Aires de Libertad

¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

https://www.airesdelibertad.com

Leer, responder, comentar, asegura la integridad del espacio que compartes, gracias por elegirnos y participar

Estadísticas

Nuestros miembros han publicado un total de 1060616 mensajes en 48231 argumentos.

Tenemos 1584 miembros registrados

El último usuario registrado es joankunz

¿Quién está en línea?

En total hay 198 usuarios en línea: 3 Registrados, 0 Ocultos y 195 Invitados :: 3 Motores de búsqueda

ingrid zetterberg, Pascual Lopez Sanchez, Pedro Casas Serra


El record de usuarios en línea fue de 1156 durante el Mar 5 Dic - 20:39

Últimos temas

» MAIAKOVSKY Y OTROS POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, 2
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 7:29 por Pascual Lopez Sanchez

» XII. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (VII)
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 6:37 por Pascual Lopez Sanchez

» POESÍA SOCIAL XX. . CUBA. (Cont.)
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 6:14 por Pascual Lopez Sanchez

» CÉSAR VALLEJO (1892-1938) ROSA ARELLANO
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 6:08 por Pascual Lopez Sanchez

» ANTOLOGÍA DE GRANDES POETAS HISPANOAMÉRICANAS
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 4:25 por Lluvia Abril

» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 1:49 por Maria Lua

» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE (Brasil, 31/10/ 1902 – 17/08/ 1987)
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 1:46 por Maria Lua

» LITERATURA LIBANESA - POESÍA LIBANESA
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 1:40 por Maria Lua

» POESÍA ÁRABE
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyHoy a las 1:37 por Maria Lua

» : POEMAS SIDERALES II: Sol, Luna, Estrellas, Tierra, Naturaleza, Galaxias...
 DOSTOYEVSKI - Página 31 EmptyAyer a las 20:47 por Maria Lua

Octubre 2024

LunMarMiérJueVieSábDom
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031   

Calendario Calendario

Conectarse

Recuperar mi contraseña

Galería


 DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty

4 participantes

    DOSTOYEVSKI

    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:32

    ***


    Y ese hombre había venido a verme a mi propia casa. Tomó asiento. «Veo en
    usted —continuó— una gran fuerza de carácter, pues no tuvo miedo de servir a la
    verdad en un asunto en el que, por esa misma verdad, se arriesgó a sufrir el desprecio
    general.» «Quizá esté exagerando mucho en sus elogios», le dije. «No, no exagero —
    me respondió—, créame que hacer algo así es mucho más difícil de lo que usted
    piensa. De hecho —prosiguió—, ha sido eso lo que me ha impresionado y
    precisamente por eso he venido a verle. Descríbame, si no desdeña esta curiosidad
    mía, acaso indiscreta, qué sintió exactamente en el momento en que decidió pedir
    perdón en el duelo, si es que lo recuerda. No considere frívola mi pregunta, al
    contrario, se la hago con una finalidad secreta que probablemente le explicaré más
    adelante si es que Dios considera conveniente acercarnos aún más.»
    Mientras hablaba, no dejé de mirarlo y, de pronto, sentí una confianza fortísima en
    él, además de una excepcional curiosidad, porque tuve la sensación de que su alma
    guardaba un secreto muy especial.
    «Me pregunta qué sentí exactamente en el momento en que pedí perdón a mi
    adversario —le respondí—, pero será mejor que se lo cuente todo desde el principio,
    cosa que no he hecho con nadie —y le relaté todo lo ocurrido en casa con Afanasi y
    cómo me había postrado ante él en el suelo—. Como puede usted ver —concluí—, en
    el duelo ya fue todo más sencillo, porque yo había dado en casa los primeros pasos y,
    una vez que emprendes ese camino, lo demás no solo no es difícil, sino incluso
    placentero y alegre.»
    Me escuchaba y me miraba con atención: «Todo esto —me dice— es
    extraordinariamente curioso, vendré más veces a verle». Y desde entonces empezó a
    visitarme casi cada tarde. Y nos habríamos hecho amigos íntimos si él me hubiera
    hablado de sí mismo. Pero de sí mismo no decía casi ni una palabra, no hacía más que
    interrogarme. Aun así, le tomé mucho aprecio y le confié por completo mis
    sentimientos, pues pensaba: ¿qué más me da a mí su secreto? Incluso sin él, veo que
    es un hombre justo. Además, es un hombre tan serio y tan diferente a mí en edad, y
    viene a mi casa, a casa de un joven como yo, sin el menor desprecio. Aprendí de él
    muchas cosas de provecho, pues era un hombre de gran inteligencia. «Eso de que la
    vida es el paraíso… —me dijo un día—; hace mucho que le doy vueltas —y añadió de
    repente—: no pienso en otra cosa. —Me miró y sonrió—. Estoy más convencido que
    usted, más tarde sabrá por qué.» Al oír esto me dije: «Seguro que quiere revelarme
    algo». «El paraíso —dijo— se esconde en cada uno de nosotros; ahora, por ejemplo,
    también se oculta en mí y, si así lo quiero, mañana mismo se hará realidad y así será ya
    para toda la vida. —Lo miro, habla conmovido y me mira misteriosamente, como
    interrogándome—. Y cuando dice usted que todo hombre —prosiguió— es culpable
    por todos y por todo, además de por sus propios pecados… ese razonamiento suyo es
    muy acertado, y es asombroso que, de repente, haya podido abrazar esa idea con tal
    plenitud. Y, en verdad, es cierto que, cuando la gente comprenda esta idea, entonces
    surgirá para ella el reino de los cielos no en sueños, sino en realidad.» «Pero ¿cuándo
    se cumplirá esta idea? —exclamé yo con pesar—. ¿Se hará realidad alguna vez? ¿No
    será solo un sueño?» «Así que usted no tiene fe, predica pero no tiene fe. Ha de saber
    que, indudablemente, ese sueño, como usted dice, se hará realidad, créalo, pero no
    ahora, pues hay una ley para cada acción



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:33

    ***
    . Es una cuestión del alma, psicológica. Para
    rehacer el mundo es necesario que la gente tome, psicológicamente, otro camino.
    Mientras no nos convirtamos efectivamente en hermanos de todos los hombres, no
    habrá fraternidad. Ninguna ciencia, ningún interés enseñará nunca a las personas a
    repartirse propiedades y derechos pacíficamente. Siempre será poco para cada uno y
    todos seguirán murmurando, envidiándose y destruyéndose mutuamente. Pregunta
    usted cuándo se hará realidad. Se hará realidad, pero antes debe concluir el período
    del aislamiento humano.» «¿Qué aislamiento?», le pregunté. «El que ahora reina en
    todas partes, y especialmente en nuestro siglo, pero aún no ha concluido del todo y no
    le ha llegado su hora. Pues ahora cada uno aspira a diferenciarse, quiere experimentar
    en sí mismo la plenitud de la vida, pero el único resultado de todos estos esfuerzos es
    un completo suicidio y no la plenitud de la vida, ya que, en lugar de alcanzar una plena
    definición de su ser, las personas caen en un completo aislamiento. En nuestro siglo
    todos se han dividido en unidades, cada uno se aísla en su guarida, cada uno se
    distancia del otro, se esconde y esconde lo que posee y termina alejándose de la
    gente y alejando a la gente de sí. Acumula riquezas en soledad y piensa: cuán fuerte
    soy ahora, cuán seguro; pero ese insensato no sabe que, cuanto más acumula, más se
    hunde en su debilidad suicida. Pues se ha acostumbrado a confiar solo en sí mismo, se
    ha separado del conjunto, como unidad que es, ha enseñado a su alma a no creer ni
    en la ayuda de los hombres ni en la gente ni en la humanidad, y solo tiembla pensando
    en que puede perder su dinero y los derechos que ha adquirido con él. Ahora en todas
    partes la mente humana, de una forma ridícula, empieza a no comprender que la
    verdadera seguridad para el individuo no reside en su esfuerzo personal aislado, sino
    en la integridad común de la humanidad. Pero inevitablemente a este horrible
    aislamiento también le llegará su hora y alguna vez todos comprenderán de qué
    manera tan poco natural se habían apartado los unos de los otros. Ése será el espíritu
    de la época y se sorprenderán de haber estado tanto tiempo en la oscuridad sin haber
    318
    visto la luz. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo… Pero hasta
    entonces hay que custodiar esa bandera y, cada cierto tiempo, un hombre, al menos,
    debe dar ejemplo y, sacando su alma del aislamiento, realizar la proeza de la relación
    fraternal, aunque sea en calidad de yuródivy. Para que esta gran idea no muera…»
    Entre tales conversaciones fervorosas y entusiastas pasábamos las tardes. Yo llegué
    a prescindir del trato social y cada vez iba menos de visita; además, ya empezaba a
    estar pasado de moda. No digo esto como crítica, pues la gente seguía queriéndome
    y me trataba afablemente; pero hay que reconocer que, en efecto, la moda es, en la
    sociedad, una poderosa soberana. Finalmente empecé a mirar a mi enigmático
    visitante con admiración, pues, aparte de disfrutar de su inteligencia, tenía el
    presentimiento de que alimentaba en su interior algún proyecto y se estaba
    preparando, tal vez, para una gran gesta. Es posible que le agradara que yo no
    manifestara curiosidad por su secreto, que no le preguntara por él abiertamente ni
    mediante alusiones. Pero finalmente advertí que él mismo parecía empezar a
    atormentarse por el deseo de revelarme algo. En cualquier caso, eso se hizo muy
    patente como un mes después de que hubieran comenzado sus visitas. «¿Sabe usted
    —me preguntó una vez— que en la ciudad están muy intrigados con nosotros dos y les
    sorprende que venga a verle con tanta frecuencia? Allá ellos, pronto se aclarará todo.»
    A veces, de repente, era presa de una gran agitación, y entonces casi siempre se
    levantaba y se iba.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:34

    ***

    Otras veces me miraba larga y penetrantemente y yo pensaba:
    «Ahora es cuando me va a contar algo», pero de pronto paraba y empezaba a hablar
    de algo corriente, ya conocido. También solía quejarse de dolores de cabeza. Y he
    aquí que una vez, de forma imprevista, después de haberme hablado larga y
    acaloradamente, se puso pálido, el rostro se le contrajo por completo, y se quedó
    mirándome de hito en hito.
    —¿Qué le ocurre? —le digo—. ¿Se encuentra bien?
    Precisamente se había estado quejando de dolor de cabeza.
    —Yo… sabe usted… yo… maté a una persona.
    Lo dijo sonriendo, pero estaba blanco como la pared. «¿Por qué sonríe?», este
    pensamiento me atravesó el corazón antes de comprender nada. Yo también palidecí.
    —¿Qué está diciendo? —le grité.
    —Ya ve —me responde aún con su sonrisa pálida— cuánto me ha costado decir la
    primera palabra. Ya la he dicho y parece que me he puesto en marcha. Allá voy.
    Durante un buen rato no le creí, y ni siquiera le creí a la primera, sino solo después
    de que viniera tres días a casa y me lo contara con todo detalle. Lo tomé por un
    chiflado, pero al fin terminé por convencerme sin reservas, con gran pena y asombro.
    Hacía catorce años había cometido un crimen atroz y espantoso contra una señora rica,
    joven y guapa, una terrateniente viuda que tenía casa propia en nuestra ciudad, donde
    rondarla para que se casara con él. Pero ella le había entregado su corazón a otro, a un
    eminente militar de elevada graduación que en ese momento estaba en campaña y al
    que esperaba ver pronto. Rechazó la proposición y le pidió que no fuera a visitarla. El
    hombre dejó de ir, pero, como conocía la distribución de la casa, una noche penetró
    por el tejado, desde el jardín, con suma temeridad y arriesgándose a ser descubierto.
    Sin embargo, como sucede con mucha frecuencia, los crímenes cometidos con
    extraordinaria temeridad suelen tener más éxito que los otros. Tras entrar en el desván
    por una mansarda, bajó a las habitaciones por una pequeña escalera, sabiendo que la
    puerta que había al final de esa escalera no siempre tenía la llave echada, por
    negligencia del servicio. Contaba con ese descuido, y justo así fue como se encontró la
    puerta. Habiéndose introducido de ese modo en la zona habitada, avanzó a oscuras
    hasta el dormitorio de la señora, iluminado por una lamparilla. Como hecho a
    propósito, sus dos doncellas habían salido a escondidas, sin pedir permiso a su señora,
    para asisitir a una fiestecilla de cumpleaños que se celebraba en esa misma calle. Los
    demás criados y criadas dormían en los cuartos de la servidumbre y en la cocina, en la
    planta baja. Viendo a la mujer dormida, la pasión se avivó en él, pero después una
    rabia vengativa y celosa se apoderó de su ánimo y, enajenado, como borracho, se
    acercó y le clavó un cuchillo en el corazón, de modo que ella ni siquiera dejó escapar
    un grito. A continuación, de acuerdo con un cálculo diabólico, verdaderamente
    criminal, dispuso todo de tal manera que sospecharan de los criados: no tuvo ningún
    reparo en llevarse el monedero de la víctima, abrió la cómoda con unas llaves que sacó
    de debajo de la almohada y se apoderó de algunos objetos tal y como lo hubiera
    hecho un criado ignorante, es decir, dejó los títulos de valores y cogió solo el dinero,
    así como algunos objetos de oro grandes, desdeñando otros pequeños, diez veces
    más valiosos. T





    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:35

    ***


    También se llevó alguna cosa de recuerdo, pero de esto hablaremos
    después. Habiendo ejecutado este terrible acto, salió por donde había entrado. Ni al
    día siguiente, cuando cundió la alarma, ni nunca después en la vida, se le ocurrió a
    nadie sospechar del verdadero criminal. Tampoco sabía nadie de su amor por ella,
    pues aquel hombre siempre había sido reservado y huraño, y no tenía un amigo al que
    abrirle su alma. Lo tenían, sencillamente, por un conocido de la difunta, y no
    especialmente cercano, puesto que en las últimas dos semanas no había ido a visitarla.
    En cambio, enseguida sospecharon de Piotr, un siervo, y todas las circunstancias
    coincidieron en confirmar la sospecha, porque este siervo sabía, dado que la difunta
    no lo había ocultado, que tenía intención de enviarlo al servicio militar, dentro de la
    cuota de reclutas que le correspondía, pues era soltero y, encima, se portaba mal. En
    la taberna le habían oído proferir, rabioso y borracho, amenazas de muerte. Y apenas
    dos días antes de la muerte de su señora había huido y se había escondido en la
    ciudad, no se sabía dónde. El día después del asesinato lo encontraron en un camino,
    en la salida de la ciudad, borracho como una cuba, con su cuchillo en un bolsillo y,
    320
    para colmo, con la mano derecha manchada de sangre. Afirmaba que le había salido
    sangre de la nariz, pero no le creyeron. Las criadas confesaron que habían estado en
    aquella fiesta y que habían dejado abierta, hasta su regreso, la puerta de entrada por
    el porche. Y se fueron descubriendo muchos más indicios semejantes que llevaron a la
    detención del siervo inocente. Lo apresaron y lo procesaron, pero justamente una
    semana después el preso cayó enfermo de unas fiebres y murió inconsciente en el
    hospital. Así terminó el proceso, confiado a la voluntad divina, y todos —el juez, las
    autoridades y la sociedad entera— se quedaron convencidos de que el autor del
    crimen no era otro que el siervo fallecido. Pero a continuación empezó el castigo.
    El visitante enigmático, y ahora ya amigo mío, me reveló que al principio no sintió
    el menor remordimiento de conciencia. Sufrió mucho tiempo, pero no por ese motivo,
    sino por la muerte de la mujer amada, porque ella ya no estaba, porque al matarla
    había matado su amor, mientras que el fuego de la pasión seguía en su sangre. Pero
    no pensaba apenas en la sangre inocente derramada, en el asesinato de una persona.
    La idea de que la víctima podía haberse convertido en la esposa de otro le parecía
    inadmisible: por eso durante mucho tiempo estuvo convencido en conciencia de que
    no podía haber actuado de otro modo. Al principio le abrumó un poco la detención
    del siervo, pero la rápida enfermedad y muerte del preso lo tranquilizaron, pues esta
    muerte, según todas las evidencias (así razonaba él entonces), no se debió a la
    detención o al miedo, sino a un resfriado que había cogido precisamente en los días
    de su huida, cuando, borracho como una cuba, estuvo tirado toda una noche sobre la
    tierra húmeda. Los objetos y el dinero robado apenas lo turbaban, pues (seguía
    razonando él) el robo no lo había cometido por codicia, sino para desviar las sospechas
    hacia otro lado. La cantidad robada era insignificante y poco después la donó toda, y
    con creces, a un asilo recientemente fundado en la ciudad. Esto lo hizo expresamente
    para acallar su conciencia en lo tocante al robo, y hay que destacar que durante un
    tiempo, bastante largo de hecho, verdaderamente la acalló, según me confesó él
    mismo


    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:35

    ***

    Desplegó por entonces una intensa actividad oficial: se ofreció personalmente
    para una tarea trabajosa y difícil que lo tuvo ocupado dos años y, como era un hombre
    de carácter fuerte, casi se olvidó de lo sucedido. Cuando se acordaba, intentaba no
    pensar en ello. También se entregó a la filantropía, hizo mucho y donó mucho dinero
    en nuestra ciudad; igualmente, se dio a conocer en las capitales, en Moscú y en San
    Petersburgo, donde fue elegido miembro de las sociedades benéficas. Sin embargo,
    las cavilaciones acabaron atormentándolo, y el tormento era superior a sus fuerzas.
    Entonces se sintió atraído por una joven bonita y juiciosa y al poco tiempo se casó con
    ella, soñando con que el matrimonio ahuyentaría su angustia solitaria y con que, al
    emprender ese nuevo camino y cumpliendo con diligencia su deber con su mujer y sus
    hijos, se apartaría por completo de los viejos recuerdos. Pero sucedió justamente lo
    contrario de lo que había esperado. Ya en el primer mes de matrimonio una idea
    321
    incesante empezó a turbarlo: «Mi mujer me quiere, pero ¿y si se enterara?». Cuando
    ella le comunicó que se había quedado embarazada de su primer hijo, él se alteró
    repentinamente: «Doy vida, cuando yo mismo quité una vida». Llegaron los niños:
    «¿Cómo me atrevo a quererlos, a enseñarles y a educarlos, cómo voy a hablarles de la
    virtud? He derramado sangre». Los niños crecían hermosos, sentía deseos de
    acariciarlos: «No puedo mirar sus rostros serenos, inocentes; no soy digno de hacerlo».
    Finalmente, empezó a ver en su imaginación, terrible y amargamente, la sangre de la
    víctima asesinada, la joven vida truncada, la sangre que clamaba venganza. Empezó a
    tener sueños espantosos. Pero, siendo de corazón firme, soportó el suplicio mucho
    tiempo: «Con este suplicio secreto expiaré mi culpa». Pero aquella esperanza era vana:
    cuanto más tiempo pasaba, más intenso se volvía el sufrimiento. Con su actividad
    benéfica se había ganado el respeto de la sociedad, aunque todos temían su carácter
    severo y sombrío; sin embargo, cuanto más lo respetaban, más insoportable se le
    hacía. Me confesó que había llegado a pensar en el suicidio. Pero, en lugar de dar ese
    paso, empezó a tener otro sueño, un sueño que al principio consideró imposible e
    insensato, pero que acabó aferrándose de tal forma a su corazón que fue imposible de
    arrancar. El sueño era éste: ponerse en pie, presentarse delante de todo el mundo y
    declarar que había matado a una persona. Llevaba ya como tres años viviendo con ese
    sueño, que se le presentaba en distintas formas. Finalmente había llegado al
    convencimiento, de todo corazón, de que, si declaraba su crimen, curaría sin duda su
    alma y se tranquilizaría de una vez por todas. Pero, habiendo llegado a esta
    conclusión, sintió terror en su corazón, pues ¿cómo iba a llevar a cabo su propósito? Y
    de pronto sucedió el incidente de mi duelo. «Viéndole a usted, me he decidido.» Yo lo
    miré.
    —¿Es posible —exclamé, juntando las manos— que un incidente tan nimio haya
    podido inspirar en usted tal resolución?
    —Mi resolución llevaba tres años gestándose —me respondió—, aquel incidente
    solo le dio un último empujón. Al verle, me lo reproché y le envidié —me dijo con
    cierta severidad.
    —Pero no le creerán —le advertí—, han pasado catorce años.
    —Tengo pruebas, pruebas irrefutables. Las presentaré.
    Y se echó a llorar. Yo lo cubrí de besos.
    —¡Decida una cosa por mí, una sola cosa! —me dijo (parecía que todo dependía de
    mí en ese momento)—. ¡Mi mujer! ¡Mis hijos! Puede que mi mujer muera de pena, y los
    niños… aunque no pierdan su condición de nobles ni sus propiedades, serán toda la
    vida los hijos de un criminal. Y ¿qué recuerdo, qué recuerdo voy a dejar en su corazón?
    Yo callaba.
    —Y ¿separarme de ellos? ¿Dejarlos para siempre? Porque ¡es para siempre, para
    siempre!



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 75401
    Fecha de inscripción : 13/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Ayer a las 14:36

    ***

    Yo bisbiseaba una oración en silencio. Por fin, me levanté, estaba aterrado.
    —Y ¿entonces? —Me estaba mirando.
    —Vaya —le dije—, declárelo delante de la gente. Todo pasa, solo queda la verdad.
    Sus hijos, cuando crezcan, comprenderán cuánta magnanimidad hubo en su gran
    resolución.
    Se fue entonces de mi casa como si realmente estuviera decidido. Pero lo cierto es
    que más de dos semanas después seguía viniendo a verme una tarde tras otra, seguía
    preparándose, seguía sin poder decidirse. Me atormentaba el corazón. Un día vino y,
    con firmeza, me dijo conmovido:
    —Sé que el paraíso llegará para mí, que llegará en el mismo momento en que lo
    declare. He estado catorce años en el infierno. Quiero sufrir. Aceptaré el sufrimiento y
    aprenderé a vivir. Con la mentira uno puede recorrer el mundo, pero después no hay
    vuelta atrás. Ahora no me atrevo a querer no ya a mi prójimo, sino ni siquiera a mis
    hijos. ¡Dios mío! Quizá mis hijos lleguen a comprender cuál ha sido el coste de mi
    sufrimiento y no me condenen. El Señor no está en la fuerza, sino en la verdad.
    —Todos comprenderán su hazaña —le dije—, no ahora, lo harán después, porque
    ha servido a la verdad, a la verdad suprema, a la del cielo…
    Y se fue de mi lado, aparentemente consolado, pero a la mañana siguiente volvió
    de nuevo rabioso, pálido, diciendo con aire burlón:
    —Cada vez que entro a verle, me mira con curiosidad, como diciendo: «¿Sigue sin
    declararlo?». Espere, no hace falta que me desprecie. No es tan fácil como a usted le
    parece. Puede que no lo haga nunca. En ese caso, no irá usted a delatarme, ¿verdad?
    El caso es que a veces no solo me daba miedo mirarlo con curiosidad poco juiciosa,
    sino que me daba miedo hasta dirigirle la mirada. Tanto tormento me hacía enfermar y
    mi alma estaba llena de lágrimas. Me pasaba las noches en blanco.
    —Vengo —prosigue— de estar con mi esposa. ¿Sabe usted lo que es una esposa?
    Los críos me gritaban al salir: «Adiós, papá, venga pronto a leernos las Lecturas
    infantiles». No, usted no lo sabe. El mal ajeno no hace sabios.
    Los ojos le brillaban, le temblaban los labios. De repente dio un puñetazo en la
    mesa y saltaron las cosas que había en ella; un hombre tan mesurado… era la primera
    vez que le pasaba.
    —¿Es necesario? —exclamó—. ¿Qué falta hace? Porque nadie fue condenado, no
    mandaron a nadie a trabajos forzados por mi culpa, aquel siervo murió por una
    enfermedad. Y, por la sangre derramada, yo he sido castigado con mis tormentos.
    Además, no me van a creer, no van a creer ninguna de mis pruebas. ¿Hace falta
    declararlo, hace falta? Por la sangre vertida, estoy dispuesto a seguir sufriendo toda la
    vida con tal de no hacer daño a mi mujer y a mis hijos. ¿Sería justo causar su perdición,
    junto con la mía? ¿No nos estaremos equivocando? ¿Dónde está aquí la verdad? ¿Y
    reconocerá esta gente la verdad, la valorará, la estimará?




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    322


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

    Contenido patrocinado


     DOSTOYEVSKI - Página 31 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Contenido patrocinado


      Fecha y hora actual: Vie 18 Oct - 8:22