EJERCICIOS DE VERANO.- 1

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!

Arenas hay que descalzas
no llevan tus huellas dentro,
y mares hay que no saben
el número de sus muertos.

En el mascarón del barco
que me alejó de tu puerto,
las olas, hambrientas manos,
con tu voz me llaman dentro.

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda , sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!

Arenas hay que descalzas
no llevan tus huellas dentro,
y mares hay que no saben
el número de sus muertos.

En el mascarón del barco
que me alejo de tu puerto
las olas abren los labios
para recordar tu cuerpo.

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.


JUAN JOSE, EXCEPCIONAL UN LUJO TENERTE AQUÍ,
UN FUERTE ABRAZO, TORI.

Extraordinario poema, que trae un poco de calor en este duro invierno.
Cariñosssssssssssss desde Buenos Aires

Gracias,Tori, un abrazo.

Mi antiguo y querido amigo:
¡Qué grandeza la de tu poesía! ¡Qué gracia la de esta métrica que tu palabra eleva de lo popular a lo culto!
¡Qué alegría me ha proporcionado encontrarte!
Un fuerte abrazo de

Jacinto...

Que bello ejercicio el del olvido... que bellos versos en esta noche
que nace impacientada de amor... bellísimo poema.
Desde este, mi Buenos Aires querido te mando todo mi cariño
del almaaaaaaaaaaa.

LILI

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!

Se me habian pasado por completo estos ejercicion, J.J. Enhorabuena, poeta!

Abrazos - Iben

Un hermoso poema, que se disfuta de principio a fin, en la belleza de sus imágenes y en su preciso ritmo.
Un placer de lectura, un saludo.

Gracias. Cecilia, por tu lectura en medio del frío.
Un abrazo.

Su palabra tiene algo que acaricia, Maestro. Siempre.

Un abrazo.

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!
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La excelencia se distingue fácil en tus letras.


Un gusto, compañero

Juan José Alcolea Jiménez escribió:La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!

Arenas hay que descalzas
no llevan tus huellas dentro,
y mares hay que no saben
el número de sus muertos.

En el mascarón del barco
que me alejó de tu puerto,
las olas, hambrientas manos,
con tu voz me llaman dentro.

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

Un poema bellísimo y una reiteración
que alarga aún más la tarde
y la persistencia del recuerdo...
¡Felicidades!

Un abrazo
Helena

EJERCICIOS DE VERANO.- 1
por Juan José Alcolea Jiménez el 10/7/2009, 20:41

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.

¡Qué despacio va el olvido
borrándote de mis dedos
y que deprisa la boca
desabrigada en tu cerco!

Arenas hay que descalzas
no llevan tus huellas dentro,
y mares hay que no saben
el número de sus muertos.

En el mascarón del barco
que me alejó de tu puerto,
las olas, hambrientas manos,
con tu voz me llaman dentro.

La tarde larga, muy larga,
la noche lenta, muy lenta,
la madrugada, despacio,
abriendo, tarda, sus piernas;
¿Y el recuerdo? ¡Ay! el recuerdo:
Siempre llamando a tu puerta.


Poema bello, muy bello, que discurre despacio en una perfecta simbiosis de la palabra y su sentido. Felicidades, Juan José Un Abrazo. Pedro.