tuve de gritarle
engañera p"ande vas.
..........................
Un gusto compartir contigo estas joyitas. Un abrazo grande para tí
Graciela
"Corazón por qué no callas
no te cansas de llorar
mira que me estoy muriendo
mira que no puedo más.
..........................
Ayer la he visto con otro
alegre la ví pasar
ganas tuve de gritarle
engañera p"ande vas.
..........................
Un gusto compartir contigo estas joyitas. Un abrazo grande para tí
Graciela
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
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Andrea ¡qué bueno que compartas el gusto por este tipo de obras! Nuestros compañeros de foro han hecho aportes valiosísimos que nos estremecen por su valor literario y poético y porque no es común hoy en día encontrarse con este tipo de obras. Un beso grande para tí amiga
Graciela
Graciela
Graciela Borelo- Cantidad de envíos : 376
Fecha de inscripción : 16/11/2009
Localización : Montevideo/Uruguay
María Lua ¿qué puedo decirte amiga? Graaaaaacias por salir en mi auxilio y responder a Pedro ya que estuve con muchísimo trabajo estos días. Muy bueno que nos hayas acercado recuerdos como: CHACARERA DE LAS PIEDRAS y LA ENGAÑERA, ¡LOS EJES DE MI CARRETA! y tantos otros, así como los datos biográficos tan buenos que has aportado. La voz y la guitarra de DON ATAHUALPA YUPANQUI, graaaaaaaaaaaaacias!!!!!!
Un beso, un abrazo y todo mi cariño para tí
Graciela
Un beso, un abrazo y todo mi cariño para tí
Graciela
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