JOSÉ DE ANCHIETA
APÓSTOL DEL BRASIL
Fundador de São Paulo y Río de Janeiro.
Autor de la Primera Gramática Tupí-Guaraní.
Creador de la Literatura y Teatro Brasileño.
Primer historiador de los minerales, de la flora y fauna, y de la Ecología y Antropología del Brasil.
José de Anchieta es considerado el primer escritor brasileño, aunque nacido en Canarias, España...
Estuvo en Bahia, después en la fundación de las ciudades brasileñas: Santos, São Vicente, São Paulo,
Rio de Janeiro y Reritiba ( hoy Anchieta, en su homenaje)...
Escribió en latin, en español, en portugués y en tupí-guaraní ( lengua de los indígenas)
Obras: poesía religiosa, teatro pedagógico... diccionario y gramática en tupí-guaraní
Se le considera el primer autor de literatura médica en Brasil.
José de Anchieta S.J., conocido como el Padre Anchieta (San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, 19 de marzo de 1534 - Reritiba, Brasil, 9 de junio de 1597), fue un misionero jesuita y beato español en Brasil. Además fue un destacado lingüista, literato, médico, arquitecto, ingeniero, humanista y poeta. Es el primer dramaturgo, el primer gramático y el primer poeta nacido en las Islas Canarias y el padre de la literatura brasileña.
Nacido en la isla de Tenerife, fue enviado a la Universidad de Coimbra, Portugal, en 1548. Una vez allí ingresó en la Compañía de Jesús y fue enviado como misionero a Brasil, donde murió en 1597. Fue el fundador de la ciudad de São Paulo y uno de los fundadores de la ciudad de Río de Janeiro.
José de Anchieta era hijo de Juan de Anchieta Celayaran (natural de Urrestilla, barrio de Azpeitia, en Guipúzcoa, y primo de San Ignacio de Loyola) y de Mencía Díaz de Clavijo, descendiente de la nobleza canaria.
Nació en la ciudad tinerfeña de La Laguna el 19 de marzo de 1534. Desde pequeño había mostrado una gran facilidad para realizar labores en el campo y en la vida cotidiana.
En 1548, a la edad de 13 años, partió junto con su hermano Baltasar hacia Coimbra, en Portugal, donde estudiarían en la universidad de la ciudad. José se convirtió poco a poco en un gran amante de la poesía y de la escritura. Componía versos latinos con extrema facilidad y era llamado el "Canario de Coimbra". Buscando un lugar para hospedarse, encontró una iglesia en la que se refugió.
Un día, se paró delante de la Virgen María y entonces averiguó que su verdadera vocación era ser misionero. Entró en una compañía jesuita que planeaba un viaje a Brasil, y predicar la palabra de Dios a los aborígenes del Amazonas, pero unos meses antes, José tuvo un golpe casual en la columna vertebral que le produjo una grave enfermedad.
José de Anchieta se vio obligado a dejar los estudios y abandonar la vida religiosa, pero siguió luchando para viajar al Amazonas, aunque el Padre Correira se negó a que prosiguiera el viaje. José supuso que la Virgen le mantenía en pie, ajeno a su enfermedad. Tras tanto insistir, logró entrarles en razón y le dejaron marchar a Brasil.
En mayo de 1553 embarcaría, junto con cinco jesuitas, hacia Brasil. Llegarían dos meses después a Salvador de la Bahía de todos los Santos, para luego ser trasladado a San Vicente, y su mayor, padre Manuel de Nóbrega, le acogería en la pequeña población de Piratininga.
José empezaría a aprender la lengua tupí, hablada por los indios del mismo nombre. Estudiaría el idioma escribiendo versos y obras de teatro, y empezó a ejercer como dramaturgo. Con 21 años se dice que empezó a realizar prodigios que fascinaban a los demás jesuitas, como elevarse al orar ante la Virgen o iluminando la choza en la que se encontraban las figuras santas con las que José hablaba y se dice también que éstas le contestaban.
Él seguía ayudando en la construcción de nuevos edificios religiosos, pese a su enfermedad. Un día, se adentró en la selva y encontró a unos indios torturando a un enemigo. Entonces, aplicando sus dotes de lenguas, consiguió soltar al preso y evangelizar a los nativos.
En una pequeña piragua embarcarían él, el padre Manuel de Nóbrega y un joven indio evangelizado y fiel a José. Al llegar los indios tamoyos atacaron a los misioneros, matando al joven indio. José les hizo entrar en razón y lo llevaron al jefe, que les acogió como huéspedes.
José ejercía como moderador entre los portugueses y las tribus amazónicas. Entonces, un día, José y el padre Manuel decidieron celebrar una eucaristía ante todos los indios, que quedaron admirados al comulgar y al leer la Biblia. Entonces, José empleó sus versos y los transformó en canciones que les enseñaba a cantar. Se hizo tan famoso que muchas tribus intentaron acogerlo, aunque se negaron. Lo intentaron por la fuerza pero Dios estaba con los evangelistas y les protegió en todo momento.
Mientras, Manuel de Nóbrega se marchó para realizar un tratado en la ciudad que uniera los pueblos amazónicos con los europeos. Aunque el padre Nóbrega no se encontraba, siguió contribuyendo con los indígenas y ellos le enseñaron prácticas de la medicina que realizaba el hechicero. Al fin llegaría el padre Nóbrega un año después con el pacto sellado.
Tras la llegada de Manuel de Nóbrega, volvió con los jesuitas, y contribuyó a la creación de la ciudad brasielña de San Pablo y de San Sebastián de Río de Janeiro, y en esta misma ciudad sería ordenado, en 1566, sacerdote de la catedral, de manos de don Pedro Leitão.
Un año después, Nóbrega fallecería por una enfermedad que contrajo en la selva. Mientras, José buscaría un remedio con los frascos que le había prestado el hechicero. Se convertiría en director del colegio de San Vicente y dos años después, marcharía a Europa a visitar las Islas Canarias, su lugar de nacimiento, para luego volver a Bahía, en Brasil.
Con 49 años, se había ganado la fama de Brasil y todo el mundo le seguía y le pedían que les ayudase. A partir de 1588 ya era considerado apóstol en Brasil, y gran escritor: escribió un libro de medicina, de fauna y flora de Brasil y un libro de poesía y de cánticos.
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El 9 de junio de 1597, moriría en la aldea de Reritiba, llamada posteriormente "Anchieta" en su honor, y el mismo predijo el día y la hora de su muerte. Más tarde, sería proclamado apóstol de Brasil y beatificado por el papa.
En 1960 se instaló en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna (su ciudad natal) una estatua en su honor. Dicha obra fue creada por el artista italo-brasileño Bruno Giorgi se alza sobre una especie de trampolín por el que camina, seguro, José de Anchieta rumbo a su destino eclesiástico como jesuita en Portugal. Esta estatua fue un regalo del Gobierno de Brasil a la ciudad natal del Santo. Por otro lado, también existe otra importante estatua suya junto a la Catedral Metropolitana de São Paulo en Brasil. En la ciudad de La Laguna se encuentra también una imagen madera del beato en la catedral de la ciudad. Esta imagen sale en solemne procesión por las calles del casco antiguo cada 9 de junio, festividad del Padre Anchieta.
En la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, santuario de la patrona de las Islas Canarias, se encuentra una pintura que representa al beato José de Anchieta fundando la ciudad de Sao Paulo mientras tiene una aparición mariana.
En 1965, el servicio postal de España, llamado Correos, emitió un sello con la imagen de Anchieta, dentro de una serie llamada "Forjadores de América".3
En el año 1997, en la ciudad de La Laguna, se publicó un pequeño libro, de unas 40 páginas en formato cómic, que narra la historia de este misionero, el más importante de Canarias junto al Santo Hermano Pedro de San José Betancur.
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Con mala salud, a las misiones de Brasil
De temprana vocación religiosa, en 1551 ingresó en la orden jesuita recientemente creada. Tenía 17 años. Era de salud más bien frágil. Desde niño sufría escoliosis, que no le impedía ser estricto en sus ejercicios ascéticos.
Sus superiores pensaron que el clima de Brasil le beneficiaría y fue enviado allá junto con otros seis hermanos de orden, llegando a Bahía en el año 1553.
A los dos meses de su llegaba a Brasil, se le envió a San Vicente, hoy Santos, situada en el sur del país. Una tormenta hizo zozobrar su barco y mientras se arreglaba el navío, el jesuita naufragado contactó con indígenas amistosos y se dedicó a aprender su idioma.
Al año siguiente, Anchieta fundó junto al padre provincial Manuel de Nóbrega una aldea misional en Piratininga, que habría de ser el germen de la ciudad más grande de Sudamérica en nuestros días. Lo que él fundó como un colegio en 1555 se convertiría en Sao Paulo, que actualmente supera los 20 millones de habitantes.
En el colegio Anchieta enseñaba gramática tanto a los hijos de los portugueses como a los nativos.
El primer filólogo guaraní
Anchieta aprendió rápidamente el tupí-guaraní hablado por los indios. En filología tupí fue el primero en casi todo. Él escribió:
- la primera gramática de la lengua tupí
- el primer diccionario de lengua tupí
- el primer catecismo en lengua tupí (hay quien lo considera el primer catecismo cristiano escrito en una lengua nativa del continente americano, aunque otros dirían que ese honor corresponde al catecismo en español, quechua y aymara de 1584 en Lima).
Él, que ya escribía poesía y teatro en portugués y latín no tuvo problemas para usar el tupí-guaraní en estos géneros... y también en canciones y sermones.
Naturalista, escritor médico...
Ya con una salud más estable, Anchieta es incansable. Estudia todo lo relacionado con las plantas y la fauna de la región, e incluso aprende a usar con éxito la medicina natural practicada por los indígenas.
Se le considera el primer autor de literatura médica en Brasil, por sus extraordinarias descripciones de enfermedades y técnicas indígenas de curar.
También enseñó a los nativos a fabricar casas de adobe y a obtener fibras textiles de los cardos con las que fabricar alpargatas.
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A Santa Inês
I
Cordeirinha linda,
como folga o povo
porque vossa vinda
lhe dá lume novo!
Cordeirinha santa,
de Iesu querida,
vossa santa vinda
o diabo espanta.
Por isso vos canta,
com prazer, o povo,
porque vossa vinda
lhe dá lume novo.
Nossa culpa escura
fugirá depressa,
pois vossa cabeça
vem com luz tão pura.
Vossa formosura
honra é do povo,
porque vossa vinda
lhe dá lume novo.
Virginal cabeça
pola fé cortada,
com vossa chegada,
já ninguém pereça.
Vinde mui depressa
ajudar a pava,
pois com vossa vinda
lhe dais lume novo.
Vós sais, cordeirinha,
de Iesu formoso,
mas o vossa esposo
já vos fez rainha.
Também padeirinha
sais de nosso povo,
pois, com vossa vinda,
lhe dais lume novo.
II
Não é d'Alentejo
este vasso trigo,
mas Jesus amigo
é vosso desejo.
Morro porque vejo
que este vosso povo
não anda faminto,
deste trigo novo.
Santa padeirinha,
morta com cutelo,
sem nenhum farelo
é vossa farinha.
Ela é mezinha
com que sara o povo,
que, com vossa vinda,
terá trigo novo.
O pão que amassastes
Dentro em vossa peito,
é o amor perfeito
com que a Deus amastes.
Deste vos fartastes,
deste dais ao povo,
porque deixe o velho
polo trigo novo.
Não se vende em praça
este pão de vida,
porque é comida
que se dá de graça.
Ó preciosa massa!
Ó que pão tão novo que,
com vossa vinda,
quer Deus dar ao povo!
Ó que doce bolo,
que se chama graça!
Quem sem ele passa
é mui grande tolo.
Homem sem miolo,
qualquer deste povo,
que não é faminto
deste pão tão novo!
III
CANTAM:
Entrai ad altare Dei,
virgem mártir mui formosa,
pois que sois tão digna esposa
de Iesu, que é sumo rei.
Debaixo do sacramento,
em forma de pão de trigo,
vos espera, como amigo,
com grande contentamento. Ali tendes vosso assento.
Entrai ad altare Dei,
virgem mártir mui formosa,
pois que sois tão digna esposa
de Iesu, que é sumo rei.
Naquele lugar estreito
cabereis bem çom Jesus,
pois ele, com sua cruz,
vos coube dentro no peito,
ó virgem de grão respeito
Entrai ad altare Dei,
virgem mártir mui formosa,
pois que sois tão digna esposa
de Iesu, que é sumo rei.
(De Poesias)
Extraído de POESÍA BRASILEÑA COLONIAL. Traducción y prólogo de Ricardo Silva-Santisteban. Lima: Centro de Estudios Brasileños, 1985. 117 p. (Tierra Brasileña. Poesía 23)
A Santa Inés
I
¡Corderita linda,
cómo goza el pueblo
pues que tu venida
le da nuevo fuego!
Corderita santa,
de Jesús querida,
tu santa venida
hasta al diablo espanta.
¡Por eso te canta
con placer el pueblo,
pues que tu venida
le da nuevo fuego!
Nuestra culpa oscura
huirá de prisa,
pues que tu cabeza
viene con luz pura.
Tu gran hermosura
es honra del pueblo,
pues que tu venida
le da nuevo fuego.
Virginal cabeza
por la fe cortada,
que con tu llegada
ya nadie perezca.
Ven ya muy de prisa
a ayudar al pueblo,
pues con tu venida
le das nuevo fuego.
Eres corderita
de Jesús hermoso,
y como es tu esposo
eres ya la reina.
Ya panaderita
eres de tu pueblo,
pues, con tu venida,
le das nuevo fuego.
II
No es del Alentejo
aqueste tu trigo,
mas Jesús amigo
es tu gran anhelo.
Muero porque veo
que este nuestro pueblo
no discurre hambriento
deste trigo nuevo.
Tú, panaderita,
muerta con cuchillo,
ya ningún afrecho
posee tu harina.
Eres gran remedio
con que sana el pueblo,
que, con tu venida,
tendrá trigo nuevo.
El pan que amasaste
dentro de tu pecho,
es amor perfecto
con que a Dios amaste.
Deste pan te hartaste,
deste das al pueblo,
porque deje el viejo
por el trigo nuevo.
No se vende en plazas
este pan de vida,
pues que es la comida
que se da de gracia.
¡Oh preciosa masa!
¡Oh que pan tan nuevo
que, con tu venida,
Dios ofrece al pueblo!
!Oh que dulce tarta,
que se llama gracia!
Quien della no se harta
es porque es un sandio.
Es hombre sin seso,
alguien deste pueblo
que no lleve hambre
deste pan tan nuevo.
III
CANTAN:
Entrai ad altare Dei,
virgen mártir muy hermosa,
porque eres tan digna esposa
de Jesús, que es sumo rey.
Debajo del sacramento,
en forma de pan de trigo,
te espera Dios como amigo,
con grandísimo contento.
Allí tienes gran asiento.
Entrai ad altare Dei,
virgen mártir muy hermosa,
porque eres tan digna esposa
de Jesús, que es sumo rey.
En aquel lugar estrecho
entrarás bien con Jesús,
pues es él, con su grave cruz,
abrigo encontró en tu pecho,
oh,virgen de gran respeto.
Entrai ad altare Dei,
virgen mártir muy hermosa,
porque eres tan digna esposa
de ]esús, que es sumo rey.
(De Poesías)
Extraído de POESÍA BRASILEÑA COLONIAL. Traducción y prólogo de Ricardo Silva-Santisteban. Lima: Centro de Estudios Brasileños, 1985. 117 p. (Tierra Brasileña. Poesía 23)
Compôs o Poema à Virgem, poema de 4.172 versos, enquanto estava no cativeiro dos tamoios e, diz a lenda, que o havia escrito nas areias da praia e que, graças a sua memória excepcional, somente mais tarde teria transcrito o poema para o papel.
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Obras
As principais obras do jesuíta estão divididas entre poemas, peças de teatro, sermões e, claro, na elaboração de uma gramática que facilitasse o ensino e o aprendizado da religião pelos indígenas. Seus poemas, carregados de subjetividade, mostram um Anchieta empenhado no louvor à religião católica, na busca pelo consolo das adversidades da vida que é encontrado apenas por meio da entrega e do amor divino e, claro, na vida dos santos.
Suas peças de teatro (autos), de cunho pedagógico, são voltadas para a catequização dos indígenas, escritos ora em português, ora em tupi, transformando o imaginário e os costumes daquelas sociedades “pagãs” em entidades “do Mal”, contrárias às imagens do cristianismo, que representam “o Bem”, criando dois pólos de oposição entre os dois mundos. Na Festa de São Lourenço é considerado seu auto mais importante, pois, embora não haja uma unidade narrativa nos quatro atos que o compõe, há a descrição de cenas da vida nativa e demais aspectos da vida dos indígenas.
Suas principais publicações são O De Gestis Mendi de Saa, impresso em 1563, poema épico em homenagem ao governador Mem de Sá que chefiou os primeiros levantes contra os franceses que invadiram as colônias portuguesas. É considerado o primeiro poema épico da América e anterior ao “Os Lusíadas” de Luís de Camões. No entanto, críticos e antropólogos contemporâneos chamam a atenção para o aspecto da violência contida no poema que, segundo a visão dos jesuítas, legitimaria a conquista, a subordinação e o extermínio dos indígenas em face de um objetivo “maior”, a evangelização, assemelhando-se às cruzadas medievais. Além disso, o imaginário pagão dos indígenas é considerado diabólico e seus rituais, principalmente o antropofágico, são vistos como algo bestial e animalesco, desprovido de significação cultural. Logo, o texto mostra, acima de tudo, que a vinda dos jesuítas, embora com objetivos diferentes dos conquistadores de terras, também se deu de maneira violenta, de um povo sobre outro e que a instalação dos redutos missionários não foi tão pacífica como se supunha, expondo as chagas da história brasileira; e A arte de gramática da língua mais usada na costa do Brasil, impresso em 1595, constitui-se no primeiro registro dos fundamentos da língua tupi.
Última edición por Pedro Casas Serra el Miér 25 Mayo 2022, 13:03, editado 3 veces (Razón : ortografía)
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