POESÍA SOCIAL XIX

M A D R E

Madre, qué triste saeta
llevo en mi alma clavada
cuando de noche, la espada
de la nostalgia me reta,
a vestirme de poeta
en tu mirar veraniego,
lloverme tu vida y, ciego,
sentir tus tibios abrazos
en tu voz de azules lazos
para atarme a tu sosiego.

Que bello.

Gracias, Pascual.

MIRA EN LA PRIMERA PÁGINA DE GRANDES ESCRITORES... LO DICE TODO SOBRE QUIEN TRABAJA EN ESE ESPACIO: UN CURA Y TRES O CUATRO ACÓLITOS. Y ASÍ DÍA TRAS DÍA; SEMANA TRAS SEMANA; MES A MES...(18 EL CURA) ( 10 LOS 4 ACÓLITOS)

SEGUIREMOS POR AQUÍ., QUE HAY MENOS MIEL POR REPARTIR.

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE(1940)

9. SIEMPRE EL MISMO
 
Viene el insomnio con su capa negra,
su As de basto, en la jugada sucia
Me rodea con la sombra de su astucia
y en el todo de su nada allí me integra
 
Pensé en asirme del hilo de la luna
con mi perro infantil en la memoria..
pensé salvarme al centro de la historia
en el silencio que la mirada acuna.
 
Pero me dije, no es cosa del idilio
cuando el hombre se presta a la huida
o dejar la cicatriz de la mordida
en el trombo de la huida hacia el concilio
 
Por eso llevo el ladrido de mi perro
en aquel pedazo de niño e inocencia
que ha marcado por años mi presencia:
desnudo siempre estoy,  y no me aterro

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE(1940)


10. DE AZUL, SE ME DESANGRA EL PECHO
 
En locura de luz, galope y polvareda
el pecho se deshoja, inflama, vuela, sube.
Fogoso, en ágil viento remonta cruz y nube;
quedándose dormido, en suave canto queda.
 
En salvaje eclosión celeste se avizora
al escuchar el canto que inmola en el reposo.
Se encabrita en  la bruma el alazán brioso
del verso que renace al centro de la aurora..
 
Y va cayendo el cuerpo en brava Eucaristía
revelando en el hueso de aquella sombra fría
el versículo hosco de un ansia cardenal.
 
El himno sube al atrio cubriendo el santo miedo
con el  antiguo manto que pende de aquel dedo
señalando la ruta de su ansia animal..

ERNESTO RODRIGUEZ DEL  VALLE ( 1940)


12. ME VISITA LA NOCHE.

 
 
Oscura me visita, revisa mis papeles.
va llenando los resquicios y oquedades,
se va asentando en los recintos establecidos,
se acomoda como una visita esperada.
Le brindo de mi copa y escancia el licor
de mi cotidianidad de un solo trago.
la tersa, inigualable tersura de sus senos orbitales
el abultado pubis cósmico e inviolable.
Aparto libros y papeles de la mesa
y la noche se echa fantástica,
atrayéndome a su embrujo
y la tomo leve por el talle.
mi beso se pierde entre los equinoccios
de su cuello
mientras ella, en un único, sosegado
suspiro de sensual epifanía
se cubre nuevamente
y se marcha
dejándome a la deriva
en el tiempo
Me mira la noche y yo la enfrento
como la mujer que es
le despojo de la capa de temor
on que se cubre
y me sorprende la hermosa piel
de su vientre astral
un sabor a cenizas de estrellas
en los labios
y este poema que pario
sobre la mesa.

SI LO TIENES TODO EN ESTA VIDA.

Si te encuentras libre de pecado,
si libre te sientes de ti mismo,
si no te interesa ningún "ismo"
¿Para qué vivir con ese enfado?

Si lo tienes todo en esta vida
dinero, amor, poder y lujo
y para completar este embrujo,
tienes preparada la salida.

¿Porque pesadillas, malasnoches?
¿Quizas te remuerden los
reproches?
¿Culpas que te espinan la razón?

¿Vale tener de todo en la vida,
¿Caminar con la conciencia herida?
¿Aherrojado el corazón?

Buen comienzo, para reflexionar y buen broche, para hacer exactamente lo mismo.
Mensaje en verso que me ha gustado encontrar.
Gracias, Pascual

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE (1940)


13. SOLEDAD

Fría huesped de la nada.
tu voz de amianto me llega
tan fría como la almohada.
 
De nostalgia te revistes
y te marchas,  sola y ciega
por esas calles tan tristes.
 
Luego sales tras la sombra
signando con tu desvelo
Lo infinito de este cielo
que nostálgico te nombra.

Gracias a ti, Lluia, por paasar por aquí. 

Besos

(Por cierto, te di paso en SONETOS)

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE (1940)


14. CUPIDO

De nuevo Cupido acecha,
—vasta la noche en su oído—
prestos ya el pulso y la flecha.

 
El arco va a la derecha.
Ojo astuto el de Cupido.
El dardo va abriendo brecha

hundiendo su luz y sueño
en ansioso corazón.
Valga el secular empeño
de la más dulce razón.

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE (1940)


15. TIEMPO

Como sombra del presente 
viene el ayer y se sienta
a la mesa de lo urgente.
 
El silencio lo presenta
y en sus palabras alienta
un futuro diferente.
 
Los bocados van pasando,
las bebidas delm lomisterio
del Hombre, y su ministerio, 
del por qué, del cómo, del cuándo.

TIEMPO

Como sombra del presente
viene el ayer y se sienta
a la mesa de lo urgente.

El silencio lo presenta
y en sus palabras alienta
un futuro diferente.

Los bocados van pasando,
las bebidas delm lomisterio
del Hombre, y su ministerio,
del por qué, del cómo, del cuándo.

Me ha gustado esta manera de ver el tiempo.
A mi ritmo, como sabes, pero por acá ando.
Besos y gracias, amigo mío.

Gracias, querida amiga. Voy a ver qué encuentro está todo muy desordenado, pero me consta que hay más poemaas.

Besos.

Casa de la Infancia


Las puertas de madera, ¿crujirán todavía?
Y las ventanas, ¿aguardarán impacientes
por sus charnelas oxidadas?

¿Quién susurra en el patio esa canción,
junto a las quicalias?

Y el ferroso ruido de la máquina Singer
donde madre cosía nuestra miseria adusta
por un plato de sopa con ternilla.
¿Se escucha aún entre los astros?

Solamente pregunto
—luego de tantísimo tiempo—
por la inocencia del amor cobijado
entre aquellas paredes…

Que bonito habitar desde la memoria aquella casa de la infancia, con todas las preguntas que nos podemos hacer.
Gracias, jefe

Buen día y besos.

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE.

20. AMOR

Es angustia del hombre, flor que impera
con pétalos de niebla y viva llama.
Dulce dolor nostálgico que inflama
la vida sustancial, en gran hoguera.

¡Que venga el amor feliz o grave,
danzando un fuego de rubí o topacio!
¡Llegue vistiendo el terrenal espacio,
la espina dolorosa, plena y suave!

Si a tus costados llega esa luz de oro
y avanza como heraldo a tus umbrales,
¡no niegues infeliz su pulso exacto!

¡Oíd su canto de metal sonoro!
¡Oíd su voz al viento, los cristales
del alma está bien con su fino tacto!

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE.

21. MONOTONÍA DEL SILENCIO ( tres momenttos.)

I

Duerme la ciudad en un silencio de adoquines.
Una tenue llovizna humedece el tejado.
Se escucha en el jardín un llanto de jazmines.
La nostalgia devora mi canto en mi costado.

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE.

21. MONOTONÍA DEL SILENCIO ( tres momenttos.)

II

La rosa sola sobre la mesa

un sueño de cristal en los espejos.

Un llanto de violines a lo

y este silencio que llega y la besa.

ERNESTO RODRÍGUEZ DEL VALLE.

21. MONOTONÍA DEL SILENCIO ( tres momenttos.)

III

Llega la gaviota herida

con un dolor de ala rota.

Llega un viento sin gaviota:

Corcel sin color ni brida.

IDRAHÍM DOBLADO DEL ROSARIO

Fte. ECURED

Ibrahim Doblado del Rosario. Poeta y narrador. Su formación literaria es autodidacta y se vinculó a ella como cofundador del taller literario César Vallejo, de Ciego de Ávila (1969), del que fue posteriormente asesor. Ha contribuido con diferentes publicaciones y obtenido numerosos reconocimientos.

Sumario
1 Síntesis biográfica
1.1 Bibliografía activa
1.2 Premios y reconocimientos
2 Fuentes

Síntesis biográfica
Nació en Ciego de Ávila, 1941. Su nombre completo es Ibrahim Doblado del Rosario. Desde muy joven trabajó en la finca de sus padres. Posteriormente fue maestro voluntario (1961-1964) y funcionario del INRA en el Departamento de Organización del Trabajo (1963-1970). Entre 1970 y 1971 trabajó en Radio Cadena Agramonte, para la cual realizó una adaptación de Pedro Páramo de Juan Rulfo, y algunos programas históricos. También ha escrito proyectos de seriales televisivos, basados en novelas suyas inéditas.

Fue presidente de la Brigada Hermanos Saíz (1972-1976) en Camagüey y director de la Casa de Cultura de La Sierpe. Por su labor literaria obtuvo mención en el concurso UNEAC (1976) y fue premiado en 1982 en los concursos La Edad de Oro por Relatos de Turiguanó, y Juan Ramón Jiménez por Recinto pleno. Ha participado en importantes eventos literarios nacionales y provinciales, y fungido como jurado. Además ha ofrecido conversatorios sobre literatura cubana en diferentes provincias.

Textos suyos pueden hallarse en El Caimán Barbudo, Vitrales (Santi Spíritus), Adelante (Camagüey) y Turiguanó (Morón). Figuró en los consejos de redacción de estas dos últimas. Algunos de sus poemas y cuentos han sido recogidos en antologías cubanas. Entre 1971 y 1988 fue asesor literario a nivel municipal y provincial. Desde 1984 es miembro de la UNEAC.

Bibliografía activa

1977: Publica Cantos a mí país, Colección Plumas en Ristre.
1981: Publica su libro El viento sobre las espigas, Cuento, Editorial Letras Cubanas.
1992: Publica Las rosas del viento, Ediciones Ávila, conjuntamente con su hermano Raúl Doblado del Rosario.
1994: Publica Cantos de Ocha. 1995: publica un edición bilingüe del mismo por una editorial italiana.
1996: Es publicado por Editorial Gente Nueva su noveleta Caballo Salvaje.
1998: Publica un cuento en la antología Mucho Cuento que se publica en Cuba y en Italia.
2001: Es publicado su libro Sueña Miguelito, sueña, por Ediciones Unión (libro de relatos para niños y jóvenes).
2001: Es publicado el libro Kármicas, Ediciones Ávila. Título que fue presentado en la XI Feria Internacional del Libro y la Literatura 2002.
2002: Es publicado el libro Estampida, Edición Capitán San Luis. Su obra de forma general ha sido incluida en diversas antologías en nuestro país asi como publicadas en revistas y tabloides como: Bohemia, El Caimán Barbudo, La Gaceta de Cuba, Videncia, etc.; y la revista Alhucema en España.

Premios y reconocimientos

1976: Mención en el concurso Julián del Casal con su libro de poesía Canto a las astillas de la madera (inédito).
1982: Gana el premio La Edad de Oro, con su libro Relatos de Turiguanó.
1994: La Asociación Hermanos Saíz le dedica la tercera edición de los Juegos Florales como homenaje a su fecunda labor.
2001: Recibe el premio La Rosa Blanca por su libro Caballo Salvaje el que le es otorgado por la eficacia y poder evocador en el tratamiento de la naturaleza y la infancia, por el dominio técnico que demuestra el acertado uso de un lenguaje preciso y sugerente. Su ponencia Turiguanó: una historia, una identidad, un espacio para un desafío, resultó aprobado en el congreso de cultura y desarrollo del 2001.
2001: Un fragmento de Recinto Oceánico, es incluido en el libro Antología de la Poesía Cósmica Cubana, publicada en México por el Frente de Afirmación Hispanista. En el año 2002 recibió la distinción Ornofay, otorgada por la Drección Provincial de Patrimonio al mejor creador del año en la provincia, y de forma especial a un creador por la obra de toda la vida. También le fue entregado el Escudo de la Ciudad, otorgado por la asamblea del Poder Popular Municipal de Ciego de Ávila.
2004: Aparece su novela Donde cantan los zorzales (Ediciones Ávila).
2005: Los viajes, el regreso (Ediciones Ávila). Le fue otorgada la Distinción por la Cultura Nacional en el año 2006.

Fuentes: Cuba literaria.

IDRAHÍM DOBLADO DEL ROSARIO ( 1941 -  2012 )

POEMAS

1. CUANDO ESTE ÁRBOL CRECE INVERTIDO

Cuando este árbol crece inminente,

los despojos del bosque perfeccionan

la redondez del tronco,

lejano el desgarramiento de la astilla

—memoriosa herida a todo lo largo de la fibra—

uno puede corroborar, entre otras cosas,

la viva fuerza de la hoja reciente

y hasta predecir

el ciclo pujante del florecimiento.



Cuando este árbol que crece entre nosotros,

inquietas ramas, savia presurosa,

se nos levante raíz a tronco a gajo a flor en el recuerdo

—atrás los sobresaltos y crujidos

de la madera precipitada—

sencilla, humilde, la palabra

platicará sin prisa con la sabiduría



de su corteza honda,

desde su tronco al centro.



Cuando este árbol,

frondoso árbol que nos deslumbra

—impaciente el poema hacia el centro, del fruto

extraviado el ojo ante el crecimiento del brote—

inmenso árbol que se nos encima

—el gajo se mueve turbulento; la madera, pronta, lo desmiente—

sea enteramente el árbol que el ojo entero vea,

el que crece a raíz profunda,

atisbado corazón a fondo.



Cuando este árbol que nos crece,

desde los brazos, los huesos, el pecho,

olvide ese dolor de músculo o astilla rota,

no será nuestra tibia sangre recorriendo su tronco,

ni su fresca savia a través de nuestras venas;

la enérgica semilla,

continuará desde abajo germinando,

todavía, siempre,

desde abajo germinando.