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Reinaldo Arenas (Aguas Claras, Cuba; 16 de julio de 1943 - Nueva York, Estados Unidos; 7 de diciembre de 1990)1 fue un novelista, dramaturgo y poeta cubano conocido por sus obras mágico-realistas y su oposición al regimen de Fidel Castro.
Biografía
Arenas nació en el campo, en Aguas Claras —en la parte norte de la provincia de Oriente—, y más tarde su familia se mudó a Holguín. Su adolescencia campesina y precoz se vio marcada por el manifiesto enfrentamiento contra la dictadura de Batista. Colaboró con la revolución cubana, hasta que, debido a la exclusión a que fue sometido, optó por la disidencia. Su presencia pública e intelectual le granjeó marcadas antipatías en las más altas instancias del Estado, lo cual, unido a su homosexualidad, provocó una implacable y manifiesta persecución en su contra.
En toda su vida, Arenas solo pudo publicar un libro en Cuba: Celestino antes del alba, que agotó su primera edición en una semana y no pudo reeditarse. Esta primera novela inicia una pentagonía sobre la revolución que continúa con El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El asalto y El color del verano, novelas en las que expresa su inicial entusiasmo y posterior desengaño, especialmente en Otra vez el mar, hasta concluir en una parodia grotesca, carnavalesca y festiva de la misma en El color del verano, ambientada en 1999, durante los festejos por los cincuenta años del triunfo de la Revolución.
Reinaldo Arenas sufrió persecución no solamente por su abierta homosexualidad, sino por su crítica al Gobierno, que le cerró muchas posibilidades de desarrollo como escritor e intelectual durante los años de mayor ostracismo cultural y sectarismo en la isla.
Contemporáneo y amigo de José Lezama Lima y Virgilio Piñera, fue encarcelado en condiciones muy duras, llegando a admitir lo inconfesable y a renegar de sí mismo. Ello provocó, en la sensible personalidad del escritor, un arrepentimiento que fue más allá de los muros de la prisión de El Morro (entre 1974 y 1976), calando tan hondo en su corazón que acabó por odiar todo cuanto le rodeaba. En esta época escribió su autobiografía, titulada Antes que anochezca.
Durante los años setenta, intentó emigrar en varias ocasiones, pero falló. Finalmente, en 1980, salió del país durante el Éxodo del Mariel. Por la prohibición que pesaba sobre su trabajo, Arenas no tenía autorización para salir, pero logró hacerlo cambiando su primer apellido por Arinas.
Desplegó desde este momento, y en el exilio nunca aceptado de Nueva York por el conservadurismo y la homofobia de los cubanos exiliados ligados al Partido Republicano en Florida, una profunda visión intelectual de la existencia enmarcada entre la expresión poética más hermosa y la más amarga derrota del desencanto.
Estableció su residencia en Nueva York, donde en 1987 le fue diagnosticado el virus del VIH/sida.
Muerte
El 7 de diciembre de 1990, Arenas se suicidó. Envió a la prensa y a sus amigos una sentida carta de despedida.
Legado
En 2000 se estrenó la versión cinematográfica de Antes que anochezca, película basada en su libro autobiográfico que dirigió Julian Schnabel, filmada en las semirruinas del que fuese templo jesuita de San Francisco Javier, en Veracruz, México. El rol de Reinaldo Arenas lo interpretó Javier Bardem que por su actuación ganó en 2001 la Copa Volpi al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el premio Independent Spirit y fue nominado al Óscar al Mejor Actor.
Del mismo título es la ópera que le dedicó el compositor Jorge Martín, estrenada en la ópera de Forth Worth en junio de 2010 y también representada en el Lincoln Center de Nueva York y, en 2017, en Miami. Seres extravagantes es el documental biográfico realizado por Manuel Zayas, en 2004, filmado clandestinamente un año antes en Cuba. Su obra ha tenido gran influencia en escritores de la siguiente generación, no solo homosexuales, sino en la intelectualidad general. Ella está presente en autores gais como Abilio Estévez y su Tuyo es el reino o en la novela Última rumba en La Habana, del escritor Fernando Velázquez Medina.
En una entrevista publicada en mayo del 2017 en la revista en línea El Estornudo, la hija de Raúl Castro, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) desde el año 2000, señaló que el caso de Arenas había sido manipulado por él mismo para engrandecer el personaje.
Reinaldo Arenas fue un buen escritor cubano, pero el cine sobredimensionó su figura. He podido conversar con una mujer con la que tuvo un hijo y con personas muy cercanas a él, y todos coinciden en que fue una pena lo que hizo. Comercializó con su libro al salir de Cuba, metiendo alguna mentira para engrandecer al personaje que creó. Fue expulsado de la universidad por una situación de «fraude escolar» y estuvo en la cárcel por un oscuro asunto de abuso sexual infantil. Eso no lo cuenta en su libro. Es cierto que sus obras no se publican en Cuba, pero no porque estén prohibidas, sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse.
Mariela Castro, directora de CENESEX
Temas
Según Jacobo Machover, la mayor parte de la obra de Arenas fue producida en condiciones de urgencia y de necesidad absoluta. Varios de sus manuscritos fueron confiscados y destruidos por la dictadura, razón por la cual tuvo que reescribir muchas veces, casi todas durante su exilio. Entonces, resulta lógico que la narrativa de Arenas se incline, casi siempre, en dos cuestiones: en su vida y en la situación social cubana de la época. Si bien toda su producción literaria no es necesariamente autobiográfica, sí plasmó fragmentos de su vida en varias obras; en cuanto a la disidencia, al haber sido él víctima de la crueldad de un Estado represor y homofóbico, su postura siempre se mantuvo clara en cuanto al régimen político: estaba en contra de él. Temáticas de violencia, persecución y la búsqueda de la libertad son comunes en casi toda su producción literaria.
En El color del verano, Arenas narra los acontecimientos que suceden en Cuba durante la celebración de 50 años del dictador Fifo, durante la cual se muestran los abusos de poder de aquellos que se han alienado con el gobierno y la resistencia de una juventud de vida subterránea, desgarrada, erotizada, rebelde y envilecida que se niega a aceptar y a vivir bajo la fuerte represión que domina a Cuba. Su novela El asalto profundiza mucho más en el aspecto de la libertad y de la lucha contra el régimen. La novela cuenta la historia de un Estado en el que se venera por sobre todas las cosas al «reprimerísimo», quien como indica su nombre, es represor y perseguidor de todo lo que le contradiga, violenta la libertad y cualquier forma de vida que no encaje en sus normas sociales y políticas.
En estas dos obras, a pesar de la existencia de personajes protagonistas y secundarios, Reinaldo Arenas se enfoca en sentimientos colectivos y específicos del pueblo cubano herido por la represión, la violencia y el encierro en su propia patria. En cambio, en Otra vez el mar, Arenas retoma la libertad, la desesperación y la angustia para plasmarlas ahora de manera particular en la pareja principal, un hombre —intelectual y militante— y una mujer —enamorada, dolida e inconforme—. Además de los lugares comunes que aparecen en el resto de la literatura de Arenas, en Otra vez el mar el autor profundiza en sus personajes y en la relación que mantienen. La novela está narrada en dos partes, una contada por la mujer y otra por Héctor, su marido. En ambos discursos, desde sus respectivas perspectivas, se habla del hastío que sienten el uno por el otro, así como de la incapacidad de separarse y el miedo a las consecuencias que esto pueda tener tanto para ellos como para sus hijos. Es trasfondo social y político de la novela, aunque nunca se especifica dentro de ella, está basado en el golpe contra Batista y la toma de poder de Fidel Castro, de cómo la situación pareció mejorar por un tiempo para después volver a la monstruosidad de un régimen político violento y represor.
Estos temas no solo se presentan en su obra narrativa, sino también en sus ensayos, su poesía y el teatro que escribió.
La literatura de Reinaldo Arenas es atrevida, transgresora y violenta por los temas que trata y por el contexto en el que se dio, desafiando al Estado que se oponía y reprimía a lo disidente en cualquier manifestación cultural, social y personal. Una de las características más interesantes de su escritura es la mezcla de hechos reales (tanto históricos cubanos como pasajes de su vida) con personajes y situaciones ficticias, incluso fantásticas.
Escritos
A pesar de su corta vida y las dificultades impuestas durante su encarcelamiento, Arenas produjo un importante trabajo. Además de los importantes esfuerzos poéticos ("El Central", "Leprosorio"), su Pentagonia es un conjunto de cinco novelas que comprenden una "historia secreta" de la Cuba posrevolucionaria. Incluye Singing from the Well (en español también titulado "Celestino antes del amanecer"), Adiós al mar (cuya traducción literal es "El mar una vez más"), el Palacio de las mofetas blancas, el color rabelaisiano del verano y El asalto . En estas novelas, el estilo de Arenas abarca desde una narrativa realista y una prosa experimental altamente modernista hasta un humor satírico absurdo. Su segunda novela, Alucinaciones ("El mundo alucinante"), reescribe la historia del sacerdote disidente colonial Fray Servando Teresa de Mier.
En entrevistas, su autobiografía, y en algunos de sus trabajos de ficción, Arenas establece conexiones explícitas entre su propia experiencia de vida y las identidades y destinos de sus protagonistas. Como es evidente y como han señalado críticos como Francisco Soto, el "narrador infantil" en "Celestino", Fortunato de "El Palacio ...", Héctor de "Adiós ..", y el triplicado llamado "Gabriel / Reinaldo / Gloomy Skunk "personaje en" Color "parece vivir etapas progresivas de una historia de vida continua que también está vinculada a la propia de Arenas. A su vez, Arenas vincula constantemente su vida narrada individual con la experiencia histórica de una generación de cubanos. Un tema constante en sus novelas y otros escritos es la condena del gobierno de Castro, aunque Arenas también critica a la Iglesia Católica, la cultura y la política de los Estados Unidos. También critica una serie de personalidades literarias en La Habana e internacionalmente, particularmente aquellas que él creía que lo habían traicionado y reprimido su trabajo (Severo Sarduy y Ángel Rama son ejemplos notables). Sus "Treinta trabalenguas truculentos", que según él circulaban en La Habana y que están reimpresos en "El color del verano", se burlan de todos, desde amigos personales que, según sugiere, pueden haberlo espiado hasta figuras como Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Miguel Barnet, Sarduy y, por supuesto, el propio Castro.
Su autobiografía, Before Night Falls estaba en la lista del New York Times de los diez mejores libros del año en 1993. En 2000, este trabajo se convirtió en una película, dirigida por Julian Schnabel, en la que Javier Bardem interpretó a Arenas. Una ópera basada en la autobiografía con libreto y música del compositor cubanoamericano Jorge Martín se estrenó en la Fort Worth Opera el 29 de mayo de 2010, con el barítono Wes Mason cantando el papel de Arenas.
Los documentos de Reinaldo Arenas se llevan a cabo en la Biblioteca de la Universidad de Princeton. “La colección consta de documentos personales y de trabajo de Reinaldo Arenas” e incluye mecanografía y borradores de mecanografía, ensayos, entrevistas, recortes de periódicos, correspondencia y otros documentos.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
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Dos poemas de Reinaldo Arenas, de su obra El Central, 1981
DE NOCHE, LOS NEGROS
OH, sí, ya sé que todo esto son inútiles artificios para retardar el degollamiento.
....Oh, sí, ya sé que el gran estallido será inevitable (mediocre, oscuro) y que de nada me servirán armonías, análisis ni blasfemias.
....Pero cuando están clausuradas todas las posibilidades, cuando ya se han agotado urinarios y calzadas: ah, poema; ah, poema; ah, horrible.
....Cuando las furias. Cuando el deseo se deshace en inútiles interrogaciones, cuando el cansancio suple al deseo, cuando la derrota aniquila al deseo, cuando la madrugada neutraliza al deseo: ah, poema; ah, horrible.
....Es aquí donde convergen los grandes andamios y las paralelas y metálicas furias por las cuales se desliza nuestra sangre, nuestra única sangre, nuestra sangre de siempre, la más dulce.
....Es aquí donde el humo esparce muleconas en la tarde animosa. Son nuestros huesos que fluyen en los abismos de la perenne furia. Son nuestras vidas que se derriten en las infatigables fornallas de la isla.
....Ah, poema; ah, poema.
....He aquí como para sobrevivir (para sobrevivir siempre, poema) te has convertido en la recompensa de las tarde estériles y en las justificaciones del aborrecido.
....Llegamos, y aquí están las altas torres, y las infatigables calderas, saludándonos.
....Llegamos, y aquí está el implacable código desplegándose, y el verde, el verde; las aristas del verde, engulléndonos.
....Llegamos, y un fraile mientras se masturba con el arpón de una cruz, nos convierte automáticamente al cristianismo gracias a una bula pontificial.
....Llegamos, y un pirata, mientras saquea nuestro sudor nos enseña, de paso, con un puntapié, el significado de la palabra patria.
....Virgen, y a todas estas el flamboyán, reventando sus rojas corolas al final de la tarde.
....Virgen, y a todas estas el antiguo deseo, las antiguas proporciones de la dicha, el antiguo sentimiento. Y el padecer y añorar como si aún fuéramos humanos.
....Virgen, y a todas estas la insolente llamada, los pistones girando; la gran rueda, y nuestros brazos que enarbolan mochas, que se alzan, que hacen sucumbir la plantación a los pies del jefe de brigada.
....Guarda tus notas, hijo mío; guarda tus notas, pues nada será más provechoso para tu imaginación que este golpe de guámpara incesante, que este roer de la claridad incesante.
....Guarda las palabras escogidas, hijo; guarda las palabras rebuscadas, querido; pues ninguna palabra, por muy noble que sea, le dará más vigencia a tu poema que el grito: ¡de pie, cabrones!, rayando siempre el alba.
....Guarda esas libretas, queridísimo; guarda ese minucioso acaparamiento de citas y frases decisivas. La poesía, al igual que el porvenir, se gesta en el vertiginoso giro de un pistón de 4 tiempos; en el mareante desfile de las carretas cañeras y en la árida voz del que te ordena más rápido, más rápido. Oh, la poesía está aquí, en la parada al mediodía para el trago de agua sucia. Oh, la poesía está aquí, en el torbellino de moscas que ascienden a tu rostro cuando levantas la tapa del excusado.
....Con la creación del bocabajo (ta bueno ya, niño; ta bueno ya, mi amo; ta bueno ya, señó) es indiscutible que se inaugura toda una escuela literaria.
....Donde florece el espanto, donde florece el espanto, allí está tu victoria; donde florece el espanto (¿dónde no?) allí está el inmenso arsenal donde todos, sin distinción de colores ni filosofías, podrán ir a beber.
Donde florece
Donde florece
Donde florece el espanto
...........Poeta,
allí estás:
....La augusta maricona, con su insoluble y metafísica angustia (quién me entollará hoy, quién me entollará mañana) vagó inútilmente hasta el alba; regresó. Y se hizo inmortal.
....El soldado (a quién mataré hoy, a quién mataré mañana), padeció de pronto la obsesión de las revelaciones. En un acto público, en medio del espectáculo, disparó contra una de las venerables cabezas. Disparó, no acertó, mas se hizo inmortal.
..................Viajeros, oh viajeros,
aunque ustedes lo ignoren (como lo ignoro yo),
aunque ustedes solo vean los destellos de un
nuevo terror (como lo veo yo),
aquí se está gestando el porvenir; sí,
aquí, todos unidos, mansamente unidos,
apretamos un poco más la tuerca
y escalamos un peldaño de la
«Historia».
..................Tú también lo aprietas,
viajero.
Tú también.
....Mas, ¿es que alguna vez ha dejado de hacer la historia a golpe de rebencazos, zurriagazos, latigazos, estacazos (y continúe usted aportando variedades de janazos)? Esto no es secreto ni para un monje cartujo. Ah, hasta los más empedernidos humanistas, instalados en su segura cobardía, justifican ya cualquier violencia.
Ya ves como ni los conventos se declaran en recle.
Ya ves como quieras o no optas siempre por la balsfemia.
Ya ves como quieras o no sonríes cuando te estampan el
gallardete,
....El día estalla en innumerables días que se prolongan hasta el último día. Con él los negros, a golpe de garrocha, salen del barracón. El mayoral vigila, la contramayoral ordena; la caña aguarda. El negro acata. Y el día estalla en innumerables días, en un largo día, que se prolonga hasta tu muerte.
....A veces un negro
se lanza de cabeza a un tacho,
hasta sus huesos se convierten
en azúcar.
Aumenta la cuota, nada sensacional ocurre,
¿acaso no se lo iba a comer de todos modos
el azúcar, el ta ta ta, el ta ta ta, incesante?
....A veces un negro
abre las fornallas
y se lanza de cabeza a la caldera.
....Esto no causa ninguna interrupción,
después de todo, el negro puede pasar como carbón de piedra. Y son escasos los objetos que echados a una caldera no ardan.
....Además, ¿de todos modos?, ¿no iba la caldera a consumir su vida? ¿El guirindán, el guirindán, incesante.
....Al alba, con el toque del Avemaría se inicia la jornada.
....Y aquellas cabezas rapadas
surgiendo como soles negros
en el horizonte occidental, ¿no eran
realmente un gran espectáculo?»
mientras se reparten los guantes y las mochas y los tractores levantan montañas de tierra que baten contra las paredes del campamento, mientras se planifican las peripecias del espanto, ¿habrá tiempo para masturbarse?, ¿habrá tiempo para darle coherencia a alguna imagen excitante?, ¿habrá tiempo para la rápida inspiración, para la eficaz erección, para la violenta y compulsiva eyaculación?
....El adolescente medita (pero, ¿hubo tiempo para meditar?). El adolescente hunde sus manos en los calzoncillos verdes (el color de la época). Hay que darse prisa, hay que darse prisa. Pero, he aquí que ya llegan los otros; alguien se orina; alguien grita que se caga; todos quieren apoderarse de las letrinas.
No hay tiempo
no hay tiempo
....La patria os llama, hijos amantísimos.
Se invocan los héroes,
se citan los muertos.
....Toda la sangre derramada sobre la tierra en cualquier momento de su cansona biografía se te recuerda para que tú des la tuya, oh hijo amantísimo,
oh hijo queridísimo, hijo mío.
Sonrisas.
....De noche los negros. Su larga sonrisa es una sábana castañeteante.
....De noche los negros. Sus manos torturadas son garras invisibles, aún insospechadas.
....De noche los negros. ¿Hay tiempo para pensar? ¿Hay tiempo para emitir un quejido? ¿Hay tiempo para darle coherencia al furor?
....De noche los negros. No me preguntes. No me atosigues con patrióticas y elevadas interrogaciones. No me acoses. Yo solo deseo una esquina no vigilada por el guardiero, un plantón invisible. Yo solamente quisiera tirarme allí, donde los cagajones resecos, y no me preguntes más.
....De noche los negros. ¿Conoces tú el significado de la palabra calimbar? Acaso tu abuelo conjugó ese verbo, uno de los grandes aportes de la lengua castellana.
....De noche los negros. ¿Relatan historias de capiangos, de meri-meri? ¿O adoran secretamente el font-font del contramayoral?
....De noche los negros. ¿Se distinguen en el manguial, entre las sombras? ¿No pueden salir corriendo?
....De noche los negros. Son fantasmas disciplinados ya por el terror.
....De noche los negros. Son el remoto gemido de un tamtam petrificado por las experiencias del hiere-pies, por las jaurías y las indigestiones de la mabinga.
....De noche los negros. Dejan de ser negros. Son tristes, no pensativos. Están fatigados. Desean
descansar.
Ah, ¿pero conoce usted el significado
de la palabra
reenganche?
Ah, ¿pero no ha actualizado usted su vocabulario?
....¿No sabe usted, por ejemplo, lo que quiere decir «planchar un campo de caña»?
....¿No sabe usted, por ejemplo, lo que significa «calorizar el encuentro fraternal»?
....¿No sabe usted, por ejemplo, señor arribado de tierras distantes, simpático mariconzuelo acompañado de su esposa bilingüe y humanista, no conoce usted el verbo reenganchar, el verbo calimbar, el verbo recaptar, o el efecto de hacer conciencia? Francamente debe usted pasar una escuela, un cursillo de esos, rápidos y eficaces, donde la calidad revolucionaria se demuestra, ante todo, pelándose al rape.
....En el cuartel, las rosas.
....Las grandes rosas de papel. Miles de manos femeninas y voluntarias han trabajado esos ásperos cartones. Para no robarle tiempo a la producción, cada recluta pondrá solamente la dirección de su madre. La rosa lleva un letrero: aquí en mi puesto, felicidades. Miles de manos amorosas recibirán la tarjeta.
....Miles de manos amorosas, ¿olerán la rosa?
....Virgen purísima, y a todas estas el gran flamboyán con sus regias corolas inundando la tarde.
....Y a todas esta tú, cándida, inexistente y gentil, bendiciendo el vacío.
Virgen
ah Virgen.
Ah, virgo de la Virgen.
Ah.
....Virgen: hay miles de jóvenes metidos en los lugares más insólitos de la Isla. Ellos se levantan antes que el día y cortan, cortan. A las 12, si no hubo asamblea o chequeo de emulación, una carreta lleva las cántaras llenas de agua sucia y (felizmente) tibia. Se hace fila, se almuerza, y a la una se toma de nuevo la vereda del campo. Las cañas saltan en el aire; las cañas son cortadas en tres trozos en el aire. Cada machetero va dejando un reguero de cañas ya cortadas, un reguero de furias ya cortadas; va dejando, va dejando un reguero de juventud ya cortada. Al oscurecer, luego del metódico repile para que la alzadora pueda depositar las cañas en el camión (exigen normas técnicas), se regresa al barracón, de noche. Hay miles y miles de jóvenes, Virgen, a los cuales tú podrías consolar a la hora del regreso subiéndote un poquito más la saya, dejando entrever algo que esté más allá del tobillo y más abajo de la sagrada diadema, mandando a la porra aureolas y esferas y volviéndote, finalmente, algo útil, algo palpable, algo perfectamente penetrable.
....Virgen, Virgen, aun cuando no estés a la moda, aun cuando vengas enredada en colores, trapos y grasas, ellos quieren un hueco. Virgen; ellos quieren un hueco, no un hueco virgen. Y yo no puedo complacerlos a todos. Virgen.
....¡Son miles y miles, son miles y miles! ¡Virgen!
se echa a los pies
del gran dirigente,
de recorrido en su Alfa Romeo por los centrales de avanzada.
....Manos de recluta (7 pesos al mes por 3 años) limpian el parabrisas de este magnífico automóvil de factura occidental.
....Manos de recluta hacen sucumbir los agresivos tallos a los pies del distinguido personaje.
....Manos de recluta manejan las máquinas que conducen los tallos al central.
....Manos de recluta conducen el vehículo (llegó la hora de la despedida) en el que se aleja el alto personaje.
........Manos de recluta (al oscurecer) descienden la bandera.
....Voces de recluta gritan: «Campamento atenjó».
....Voces jóvenes y aún fuertes –voces.
....Voces increíbles y roncas, potentes –voces.
....Manos jóvenes de recluta se tapan la frente.
....Saludan.
....¿Quién aún tiene la suficiente furia, la insolente inocencia para decidirse a trepar las montañas (otra vez, otra vez) que se alzan firmes y legendarias al final de la exquisita llanura, como montañas?
....Al Avemaría la dotación apareció en la plaza. (Amanecía.)
....El contramayoral traía a los testigos con mazas y cadenas, y los macuencos se movían con lentitud. Cada cimarrón fue reconvenido a razón de 500 zurriagazos. Luego se les ordenó a todos iniciar el trabajo. A la oración los trajeron de nuevo. (Oscurecía.) Entonces el amo les dio permiso para bailar tambor.
....De noche los reclutas inician las premoniciones de un día de descanso. Remiendan trapos, aniquilan incipientes barbas; enjabonan testículos y falos aún sin estrenar. Retozan. Más allá, el central, enjaezado de luminarias como una catedral medieval en tiempos de la cuaresma, chisporrotea contra la negrura.
....De noche los reclutas. Inventan resonancias con manos y literas. Con cáscaras inventan juegos de barajas. Fabulosas mujeres inexistentes. Inventan recursos para no oxidar la memoria.
....Llegamos.
Y ya todo estaba previsto,
los grandes planes futuros,
los grandes terrores presentes, las altas tierras de la Isla
acorazada por su perenne espanto.
....Llegamos y no hay nadie esperándonos
ni siquiera para decirnos que regresemos.
No hay nada, sino la orden inacabable,
la resolución a largo plazo,
los carteles donde se nos muestra el futuro.
y la gran plantación de caña donde se nos aniquila
el presente.
....Llegamos
y aquí están ya los grandes artefactos mecánicos listos para ser conducidos.
....Llegamos
y aquí están ya las inevitables planillas (sexo, edad, nombre del padre, nombre de la madre, peso, actitud ante el trabajo, integración y conciencia revolucionaria, conducta, color de los ojos) listas para ser llenadas.
....Llegamos
cuando ya era demasiado tarde para dejar de aplaudir.
....Llegamos
cuando ya era imposible seleccionar nuestro infierno.
....De noche los reclutas. Se tiran almohadas, exhiben sus sexos; juegan a que no son hombres para poderse manosear recíprocamente.
....Luego, rendidos, se extienden sobre las literas
tan solo por un rato
y entregan sus sueños a las especulaciones de la Sección
Política.
....De noche los reclutas. No tienen color, no tienen deseos, no tienen pensamientos, ya.
....No tienen juventud, ya.
....No tienen relucientes ni agresivos instrumentos, ya.
....No tienen un cansancio inmenso.
....Desean dormir.
....Déjalos.
....Mira cómo flotamos. Mira cómo nuestros cuerpos se deslizan cual anguilas. Mira cómo en el fondo se unen nuestros dedos largos. Fuimos al cayo a través del manglar. Corrimos por entre troncos secos, mosquitos, pantanos, para que no nos cogiera la noche. Pisamos la tierra que se resentía y supuraba fango. Y vimos millones de cangrejos, aún pequeños, emergiendo, corriendo asustados (una muela en alto), integrándose a la costa pantanosa. Al anochecer ya estábamos de regreso; pero antes le otorgamos una mirada final al sol, clásica bola de fuego cayendo tras un palmar en acoso.
....De noche.
....De noche.
....Hay fiesta. Ha llegado mayo con los inevitables y efímeros oropeles de la primavera tropical (pronto el verano los devorará). Y como estamos al final de zafra, el amo ha decidido que hoy sea el día tabla. El barullo se inicia en un rezo, junto al barracón. La negrada está ya reunida a su alrededor. La fiesta comienza por cantos y batir de palmas. Pero al llegar el amo, el bongó comienza a retumbar y una pareja sale del corro. Una matungo hace de bastonero. La pareja empieza a perseguirse en síncopes, tratando de abrazarse con los cuerpos, pero las notas del bongó vienen siempre a estorbar el entronque. El ama sonríe por el colmillo. El amo ríe a carcajadas. Todo el afán de los danzantes está en enlazar alguna parte de su cuerpo menos los brazos, para esto disparan los muslos, se mueven las cinturas, se encañonan los bustos, arremolinan las nalgas. Pero las percusiones saltan entre ellos, haciéndoles retroceder y avanzar sin permitirles lograr su objetivo. Al comienzo, los movimientos son moderados y las percusiones lentas; pero ya los bailadores se han emborrachado de música y han perdido el control. Ahora comienza la verdadera danza. El tam-tam, furioso por el contacto con el fuego, empieza a retumbar, dominando al bongó. Los negros danzan en torno a la hoguera deteniéndose ante el guardiero que les moja las bembas. Los tambores emiten ya un aullido largo y cavernario. Todos, hombres, mujeres, mulecones, muleconas, se han incorporado a la frenética danza… El amo, el ama, el mayoral, la contramayorala y los niños, vinieron a ver comenzar la danza, pero se retiraron pronto.
....En qué aguas
se reúnen el que cuenta el terror
y el terror que se cuenta.
....En qué abismo furioso perece
la música y el danzante.
....Quién es el que interpreta.
Quién es el que padece.
....Cuál de los dos es el autor
del trágico mamotreto.
....La noche. Y abril estallando con sus infinitos oropeles.
....¿Quién define el estruendo de la infatigable
derrota, del alambique infatigable?
....¿El mismo estruendo?
....¿El que oye el estruendo?
....¿El que padece el estruendo?
....¿El que grita y se abrasa?
....¿El diluvio o su emocionado cantor?
....¿Cuál de los dos gritos llegó a mi
oído?
....Virgen, Virgen.
Aquí estoy,
husmeando letrinas, mirando –a la hora del baño–
los divinos y esclavizados cuerpos del momento
y tratando de sacarme un alarido
algo más alto que el estruendo de las duchas
y los ahogados suspiros que emanan de los cansados
y desnudos cuerpos.
....De noche los negros.
....Hay siempre el restallar del látigo en la insólita atmósfera.
....Hay siempre la flotilla de vigilancia muy cerca de la costa.
....Hay siempre como el signo, la oscura señal de la maldición guareciéndose en nuestra sonrisa.
....De noche los reclutas.
....Hay siempre la sirena del central, infestando, infestando.
....Hay siempre el chillido metálico que te llama para que apagues un campo de caña.
....Hay siempre la invariable nube de mosquitos y el inconsciente gemido del adolescente.
....De noche los negros.
....Hay siempre la restallante blancura del percal en que se envuelve el cuerpo del amo a la llegada de la primavera.
....Hay siempre
los cantos lúbricos, los cantos litúrgicos, los cantos guerreros, el infatigable aullido de los perros, y ¿el consuelo?
....Hay siempre
más allá del imposible descanso; más allá aun de la fatiga y del acoso, alguien que te acosa y te fatiga, que te exige, que te recrimina y ofende, que te premia con un garrotazo y con la muerte.
....De noche los negros. ¿Son «almas que gimen»? ¿Son aguas que fluyen? ¿Son perros que ladran? ¿Son cosas que revientan?
De noche los negros, ¿son negros?
....De noche los reclutas. Sólo hay una orden, la de no descansar. Sólo hay un futuro, el de no descansar. Sólo hay un pasado, el de no recordar.
....De noche los negros. ¿Hubo chequeo de emulación intercampamento?
....De noche los reclutas. ¿Dónde terminan las transfiguraciones del guardiero?
....De noche los negros. Hay un peso inalzable en el sitio donde debieron albergarse los recuerdos.
....De noche los reclutas. Hay una extraña bestia que lanza coces, lenguazos de fuego, apabullantes sentencias, donde debimos pasearnos esta tarde.
....De noche los negros. Son negros, son reclutas, son bestias que giran violentas y torpes; fatigadas y torpes; hambrientas y torpes; esclavizadas y torpes.
....De noche, ¿son negros? De noche, ¿son reclutas?
....Son sombras que estiran su furia sobre un hierro con patas, la cama; son sombras que extienden su hambre sobre una tabla con patas, la mesa; son sombras que ahogan sus sueños en un tanque con patas, sus cuerpos.
....De noche, de noche.
....de noche los negros
....de noche, ¿se distingue el color de su piel? ¿se distingue el color de su angustia?
¿se distingue el color?
....De noche, de noche
....de noche los reclutas,
¿saben ellos la dimensión de la estafa que padecen?
....He aquí que la llegado el momento en que dos épocas confluyen.
....He aquí, otra vez, la vil estación de los ritos y de los sacrificios
en honor a los muertos ilustres
....He aquí otra vez las grandes consignas,
el reventar de la historia.
Y todos fervientes inauguramos las fiestas de las Lupercales.
....Mientras, a un costado de la antigua mansión abandonada urgentemente por sus propietarios asciende de nuevo el olor de la enredadera.
....¿Alguien lo siente?
....¿Alguien presiente el legendario homenaje que nos lanzan esas flores mínimas?
....¿Alguien que no chille, que no aplauda, oye el antiguo chillido?
....¿Alguien que no aplauda, alguien que en este mismo momento no ríe
oye la estruendosa, la perenne carcajada de la tierra?
.................Pero hay que
aplaudir
bajar el lomo y aplaudir
levantar la mocha y aplaudir.
....Hay que cortar toda la caña sin dejar de aplaudir.
....Al son del látigo, loado sea Dios.
....Al son de los testículos cloqueantes en medio del cañaveral y el aullido del guardiero, loado sea Dios.
....Al son de las magníficas espuelas que revientan mulas y tu vida, loado sea Dios.
....Al son del bocabajo (ta bueno ya, ta bueno ya, ta bueno ya), loado sea Dios.
....Al son del trapiche que a veces de un tajo nos lleva una mano, loado sea Dios.
....Al son del sudor, al son de la inmensa caldera que oscila, al son de los tachos que giran, que giran, loado sea Dios.
....Al son de los perros que, extremadamente diestros, no supieron traer con vida el cuerpo del cimarrón, loado sea Dios.
....Al son del ahorcado balanceándose a mitad del camino para que sirva de ejemplo, loado sea Dios.
....Al son del zurriagazo y la voluntaria zambullida en la caldera (único acto voluntario que puede ejecutar un negro esclavo a lo largo de toda su vida) loado sea Dios.
....De noche.
....De noche.
....De noche.
....De noche se celebran los encuentros entre brigadas.
....De noche se celebran los juicios populares.
....De noche se condena a 30 años a un recluta porque se disparó un tiro en la pierna
pues ya no resistía.
....De noche
....De noche.
....¿Alguien siente el desesperado crepitar de la Isla donde millones de esclavos (ya sin color) arañan la tierra inútilmente?
....No hay nada que decir, sino inclinarse y escarbar.
....No hay nada que decir sobre la libertad en un sitio donde todo el mundo tiene el deber de callarse o el derecho a perecer balaceado.
....No hay nada que decir sobre la humanidad donde todo el mundo tiene el derecho a aplaudir o perecer balaceado.
....No hay nada que decir sobre los sagrados principios de la justicia en un sitio donde todo el mundo tiene el derecho a inclinar su cuerpo esclavo, o sencillamente, perecer balaceado.
....(Qué claro, qué claro está todo: ni grandes frases, ni complicadas especulaciones filosóficas, ni el poema hermético. Para el terror basta la sencillez del verso épico: decir.)
....Hay que decir.
....Hay que decir.
....En un sitio donde nada se puede decir es donde más hay que decir.
....Hay que decir.
Ah, pero, ¿ha visitado usted el círculo que forman las casas de vivienda y que se conoce con el nombre de batey?
....¿Visitó usted ya el trapiche, la casa de calderas, la casa de administración, los almacenes, la gran casa del amo y los árboles de recreo? –los naturales tenían la Casa de la Tristeza, nosotros la sustituimos por la Casa de Contratación–. Todo, desde luego, lejos de los barracones, donde no llegue el hedor.
....Ellos marchan en filas, y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos son mal albergados, son mal alimentados, se bañan, si llega el carro del agua; apenas si duermen. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos son citados por una orden impostergable. Ellos son pelados al rape; son envueltos en telas ásperas. Ellos tienen que soportar el calor con esas telas. Ellos no pueden hablar si no se les autoriza. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos salen una vez al mes (48 horas de permiso), pero no pueden llegar a la casa pues el transporte está dedicado al tiro de la caña. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos padecen plagas colectivas; sin querer se sacan los ojos con las filosas hojas de la caña; queriendo se cortan las manos para obtener una licencia. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos beben agua podrida; ellos pierden los dientes; ellos padecen hernias, y si se niegan a trabajar son sometidos a un consejo de guerra. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Para ellos cuando la madre se enferma no hay salida; si muere es posible que le concedan 24 horas.
....Ellos no sueñan con países lejanos. Ignoran los estilos artísticos, las categorías de la lujuria y las resonancias de los grandes idiomas.
....Ellos no han pensado jamás en cruzar el mar. Esperan que al final del mes se les entregue una cuchilla de afeitar (rusa), unos cordones para las botas (cubanos), y alguna carta retenida (familiar).
....Ellos no esperan. Sus aspiraciones oscilan entre un sombrero y unos espejuelos.
....Ellos.
....Ellos.
....Ellos.
....Ah, poemas; ah, poema. He aquí cómo se fatigan dedos e imágenes y aún sigo ardiendo.
....Ah, poemas; poema.
....Cómo otra vez el sol inútil cae sobre la enredadera de la vieja mansión
y todo parece presagiar la llegada del aguacero y de las grandes, secretas, resonancias.
....Y todo parece conminarme para que lo interprete, dando señales de una legendaria y renovada estafa.
....De noche.
....De noche.
....Se crean, ya, nuevos planes de persecución y reclutamiento. Se analizan, ya, las deficiencias del terror organizado y se estipulan grandes planes de desolación a largo plazo.
....Ya aquí el infatigable farfullo de semillas y tierras, el olor que asciende, las fastuosas corolas fluyendo, las literas organizadas, el esplendor de unas aguas vistas a distancia por entre cuerpos magníficos y esclavizados, y la maldición que se renueva al levantar un costado del mosquitero.
....Ah,
¿pero conoce usted las diversas fases de la fabricación del azúcar?
....Quieras o no, aquí te las endilgo:
....a) La caña pasa por las esteras, se la tritura, se le extrae el jugo, se niegan pases, se recargan los horarios, se celebran consejos de guerra, se convoca a reuniones urgentes.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....b) El jugo delicioso, cantado ya por poetas y narradores, sufre el proceso de la imbibición, se purifica; llega a las pailas, se agita, bulle, se aprietan las tuercas, se redoblan los azotes y la vigilancia; se castiga por no haber dado el corte bien bajo; se exige una arroba más por día.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....c) De allí, el guarapo, ya limpio, pasa a los tachos, se realiza el proceso de evaporación, se efectúa el punteo, el chequeo al final del corte, el repile urgente, el doble-turno. Vamos caminando hasta el barracón donde esta noche estudiaremos la biografía de Lenin. Todo esto lo puede ver usted por los cristales de los gigantescos tanques donde bulle la melaza.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....d) De los tachos, la melaza salta a las máquinas cristalizadoras. Huir. Pero alguien grita, alguien se esconde detrás de cada cogollo y aprisiona. Y el líquido rojo cae en la inmensa paila, y el hombre aullando se arrastra. Y la inmensa paila recoge la melaza generosa. Los tambores están mudos, los rifles truenan. Cae, pero no puede gritar cojones; cae sin poder gritar Dios mío; cae sin poder decir ta bueno ya, ta bueno ya, señó. Con un gorgoteo final el embudo se abre y un torrente cae en el saco. La balanza anuncia el peso exacto: una tonelada métrica de azúcar.
....De noche.
....De noche.
....De noche nuestros huesos piadosamente extendidos, el regalo de la enredadera (en el recuerdo) y la certeza de que no existen etapas de transición: la invariable conquista. El sueño.
....Hemos creado centenares de leyes represivas. Hemos construido unos 150 campos de concentración. Hemos fusilado a unas 50 mil personas, hemos desterrado a un millón. Y hemos esclavizado al resto.
....¿Alguien se atreve a negarnos la eternidad?
....Abril estallando.
....Abril estallando.
....He aquí que ya se acerca la época de las grandes lluvias, ah queridísimas, y yo estoy en espera de que me baje la inspiración pues ayer alguien me levantó mi última camisa blanca.
....He aquí cómo en el crepúsculo el raspar de una olla adquirió resonancias filosóficas.
....He aquí cómo a falta de delirios apelas a los ejercicios gimnásticos. He aquí cómo un árbol incendió una calle y las hojas en blanco.
....Oh, sí, ya sé.
....Oh, sí, ya sé.
................Pero yo estoy esperando
.....................yo esperando.
....Ah, inevitable, imprescindible, horrible.
....Único consuelo.
INTRODUCCIÓN DEL SÍMBOLO DE LA FE
Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
....sé que más acá de la vida
está la estafa.
....Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
...............Pero
te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
....Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
...............Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
....Sé que no existe la visión
del que siempre parece entre las llamas
que no existe la tierra presentida.
...............Pero
te seguimos buscando, tierra,
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
....Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto
...............Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
en el insustancial delirio de una conga.
....Sé
que hay un enorme torrente de ofensas aún guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay presiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
...............Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de cola para el pan
y en las noches de colas para el sueño.
....Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé
que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falta la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(El agua, la cola del cigarro).
...............Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
....Te seguimos buscando, palabra,
por sobre las charlas de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias... y horas de recreo.
....Te seguimos trabajando, poema,
por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas.
....Que es ridículo invocar la dicha
que no existe 'la tierra tan deseada'
que no hallarán calma nuestras furias.
...............Todo eso lo sé.
....Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
....Te seguimos buscando, tierra,
en el fatigado ademán de nuestros padres
y en el obligatorio trotar de nuestras piernas.
....Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras
en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en la idea convertida en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
En la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademán de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
...............te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.
Reinaldo Arenas (Aguas Claras, Cuba; 16 de julio de 1943 - Nueva York, Estados Unidos; 7 de diciembre de 1990)1 fue un novelista, dramaturgo y poeta cubano conocido por sus obras mágico-realistas y su oposición al regimen de Fidel Castro.
Biografía
Arenas nació en el campo, en Aguas Claras —en la parte norte de la provincia de Oriente—, y más tarde su familia se mudó a Holguín. Su adolescencia campesina y precoz se vio marcada por el manifiesto enfrentamiento contra la dictadura de Batista. Colaboró con la revolución cubana, hasta que, debido a la exclusión a que fue sometido, optó por la disidencia. Su presencia pública e intelectual le granjeó marcadas antipatías en las más altas instancias del Estado, lo cual, unido a su homosexualidad, provocó una implacable y manifiesta persecución en su contra.
En toda su vida, Arenas solo pudo publicar un libro en Cuba: Celestino antes del alba, que agotó su primera edición en una semana y no pudo reeditarse. Esta primera novela inicia una pentagonía sobre la revolución que continúa con El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El asalto y El color del verano, novelas en las que expresa su inicial entusiasmo y posterior desengaño, especialmente en Otra vez el mar, hasta concluir en una parodia grotesca, carnavalesca y festiva de la misma en El color del verano, ambientada en 1999, durante los festejos por los cincuenta años del triunfo de la Revolución.
Reinaldo Arenas sufrió persecución no solamente por su abierta homosexualidad, sino por su crítica al Gobierno, que le cerró muchas posibilidades de desarrollo como escritor e intelectual durante los años de mayor ostracismo cultural y sectarismo en la isla.
Contemporáneo y amigo de José Lezama Lima y Virgilio Piñera, fue encarcelado en condiciones muy duras, llegando a admitir lo inconfesable y a renegar de sí mismo. Ello provocó, en la sensible personalidad del escritor, un arrepentimiento que fue más allá de los muros de la prisión de El Morro (entre 1974 y 1976), calando tan hondo en su corazón que acabó por odiar todo cuanto le rodeaba. En esta época escribió su autobiografía, titulada Antes que anochezca.
Durante los años setenta, intentó emigrar en varias ocasiones, pero falló. Finalmente, en 1980, salió del país durante el Éxodo del Mariel. Por la prohibición que pesaba sobre su trabajo, Arenas no tenía autorización para salir, pero logró hacerlo cambiando su primer apellido por Arinas.
Desplegó desde este momento, y en el exilio nunca aceptado de Nueva York por el conservadurismo y la homofobia de los cubanos exiliados ligados al Partido Republicano en Florida, una profunda visión intelectual de la existencia enmarcada entre la expresión poética más hermosa y la más amarga derrota del desencanto.
Estableció su residencia en Nueva York, donde en 1987 le fue diagnosticado el virus del VIH/sida.
Muerte
El 7 de diciembre de 1990, Arenas se suicidó. Envió a la prensa y a sus amigos una sentida carta de despedida.
Legado
En 2000 se estrenó la versión cinematográfica de Antes que anochezca, película basada en su libro autobiográfico que dirigió Julian Schnabel, filmada en las semirruinas del que fuese templo jesuita de San Francisco Javier, en Veracruz, México. El rol de Reinaldo Arenas lo interpretó Javier Bardem que por su actuación ganó en 2001 la Copa Volpi al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el premio Independent Spirit y fue nominado al Óscar al Mejor Actor.
Del mismo título es la ópera que le dedicó el compositor Jorge Martín, estrenada en la ópera de Forth Worth en junio de 2010 y también representada en el Lincoln Center de Nueva York y, en 2017, en Miami. Seres extravagantes es el documental biográfico realizado por Manuel Zayas, en 2004, filmado clandestinamente un año antes en Cuba. Su obra ha tenido gran influencia en escritores de la siguiente generación, no solo homosexuales, sino en la intelectualidad general. Ella está presente en autores gais como Abilio Estévez y su Tuyo es el reino o en la novela Última rumba en La Habana, del escritor Fernando Velázquez Medina.
En una entrevista publicada en mayo del 2017 en la revista en línea El Estornudo, la hija de Raúl Castro, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX) desde el año 2000, señaló que el caso de Arenas había sido manipulado por él mismo para engrandecer el personaje.
Reinaldo Arenas fue un buen escritor cubano, pero el cine sobredimensionó su figura. He podido conversar con una mujer con la que tuvo un hijo y con personas muy cercanas a él, y todos coinciden en que fue una pena lo que hizo. Comercializó con su libro al salir de Cuba, metiendo alguna mentira para engrandecer al personaje que creó. Fue expulsado de la universidad por una situación de «fraude escolar» y estuvo en la cárcel por un oscuro asunto de abuso sexual infantil. Eso no lo cuenta en su libro. Es cierto que sus obras no se publican en Cuba, pero no porque estén prohibidas, sino porque el propio Reinaldo Arenas dejó un testamento en el que expresaba su voluntad de que no pudieran publicarse.
Mariela Castro, directora de CENESEX
Temas
Según Jacobo Machover, la mayor parte de la obra de Arenas fue producida en condiciones de urgencia y de necesidad absoluta. Varios de sus manuscritos fueron confiscados y destruidos por la dictadura, razón por la cual tuvo que reescribir muchas veces, casi todas durante su exilio. Entonces, resulta lógico que la narrativa de Arenas se incline, casi siempre, en dos cuestiones: en su vida y en la situación social cubana de la época. Si bien toda su producción literaria no es necesariamente autobiográfica, sí plasmó fragmentos de su vida en varias obras; en cuanto a la disidencia, al haber sido él víctima de la crueldad de un Estado represor y homofóbico, su postura siempre se mantuvo clara en cuanto al régimen político: estaba en contra de él. Temáticas de violencia, persecución y la búsqueda de la libertad son comunes en casi toda su producción literaria.
En El color del verano, Arenas narra los acontecimientos que suceden en Cuba durante la celebración de 50 años del dictador Fifo, durante la cual se muestran los abusos de poder de aquellos que se han alienado con el gobierno y la resistencia de una juventud de vida subterránea, desgarrada, erotizada, rebelde y envilecida que se niega a aceptar y a vivir bajo la fuerte represión que domina a Cuba. Su novela El asalto profundiza mucho más en el aspecto de la libertad y de la lucha contra el régimen. La novela cuenta la historia de un Estado en el que se venera por sobre todas las cosas al «reprimerísimo», quien como indica su nombre, es represor y perseguidor de todo lo que le contradiga, violenta la libertad y cualquier forma de vida que no encaje en sus normas sociales y políticas.
En estas dos obras, a pesar de la existencia de personajes protagonistas y secundarios, Reinaldo Arenas se enfoca en sentimientos colectivos y específicos del pueblo cubano herido por la represión, la violencia y el encierro en su propia patria. En cambio, en Otra vez el mar, Arenas retoma la libertad, la desesperación y la angustia para plasmarlas ahora de manera particular en la pareja principal, un hombre —intelectual y militante— y una mujer —enamorada, dolida e inconforme—. Además de los lugares comunes que aparecen en el resto de la literatura de Arenas, en Otra vez el mar el autor profundiza en sus personajes y en la relación que mantienen. La novela está narrada en dos partes, una contada por la mujer y otra por Héctor, su marido. En ambos discursos, desde sus respectivas perspectivas, se habla del hastío que sienten el uno por el otro, así como de la incapacidad de separarse y el miedo a las consecuencias que esto pueda tener tanto para ellos como para sus hijos. Es trasfondo social y político de la novela, aunque nunca se especifica dentro de ella, está basado en el golpe contra Batista y la toma de poder de Fidel Castro, de cómo la situación pareció mejorar por un tiempo para después volver a la monstruosidad de un régimen político violento y represor.
Estos temas no solo se presentan en su obra narrativa, sino también en sus ensayos, su poesía y el teatro que escribió.
La literatura de Reinaldo Arenas es atrevida, transgresora y violenta por los temas que trata y por el contexto en el que se dio, desafiando al Estado que se oponía y reprimía a lo disidente en cualquier manifestación cultural, social y personal. Una de las características más interesantes de su escritura es la mezcla de hechos reales (tanto históricos cubanos como pasajes de su vida) con personajes y situaciones ficticias, incluso fantásticas.
Escritos
A pesar de su corta vida y las dificultades impuestas durante su encarcelamiento, Arenas produjo un importante trabajo. Además de los importantes esfuerzos poéticos ("El Central", "Leprosorio"), su Pentagonia es un conjunto de cinco novelas que comprenden una "historia secreta" de la Cuba posrevolucionaria. Incluye Singing from the Well (en español también titulado "Celestino antes del amanecer"), Adiós al mar (cuya traducción literal es "El mar una vez más"), el Palacio de las mofetas blancas, el color rabelaisiano del verano y El asalto . En estas novelas, el estilo de Arenas abarca desde una narrativa realista y una prosa experimental altamente modernista hasta un humor satírico absurdo. Su segunda novela, Alucinaciones ("El mundo alucinante"), reescribe la historia del sacerdote disidente colonial Fray Servando Teresa de Mier.
En entrevistas, su autobiografía, y en algunos de sus trabajos de ficción, Arenas establece conexiones explícitas entre su propia experiencia de vida y las identidades y destinos de sus protagonistas. Como es evidente y como han señalado críticos como Francisco Soto, el "narrador infantil" en "Celestino", Fortunato de "El Palacio ...", Héctor de "Adiós ..", y el triplicado llamado "Gabriel / Reinaldo / Gloomy Skunk "personaje en" Color "parece vivir etapas progresivas de una historia de vida continua que también está vinculada a la propia de Arenas. A su vez, Arenas vincula constantemente su vida narrada individual con la experiencia histórica de una generación de cubanos. Un tema constante en sus novelas y otros escritos es la condena del gobierno de Castro, aunque Arenas también critica a la Iglesia Católica, la cultura y la política de los Estados Unidos. También critica una serie de personalidades literarias en La Habana e internacionalmente, particularmente aquellas que él creía que lo habían traicionado y reprimido su trabajo (Severo Sarduy y Ángel Rama son ejemplos notables). Sus "Treinta trabalenguas truculentos", que según él circulaban en La Habana y que están reimpresos en "El color del verano", se burlan de todos, desde amigos personales que, según sugiere, pueden haberlo espiado hasta figuras como Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Miguel Barnet, Sarduy y, por supuesto, el propio Castro.
Su autobiografía, Before Night Falls estaba en la lista del New York Times de los diez mejores libros del año en 1993. En 2000, este trabajo se convirtió en una película, dirigida por Julian Schnabel, en la que Javier Bardem interpretó a Arenas. Una ópera basada en la autobiografía con libreto y música del compositor cubanoamericano Jorge Martín se estrenó en la Fort Worth Opera el 29 de mayo de 2010, con el barítono Wes Mason cantando el papel de Arenas.
Los documentos de Reinaldo Arenas se llevan a cabo en la Biblioteca de la Universidad de Princeton. “La colección consta de documentos personales y de trabajo de Reinaldo Arenas” e incluye mecanografía y borradores de mecanografía, ensayos, entrevistas, recortes de periódicos, correspondencia y otros documentos.
(Sacado de [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )
*
Dos poemas de Reinaldo Arenas, de su obra El Central, 1981
DE NOCHE, LOS NEGROS
OH, sí, ya sé que todo esto son inútiles artificios para retardar el degollamiento.
....Oh, sí, ya sé que el gran estallido será inevitable (mediocre, oscuro) y que de nada me servirán armonías, análisis ni blasfemias.
....Pero cuando están clausuradas todas las posibilidades, cuando ya se han agotado urinarios y calzadas: ah, poema; ah, poema; ah, horrible.
....Cuando las furias. Cuando el deseo se deshace en inútiles interrogaciones, cuando el cansancio suple al deseo, cuando la derrota aniquila al deseo, cuando la madrugada neutraliza al deseo: ah, poema; ah, horrible.
....Es aquí donde convergen los grandes andamios y las paralelas y metálicas furias por las cuales se desliza nuestra sangre, nuestra única sangre, nuestra sangre de siempre, la más dulce.
....Es aquí donde el humo esparce muleconas en la tarde animosa. Son nuestros huesos que fluyen en los abismos de la perenne furia. Son nuestras vidas que se derriten en las infatigables fornallas de la isla.
....Ah, poema; ah, poema.
....He aquí como para sobrevivir (para sobrevivir siempre, poema) te has convertido en la recompensa de las tarde estériles y en las justificaciones del aborrecido.
....Llegamos, y aquí están las altas torres, y las infatigables calderas, saludándonos.
....Llegamos, y aquí está el implacable código desplegándose, y el verde, el verde; las aristas del verde, engulléndonos.
....Llegamos, y un fraile mientras se masturba con el arpón de una cruz, nos convierte automáticamente al cristianismo gracias a una bula pontificial.
....Llegamos, y un pirata, mientras saquea nuestro sudor nos enseña, de paso, con un puntapié, el significado de la palabra patria.
....Virgen, y a todas estas el flamboyán, reventando sus rojas corolas al final de la tarde.
....Virgen, y a todas estas el antiguo deseo, las antiguas proporciones de la dicha, el antiguo sentimiento. Y el padecer y añorar como si aún fuéramos humanos.
....Virgen, y a todas estas la insolente llamada, los pistones girando; la gran rueda, y nuestros brazos que enarbolan mochas, que se alzan, que hacen sucumbir la plantación a los pies del jefe de brigada.
....Guarda tus notas, hijo mío; guarda tus notas, pues nada será más provechoso para tu imaginación que este golpe de guámpara incesante, que este roer de la claridad incesante.
....Guarda las palabras escogidas, hijo; guarda las palabras rebuscadas, querido; pues ninguna palabra, por muy noble que sea, le dará más vigencia a tu poema que el grito: ¡de pie, cabrones!, rayando siempre el alba.
....Guarda esas libretas, queridísimo; guarda ese minucioso acaparamiento de citas y frases decisivas. La poesía, al igual que el porvenir, se gesta en el vertiginoso giro de un pistón de 4 tiempos; en el mareante desfile de las carretas cañeras y en la árida voz del que te ordena más rápido, más rápido. Oh, la poesía está aquí, en la parada al mediodía para el trago de agua sucia. Oh, la poesía está aquí, en el torbellino de moscas que ascienden a tu rostro cuando levantas la tapa del excusado.
....Con la creación del bocabajo (ta bueno ya, niño; ta bueno ya, mi amo; ta bueno ya, señó) es indiscutible que se inaugura toda una escuela literaria.
....Donde florece el espanto, donde florece el espanto, allí está tu victoria; donde florece el espanto (¿dónde no?) allí está el inmenso arsenal donde todos, sin distinción de colores ni filosofías, podrán ir a beber.
Donde florece
Donde florece
Donde florece el espanto
...........Poeta,
allí estás:
....La augusta maricona, con su insoluble y metafísica angustia (quién me entollará hoy, quién me entollará mañana) vagó inútilmente hasta el alba; regresó. Y se hizo inmortal.
....El soldado (a quién mataré hoy, a quién mataré mañana), padeció de pronto la obsesión de las revelaciones. En un acto público, en medio del espectáculo, disparó contra una de las venerables cabezas. Disparó, no acertó, mas se hizo inmortal.
..................Viajeros, oh viajeros,
aunque ustedes lo ignoren (como lo ignoro yo),
aunque ustedes solo vean los destellos de un
nuevo terror (como lo veo yo),
aquí se está gestando el porvenir; sí,
aquí, todos unidos, mansamente unidos,
apretamos un poco más la tuerca
y escalamos un peldaño de la
«Historia».
..................Tú también lo aprietas,
viajero.
Tú también.
....Mas, ¿es que alguna vez ha dejado de hacer la historia a golpe de rebencazos, zurriagazos, latigazos, estacazos (y continúe usted aportando variedades de janazos)? Esto no es secreto ni para un monje cartujo. Ah, hasta los más empedernidos humanistas, instalados en su segura cobardía, justifican ya cualquier violencia.
Ya ves como ni los conventos se declaran en recle.
Ya ves como quieras o no optas siempre por la balsfemia.
Ya ves como quieras o no sonríes cuando te estampan el
gallardete,
Héroe.
....El día estalla en innumerables días que se prolongan hasta el último día. Con él los negros, a golpe de garrocha, salen del barracón. El mayoral vigila, la contramayoral ordena; la caña aguarda. El negro acata. Y el día estalla en innumerables días, en un largo día, que se prolonga hasta tu muerte.
....A veces un negro
se lanza de cabeza a un tacho,
hasta sus huesos se convierten
en azúcar.
Aumenta la cuota, nada sensacional ocurre,
¿acaso no se lo iba a comer de todos modos
el azúcar, el ta ta ta, el ta ta ta, incesante?
....A veces un negro
abre las fornallas
y se lanza de cabeza a la caldera.
....Esto no causa ninguna interrupción,
después de todo, el negro puede pasar como carbón de piedra. Y son escasos los objetos que echados a una caldera no ardan.
....Además, ¿de todos modos?, ¿no iba la caldera a consumir su vida? ¿El guirindán, el guirindán, incesante.
....Al alba, con el toque del Avemaría se inicia la jornada.
....Y aquellas cabezas rapadas
surgiendo como soles negros
en el horizonte occidental, ¿no eran
realmente un gran espectáculo?»
Ah,
al amanecer,
al amanecer,
mientras se reparten los guantes y las mochas y los tractores levantan montañas de tierra que baten contra las paredes del campamento, mientras se planifican las peripecias del espanto, ¿habrá tiempo para masturbarse?, ¿habrá tiempo para darle coherencia a alguna imagen excitante?, ¿habrá tiempo para la rápida inspiración, para la eficaz erección, para la violenta y compulsiva eyaculación?
....El adolescente medita (pero, ¿hubo tiempo para meditar?). El adolescente hunde sus manos en los calzoncillos verdes (el color de la época). Hay que darse prisa, hay que darse prisa. Pero, he aquí que ya llegan los otros; alguien se orina; alguien grita que se caga; todos quieren apoderarse de las letrinas.
No hay tiempo
no hay tiempo
....La patria os llama, hijos amantísimos.
Se invocan los héroes,
se citan los muertos.
....Toda la sangre derramada sobre la tierra en cualquier momento de su cansona biografía se te recuerda para que tú des la tuya, oh hijo amantísimo,
oh hijo queridísimo, hijo mío.
Sonrisas.
....De noche los negros. Su larga sonrisa es una sábana castañeteante.
....De noche los negros. Sus manos torturadas son garras invisibles, aún insospechadas.
....De noche los negros. ¿Hay tiempo para pensar? ¿Hay tiempo para emitir un quejido? ¿Hay tiempo para darle coherencia al furor?
....De noche los negros. No me preguntes. No me atosigues con patrióticas y elevadas interrogaciones. No me acoses. Yo solo deseo una esquina no vigilada por el guardiero, un plantón invisible. Yo solamente quisiera tirarme allí, donde los cagajones resecos, y no me preguntes más.
....De noche los negros. ¿Conoces tú el significado de la palabra calimbar? Acaso tu abuelo conjugó ese verbo, uno de los grandes aportes de la lengua castellana.
....De noche los negros. ¿Relatan historias de capiangos, de meri-meri? ¿O adoran secretamente el font-font del contramayoral?
....De noche los negros. ¿Se distinguen en el manguial, entre las sombras? ¿No pueden salir corriendo?
....De noche los negros. Son fantasmas disciplinados ya por el terror.
....De noche los negros. Son el remoto gemido de un tamtam petrificado por las experiencias del hiere-pies, por las jaurías y las indigestiones de la mabinga.
....De noche los negros. Dejan de ser negros. Son tristes, no pensativos. Están fatigados. Desean
descansar.
Ah, ¿pero conoce usted el significado
de la palabra
reenganche?
Ah, ¿pero no ha actualizado usted su vocabulario?
....¿No sabe usted, por ejemplo, lo que quiere decir «planchar un campo de caña»?
....¿No sabe usted, por ejemplo, lo que significa «calorizar el encuentro fraternal»?
....¿No sabe usted, por ejemplo, señor arribado de tierras distantes, simpático mariconzuelo acompañado de su esposa bilingüe y humanista, no conoce usted el verbo reenganchar, el verbo calimbar, el verbo recaptar, o el efecto de hacer conciencia? Francamente debe usted pasar una escuela, un cursillo de esos, rápidos y eficaces, donde la calidad revolucionaria se demuestra, ante todo, pelándose al rape.
....En el cuartel, las rosas.
....Las grandes rosas de papel. Miles de manos femeninas y voluntarias han trabajado esos ásperos cartones. Para no robarle tiempo a la producción, cada recluta pondrá solamente la dirección de su madre. La rosa lleva un letrero: aquí en mi puesto, felicidades. Miles de manos amorosas recibirán la tarjeta.
....Miles de manos amorosas, ¿olerán la rosa?
....Virgen purísima, y a todas estas el gran flamboyán con sus regias corolas inundando la tarde.
....Y a todas esta tú, cándida, inexistente y gentil, bendiciendo el vacío.
Virgen
ah Virgen.
Ah, virgo de la Virgen.
Ah.
....Virgen: hay miles de jóvenes metidos en los lugares más insólitos de la Isla. Ellos se levantan antes que el día y cortan, cortan. A las 12, si no hubo asamblea o chequeo de emulación, una carreta lleva las cántaras llenas de agua sucia y (felizmente) tibia. Se hace fila, se almuerza, y a la una se toma de nuevo la vereda del campo. Las cañas saltan en el aire; las cañas son cortadas en tres trozos en el aire. Cada machetero va dejando un reguero de cañas ya cortadas, un reguero de furias ya cortadas; va dejando, va dejando un reguero de juventud ya cortada. Al oscurecer, luego del metódico repile para que la alzadora pueda depositar las cañas en el camión (exigen normas técnicas), se regresa al barracón, de noche. Hay miles y miles de jóvenes, Virgen, a los cuales tú podrías consolar a la hora del regreso subiéndote un poquito más la saya, dejando entrever algo que esté más allá del tobillo y más abajo de la sagrada diadema, mandando a la porra aureolas y esferas y volviéndote, finalmente, algo útil, algo palpable, algo perfectamente penetrable.
....Virgen, Virgen, aun cuando no estés a la moda, aun cuando vengas enredada en colores, trapos y grasas, ellos quieren un hueco. Virgen; ellos quieren un hueco, no un hueco virgen. Y yo no puedo complacerlos a todos. Virgen.
....¡Son miles y miles, son miles y miles! ¡Virgen!
Verde y polvorienta
la gran plantaciónse echa a los pies
del gran dirigente,
de recorrido en su Alfa Romeo por los centrales de avanzada.
....Manos de recluta (7 pesos al mes por 3 años) limpian el parabrisas de este magnífico automóvil de factura occidental.
....Manos de recluta hacen sucumbir los agresivos tallos a los pies del distinguido personaje.
....Manos de recluta manejan las máquinas que conducen los tallos al central.
....Manos de recluta conducen el vehículo (llegó la hora de la despedida) en el que se aleja el alto personaje.
........Manos de recluta (al oscurecer) descienden la bandera.
....Voces de recluta gritan: «Campamento atenjó».
....Voces jóvenes y aún fuertes –voces.
....Voces increíbles y roncas, potentes –voces.
....Manos jóvenes de recluta se tapan la frente.
....Saludan.
....¿Quién aún tiene la suficiente furia, la insolente inocencia para decidirse a trepar las montañas (otra vez, otra vez) que se alzan firmes y legendarias al final de la exquisita llanura, como montañas?
....Al Avemaría la dotación apareció en la plaza. (Amanecía.)
....El contramayoral traía a los testigos con mazas y cadenas, y los macuencos se movían con lentitud. Cada cimarrón fue reconvenido a razón de 500 zurriagazos. Luego se les ordenó a todos iniciar el trabajo. A la oración los trajeron de nuevo. (Oscurecía.) Entonces el amo les dio permiso para bailar tambor.
....De noche los reclutas inician las premoniciones de un día de descanso. Remiendan trapos, aniquilan incipientes barbas; enjabonan testículos y falos aún sin estrenar. Retozan. Más allá, el central, enjaezado de luminarias como una catedral medieval en tiempos de la cuaresma, chisporrotea contra la negrura.
....De noche los reclutas. Inventan resonancias con manos y literas. Con cáscaras inventan juegos de barajas. Fabulosas mujeres inexistentes. Inventan recursos para no oxidar la memoria.
....Llegamos.
Y ya todo estaba previsto,
los grandes planes futuros,
los grandes terrores presentes, las altas tierras de la Isla
acorazada por su perenne espanto.
....Llegamos y no hay nadie esperándonos
ni siquiera para decirnos que regresemos.
No hay nada, sino la orden inacabable,
la resolución a largo plazo,
los carteles donde se nos muestra el futuro.
y la gran plantación de caña donde se nos aniquila
el presente.
....Llegamos
y aquí están ya los grandes artefactos mecánicos listos para ser conducidos.
....Llegamos
y aquí están ya las inevitables planillas (sexo, edad, nombre del padre, nombre de la madre, peso, actitud ante el trabajo, integración y conciencia revolucionaria, conducta, color de los ojos) listas para ser llenadas.
....Llegamos
cuando ya era demasiado tarde para dejar de aplaudir.
....Llegamos
cuando ya era imposible seleccionar nuestro infierno.
....De noche los reclutas. Se tiran almohadas, exhiben sus sexos; juegan a que no son hombres para poderse manosear recíprocamente.
....Luego, rendidos, se extienden sobre las literas
tan solo por un rato
y entregan sus sueños a las especulaciones de la Sección
Política.
....De noche los reclutas. No tienen color, no tienen deseos, no tienen pensamientos, ya.
....No tienen juventud, ya.
....No tienen relucientes ni agresivos instrumentos, ya.
....No tienen un cansancio inmenso.
....Desean dormir.
....Déjalos.
....Mira cómo flotamos. Mira cómo nuestros cuerpos se deslizan cual anguilas. Mira cómo en el fondo se unen nuestros dedos largos. Fuimos al cayo a través del manglar. Corrimos por entre troncos secos, mosquitos, pantanos, para que no nos cogiera la noche. Pisamos la tierra que se resentía y supuraba fango. Y vimos millones de cangrejos, aún pequeños, emergiendo, corriendo asustados (una muela en alto), integrándose a la costa pantanosa. Al anochecer ya estábamos de regreso; pero antes le otorgamos una mirada final al sol, clásica bola de fuego cayendo tras un palmar en acoso.
....De noche.
....De noche.
....Hay fiesta. Ha llegado mayo con los inevitables y efímeros oropeles de la primavera tropical (pronto el verano los devorará). Y como estamos al final de zafra, el amo ha decidido que hoy sea el día tabla. El barullo se inicia en un rezo, junto al barracón. La negrada está ya reunida a su alrededor. La fiesta comienza por cantos y batir de palmas. Pero al llegar el amo, el bongó comienza a retumbar y una pareja sale del corro. Una matungo hace de bastonero. La pareja empieza a perseguirse en síncopes, tratando de abrazarse con los cuerpos, pero las notas del bongó vienen siempre a estorbar el entronque. El ama sonríe por el colmillo. El amo ríe a carcajadas. Todo el afán de los danzantes está en enlazar alguna parte de su cuerpo menos los brazos, para esto disparan los muslos, se mueven las cinturas, se encañonan los bustos, arremolinan las nalgas. Pero las percusiones saltan entre ellos, haciéndoles retroceder y avanzar sin permitirles lograr su objetivo. Al comienzo, los movimientos son moderados y las percusiones lentas; pero ya los bailadores se han emborrachado de música y han perdido el control. Ahora comienza la verdadera danza. El tam-tam, furioso por el contacto con el fuego, empieza a retumbar, dominando al bongó. Los negros danzan en torno a la hoguera deteniéndose ante el guardiero que les moja las bembas. Los tambores emiten ya un aullido largo y cavernario. Todos, hombres, mujeres, mulecones, muleconas, se han incorporado a la frenética danza… El amo, el ama, el mayoral, la contramayorala y los niños, vinieron a ver comenzar la danza, pero se retiraron pronto.
....En qué aguas
se reúnen el que cuenta el terror
y el terror que se cuenta.
....En qué abismo furioso perece
la música y el danzante.
....Quién es el que interpreta.
Quién es el que padece.
....Cuál de los dos es el autor
del trágico mamotreto.
....La noche. Y abril estallando con sus infinitos oropeles.
....¿Quién define el estruendo de la infatigable
derrota, del alambique infatigable?
....¿El mismo estruendo?
....¿El que oye el estruendo?
....¿El que padece el estruendo?
....¿El que grita y se abrasa?
....¿El diluvio o su emocionado cantor?
....¿Cuál de los dos gritos llegó a mi
oído?
....Virgen, Virgen.
Aquí estoy,
husmeando letrinas, mirando –a la hora del baño–
los divinos y esclavizados cuerpos del momento
y tratando de sacarme un alarido
algo más alto que el estruendo de las duchas
y los ahogados suspiros que emanan de los cansados
y desnudos cuerpos.
....De noche los negros.
....Hay siempre el restallar del látigo en la insólita atmósfera.
....Hay siempre la flotilla de vigilancia muy cerca de la costa.
....Hay siempre como el signo, la oscura señal de la maldición guareciéndose en nuestra sonrisa.
....De noche los reclutas.
....Hay siempre la sirena del central, infestando, infestando.
....Hay siempre el chillido metálico que te llama para que apagues un campo de caña.
....Hay siempre la invariable nube de mosquitos y el inconsciente gemido del adolescente.
....De noche los negros.
....Hay siempre la restallante blancura del percal en que se envuelve el cuerpo del amo a la llegada de la primavera.
....Hay siempre
los cantos lúbricos, los cantos litúrgicos, los cantos guerreros, el infatigable aullido de los perros, y ¿el consuelo?
....Hay siempre
más allá del imposible descanso; más allá aun de la fatiga y del acoso, alguien que te acosa y te fatiga, que te exige, que te recrimina y ofende, que te premia con un garrotazo y con la muerte.
....De noche los negros. ¿Son «almas que gimen»? ¿Son aguas que fluyen? ¿Son perros que ladran? ¿Son cosas que revientan?
De noche los negros, ¿son negros?
....De noche los reclutas. Sólo hay una orden, la de no descansar. Sólo hay un futuro, el de no descansar. Sólo hay un pasado, el de no recordar.
....De noche los negros. ¿Hubo chequeo de emulación intercampamento?
....De noche los reclutas. ¿Dónde terminan las transfiguraciones del guardiero?
....De noche los negros. Hay un peso inalzable en el sitio donde debieron albergarse los recuerdos.
....De noche los reclutas. Hay una extraña bestia que lanza coces, lenguazos de fuego, apabullantes sentencias, donde debimos pasearnos esta tarde.
....De noche los negros. Son negros, son reclutas, son bestias que giran violentas y torpes; fatigadas y torpes; hambrientas y torpes; esclavizadas y torpes.
....De noche, ¿son negros? De noche, ¿son reclutas?
....Son sombras que estiran su furia sobre un hierro con patas, la cama; son sombras que extienden su hambre sobre una tabla con patas, la mesa; son sombras que ahogan sus sueños en un tanque con patas, sus cuerpos.
....De noche, de noche.
....de noche los negros
....de noche, ¿se distingue el color de su piel? ¿se distingue el color de su angustia?
¿se distingue el color?
....De noche, de noche
....de noche los reclutas,
¿saben ellos la dimensión de la estafa que padecen?
....He aquí que la llegado el momento en que dos épocas confluyen.
....He aquí, otra vez, la vil estación de los ritos y de los sacrificios
en honor a los muertos ilustres
....He aquí otra vez las grandes consignas,
el reventar de la historia.
Y todos fervientes inauguramos las fiestas de las Lupercales.
....Mientras, a un costado de la antigua mansión abandonada urgentemente por sus propietarios asciende de nuevo el olor de la enredadera.
....¿Alguien lo siente?
....¿Alguien presiente el legendario homenaje que nos lanzan esas flores mínimas?
....¿Alguien que no chille, que no aplauda, oye el antiguo chillido?
....¿Alguien que no aplauda, alguien que en este mismo momento no ríe
oye la estruendosa, la perenne carcajada de la tierra?
.................Pero hay que
aplaudir
bajar el lomo y aplaudir
levantar la mocha y aplaudir.
....Hay que cortar toda la caña sin dejar de aplaudir.
....Al son del látigo, loado sea Dios.
....Al son de los testículos cloqueantes en medio del cañaveral y el aullido del guardiero, loado sea Dios.
....Al son de las magníficas espuelas que revientan mulas y tu vida, loado sea Dios.
....Al son del bocabajo (ta bueno ya, ta bueno ya, ta bueno ya), loado sea Dios.
....Al son del trapiche que a veces de un tajo nos lleva una mano, loado sea Dios.
....Al son del sudor, al son de la inmensa caldera que oscila, al son de los tachos que giran, que giran, loado sea Dios.
....Al son de los perros que, extremadamente diestros, no supieron traer con vida el cuerpo del cimarrón, loado sea Dios.
....Al son del ahorcado balanceándose a mitad del camino para que sirva de ejemplo, loado sea Dios.
....Al son del zurriagazo y la voluntaria zambullida en la caldera (único acto voluntario que puede ejecutar un negro esclavo a lo largo de toda su vida) loado sea Dios.
....De noche.
....De noche.
....De noche.
....De noche se celebran los encuentros entre brigadas.
....De noche se celebran los juicios populares.
....De noche se condena a 30 años a un recluta porque se disparó un tiro en la pierna
pues ya no resistía.
....De noche
....De noche.
....¿Alguien siente el desesperado crepitar de la Isla donde millones de esclavos (ya sin color) arañan la tierra inútilmente?
....No hay nada que decir, sino inclinarse y escarbar.
....No hay nada que decir sobre la libertad en un sitio donde todo el mundo tiene el deber de callarse o el derecho a perecer balaceado.
....No hay nada que decir sobre la humanidad donde todo el mundo tiene el derecho a aplaudir o perecer balaceado.
....No hay nada que decir sobre los sagrados principios de la justicia en un sitio donde todo el mundo tiene el derecho a inclinar su cuerpo esclavo, o sencillamente, perecer balaceado.
....(Qué claro, qué claro está todo: ni grandes frases, ni complicadas especulaciones filosóficas, ni el poema hermético. Para el terror basta la sencillez del verso épico: decir.)
....Hay que decir.
....Hay que decir.
....En un sitio donde nada se puede decir es donde más hay que decir.
....Hay que decir.
Hay que decirlo todo.
Ah, pero, ¿ha visitado usted el círculo que forman las casas de vivienda y que se conoce con el nombre de batey?
....¿Visitó usted ya el trapiche, la casa de calderas, la casa de administración, los almacenes, la gran casa del amo y los árboles de recreo? –los naturales tenían la Casa de la Tristeza, nosotros la sustituimos por la Casa de Contratación–. Todo, desde luego, lejos de los barracones, donde no llegue el hedor.
....Ellos marchan en filas, y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos son mal albergados, son mal alimentados, se bañan, si llega el carro del agua; apenas si duermen. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos son citados por una orden impostergable. Ellos son pelados al rape; son envueltos en telas ásperas. Ellos tienen que soportar el calor con esas telas. Ellos no pueden hablar si no se les autoriza. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos salen una vez al mes (48 horas de permiso), pero no pueden llegar a la casa pues el transporte está dedicado al tiro de la caña. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos padecen plagas colectivas; sin querer se sacan los ojos con las filosas hojas de la caña; queriendo se cortan las manos para obtener una licencia. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Ellos beben agua podrida; ellos pierden los dientes; ellos padecen hernias, y si se niegan a trabajar son sometidos a un consejo de guerra. Y usted agita la cucharilla en el vaso.
....Para ellos cuando la madre se enferma no hay salida; si muere es posible que le concedan 24 horas.
....Ellos no sueñan con países lejanos. Ignoran los estilos artísticos, las categorías de la lujuria y las resonancias de los grandes idiomas.
....Ellos no han pensado jamás en cruzar el mar. Esperan que al final del mes se les entregue una cuchilla de afeitar (rusa), unos cordones para las botas (cubanos), y alguna carta retenida (familiar).
....Ellos no esperan. Sus aspiraciones oscilan entre un sombrero y unos espejuelos.
....Ellos.
....Ellos.
....Ellos.
....Ah, poemas; ah, poema. He aquí cómo se fatigan dedos e imágenes y aún sigo ardiendo.
....Ah, poemas; poema.
....Cómo otra vez el sol inútil cae sobre la enredadera de la vieja mansión
y todo parece presagiar la llegada del aguacero y de las grandes, secretas, resonancias.
....Y todo parece conminarme para que lo interprete, dando señales de una legendaria y renovada estafa.
....De noche.
....De noche.
....Se crean, ya, nuevos planes de persecución y reclutamiento. Se analizan, ya, las deficiencias del terror organizado y se estipulan grandes planes de desolación a largo plazo.
....Ya aquí el infatigable farfullo de semillas y tierras, el olor que asciende, las fastuosas corolas fluyendo, las literas organizadas, el esplendor de unas aguas vistas a distancia por entre cuerpos magníficos y esclavizados, y la maldición que se renueva al levantar un costado del mosquitero.
....Ah,
¿pero conoce usted las diversas fases de la fabricación del azúcar?
....Quieras o no, aquí te las endilgo:
....a) La caña pasa por las esteras, se la tritura, se le extrae el jugo, se niegan pases, se recargan los horarios, se celebran consejos de guerra, se convoca a reuniones urgentes.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....b) El jugo delicioso, cantado ya por poetas y narradores, sufre el proceso de la imbibición, se purifica; llega a las pailas, se agita, bulle, se aprietan las tuercas, se redoblan los azotes y la vigilancia; se castiga por no haber dado el corte bien bajo; se exige una arroba más por día.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....c) De allí, el guarapo, ya limpio, pasa a los tachos, se realiza el proceso de evaporación, se efectúa el punteo, el chequeo al final del corte, el repile urgente, el doble-turno. Vamos caminando hasta el barracón donde esta noche estudiaremos la biografía de Lenin. Todo esto lo puede ver usted por los cristales de los gigantescos tanques donde bulle la melaza.
....Y la violencia se encona como un machetazo en la época de las lluvias.
....d) De los tachos, la melaza salta a las máquinas cristalizadoras. Huir. Pero alguien grita, alguien se esconde detrás de cada cogollo y aprisiona. Y el líquido rojo cae en la inmensa paila, y el hombre aullando se arrastra. Y la inmensa paila recoge la melaza generosa. Los tambores están mudos, los rifles truenan. Cae, pero no puede gritar cojones; cae sin poder gritar Dios mío; cae sin poder decir ta bueno ya, ta bueno ya, señó. Con un gorgoteo final el embudo se abre y un torrente cae en el saco. La balanza anuncia el peso exacto: una tonelada métrica de azúcar.
....De noche.
....De noche.
....De noche nuestros huesos piadosamente extendidos, el regalo de la enredadera (en el recuerdo) y la certeza de que no existen etapas de transición: la invariable conquista. El sueño.
....Hemos creado centenares de leyes represivas. Hemos construido unos 150 campos de concentración. Hemos fusilado a unas 50 mil personas, hemos desterrado a un millón. Y hemos esclavizado al resto.
....¿Alguien se atreve a negarnos la eternidad?
....Abril estallando.
....Abril estallando.
....He aquí que ya se acerca la época de las grandes lluvias, ah queridísimas, y yo estoy en espera de que me baje la inspiración pues ayer alguien me levantó mi última camisa blanca.
....He aquí cómo en el crepúsculo el raspar de una olla adquirió resonancias filosóficas.
....He aquí cómo a falta de delirios apelas a los ejercicios gimnásticos. He aquí cómo un árbol incendió una calle y las hojas en blanco.
....Oh, sí, ya sé.
....Oh, sí, ya sé.
................Pero yo estoy esperando
.....................yo esperando.
....Ah, inevitable, imprescindible, horrible.
....Único consuelo.
INTRODUCCIÓN DEL SÍMBOLO DE LA FE
Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
....sé que más acá de la vida
está la estafa.
....Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
...............Pero
te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
....Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
...............Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
....Sé que no existe la visión
del que siempre parece entre las llamas
que no existe la tierra presentida.
...............Pero
te seguimos buscando, tierra,
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
....Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto
...............Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
en el insustancial delirio de una conga.
....Sé
que hay un enorme torrente de ofensas aún guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay presiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
...............Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de cola para el pan
y en las noches de colas para el sueño.
....Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé
que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falta la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(El agua, la cola del cigarro).
...............Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
....Te seguimos buscando, palabra,
por sobre las charlas de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias... y horas de recreo.
....Te seguimos trabajando, poema,
por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas.
....Que es ridículo invocar la dicha
que no existe 'la tierra tan deseada'
que no hallarán calma nuestras furias.
...............Todo eso lo sé.
....Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
....Te seguimos buscando, tierra,
en el fatigado ademán de nuestros padres
y en el obligatorio trotar de nuestras piernas.
....Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras
en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en la idea convertida en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
En la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademán de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
...............te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.
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