Pues señor, nadie diría | 610 |
que esta casa está habitada. | |
Hola Pepe, bien hallado; | |
me alegro de verle a usted, | |
porque me hará la merced | |
de decirme qué ha pasado, | 615 |
qué ha podido motivar | |
un paso como el de ayer; | |
irse con esa mujer | |
dando a la gente que hablar. | |
Qué clase de relaciones | 620 |
median, y que yo ignoraba, | |
entre usted y la que estaba | |
deshonrando mis salones. | |
No puede usted figurarse | |
lo que allí se murmuró; | 625 |
ya el escándalo se dio | |
y no puede remediarse; | |
ella desapareció | |
y la crítica no muerde | |
a gente oscura; quien pierde | 630 |
en este asunto soy yo; | |
porque ¿cómo he de seguir | |
recibiendo en una casa | |
en que ya cuentan que pasa | |
lo que así da que decir? | 635 |
¡Un soltero, una casada | |
saliendo de un baile a gritos, | |
y marchándose juntitos | |
por una puerta excusada! | |
¡Así charlaba la gente! | 640 |
¡Bueno le ponen a usté! | |
Francamente, yo no sé, | |
como usted, que es tan prudente, | |
ha podido dar lugar | |
a estos dimes y diretes, | 645 |
que lo hagan los mozalvetes... | |
¡pero un hombre regular! | |
Cosa es para que se enoje | |
todo el mundo; yo no sé | |
cómo haga... ¡y si viera usté | 650 |
en qué situación me coge! | |
yo que daba reuniones | |
y bailes buscando socios | |
para activar mis negocios | |
gordos en altas regiones. | 655 |
Yo que con santa paciencia | |
sufro mis deudas y atrasos, | |
mientras estoy dando pasos | |
para tener influencia, | |
y estaba dando los bailes, | 660 |
para cobrar unos ciertos | |
créditos que tengo muertos | |
de allá de cuando los frailes, | |
y un semestre de cupón | |
perdiendo doce mil reales, | 665 |
¡y unos bienes nacionales | |
que tengo de mogollón! | |
Yo que me estoy arruinado | |
por ver si las relaciones | |
me procuran ocasiones | 670 |
de ir mis cosas arreglando, | |
y traigo a casa quizás | |
con el pretexto del té, | |
a personas que yo sé | |
que hacen eso y mucho más. | 675 |
Yo me encuentro por ustedes | |
murmurada y ofendida, | |
y otra vez sola y metida | |
entre mis cuatro paredes. | |
Debo los tés, los refrescos, | 680 |
las comidas, el Champaña, | |
y todo por una extraña | |
y un... ¡pues hijo, estamos frescos! | |
no me conoce usté a mí; | |
sepa usted que he decidido | 685 |
venir y hablar al marido, | |
un hombre a quien nunca vi, | |
y a quien puedo hablar muy claro, | |
y por si acaso lo ignora, | |
le diré que su señora | 690 |
y usted, con harto descaro, | |
deshonrando mis salones, | |
han deshonrado su nombre: | |
veremos a ver si es hombre | |
que aguanta sofocaciones, | 695 |
y ya que yo estoy perdida, | |
me vengaré, armando grescas, | |
y hablaré, y diré mil frescas | |
a esa amiga fementida, | |
y a usted le he de denostar, | 700 |
y pues que iracunda estoy... | |
pero en fin, callo, porque hoy | |
no tengo ganas de hablar. | |
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