POESÍA MÍSTICA Y RELIGIOSA III (Hay un índice de autores en primera página de Poesía Místico Religiosa I)

Bien, Carlos… lo primero es agradecer tu presencia en este espacio - que fue empezado por Ana María di Bert-. Vamos por POESÍA MÍSTICO RELIGIOSA III. Depende pues de lo que desees. En Poesía Místico Religiosa  I empezamos con los autores del Siglo de Oro : Fray Luís de León; San Juan de la Cruz; Santa Teresa  de Jesús... y algo de poesía mística sufí y oriental que aportó María Lua. Ana, por razones personales hubo de dejarlo y como yo no deseaba que se cerrara el espacio lo continué haciendo un recorrido histórico en nuestra lengua hasta nuestros días.
Si lo que deseas es iniciar por lo SALMOS DE DAVID DE PEDRO ANTONIO PÉREZ DE CASTRO vete, simplemente, a la página anterior. Estaba haciendo un recorrido histórico de la Poesía Místico Religiosa en Francia  cuando me encontré los SALMOS. Y los vi tan interesantes que dejé lo que estaba haciendo para ponerlos. Es un trabajo arduo. Si te fijas entre las exposición de los salmos no corregidos y corregidos hay una diferencia notable en la que se me va bastante tiempo. No me importa: me gusta lo que hago. Pero tardaré en pasarlos todos - yo calculo que entre 12 y 18 meses-.

Espero haber resuelto tus dudas.

Un abrazo.

Aquí dando mi vuelta de fin de semana y aprovechándome de tu gran trabajo.
Hacía tiempo que no pasaba y sigo leyendo los salmos, amigo mío.
Gracias por todo y besos.

Son impresionantes, querida amiga. Como impresionante fue el trabajo de Pedro Antonio Pérez de Castro en la España de la Edad Media y Pierre Ronsard en Francia por la misma época. Nuestro trabajo, ahora, no puede compararse con el titánico esfuerzo de aquellos hombres ( SIN LUZ; CON TEXTOS ILEGIBLES... )
Y, desde luego, aunque vaya despacio merece la pena.

Besos.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXII ( Sin corregir)

Da el alma gracias á Dios en la alegorla de
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1. ¡ Quedicha!ElSeñores.quienmeapadenra:
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sino por su bondad y· á gloria suya.
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estando tú conmigo,
que no temo enemigo;
y aun impávido y fuerte,
entre sombras de muerte
andaré sin horror.
Tu vara me corrige
quando mi bien lo exige,
y tu cayada a.ten ta
mi flaqueza sustenta. :¡
¡Que consuelo , Señor!
Qual huesped amoroso, que no cesa.
de honrar su amigo éaro,
me has preparado una. exquisita mesa,
que mis pesares quite
en sagrado convite,
á despecho , y á vista de Jos mismos,
que quieren sepultarme en los abismos.
Aumentas la fineza,
ungiendo con preciosos
bálsamos mi cabeza:
pero la copa 6 caliz, que me toca,
y su sagrado vino,
74 5 AL M q S
i como pondertirá mi tosca boca.
quánto me abrasa en el amor divino l
no hay palabras, por mas que me deshaga:
él me enciende, me alegra~, y aun me embriaga·.
8. ¡Que mucho , si confio
que en sus riesgos ml vida ·'
siempre será asistida
de tu inmensa piedad!
9. Yo espero que en la casa
del Señor del convite,
harás tambien, que habite
por una eternidad.

No, aunque pueda parecer lo contrario... no tengo este espacio abandonado. La vista no va muy bien, desgraciadamente. y la corrección de los SALMOS me cansa. Pese a ello, lo empecé y quiero terminarlo. Volveré, pues, en cuanto pueda.

Bien. Según valoración de la Oftalmóloga que viene revisando mi vista debo seguir has revisión, a finales de septiembre sin hacer esfuerzos con el Ojo izquierdo. El derecho lo perdí hace ya años.

A finales de septiembre pasaré por los SALMOS, en los que tanta ilusión había puesto, y diré si puedo o no continuar con ellos.

Esta advertencia sirve también para mi contribución en JULIO HERRER Y REISSIG.

Gracias por vuestra paciencia.

Pues a cuidarte y además debes hacer caso, cosa que permiteme que dude, conociéndote un poquito.
Tendremos paciencia y sé que tú también, eso espero al menos.
Besos, querido Pascual

Sigo con la idea de pasar los salmos. Pero la digitalización, como puede comprobarse es bastante defectuosa, se cambian las palabras y versos por una serie de símbolos. Para corregir ese desaguisado hay que tener abierto simultáneamente ambos documentos...

En fin, cuando termine con Melchor Palau intentaré retomar los SALMOS.

Hay materia suficiente como para poder esperar...leyendo y disfrutando, así que tranquilo y gracias.
Besos.

Mi querida amiga, no soy de tirar la toalla. Sigue siendo más que un DESEO, una ILUSIÓN, que los SALMOS DEL REY DAVID queden digitalizados en AIRE DE LIBERTAD.
No me rindo.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXII (Corregido y pasado a mano)

"Da el alma gracias á Dios en la alegoría de
un pastor , que la conduce ´los pastos
abundantes, alimentándola con su gracia, y con
sus palabras é instrucciones"

1. ¡Que dicha! El Señor es quien me apacienta:
nada puede faltarme:
se digna colocarme

2. en un lugar de pastos escogidos,
y su gracia es el agua sana y clara,
que las fuerzas repara.
Si acaso me extravío, y pierdo el tino,
á su redil me vuelve,

3. llevándome por recto y buen camino:
no por mérito mío, que a ello influyo,
sino por su bondad y á gloria suya.

4. Tan seguro me siento
estando tú conmigo,
que no temo enemigo;
y aun impávido y fuerte,
entre sombras de muerte
andaré sin horror.

5. Tu vara me corrige
quando mi bien lo exige,
y tu cayada atenta
mi flaqueza sustenta.

6. ¡Que consuelo, Señor!
Qual huésped amoroso, que no cesa
de honrar su amigo caro,
me has preparado una exquisita mesa,
que mis pesares quite
en sagrado convite,
á despecho, y á vista de los mismos,
que quieren sepultarme en los abismos.

7. Aumentas la fineza,
ungiendo con preciosos
bálsamos mi cabeza:
pero la copa ó caliz, que me toca,
y su sagrado vino,
¿Cómo ponderará mi tosca boca
quanto me abrasa en el amor divino?
no hay palabras, por mas que me deshaga:
él me enciende, me alegra, y aun me embriaga.

8. ¡Que mucho, si confio
que en sus riesgos mi vida
siempre será asistida
de tu inmensa piedad!

9. Yo espero que en la casa
del Señor del convite,
harás también, que habite
por una eternidad.

(*) Se respeta la ortografía del manuscrito original.

Y como bien decía...Ha merecido la pena esperar, sobre todo porque sé muy bien, que no eres de tirar la toalla.
Gracias, Pascual y besos.

Gracias, Lluvia... seguiré con él.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXIII

Describe con toda expresión la corrupción general de los hombres: dice que todos piensan en oprimir al pobre: profetiza la libertad del pueblo de Dios, y la alegría que ha de sobrevenir.

1. Dentro en su corazón, adonde anida
la pasión que no arrastra, pero inclina,
dixo el necio... no hay Dios que cuentas pida.
Así se han corrompido, qual sentina,
los hombres, y se han hecho
de abominable pecho
en sus deseos tanto, y de tal manera
que no hay quien obre bien, ni uno siquiera.

2. Desde el sublime trono de su cielo
tendió el Señor la vista, por si hallase
entre los hijos de los hombres zelo
de quien le onociese, ó le buscase:
y lo vió andar in tino
tan fuera del camino
que en un sistéma inútil é importuno
no halló quien obre el bien, no halló ninguno.

3. Sus fauces vió como un sepulcro abierto:
sus lenguas oficina del engaño:
debaxo de los labios encubierto
del veneno del aspid todo el daño:
en sus bocas impuras
blasfemias y amarguras:
sus pies ligeros(¡crueldad tirana!)
para ir a derramar la sangre humana.

4. Vió en fin sus pasos siempre dirigidos
á causar mal y daño, el mas prolixo:
los caminos de paz desconocidos,
sin temor del Señor: y luego dixo…
¿Piensan estos malvados,
que á mi pueblo
devoran, qual de pan tierno pedazo
que han de quedar sin conocer mi brazo?

5. No por cierto: que pues á Dios no invocan,
la pena empieza ya de sus pecados:
donde no hay que temer allí se apocan,
y en los riesgos mayores son osados:
el Señor siempre habita
con el justo: y maldita
del humilde se burla vuestra boca
porque su confianza en Dios, coloca.

6. Decis… ¿Quién a Israel (¡raro misterio!)
desde Sion traerá la salud plena?
Respondo… este Señor el cautiverio
quitará de su pueblo, y la cadena:
y entonces: conmovidos
potencias y sentidos,
exultará Jacob con alborozo,
é Israel se embriagará de gozo.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXIV

Manifiesta el Profeta en este Salmo los sentimientos de confianza, humildad y penitencia con que debemos recurrir á Dios en todas nuestras tribulaciones y adversidades: nos enseña á pedir por la Iglesia en sus aflicciones.

1. A ti, Señor, levanto el alma mía;
mas, firme y confiado,
que no ha de ser mi ruego desayrado.
¿Me darás el castigo
de que de mí se burle el enemigo?

2. No: que de confusión nunca has cubierto
al que tu gran clemencia espera cierto:
esa afrentosa pena

3. es para los que llena
de impiedades su inútil vida cuentan,
sin que teman, se enmienden, ni arrepientan.

4. Señor muéstrame pio
los caminos, la senda,
por los quales entienda
que te podré agradar.

5. Tu verdad me dirija,
pues tu doctrina quiero,
que eres Dios verdadero,
y el que me ha de salvar.

6. Como tal te he esperado
siempre en adversidades;
no olvides tus piedades,
tan antiguas, Señor.

7. No me imputes las culpas,
que juventud produxo,
ni á las que me conduxo
la ignorancia ó error.

8. De mí te acuerda, y nunca
tu clemencia me olvide;
mira que así lo pide
tu bondad, y tu honor.

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXIV. CONT.

9. Lleno de rectitud y de dulzura,
el Señor la extraviada criatura
reduce de tal forma,
que aun para convertirse la da norma.

10. Lleva al docil  por vias de justicia:
su voluntad á los humildes muestra;
y la escuela en la que adiestra
al que su testamento y ley codicia,

11. los caminos, que tiene en fiel concordia,
son la verdad, y la misericordia
¡Ah, Señor! bien conozco
que mi culpa es enorme,
y á justicia es conforme
reusarla el perdon.

12. Mas su grandeza misma,
que mi humildad confiesa,
tu poder interesa,
que es todavía mayor.

13. ¡Dichoso el hombre que al Señor respeta,
y en el camino en que á servirle aspira,
observa fiel las leyes que le inspira!

14. Siempre andará entre bienes,
y tendrá su copiosa descendencia
la tierra por herencia:

15. Que es el sólido apoyo,
y á quien le teme en humildad modesta,
su ley, y sus promesas manifiesta.

16. Por eso yo al Señor en mis enojos
alzaré siempre los humildes ojos;
pues sabe solo él romper los lazos,
que para andar en su camino sirven
á mis pies de fatales embarazos.

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXIV. CONT.


17. Exerce tus piedades:
mira, Señor, mi estado,
pues tan desamparado,
y tan pobre me ves.

18. En mi alma se aumentan
tribulaciones duras,
¡ah! de estas amarguras
sáqueme tu poder.

19. La miseria me tiene
muy triste y abatido,
borra pues condolido
mis culpas de una vez.

20. El enemigo crece
soberbio y altanero,
como quien su odio fiero
contra mí hace valer.

21. Libra, defiende y guarda
mi espíritu afligido,
no quede confundido
yo, pues en tí esperé.

22. De los justos y buenos
atiende á la inocencia,
é imiten la paciencia
con que esperar me ven.

23. Libra, Señor, piadoso,
pues sois rico en perdones
de sus tribulaciones
al pueblo de Israel.


FIN DEL SALMO XXIV.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXV.

Donde pide a Dios que no le confunda con los impíos, y se apiade de él, pues el Señor es testigo de que no había dexado el camino recto.

1. Júzgame tú, Señor, yo estoy seguro:
pues no solo conservo la inocencia,
sino que como espero en tu clemencia,
ni aun temo bacilar en lo futuro.

2. Pruébame, y haga en mí ensayos tu ciencia;
mi interior acrisole á fuego puro:

3. verás que en tu piedad fixo los ojos,
y tu verdad consuela mis enojos.

4. Sí, nunca tuve asiento
en los congresos vanos:
á iniquos y profanos
no trataré jamas.

5. Aborrezco las juntas
de tan perversas gentes;
de sus impías mentes
huyo la sociedad.

6. Lavar quiero mis manos,
y á esto ciño mis gustos
con los buenos y justos
en torno de tu altar.

CONT:

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXV. CONT.

7. Allí oiré en tu alabanza
las voces mas sencillas,
tus grandes maravillas
cantaré sin cesar.

8. Bien sabes quanto aprecio
de tu casa el decoro,
y que la estancia adoro
de tu gloria inmortal.

9. No envuelvas, Señor, mi alma
de iniquos temerarios,
y de hombres sanguinarios
en la ruina fatal.

10. Ellos de maldad llenas
tienen manos y pechos;
y hacen con sus coechos
la justicia venal.

11. Pero yo en mi inocencia
siempre camino firma;
rescátame, y confirme
mi temor tu piedad.

12. Y pues mi pie seguro
ha andado en tu temor,
sabré al mundo, Señor,
tu nombre celebrar.


FIN DEL SALMO XXV

YO SÉ - SOY CONSCIENTE DE ELLO- QUE VOY LENTO CON LOS SALMOS DE DAVID. PERO ME HICE LA PROMESA DE QUE HASTA QUE ANA NO MEJORARA YO NO DEJARÍA POESÍA RELIGIOSA. ASÍ PUES, TARDE EL TIEMPO QUE TARDE EN MEJORAR MI QUERIDA AMIGA, AQUÍ ESTARÉ. LOS SALMOS DE DAVID, ADEMÁS, SON DE UNA GRAN BELLEZA. MERECE LA PENA RECREARSE EN ELLOS.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
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OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVI

En este Salmo dice David, que teniendo él á Dios su protector, espera salir victorioso de los combates: todo su deseo es vivir con el Señor: le pide que no aparte de él sus ojos, y se anima á esperar que lo ha de conseguir, porque es muy firme la confianza que siente de llegar á verle. Pues sus enemigos no le podían quitar lo único que debe sesearse: no les teme.

1. Siendo el Señor, como es, mi luz, mi amparo
¿que cosa temer puedo?

2. si é me protege, ¿quién me pondrá miedo?

3. Yo me he visto rodeado
de enemigos crueles, cuya impía
saña á tragarme, y á beber venia

4. mi sangre: y á esos mismos
que en mi tribulación nada omitieron,
las fuerzas les faltaron, y cayeron,

5. Amenace á mi vida,
venga contra mí fiero
un exército entero,
no me asustará: no.

6. Sin humano recurso,
si me viere en fatal
batalla desigual,
aun esperaré en Dios.

7. Porque confio , que el Señor piadoso
á mi ruego constante, y á mi instancia,
otorgará, como le pido, ansioso,
que en su casa y estancia
conceda á mis porfias
de la vida pasar todos los días.

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVI. CONT.

8. Pensaré en sus delicias,
y con devoto exemplo
freqüentaré aquel Templo,
en que le he de adorar.

9. Acordaréme como
en mi dura contienda,
me dió su augusta tienda,
sombra, asilo y lugar.

10. Como por defenderme
mi persona coloca
de fuerte y alta roca
en la seguridad.

11. Y como mi cabeza
exalta con laureles,
de enemigos crueles
á la vista y pesar.

12. Una hostia agradable,
con muestras muy festivas
de aplausos y de vivas,
le he de sacrificar.

Y de instrumentos gratos
al músico concento,
Sálmos e himnos mi acento
al Señor cantará.

13. Ea, Señor, escucha
la voz con que te llamo,
y tu bondad reclamo:
misericordia ten de un humillado,
óyeme con agrado.

14. Mi corazón leal te ha prometido
pensar en agradarte solamente:
y que será cumplido,
no dudo, si clemente,

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID (*)
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVI. CONT.

15. no apartares de mí tu rostro y dones.
No te enojes con este humilde siervo:
dame ayuda y favor, no me abandones:

16. y pues tu amor conservo,
no sufra yo el desvio,
Dios de mi corazon, Salvador mio.

17. Qual niño, á quien su padre
y su madre abandonó,
yo me hallaba; y al punto
me recogió el Señor.

18. Muéstrame tu camino,
diríjame tu voz;
véanlo mis contrarios,
cúbranse de rubor.

19. De los que me atribulan
no me des al furor;
mira que sus calumnias
insultan mi opinion.

20. Mas mi fe es tal, que ahora
casi ya viendo estoy
en la tierra de vivos
los bienes del Señor.

21. Ea, corazon mio,
alienta, ten valor;
espera su venida,
y confia en tu Dios.


FIN DEL SALMO XXVI.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVII.

Implora el amparo de Dios contra sus enemigos;
alaba al Señor de antemano por la proteccion (*)
que le ha de dar; porque la viveza de su fé, (*)
se la estaba haciendo presente.

1. Mi incesante clamor, Señor , envio
á tu oido piadoso;
respóndeme, Dios mio:
rompe ya ese silencio rigoroso:
sino haré cuenta que mi triste vida
cayó en el lago donde no hay salida.

CONT.


(*) Vuelvo a recordar que seguimos la ortografía del texto original. Y que debido a la antigüedad de ese texto es previsible que haya más de una confusión, siendo mivista responsable de ellas.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVII. CONT.

2. Oye lavoz de mi oración ardiente;
mira que el caso apura:
ve en que huilde postura
hácia tu Templo santo,
manos y corazon siempre levanto.

3. No sea confundido
¡ah! con el pecador,
y en la pena del malo
no tenga parte yo.

4. Al próximo palabras
dicen de paz y amor:
pero el odio, la guerra
vive en su corazon.

CONT.

OS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVII. CONT.

5. Sus obras la medida
sean de tu rigor;
trátalos, como pide
su malicia, mi Dios.

6. Qual merecen sus obras
tengan la confusion:
sean su recompensa
la pena y el dolor.

7. Entender no han querido
las miras del Señor;
y así los destruirá
sin que haya remision.

8. Pero ya su piedad mi fervoroso
ruego escucha, y el alma se recrea:

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVII. CONT.

9. bendito el Señor sea:
él su auxilio divino
me da, él es mi padrino:
siempre me alarga su benibna mano:
nunca mi corazon espera en vano:

10. con la gracia que goza
mi carne envejecida se remoza;
y yo siento un impulso que me lleva
á publicar de su bondad la prueba.

11. De esta su gente
el Señor es
toda la fuerza;
y proteger
quiere el estado
de este su Rey.

12. Salva, Señor,
al pueblo fiel;
pues es tu herencia,
bendícele;
rígele, ensálzale
por siempre. Amen.

FIN DEL SALMO XXVII

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVIII.

Convida el Profeta á todos los justos á que vayan á alabar
á Dios en su Templo. Es un Cántico lleno de ideas grandes:
habla de la formacion de la Iglesia en la conversion de las
gentes con el trueno de la predicción del Evangelio.

1. Hijos de Dios, daos prisa:
venid: traed sinceros
inocentes corderos
al Señor, que os avisa:

2. dadle la honra ygloria que es precisa:
celebrad su poder muy placenteros;
y á su atrio santo en humildad deshechos
adórenle postrados vuestros pechos.

3. ¿Veis el estruendo que hace
esa lluvia espantosa,
y los truenos horribles,
que la atmósfera asombran?
pues son del Dios del cielo
la voz, cuando se enoja,
y oculto entre las nubes
tales prodigios obra:

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVIII. CONT.

4. voz llena de poder y fortaleza:
voz de magnificencia y de grandeza.

5. Ya veis los uracanes,
que altos árboles tronchan:
pues esa es del Señor
la voz imperiosa.
Del Líbano los cedros
cuando quiere derroca,

6. y en menudas astillas
saltar loshace, sola,
qual becerro del Libano vicioso
ó del Monoceronte el hijo hermoso.

CONT.

LOS SALMOS
DEL SANTO REY DAVID
...
...

OBRA PÓSTUMA

DE DON PEDRO ANTONIO PEREZ
DE CASTRO.

SALMO XXVIII. CONT.

7. Relámpagos y rayos
que reprte y arroja,
sacándolos de un fuego,
que á nuestra vista roba,
son su voz que nos habla:
y esa voz impetuosa
la soledad del yermo
hace estremecer toda;
y hará temblar, si quiere, de ira lleno,
del desierto de Cades el terreno.

8. De esa voz el imperio
á las selvas despoja
de sus árboles altos,
de sus espesas copas;
y á nosotros nos trae
de suTemplo á la sombra,
para que con humilde y fiel memoria,
á su gran Magestad demos la gloria.

9. No os olvideis de quando
los hombres le provocan,
y envió aquel diluvio
de vengadoras olas:
trono eterno ocupaba
entónces como ahora:
temedle, pues, servidle
con piedad generosa;
de fuerza os llenará en las ocasiones,
y al pueblo de su paz y bendiciones.

FIN DEL SALMO XXVIII.