Sobre las llamaradas.

Sobre las llamaradas
el tiempo retoma su nombre
para volver en creencias y sándalos
a la montaña que lo mantiene.
Las estrellas acunan su brillo
y la madrugada promete su continuidad.
Sin embargo el cuerpo no sabe
no puede
no alcanza,
la melodía ha demostrado insuficiencia
y mantiene los límites
junto al pozo de las decepciones.

En este no ser
somos
y permanecemos engarzados al oro de promesas
para nunca llegar en acomodo
a la luz verdadera.
Sobre esta realidad de irrealidades
contruimos la cabaña
que amamanta la entrega
sin saber
que el núcleo termina
sin tener en cuenta
nuestras devociones.

En este no ser
somos
y permanecemos engarzados al oro de promesas
para nunca llegar en acomodo
a la luz verdadera.


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Qué lindo es leer así y adentrarse en la profundidad de tu poesía querido Ignacio, y si! somos instante pero la luz existe plena en nuestro interior, en nuestros actos, en la mirada optimista y sobre todo liberarnos de las cosas que nos perturba la mente...es mi sentir amigo.
Ha sido un placer asomarme, un abrazo.

s.c.