AL-SUSTARI - Poeta místico sufí - "Peregrino y juglar del Amor”
AL-SUSTARI - "nacido en nuestro pueblo"
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de Guadix y comarca dice de Al-Sustari
El místico Al-Šuštari (1212-1269), sin duda el nombre más célebre del sufismo andalusí después del de Ibn Arabi y cuya vida y bellísimos textos sólo eran conocidos por un reducido número de especialistas.
El mistico Al-Sustari es considerado el introductor del cejel , género que efectivamente domina, pudiéndosele considerar en determinados poemas un claro imitador del imán de cejeleros, Ibn Quzman.
Nació en Shúshtar (Exfiliana), alrededor del año 1203, y murió en Egipto el dieciséis de octubre de 1269. Sus primeros estudios sufies los realizó con lbn Suráqa de Játiva, que le comentó los ‘Awárif al-Ma’ árif de as-Suhraward al-Bagdadí. Ya en su adolescencia se iníció en las prácticas de los sufies.
Se trasladó a Marruecos donde se instaló en Rabat, pero sobre todo residió en Meknés, donde ya era reconocido como un maestro.
Más tardé viajó a Persia y por todo Oriente Medio. En 1253 conoció en la Meca al que habría de ser su verdadero y definitivo maestro, lbn Sabin Al Cursi. A la muerte de lbn Sabin, Shustari se hizo cargo de los discípulos de su maestro y se trasladó con ellos a Egipto, donde murió en el año 1.269.
El poligrafo Al Maqqari menciona cinco obras en prosa de Shushtari de las cuales no nos ha llegado ninguna. Pero Shushtari es célebre a causa de sus poemas reunidos en un Diwán o Colección que tienen una gran popularidad porque están escritas en árabe dialectal. El maestro sufi Ibn ‘Abbád de Ronda dice que pronto fueron cantadas con diversos tonos pasando a formar parte de las prácticas de Samá o audiciones con las que se estimula el trance . Y no solo en el Magreb, también en Siria se emplean los cánticos de Shushtari en las reuniones de los sufies shádzilíes.
Sus versos son cortos e impactantes, llenos de fuerza, pasión, musicalidad y tensión. No obstante también compuso poemas largos al estilo de los antiguos.
Según nos relata Emilio Galindo Aguilar:
Emilio Galindo Aguilar nació en Granada en 1927. Teólogo y doctor en filosofía en Roma (1956) y estudios de Arabe e Islamología en Túnez, Fundador-Director de “DAREK-NYUMBA “, de Encuentro Islamo-Cristiano, de Pliegos de Encuentro y de Crislam. Profesor invitado de Islamología en el Instituto Superior de Ciencias Catequéticas San Pío X de la Universidad Pontificia de Salamanca, en el Pontificio Intituto di Studi Arabi e d ‘Islamística de Roma y en la Universidad Pontificia de Comillas. Autor de numerosas obras entre las que cabe destacar: “La antropología de Avicena a la luz de su cosmogonía emanantista “, “Juventud rebelde “, “El movimiento sufí y su apertura al pluralismo religioso “, “Salmos sufíes “, “La experiencia del fuego”.
Al-Sustari, místico sufí de comienzos del siglo XIII, es un modelo extraordinario de seguimiento a Dios y figura clave del sufismo andalusí; fue un verdadero “juglar del Amor” que recorrió los pueblos de al-Andalus y del Mediterráneo Sur cantando el Amor de Dios en dialecto popular por mercados, tabernas y plazas a pecadores públicos, a mujeres de “pequeña” virtud, a los desheredados de la vida.
Hay épocas en que el Espíritu, en un impulso callado, se hace presente en la historia suscitando en los hombres las “hambres radicales y las ganas humildes y sinceras de sus frutos”. Y tal ocurrió, tanto en el cristianismo como en el Islam y el judaísmo, en todo el siglo XIII, en el que nace nuestro “juglar del Amor”, Abul Hasan al-Sustari (1212-1269), sin duda, el hombre más célebre del sufismo andalusí, después de Ibn Arabi.
Durante este siglo podemos recordar a esos gigantes espirituales, hombres hambrientos de Dios: Francisco de Asís (1182-1216); Ibn Arabi (1165-1240), murciano universal, el más fecundo de los autores sufíes; Maimónides (1135-1240), cordobés; Buenaventura
(1221-1274), síntesis de santidad y doctrina; Ibn Sabin (1217-1271) iniciador de los caminos místicos al que siguió nuestro al-Sustari; Raimundo Lulio (1234-1325)… ¡Qué gran siglo!: el maestro Mateo daba sus últimos golpes de cincel al pórtico de la glorieta de la catedral de Santiago de Compostela (1226); la Escuela de Traductores de Toledo se creaba (1251); los alarifes andalusíes comenzaban a hacer filigranas en la Alhambra de Granada (1237); Alfonso X el Sabio escribía en gallego las Cánticas a Santa María (1257); en el IV Concilio de Letrán (1215) surgían las órdenes mendicantes; Franciscanos y Dominicos iniciaban un nuevo estilo de vida, etc.
En medio de este extraordinario bullir de “savias” Intel Al-Sustari no pertenecía a una familia de tradición culta pero se trataba de una familia pudiente, alguno de cuyos miembros eran probablemente autoridades regionales.
El 17 de julio del año de su nacimiento tuvo lugar la derrota de los ejércitos almohades en las Navas de Tolosa. A partir de esa derrota comienza la decadencia del poderío almohade en al-Andalus y la conquista definitiva del resto de al-Andalus todavía afecto al Islam, aunque a decir verdad, ésta tardaría todavía 280 años en ser coronada por los Reyes Católicos.
Siguiendo las costumbres de los hijos de las familias pudientes, sus padres le dan una seria formación en la cultura y literatura árabe. Al-Sustari recibe la esmerada educación de los funcionarios andalusíes. Estudia jurisprudencia y disciplinas de la Ley religiosa
en las que debió descollar, pues, más tarde, después de su conversión y estando en Trípoli, maravilló a doctores y gobernantes, que le propusieron la judicatura, que él no aceptó por estar inmerso en la aventura del Amor divino, siendo tratado por estas autoridades como loco.
Al-Sustari compartió los gustos literarios de Ben Quzman, creador del nuevo estilo profano de las muwassahat y zéjeles. Se sabe muy poco de este extraordinario poeta, nacido en Córdoba en 1085.
Lo conocemos a través de sus canciones como un gran bebedor, alguien que nunca andaba sobrado de dinero y pasó gran parte de su vida en una vergonzosa mendicidad callejera en la vega del Guadalquivir.
Sin embargo, sus canciones, que hablan de esa situación, son una de las cumbres de nuestra literatura de todos los tiempos. Es el gran zejelero de la Edad Media.
En ese ambiente cultural se formará y se desarrollará la personalidad cultural y humana de al-Sustari, tomando los símbolos, las rimas y temas de la poesía estrófica andalusí y los transportará a un clima espiritual de un frescor exquisito, fruto de su honda experiencia religiosa.
Fue, en efecto, a partir de su conversión a una vida total de pobreza, que al-Sustari comprenderá el simbolismo sustancial del tema del vino embriagador, encarnará y plasmará su auténtica inclinación hacia el Amor y, sobretodo, ensalzará el tema de la renuncia al ansia de poseer que puede trocarse en un puro abandono al Espíritu del Amor, abogando por un voto de esencial pobreza que asocia al verdadero pobre con “la Paternidad compartida con Dios”, todo esto en el contexto de la mística sufí.
cont
https://www.valledelzalabi.org/web/al-sustari-poeta-m-stico-suf-quotperegrino-y-juglar-del-amor
Hoy a las 06:28 por Pascual Lopez Sanchez
» NO A LA GUERRA 3
Hoy a las 03:52 por Pedro Casas Serra
» 2021-08-17 a 2021-11-24 APOCALIPSIS, 21: 8: EL GENERAL MORAGUES
Hoy a las 03:44 por Pedro Casas Serra
» 2021-08-17 a 2021-11-24 APOCALIPSIS, 21: 8: GRATINIANA BUSTAMANTE, GITANA
Hoy a las 03:34 por Pedro Casas Serra
» Poetas murcianos
Hoy a las 01:46 por Pascual Lopez Sanchez
» XII. SONETOS POETAS ESPAÑOLES SIGLO XX (VII)
Hoy a las 01:05 por Pascual Lopez Sanchez
» ANTOLOGÍA DE GRANDES POETAS HISPANOAMÉRICANAS
Hoy a las 01:03 por Pascual Lopez Sanchez
» FERNANDO PESSOA II (13/ 06/1888- 30/11/1935) )
Ayer a las 20:03 por Maria Lua
» DOSTOYEVSKI
Ayer a las 20:01 por Maria Lua
» JULIO VERNE (1828-1905)
Ayer a las 19:50 por Maria Lua