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por ernesto würth Dom 03 Jul 2011, 12:52[b][i]
PARANOICA SOLEDAD.
Hay diversas soledades obsesivas
y felicidades apartadas ideadas.
En largas caminatas al lado del mar
vistiendo eternidades no certeras
algunas en traje de baño,
pintando luces amarillas de velas.
Como un escape o salida al solitario
emerjo desde abismos mudos
o sueño publicar un libro de poemas,
o tomar tu mano tan lejana;
la belleza se pasea en paños menores
frente a la ventana que te contempla
absorta,raudamente callada,
muda de asombro,
al recorrer tu geografía,
todo lo descrito mientras estoy solo,
sin solucionar el vacío que tengo
a pesar que a veces tomo los pinceles
chorreo escritos con mi pincel y óleo.
Dicen que no se puede pintar poemas.
Pero pinto historias, te retrato, trazos locos.
Mancho mi ropa con trozos de poemas
que a veces desprenden pinturas vagas
ilegibles letras, cursivas, discursivas,
y de repente me voy a lugares raros
bajo un sauce que llora solo,paranoico,
junto al sonido del estero operático
un rigoletto cargado de sentimientos
con olor a humo de campo.
Comencé a escribir bajo el sol
y ahora me ahoga la oscura noche
y aún no consigo describir a Soledad
quien logra aislarme del mundo
al que a veces miro como viejo viejo
olvidando los deseos terrenales,
cuando toco las aguas del estero
confundiéndolo con sus espaldas.
A veces siento el pitazo del tren
que no existe sino en mi mente vacía
que sigue y sigue buscando la belleza
vaciada desde mi vida a la estación
de los olvidos, allí donde llego sólo,
y esperar próximo tren que no llegará
y que seguiré esperando mientras viva.
Yo no sé si me gusta Soledad,
nunca lo he aclarado,y no la llamo,
pero sin explicación obsecuente llega,
prefiero no pensar porqué no lo hago.
Pero esquivo, sin resultado alguno.
A veces siento una melodía atrayente,
y me hago acompañar por un cello
al cual le arranco gritos de ternura
otras, de terror, pero el vecino
me hace callar porque es hora de sueños.
Estoy sólo porque quiero estarlo.
Y también no quiero.
Entonces esa señora se aprovecha´
y abusa de mi confianza. Me viola
o a lo mejor me acusa de violacón.
(no soy un Dominique StraussKahn)
y no puedo reclamarle a nadie
ni a la comisión de derechos humanos
ni al vaticano, o a las naciones unidas.
Es problema de la llamada vejez-vejez
con la mala pata de haberse quedado
tan solo. ¿seré yo el paranoico? Jajaja
.
PARANOICA SOLEDAD.
Hay diversas soledades obsesivas
y felicidades apartadas ideadas.
En largas caminatas al lado del mar
vistiendo eternidades no certeras
algunas en traje de baño,
pintando luces amarillas de velas.
Como un escape o salida al solitario
emerjo desde abismos mudos
o sueño publicar un libro de poemas,
o tomar tu mano tan lejana;
la belleza se pasea en paños menores
frente a la ventana que te contempla
absorta,raudamente callada,
muda de asombro,
al recorrer tu geografía,
todo lo descrito mientras estoy solo,
sin solucionar el vacío que tengo
a pesar que a veces tomo los pinceles
chorreo escritos con mi pincel y óleo.
Dicen que no se puede pintar poemas.
Pero pinto historias, te retrato, trazos locos.
Mancho mi ropa con trozos de poemas
que a veces desprenden pinturas vagas
ilegibles letras, cursivas, discursivas,
y de repente me voy a lugares raros
bajo un sauce que llora solo,paranoico,
junto al sonido del estero operático
un rigoletto cargado de sentimientos
con olor a humo de campo.
Comencé a escribir bajo el sol
y ahora me ahoga la oscura noche
y aún no consigo describir a Soledad
quien logra aislarme del mundo
al que a veces miro como viejo viejo
olvidando los deseos terrenales,
cuando toco las aguas del estero
confundiéndolo con sus espaldas.
A veces siento el pitazo del tren
que no existe sino en mi mente vacía
que sigue y sigue buscando la belleza
vaciada desde mi vida a la estación
de los olvidos, allí donde llego sólo,
y esperar próximo tren que no llegará
y que seguiré esperando mientras viva.
Yo no sé si me gusta Soledad,
nunca lo he aclarado,y no la llamo,
pero sin explicación obsecuente llega,
prefiero no pensar porqué no lo hago.
Pero esquivo, sin resultado alguno.
A veces siento una melodía atrayente,
y me hago acompañar por un cello
al cual le arranco gritos de ternura
otras, de terror, pero el vecino
me hace callar porque es hora de sueños.
Estoy sólo porque quiero estarlo.
Y también no quiero.
Entonces esa señora se aprovecha´
y abusa de mi confianza. Me viola
o a lo mejor me acusa de violacón.
(no soy un Dominique StraussKahn)
y no puedo reclamarle a nadie
ni a la comisión de derechos humanos
ni al vaticano, o a las naciones unidas.
Es problema de la llamada vejez-vejez
con la mala pata de haberse quedado
tan solo. ¿seré yo el paranoico? Jajaja
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