Aires de Libertad

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    Diego Jesús Jiménez (1942-2009)

    Pedro Casas Serra
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    Diego Jesús Jiménez (1942-2009) Empty Diego Jesús Jiménez (1942-2009)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Dom 12 Mar 2023, 14:57

    .


    Diego Jesús Jiménez
    Biografía

    Nacido en Madrid, Diego Jesús Jiménez pasó su infancia en Priego (Cuenca) y su adolescencia en la capital conquense. Estudió bachillerato en Barcelona y preuniversitario en Cuenca. Se licenció en la Escuela de Periodismo de la Iglesia, especializándose en temas culturales. Trabajó en el Ministerio de Información y Turismo y en los años setenta fundó la colección de poesía Alfa de Editora Nacional, de la que fue despedido en 1977 por su defensa de las libertades durante la Transición, en la que militó en el Partido Comunista de España (fue miembro de su comisión de Cultura) y en el movimiento vecinal.

    Tras su intensa militancia política, desde 1982 se dedicó exclusivamente a la pintura y a la poesía. En 1964 obtuvo el premio Adonáis por La ciudad, y en 1968, el Nacional de Poesía por Coro de ánimas, premio que volvió a obtener en 1997 por Itinerario para náufragos.

    Situado entre la generación del 50 y los Novísimos, la poesía de Diego Jesús Jiménez se independiza de estos modelos, por lo que, para algunos, forma parte de la Generación del 68, con Pere Gimferrer y Manuel Vázquez Montalbán. Posee un carácter visionario, pero legible, que algunos han definido como un neorromanticismo cívico. Según Juan José Lanz:

       Su poesía se funda en una concepción anticipatoria del arte: la poesía anticipa en su escritura, a través del sueño, algo que la realidad no puede darnos. La concepción del arte como anticipación adquiere una dimensión comprometida que revierte en la realidad soñada como materialización, a través de la escritura de una utopía superadora del sistema social de valores vigente. Si el arte posee una capacidad anticipadora de la realidad, la palabra poética adquiere un carácter performativo, por el que materializa en el lenguaje la utopía que nombra.

    Como pintor, realizó su primera exposición pública en junio de 1991, en la galería Kreisler de Madrid. Según reconocía, "la pintura es el lenguaje que prefiero (...), me siento más pintor que poeta".

    El Instituto de Educación Secundaria de la localidad de Priego lleva su nombre.

    (Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )


    *


    Algunos poemas de Diego Jesús Jiménez:


    De La ciudad (1965):


    RONDA DE LA NOCHE I

    ..........Nunca lo olvides:
    sobre las noches negras de mi patria
    era capaz
    .................de besarte en los ojos.
    Contémplame. ¿No es cierto
    acaso, que es el dolor
    el que regresa, el que vuelve a ocupar
    la misma casa, el que anda perdido
    ante el mismo dintel,
    .................................y no se atreve;
    ante los mismos campos,
    .......................................y solloza;
    ante el mismo huracán,
    .....................................y se le lleva
    ¡oh fiel bondad! al hombre
    su escapulario único y sencillo?
    .................................................Nunca lo olvides.
    Estamos esperando; de un momento a otro
    vendrá el aire. No serán necesarios
    nuestros sueños, nuestros turbios aullidos, nuestras primeras
    elocuencias.
    ....................Bajo la noche
    arde el silencio, tiembla
    la soledad, crujen las sombras
    de la muerte; alguien
    desfavorablemente besa a una mujer, se enfrentan a solas.

    Te pido que no olvides, que no lo olvides
    nunca. Aquella madrugada y aquel himno guerrero nos recuerdan.
    Estos son mis dos brazos, mis dos escalofríos, dos unidades
    con temblor. Y, sin embargo, ves,
    pueden herirte
    dos momentos alegres, dos pulseras de cobre inofensivas
    bajo la soledad, pura arcilla aldeana.
    .............................................................Así he querido alzarte:
    como a un sueño lejano y galopar contigo
    bajo la dura siembra, el testamento duro
    de la noche.
    .....................Y así te tuve: única y amarga
    como el buen peregrino, el necesario caminante
    de la tierra vencida; como el que sabe
    que su amor es único, que es único su mal
    y eleva su pregunta, y va así caminando
    bajo la alta palabra, bajo el mundo tranquilo
    de su estrella, hombre
    con su dolor, bestia nacida
    llegando ya el vacío.
    .................................Te pido que no olvides
    mi voz; supo nombrarte. Descabalgué
    cuando la tierra estaba dolorida, desmantelado
    el hombre;
    sobre las noches negras de mi patria
    era capaz
    .................de besarte en los ojos.

    Como una sombra más se levantan los árboles;
    arde el reloj con el incendio, nieva sobre el helado
    refugio de la vida.
    .............................Todo
    como una sombra más, como un último adiós
    se ilumina y nos grita.

    Te pido que no olvides. Aquella magia era
    nuestro celeste mal, y puedo hablarte
    de cuando el hombre estaba a solas
    hace ya muchos siglos.



    RONDA DEL HOMBRE II

    DESPEDIDA

    El y ella caminan por un campo
    de sombras. Sienten,
    bajo la noche, el sonoro concierto
    de sus cuerpos; van
    manos unidas, casi como al compás del corazón
    que manda.
    .....................─Escucha,
    amor, cuántos árboles juntos.
    ................................................Ella
    los va mirando ardientemente.
    ..................................................─Mira
    cuántos árboles tiemblan.
    ...........................................Ella prefiere
    mirar, abrir los ojos bien. «Cuando me beses…».
    (Pensaba en los países
    por los que llueven flores, en góndolas
    sin sueño, en la saliva recia
    de su amado.)
    ........................Van caminando
    hacia el convento; pasan,
    sin darse cuenta, por un puente
    y un prado. «Si no fuera de noche…».
    Deja el agua su friso, su organda de Israel
    en plateados salmos. Van
    hacia el convento únicamente.

    —Mira mi pecho —dice—
    como las piedras. Se miran
    a los ojos; pone su mano
    junto al pecho.
    .........................—Mira, mira
    mi humanidad. Ella le pone
    su juventud al lado.
    .................................Aprovechan
    las sombras, el sueño dulce
    de cada religión, la vida,
    la caridad del cuerpo.
    ....................................(Las caderas,
    la leche tibia
    de sus muslos, la suavidad
    de las tranquilas venas de sus pechos,
    tiemblan, parecen
    redimir, son carnes joven
    calentada, puesta
    por una vez al fuego
    de los hombres.)
    ............................«Cuando me case…».
    (Pensaba en las fugaces sombras
    de la espera, en magnolias
    abiertas, en el redondo abril
    de los naranjos. Sedas templadas
    y perfumes.)
    ......................«Cuando regreses
    del cuartel…».

    .........................Eran
    de familias distintas en el pueblo.




    De Coro de ánimas (1968):


    SERES QUE AMÉ, PÁGINAS...

    Seres
    que amé, páginas
    de un libro antiguo, huesos
    oxidados, medallas, craneos difuntos que se deshacen
    bajo la luz, voces
    que se quejan, gritos
    de desamparo. Veo sólo deshonra ante la muerte,
    ................................................................................miedo,
    desconsuelo tal vez.
    He aquí todo cuanto un hombre
    puede tocar con su memoria, medir con el recuerdo
    de su vida.
    ...................Somos los restos Somos
    de un amor, que la piedad diluye en el olvido.
    el cazador de fieras
    y la fiera encerrada, la esperanza del águila
    y su jaula.
    .................Se oyen allí los rezos , los conjuros, las músicas
    donde el hombre soñó. Mas no hay nada,
    sabed, sólo el vacío habita
    nuestra sangre. Sólo
    el perdido disfraz
    ............................de todo lo que amamos
    nos habla.




    EN LA MANCHA

    ...............Broma
    de aldeanos y frailes
    es el trigo; trajín de monjas y doncellas.

    ...............Vengo al lugar
    de los oscuros arciprestes
    y la locura;
    del entierro y el cuévano; de las tinajas
    y el amor.
    .................¡Qué estropicio de clérigos
    se oye! Alguien destapa, desde el amanecer,
    las orzas; los calderos
    y el humo.

    .................Suena el buen despertar
    de las caderas,
    los pechos y la música, la luz del vientre
    y el mandil.
    ...................Altas posadas
    trae la voz; adivinanzas y refranes.
    ¡Oh!, qué demonios
    huelen a vino y a cartón, a despensa
    y a cámara.

    .......................
    ¡Como
    los diablos de la harina
    dan sus saltos mortales, gozan estas mujeres
    del aceite y el asma
    con su oración!

    ............................
    Empiece ya el oficio
    de las brujas; salgan
    los monaguillos del alcohol
    y la gloria.
    Vosotros, los concejales del corazón,
    ¡a vuestras lámparas! ¡De prisa!
    Vuelen de aquí
    los ángeles; ¡a los tejados con su cantar
    y su lumbre!, hagan sus curaciones
    en la aldea, pisen
    por las alcobas de la luz
    descalzos.

    .................Sí; rueden los ángeles
    en traspiés, con sus cintas; caigan en el lagar
    del sueño, en el esparto
    de esta orgía;
    .......................abierta está la jaula
    de la locura,
    desmemoriadas van las adivinadoras
    de la lluvia, chupan de la garrafa
    y el pellejo. Nada saben después, y traen las brujas
    sus ungüentos, sus bálsamos,
    ....................................................hacen sus líquidos
    para el amor, fórmulas blancas
    para los casamientos; filtros, decires
    para la deshonra; para no envejecer,
    secretos y vendajes.

    ...................................¡Qué extraña claridad
    es esta! Rondan los duendes del organdí
    y el luto; brillan sus dichos
    en las hoces, abren los aceiteros, recomiendan
    el aceite y la sangre, pisan la uva, piensan,
    crecen...
    .................¡Ah!, no son libres,
    reconocen la luz
    que está cercana; se martirizan
    en torno al cáñamo,
    ..................................hacen crujir
    su cuerpo y su malicia. Noche
    de altas aliagas
    y sequía, de carretas
    y pozos.
    ...............Pisan la buena yerba
    de los muertos, mujeres con asfixia y grasa,
    con lamparones y jarabes
    ocultos.
    ..............Qué verdadero ruido
    festeja en su cintura; qué cierta algarabía
    se sujeta a sus muslos, chasca
    por las mortajas de su corazón.
    ......................................................Y nace el día,
    caen los desmanes de la noche
    en su fondo. ¡Qué nueva fiesta
    se prepara! ¡Qué retorno! ¡Qué procesión de aparecidos
    es esta, que da aliento a mi alma! ¡Cómo la noche
    tan calmada de voces, hizo herida!



    NOCHE DE NAVIDAD

    Te veo vivo
    y sin consuelo,
    padre. Aun a pesar de todo. Viendo
    la vieja calma
    del tilo, la fresca sombra
    del ciprés, la senda
    de la hormiga.
    .........................Tú, padre, cómplice
    del mal,
    no salgas; no saques ya
    la oreja y la nariz, que luego
    corres por estos campos
    del trigo, se te hace el paso loco, y tu mala
    memoria, pisa la siembra
    y cantas.
    ................¡Que aún pertenece
    a todas estas cosas
    tu dolor!
    .............¡Padre, padre! ¿Otra vez?
    Vuelve a esconderte. Vaya, vaya... No hay que sacarlo
    de su agujero, porque no ve
    y se ciega
    con las cosas; y alborota, y le hace mucho ruido
    la bebida, y el coñac
    le hace ir hasta el pueblo,
    y lo denuncian, y no quiere, en esta Navidad,
    salirse de las casas. Y entra, remueve los baúles,
    las alacenas, saca viejos papeles,
    canela, perejil, y huele, huele...
    cada garrafa, cada orza
    sin vida.
    ...............Y es invierno,
    y él se mete en el rio, y su catarro
    tiembla
    .............junto a los juncos
    y la buena hierba. Padre, pero por qué ahora
    bailas, ¡qué bien te veo!,
    con qué pareja,
    en este amanecer, va tu resaca, qué filtro vas a darle
    sin precaución, qué beso en sus encias
    o en su enagua
    sin sangre, o dentro
    del sostén.
    ...................¡Padre! ¡Padre!,
    a qué este escándalo; ¿no ves...?, ¿no ves ... ?
    Si ya te lo decía, y no haces caso
    nunca.
    ...........Ven, ven, si tú estás muerto
    ya. Hala, hala...,
    no beses más aquí, ¡no le tires del pelo! Padre...
    Si hace seis años de tu muerte.
    Pero cómo decírtelo, si saltas, si no oyes, si va tu boca
    casi al alba, y llegas a la alcoba, entras al dormitorio,
    nos despiertas, te vas...
    ¡Qué amor habrá encontrado, si su aire
    es de cansancio, y su camino es de tijeras y algodones
    y gasas!

    Aquí, si cada nochevieja
    vengo, si en el bolsillo, junto a la voz de tu cadera
    ..................................................................................pongo
    serpentinas, si traigo varias copas de más, y una botella
    para ti. ¡Con qué cuidado
    se la bebe! Y bromas, trucos, monjas sin cuerpo, ángeles, disfraces
    de papel, hadas borrachas,
    y alegría al andar; si traigo
    mi ronquera y mi vino, la cal
    de la pared de casa, aún en el hombro; y echo de la garrafa
    como ladrón devoto
    mi caridad.
    ...................Si así te sirvo. ¡Pero
    qué juerga
    piensas! ¡Padre!
    ............................Y nada,
    nada, no se da cuenta que está muerto
    y crece.



    FIESTAS EN PRIEGO

    Ahí, donde termina
    la alta Alcarria, empieza el pino, hacen cuesta
    las viñas, nacen sin esperanza
    los centenos; ahí,
    donde se oye sobre la piel el canto
    de los grajos, está mi pueblo.
    ..................................................Lugar donde la noche se hace
    desfiladero, sombra,
    cañada...
    ..................Rondan las herramientas
    mi corazón. Duermen las hoces
    por mi sangre.
    ..........................Si al hombre
    que soñó con el fruto
    se le seca la flor, ¿vamos a estar alegres?
    .......................................................................Tú,
    que intentas hoy lucirte
    con el pregón del año. Tú, que cuando empiece hoy
    la música, en esta plaza
    vas a buscar novia. Ahí, entre las sombras
    del corral, está tu casa. Mucho
    le ha crecido la hierba en estos
    años de paz. Ves la ventana
    de la cocina, las alacenas, los armarios... Buscas
    tu habitación.
    .........................En estas
    tierras sin dueño
    naciste tú. Desde aquí ves los montes, ves el trigo
    que ardió. Quisieras
    pensar que éste
    no fue nunca tu pueblo.
    ........................................Árboles, sendas, atajos, hoces
    y caminos. Sabes que nada
    se celebra hoy aquí. Pero tu llegas siempre
    para estas fechas. Y saludas a todos; los besas casi
    con la mirada.
    .........................Dicen
    que en los más hondos lagares, sin dolor,
    baila el buen vino. Mas aquí sólo
    cantan secas tinajas, secos
    corazones. ¡Fuera! ¡Fuera de aquí
    los forasteros! ¡Estos que buscan
    a la alegría! No entren. ¡Fuera! Si un año
    hubo fiesta mayor, hoy sólo en estas gentes queda
    la resaca y el miedo.
    ...................................¡Si hoy, la música,
    no lucirá aunque toque; aunque despiertes
    de madrugada, y oigas sus voces
    de romería! Y, sin embargo, te parce q aún brilla un último
    vaso de vino.
    .......................Pero bien sé que tú nunca
    te irás. Este
    es tu pueblo.
    Esta es tu casa. “Mira
    la claridad del campo.” Y, mientras te despides, lloras
    cerca del autobús. ¿Cómo
    ibas a irte, tú que no sabes
    que lo que salva a veces
    es el odio?




    De Fiesta en la oscuridad (1976):


    FIESTA EN LA OSCURIDAD

    Arrodillado ante tu cuerpo. ¡Oh tú!, verdad hecha de flores, apacible paisaje
    de reyes y criados dando caza
    sobre el jarrón vacío del recuerdo a ciervos encantados
    bajo un ciclo de nubes en jauría
    y sin paz. Y así la imagen
    del séquito encendiéndose
    en el fondo del ojo del animal que ha muerto. Brillan las armaduras
    de los guerreros que regresan; se oyen en su mirada
    los cascos del caballo que cruza
    y el frío del relincho. Rocío de la noche,
    sueño que me ha olvidado, eres; imaginada por mi lengua, nacida en el inmenso
    nublo de la memoria. Álzase en el concierto de los aires y en la luz hecha música.
    Inventada apareces, ¡oh tú!, espejo de las sombras, oscuridad de invierno,
    pájaro de las corrientes dibujado en el agua. Hace tiempo
    matáronme. La imagen de la muerte
    reposa hoy en tus ojos. Sueña
    el laúd en la alfombra de la noche, olvidado.
    ............Beso tu corta edad; subo la falda aquella de la infancia,
    llora el deseo crecido en la niñez. Allá sobre el más hondo
    dolor de haber vivido, yo te amo. Mientras, la luna entre los árboles
    quema su sueño en libertad. Como un nido el deseo se sostiene en la cima
    de un desnudo dichoso. Otros días
    anduve entre las sábanas de la prostitución, donde se acepta nuestro beso
    como negocio, no
    como naufragio.
    ............................Y cae la tarde, y en los ojos del ciervo
    las estrellas se olvidan. Cuántos
    cuerpos que me despreciaron, desde el tuyo me aman. ¡Oh!, cuántos
    rostros y pechos y desnudos
    nacen de ti, silenciosa y oculta, fiesta en la oscuridad, flor que ha crecido
    sin juventud, y yace
    sobre la tumba de su arena, como un dios inventado.
    Sobre el jardín
    cae la lluvia incendiándose. Tras el disfraz de su linaje
    monta el rey en las hembras
    de los labriegos. Cruzan las águilas baldías
    del corazón, la cumbre de la sangre. Rara es la complacencia de esta orgía
    donde la servidumbre asciende, humillada entre risas
    de licor medieval; movidos por los hilos del alcohol, amenazados
    por la navaja del destino, bufones de este reino, donde tan sólo somos los residuos
    de una hoguera apagada.
    ...........................................Mira nuestros desnudos, ese
    reflejo de oro de nuestra pobreza, ardiendo en la mirada de cristal, tendido en los profundos bosques
    de los ojos del ciervo que, hace años, mataron. Tu cuerpo es residencia
    y es hogar de otros cuerpos. Sobre tu espalda crecen los milagros, vienen
    a beber de mi sed otras espaldas. ¡Oh! mira, ésa de hombros tranquilos, llena de soledad
    y de humildad, o esa
    que respira en asombro, derribada y gentil; o aquella de
    vuelo moreno como el del halcón; o esa otra de ahí , amiga de la noche,
    que no tiene nombre, sino precio; o la que se arrodilla cuando ama, esa
    que nace del olvido y ya tiembla
    de amor. En tu cuello indefenso aún vive
    toda la adolescencia y la inocencia
    de aquellos días. Cárcel
    y hospital es la luz para los sentidos. La claridad destiñe a la materia; envilece el sonido
    de las palabras, quema las sombras, desvanece el recinto de los sueños
    y el lecho donde amaban.
    ......................En qué perdido paraíso, sobre qué antiguas nubes
    rezan por ti mis ángeles. Qué negras alas llevan
    mi cerebro a tu cuerpo. En los altares de la carne cumplen
    el dolor y la vida. Apaga tú esa noche, esa
    que en la mentira crece, que fermenta en la nieve
    del desdén y el olvido. Bajo las cumbres de la tarde
    bajo esa luz que, por un momento, da color de azafrán
    a la senda y al monte, la libertad nos mira
    con sus ojos vacíos. Parece que no fuera
    a cerrarlos jamás.



    EL DEMONIO

    ............En ningún lugar
    es venerado tanto nuestro demonio
    como en las iglesias. Esta es la casa
    de su infancia, y su sucio hospital. Y pasea ─¿qué impulso
    o deseo mortal nos traicionó?─, vive
    de las casullas, duerme bajo el oscuro
    rincón de las sotanas. Nada amanece
    tan borracho como él. ¡Subir, y poder maldecir allí
    a la vida! Pero siempre, siempre se nos acuesta
    con el ama del cura, nace
    de entre las cortas
    faldas de nuestra orfandad.
    ..................................................Prueba, prueba el mal vino
    de nuestra sacristía, de nuestro atrio
    o corazón en vela. ¿Sólo aquí es alabanza?, ¿sólo aquí se discute
    su falso precio?, ¿su sombra
    falsa y sin aventura? Miel
    que comeríamos, si llegase a cuajar. Mas como el duende
    de la niñez, nuestro demonio crece
    por nuestra sangre, bajo la pálida vigilia
    de nuestro miedo. Como
    una vieja mañana, piso su habitación. ¡Oh, niños
    rosarieros! No más, no más
    llanto sobre la noche; nunca la voz, el alto
    vicio y escándalo
    de nuestra soledad, de vuestra sola
    mirada sin perdón.
    ..................................¡Oh!, hueco raso del día,
    que es ya la noche; acude, abre las puertas tú, deja
    que la mañana pise nuestra alcoba. Aquí,
    no fue el tranquilo
    respirar de las sombras; no en el rincón de casa
    vivió el duende, ni bajo la chimenea de nuestro ocio
    guisó su caldo, mojó sus hierbas, sus crisantemos, hizo
    sus recetas, sus fórmulas
    para la salvación. No en este trago seco
    de aguardiente o anís; ni tras la lumbre
    de las putas viejas, hartas
    de malicia y recados, de chismes y visitas,
    se esconde. Ni en la mano invisible
    del ladrón, él está. ¿Dónde entonces?,
    ¿dónde tú, bestia inútil, animal sin dueño?, ¿dónde
    tu presencia, que yo tanto he buscado?
    .......................................................................Siempre
    bajo el reclinatorio de la incertidumbre, a la sombra del púlpito, cerca
    del frescor de la cúpula, de nuestro ser, en vano.
    .........................................................................................Perdida
    la memoria de dios, el fraile
    sólo a ti acude, y por huir de ti
    te toca el ala. ¡Oh!, llegan los ángeles, nacen
    de tu cuerpo los ángeles: en él tiembla
    su amor. De qué odres o sombras
    de mi vida naciste tú; en qué viejos altares
    o sacrificios de mi sangre, recé por ti. Canta
    en la seca llanura del deseo
    mi infancia. Ven, ven como entonces, come
    tú de mi bajo
    ser que en ti anida. Gracias a ti
    es la ciencia y el mundo.
    ............¡Ah, si al fin tú existieras!


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    Diego Jesús Jiménez (1942-2009) Empty Re: Diego Jesús Jiménez (1942-2009)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 13 Mar 2023, 16:23

    .


    De Bajorrelieve (1990):


    POEMA EN ALTAMIRA III

    ...........Cripta que es luz
    y fuente; noche
    que es claridad y cántico. Ahora, que la templada hebra de la vida
    se ata a nuestra inocencia, que el tiempo
    nos acoge y se ciñe no a nuestra infancia ni a nuestro conocimiento
    sino al solo deseo que en la vida se cumple,
    toco esta sombra, tan misteriosa y cálida
    como tu cuerpo; a tientas, en el silencio de los siglos, en la noche cerrada de los tiempos, busca mi tacto la verdad,
    sin el recelo ni la duda
    con que la luz nos ilumina. Toca el fondo mi mano
    de estas heridas, de esta limpia erosión
    que es testimonio milagroso, alba y canción del hombre ropa
    que nos abriga y nos da sombra, sueño
    tembloroso y amargo que en la noche dibuja
    sobre el aire, el inmenso vacío
    de tanta libertad.



    SOMBRAS EN PRIEGO

    ............La memoria
    de ti, que es un día lejano
    de dolor y zozobra. La luz del rayo
    que todavía teje de color malva el miedo
    de nuestra infancia. “En la casa embozada, al vuelo de la noche”,
    subo a las habitaciones del silencio: hay un breve recuerdo
    desolado en sus cómodas; queda un rescoldo aún vivo
    de oscuridad ahogada en los baúles.
    Y aún está allí, aún sigue allí tu imagen
    encendida en el tiempo;
    entornados los párpados,  
    la vida abandonada entre las sombras; sombras
    que ahora penetran mi corazón, ¡oh Dylan Thomas!, se hacen oscura noche
    que desciende por siempre



    COLOR SOLO

    .........¿Cómo, entonces,
    salir de aquí? ¿Intentar la aventura
    de salir de este tiempo
    de desolación?
    .........................El verde claro
    que nos trae la alegría y la esperanza, no como el del musgo o el de las botellas,
    llenos de incertidumbre y de sollozos, o el verde ya oxidado
    del tiempo; ni tan siquiera el de la manzana o el del oleaje
    porque no tienen ojos ni cintura. Ni los verdes del puerto, porque están en silencio; ni aquellos
    que nos dicen adiós desde las estaciones o desde la ventana.
    Ni el de los cuarteles o el de las casullas
    porque jamás dan flor. Yo digo el verde de la infancia
    que no nos deja solos nunca, y vive y sueña
    y morirá con nosotros; o el de ese vestido
    que lo levanta el aire a nuestro paso, y nos mira y acepta desde
    su inocencia infantil; no el de ese otro
    que anda desde la amanecida en bata
    y nos ve con recelo; ni ese que está siempre
    con los ojos en blanco; ni el que se santigua
    porque no tiene fe.
    ..................................Yo hablo del verde que está solo
    y que es aventura, del verde de los mares
    porque no tiene rumbo, del que nace en los sueños
    porque no nos olvida.
    ....................................Hablo del verde
    que nos mira a los ojos
    y jamás siente miedo.
    ....................................Zurbarán lo pintaba
    con racimos de uvas y en mesas florecientes. Yo lo recojo ahora
    del juego de esos niños que están ahí, en las sombras, cerca de casa.
    ...........................................................................................................Toco ese verde
    que se encoge de hombros
    porque es inocente, y sus pechos me miran
    ligeros como gestos, tiemblan
    de amor
    ...............bajo las estrellas.



    CONCEPCIÓN DEL POEMA

    (DOS FRAGMENTOS)

    I

    Las palabras como los más bellos cuerpos desnudos
    rodeados de flores y de muerte, huyen despavoridas de sus
    santuarios, de sus inciertos
    mausoleos de agua,
    como si el sueño hubiera descubierto
    que no son sino objetivaciones disfrazadas
    de un dios efímero y radiante a cuya sombra
    yace olvidada su propia falsedad.
    El pasado es un sueño y las palabras
    a las que invoco ahora, noches de incertidumbre y llanto, días
    desposeídos del placer de su más alta música. Llenas de heroísmo y vileza
    buscan en las tinieblas luz, la suficiente claridad
    en su reino sombrío donde, no obstante, la ceremonia de la confusión
    deberá resultar imprevisible. Trátase, pues, ante todo, de un paraíso
    lleno de una agradable imaginería y, a veces, hasta de la más bella precisión.
    He ahí que la vileza misma de la palabra
    como medio convencional de dar nombre y destino –nunca origen–,
    sea su propia salvación; su única gloria.
    Un dios falso en su altar es la palabra
    de la que, sin embargo, el creador no puede –debido a la emoción que en su reino respira–
    desvelar el misterio de su mundo. Tan sólo, le ha sido concedida la dura y bella
    posibilidad de captarlo y mostrarlo: la difícil belleza
    de aprehender el disfraz con el que las palabras viven.
    A éstas, aparentemente lógicas limitaciones, añádanse las serenas
    palabras de Wölffin: «No todo es posible en cualquier época».
    Así la libertad se hallará limitada por la Historia.
    Giotto es la imagen del capitalismo florentino:
    «el estudio del hombre se convierte en el máximo centro de interés»: Masaccio.
    ¿No formó el mármol el pensamiento de los griegos?
    ...................Bajo el cuerpo desnudo de la noche
    una mano piadosa, una lejana voz desposeída
    de su brillante y prestigioso trono
    enciende las figuras inmóviles del séquito, ensilla los caballos, ordena a sus esclavos y a sus siervos
    que recorran el bosque en el que las palabras arden. El halcón en el hombro
    y en jauría los ciervos. Bajo la nieve de las escalinatas, rodeadas de rosas y jazmines, se desvanecen
    las palabras ardiendo.
    ..................Veo en el bajorrelieve, junto a la entrada de palacio,
    unas imágenes que suceden a otras, cuerpos de piedra consumiéndose, viejas
    palabras
    como flores o gestos que hoy son dichas, buscadas,
    llenas de realidad y sumisión. Los vocablos galopan como potros el bosque;
    su destino es misterio; su resplandor o su silencio
    el sueño de un dios falso herido por las sombras.
    ..................Mi vida, una palabra, unapalabra sólo
    verdadera y tenaz, enredada a la muerte.

    III

    ............Ni posesión ni ocio
    hacen que la vida sea digna
    de ser vivida.
    ......................No son conceptos de prestigio,
    en su más honda y fría concepción medieval,
    los inseguros planteamientos que, ahora, podrían incidir
    en la composición de este poema. Sin embargo, según los humillantes
    y honorables rasgos de la Antigüedad, el poeta es excelso
    intérprete de mitos, es profeta y vidente, su trabajo es misterio
    y su palabra, impersonal y lúcida, es adivinación
    y mágica locura.
    ............................No basta
    con nombrar a la rosa. Deben ser ofrecidos sus pétalos de forma
    que el vocablo y las letras que lo componen ardan bajo la ira
    de un diminuto dios que olfatea su muerte.
    Dibujar en el agua una flor; descomponerla luego
    arrojando una piedra, u otra flor, al estanque donde vivió su imagen.
    ...............Destruir y crear. He aquí dos palabras, dos bellos gestos que
    nos producen placer. ¿No surge el arte
    de las más dolorosas y turbias experiencias
    de la razón? Construir un paisaje
    con las ruinas de otro, y con la sombra de un vocablo
    iluminar la vida.
    ..........................He atravesado así
    el santuario en el que las palabras son destino
    y origen, tiempo sobre el que razas primitivas
    transcribieron su historia. Signos, trazos helados, cuyo llanto es eterno.
    .................................................................................................................Fríos
    restos ornamentales, inseguro silencio,
    voces conscientes de su finalidad, cuyo rumor es canto.
    ......................Lejos de la función mágica
    con que la imagen fuera concebida al principio,
    nos entristecen hoy sus lejanos colores porque, en ningún momento, las frías huellas
    de la belleza como especulación
    es lo que contemplamos. Un bello juego
    que la mano del hombre convirtió en magia más tarde. Sólo así pudo el arte
    poseer una forma: féretro o jardín donde reposa
    su efímero esplendor. Palabras dibujadas
    como pequeños dioses, como halcones heridos, como sueños
    que la luz del otoño aniquilara. Formas
    que no fueron pensadas como ornamentación y, sin embargo, mediante joyas y amenazas
    –Miguel Ángel, Rafael… –, crearon en la bóveda
    una lejana historia
    herida de belleza. Belleza herida por la belleza misma.
    ....................Las flores, cuyo séquito
    nos repite su imagen infinita, lloran sobre la alfombra
    y el tapiz de palacio: su presencia es el arte.[/color]




    De Itinerario para náufragos (1996):


    ARCÁNGEL DE CENIZA

    (DOS FRAGMENTOS)

    Homenaje a Federico García Lorca

    II

    Oigo desde aquí los aljibes, los desagües
    desde donde las ratas y los pobres comparten sus negocios
    de cartón y de humo; ya los ejecutivos,
    con la seguridad de los prestidigitadores,
    ascender por el aire; ya los asentadores,
    ya los intermediarios de todo cuanto un día en los campos fue bello; o a los que distribuyen
    su mercancía invisible y, poco a poco, adquieren
    esa pátina helada de los santos, en los ojos el frío
    de los peces que han muerto.

    ..............................................Ved que el robo es defensa
    y la piedad mentira; que en estas calles
    donde es dolor la Historia y la vida pecado,
    por las que se presume
    tanto de libertad como de pobreza,
    ya no se lucha a muerte. Baja del Guadarrama un viento
    de rendición. Entre los árboles
    deja la espuma de la noche sus párpados abiertos.

    III

    La ciudad
    brilla como una ola de ceniza sobre la lejanía. Es agosto
    y, desde aquí, ves tenderse
    el fatigado cuerpo del silencio en las lomas, la quemadura
    vegetal de los parques que, a lo lejos, encienden con sus llamas
    lentas flores de sombra.

    .....................................En las afueras
    hay un olor portuario
    de mercancía muerta; es un muelle la tarde
    donde yace la lluvia en apagados trenes; y hay hélices y anclas
    de barcos que no existen, y ruidos que se esconden
    en las profundidades de las sombras como animales ciegos.
    Lo mismo que en los puertos
    ves frutos que se pudren como auroras calladas
    y restos de periódicos que vuelan, sin razón,
    por los aires.

    ......................
    No es el silencio aquí
    como el de las murallas o como el de las frondas
    de los ríos abiertos. Una edad medieval
    discurre en los contornos, sueña en los alrededores de las cosas.
    Hay una luz de atardecer entre las fábricas
    que dura todo el día. Huele a fatiga ya cartón, a riesgo, a vida peligrosa
    en estos barrios donde
    no tiene el cielo crédito ni la infancia fortuna.

    ..........................................
    Abre la calma de la tarde sus puertas
    de calor a la noche; y atraviesan
    en vuelo errante, como cenizas de la luz, el silencio
    los pájaros.



    EL TEMBLOR DEL SILENCIO

    (DOS FRAGMENTOS)

    II

    ...........Contemplas
    los despojos de un siglo que murió entre placeres. Todavía
    el hedor de sus sótanos y el rumor de sus fiestas
    incendian las ciudades.
    Ved el espacio en llamas, la combustión del aire: los edificios
    de los cuarteles y de las catedrales; el fulgor del dinero
    y su oleaje sobre el horizonte; ved
    el corazón de piedra
    de la ciudad, sus inmensas fortunas
    trasladas de una página a otra de la Historia por los mismos esclavos.
    Todavía se adoran en los templos sus dioses, y las leyes
    ─incluso las que nos ofrecieron libertad─, conocedoras
    de que nuestras costumbres seguirían haciéndonos cautivos, son las mismas.

    Nos disfraza el pasado con sus más bellos trajes
    y el tiempo, que convierte en leyenda la sangre de los héroes,
    nos miente. Imprecisas imágenes, ambigüedad de formas
    giran en la memoria. Las flores
    hierven movidas por el aire, y un agreste paisaje
    se remansa en los prados. Como música antigua,
    la luz gastada por la arquitectura
    se desliza en los muros. Los pálidos colores
    con que oculta el pasado su derrota
    iluminan el templo.
    .............................En las ruinas,
    queda una claridad de yeso mordida por la muerte; caen del tiempo los copos
    de una ceniza enferma. Y en tus ojos, que celebran lo efímero,
    arde la soledad de toda gloria.

    IV


    ...........Coronada de mártires, seguida
    de notarios y astrónomos, dueña de navegantes
    y teólogos. La comitiva de la Historia
    cruzó por estas lomas transportando sus jaulas
    con exóticos pájaros, construyendo prisiones y murallas, patíbulos
    y altares, plena
    de venenos y joyas.
    ...........La recuerdas
    en los primeros libros de la infancia, ilustrados
    con las mayores aberraciones y crímenes, vestida de serpiente,
    disecados sus labios lo mismo que en los mapas los nombres
    de las ciudades y los ríos.

    La memoria repite una retórica sucesión
    de desiertas imágenes, un confuso cortejo
    de lejanías plateadas y nieblas.
    ...........La Historia es un lugar estéril, donde los hechos suelen
    ser razón del error, donde son perseguidos por la muerte
    los sueños, y en el que todas las ciudades tomadas
    son infieles.

    Ves regresar el tiempo, lamer
    como un reptil cansado con su cuerpo los muros
    donde el escudo de armas, todavía con savia,
    envejece en su gloria. Las ruinas tienen algo
    de distancia que arde, un resplandor de luces desterradas.

    Cruzan, las figuras sin sombra de la Historia, la tarde; y ves crecer las flores
    que nacen siempre en las edades muertas.


    DIEGO JESÚS JIMÉNEZ, Iluminación de los sentidos. Antología, Hiperión, 2001


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    Diego Jesús Jiménez (1942-2009) Empty Re: Diego Jesús Jiménez (1942-2009)

    Mensaje por Pascual Lopez Sanchez Vie 14 Abr 2023, 01:08

    Este espacio, aunque se llame Grandes Escritores, debe dar cabida  a versos y autores desconocidos para casi todos - donde me incluyo- excepcionales:

    DESPEDIDA

    El y ella caminan por un campo
    de sombras. Sienten,
    bajo la noche, el sonoro concierto
    de sus cuerpos; van
    manos unidas, casi como al compás del corazón
    que manda.
    .....................─Escucha,
    amor, cuántos árboles juntos.
    ................................................Ella
    los va mirando ardientemente.
    ..................................................─Mira
    cuántos árboles tiemblan.
    ...........................................Ella prefiere
    mirar, abrir los ojos bien. «Cuando me beses…».
    (Pensaba en los países
    por los que llueven flores, en góndolas
    sin sueño, en la saliva recia
    de su amado.)
    ........................Van caminando
    hacia el convento; pasan,
    sin darse cuenta, por un puente
    y un prado. «Si no fuera de noche…».
    Deja el agua su friso, su organda de Israel
    en plateados salmos. Van
    hacia el convento únicamente.

    —Mira mi pecho —dice—
    como las piedras. Se miran
    a los ojos; pone su mano
    junto al pecho.
    .........................—Mira, mira
    mi humanidad. Ella le pone
    su juventud al lado.
    .................................Aprovechan
    las sombras, el sueño dulce
    de cada religión, la vida,
    la caridad del cuerpo.
    ....................................(Las caderas,
    la leche tibia
    de sus muslos, la suavidad
    de las tranquilas venas de sus pechos,
    tiemblan, parecen
    redimir, son carnes joven
    calentada, puesta
    por una vez al fuego
    de los hombres.)
    ............................«Cuando me case…».
    (Pensaba en las fugaces sombras
    de la espera, en magnolias
    abiertas, en el redondo abril
    de los naranjos. Sedas templadas
    y perfumes.)
    ......................«Cuando regreses
    del cuartel…».

    .........................Eran
    de familias distintas en el pueblo.


    Gracias, Pedro.


    Un abrazo.


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    Diego Jesús Jiménez (1942-2009) Empty Re: Diego Jesús Jiménez (1942-2009)

    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 14 Abr 2023, 04:06

    Gracias a ti, Pascual, por mostrar tu interés y dejar tu comentario.

    Un abrazo.
    Pedro


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