Cólquico, ahí florece

Precioso poema, Ricardo. Me encantó, amigo. Mis sinceras felicitaciones y un fuerte abrazo.

Ricardo Serna G escribió:

Cólquico, ahí florece

Ahí florece el cólquico
color de ojeras y de lilas
tus ojos a esa flor se parecen…

--Guillaume Apollinaire—


Ahí florece.
Mira aquí, hay mucho que contar,
el cólquico brota en otoño, como tú,
con ese color lila que se refleja
en mis ojos. Mira aquí, te extraño,
siempre, todo en silencio, tus ojeras
me acarician como enredadera
en mi cuerpo. Cuándo, el sueño libera
los corazones en manos llenas,
en melancólicas miradas
y en cálidos pétalos desaparecen.

Ahí florece.
Hay tierra húmeda en pequeños espacios,
un fusil en mano escondida,
un retorcido pecado que llora tumba,
un iluminado ángel tejiendo minutos;
hay guitarras guardadas sin regreso,
una canción cincelada en pared de hierro,
una casa con campanas, desgarrado sonido,
una mesa con canto de sirenas;
hay susurrantes mieles alineadas  en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.

Mira aquí, siempre reinó la guerra,
sólo existía las catedrales de miradas,
un lejos enterrado,
una muerte de lirios negros,
una vida donde sólo dormíamos
y en mi mano, un jabón de alivio.

Bella la flor como bello el poema y todo lo que en el se guarda... Un abrazo, Ricardo. Un abrazo

Florece liberando los corazones, dando luz a la oscuridad.
Muchas gracias Ricard por la profundidad de tu poesía
Un abrazo
Maria

Ricardo: Siempre algo aprendo de tu enorme poesía amigo...Bello poema....

Luis Muñiz M. escribió:Precioso poema, Ricardo. Me encantó, amigo. Mis sinceras felicitaciones y un fuerte abrazo.

Gracias amigo

un abrazo fuerte

Gracias por tus versos: están llenos de sabiduría. Y en ellos, por más dolorosos que puedan resultar,hay una gran belleza.

Un cordial saludo.

Y aquí florecen unos versos a la hoguera del recuerdo.
Gracias, poeta, es un placer escuchar.
Un fuerte abrazo y que sea un buen día.

Carlos Justino Caballero escribió:

Ricardo Serna G escribió:

Cólquico, ahí florece

Ahí florece el cólquico
color de ojeras y de lilas
tus ojos a esa flor se parecen…

--Guillaume Apollinaire—


Ahí florece.
Mira aquí, hay mucho que contar,
el cólquico brota en otoño, como tú,
con ese color lila que se refleja
en mis ojos. Mira aquí, te extraño,
siempre, todo en silencio, tus ojeras
me acarician como enredadera
en mi cuerpo. Cuándo, el sueño libera
los corazones en manos llenas,
en melancólicas miradas
y en cálidos pétalos desaparecen.

Ahí florece.
Hay tierra húmeda en pequeños espacios,
un fusil en mano escondida,
un retorcido pecado que llora tumba,
un iluminado ángel tejiendo minutos;
hay guitarras guardadas sin regreso,
una canción cincelada en pared de hierro,
una casa con campanas, desgarrado sonido,
una mesa con canto de sirenas;
hay susurrantes mieles alineadas  en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.

Mira aquí, siempre reinó la guerra,
sólo existía las catedrales de miradas,
un lejos enterrado,
una muerte de lirios negros,
una vida donde sólo dormíamos
y en mi mano, un jabón de alivio.

Bella la flor como bello el poema y todo lo que en el se guarda... Un abrazo, Ricardo. Un abrazo

Gracias, amigo
por tus amables palabras


Un abrazo fuerte

Mira aquí, hay mucho que contar,
el cólquico brota en otoño, como tú,
con ese color lila que se refleja
en mis ojos. Mira aquí, te extraño,
siempre, todo en silencio, tus ojeras
me acarician como enredadera
en mi cuerpo. Cuándo, el sueño libera
los corazones en manos llenas,
en melancólicas miradas
y en cálidos pétalos desaparecen.

Ahí florece.
Hay tierra húmeda en pequeños espacios,
un fusil en mano escondida,
un retorcido pecado que llora tumba,
un iluminado ángel tejiendo minutos;
hay guitarras guardadas sin regreso,
una canción cincelada en pared de hierro,
una casa con campanas, desgarrado sonido,
una mesa con canto de sirenas;
hay susurrantes mieles alineadas en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.

Mira aquí, siempre reinó la guerra,
sólo existía las catedrales de miradas,
un lejos enterrado,
una muerte de lirios negros,
una vida donde sólo dormíamos
y en mi mano, un jabón de alivio.


Precioso poema, Ricardo. Toda una experiencia poética.
Ademas, me has descubierto una magnífica planta con una bella flor: https://www.google.es/search?q=c%C3%B3lquico&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjqwfuH_5TpAhUKmxQKHQJCB0cQ_AUoAXoECBkQAw&biw=1339&bih=663Ahí florece.

Un abrazo.
Pedro

Ricardo, me parece excelso este poema. Un inmenso placer su lectura. Un gran abrazo.

un poema magistral Maestro, buena lectura para esta mañana porteña que va terminando.
Buen fin de semana

LILI

Siempre da gusto leer buena poesía, ensanchar el alma con ella, y esta ventana nunca defrauda, gracias maestro, abrazos

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.



Maravillosa la cita del gran Apollinaire...reconozco que tuve que ir a internet para conocer más sobre esa flor, que me parece muy bella.
Tus versos nunca defraudan, poeta...el dolor se expresa con gran belleza y sabiduría.
Cariñosssssssssss desde Buenos Aires

Maria Román escribió:Florece liberando los corazones, dando luz a la oscuridad.
Muchas gracias Ricard por la profundidad de tu poesía
Un abrazo
Maria

gracias amiga

Salud y felicidad

Un abrazo fuerte

Angel Salas escribió:Ricardo: Siempre algo aprendo de tu enorme poesía amigo...Bello poema....

Gracias amigo

Un abrazo

Ricardo Serna G escribió:

Cólquico, ahí florece

Ahí florece el cólquico
color de ojeras y de lilas
tus ojos a esa flor se parecen…

--Guillaume Apollinaire—


Ahí florece.
Mira aquí, hay mucho que contar,
el cólquico brota en otoño, como tú,
con ese color lila que se refleja
en mis ojos. Mira aquí, te extraño,
siempre, todo en silencio, tus ojeras
me acarician como enredadera
en mi cuerpo. Cuándo, el sueño libera
los corazones en manos llenas,
en melancólicas miradas
y en cálidos pétalos desaparecen.

Ahí florece.
Hay tierra húmeda en pequeños espacios,
un fusil en mano escondida,
un retorcido pecado que llora tumba,
un iluminado ángel tejiendo minutos;
hay guitarras guardadas sin regreso,
una canción cincelada en pared de hierro,
una casa con campanas, desgarrado sonido,
una mesa con canto de sirenas;
hay susurrantes mieles alineadas  en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.

Mira aquí, siempre reinó la guerra,
sólo existía las catedrales de miradas,
un lejos enterrado,
una muerte de lirios negros,
una vida donde sólo dormíamos
y en mi mano, un jabón de alivio.

buen poema Ricardo
un fuerte abrazo Poeta
salud!
suerte
y se feliz
cuidate

Pascual Lopez Sanchez escribió:Gracias por tus versos: están llenos de sabiduría. Y en ellos, por más dolorosos que puedan resultar,hay una gran belleza.

Un cordial saludo.

Gracias, amigo


Un abrazo fuerte

Salud y felicidad

Lluvia Abril escribió:Y aquí florecen unos versos a la hoguera del recuerdo.
Gracias, poeta, es un placer escuchar.
Un fuerte abrazo y que sea un buen día.

Gracias, amiga

Un abrazo fuerte

Salud y felicidad
así sea

Gracias Ricardo por la belleza nostálgica que siempre florece en tu poesía. Un abrazo

Alma Ragatzzi escribió:

Nunca salgo decepcionada de tus letras,
Ricardo...
Gracias por esta nueva entrega
y por este buen momento de lectura.
Un abrazo.

Gracias, Alma

Un abrazo fuerte

Salud y felicidad
Amen

UN ABRAZO, POETA
UN PLACER SIEMPRE LEERTE

Pedro Casas Serra escribió:Mira aquí, hay mucho que contar,
el cólquico brota en otoño, como tú,
con ese color lila que se refleja
en mis ojos. Mira aquí, te extraño,
siempre, todo en silencio, tus ojeras
me acarician como enredadera
en mi cuerpo. Cuándo, el sueño libera
los corazones en manos llenas,
en melancólicas miradas
y en cálidos pétalos desaparecen.

Ahí florece.
Hay tierra húmeda en pequeños espacios,
un fusil en mano escondida,
un retorcido pecado que llora tumba,
un iluminado ángel tejiendo minutos;
hay guitarras guardadas sin regreso,
una canción cincelada en pared de hierro,
una casa con campanas, desgarrado sonido,
una mesa con canto de sirenas;
hay susurrantes mieles alineadas  en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Hay mucho que contar, y esperé
toda una vida, la luz llegó al obscurecer
y ahí florece. Mis manos tocaban tus labios,
y tus secretos y los míos iluminaban nuestras omisiones,
largas noches con miradas que gritaban
por los insectos que violaban el fuego,
y los cuerpos como búhos sin ningún pensamiento
queriendo fugarse hacia lo desconocido.

Mira aquí, siempre reinó la guerra,
sólo existía las catedrales de miradas,
un lejos enterrado,
una muerte de lirios negros,
una vida donde sólo dormíamos
y en mi mano, un jabón de alivio.


Precioso poema, Ricardo. Toda una experiencia poética.
Ademas, me has descubierto una magnífica planta con una bella flor: https://www.google.es/search?q=c%C3%B3lquico&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjqwfuH_5TpAhUKmxQKHQJCB0cQ_AUoAXoECBkQAw&biw=1339&bih=663Ahí florece.

Un abrazo.
Pedro

Gracias, amigo Pedro
por tu amable comentario


Un abrazo fuerte

hay susurrantes mieles alineadas en marchita cera,
un tambor con cabellos en escombro,
una primavera rodando sin alas
y un invierno con tejidos de nieve.

Vuelvo a este hermoso poema,
amigo Ricardo.
Besos
Maria Lua

Escanaverino escribió:Ricardo, me parece excelso este poema. Un inmenso placer su lectura. Un gran abrazo.

Gracias, un abrazo fuerte

Salud y felicidad

Vuelvo a tu poema pq e un enorme disfrute de lectura.
Un abrazo.

Liliana Aiello escribió:un poema magistral Maestro, buena lectura para esta mañana porteña que va terminando.
Buen fin de semana

LILI

Gracias, querida amiga

Un abrazo fuerte

Salud y felicidad
presente