PEDRO CASALDALIGA (1928 - 2020)
EL VUELO DEL QUETZAL
II
POR LAS VEREDAS
DEL DIOS DEL PUEBLO
DESDE CENTROAMÉRICA
6. IGLESIA, REVOLUCIÓN, REINO.
6.29. DISCERNIMIENTO AQUÍ Y AHORA
Siendo revolucionarios, en tal lugar concreto, y siendo también quizá marxistas -vamos a suponer-, siendo en todo caso cristianos y agentes de pastoral, y viendo las cosas con espíritu crítico, situados en la Iglesia, dentro de ese pluralismo, dentro de todas esas tensiones... conociendo a la revolución, los partidos, los propios problemas internos, conociéndole el aire al Imperio, sabiendo de la estructura, conociendo gradualmente las coyunturas, y las exigencias que el Espíritu le hace a cada uno... en medio de todo eso: ¿cuál es mi contribución específica?
Responder a eso sería la fidelidad al Espíritu. Eso sería el discernimiento de espíritus del que se nos hablaba, aplicado sin dicotomías.
A/
Creemos en Dios Padre, creador de una tierra que nos fue quitada, Padre de los desposeídos.
Creemos en el Dios de la Vida, de la Paz y el Amor y la Justicia, que se hizo pueblo en Jesús, hombre sufriente, apasionado, entregado, muerto y resucitado, gloria y esperanza de los pobres.
Creemos en los pobres como cuerpo torturado de Jesús, y en Su presencia viva en América Latina.
Creemos en la madre, mujer, esposa, amiga y compañera, siempre dispuesta al sacrificio.
Creemos en el pensamiento y en la praxis revolucionarias, como creadoras de estructuras más justas y humanas.
Creemos en el Amor, capaz de transformar el hombre y la sociedad.
Creemos en el Espíritu, que impulsa la lucha de los pobres, que da vida y fuerza para enfrentar la angustia y el sufrimiento.
Creemos en el Pueblo, que tiene nombre y apellido, que sufre, aguanta, ríe y canta con la certeza de que el amanecer llegará para traer paz, justicia, trabajo y pan para todos.
Redacción colectiva
B/
Creemos en Dios, Padre y Madre, corazón del cielo y de la tierra, que nos da la fe, la esperanza, el amor.
Creemos en Jesús, que se hizo historia del pueblo y marca hoy los pasos de nuestro caminar.
Creemos en el Espíritu de Dios, que crea y recrea, que vivifica, que da creatividad para sobrevivir.
Creemos en María, madre de las madres de nuestros héroes latinoamericanos. Creemos en la mujer latinoamericana, que, como María, da a luz la vida con dolor y esperanza para que haya vida nueva y plena para todos.
Creemos en los pueblos crucificados de Centroamérica, con la aurora pascual de Nicaragua.
Creemos en el pueblo, que vive y celebra su fe, en sus rostros sufrientes y cristalinos, en su organización y espíritu comunitario, en sus luchas, semillas de libertad.
Creemos en la hermandad del indio, el campesino, el marginado, el refugiado, el negro, el joven, la mujer... los pobres todos de la tierra.
Creemos en la solidaridad de los pueblos, expresión de la fuerza y la ternura de Dios.
Creemos en la Resurrección de nuestros pueblos y en el único Pueblo que seremos cuando celebremos juntos el triunfo final, en el Reino de Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Redacción colectiva
C/
Creemos que Dios Padre tiene rostro de mujer curtida de esperanza.
Creemos en el Dios transnacional exportador de la revolución evangélica que creó a Centroamérica sin fronteras.
Creemos en Jesucristo, su Hijo, estratega de liberación, atrincherado a la izquierda del Padre, guerrillero subversivo sembrador de bombas de justicia que socavan el trono de los poderosos en el corazón mismo del Imperio.
Creemos en el Espíritu Santo, aire nuevo que baja de la montaña. Fuerza que aúna la esperanza de los Pueblos. Siempre en la lucha. Fiesta que ilumina la noche oscura desde el campamento. Luz que pone al descubierto al oligarca, al torturador, a los constructores de la injusticia. Solidaridad que anima la Iglesia de los Pobres.
Creemos en la Iglesia-tierra de Vicente Menchú, mártir del Quiché de Guatemala. En la Iglesia-profecía de san Romero, Pastor y Mártir de El Salvador y de América. En la Iglesia-campesina de los mártires de Olancho en Honduras. En la Iglesia-militante de Gaspar García Laviana, sacerdote hasta el final, muerto en combate en las montañas de Nicaragua. En la Iglesia-organización y formación obrera de Monseñor Víctor Sanabria de Costa Rica y en la Iglesia-cooperativa del Padre Héctor Gallego de Panamá.
Creemos en la unidad del Pueblo, en su resistencia y en sus organizaciones populares. En su Esperanza muchas veces desesperada. En la vida del pueblo que muere y tiñe de rojo el largo camino de la Resurrección.
Creemos que si Nicaragua venció, El Salvador vencerá, Guatemala les seguirá, Costa Rica se convertirá, Honduras será desocupada y Panamá también se liberará.
Redactado por un colectivo de agentes de pastoral
de todos los países centroamericanos
FIN DE
II
POR LAS VEREDAS
DEL DIOS DEL PUEBLO
DESDE CENTROAMÉRICA
Hoy a las 15:00 por cecilia gargantini
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Hoy a las 14:43 por Maria Lua
» FERNANDO PESSOA II (13/ 06/1888- 30/11/1935) )
Hoy a las 14:40 por Maria Lua
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Hoy a las 14:34 por Maria Lua
» Rabindranath Tagore (1861-1941)
Hoy a las 14:32 por Maria Lua
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Hoy a las 14:28 por Pedro Casas Serra
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Hoy a las 14:23 por Pedro Casas Serra
» NO A LA GUERRA 3
Hoy a las 14:19 por Pascual Lopez Sanchez
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Hoy a las 14:07 por Pedro Casas Serra
» Dionisia García (1929-
Hoy a las 14:00 por Pedro Casas Serra