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    Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Pedro Casas Serra
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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 16 Sep 2019, 13:28

    .


    Gabriel Ferrater: “Les dones i els dies” (“Mujeres y días”), 1968


    (Gabriel Ferrater i Soler; Reus, 1922 - Sant Cugat del Vallès, 1972) Poeta español en lengua catalana. Especialista en matemáticas y en lingüística, crítico literario y artístico, es autor de una interesante obra poética, marcada por su oposición a la poesía romántica (Mujeres y días, 1968).

    Hijo de una familia burguesa, no asistió al colegio hasta la edad de diez años, educándose particularmente y con el apoyo de una respetable biblioteca familiar. En el otoño de 1938 marchó a Burdeos (Francia), donde su padre había sido nombrado consejero del consulado de España. Si hasta este momento sus lecturas literarias importantes habían sido Charles Baudelaire y Paul Valéry, Jorge Guillén y Carles Riba, desde entonces sumaría el conocimiento de los clásicos franceses: Montaigne, Jean Racine, François de La Rochefoucauld, Pierre Choderclos de Laclos y el cardenal de Retz. Por otra parte, aquella situación escolar poco regular le permitiría aprender a leer en inglés y en alemán y descubrir a grandes autores contemporáneos como James Joyce, André Gide, Erns Jünger y Henry de Montherlant.

    En 1941, tras su regreso a España, esta formación se iría ampliando con lecturas de filosofía (en particular, sobre la fenomenología alemana y la obra de José Ortega y Gasset. En el otoño de 1947 Gabriel Ferrater inició sus estudios de Ciencias Exactas en la Universidad de Barcelona, se introdujo en el pensamiento matemático y en la filosofía analítica y comenzó a relacionarse con un grupo de pintores barceloneses.

    De esta relación y de una visita al Museo del Prado surgió su interés por la pintura, sobre la cual versarían sus primeros escritos, aparecidos en la revista Laye, de cuya sección de crítica de arte fue responsable entre 1951 y 1953. Por esos mismos años inició su relación con el poeta y helenista Carles Riba, quien, separado de la universidad tras la Guerra Civil, impartió su magisterio privadamente en tertulias formadas fundamentalmente por poetas e intelectuales. Al mismo tiempo entabló amistad con los poetas Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral.

    Esta relación con los poetas y la lectura de los ingleses Shakespeare, John Donne, Thomas Hardy y W.H.Auden, del alemán Bertolt Brecht y de los clásicos medievales (principalmente Ausiàs March) reavivaron en él su antiguo interés por la literatura, de modo que, entre 1953 y 1964, la práctica de la poesía constituyó su dedicación principal, sólo compartida con los inevitables trabajos editoriales (informes de lectura) y traducciones (de Ernest Hemingway, Peter Weiss, Hjalmar Söderberg, Ernst Gombrich y Manfred Bierwich al castellano para la editorial Seix Barral) que le permitieron subsistir y que continuaría realizando durante toda su vida.

    Su obra poética, escrita en catalán, es de aparición tardía y, aunque breve, manifiesta una plena madurez. La poesía de Gabriel Ferrater es de tesitura clásicamente didáctica y su aportación a la poética de su tiempo consiste en la formulación de una experiencia moral problemática, presentada a través de un correlato objetivo de figuración realista y tejida en una controlada estructura formal métricamente estricta, de léxico preciso y de sintaxis lógica. Los temas de la poesía ferrateriana provienen de la observación (y autoobservación) del efecto de las acciones y pasiones humanas, inscritas en el marco de una historia tanto individual como colectiva, lo cual da a su poesía un alto valor testimonial. Por otra parte, sus mejores poemas consiguen un intenso grado de patetismo debido a la sinceridad y a la lucidez con las que se expone o comunica una experiencia tan personal e íntima como irrefutable.

    En 1960 publicó Da nuces pueris, su primer libro de poemas, que supuso una sorpresa en el ámbito literario catalán a causa de su originalidad. El escritor rompió con los esquemas tradicionales (de lenguaje y forma) de la poesía catalana de las últimas décadas, ya que trató en un tono muy poco convencional un conjunto de temas (como la guerra civil, el erotismo o una nueva moral) que, en buena parte, habían sido obviados por la poética de la posguerra. El poema In memoriam se cuenta entre los más significativos del libro.

    Menja't una cama
    (Cómete una pierna), de 1962, siguió la misma línea, aunque incidiendo mayormente en el tema erótico. No obstante, hay que tener en cuenta que sus poemas hablan de un "erotismo moral" muy distinto del tradicional arrebato romántico. Teoria dels cossos (Teoría de los cuerpos), de 1966, fue su último libro; se trata de una obra compuesta por tres partes, una de las cuales es una larga composición titulada "Poema inacabat", donde se aprecia la influencia de autor medieval francés Chrétien de Troyes.

    En Les dones i els dies (Mujeres y días, 1968) reunió los poemas de los tres libros anteriores, evidenciando en el título los temas principales de su poesía: las relaciones humanas, el amor y la amistad y el paso del tiempo, que constituye una verdadera obsesión en Ferrater. Todo ello conduce a una visión del mundo escéptica y racionalista, con cierta tendencia al pesimismo. La poética de Gabriel Ferrater se inscribe dentro de cierto tipo de realismo de carácter narrativo que busca la expresión de la experiencia moral. Se trata, en definitiva, de una poesía antirromántica, expresada en un lenguaje cercano al coloquial y centrada en los contenidos.

    En 1964, después de haber vivido un año en Hamburgo (Alemania), donde trabajó en la editorial alemana Rowolth, Gabriel Ferrater volvió a Barcelona y ocupó el cargo de director literario de la editorial Seix Barral, cargo que abandonó pronto por los ya familiares trabajos eventuales que, aunque le proporcionaban escasa remuneración, le dejaban el margen de libertad necesario para la dedicación a la que sería su última actividad, la lingüística. En 1962 se había matriculado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona, e inició por entonces sistemáticas lecturas de gramática catalana, que afirmaron su interés por la filología y por la lingüística.

    A su ya amplio conocimiento de lengua añadió el de los teóricos de la lingüística contemporánea: estudió el transformacionalismo generativista de Noam Chomsky (de quien tradujo al español Cartesian Linguistics), el estructuralismo de Émile Benveniste y de Leonard Bloomfield (de cuya obra Language tradujo los capítulos descriptivos) y a otros lingüistas, convirtiéndose en uno de los primeros especialistas introductores de esta disciplina en España; por ello, en 1968 fue contratado por la Universidad Autónoma de Barcelona como profesor de Lingüística y Crítica Literaria, lo cual institucionalizó una actividad docente que Ferrater ya había ejercido a partir de 1967, a través de cursos ocasionales y de una notable actividad de conferenciante y ensayista, tanto de temas de lingüística como literarios.

    Al campo lingüístico pertenecen los artículos que, con el título genérico de De causis linguae, publicó entre 1969 y 1972 en la revista catalana Serra d'Or, así como las notas escritas para su curso de 1971-1972 sobre una gramática transformacional del catalán, cuya formulación definitiva hubiera sido su trabajo de mayor envergadura lingüística y que su suicidio interrumpió. Su obra ensayística fue publicada póstumamente, reunida por temas y en diferentes libros: Sobre literatura (1979), La poesía de Carles Riba (1979), Sobre pintura (1981) y Sobre el llenguatge (1981). También fueron editados diversos escritos ocasionales y documentos de carácter privado y periodístico en un libro titulado Papers. Cartes. Paraules (1986). El último título póstumo publicado fue J. V. Foix i el seu temps (1987).

    (Sacado de: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] )

    ……………………………

    Inicio la publicación de mi traducción de la obra de Gabriel Ferrater, Les dones i els dies (Mujeres y días), 1968.

    Pedro Casas Serra

    …………………...


    GABRIEL FERRATER: Les dones i els dies (Mujeres y días), 1968


    When more is said than must
    Then better left unsaid and done.
    Your artful songs of love,
    The rigor of your spoken lust,
    Have now become a cunning sort of
    Overrated pun.

    JIL JARRELL

    Si se habla de más,
    es mejor callar y ya está.
    Tus ingeniosas canciones de amor,
    el rigor de tu lascivia oral,
    se han convertido hoy en una artera especie
    de juego de palabras abusivo.

    JILL JARRELL



    I


    IN MEMORIAM

    Quan va esclatar la guerra, jo tenia
    catorze anys i dos mesos. De moment
    no em va fer gaire efecte. El cap m’anava
    tot ple d'una altra cosa, que ara encara
    jutjo més important. Vaig descobrir
    Les Fleurs du Mal, i això volia dir
    la poesia, certament, però
    hi ha una altra cosa, que no sé com dir-ne
    i és la que compta. La revolta? No.
    Així en deia aleshores. Ajagut
    dins d'un avellaner, al cor d'una rosa
    de fulles moixes i molt verdes, com
    pell d'eruga escorxada, allí, ajaçat
    a l'entrecuix del món, m'espesseïa
    de revolta feliç, mentre el país
    espetegava de revolta i contra-
    revolta, no sé si feliç, però
    més revoltat que no pas jo. La vida
    moral? S'hi acosta, però és massa ambigu.
    Potser el terme millor és l'egoisme,
    i és millor recordar que als catorze anys
    hem de mudar de primera persona:
    ja ens estreny el plural, i l'exercici
    de l'estilita singular, la nàusea
    de l'enfilat a dalt de si mateix,
    ens sembla un bon programa pel futur.
    Després vénen els anys, i feliçment
    també s'allunyen, i se'n va cansant
    la mà que acaricia el front tossut
    de l'anyell íntim, i ve que adoptem
    aquest plural, no sé si de modèstia,
    que renuncia al singular, se'n deixa,
    però agraint-lo i premiant-lo. Prou.
    ….Acabades les vacances, sí,
    vaig veure que al meu món algú li havia
    fet una cara nova. Sang i foc.
    No em semblaven horribles, però eren
    la sang i el foc de sempre. El meu col·legi
    de capellans el van cremar, i el Guiu,
    que era el sergent que ens feia fer gimnàstica
    pre-militar, i l'odiàvem tots
    (torno al plural primer, perquè la vida
    regredeix sempre), el Guiu havia estat
    assassinat a trets, i ens van contar
    que havia costat molt, perquè portava
    cota de malla sota la disfressa
    de velleta pagesa, i al cistell,
    sota els ous, hi amagava tres granades.
    El van matar al racó de la placeta
    d'Hèrcules, al costat de l'Institut,
    que és on sortíem entre dues classes,
    i no recordo que el lloc ens semblés
    marcat de cap manera, ni volguéssim
    trobar en un tronc d'un plàtan una bala
    ni cap altre senyal. Quant a la sang,
    no cal dir que, potser el dia mateix,
    el vent se la va endur. Va fer la pols
    potser una mica més pesada, res.
    Les parets socarrades del col·legi,
    no sé si les recordo o si m'ho penso.
    No hi vam entrar. Fèiem la muda, i no
    trobàvem interès en els parracs
    de vella pell. Oloràvem la por
    que era l'aroma d'aquella tardor,
    però ens semblava bona. Era una por
    dels grans. Sortíem de la por infantil
    i teníem la sort que el món se'ns feia
    gairebé del tot fàcil. Com més por
    tenien ells més lliures ens sentíem.
    Era el procés de sempre, i compreníem
    obscurament que amb nosaltres la roda
    s'accelerava molt. Érem feliços.
    ….Ho érem tots junts i ho érem sempre i molt.
    Ens van fer sindicar, i el sindicat
    ens va donar plaers vius i diversos.
    Dins un pis requisat, que per nosaltres
    era un pis ocupat a l’enemic
    (no l’enemic oficial, el nostre),
    darrera fums de pòquer, ens endúiem
    llibres i mobles, fèiem la barata
    de pistoles i bales, saludàvem
    a la romana (no per res, els nostres
    ens eren més simpàtics, però els altres
    tenien més prestigi de malvats),
    volíem dur les noies als racons
    i com que no en sortíem, neguitosos,
    pujàvem i baixàvem pel balcó.
    Vam descobrir les putes i el robar.
    Robar, ho hauríem vist. Quant als prostíbuls,
    se'ns haurien obert ben aviat
    però vam guanyar uns mesos. El primer
    bombardeig ens el vam passar al refugi
    de ca la Sol, i tots teníem por
    que ens hi pleguessin. Molt disminuïts,
    els pares eren al poder, encara.
    L'Isidre va agafar purgacions
    el primer de nosaltres, i el seu pare
    va triar bé el mal moment de comprar-li
    la bicicleta que tant demanava.
    Calia que un o altre, cada dia,
    la hi manllevés, per donar-li una excusa
    de no fer-la servir. Les bicicletes
    omplen el meu record del temps aquell.
    Era el que més robàvem. Ens havíem
    muntat tot un taller per repintar-les
    recomponent-les: quadre d'una amb rodes
    d'una altra, i tubulars d'una altra encara.
    ….No sé com, una tarda que ens havíem
    esmunyit tots de casa a mig dinar
    per arribar al castell de Tamarit,
    al moment de sortir, jo no tenia
    cap bicicleta. Vaig voler llogar-la
    i vaig trobar tancada la botiga
    on era conegut. No ho veia justa
    i no em vaig resignar. Trucava a cops
    de punys i peus, i se’m va obrir la porta.
    No hi havia ningú. Vaig agafar
    la màquina, i els vaig deixar una nota.
    L’excursió va ser angoixosa. Un vent
    sense remissions ens ajupia.
    I de tornada el vam tenir de cara.
    Dret damunt dels pedals, com si pugés
    per una costa dura, m’aguantava
    clavat i tremolant, sense avançar.
    I ens vam anar perdent els uns dels altres.
    L’Agustí i jo vam reposar un temps llarg
    ajaguts al recer de la cuneta
    vora els camps que assolaven per tornar-los
    un aeròdrom militar. De nit
    i mig a peu, vam acabar el camí.
    A les primeres cases, vam trobar
    una pastisseria oberta. En hi
    vam llançar, i érem nens, érem molt més
    nens que no érem, i ens vam deixar caure
    per terra, i ajaguts al mosaic fresc
    vam menjar uns pans sortint del forn, ficant-hi
    tota la cara dins, folls del plaer
    d’ésser només fatiga i gana i pes.
    Tot podia passar, i no em va sorprendre
    ni l’estrèpit sobtat, els crits i els passos,
    ni els canons de fusell que m’apuntaven
    verticals cap a terra i oliosos,
    ni que algú m’aixequés, i m’empenyessin
    dins d’una furgoneta, ni que el meu pare
    que m’esperava en un local estrany
    i discutia amb molta gent, i els pares
    dels meus companys hi eren també, i el meu
    semblava poc a poc que s’imposava
    i se m’enduia a casa. L’endemà
    vaig acabar d’entendre que l’empresa
    l’havien col.lectivitzat. Cremat,
    el comitè ens havia perseguit
    tota la tarda, per cobrar la màquina
    que l’amo antic hauria vist potser
    ben llogada, i ells no. Per alguns dies
    els pares nostres se’ns van fer importants.
    ….Robàvem altres coses. Vam tenir
    força temps la mania dels eslips.
    Entràvem tots de colla a una botiga,
    miràvem, regiràvem, no compràvem,
    i ens farcíem camises i jerseis
    d'eslips. No sé què en fèiem. No m'explico
    tampoc com és que no ens van descobrir.
    Més aviat suposo que aleshores
    anaven sempre marejats, i tots
    atònits, i potser també perversos,
    i els reflexos de l’ordre se’ls havien
    macat. Els era igual, o els excitava,
    d’ésser robats. No sabíem sinó
    que els botiguers se’ns ajeien amb ulls
    tots aigualits, com de dona vençuda
    pel seu violador. Recordo un dia
    que vam tornar a triar can Subietes,
    on entràvem sovint, i cap vegada
    no en sortíem de buit. Ens va servir
    l’amo mateix: ens va posar les capses
    al taulell, les va obrir, i enretirant-les
    lluny de les nostres mans, ens va comptar
    les peces en veu alta. Vam deixar-les
    sense insistir, i ell les va recomptar.
    Quan érem fora, ple d’orgull, vaig treure
    l’eslip que havia pres al primer instant,
    abans del compte. I no res: l’Albert
    n’havia pres un altre. Tots dormien
    i tot els crepitava a les orelles.
    ….El senyor Subietes va morir
    assassinat també. Si ara el recordo,
    veig roba negra i blanca, i algú dins
    que semblava ben vell. Potser no ho era.
    Quant al negre, no crec que fos per dol:
    era un misser, i aleshores anaven
    negres la gent de missa, i també algun
    vell elegant, i algun republicà
    dels de tota la vida. És per catòlic
    que va anar a la presó el vell Subietes.
    Va tenir mala sort. Quan era pres,
    un dia es va aixecar el gran pànic. Eren
    a Salou. Els italians. Ja havien
    desembarcat. El comitè de Reus
    va requisar tres o quatre autocars,
    hi van pujar amb els presos que tenien
    i els van dur a la cuneta. Va ser ràpid:
    no va durar pas més que aquell perill
    imaginari. El Ton és un dels xòfers
    que, requisats amb el seu autocar,
    van haver d’assistir-hi. Trasbalsat,
    mirava de reüll els passejats
    com anaven baixant, i li passaven
    a frec del seu seient. Els coneixia
    gairebé tots. El senyor Subietes
    va veure la revulsió del Ton
    i se’n va compadir. Quan ja baixava,
    deturant-se un moment, li va posar
    la mà a l’espatlla, i li va dir: “Ja ho veus,
    Tonet, com ens hem de veure”. Un adust
    consol. El president del comité
    que va manar la saca d’aquell dia,
    també l’he conegut. Era l’Oliva.
    ….És de l'Oliva que ara vull parlar.
    Feia, abans, de porter a la Sala Reus,
    que és el cine on anàvem els diumenges
    a embrutar-nos les mans d'amor.
    No el veig d'aleshores. No em dóna cap imatge
    sinó vestit de cuir, amb una Luger
    que duia culatada amb fusta clara,
    més llarga que la cuixa, fent-li més
    d'insígnia que d'arma. L'esperit
    de simbolisme és flor de temps de guerra.
    Ritualistes ho eren, tant l'Oliva
    com la seva muller. Van requisar,
    per viure-hi ells, una casa de rics
    on ella de seguida va trobar
    que no feia per casa de senyors
    que no hi haguessin cactus. En les plantes
    grasses, havia après la dona a veure-hi
    l’escreix del viure ric: una menuda
    ombra d’ànima, sota el sol immens
    del posseir. Aleshores posseïa,
    i reia, i reien totes, i compraven
    la vida feta coses, finalment
    material, mocada d’esperances.
    Va ser un moment només, dos o tres mesos.
    Les popolane van anar rient,
    però sense sorprendre-se’n, rient
    com sempre. Els revenia l’esperança
    i comprar es feia d’amagat, i ho feien
    més aviat els rics. Vam tombar el tomb,
    i el camí de tornada, a poc a poc
    ens el tancaven marges coneguts.
    L’Oliva i els del comitè, jo els veia
    sovint que s’esperaven a una taula
    d’algun cafè, o anaven pel carrer
    de pressa, cap a seure i esperar.
    ….Una nit hi va haver un concert d'orquestra.
    El pare m'hi va prendre, i tremolava
    tot jo d'impaciència. La música
    parfois nous prend comme une mer, i a mi
    que em prenia aleshores una mar
    d'un temps que anava a ser perdut, i es veia
    perdent-se i desdient-se, m'excitava
    la idea de donar-me a un altre flux
    més personal, o almenys sense companys,
    ni que fos amb el pare. Vaig sentir
    Beethoven i Ravel, i ja no sé
    on em van derivar, si és que em van prendre.
    Acabat el concert, van tocar els himnes:
    himne de Riego, Internacional,
    els Segadors i la Warszawianka
    que feia d'himne de la Fai. La gent
    va aplaudir més els Segadors. L'oliva
    no hi estava d'acord, i es va abocar
    d'un prosceni, cridant. Per fer-nos sords
    vam picar encara més de mans. Mirava
    les cares que se'n reien, i cridava
    mut, com la flama, i rèiem i aplaudíem,
    vessant-nos en una aigua. De companys,
    com que després n’érem molt amb el pare,
    no volíem encara tornar a casa
    i ens vam asseure a prendre cafè junts.
    Parlàvem de política, i em sembla
    que em semblava que no calia cap
    revolta (no vull dir en l’ordre polític)
    i que amb els grans s’hi pot anar de colla.
    De nit, en un cafè, es pot tenir pare.
    Va entrar l’Oliva, i ara sé reconèixer
    que li sobraven tres o quatre copes.
    Sèiem vora la porta, i ens va veure
    de seguida. Aferrant la gran culata
    que el devia ajudar a aguantar-se dret,
    va dir, mirant el pare: “Heu estat vós
    el responsable”. (Tot n’anava ple
    de responsables, aleshores. Tots
    n’eren d’alguna cosa, i no sabien
    ben bé de què, i davant de tota cosa
    miraven si no es veia algú que en fos
    més responsable.) El pare el va saber
    distreure amb quatre frases, i l’Oliva
    va deixar anar la fusta. Quan, després,
    el pare l’explicava, aquell diàleg
    es feia molt més llarg. Jo no entenia
    que volgués dispersar-ne la concisa
    virtut. Ara veig clar de què es tractava:
    de dispersar una boira que la veu
    no havia traït gens, però en els ulls
    havia traspuntat. Em fascinava,
    i no li vaig donar el nom que era seu
    sempre que travessava pels meus ulls.
    M’hi vaig lliscar, passats tres dies, quan
    em vaig trobar cara a cara amb l’Oliva
    pel corredor de ca la Sol. Els nois
    que anàvem pels prostíbuls, no capíem
    ben bé com ens trobàvem al reialme
    nostre de dret, i que els hostes furtius
    eren ells, ni que fossin pistolers.
    ….Va venir un temps de molts camins, i algú
    anava escartejant un joc de cartes
    que érem indrets i persones. L’Oliva,
    sis o set anys més tard, quan se’ns havia
    tornat inesperat, el va conèixer
    la meva mare. Un vespre de Bordeus,
    quan era sola a casa, li va obrir.
    Ell havia pujat la nostra escala
    perquè sabia que hi vivien gent
    del seu poble. Volia algun auxili.
    Va dir que treballava en una usina
    dels alemanys, em sembla que a Royan.
    Un bombardeig havia destruÏt
    la fàbrica i el campament anex.
    L’Oliva, per atzar, es trobava fora,
    però ho havia perdut tot, la roba
    i els diners, tot el seu, sinó la vida
    que se li havia fet estranya, i no
    n’era ja responsable: els alemanys
    s’encarregaven del seu nou destí.
    Potser la meva mare va ser l’última
    dona que va parlar mai amb l’Oliva
    que sabia res d’ell. Li va donar
    unes peces de roba, que ell potser
    no va arribar a portar. Dos dies
    després, un altre bombardeig anglès
    el va enxampar.
    ………………..Com que no sóc
    un oranès de Saint Germain, la por
    no em sembla pas que sigui cap gran tema
    per literar o filosofar. Això sí,
    de por molts homes n’han tingut, i d’ells
    cal que també se’n parli. Convé dir
    que l’Oliva va tenir por, i va fer
    por a molta gent, al meu pare i a mi
    no gaire forta, al Ton ja més, i a d’altres
    tan forta com la seva, o més encara.


    IN MEMORIAM

    Cuando estalló la guerra, yo tenía
    catorce años y dos meses. De momento
    no me hizo mucho efecto. Tenía la cabeza
    en otras cosas, que todavía ahora
    juzgo más importantes. Descubrí
    Les Fleurs du Mal, y eso quería decir
    la poesía, ciertamente, pero
    hay otra cosa, que no sé como explicarla
    y es lo que cuenta. ¿La revolución? No.
    Así la llamaba entonces. Recostado
    en un avellano, en el corazón de una rosa
    de hojas mustias y muy verdes, como
    piel de oruga desollada, allí, echado
    en la entrepierna del mundo, me espesaba
    de feliz revolución, mientras el país
    estallaba de revolución y contra-
    revolución, no sé si feliz, pero
    más revolucionado que yo. ¿La vida
    moral? Se aproxima, pero me parece ambiguo.
    Quizás el mejor término sea el egoísmo,
    y es mejor recordar que a los catorce años
    tenemos que cambiar de primera persona:
    ya nos estrecha el plural, y el ejercicio
    del estilita singular, la náusea
    del subido sobre de sí mismo,
    nos parece un buen programa para el futuro.
    Después vienen los años, y felizmente
    también se alejan, y se nos va cansando
    la mano que acaricia la tozuda frente
    del cordero íntimo, y pasa que adoptamos
    ese plural, no sé si de modestia,
    que renuncia al singular, se deja,
    pero agradeciéndolo y premiándolo. Basta.
    ….Acabadas las vacaciones, sí,
    vi que a mi mundo alguien le había
    puesto una cara nueva. Sangre y fuego.
    No me parecían horribles, pero eran
    la sangre y el fuego de siempre. Mi colegio
    de curas lo quemaron, y Guiu,
    el sargento que nos hacía hacer gimnasia
    premilitar, y al que todos odiábamos
    (vuelvo al primero del plural, porque la vida
    retrocede siempre), Guiu había sido
    asesinado a tiros, y nos contaron
    que les había costado mucho, porque llevaba
    una cota de malla bajo el disfraz
    de campesina viejecita, y en el cesto,
    bajo los huevos, escondía tres granadas.
    Le mataron en el rincón de la plazoleta
    de Hércules, junto al Instituto,
    que es adonde salíamos entre clases,
    y no recuerdo que el lugar nos pareciera
    señalado de ninguna manera, ni que quisiéramos
    encontrar en el tronco de un plátano una bala
    ni cualquier otra marca. En cuanto a la sangre,
    no hay que decir que, quizás el mismo día,
    se la llevó el viento. Quizás hizo al polvo
    algo más pesado, apenas nada.
    Las paredes achicharradas del colegio,
    no sé si las recuerdo o si lo creo.
    No entramos. Estábamos haciendo la muda, y no
    encontrábamos interés en los harapos
    de la vieja piel. Olíamos el miedo
    que era el aroma de aquel otoño,
    pero nos gustaba. Era un miedo
    de los mayores. Salíamos del miedo infantil
    y teníamos la suerte de que el mundo se nos hacía
    casi fácil del todo. Cuanto más miedo
    tenían ellos más libres nos sentíamos.
    Era el proceso de siempre, y comprendíamos
    oscuramente que con nosotros la rueda
    se aceleraba mucho. Éramos felices.
    ….Lo éramos juntos y lo éramos siempre y mucho.
    Nos hicieron sindicar, y el sindicato
    nos proporcionó placeres vivos y diversos.
    Dentro de un piso requisado, que para nosotros
    era un piso ocupado al enemigo
    (no el enemigo oficial, el nuestro),
    tras humos de póquer, llevábamos
    libros y muebles, intercambiábamos
    pistolas y balas, saludábamos
    a la romana (no por nada, los nuestros
    nos eran más simpáticos, pero los otros
    tenían más prestigio de malvados),
    queríamos llevar a las muchachas a los rincones
    y como no lo lográbamos, inquietos,
    subíamos y bajábamos por el balcón.
    Descubrimos a las putas y robar.
    Robar, lo habríamos visto. En cuanto a los prostíbulos,
    se nos habrían abierto muy pronto
    pero ganamos unos meses. El primer
    bombardeo nos lo pasamos en el refugio
    de casa la Sol, y todos teníamos miedo
    de que nos pillaran. Aunque muy disminuidos,
    los padres estaban todavía en el poder.
    Isidro cogió purgaciones
    el primero, y su padre
    eligió bien el momento de comprarle
    la bicicleta que tanto pedía.
    Hacía falta que uno u otro, cada día,
    se la pidiese, a fin de darle una excusa
    para no usarla. Las bicicletas
    llenan mi recuerdo del aquel tiempo.
    Era lo que más robábamos. Nos habíamos
    montado un taller completo para repintarlas
    recomponiéndolas: el cuadro de una con las ruedas
    de otra, y todavía los tubos de otra.
    ….No sé como, una tarde en que nos habíamos
    escabullido todos de casa a media comida
    para ir al castillo de Tamarit,
    en el momento de salir, yo no tenía
    ninguna bicicleta. Quise alquilarla
    y encontré cerrada la tienda
    donde me conocían. No me parecía justo
    y no me resigné. Golpeaba
    con los puños y con los pies, y se me abrió la puerta.
    No había nadie. Cogí
    la máquina, y dejé una nota.
    La excursión fue angustiosa. Nos doblaba
    sin parar el viento.
    Y de vuelta lo tuvimos de cara.
    De pie sobre los pedales, como si subiera
    una dura pendiente, me aguantaba
    fijo y temblando, sin avanzar.
    Y nos fuimos distanciando unos de otros.
    Agustín y yo descansamos un buen rato
    echados al cobijo de la cuneta
    junto a los campos que arrasaban para convertirlos
    en un aeródromo militar. Por la noche
    y medio a pie, terminamos el camino.
    En las primeras casas, encontramos
    abierta una pastelería. Nos
    lanzamos a ella, y éramos niños, mucho más
    niños de lo que éramos, y nos tiramos
    al suelo, y echados sobre el mosaico fresco
    comimos unos panes recién salidos del horno, metiendo
    toda la cara dentro, locos por el placer
    de ser solo fatiga y hambre y peso.
    Todo podía ocurrir, y no me sorprendió
    ni el estrépito repentino, los gritos y los pasos,
    ni los cañones de fusil que me apuntaban
    verticales hacia tierra y aceitosos,
    ni que alguien me levantara, y me empujaran
    dentro de una furgoneta, ni mi padre
    que me esperaba en un local extraño
    y discutía con mucha gente, y los padres
    de mis compañeros también estaban, y el mío
    parecía que poco a poco se imponía
    y se me llevaba a casa. Al día siguiente
    supe que habían colectivizado
    la empresa. Quemado,
    el comité nos había perseguido
    toda la tarde, para cobrar la máquina
    que el antiguo amo quizás habría visto
    bien alquilada, y ellos no. Durante unos días
    nuestros padres nos parecieron importantes.
    ….Robábamos otras cosas. Tuvimos
    bastante tiempo la manía de los slips.
    Entrábamos juntos a una tienda,
    mirábamos, revolvíamos, no comprábamos,
    y nos llenábamos camisas y jerseys
    de slips. No sé qué hacíamos con ellos. Tampoco
    me explico cómo no nos descubrieron.
    Pero supongo que por entonces
    iban siempre mareados, y totalmente
    atónitos, y quizás también turbados,
    y los reflejos del orden se les habían
    estropeado. Ser robados les daba igual,
    o les excitaba. No sabíamos sino
    que los tenderos se nos sentaban con ojos
    llorosos, como de mujer vencida
    por su violador. Recuerdo un día
    que volvimos a elegir casa Subietes,
    donde entrábamos a menudo, y nunca
    salíamos de vacío. Nos atendió
    el propio amo: nos puso las cajas
    sobre el mostrador, las abrió, y alejándolas
    de nuestras manos, contó
    las piezas en voz alta. Las dejamos
    sin insistir, y él las recontó.
    Cuando estábamos fuera, lleno de orgullo, saqué
    el slip que había cogido al principio,
    antes de que los contara. Y eso no es todo: Alberto
    había cogido otro. Todos dormían
    y les crepitaba todo en los oídos.
    ….El señor Subietes también
    murió asesinado. Si lo recuerdo,
    veo ropa negra y blanca, y dentro alguien
    que parecía muy viejo. Quizás no lo era.
    En cuanto al negro, no creo que fuera por luto:
    era un misero, y entonces la gente de misa
    iban de negro, y también algún
    viejo elegante, y algún republicano
    de los de toda la vida. El viejo Subietes
    fue a la cárcel por católico.
    Tuvo mala suerte. Estando preso,
    un día se levantó un gran pánico. Estaban
    en Salou. Los italianos. Ya habían
    desembarcado. El comité de Reus
    requisó tres o cuatro autocares,
    subieron con los presos que tenían
    y los llevaron a la cuneta. Fue rápido:
    no duró más de lo que aquel peligro
    imaginario. Ton fue uno de los chóferes
    que, requisados con su autocar,
    tuvieron que asistir. Asustado,
    miraba de reojo como los paseados
    iban bajando, y le pasaban
    muy cerca de su asiento. Los conocía
    casi a todos. El señor Subietes
    notó el nerviosismo de Ton
    y se compadeció. Cuando bajaba,
    deteniéndose un momento, le puso
    la mano en el hombro, y le dijo: “Ya ves,
    Tonet, como nos tenemos que ver”. Un adusto
    consuelo. El presidente del comité
    que mandó la saca de aquel día,
    también lo he conocido. Era Oliva.
    ….Es de Oliva de quien os quiero hablar.
    Antes, hacia de portero en la Sala Reus,
    que es el cine donde íbamos los domingos
    a ensuciarnos las manos de amor. No lo veo
    desde entonces. No me viene otra imagen
    sino vestido de cuero, con una Luger
    que llevaba culatada con madera clara,
    más larga que el muslo, sirviéndole más
    de distintivo que de arma. El espíritu
    de simbolismo es flor de tiempos de guerra.
    Ritualistas lo eran, tanto Oliva
    como su mujer. Requisaron,
    para vivir ellos, una casa de ricos
    donde ella enseguida encontró
    que no era apropiado en una casa de señores
    que no hubieran cactus. En las plantas
    crasas, había aprendido la mujer a ver
    el summum de la vida de ricos: una pequeña
    sombra de alma, bajo el sol inmenso
    del poseer. Entonces poseía,
    y reía, y reían todas, y compraban
    la vida hecha cosas, finalmente
    material, limpia de esperanzas.
    Fue por poco tiempo, dos o tres meses.
    Las popolane fueron riendo,
    pero sin sorprenderse, riendo
    como siempre. Les volvía la esperanza
    y se compraba a escondidas, y lo hacían
    más bien los ricos. Doblamos la esquina,
    y el camino de vuelta, despacio
    nos lo cerraban márgenes conocidos.
    A Oliva y los del comité, los veía
    a menudo que esperaban en la mesa
    de algún café, o iban por la calle
    deprisa, a sentarse y esperar.
    ….Una noche hubo un concierto.
    Mi padre me invitó, y yo temblaba
    de impaciencia. La música
    parfois nous prend comme une mer, y a mí
    que entonces me prendía un mar
    de un tiempo que iba a ser perdido, y se veía
    perdiéndose y desdiciéndose, me excitaba
    la idea de darme a otro flujo
    más personal, o al menos sin compañeros,
    aunque fuera con mi padre. Escuché
    Beethoven y Ravel, y no sé
    donde me llevaron, si es que me atraparon.
    Acabado el concierto, tocaron los himnos:
    el himno de Riego, la Internacional,
    los Segadores y la Warszawianka
    que hacía de himno de la Fai. La gente
    aplaudió más los Segadores. Oliva
    no  estaba de acuerdo, y salió
    al proscenio, gritando. Para hacernos los sordos
    aplaudimos todavía más. Miraba
    las caras que reían, y gritaba
    mudo, como una llama, y reíamos y aplaudíamos,
    derramando lágrimas. Compañeros,
    como éramos después con mi padre,
    no queríamos volver aún a casa
    y nos sentamos juntos a tomar café.
    Hablábamos de política, y me parece
    que me parecía que no hacía falta ninguna
    revolución (no quiero decir en el orden político)
    y que con los mayores se puede ir de pandilla.
    Por la noche, en un café, se puede tener padre.
    Entró Oliva, y ahora sé reconocer
    que le sobraban tres o cuatro copas.
    Estábamos sentados junto a la puerta, y nos vio
    enseguida. Agarrando la gran culata
    que le debía ayudar a tenerse en pie,
    dijo, mirando a mi padre: “Usted ha sido
    el responsable”. (Entonces todo estaba
    lleno de responsables. Todos
    lo eran de algo, y no sabían
    muy bien de qué, y ante cualquier cosa
    miraban si encontraban a alguien que fuera
    más responsable.) Mi padre lo supo
    distraer con cuatro frases, y Oliva
    soltó la madera. Después, cuando
    mi padre lo explicaba, aquel diálogo
    se hacía mucho más largo. Yo no entendía
    que quisiera dispersar la concisa
    virtud. Ahora veo con claridad de que se trataba:
    de dispersar una niebla que la voz
    no había traicionado, pero que había
    asomado en los ojos. Me fascinaba,
    y no le di el nombre que le correspondía
    siempre que atravesaba por mis ojos.
    Me asomó, pasados tres días, cuando
    me encontré frente a frente con Oliva
    en el corredor de casa de la Sol. Los chicos
    que íbamos por los prostíbulos, no acabábamos
    de comprender que nos encontrábamos en nuestro reino
    por derecho propio, y que los huéspedes furtivos
    eran ellos, ni que fueran pistoleros.
    ….Llegó un tiempo de muchos caminos, y alguien
    iba barajando un juego de cartas
    que formábamos lugares y personas. A Oliva,
    seis o siete años más tarde, cuando
    no lo esperábamos, lo conoció
    mi madre. Una tarde de Burdeos,
    cuando estaba sola en casa, le abrió.
    Él había subido nuestra escalera
    porque sabía que allí vivía gente
    de su pueblo. Quería un poco de ayuda.
    Dijo que trabajaba en una fábrica
    de los alemanes, me parece que en Royan.
    Un bombardeo había destruido
    la fábrica y el campamento anexo.
    Oliva, por azar, se encontraba fuera,
    pero lo había perdido todo, la ropa
    y el dinero, todo cuanto tenía, menos la vida
    que se le había vuelto extraña, y de la que no
    era ya responsable: los alemanes
    se encargaban de su nuevo destino.
    Quizás mi madre fue la última
    mujer que habló con Oliva,
    que supo algo de él. Le dio
    unas prendas de vestir, que probablemente él
    no llegó a llevar. Dos días
    después, otro bombardeo inglés
    lo pilló.
    ………Como no soy
    un oranés de Saint Germain, el miedo
    no me parece que sea ningún gran tema
    para escribir o filosofar. Eso sí,
    miedo han tenido muchos hombres, y de ellos
    hace falta que también se hable. Conviene decir
    que Oliva tuvo miedo, y dio miedo
    a mucha gente, a mi padre y a mí
    no muy fuerte, a Ton más, y a otros
    tan fuerte como el suyo, o aún más.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    Última edición por Pedro Casas Serra el Sáb 28 Mayo 2022, 12:40, editado 1 vez


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 17 Sep 2019, 05:02

    .


    FAULA PRIMERA

    Dama Antònia, fràgil però tan
    imperiosa i carregada de raó,
    mai no prenia un taxi, car s’havia
    deixat dir que en els taxis es fan coses
    de les que ella improvava expressament:
    eren uns instruments de l’indecòrum.
    Tenia també angoixes: se sentia
    incerta si volia guanyar el cel
    i córrer el risc que la posessin prop
    d’Adam i d’Eva, els originadors.
    El senyor Andreu, fill seu, era prou ric
    perquè se’n fes presa d’elecció
    un enèrgic dimoni de migdia.
    L’atac, sobtat. Les ales nervioses
    van batre dos segons, i el senyor Andreu,
    del tot retut, va desitjar el divorci.
    Les famílies riques i complexes
    ja se sap com s’imbriquen. Un divorci
    vol temps. Jutjant que el temps era un seu guany,
    el rebel se’n va anar a guanyar un estiu
    a Portugal, amb una mecanògrafa
    dolça i segurament no posseïda
    per cap dimoni, però cobejada
    pel dimoni del senyor Andreu. L’estiu
    es va acabar, i un dia ja d’hivern
    el senyor Andreu havia de portar
    la seva mare a veure un advocat:
    eren molts dits a toquejar aquell nus
    que el senyor Andreu provava de desfer.
    Conduint ell mateix, a l’hora en punt,
    va arribar a casa de la seva mare,
    i no preveia on fóra l’entrebanc.
    (Tot normal, en un món ben cimentat:
    cert, però, que d’escletxes per al cuny
    líric i personal, se n’obren sempre.)
    ….Cautela, o saber previ? Dama Antònia
    va preguntar si el cotxe que li obrien
    no era el del periple de l’estiu.
    Ho era, i el senyor Andreu (que ja es pot dir
    que mai no havia d’obtenir el divorci)
    se’n va tornar, i va canviar de cotxe.
    No per humiliat va obtemperar
    ni per cap altre sentiment, que hauria
    semblat fora de lloc: només correcte
    i de cor reticent, mentre cremava
    la injuriada flama de la mare.
    No reflexiu ni combatiu, tenia
    prou equanimitat per saber admetre
    que es fossin repel.lents aquells dos cossos:
    l’un, que potser havia estimat el seu,
    feia molts anys: l’altre, el que ell estimava.
    Un amor oblidat, res més, i l’altre
    no sempre recordat. Poc vius tots dos.
    Com sempre, l’enganyat era el dimoni.
    ….Un dels dimonis, en tot cas. Que d’altres
    entraven en el joc, no sé deixar
    de témer-ho, ni oblidar que de dimonis
    l’infern n’amaga molts, i que en les aigües
    del més tranquil estany de bones causes
    dutes a bona fi, s’hi vol mirar
    una rialla folla de llimones
    d’emoció entestada i triomfant.



    FÁBULA PRIMERA

    La señora Antonia, frágil pero tan
    imperiosa y cargada de razón,
    nunca tomaba un taxi, pues le habían dicho
    que en los taxis se hacían cosas
    de las que ella desaprobaba expresamente:
    eran instrumentos de la falta de decoro.
    Tenía también angustias: no estaba
    segura de querer ganar el cielo
    y correr el riesgo de que la pusieran cerca de Adán
    y Eva, los causantes.
    El señor Andrés, su hijo, era lo bastante rico
    para ser presa de la elección
    de un enérgico demonio de mediodía.
    El ataque, repentino. Las alas nerviosas
    batieron dos segundos, y el señor Andreu,
    rendido del todo, quiso el divorcio.
    Las familias ricas y complejas
    ya se sabe cómo se implican. Un divorcio
    requiere tiempo. Juzgando que el tiempo era su recompensa,
    el rebelde se fue a gastar un verano
    en Portugal, con una mecanógrafa
    dulce y seguramente no poseída
    por ningún demonio, pero codiciada
    por el demonio del señor Andreu. El verano
    se acabó, y un día ya de invierno
    el señor Andreu tenía que llevar
    a su madre a ver a un abogado:
    eran muchos los dedos a tocar el nudo
    que el señor Andreu intentaba deshacer.
    Conduciendo él mismo, a la hora en punto,
    llegó a casa de su madre,
    y no preveía donde estaría el problema.
    (Todo normal, en un mundo bien asentado:
    seguro, pero, grietas en la cuña
    lírica y personal, se abren siempre.)
    ….¿Cautela, o conocimiento previo? La señora Antonia
    preguntó si el coche que le abrían
    era el del periplo del verano.
    Lo era, y el señor Andrés (que ya se puede decir
    que nunca obtendría el divorcio)
    regresó, y cambió de coche.
    No obedeció por humildad
    ni por ningún otro sentimiento, que habría
    parecido fuera de lugar: solo correcto
    y de corazón reticente, mientras quemaba
    la injuriada llama de la madre.
    Sin ser reflexivo ni combativo, tenía
    bastante ecuanimidad para saber admitir
    que se repelieran aquellos dos cuerpos:
    el uno, que quizás había amado el suyo,
    hacía muchos años: el otro, el que él amaba.
    Un amor olvidado, nada más, y el otro
    no siempre recordado. Poco vivos los dos.
    Como siempre, el engañado era el demonio.
    ….Uno de los demonios, en todo caso. Que otros
    entraban en el juego, no sé dejar
    de temerlo, ni olvidar que el infierno
    esconde muchos demonios, y que en las aguas
    del estanque más tranquilo de buenas causas
    llevadas a buen fin, se quiere ver
    una loca risa de limones
    de emoción obstinada y triunfante.


    FAULA SEGONA

    En Vilagut, si hem de ser francs, portava
    moltes hores de vol, i va pensar
    que tocava la d’aterrar en la pau
    i el matrimoni. D’amagat (hi havia
    llaços que en el seu dia es tallarien)
    va freqüentar les parties i el Liceu.
    Va ser amable amb les noies, i les mares
    van ser amables amb ell. Ben aviat
    va gairebé escollir, o podríem dir
    que vacil.lava limitadament:
    dues noies l’atreien. Era l’una
    bruna de sol d’hivern reverberat
    pels pendissos de neu esgarrinxada.
    No parlava mai gaire, però més
    per telèfon. De dia, a l’aire lliure,
    tenia els ulls mig closos, i de nit
    sabia obrir-los molt, foscos i francs.
    Ballava molt, però no massa bé,
    i era perfecta conduint. Les mans,
    totes vigor, podien fer-se dolces,
    i en Vilagut s’oblidava mirant-les
    fent conca per al fruit d’un vas glaçat
    o arrencant-ne amb els dits, a tires rectes,
    l’escorça suavíssima del baf.
    No reia gaire, i semblava que ho fes
    distreta, i es trigava a descobrir
    que tenia una altra rialla, fonda
    i commoguda: tot un cos fet sentiment
    i auguri d’amistat als altres cossos.
    Però en els cossos ni hi pensava massa,
    ni la neguitejava que una mà
    fos una bestiola suplicant:
    els animals no són persones, cal
    tractar-los bé, i no fer-ne gaire cas.
    ….L’altra noia era rossa, i no tenia
    bruna la pell sinó l’estiu. Bevia
    licors que es prenen sense gel, espessos
    i condormits com els records d’infància.
    Però bevia poc, i en Vilagut
    se sentia inquiet quan era amb ella:
    no sabia com fer-s’ho per donar-li
    algun plaer directe i evident.
    Li agradava cuinar, i era permès
    de creure que també li agradaria
    de menjar bé, però tampoc podia
    portar-la a un restaurant: ella tenia
    normes estrictes de conducta, fetes
    d’exclusions. Hortus conclusus. Tanques
    altes, i a dins, tota fresca promesa.
    Parlava d’un passat remot i llarg
    (tant s’havia encabit en uns quants anys
    d’afecte atent), de festes i de ritus
    segons el calendari, i d’un futur
    de dehiscència imminent. L’avui
    li era transparent, prim de fluència,
    i es resistia a fer-lo consistent.
    Reia com una nena, molt sovint,
    i de vegades era inoportuna.
    No ballava sinó en algunes festes
    privades, no freqüent, però lleial
    a la música com als girs del temps.
    Tenia el cos molt personalitzat
    i gens amic dels altres cossos, mai
    distret de les fronteres i distàncies.
    ….En Vilagut trigava a decidir-se,
    però sabia que es decidiria
    un dia o altre, i començava a prendre
    les mesures del cas. Primer, les obres.
    Vivia en un casal que reclamava
    reformes decidides. Als amics
    no sabia parlar-los d’altra cosa.
    “Aquest envà se’n va a terra, veieu:
    la cambra del cantó i aquesta en fan
    una de gran, i obrint un finestral,
    magnífica pels nens, que els convé sol;
    la cuina agafarà tota una banda
    del pati; en una casa, al capdavall,
    el cor de tot és a la cuina, llar
    vol dir això, ja m’enteneu”. Passava
    una setmana, i tot es transformava.
    “Això serà un saló, no res, molt íntim
    per rebre-hi els amics, i aquesta cambra
    petita, del cantó, com feta expressa:
    aquí una arcada, i tindrem bar, em penso,
    amb ambient; el mal és el garatge:
    el cotxe seu, el meu, el gran, tot pren
    espai: no veig on encabir la cuina”.
    I així oscil.lava el cor d’en Vilagut,
    i un batec variava la matèria:
    la pedra, símbol dòcil a tot mite.
    ….Cal dir que es va casar amb la casolana?
    Sempre l’alcohol més fort s’endurà l’home.



    FÁBULA SEGUNDA

    Vilagut, si hemos de ser francos, llevaba
    muchas horas de vuelo, y pensó
    que tocaba ya aterrizar en la paz
    y el matrimonio. A escondidas (había
    lazos que en su día se cortarían)
    frecuentó los parties y el Liceo.
    Fue amable con las muchachas, y las madres
    fueron amables con él. Muy pronto
    casi eligió, o se podría decir
    que vacilaba limitadamente:
    dos muchachas le atraían. Una era
    morena de sol de invierno reverberado
    por las pendientes de nieve arañada.
    No hablaba mucho nunca, pero por teléfono
    más. De día, al aire libre,
    tenía los ojos medio cerrados, y por la noche
    sabía abrirlos mucho, oscuros y francos.
    Bailaba mucho, pero no demasiado bien,
    y era perfecta conduciendo. Las manos,
    todo vigor, podían ser dulces,
    y Vilagut se perdía viéndolas
    formar cuenco para el fruto de un vaso helado
    o arrancando con los dedos, en tiras rectas,
    la suavísima corteza del vaho.
    No reía mucho, y parecía que lo hiciera
    distraída, y se tardaba en descubrir
    que tenía otra risa, honda
    y conmovida: un cuerpo hecho todo sentimiento
    y augurio de amistad a los otros cuerpos.
    Pero en los cuerpos no pensaba demasiado,
    ni le inquietaba que una mano
    fuera una bestezuela suplicante:
    los animales no son personas, hay que
    tratarlos bien, y no hacerles mucho caso.
    ….La otra muchacha era rubia, y solo tenía
    la piel morena en verano. Bebía
    licores que se toman sin hielo, espesos
    y adormilados como los recuerdos de la infancia.
    Pero bebía poco, y Vilagut
    se sentía inquieto cuando estaba con ella:
    no sabía como hacer para proporcionarle
    algún placer directo y evidente.
    Le gustaba cocinar, y era posible
    creer que también le gustase
    comer bien, pero tampoco podía
    llevarla a un restaurante: ella tenía
    estrictas normas de conducta, hechas
    de exclusiones. Hortus conclusus. Vallas
    altas, y adentro, toda fresca promesa.
    Hablaba de un pasado largo y remoto
    (tanto había cabido en unos cuántos años
    de atento afecto), de fiestas y de ritos
    según el calendario, y de un futuro
    de inminente dehiscencia. El hoy
    le era transparente, fino de fluencia,
    y se resistía a hacerlo consistente.
    Reía como una niña, muy a menudo,
    y a veces era inoportuna.
    No bailaba sino en algunas fiestas
    privadas, no con frecuencia, pero leal
    a la música como a los giros del tiempo.
    Tenía el cuerpo muy personalizado
    y nada amigo de los otros cuerpos, nunca
    olvidado de fronteras y distancias.
    ….Vilagut tardaba en decidirse,
    pero sabía que se decidiría
    un día u otro, y empezaba a tomar
    las oportunas medidas. Primero, las obras.
    Vivía en un caserón que reclamaba
    decididas reformas. A los amigos
    no sabía hablarles de otra cosa.
    “Este tabique se quita, veis:
    la habitación de la esquina y ésta forman
    una grande, y abriendo un ventanal,
    magnífica para los niños, que les conviene el sol;
    la cocina abarcará todo un lado
    del patio; al final, en una casa,
    el corazón está en la cocina, hogar
    quiere decir eso, ya me entendéis”. Pasaba
    una semana, y todo se transformaba.
    “Esto será un salón, nada, muy íntimo
    para recibir a los amigos, y esta habitación
    pequeña, de la esquina, como hecha a propósito:
    aquí un arco, y tendremos bar, creo,
    con ambiente; lo malo es el garaje:
    su coche, el mío, el grande, todo ocupa
    espacio: no veo dónde meter la cocina”.
    Y así oscilaba el corazón de Vilagut,
    y un latido alteraba el asunto:
    la piedra, símbolo dócil a todo mito.
    ….¿Hay que decir que se casó con la casera?
    Siempre el alcohol más fuerte arrastrará al hombre.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 18 Sep 2019, 05:02

    .


    ELS JOCS

    Viure en un barri extrem, ens indueix
    a passejar inquiets, com si volguéssim
    trobar un racó de certitud, algun
    sentit més ferm que l'envà de cantell
    i el munt de bigues menjat per la crosta
    de pols i pluja vella, i la botiga
    dels gelats, amb les nenes que patinen
    pel davant, i són sis per un parell
    de patins estridents. M'arribo fins
    al club de tenis Barcelona, que és
    un club de rics, i vaig mirant els cotxes
    que s'arrengleren a la porta, plens
    de la voluntat bona d'ésser cotxes
    de rics: com si diguéssim, de tenir
    una certa ànima. Hi ha un MG
    d'esport, del nou model disminuït
    que no fa gaire vaig llegir que ha estat
    fet per une certaine couche d'acheteurs
    qui trouvent les modèles existants trop chers:

    i vol dir els rics barcelonins, suposo.
    Vaig vorejant la tanca. En un cantó
    hi ha un court mal disposat, on es confinen
    els nens principiants, i sempre els cauen
    pilotes fora. Surt el nen, tot ros
    (i blanc immaculat, car en el joc
    no hi posa prou convicció). S'esvera
    quan veu a fora uns garrofers dramàtics
    i uns nens molt bruts que juguen al futbol
    tan malament com ell al tenis: més
    vivament, això sí. Coneix la por
    i de la porta estant, busca amb els ulls
    la pilota, i no deixa el seu recer
    fins que l'ha vista. La plega, i se'n torna
    corrents, mort de vergonya si ensopega
    i s'alça el crit golut de la canalla
    que aguaitava una taca de l'albat.
    ….Vaig passejant, i ara sé on em porto.
    Hi ha un altre camp de joc, al pati d'una
    fàbrica de productes farmacèutics.
    Aquí juguen al bàsquet, al capvespre.
    Homes i dones, junts, van allargant
    el dia tant com poden, sota els flocs
    de grisor eixuta que s'atapeeix.
    No pilotegen de per riure. Riuen
    però juguen al bàsquet, i s'entrenen
    pel joc d'equip, provant posicions
    al camp, i variant-les i lligant-les.
    M'agrada de fixar-me en el treball
    d'una noia. Massa alta. Du un mallot
    de ratlles fines, grogues i vermelles.
    No és gaire bona tirant al cistell:
    té sort si la pilota se li adorm
    a l'anella de ferro, i els instants
    s'allarguen. Si cau dins, vençuda,
    la noia llança un crit i una rialla:
    té la veu aspra, com els grans ocells.
    Però combina bé, i té un bon amic
    pel joc: qui millor juga de tots ells.
    Rep la pilota de la noia, i no
    la juga: ella de sobte arrenca a córrer
    i rep la bola desmarcada i, justa,
    la torna i, just, ell tira suaument.
    ….Jo, com que sóc un doctrinari, ple
    d'odis intel.lectuals, no sé deixar
    que no vulguin dir res quan es distreuen,
    cansats d'empaquetar o d'escriure a màquina.
    Si ara me'ls miro i sento simpatia
    per ells, vull creure que ells em fan sentit
    dins el joc dels sentits que a mi em distreuen
    per bé que els tinc mol mal lligats. Vull creure
    que els moviments precisos d'aquests cossos
    fan un bon precedent, no sé de què.



    LOS JUEGOS

    Vivir en un barrio extremo, nos induce
    a caminar inquietos, como si quisiéramos
    encontrar un rincón seguro, una
    razón más firme que el tabique caído
    y el montón de vigas comido por la costra
    de polvo y vieja lluvia, y la tienda
    de los helados, con las niñas que patinan
    enfrente, y son seis para un par
    de ruidosos patines. Llego al
    club de tenis Barcelona, que es
    un club de ricos, y voy mirando los coches
    que se alinean en la puerta, llenos
    de la buena voluntad de ser coches
    de ricos: de tener una cierta alma,
    como si dijéramos. Hay un MG
    sport, del nuevo modelo reducido
    que no hace mucho leí que ha sido
    fabricado para une certaine couche de acheteurs
    quién trouvent les modèles existants trop chers:
    y quiere decir los barceloneses ricos, supongo.
    Voy bordeando la valla. A un lado
    hay una cancha mal acondicionada, donde se confina
    a los niños principiantes, y siempre les caen
    pelotas fuera. Sale el niño, todo rubio
    (e inmaculadamente blanco, puesto que no pone
    suficiente convicción en el juego). Se azora
    cuando ve afuera unos dramáticos algarrobos
    y unos niños muy brutos que juegan al fútbol
    tan mal como él al tenis: eso sí,
    más enérgicamente. Le entra miedo
    y desde la puerta, busca con los
    ojos la pelota, y no abandona su refugio
    hasta que la ve. La recoge, y se  vuelve
    deprisa, muerto de vergüenza si tropieza
    y se levanta el insaciable griterío de los niños
    que acechaba una mancha en la criatura.
    ….Voy paseando, y ahora sé a dónde me dirijo.
    Hay otro campo de juego, en el patio de una
    fábrica de productos farmacéuticos.
    Aquí, al atardecer, juegan al baloncesto.
    Hombres y mujeres, juntos, van alargando
    el día tanto como pueden, bajo los copos
    de parca grisura que se espesa.
    No pelotean en broma. Ríen
    pero juegan al baloncesto, y se entrenan
    para jugar en equipo, probando posiciones
    en el campo, y variándolas y asegurándolas.
    Me gusta fijarme en el trabajo
    de una muchacha. Demasiado alta. Lleva una camiseta
    a rayas finas, amarillas y rojas.
    No es buena tirando al cesto:
    tiene suerte si la pelota se le duerme
    en la anilla de hierro, y los instantes
    se alargan. Si cae dentro, vencida,
    la chica lanza un grito y una carcajada:
    tiene la voz áspera, como los grandes pájaros.
    Pero combina bien, y tiene un buen amigo
    para jugar: el que juega mejor de todos.
    Recibe la pelota de la chica, y no
    la juega: de repente ella echa a correr
    y recibe el balón desmarcada y, enseguida,
    la devuelve y, enseguida, el tira suavemente.
    ….Yo, como soy un doctrinario, lleno
    de odios intelectuales, no sé admitir
    que nada quieran decir cuando se distraen,
    cansados de empaquetar o de escribir a máquina.
    Si ahora los miro y siento simpatía
    por ellos, quiero creer que ellos me dan sentido
    en el juego de sentidos que me distraen
    aunque los tengo muy mal atados. Quiero creer
    que los movimientos precisos de estos cuerpos
    son un buen precedente, no sé de qué.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Jue 19 Sep 2019, 14:04

    .


    FLORAL

    La primavera del cinquanta-dos, les noies
    portaven bruses blanques i rebeques
    verdes, i pel carrer sentíem el fresseig
    precipitat de flors i fulles on s'amaguen
    els negres cuirs de l'ametller. Vaig fer
    trenta anys, que també em semblen prematurs.
    Però cap vent no en fa justícia. Romanen,
    inconvincents i eixuts, sota cada any
    que va venint per recobrir l'edat
    distreta, el blanc atònit i el verd aspre,
    i aquell ventet menut pels llargs carrers
    de noies i flors i fulles, el record
    que se me'n va, de tan confús, cap al futur,
    se'm fa desig, i la memòria em verdeja.



    FLORAL

    En la primavera del cincuenta y dos, las muchachas
    llevaban blusas blancas y rebecas
    verdes, y por la calle oíamos el susurro
    precipitado de flores y hojas donde se esconden
    los negros cueros del almendro. Cumplí
    treinta años, que también me parecen prematuros.
    Pero ningún viento les hace justicia. Permanecen,
    inconvincentes y enjutos, bajo cada año
    que va llegando para cubrir la edad
    distraída, el blanco atónito y el verde áspero,
    y aquel vientecillo por las largas calles
    de muchachas flores y hojas, el recuerdo
    que se me va, de tan confuso, hacia el futuro,
    se me convierte en deseo, y la memoria me verdea.


    PUNTA DE DIA

    La nit que se me'n va, una altra nit, i l'ala
    d'un immens avió caigut s'ha interposat
    entre aquell blau espès i la finestra, i dubto
    si és un verd tenuíssim o si és plata, freda
    com la insistent finor del bisturí que esquinça
    l'úter amb la imposició de l'excessiva
    vida, o també la llum mateixa, quan clivella
    la mà del nen que es cansa de fer força per
    irritar els seus germans, fent veure que els amaga
    no se sap què de valuós, i va afluixant
    la presa, i sé que res no en sortirà que no
    fos ahir en mi desconsoladament, i em fa
    fred de mirar-me un dia més, pinyol
    tot salivat, pelat de polpa, fora nit.



    AMANECER

    La noche se me va, otra noche, y el ala
    de un inmenso avión caído se ha interpuesto
    entre el azul espeso y la ventana, y dudo
    si es un verde tenuísimo o si es plata, fría
    cual la insistente delgadez del bisturí que rasga
    el útero con la imposición de la excesiva
    vida, o también la luz misma, cuando agrieta
    la mano del niño cansado de hacer fuerza para
    irritar a sus hermanos, haciendo ver que les esconde
    no se sabe qué valioso, y va aflojando
    la presa, y sé que no saldrá nada que no
    estuviera ayer en mí desconsoladamente, y me da
    frío contemplarme un día más, hueso
    chupado del todo, pelado de pulpa, al raso.


    EL MUTILAT

    Jo sé que no l'estimes.
    No ho diguis a ningú.
    Tots tres, si tu ens ajudes,
    guardarem el secret.
    Que ningú més no vegi
    allò que hem vist tu i jo.
    De la gent i les coses
    que us han estat amics,
    ell se n'amagarà.
    No tornarà al cafè
    que és fet per a esperar-te.
    Vindran mesos amb erra:
    serà lluny de les taules
    de marbre, on us servien
    les ostres i el vi blanc.
    En els dies de pluja
    no mirarà l'asfalt
    on us havíeu vist
    quan no es trobaven taxis
    i havíeu d'anar a peu.
    No obrirà més els llibres
    que li han parlat de tu:
    ignorarà què diuen
    quan no parlen de tu.
    I sobretot, hi pots
    comptar, ni a tu ni a mi
    no ens farà saber on para.
    S'anirà confinant
    dins de les terres llunyanes.
    Caminarà per boscos
    foscos. No el sobtarà
    l'atzagaia de llum
    de la nostra memòria.
    I quan sigui tan lluny
    que mig el creguem mort,
    podrem recordar i dir
    que no te l'estimaves.
    No ens farà cap angúnia
    de veure com li manques.
    Serà com un espectre
    sense vida ni pena.
    Com la foto macabra
    d'una Gueule Cassée,
    que orna un aparador
    i no ens fa cap efecte.
    Per ara, no ho diguem:
    no trasbalsem la gent
    mostrant-los la ferida
    sagnant i purulenta.
    Donem-li temps i oblit.
    Callem, fins que ningú,
    ni jo mateix, no el pugui
    confondre encara amb mi.


    EL MUTILADO

    Sé que no le amas.
    No lo digas a nadie.
    Los tres, si tú nos ayudas,
    guardaremos el secreto.
    Que nadie más vea
    lo que hemos visto tú y yo.
    El se esconderá
    de las personas y las cosas
    que os eran amigas.
    No volverá al café
    hecho para esperarte.
    Vendrán meses con erre:
    estará lejos de las mesas
    de mármol, donde os servían
    ostras y vino blanco.
    En los días de lluvia
    no mirará el asfalto
    donde os habíais visto
    cuando no se encontraban taxis
    y teníais que ir a pie.
    No abrirá más los libros
    que le hablaban de ti:
    ignorará qué dicen
    cuando no hablan de ti.
    Y sobre todo, puedes
    estar segura, ni tú ni yo
    sabremos donde para.
    Se irá confinando
    en tierras muy remotas.
    Caminará por bosques
    oscuros. No lo sorprenderá
    la azagaya de luz
    de nuestra memoria.
    Y cuando esté tan lejos
    que casi lo creamos muerto,
    podremos recordarle y decir
    que no le amabas.
    No nos dará angustia
    ver como le haces falta.
    Será como un espectro
    sin vida ni pena.
    Como la foto macabra
    de una Gueule Cassée,
    que adorna un escaparate
    y no nos hace efecto.
    Por ahora, no hablemos:
    no trastornemos a la gente
    mostrándoles la herida
    sangrienta y purulenta.
    Démosle tiempo y olvido.
    Callemos, hasta que nadie,
    ni yo mismo, lo pueda
    confundir aún conmigo.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 20 Sep 2019, 03:40

    .


    COM FAUST

    Qui no l’haurà invocat? Una sortida.
    I encara que no l’única, sí que era
    la del rendiment òptim, la brillant.
    Ens ho vendria tot, coses i coses,
    i pagaríem amb un tot blocat
    que ningú no ens descompta, en aquest món
    on mai ella no respon.
    ………………………Però, si un dia
    comparegués? No ens trobaríem l’ànima
    rica, negociable a la menuda?


    COMO FAUSTO

    ¿Quién no lo habrá invocado? Una salida.
    Y aunque no la única, sí era
    la óptima en rendimiento, la brillante.
    Nos lo vendería todo, cosas y cosas,
    y pagaríamos con un todo incluido
    sin descuentos, en este mundo
    donde él nunca responde.
    ………………………....Pero, ¿y si un día
    apareciera? ¿No nos encontraríamos el alma
    rica, negociable al por menor?


    VEUS BAIXES

    Una d’aquelles veus que no voldríem
    sentir dins de nosaltres, va dient
    que m’he gastat massa diners per ella.
    És veritat, i per això em fa por
    i l’odio una mica. Sóc injusta
    i em dol. Encara més interior,
    una altra veu em diu que aquest gran tort
    me’l retrec només jo. Si ella el sap,
    no li costarà gens de perdonar-me.



    VOCES BAJAS

    Una de esas voces que no querríamos
    oír en nuestro interior, me dice
    que he gastado demasiado dinero en ella.
    Es verdad, y por eso me da miedo
    y la odio un poco. Soy injusto
    y me pesa. Aún más interior,
    otra voz me dice que este grave error
    solo me lo reprocho yo. Si ella lo llega a saber,
    no le costará nada perdonarme.


    PRIMAVERA

    Mira la torre com s’inclina. És l’eix
    falsat de tants viratges damunt dues
    rodes precipitades. I en ve un altre.
    Mira’ls la cara. Com proven de creure
    que torçant ara en sec, un camí obert-
    ….Com si res, l’idiota natural
    va cantant ocellut, llepotejant
    apegalosa mel de sol, bufant
    fullatges, escorrims d’un te esbravat.



    PRIMAVERA

    Mira cómo se inclina la torre. Es el falso
    eje de muchos giros sobre dos
    ruedas apresuradas. Y viene otro.
    Mírales la cara. Cómo intentan creer
    que girando ahora en seco, un camino abierto -
    ….Como si nada, el idiota natural
    va cantando pajaril, golosineando
    empalagosa miel de sol, soplando
    follajes, restos de un té desbravado.


    LA PLATJA

    El sol se l'ha menjat. Anava sola,
    descalça com la mar, vestida com
    la mar, amb brusa blanca i slacks verds,
    i era rossa com l'aire, lluminosa
    com el lleó de fúria total.
    ….Se'ns l'ha menjat. Fem-nos canilla d'ira.
    Tallem el vent de llauna amb la cisalla
    dels udols llargs. Esgarrapem la sorra.
    Lladruquegem la mar, la disfressada.



    LA PLAYA

    El sol se la ha tragado. Iba sola,
    descalza como el mar, vestida como
    el mar, con blusa blanca y pantalones verdes,
    y era rubia como el aire, luminosa
    como el león de la furia total.
    ….Se la ha tragado. Convirtámonos en jauría de ira.
    Cortemos el viento de hojalata con la cizalla
    de los largos aullidos. Arañemos la arena.
    Ladremos al mar, el disfrazado.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 21 Sep 2019, 05:13

    .


    MOEURS EXOTIQUES

    Un rengle d’alicorns presentant armes-
    ….Enrera, els argilosos. Que se n’omplin
    els carrers adjacents. Que s’arrepengin
    als murs greixosos com capçals de llit.
    Que beguin líquids de paper de vidre.
    Que besin drets, amb els peus en el tolls
    d’aigües residuals. Que facin festa.
    ….Neta la Via, que avui coronem
    la pipèrica rosa virginal.



    MOEURS EXOTIQUES

    Una hilera de unicornios presentando armas-
    …..Atrás, los arcillosos. Que se llenen
    las calles adyacentes. Que se apoyen
    en los muros grasientos como cabezales de cama.
    Que beban líquidos de papel de lija.
    Que besen erguidos, con los pies en los charcos
    de aguas residuales. Que celebren fiesta.
    ….Despejada la Vía, que hoy coronamos
    la hipérica rosa virginal.


    SOBRE LA CATARSI

    De què serveix d'ésser bon pare,
    si Maragall, que ho era
    però de més a més era poeta,
    va imaginar-se que el vell luxuriós,
    el comte Arnau, seria redimit
    quan una noia pura, molt simbòlica-
    ment pura, cantaria la cançó
    dels fets impurs del comte. Posseïda
    també, car així ho deien
    al temps de Maragall, poètica-
    ment posseïda, aquella noia, cable
    de parallamps, resorbiria el somnieig
    de Maragall, l'espetec d'impuresa,
    dins la terra del seu instint, difícil-
    ment pur, des d'aleshores. Redemptora. En ella
    la carn del comte es feia verb, amb l'entenent
    que el verb, de Maragall i no del comte,
    s'havia de fer carn, la de la noia. Tot plegat
    un joc pervers. La carn més pura ja somnia.
    Vol carn, sense l'empelt de la memòria
    d'una altra carn, senil. No vol més verb.


    SOBRE LA CATARSIS

    De qué sirve ser buen padre,
    si Maragall, que lo era
    pero que además era poeta,
    imaginó que el viejo lujurioso,
    el conde Arnau, sería redimido
    cuando una muchacha pura, muy simbólica-
    mente pura, cantase la canción
    de los hechos impuros del conde. También
    poseída, que así lo decían
    en tiempos de Maragall, poética-
    mente poseída, aquella muchacha, cable
    de pararrayos, reabsorbería el ensueño
    de Maragall, el chasquido de impureza,
    en la tierra de su instinto, difícil-
    mente puro, desde entonces. Redentora. En ella
    la carne del conde se hacía verbo, en la inteligencia
    de que el verbo, de Maragall y no del conde,
    había de hacerse carne, la de la muchacha. Todo ello
    un juego cruel. La carne más pura ya sueña.
    Quiere carne, sin el injerto de la memoria
    de otra carne, senil. No quiere más verbo.


    A TRAVÉS DELS TEMPERAMENTS

    Uns pins massa sensibles es revinclen
    deixant sentir com se saben patètics
    mentre compleixen aquest deure líric
    d’expressió del vent, que arriba net.
    Les arrels cruixen sordes, i les branques
    exulten de dolor, per proclamar
    que és greu que bufi l’esperit. El vent,
    quan surt del bosc, va tot podrit de queixes.



    A TRAVÉS DE LOS TEMPERAMENTOS

    Unos pinos demasiado sensibles se retuercen
    dejando ver como se saben patéticos
    mientras cumplen este deber lírico
    de expresión del viento, que llega limpio.
    Las raíces crujen sordas, y las ramas
    exultan de dolor, para proclamar
    que es arduo que sople el espíritu. El viento,
    cuando sale del bosque, va podrido de quejas.


    LITERATURA

    Tan vehement, va dir-se un calamar,
    faig el ridícul: un raig fi de tinta
    ja desvia aquests monstres, ben poc crítics.
    Perduda l’abundància del cor,
    va descobrir la voluptat formal:
    mentir-se objectivat en l’arabesc
    i fer-s’hi encara veure, subjectiu.
    De l’urc de no amagar-se gaire, en deia
    sinceritat: de la por de trobar-se
    massa exposat, sentiment d’estil.
    Lliurat a l’esperança que els espasmes
    de l’aigua li anirien a favor,
    deia fe en el llenguatge. Va morir
    devorat: l’inefable el va temptar.


    LITERATURA

    Tan vehemente, se dijo un calamar,
    hago el ridículo: un chorrito de tinta
    ya desvía esos monstruos, tan poco críticos.
    Perdida la abundancia del corazón,
    descubrió la voluptuosidad formal:
    mentirse objetivado en el arabesco
    y dejarse ver aún, subjetivo.
    Al orgullo de no esconderse mucho, lo llamaba
    sinceridad: al miedo de encontrarse
    demasiado expuesto, sentimiento del estilo.
    Entregado a la esperanza de que los espasmos
    del agua le irían a favor,
    confiaba en el lenguaje. Murió
    devorado: lo inefable lo tentó.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els  dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)

    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 23 Sep 2019, 09:33

    .


    A L'INREVÉS

    Ho diré a l'inrevés. Diré la pluja
    frenètica d'agost, els peus d'un noi
    caragolats al fil del trampolí,
    l'agut salt de llebrer que fa l'aroma
    dels lilàs a l'abril, la paciència
    de l'aranya que escriu la seva fam,
    el cos amb quatre cames i dos caps
    en un solar gris de crepuscle, el peix
    llisquent com un arquet de violí,
    el blau i l'or de les nenes en bici,
    la set dramàtica del gos, el tall
    dels fars de camió en la matinada
    pútrida del mercat, els braços fins.
    Diré el que em fuig. No diré res de mi.



    AL REVÉS

    Lo diré al revés. Diré la lluvia
    frenética de agosto, los pies de un chico
    atornillados en el extremo del trampolín,
    el agudo salto de galgo que produce el aroma
    de las lilas en abril, la paciencia
    de la araña que escribe su hambre,
    el cuerpo con cuatro piernas y dos cabezas
    en un solar gris de crepúsculo, el pez
    deslizando como un arco de violín,
    el azul y el oro de las niñas en bici,
    la sed dramática del perro, el filo
    de los faros de camión en la madrugada
    pútrida del mercado, los brazos delgados.
    Diré lo que me escapa. No diré nada de mí.


    DIUMENGE

    Els ocells de la llum se’n van a jóc
    i ens deixen a les branques un subtil
    tremolor de petites veritats.
    Cal perdre l’ànima d’arbust. Un altre
    sentiment transitori s’ha gastat.
    Ens aixequem, i amb por de no saber
    retrobar a temps qui som i què volem,
    anem tornant ben poc a poc. La tarda,
    la brasa imatge nostra, nerviosa
    però abnegada mare de la cendra,
    s’apaga, i es respira la pudor
    del tabac refredat. Hem estat sols,
    però ara embussem els colls d’embut
    (colzes amb colzes, passos que es fan nosa)
    per vessar dins el poble l’imprecís
    record d’uns camps trencats, al.luvials
    deixes de camions, d’uns camins curts
    com un alè cansat, i uns arbres vius
    que ja se n’ha fet llenya. Ens confonem
    amb els que s’han quedat, i que ara surten
    dels balls i de les coves de penombra
    gelatinosa, i tots trepitgem besos
    que la tarda ha endurit, i ara es parteixen
    en dues valves, com un musclo, i cauen.
    Un nen que se li ha rebentat el globus
    llança un plor viperí. Tots ens mirem
    i riem satisfets. Cap de nosaltres
    no es veu amunt per l’escala del éssers.


    DOMINGO

    Los pájaros de la luz se van a dormir
    y nos dejan en las ramas un sutil
    temblor de pequeñas verdades.
    Hay que abandonar el alma de arbusto. Otro
    sentimiento transitorio se ha acabado.
    Nos levantamos, y con miedo de no saber
    reencontrar a tiempo quién somos y qué queremos,
    vamos regresando muy despacio. La tarde,
    la brasa imagen nuestra, nerviosa
    pero abnegada madre de la ceniza,
    se apaga, y se respira el mal olor
    del tabaco frío. Hemos estado solos,
    pero ahora atascamos los atascos
    (codos con codos, pasos que se estorban)
    para derramar en el pueblo el impreciso
    recuerdo de unos campos rotos, aluviales
    legados de camiones, de unos caminos cortos
    como un aliento cansado, y unos árboles vivos
    que ya se ha hecho leña. Nos confundimos
    con los que se han quedado, y que ahora salen
    de los bailes y de las cuevas de penumbra
    gelatinosa, y todos pisamos besos
    que la tarde ha endurecido, y ahora se abren
    en dos valvas, como un mejillón, y caen.
    Un niño al que se le ha reventado el globo
    lanza un llanto viperino. Todos nos miramos
    y reímos satisfechos. Ninguno de nosotros
    se ve en lo alto por la escalera de los seres.


    AMISTAT DEL BRAÇ

    El metro anava ple. Jo m’agafava
    al barrot niquelat vora la porta.
    Tenia el braç tibat, i tolerava,
    aquell pes tebi, persistent, a l’avantbraç.
    Quedàvem poca gent quan vaig girar-me.
    Era molt jove. Lletja i pobra, descarnada,
    com una prima cabra mogrebina
    que premia amb el front, tancant els ulls,
    abalançada per tota carència,
    un braç encara de ningú, lliure i promiscu,
    i no veia que ja algú es reprenia
    i s’isolava al seu davant. Jo, massa jove
    també, no havia après a reconèixer-me
    en l’acceptació més que en la tria.
    Vaig abandonar el braç, que no fos meu,
    i no els vaig mirar més, anguniat
    fins a l’estació, i el súbit trenc
    d’una corda del cello, la més baixa.



    AMISTAD DEL BRAZO

    El metro iba lleno. Yo me cogía
    al barrote niquelado junto a la puerta.
    Tenía el brazo tenso, y toleraba,
    aquel peso tibio, persistente, en el antebrazo.
    Quedábamos pocas personas cuando me giré.
    Era muy joven. Fea y pobre, descarnada,
    como una delgada cabra magrebina
    que presionaba con la frente, cerrando los ojos,
    abalanzada por toda carencia,
    un brazo aún de nadie, libre y promiscuo,
    y no veía que alguien ya se recuperaba
    y se aislaba delante suyo. Yo, demasiado joven
    también, no había aprendido a reconocerme
    en la aceptación más que en la elección.
    Abandoné el brazo, como si no fuera mío,
    y no miré más, angustiado
    hasta la estación, y la súbita irrupción
    de una cuerda de violoncelo, la más baja.


    LA CONFIDÈNCIA

    Tots els llums de la nit són dins els trossos
    de gel, que ens repartim  i no bevem.
    Ens ho farà saber. Fins a la fi
    ho hem de saber: com la van violar,
    i el corredor del col.legi es tornava
    un uad de pedres seques, i els voltors
    explotaven, enlaire, com les gotes
    de gasolina en els pistons. Hi ha qui
    sap sofrir més que els altres. Tots voldríem
    sentir-nos fins i junts, fer-nos un feix
    de joncs, i arrecerar les blanques mèdules
    sota frescors de molsa. N’hi ha un
    que sofreix més, fins que aixeca el gosset
    i l’hi tita a la cara, i ella es vessa
    per terra, mollament. Un toll rodó
    de bava i pietat d’ella mateixa.
    I no hi podem fer res. Hem d’esperar
    que algú proposi que ens n’anem.



    LA CONFIDENCIA

    Todas las luces de la noche están en los trozos
    de hielo, que nos repartimos y no bebemos.
    Nos lo hará saber. Hasta el final
    lo hemos de saber: cómo la violaron,
    y el corredor del colegio se volvía
    un torrente de piedras secas, y los buitres
    explotaban, arriba, como las gotas
    de gasolina en los pistones. Hay quién
    sabe sufrir más que los demás. Todos querríamos
    sentirnos delgados y juntos, hacernos un haz
    de juncos, y resguardar las blancas médulas
    bajo frescores de musgo. Hay uno
    que sufre más, hasta que levanta el perrito
    y se lo tira a la cara, y ella se derrama
    por el suelo, blandamente. Un charco redondo
    de baba y piedad de ella misma.
    Y no podemos hacer nada. Hemos de esperar
    que alguien proponga que nos vayamos.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 24 Sep 2019, 05:23

    .


    A MIG MATÍ

    El sol, el savi vell, va dissipant
    minúsculs dubtes de foscor, deixats,
    fins ara, per resoldre. Li tremolen
    una mica les mans, i tremolem
    els arbres i nosaltres, quan sentim
    que tot minut que passa ha d’arrencar,
    brusc, una bena d’ombra, i ara el just
    cas de la llum serà ben recte, i ara
    xisclarà el prim desfici de la flauta
    d’Iblis, i ho veurem tot, i tot enllà
    d’espais de claredat, impenetrables
    com el cristall. Tot manifest, direm:
    ho has volgut tu, t’ho has buscat tu, de nit,
    quan dormies només per despertar-te
    i no et volies creure que la vida
    se’t faria ignorada, més que el son.


    A MEDIA MAÑANA

    El sol, el viejo sabio, va disipando
    minúsculas dudas de oscuridad, dejadas,
    hasta ahora, por resolver. Le tiemblan
    un poco las manos, y temblamos
    los árboles y nosotros, cuando notamos
    que todo minuto que pasa tiene que arrancar,
    brusco, una venda de sombra, y ahora el justo
    canto de la luz estará muy recto, y ahora
    chillará la delgada desazón de la flauta
    de Iblis, y lo veremos todo, y más allá
    de espacios de claridad, impenetrables
    como el cristal. Manifestado todo, diremos:
    tú lo has querido, tú te lo has buscado, por la noche,
    cuando dormías solo para despertarte
    y no te querías creer que la vida
    se te haría ignota, más que el sueño.


    PAISATGE AMB FIGURES

    Dos reactors corquen el cel. S’enfilen
    fins a injectar l’agulla de polsim
    al cor del bast oblit solar. Arran
    de terra, el món amaga que també
    li fuig el seny, i gira amb lenta astúcia
    imperiosa: tota vertical
    se’ns decanta, i llisquem cap a les vores
    del viure que demà ens hi trobarem
    al mig. Avui diumenge. Els ametllers
    riuen de veure’s, nus encara, en l’aigua
    dels rierols que fan les seves ombres
    precipitades rasa avall. A punt,
    tot és a punt, i res no té sencera
    la seva primavera. Tot és més
    persuasiu així, prim i translúcid.
    Com que ens ho creiem tot, ens sentim rics.
    Feliços de gustar tots un sol gust,
    ens sembla que tastem futur. Partim-nos
    els dies que vindran per tots nosaltres,
    com els grillons d’una taronja. Té_


    PAISAJE CON FIGURAS

    Dos reactores carcomen el cielo. Suben
    hasta inyectar la aguja de polvillo
    en el corazón del basto olvido solar. A ras
    de suelo, el mundo oculta que también
    le huye la cordura, y gira con lenta astucia
    imperiosa: toda vertical
    se nos decanta, y resbalamos hacia los bordes
    del vivir que mañana encontraremos
    en medio. Hoy es domingo. Los almendros
    ríen de verse, aún desnudos, en el agua
    de los riachuelos que precipita sus sombras
    apresuradas cañada abajo. A punto,
    todo está a punto, y nada reúne entera
    su primavera. Todo es más
    persuasivo así, delgado y traslúcido.
    Como nos lo creemos todo, nos sentimos ricos.
    Felices de saborear todos un solo gusto,
    nos parece que probamos futuro. Dividámonos
    los días que vendrán entre todos,
    como los gajos de una naranja. Toma -


    MECÀNICA TERRESTRE

    Veus, és així que tot pot començar.
    Després, el més profund. Ara projecta
    les figures senzilles, els acords
    i els contrasts, les anades cauteloses
    i les vingudes ràpides, els gestos
    que no s’amaguen a ningú. Ja ho veus,
    ara tan bé com qualsevol moment.
    Ets a una platja amb cases a mig fer,
    com magranes badades, que deslliuren
    granets de cel envidreït. Els vells
    recullen llum com ningú, a les mans
    de cera que no es fon, plàcida. Els joves
    surten embriagats del cine heroic
    i llencen cigarrets a terra, durs
    com la pedra que vol clavar un ocell.
    Al cafè no del tot luxós, un home
    que va pels cinquanta anys i és moll però
    vehement, com un drap de barberia,
    no sap si prefereix d’oferir foc
    ell mateix, a la noia que ho espera,
    o enviar-hi, humiliant-lo, el mosso
    sorneguer, que li espia l’avidesa.
    Un aneguet femení, amb una ratlla
    de mercromina al turmell dolç on no
    trobaràs cap ferida, va corrent
    per nua passió, car no té pressa
    i vol que ho sapiguem, i riu als vidres
    de cada aparador. Ja ho veus. Un món.
    Un instant d’un capvespre, ha vist els cossos
    i les distàncies. Ara calcula
    les masses, les libracions dels cors_


    MECÁNICA TERRESTRE

    Ves, así es como puede empezar todo.
    Después, lo más profundo. Ahora proyecta
    las figuras sencillas, los acuerdos
    y los contrastes, las idas cautelosas
    y las vueltas rápidas, los gestos
    que no se ocultan a nadie. Ya lo ves,
    tan bien ahora como en cualquier momento.
    Estás en una playa con casas a medio construir,
    como abiertas granadas, que liberan
    granitos de cielo encristalado. Los viejos
    recogen luz como nadie, en sus manos de cera
    que no se funde, plácida. Los jóvenes
    salen embriagados del cine heroico
    y tiran colillas al suelo, duras
    como la piedra que quiere ensartar un pájaro.
    En el café no del todo lujoso, un hombre
    de unos cincuenta años y que es blando pero
    vehemente, como un paño de barbería,
    no sabe si prefiere ofrecer fuego
    él mismo, a la muchacha que lo espera,
    o enviar, humillándolo, al mozo
    socarrón, que le espía el deseo.
    Un patito femenino, con una raya
    de mercromina en el dulce tobillo donde no
    encontrarás ninguna herida, va corriendo
    por desnuda pasión, pues no tiene prisa
    y quiere que lo sepamos, y ríe a los cristales
    de cada escaparate. Ya lo ves. Un mundo.
    Un instante de un atardecer, has visto los cuerpos
    y las distancias. Ahora calcula
    las masas, las oscilaciones de los corazones -


    OCTUBRE

    Els vidres, nets del baf de llum calenta.
    S’obre l’ull clar de la tardor, i ens mira
    cansat d’ésser indulgent, d’haver de dir-nos
    amb molta paciència, com sempre,
    que trepitgem aquests castells de sorra
    d’oblit, i ens afanyem. Tampoc enguany
    no ens salvarà cap malentès: a l’hora
    serem al lloc on ens hem convocat.
    ….I acudim a la cita, resignats,
    mentre les fondes llanes femenines,
    amb una dúctil passió d’orquídia,
    s’arrissen lentes i persuasives,
    es retallen i es cusen, s’insinuen
    fins que han empresonat els cossos rossos,
    els companys que han begut sol amb nosaltres
    i encara els eixams d’ànimes abelles
    se’ls dispersen i brunzen flama, llengües
    de l’esperit del foc: però des d’ara
    recollits, més i més cauts i lunars,
    més i més blancs al fons de galeries
    de mines tortes. Meditem enginys_

    OCTUBRE

    Los cristales, limpios del vaho de luz caliente.
    Se abre el ojo claro del otoño, y nos mira
    cansado de ser indulgente, de tener que decirnos
    con mucha paciencia, como siempre,
    que pisamos esos castillos de arena
    de olvido, y nos apresuremos. Tampoco este año
    nos salvará ningún malentendido: estaremos
    en punto en el lugar donde nos hemos convocado.
    ….Y acudimos a la cita, resignados,
    mientras las hondas lanas femeninas,
    con una dúctil pasión de orquídea,
    se rizan lentas y persuasivas,
    se recortan y se cosen, se insinúan
    hasta que han encarcelado los cuerpos rubios,
    los compañeros que han bebido sol con nosotros
    y todavía los enjambres de almas abejas
    se les dispersan y zumban llama, lenguas
    del espíritu del fuego: pero desde ahora
    recogidos, más y más cautos y lunares,
    más y más blancos en el fondo de galerías
    de minas torcidas. Meditemos argucias -


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 25 Sep 2019, 04:48

    .


    EL SECRET

    Vindrà el dia més llarg d’algun llarguíssim
    estiu. De bon matí, ans que el telèfon
    no ens cridi a platja o bosc, ens n’anirem.
    Entre el baf dels carrers regats de fresc
    travessarem la ciutat, fins a prendre
    el tren més lent que surti. Baixarem
    a la tercera estació, en un poble
    de terra sense verd. El disc vermell
    d’una taverna ens donarà el senyal.
    Creurem. Ens asseurem, i tot el dia,
    sense mirar mentre ens miren, beurem
    la tèbia cervesa del silenci.
    Tornarem ben segurs que cap record
    ha entrat en nosaltres. Quan trobem
    el primer amic, i dins un bar encès
    de veus i mans, comprenguem que aquell dia
    ha estat el del prodigi, que s’han dit
    el mot simple dels justos, i que els uns
    han sabut creure els altres quan negaven
    les hores de tants anys, i tothom riu,
    riurem també, i guardarem el secret.
    I més que mai, quan vindrà que el turmenti
    l’esquinç del vespre pur (quan trepitjaven
    caretes, i la pell al descobert
    els deia tot el fàstic de com eren
    abans: tal com hauran tornat a ser)
    i s’agermanin tots dins l’odi mutu,
    callarem. Que no sàpiga ningú
    que no vam dir ni sentir res. Que puguin
    odiar-nos també, fraternalment.



    EL SECRETO

    Llegará el día más largo de algún larguísimo
    verano. Muy temprano, antes de que el teléfono
    llame a la playa o al bosque, nos iremos.
    Entre el vaho de las calles regadas de frescor
    atravesaremos la ciudad, hasta tomar
    el tren más lento que salga. Bajaremos
    en la tercera estación, en un pueblo
    de tierra sin verde. El disco rojo
    de una taberna nos dará la señal.
    Creeremos. Nos sentaremos, y todo el día,
    sin mirar mientras nos miran, beberemos
    la tibia cerveza del silencio.
    Volveremos seguros de que ningún recuerdo
    ha entrado en nosotros. Cuando encontremos
    al primero amigo, y dentro de un bar encendido
    de voces y manos, comprendamos que ese día
    ha sido el del prodigio, que se han dicho
    la palabras sencillas de los justos, y que los
    unos han sabido creer a los otros cuando negaban
    las horas de tantos años, y todo el mundo ríe,
    reiremos también, y guardaremos el secreto.
    Y más que nunca, cuando les atormente
    el desgarro del puro anochecer (cuando pisaban
    caretas, y la piel al descubierto
    les decía todo el asco de cómo eran
    antes: tal como habrán vuelto a ser)
    y se hermanen todos en el mutuo odio,
    callaremos. Que no sepa nadie
    que no dijimos ni sentimos nada. Que puedan
    odiarnos también, fraternalmente.


    LLIÇÓ D’HISTÒRIA

    Un pont sobre el Dordonya. Som al juny
    del quaranta. La gran lona del cel
    ens l’han de fer parracs els excitats
    Stukas. Són cap al nord. Els esperem.
    Els barrils de trilita s’amunteguen:
    el pont ha de saltar. Ve un general
    i encara se’l respecta, i dóna una ordre:
    s’esberlen els barrils, i la trilita,
    de color groc d’humilitat, s’escampa
    per la calçada del pont. Ens embruta
    sabates i neumàtics, fins que uns nois
    de setze anys, amb eslips i botes altes
    i rient molt, perquè són alemanys
    i van jugant a passar ponts, l’escombren:
    han provat de cremar-la, però el fum
    put massa.
    ………….M’entusiasma la imatge
    del general traïdor. El que em revela
    no pot trair-me. Estòlid, manifest
    que es traeix amb franquesa, a plena llum.
    Que hi siguin els traïts. La part mecànica,
    la fesa dels barrils, la faran ells.
    Ningú no veu quan va per ell, que és seva
    la vida que li passa pel davant,
    i fuig del compromís d’afavorir-la.
    Després oblida, i es fa l’innocent.



    LECCIÓN DE HISTORIA

    Un puente sobre el Dordoña. Estamos en junio
    del cuarenta. La gran lona del cielo
    la tienen que hacer trizas los excitados
    Stukas. Están hacia el norte. Los esperamos.
    Los barriles de trilita se amontonan:
    el puente tiene que saltar. Viene un general
    y aún se le respeta, y da una orden:
    se rompen los barriles, y la trilita,
    de color amarillo de humildad, se esparce
    por la calzada del puente. Ensucia
    los zapatos y neumáticos, hasta que unos muchachos
    de dieciséis años, con pantalones y botas altas
    y riendo mucho, porque son alemanes
    y van jugando a atravesar puentes, la barren:
    han probado a quemarla, pero el humo
    apesta demasiado.
    ………...….…….Me entusiasma la imagen
    del general traidor. Lo que me revela
    no puede traicionarme. Estólido, pone de manifiesto
    que se traiciona con franqueza, a plena la luz del día.
    Que estén los traicionados. La parte mecánica,
    la rotura de los barriles, la harán ellos.
    Nadie ve cuando le conviene, que es suya
    la vida que le pasa por delante,
    y huye del compromiso de favorecerla.
    Después olvida, y se hace el inocente.


    TEMPS ENRERA

    Deixa'm fugir d'aquí, i tornar al teu temps.
    Trobem-nos altre cop al lloc de sempre.
    Veig el cel blanc, la negra passarel.la
    de ferros prims, i l'herba humil en terra
    de carbó, i sento el xiscle de l'exprés.
    L'enorme tremolor ens passa a la vora
    i ens hem de parlar a crits. Ho deixem córrer
    i em fa riure que rius i que no et sento.
    Et veig la brusa gris de cel, el blau
    marí de la faldilla curta i ampla
    i el gran foulard vermell que dus al coll.
    La bandera del teu país. Ja t'ho vaig dir.
    Tot és com aquell dia. Van tornant
    les paraules que ens dèiem. I ara, veus,
    torna aquell moment. Sense raó,
    callem. La teva mà sofreix, i fa
    com aleshores: un vol vacil.lant
    i l'abandó, i el joc amb el so trist
    del timbre de la bicicleta. Sort
    que ara, com aquell dia, uns passos ferris
    se'ns tiren al damunt, i l'excessiva
    cançó dels homes verds, cascats d'acer,
    ens encercla, i un crit imperiós,
    com l'or maligne d'una serp se'ns dreça
    inesperat, i ens força a amagar el cap
    a la falda profunda de la por
    fins que s'allunyen. Ja ens hem oblidat
    de nosaltres. Tornem a ser feliços
    perquè s'allunyen. Aquest moviment
    sense record, ens porta a retrobar-nos,
    i som feliços de ser aquí, tots dos,
    i és igual si callem. Podem besar-nos.
    Som joves. No sentim cap pietat
    pels silencis passats, i tenim pors
    dels altres que ens distreuen de les nostres.
    Baixem per l'avinguda, i a cada arbre
    que ens cobreix d'ombra espessa, tenim fred,
    i anem de fred en fred, sense pensar-hi.



    TIEMPO ATRÁS

    Déjame huir de aquí, y volver a tu tiempo.
    Encontrémonos de nuevo en el lugar de siempre.
    Veo el cielo blanco, la negra pasarela
    de delgados hierros, y la humilde hierba en la tierra
    de carbón, y oigo el silbido del expreso.
    El gran temblor nos pasa cerca
    y hemos de hablar a gritos. Desistimos
    y me da risa que tú ríes y no te oigo.
    Te veo la blusa gris de cielo, el azul
    marino de la falda corta y ancha
    y el gran pañuelo rojo que llevas al cuello.
    La bandera de tu país. Ya te lo dije.
    Todo es como aquel día. Van regresando
    las palabras que nos decíamos. Y ahora, ves,
    vuelve aquel mal momento. Sin motivo,
    callamos. Tu mano sufre, y hace
    como entonces: un vuelo vacilante
    y el abandono, y el juego con el sonido triste
    del timbre de la bicicleta. Suerte
    que ahora, como aquel día, se nos echan encima
    unos pasos férreos, y la excesiva
    canción de los hombres verdes, con sus cascos de acero,
    nos rodea, y un grito imperioso,
    como el oro maligno de una serpiente se nos dirige
    inesperado, y nos obliga a esconder la cabeza
    en el regazo profundo del miedo
    hasta que se alejan. Ya nos hemos olvidado
    de nosotros. Volvemos a ser felices
    porque se alejan. Este movimiento
    sin recuerdo, nos lleva a reencontrarnos,
    y somos felices de estar aquí, los dos,
    y es igual si callamos. Podemos besarnos.
    Somos jóvenes. No sentimos ninguna piedad
    por los silencios pasados, y tenemos miedos
    de los otros que nos distraen de los nuestros.
    Bajamos por la avenida, y en cada árbol
    que nos cubre de sombra espesa, tenemos frío,
    y vamos de frío en frío, sin pensar.


    PETITA GUERRA

    Portaven  mines antitancs, inútils
    i pesades com un símbol històric,
    embolicades a les mantes xopes
    d’olors antigues, romaní i suor
    de mules. I també metralladores
    desmuntades dels caces alemanys
    i metralletes de ferralla anglesa.
    Per grups de dos o tres, molt separats
    els uns dels altres, ínfims i tossuts
    com els corcs d’una gran soca aterrada,
    els maquis foradaven Pirineu.
    Va ser una guerra de les més petites
    que hem conegut. No em va posar al davant
    sinó un cadàver. El d’una noieta
    pagesa d’Aragó, que va pujar
    a un camió militar, i va fer
    també de símbol fàcil. Va distreure
    el xòfer i el mecànic, i tots tres
    es van anar a estimbar d’un pont. La noia
    tenia una lesió clara, gens
    interessant, però els metges que feien
    l’autòpsia, li van trobar al turmell
    una deformitat remarcable, d’origen
    hereditari, xuclada d’arrels
    molt remotes en l’arbre de la raça.
    I el dolor d’un moment, amb el plaer
    que el va portar, perdien importància
    davant d’aquell defecte mil.lenari,
    sord i establert. Res d’individual.
    Va ser una guerra, encara que petita.
    I encara que fantàstica, tampoc
    tenia res de personal, la basca
    que em va agafar, un instant del llarg examen
    i amb l’ajuda del sol, que castigava
    durament el cobert raconer i l’era
    hirsuta d’un rostoll de creus i d’ossos
    que era aquell cementiri de poblet,
    quan la fetor de la mort em va semblar
    que era l’olor d’un sexe brut. Vol dir
    que jo era tan jove com ho són
    els que van a les guerres, i la carn
    els fa por, i la destrossen i n’abusen.
    Tot emblemàtic, immemorial.



    PEQUEÑA GUERRA

    Llevaban  minas antitanque, inútiles
    y pesadas como un símbolo histórico,
    envueltas en mantas empapadas
    de antiguos olores, a romero y sudor
    de mulas. Y también ametralladoras
    desmontadas de los cazas alemanes
    y metralletas de chatarra inglesa.
    En grupos de dos o tres, muy separados
    unos de otros, ínfimos y tozudos
    como la carcoma de un gran tronco caído,
    los maquis agujereaban el Pirineo.
    Fue una guerra de las más pequeñas
    que hemos conocido. Solo me puso delante
    un cadáver. El de una muchachita
    campesina de Aragón, que subió
    a un camión militar, e hizo
    también de fácil símbolo. Distrajo
    al chófer y al mecánico, y los tres
    se precipitaron desde un puente. La muchacha
    tenía una lesión manifiesta, nada
    interesante, pero los médicos que hacían
    la autopsia, le encontraron en el tobillo
    una deformidad destacable, de origen
    hereditario, sorbida de raíces
    muy remotas en el árbol de la raza.
    Y el dolor de un momento, con el placer
    que lo trajo, perdían importancia
    ante aquel defecto milenario,
    sordo y establecido. Nada individual.
    Fue una guerra, aunque pequeña.
    Y aunque fantástica, tampoco
    tenía nada de personal, la nausea
    que me vino, en un momento del prolongado examen
    y con ayuda del sol, que castigaba
    duramente el refugio angular y la era
    hirsuta de un rastrojo de cruces y de huesos
    que era aquel cementerio de aldea,
    cuando el hedor de la muerte me pareció
    que era olor de sexo sucio. Significa
    que yo era tan joven como lo son
    los que van a las guerras, y la carne
    les da miedo, y la destrozan y abusan de ella.
    Todo emblemático, inmemorial.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Jue 26 Sep 2019, 03:53

    .


    MALA MEMÒRIA

    La paret era de carreus enormes
    i emblanquinada amb calç blavosa. El llit
    (una gran baluerna, reparada
    amb llates d'una caixa de conyac)
    arrambat a la pedra, era un cavall
    de toros, que abocava les entranyes:
    dos matalassos de panolla, gris
    el de sota i vermell el de damunt,
    mal coberts pel llençol emmascarat
    de pols i de betum, car les sabates
    no es creu que facin nosa per l'amor
    de preu més baix. La noia que venia
    dins d'un alvèol d'aquell poble gòtic
    el seu cos poc format, rudimentari
    com la plebs, molt antiga i molt moderna,
    parlava amb accent xava, i era trist.
    Diu que es deia Victòria. Tenia
    una foto del seu promès, i dues
    només, de seves: una als catorze anys,
    l'altra de passaport.
    …………………...No sé què fer-ne,
    com la barra de lacre que ens ve als dits
    quan regirem un escriptori vell,
    dins l'alta nit, mentre s'esquerda un gall.



    MALA MEMORIA

    La pared estaba hecha de sillares enormes
    y blanqueada con cal azulada. La cama
    (un gran armatoste, reparado
    con tablas de una caja de coñac)
    arrimada a la piedra, era un caballo
    de plaza de toros, que echaba las entrañas:
    dos colchones de mazorca, gris
    el de debajo y rojo el de arriba,
    mal cubiertos por la sábana enmascarada
    de polvo y de betún, pues no se cree
    que los zapatos estorben para el amor
    de más bajo precio. La muchacha que vendía
    dentro de un alveolo de aquel pueblo gótico
    su cuerpo poco formado, rudimentario
    como la plebe, muy antigua y muy moderna,
    hablaba con acento charnego, y era triste.
    Dice que se llamaba Victoria. Tenía
    una foto de su novio, y solo
    dos suyas: una a los catorce años,
    la otra de pasaporte.
    ……………….…...No sé qué hacer,
    como con la barra de lacre que nos viene a los dedos
    cuando revolvemos un viejo escritorio,
    en plena noche, mientras rompe un gallo.


    FI DEL MÓN

    Puc repetir la frase que s’ha endut
    el teu record. No sé res més de tu.
    Aquesta insistent aigua de paraules,
    sempre creixent, va ensulsiant els marges
    de la vida que vaig creure real.
    La terra pedregosa i fatigosa
    de caminar, i els arbres que em ferien
    els ulls amb una branca delicada,
    tan vivament maligna, convincent
    amb la prova millor, la de les llàgrimes,
    sembla que no són res. Es van donant
    a l’amplària grisa, jaspiada
    d’esperma pàl.lid, embafós. Tot cau
    amb una fressa lenta i molla, i flota
    sense figura, o s’enfonsa per sempre.
    Tot fa sentit, només sentit, tot és
    tal com ho he dit. Ja no sé res de tu.


    FIN DEL MUNDO

    Puedo repetir la frase que se ha llevado
    tu recuerdo. No sé nada más de ti.
    Esta insistente lluvia de palabras,
    siempre creciente, va derribando los márgenes
    de la vida que creía real.
    La tierra pedregosa y fatigosa
    de andar, y los árboles que me herían
    los ojos con una rama delicada,
    tan vivamente maligna, convincente
    con la mejor prueba, la de las lágrimas,
    parece que no son nada. Se van dando
    a la anchura gris, jaspeada
    de esperma pálido, empalagoso. Todo cae
    con un fragor lento y blando, y flota
    sin imagen, o se hunde para siempre.
    Todo toma sentido, solo sentido, todo es
    como he dicho. Ya no sé nada de ti.


    LA MALA MISSIÓ

    Hi ha un pou pavonat blau com el canó
    del revòlver que vas mirar de nen.
    Hi ha falgueres molt altes, i el tambor
    del sol bat lluny i feble. Hi ha un ocell
    estarrufat i verd i groc i bàrbar
    com un tapís de ploma asteca, i crida
    més llum, sempre més llum, i és per colgar-la
    més sota a terra. I tu la cercaries
    fins a l’última pols, per entre fulles
    caigudes i arrels aspres però fetes
    a la mesura de la mà que estreny.
    Hi ha un fres de móres negres, i les nou
    són crustacis podrint-se, llefiscosos
    i dolents com les llàgrimes. Hi ha troncs
    que exsuden. Hi ha metall d’èlitres vius.
    ….Dins, tot això. Però no hi entraràs.
    No saps cap on tirar. Fa tant de temps
    que van donar-te les direccions.
    Atorrollat, es perdut els camins
    i no tens esma. T’asseus, i recordes
    que et van parlar d’un pou, no de camins.



    LA MALA MISIÓN

    Hay un pozo pavonado en azul como el cañón
    del revólver que miraste de niño.
    Hay helechos muy altos, y el tambor
    del sol bate lejos y débil. Hay un pájaro
    ahuecado y verde y amarillo y bárbaro
    como un tapiz azteca de plumas, y chilla
    más luz, siempre más luz, y es para enterrarla
    más bajo tierra. Y tú la buscarías
    hasta el polvo último, por entre hojas
    caídas y raíces ásperas pero hechas
    a la medida de la mano que aprieta.
    Hay un friso de moras negras, y las nueces
    son crustáceos pudriéndose, pegajosos
    y malos como las lágrimas. Hay troncos
    que exudan. Hay metal de élitros vivos.
    ….Dentro, todo esto. Pero no entrarás.
    No sabes a dónde ir. Tanto tiempo hace
    que te dieron las direcciones.
    Aturdido, has perdido los caminos
    y no tienes ánimo. Te sientas, y recuerdas
    que te hablaron de un pozo, no de caminos.


    UN PAS INSEGUR

    Quan baixo de l’acera, un xipolleig
    flàccid i un tremolor d’aigua inquieta,
    per bé que un temps brevíssim, em retarda
    l’instant que el peu se m’assenta a l’asfalt.
    Veig que encara treballa, que no és
    ben bé inerta, la fusta de la porta
    per on se’n van els anys. Ara s’hi ha obert
    una clivella, i m’entra un fil de llum.
    Aquests peus d’home, gairebé insensibles
    dins del seu cuir, han recordat uns peus
    hàbils i sapients, uns peus de nen
    feliços d’amarar-se en l’aigua fosca
    que té per llit un canyon de pissarres
    negres, on llisquen les soles de cànem
    xopes i llefiscoses, i els turmells
    sagnen molt fi, del record de les fulles
    de canya, ganivets de verdor freda
    que tallen quan es baixa, tan de pressa
    com quan es cau, per fugir de la plana
    de terra i d’homes, el món que retruny
    de migdia, i apaga la lluor
    del fred metall d’aurora de les canyes.


    UN PASO INSEGURO

    Cuando bajo de la acera, un débil
    chapoteo y un temblor de agua inquieta,
    aunque por breve tiempo, me retrasa
    el instante en que el pie se me asienta en el asfalto.
    Veo que todavía trabaja, que no está
    de todo inerte, la madera de la puerta
    por donde se van los años. Ahora se ha abierto
    una rendija, y me entra un hilo de luz.
    Estos pies de hombre, casi insensibles
    dentro de su cuero, han recordado unos pies
    hábiles y sabios, unos pies de niño
    felices de empaparse en el agua oscura
    que tiene por lecho un cañón de negras
    pizarras, donde resbalan las suelas de cáñamo
    empapadas y pegajosas, y los tobillos
    sangran finamente, por el recuerdo de las hojas
    de caña, cuchillos de frío verdor
    que cortan cuando se baja, tan rápido
    como cuando se cae, para huir de la llanura
    de tierra y de hombres, el mundo que retumba
    de mediodía, y apaga el brillo
    del frío metal de aurora de las cañas.



    Gabriel Ferrater
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Vie 27 Sep 2019, 03:31

    .


    POSSEÏT

    Sóc més lluny que estimar-te. Quan els cucs
    faran un sopar fred amb el meu cos
    trobaran un regust de tu. I ets tu
    que indecentment t'has estimat per mi
    fins al revolt: saciada de tu,
    ara t'excites, te me'n vas darrera
    d'un altre cos, i em refuses la pau.
    No sóc sinó la mà amb què tu palpeges.



    POSEÍDO

    Estoy más allá de amarte. Cuando los gusanos
    hagan una cena fría con mi cuerpo
    encontrarán regusto a ti. Y eres tú
    quien indecentemente te has amado a través mío
    hasta el límite: saciada de ti,
    ahora te excitas, te me marchas tras
    otro cuerpo, y me rehúsas la paz.
    No soy sino la mano con la que tú tanteas.


    MARIA

    He tingut a les mans aquella bàrbara
    finor d’un or escític, els monyets
    que no et cobrien del tot les orelles,
    els ornaments pesats, odi del vent
    que no sabia com desfer-los. Tu,
    nòmada de molt lluny, cap a molt lluny.
    Jo com un vent, jo insistint amb el vent.


    MARIA

    He tenido en las manos aquella bárbara
    finura de oro escita, los moñetes
    que no te cubrían totalmente las orejas,
    pesados ornamentos, odiados por el viento
    que no sabía como deshacerlos. Tú,
    nómada de muy lejos, hacia muy lejos.
    Yo como el viento, yo insistiendo con el viento.


    BY NATURAL PIETY

    Obra del sol instant, aquest fugaç
    quiliedre diamantí: la llum
    sobre el teu cap curt de cabell? No. Lent
    a construir-se, i exigent, amb dura
    finalitat. Cures dels dies, nits
    de confiat oblit, moltes represes
    per sendes que s’enfilen a l’aurora,
    i replans xafogosos dels migdies,
    i colls de fred desfici en els capvespres
    embullats de marrades. El teu cos
    ha pujat fins aquí.
    ………………….Vull que ara em duguis
    avall. Vull que m’ensenyis els indrets
    que tens a la memòria, i et conten
    com has anat naixent. Mena’m als gorgs
    on vas aprendre de nedar, a les balmes
    que s’irisen de febre d’unes aigües
    on tu t’has capbussat. Anem a perdre’ns
    pel bosc de roures baixos de les teves
    primeres pors. Seguim la carretera
    per on et feien anar amb bici al poble
    a comprar pa pels hostes imprevistos.
    Ja som a la cruïlla on esperaves
    l’autobús dels retorns a Barcelona.
    Pugem-hi. Ens deixarà al bar suburbà
    ple d’artificis importants: el prisma
    de vidre llarg et lliurava xiclets,
    la bàscula et marcava el benefici
    de cada estiu. Dins de ciutat, cerquem
    el barri de les coses que ara són
    corpuscles d’instint teu, i són encara
    coses que jo puc veure. Descobreix-me
    l’aparador prodigiós d’ampolles
    de facetes difícils, que eren somnis
    severs i alhora dúctils, con auguris
    de quan podries abastar la teva
    closa i total natura femenina.
    Aquí, prenguem-hi un got de llet. O vols
    un gelat de molts pisos, o algun líquid
    d’espès color edènic, com les cames
    blaves i roges d’aquestes noietes
    que et succeeixen? Han sortit, com tu
    sorties, del portal regalimós
    de llum de la innocent màgia negra.
    ...A peu, i a poc a poc, anem pujant
    cap a carrers per on ara no hi passen
    sinó figures teves, les més íntimes.
    Els finestrons es tanquen. Una mica
    de llum que encara hi ha, la tenim tota
    per nosaltres, i anem vorejant murs
    sense fanals, que es baden com un mar
    roig de rajoles, i fa olor de fons
    de mar, de fums podrits i, súbita,
    l’exhalació verda d’un pi fresc.
    Dóna’m la mà. Fes veure que tens por
    de tornar enrera, de passar altre cop
    la porta del col.legi, i de reprendre
    l’estupefacció dels jocs antics
    sota aquests pins fora del temps, dessota
    del temps. Serà un moment molt curt. És un
    moment, i ja s’esquinça, com la seda
    marcida, que tapissa un sofà vell.
    No pots perdre-t’hi més. Dóna’m la mà
    que és l’obra bona del passat, que ets tu.



    BY NATURAL PIETY

    Obra del solo instante, este fugaz
    quiliedro diamantino: ¿la luz
    sobre tu cabeza con el cabello corto? No. Lento
    en construirse, y exigente, con dura
    finalidad. Cuidados de los días, noches
    de confiado olvido, muchas reanudaciones
    por sendas que ascienden a la aurora,
    y rellanos bochornosos de los mediodías,
    y collados de fría desazón en los atardeceres
    embarullados de rodeos. Tu cuerpo
    ha subido hasta aquí.
    …………………….Quiero que ahora me lleves
    abajo. Quiero que me enseñes los pasajes
    que tienes en la memoria, y te cuentan
    cómo has ido naciendo. Dirígeme a las pozas
    donde aprendiste a nadar, a las grutas
    que se irisan de fiebre de unas aguas
    donde tú te has zambullido. Vamos a perdernos
    por el bosque de bajos robles de tus
    primeros miedos. Seguimos la carretera
    por donde te hacían ir al pueblo en bicicleta
    a comprar pan para los huéspedes imprevistos.
    Ya hemos llegado al cruce donde esperabas
    el autobús de los regresos a Barcelona.
    Subamos. Nos dejará en el bar suburbano
    lleno de importantes artilugios: el prisma
    de vidrio alargado te dispensaba chicles,
    la báscula te señalaba el incremento
    de cada verano. Dentro de la ciudad, buscamos
    el barrio de las cosas que ahora son
    corpúsculos de tu instinto, y son aún
    cosas que yo puedo ver. Descúbreme
    el prodigioso escaparate de botellas
    de difíciles facetas, que eran sueños
    severos y a la vez dúctiles, como augurios
    de cuando podrías abarcar tu
    cerrada y total naturaleza femenina.
    Aquí, bebamos un vaso de leche. ¿O quieres
    un helado de muchos pisos, o algún líquido
    de espeso color edénico, como las piernas
    azules y rojas de estas muchachitas
    que te suceden? Han salido, como tú
    salías, del portal chorreante
    de luz de la inocente magia negra.
    ….A pie, y despacio, vamos subiendo
    hacia calles por donde ahora solo pasan
    imángenes tuyas, las más íntimas.
    Los postigos se cierran. La poca
    de luz que aún queda, es toda
    para nosotros, y vamos bordeando muros
    sin farolas, que se abren como un rojo
    mar de baldosas, y huele a fondo
    de mar, a humos podridos y, súbitamente,
    la verde exhalación de un pino fresco.
    Dame la mano. Haz ver que tienes miedo
    de volver atrás, de traspasar otra vez
    la puerta del colegio, y de recuperar
    la estupefacción de los antiguos juegos
    bajo estos pinos fuera del tiempo, bajo
    el tiempo. Será un instante. Transcurre un
    momento, y ya se rasga, como seda
    marchita, que tapiza un viejo sofá.
    No puedes perderte más. Dame la mano
    que es la buena obra del pasado, que eres tú.


    EXEUNT PERSONAE

    Tu, filla clara del silenci, em dius
    que si no sé callar, et puc dir les coses
    que sempre han estat dites, i t'escoltes
    com la mà que sospesa el sol d'hivern
    i rep la llum global i vaga, sense
    rebentar-la en figures i colors.
    ….Tu, mare dels oblits, no em sol.licites
    a somniar que podràs estimar-me
    i a plegar testos de mi per posar-te'ls
    a la falda, i a vanar-te la finor
    del gerro que potser tindrem sencer
    quan m'asserenis el pols que tremola.
    ….Tu, germana indulgent, no veus en mi
    coses que et facin nosa per no veure'm,
    i em prens com un costum, obert i buit,
    i vas per mi sense enretirar res,
    amb un instint de molt abans, senzill
    com ho és la sang dels homes i les dones.



    EXEUNT PERSONAE

    Tú, hija clara del silencio, me dices
    que si no sé callar, puedo decirte las cosas
    que se han dicho siempre, y te escuchas
    como la mano que sopesa el sol de invierno
    y recibe la luz global y vaga, sin
    reventarla en imágenes y colores.
    ….Tú, madre de los olvidos, no me instas
    a soñar que podrás quererme
    y a reunir fragmentos míos para ponértelos
    en el regazo, y jactarte de la finura
    del jarrón que quizás conservaremos entero
    cuando me serenes el pulso que tiembla.
    ….Tú, hermana indulgente, no ves en mí
    cosas que te estorben para no verme,
    y me tomas como una costumbre, abierto y vacío,
    y andas por mí sin apartar nada,
    con un instinto muy antiguo, sencillo
    como la sangre de los hombres y las mujeres.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Sáb 28 Sep 2019, 04:11

    .


    2


    CAMBRA DE LA TARDOR

    La persiana, no del tot tancada, com
    un esglai que es reté de caure a terra,
    no ens separa de l'aire. Mira, s'obren
    trenta-set horitzons rectes i prims,
    però el cor els oblida. Sense enyor
    se'ns va morint la llum, que era color
    de mel, i ara és color d'olor de poma.
    Que lent el món, que lent el món, que lenta
    la pena per les hores que se'n van
    de pressa. Digues, te'n recordaràs
    d'aquesta cambra?
    ……………….. “Me l’estimo molt.
    Aquelles veus d’obrers -Què són?”.
    ……………………………………Paletes:
    manca una casa a la mançana.
    ………………………………“Canten,
    i avui no els sento. Criden, riuen,
    i avui que callen em fa estrany”.
    ………………………………...Que lentes
    les fulles roges de les veus, que incertes
    quan vénen a colgar-nos. Adormides,
    les fulles dels meus besos van colgant
    els recers del teu cos, i mentre oblides
    les fulles altes de l’estiu, els dies
    oberts i sense besos, ben al fons
    el cos recorda: encara
    tens la pell mig del sol, mig de la lluna.



    HABITACIÓN DE OTOÑO

    La persiana, no del todo bajada, como
    un espanto que se retiene de caer al suelo,
    no nos separa del aire. Mira, se abren
    treinta y siete horizontes rectos y delgados,
    pero el corazón los olvida. Sin nostalgia
    se nos va muriendo la luz, que era color
    de miel, y ahora es color de olor de manzana.
    Qué lento el mundo, qué lento el mundo, qué lenta
    la pena por las horas que se van
    aprisa. Dime, ¿te  acordarás
    de esta habitación?
    ……….………….“La quiero mucho.
    Esas voces de obreros -¿Qué son?”.
    .………………………………....…Albañiles:
    falta una casa en la manzana.
    ……………….………….…“Cantan,
    y hoy no los oigo. Gritan, ríen,
    y hoy que callan los hecho de menos”.
    ………………………………..……...Qué lentas
    las hojas rojas de las voces, qué inciertas
    cuando vienen a cubrirnos. Dormidas,
    las hojas de mis besos van cubriendo
    los rincones de tu cuerpo, y mientras olvidas
    las hojas altas del verano, los días
    abiertos y sin besos, en lo más hondo
    el cuerpo recuerda: aún
    tienes la piel medio de sol, medio de luna.


    TRES LLIMONES

    Gener benigne. Sota
    molt d’aire verd, les coses
    avui no es fan esquerpes
    ni el lloc és àrid. Mira:
    tres llimones, posades
    a l’aspre de la llosa.
    Perquè es mullen de sol
    i pots considerar
    sense dubte ni pressa
    la mètrica senzilla
    que les enllaça, et penses
    que signifiquen res?
    Mira, i ja ha estat prou
    per tu.
    ……..Cor seduït,
    renuncia des d’ara,
    calla. No faràs teu
    el joc de tres llimones
    a l’aspre d’una llosa.
    Ni sabràs aixecar
    protesta abans de perdre’l.
    Cap surt de la memòria
    no abolirà la plàcida
    manera de morir-se
    que tenen els records.



    TRES LIMONES

    Enero benigno. Bajo
    mucho aire verde, hoy
    las cosas no se vuelven ariscas
    ni es árido el lugar. Mira:
    tres limones, puestos
    sobre una tosca losa.
    Porque se mojan de sol
    y puedes considerar
    sin duda ni prisa
    la métrica sencilla
    que los une, ¿crees
    que significan algo?
    Mira, y ya han sido bastante
    para ti.
    ……...Seducido corazón,
    renuncia desde ahora,
    calla. No harás tuyo
    el juego de los tres limones
    sobre una tosca losa.
    Ni sabrás levantar
    protesta antes de perderlo.
    Ningún sobresalto de la memoria
    abolirá la plácida
    forma de morirse
    que tienen los recuerdos.


    SI PUC

    Alguna cosa ha entrat
    dins algun vers que sé
    que podré escriure, i no
    sé quan, ni com, ni què
    s’avindrà a dir. Si puc
    te’l duré cap a tu.
    Que digui els teus cabells
    o l’escata de sol
    que et vibra amb aquesta ungla.
    Però potser no sempre
    tindré del tot present
    el que ara veig en tu.
    He sentit el so fosc
    d’una cosa que em cau
    dins algun pou. Quan suri,
    he de saber conèixer
    que ve d’aquest moment?



    SI PUEDO

    Algo ha entrado
    en algún verso que sé
    que podré escribir, y no
    sé cuándo, ni cómo, ni qué
    dirá. Si puedo
    lo llevaré hacia ti.
    Que mencione tus cabellos
    o la escama de sol
    que te vibra en esta uña.
    Pero quizás no tendré
    siempre del todo presente
    lo que ahora veo en ti.
    He oído el oscuro sonido
    de una cosa que se me cae
    dentro de un pozo. Cuando flote,
    ¿he de saber entender
    que viene de este momento?


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Dom 29 Sep 2019, 04:56

    .


    HORA BAIXA

    Surto de casa, amb pressa
    de veure’t, i em fa nosa
    la cartera feixuga
    de feina per després,
    i et diuen per telèfon
    que fa uns minuts tot just
    que he sortit, i t’irrites
    de pressa de sortir
    a dir-me que tens feina,
    que fins demà-
    ……………….I et crido
    per telèfon, i em diuen
    que fa uns minuts tot just
    que has sortit, i no sé
    si tornar-me’n-
    ……………….Desordre
    pels convulsos carrers,
    no s’esmena la pluja,
    i és insensat que encenguin
    tants llums per ells (la nit
    se’ns tira més a sobre).
    Massa cor disponible,
    massa excés de nosaltres
    tremola. No veiem
    la filigrana lleu
    del primer contrallum
    ni ens empara la gràcia,
    per sempre, d’una línia
    més precisa que el viure
    (trèmul, i massa al dia).



    TARDE

    Salgo de casa, con prisa
    por verte, y me estorba
    la cartera cargada
    de trabajo para luego,
    y por teléfono te dicen
    que apenas hace unos minutos
    que he salido, y te irritas
    por la prisa de salir
    a decirme que tienes trabajo,
    que hasta mañana -
    ……………….…..Y te llamo
    por teléfono, y me dicen
    que has salido apenas hace
    unos minutos, y no sé
    si volver -
    .....………..Desorden
    por las convulsas calles,
    no se corrige la lluvia,
    y es insensato que enciendan
    tantas luces en ellas (la noche
    se nos echa aún más encima).
    Demasiado corazón disponible,
    demasiado exceso de nosotros
    tiembla. No vemos
    la delicada filigrana
    del primer contraluz
    ni nos ampara la gracia,
    para siempre, de una línea
    más precisa que el vivir
    (trémulo, y demasiado al día).


    NO UNA CASA

    “Si ara poses la mà
    que em faci una teulada
    damunt del front, serà
    sencera una caseta:
    el pit, una paret,
    i m’amago al racó
    que fa amb l’altra paret,
    el braç”.
    ……….I fora, dona,
    mira la serralada
    dels coixins: el recer
    on se’t recull el càndid
    ample hivern dels llençols.
    A la carena, mira
    l’or tebi de la làmpara,
    sol clavat a la posta
    que sagna delicat
    i no diu que sofreix.
    És el nostre paisatge,
    dona. Fins a arribar-hi
    jo també he corregut
    camins dubtosos. Dona,
    amaga més la cara
    al racó del meu pit.
    No em miris, i no em deixis
    veure’m dins els teus ulls
    la figura poc certa,
    sense pedra ni aplom.



    NO UNA CASA

    “Si ahora pones tu mano
    como un tejado
    sobre mi frente, formará
    una casita completa:
    el pecho, una pared,
    y me escondo en el rincón
    que forma con la otra pared,
    el brazo”.
    ……..….Y fuera, mujer,
    mira la cordillera
    de las almohadas: el cobijo
    donde se te recoge el cándido
    ancho invierno de las sábanas.
    En la cima, mira
    el oro tibio de la lámpara,
    sol clavado en el ocaso
    que delicado sangra
    y no dice que sufre.
    Es nuestro paisaje,
    mujer. Hasta llegar a él
    también yo he recorrido
    dudosos caminos. Mujer,
    esconde más la cara
    en el cobijo de mi pecho.
    No me mires, y no me dejes
    verme dentro de tus ojos
    la imagen incierta,
    sin piedra ni aplomo.


    PERÒ NON MI DESTAR

    No entris ara. Perd-te
    per la grava cruixenta
    i tristament rosada.
    Vés a poc a poc. Atura’t
    a mirar com són ertes
    les fulles del llorer.
    No cerquis les taronges
    de color massa franc.
    Prefereix els ridículs
    bambús, com espinades
    d’insectes folls e inhàbils
    que han mort clavats en terra.
    Fixa’t en coses rígides
    i en esquemes. Els feixos
    vulgars de ratlles blaves:
    això són bancs. Rodones
    mortes: són els monyons
    dels plàtans del camí.
    Deixa passar tres hores,
    i pots entrar. Ja veus
    tot el que n’ha quedat:
    els cendrers més que plens
    i la meitat dels vasos
    bruts de roig de llavis.
    Aquí han viscut, i tu
    no hi eres. No t’han vist
    cap gest, no t’han sentit
    dir res. Serveix-te un gin.
    No vulguis gel: tot fos.
    Pots seure, atiar el foc,
    i creure que has viscut.



    PERÒ NON MI DESTAR

    No entres ahora. Piérdete
    por la graba crujiente
    y tristemente rosada.
    Ve despacio. Párate
    a mirar cómo están yertas
    las hojas del laurel.
    No busques las naranjas
    de color demasiado franco.
    Prefiere los ridículos
    bambúes, como espinazos
    de insectos locos o inhábiles
    que han muerto clavados en la tierra.
    Fíjate en cosas rígidas
    y en esquemas. Los vulgares
    haces de rayas azules:
    son bancos. Círculos
    muertos: son los muñones
    de los plátanos del camino.
    Deja pasar tres horas,
    y puedes entrar. Ya ves
    todo el que ha quedado:
    los ceniceros más que llenos
    y la mitad de los vasos
    sucios de carmín.
    Aquí han vivido, y tú
    no estabas. No han observado
    ningún gesto tuyo, no te han oído
    decir nada. Sírvete una ginebra.
    No quieras hielo: totalmente fundido.
    Puedes sentarte, atizar el fuego,
    y creer que has vivido.


    ATRA MATER

    És massa gran, el camp
    de bardissa excitada
    pel vent de vora mar.
    Aquí, un lloc tan obert?
    Per què, tan pla? I els peus
    trepitgen reservats,
    que no els doblegui un clot
    com una serp, de sobte.
    I tan callat? Els ulls
    que el sol ungleja, sotgen
    ombres. On, la terrible,
    que ha fet fugir les veus?
    ….Fins que el cobert de zinc
    i de fusta fungosa
    que surt al pas com una
    captaire negra i fera
    de nafres (-tu que tornes?
    vella, l’indret de por
    eres tu?) s’obre el ventre
    ple de fetus metàl.lics
    (-si tot el mal que duies
    a dintre, ja el vas fer):
    bombes que van sobrar.
    ….Vibra una sargantana.
    L’herba es menja el rovell.
    No surt ningú. No guarden
    aquests munts de rebuig.
    Es va esquerdant l’eixut
    crostisser dels records.
    Una guerra civil,
    uns aeròdroms pobres.


    ATRA MATER

    Es demasiado grande, el campo
    de bardales excitados
    por el viento de junto al mar.
    ¿Aquí, un lugar tan abierto?
    ¿Por qué, tan llano? Y los pies
    pisan cautelosos
    de que no los tuerza un hoyo
    como una serpiente, de repente.
    ¿Y tan callado? Los
    ojos que el sol araña, avizoran
    sombras. ¿Dónde, la terrible,
    que ha hecho huir las voces?
    ….Hasta que el cobertizo de zinc
    y de hongosa madera
    que sale al paso como
    una mendiga negra y sembrada
    de llagas (-¿tú porqué vuelves?
    vieja, ¿eras tú
    el lugar de miedo?) se abre el vientre
    lleno de fetos metálicos
    (- si todo el daño que llevabas
    dentro, ya lo hiciste):
    bombas que sobraron.
    ….Vibra una lagartija.
    La hierba se come la herrumbre.
    No sale nadie. No guardan
    estos montones de desecho.
    Se va agrietando la seca
    costra de recuerdos.
    Una guerra civil,
    unos aeródromos pobres.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Lun 30 Sep 2019, 09:38

    .


    LA CARA

    Quin injust pensament,
    quin ésser de misèria
    detestable
    ………..(la serp
    que una roda tonant
    ha aixafat, i que fa
    camí tota la nit:
    corda de carn ferida,
    lenta i difícil, entra
    a morir dins l’aurora
    d’un jardí reservat,
    i el matí rosa i verd
    es trasbalsa que exulti
    un llarg grumoll de mosques
    fèrvides),
    ………...quin horror
    ara s’ha introduït
    dins aquest cervellet
    fàcil de vulnerar,
    i aquesta cara jove
    s’ha fos per un segon,
    s’ha fos com una màscara
    de cera, i m’ha fet veure
    la cara ineluctable
    del vell que s’hi amaga
    i sap com l’odiem.



    LA CARA

    Qué injusto pensamiento,
    qué ser de miseria
    detestable
    ………..(la serpiente
    que una sonora rueda
    ha aplastado, y que
    camina toda la noche:
    cuerda de carne herida,
    lenta y difícilmente, entra
    a morir en la aurora
    de un jardín reservado,
    y la mañana rosa y verde
    se trastorna de que exulte
    un largo grumo de moscas
    férvidas),
    ……..…...qué horror
    ahora se ha introducido
    dentro de este cerebrito
    fácil de vulnerar,
    y esta cara joven
    se ha fundido por un segundo,
    se ha fundido como una máscara
    de cera, y me ha hecho ver
    la cara ineluctable
    del viejo que se  esconde
    y sabe como lo odiamos.


    PER NO DIR RES

    Que no vulguin dir res.
    Sigues la noia atònita
    que una nit se’n va sola
    a endinsar-se en el bosc
    on la lluna d’agost
    es vessa per les pedres
    i les soques que tanquen
    la claror de la fusta,
    i es despulla i s’ajeu
    a la pinassa, nua
    com les pedres, o com
    la fusta quan els homes
    se l’enduen del bosc,
    i la dolça ignorant
    va fent, i paga amb por,
    un aplec de secrets
    sense figura: lluna
    i olors, el tremolor
    dels grills inacabables,
    fresses que fugen, pedres
    tèbies, sorprenents
    fiblades de la pell
    nova a exposar-se, terra
    i reïnes.
    ……….Memòria:
    que no vulguin dir res.
    No guardis les imatges
    que saps pensar i descriure
    i un dia de feblesa
    pots partir-te amb els altres.


    PARA NO DECIR NADA

    Que no quieran decir nada.
    Sé la muchacha atónita
    que una noche va sola
    a adentrarse en el bosque
    donde la luna de agosto
    se derrama por las piedras
    y los tocones que encierran
    la claridad de la madera,
    y se desnuda y se echa
    en la pinaza, desnuda
    como las piedras, o como
    la madera cuando los hombres
    la sacan del bosque,
    y la dulce ignorante
    va haciendo, y paga con miedo,
    un conjunto de secretos
    sin contorno: luna
    y olores, el temblor
    de los inacabables grillos,
    ruidos que huyen, piedras
    tibias, sorprendentes
    punzadas de la piel
    nueva a exponerse, tierra
    y resinas.
    …..…….Memoria:
    que no quieran decir nada.
    No guardes las imágenes
    que sabes pensar y describir
    y un día de debilidad
    puedes compartir con los demás.


    DUES AMIGUES

    Tant de sol als turmells,
    de mar llisa i daurada.
    Agafades de mans,
    no es diuen res. Carrers
    d'homes rancuniosos
    perquè no hi ha cap home
    com ells, que elles coneguin.
    Ara no van enlloc.
    Tornen del sol. Travessen
    tardes llargues, carrers
    de mots incomprensibles.
    No s'enduen records.
    Volen només saber
    que s'agafen de mans
    i van juntes, per un
    carrer de l'estranger.


    DOS AMIGAS

    Tanto sol en los tobillos,
    de mar llano y dorado.
    Cogidas de la mano,
    nada se dicen. Calles
    de hombres rencorosos
    porque no hay ningún hombre
    como ellos, que ellas conozcan.
    Ahora no van a ningún sitio.
    Vienen del sol. Atraviesan
    largas tardes, calles
    de nombres incomprensibles.
    No se llevan recuerdos.
    Solo quieren saber
    que se cogen de la mano
    y van juntas, por
    una calle del extranjero.


    HELENA

    Fas vint anys, Helena.
    Véns d’on no recordes,
    mires endavant,
    i vols fer una sola
    neta transparència
    dels milers de vidres
    (l’un darrera l’altre)
    que són dies teus
    per on miraràs
    com se t’obre el temps.
    Tan fina, la corba
    del corb que s’allunya
    i biaixa el cel,
    i decanta els arbres
    fent un ordre nou
    del camp i la tarda!
    Talla tu com ell
    blau i temps i món,
    seguint-lo de vista
    per molts anys, Helena,
    noia gola-llarga,
    tu que rius enlaire
    i sempre et decantes
    un poc, a la dreta,
    a l’esquerra, i ara
    (tens vint anys) disposes
    per al teu balanç
    les ratlles del món
    amb tot el que és vell
    (com és ara jo).


    HELENA

    Cumples veinte años, Helena.
    Vienes de donde no recuerdas,
    miras hacia adelante,
    y quieres hacer una sola
    limpia transparencia
    de los miles de cristales
    (uno tras otro)
    que son tus días
    por donde mirarás
    cómo se te abre el tiempo.
    ¡Tan fina, la curva
    del cuervo que se aleja
    y atraviesa el cielo,
    e inclina los árboles
    creando un orden nuevo
    del campo y la tarde!
    Corta tú como él
    azul y tiempo y mundo,
    siguiéndolo con la vista
    por muchos años, Helena,
    muchacha de largo cuello,
    tú que ríes alto
    y siempre te inclinas
    un poco, a la derecha,
    a la izquierda, y ahora
    (tienes veinte años) dispones
    para tu balance
    las líneas del mundo
    con todo lo viejo
    (como ahora yo).


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 07:56

    .


    MATÈRIES

    Reclama les imatges:
    les coses que de nen
    sabien traspassar-te
    de paradís cruel.
    Dins el fosc del garatge,
    neumàtics vells, deixats
    damunt el ciment aspre
    ratllat cap al desguàs.
    L’olor t’ofega encara.
    Llacunes del cautxú:
    els fons de ruda trama,
    la riba de blanc brut.
    Els flancs on t’abraçaves,
    tots crostes de fang fet
    pedra: l’esmicolaves,
    i hi deixaves la pell.
    Fruits prohibits, tancades
    matèries del món.
    I el teu cos: l’obstinada
    penetrant acció.



    MATERIAS

    Reclama las imágenes:
    las cosas que de niño
    sabían traspasarte
    de cruel paraíso.
    Dentro de la oscuridad del garaje,
    neumáticos viejos, dejados
    sobre el áspero cemento
    acanalado hasta el desagüe.
    El olor te ahoga aún.
    Lagunas de caucho:
    honduras de ruda trama,
    el borde de blanco sucio.
    Los flancos donde te abrazabas,
    todos costras de barro hecho
    piedra: la desmenuzabas,
    y  dejabas la piel.
    Frutos prohibidos, cerradas
    materias del mundo.
    Y tu cuerpo: la obstinada
    penetrante acción.


    NAIXENÇA

    Terra de cases, tall d’un camí fondo.
    El carreró mossega fins a l’os.
    Fracturen l’empedrat rodes d’un carro.
    Puja bocois grunyents, encadenats.
    El pendent, com un vent, vincla les mules.
    Un crit heràldic, alicorn de veu.
    “Que us penseu doncs que amb crits fareu més feina?”
    Llavis de teia, la vella ha parlat.
    El carreter de cuir s’escruix i crida.
    Flametes blaves: la vella que riu.
    Peta el fuet mullat com una llengua.
    ….Obro els ulls. Veig la cara de l’instant.
    Ho conec. Sé quan sóc, tornat a nèixer.
    Rodolo, placentós, pel segle tretze.



    NACIMIENTO

    Tierra de casas, cierre de un camino profundo.
    El callejón muerde hasta el hueso.
    Rompen el adoquinado las ruedas de un carro.
    Sube toneles chirriantes, encadenados.
    La pendiente, como viento, doblega las mulas.
    Un grito heráldico, con voz de unicornio.
    “¿Os creéis que gritando trabajaréis más?”
    Con labios de tea, la vieja ha hablado.
    El carretero de cuero se estremece y grita.
    Llamitas azules: la vieja que ríe.
    Restalla la fusta mojada como una lengua.
    ….Abro los ojos. Veo la cara del instante.
    Lo conozco. Sé en qué tiempo estoy, renacido.
    Ruedo, placiente, por el siglo trece.


    EL PONENT EXCESSIU

    Aquest sol que menstrua no es vol pondre.
    Mira la folla roja com rebutja
    el llençol de muntanya que l'acotxa.
    Un altre dia exagerat. Un altre
    dia se't mor cregut que el seu color
    no tornarà mai més, no tornarà
    com la sang que es podreix. Eixuga llum,
    llença cotons de núvols, renta't, gira't,
    beu el més límpid gin de lluna i mar.


    EL PONIENTE EXCESIVO

    Este sol que menstrua no se quiere poner.
    Mira la loca roja como rechaza
    el lienzo de montaña que la arropa.
    Otro día exagerado. Otro
    día se te muere creyendo que su color
    no volverá nunca más, no volverá
    como la sangre que se pudre. Enjuga luz,
    tira algodones de nubes, lávate, gírate,
    bebe la ginebra de luna y mar más límpida.


    TAM GRATUMST MIHI

    Si no els cau de les mans, quan l’agafin
    sota el desfici d’una tarda buida, o mentre
    se’ls va tancant a poc a poc la porta
    del son, si doncs per ell em veig
    entre les mans de les dones, serà just
    que m’estimi el meu llibre, tant com
    algunes es troben estimar el reclam
    de feliç crida, que se les va endur.



    TAM GRATUMST MIHI

    Si no se les cae de las manos, cuando lo cojan
    en la pesadumbre de una tarde vacía, o mientras
    se les va cerrando despacio la puerta
    del sueño, si por él me veo pues
    entre las manos de las mujeres, será justo
    que ame mi libro, tanto como
    algunas vienen a amar el reclamo
    de feliz llamada, que se las llevó.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 11:49

    .


    EL DISTRET

    Segur que avui hi havia núvols,
    i no he mirat enlaire. Tot el dia
    que veig cares i pedres i les soques dels arbres,
    i les portes per on surten les cares i tornen a entrar.
    Mirava de prop, no m'aixecava de terra.
    Ara se m'ha fet fosc, i no he vist els núvols.
    Que demà me'n recordi. L'altre dia
    vaig mirar enlaire, i enllà de la barana
    d'un terrat, una noia que s'havia
    rentat el cap, amb una tovallola
    damunt les espatlles, s'anava passant,
    una vegada i deu i vint, la pinta pels cabells.
    Els braços em van semblar branques d'un arbre molt alt.
    Eren les quatre de la tarda, i feia vent.



    EL DISTRAÍDO

    Seguro que hoy había nubes,
    y no he mirado a lo alto. Todo el día
    viendo caras y piedras y troncos de árbol,
    y puertas por donde salen las caras y vuelven a entrar.
    Miraba de cerca, no levantaba la vista del suelo.
    Ahora se me ha hecho oscuro, y no he visto las nubes.
    Que mañana me acuerde. El otro día
    miré a lo alto, y más allá de la barandilla
    de una azotea, una muchacha que se había
    lavado la cabeza, con una toalla
    sobre los hombros, se iba pasando,
    una vez y diez y veinte, el peine por los cabellos.
    Los brazos me parecieron ramas de un árbol muy alto.
    Eran las cuatro de la tarde, y hacía viento.


    SACRA RAPPRESENTAZIONE

    Expectants a l’aparador de luxe, cinc objectes
    segurs d’ells mateixos. Ara et corprèn
    la tendresa d’un braç un que s’ha declarat
    entre cortines. La mà plana i tria,
    i una cosa opulenta es veu enduta,
    Ganimedes per aires d’or i d’àries.
    El braç ocell ha raptat per un sou,
    missatger pur d’exalçaments, però envejós
    dels déus que serveix, i que escullen
    tal com ell faria. I tu, sense mèrit,
    vols envejar els justos que l’àngel visita?



    SACRA RAPPRESENTAZIONE

    Expectantes en el escaparate de lujo, cinco objetos
    seguros de ellos mismos. Ahora te cautiva
    la ternura de un brazo desnudo que ha aparecido
    entre las cortinas. La mano planea y elige,
    y una cosa opulenta es tomada,
    Ganimedes por aires de oros y de arias.
    El pájaro brazo ha raptado por un sueldo,
    mensajero puro de ensalzamientos, pero envidioso
    de los dioses que sirve, y que eligen
    como él haría. Y tú, sin mérito,
    ¿quieres envidiar a los justos que el ángel visita?


    CARAGOL

    Declina el diumenge. Una minyona,
    i les deu de la nit que estan per tocar-li.
    Els seus darrers instants de portal. La mà,
    sense carícia ni esma, s’arrapa
    a la galta del xicot. Consternat,
    un caragol al mig d’un mur eixut.


    CARACOL

    Declina el domingo. Una criada,
    y las diez de la noche que están por tocarle.
    Sus últimos instantes de portal. La mano,
    sin caricia ni ánimo, se agarra
    a la mejilla del joven. Consternado,
    un caracol en medio de un seco muro.


    LA CIUTAT

    Plena de carrers per on he tombat
    per no passar els indrets que em coneixien.
    Plena de veus que m'han cridat pel nom.
    Plena de cambres on he cobrat records.
    Plena de finestres des d'on he vist créixer
    les piles de sols i de pluges que se m'han fet anys.
    Plena de dones que he seguit amb la vista.
    Plena de nens que només sabran
    coses que jo sé, i que no vull dir-los.



    LA CIUDAD

    Llena de calles por dónde he retrocedido
    para no pasar por los lugares que me conocían.
    Llena de voces que me han llamado por el nombre.
    Llena de habitaciones donde he recuperado recuerdos.
    Llena de ventanas desde dónde he visto crecer
    los montones de soles y de lluvias que se me han vuelto años.
    Llena de mujeres que he seguido con la vista.
    Llena de niños que solo conocerán
    cosas que yo sé, y que no quiero decirles.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 11:54

    .


    TRO VOS MI SIATZ RENDUDA

    Tantes parets entre tu i jo. L’enyor,
    exhaust, no arriba fins a tu. No veu com se´t va fent
    vida, en indrets i en moments que són veritat aguda,
    no desfeta com el seu desesper. Gos
    pròdig d’esverament brutal, es llança a rebolcar-se
    per la pols d’un estiu sense remei.
    Oh, per la set massa confusa, un sol
    fil d’aigua, un sol record teu a cada instant,
    fins que em siguis tornada.



    TRO VOS MI SIATZ RENDUDA

    Tantas paredes entre tú y yo. La nostalgia,
    exhausta, no llega hasta ti. No ve cómo se te va haciendo
    vida, en lugares y en momentos que son verdad aguda,
    no deshechos como su desesperación. Perro
    pródigo de atolondramiento brutal, se lanza a revolcarse
    por el polvo de un verano sin remedio.
    Oh, para la sed demasiada confusa, un solo
    hilillo de agua, un solo recuerdo tuyo a cada instante,
    hasta que me seas devuelta.


    JOSEP CARNER

    En el més alt i més fosc de la nit, no vull sentir
    l'olor de maig que brunz a fora, i és petita
    la làmpara amb què en tinc prou per fer llum
    a les pàgines tènues del llibre, les poesies de Carner,
    que tu em vas donar ahir. Fa dos anys i quatre mesos
    que vaig donar aquest llibre a una altra noia. Mots
    que he llegit pensant en ella, i ella va llegir
    per mi, i són del tot nous, ara
    que els llegeixo per tu, pensant en tu.
    Mots que ens han parlat a tots tres, i fan
    que ens assemblem. Mots que romanen,
    mentre ens varien els dies i se'ns muden els sentits,
    oferts perquè els tornem a entendre. Com una pàtria.


    JOSEP CARNER

    En lo más alto y más oscuro de la noche, no quiero oír
    el olor de mayo que zumba afuera, y es pequeña
    la lámpara con la que tengo suficiente para iluminar
    en las tenues páginas del libro, las poesías de Carner,
    que tú me diste ayer. Hace dos años y cuatro meses
    que di este libro a otra muchacha. Palabras
    que he leído pensando en ella, y ella leyó
    por mí, y que son totalmente nuevas, ahora
    que las leo por ti, pensando en ti.
    Palabras que nos han hablado a los tres, y hacen
    que nos parezcamos. Palabras que permanecen,
    mientras los días nos cambian y se nos mudan los sentidos,
    ofrecidas para que las volvamos a entender. Como una patria.


    LA VIDA FURTIVA

    Segurament serà com ara. Estaré despert,
    aniré amunt i avall pel corredor. Com un minador
    que surt d'un pou, em pujarà
    des del silenci de tota la casa, brusc,
    el ronc de l'ascensor. M'aturaré a escoltar
    el bufeteig de portes de metall, i els passos
    pel replà, i endevinaré l'instant
    que arrencarà a tremolar l'angúnia del timbre.
    Sabré qui són. Els obriré de seguida. Tot perdut,
    que entrin aquests, a qui ho hauré de dir tot.


    LA VIDA FURTIVA

    Seguramente será como ahora. Estaré despierto,
    iré arriba y abajo por el pasillo. Como una lombriz
    que sale de un hoyo, me subirá
    desde el silencio de la casa entera, brusco,
    el ronquido del ascensor. Me detendré a escuchar
    el abofeteo de puertas de metal, y los pasos
    por el rellano, y adivinaré el instante
    que arrancará a temblar la angustia del timbre.
    Sabré quienes son. Les abriré enseguida. Todo perdido,
    que entren esos, a quienes tendré que decírselo todo.


    TANT NO TURMENTA

    Les hores amicals no et deixen sol
    gairebé mai. No et costa gens
    de veure-les fluir embullades, com els flocs
    d’una boira de lent onejar.
    Un que se n’esvaeix, gairebé mai
    no deixa de dur-ne un altre al seu indret
    de l’aire: així respira un home sa.
    Gairebé mai no et costa gens
    d’oblidar el trenc del gemec, el cop de vent
    com una fusta que s’estella, i la visió
    del paisatge un instant net, la teva terra
    de línies terriblement verídiques.


    TANTO NO ATORMENTA

    Las horas amicales no te dejan solo
    casi nunca. No te cuesta
    verlas fluir enredadas, como copos
    de una niebla de lento ondear.
    Uno que se desvanece, casi nunca
    deja de llevar otro a su lugar
    del aire: así respira un hombre sano.
    Casi nunca te cuesta
    olvidar el resquicio del gemido, el golpe de viento
    como una madera que se astilla, y la visión
    del paisaje un instante limpio, tu tierra
    de líneas terriblemente verídicas.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 11:58

    .


    ECONOMIES RIVALS

    Rufus, no saps el que fas. Tens tantes idees
    que Mecenas se n’encanta, i et convida,
    i el bo és que t’escolta gairebé despert.
    Tots ho veiem, que entre tantes idees com treus
    hi ha moltes abelles agudes
    que volen recte per fiblar Mecenas.
    Tant se val. Tens moltíssimes idees
    i no ens faràs creure que te’n calguin tantes.
    Rufus, tu vas dissipant el pensament,
    i és el que fa feliç Mecenas.
    A mi m’encanta que dissipin el diner.


    ECONOMÍAS RIVALES

    Rufus, no sabes lo que haces. Tienes tantas ideas
    que Mecenas se encanta, y te invita,
    y lo mejor es que te escucha casi despierto.
    Todos vemos, que entre tantas ideas como sacas
    hay muchas agudas abejas
    que vuelan derecho a picar a Mecenas.
    No importa. Tienes muchísimas ideas
    y no nos harás creer que te hacen falta tantas.
    Rufus, tú vas disipando el pensamiento,
    y es lo que hace feliz a Mecenas.
    A mí me encanta que disipen el dinero.


    CANÇÓ DE BRESSOL

    Tu vas amb compte, Cresus.
    Tu tens pietat.
    Mires que no s’irritin
    els genis nocturns.
    A tu, la llum del dia
    no t’ha de fer por.
    Rius, quan veus que t’odien
    els pobres, només.
    Però els vells foscos! Criden,
    se t’ofega el cor.
    Tu no fas com els pobres,
    que s’han tornat sords.
    De nit, fins que t’adormis,
    tingues pietat.


    CANCIÓN DE CUNA

    Tú vas con cuidado, Creso.
    Tú tienes piedad.
    Miras que no se irriten
    los genios nocturnos.
    A ti, la luz del día
    no te tiene que dar miedo.
    Ríes, cuando ves que te odian
    los pobres, solo.
    ¡Pero los viejos oscuro! Gritan,
    se te ahoga el corazón.
    Tú no haces como los pobres,
    que se han vuelto sordos.
    De noche, hasta que te duermas,
    ten piedad.


    EL LLEOPARD

    Llotges obertes a la mar daurada.
    Falcons de coll febril. Noies pageses,
    per venir a l'alcova del senyor,
    porten collars, arracades i anells
    d'or hieràtic. Clergues nus d'acer,
    óssos tentinejant entre els tapissos,
    riure de llima del foll. Els grans porcs
    et duien a l'ullal l'estrip de mort,
    i la mà teva els ha arrencat l'escrot.
    Llunes i flautes dins els teus jardins.
    ….No hi pensis més. Esperes la visita
    del teu diner. Guantat com sempre, gris,
    t'ha de llegir les xifres que per tu
    són la Llei. Si ho demanes, amb veu sorda,
    repassarà la llista de les coses
    que ell, el submís, et permet. Potser sí
    que en un extrem del parc, pots fer posar
    la gàbia, i tenir-hi un lleopard.
    Cridar l'atenció? No gens. El xòfer
    li donarà el menjar. Cada matí
    tu hi aniràs, a escoltar com s'escruixen
    costelles de vells pencos. Tot el temps
    fumaràs àvid, i tornat a casa
    tindràs pressa a passar-te per les mans
    molta aigua de colònia. Les bèsties
    puden tan fort. Hauràs d'apujar el sou
    del xòfer. Ara sap, cada matí,
    que al cor del ric hi grunyen passions
    ennuegades com les que ell, de nen,
    sentia rogallar en la nit dels mísers,
    quan dormia a la cambra dels seus pares.



    EL LEOPARDO

    Lonjas abiertas a la mar dorada.
    Halcones de cuello febril. Muchachas campesinas,
    para ir a la alcoba del señor,
    llevan collares, pendientes y sortijas
    de oro hierático. Clérigos desnudos de acero,
    osos tambaleándose entre los tapices,
    risa de lima del loco. Los grandes cerdos
    te traían en sus colmillos desgarro de muerte,
    y tu mano les ha arrancado el escroto.
    Lunas y flautas dentro de tus jardines.
    ….No  pienses más. Esperas la visita
    de tu dinero. Enguantado como siempre, gris,
    te ha de leer las cifras que para ti
    son la Ley. Si lo pides, con voz sorda,
    repasará la lista de las cosas
    que él, el sumiso, te permite. Quizás sí
    que en un extremo del parque, puedas hacer poner
    la jaula, y tener un leopardo.
    ¿Llamar la atención? No, en absoluto. El chófer
    le dará de comer. Cada mañana
    irás a escuchar como se quiebran
    las costillas de viejos pencos. Todo el tiempo
    fumarás ávidamente, y de regreso a casa
    te apresurarás a pasarte por las manos
    mucha agua de colonia. Las bestias
    hieden tanto. Tendrás que subir el sueldo
    al chófer. Ahora sabe, cada mañana,
    que en el corazón del rico gruñen atragantadas
    pasiones como las que él, de niño,
    oía roncar en la noche de los míseros,
    cuando dormía en la habitación de sus padres.


    ELS POLLS

    Se’n va anar. Viu amb gent que no ens coneixen
    i els parla de nosaltres. Sovint, torna
    i sorprèn actituds que ens fan vergonya:
    omplíem un got d’aigua, ens hem distret,
    l’aixeta va rajant i ens glaça els dits,
    i el seu ull ha notat  que ja no som
    sensibles als grans freds d’aquest casal.
    Es quedarà uns quants dies, i les cares
    se’ns aniran tornant blanques i buides
    com d’un ferit que es dessagna al talús
    de grava, quan traspunta un matí gris,
    després del xoc de trens. Ell farà tard
    a dinar i sopar. Descabellat,
    contarà que ha explorat cellers, teulades.
    Que hi ha vides més sordes que les nostres,
    veïnes nostres. Que tot l’edifici
    el mortifica el corc d’uns ulls d’escales
    inesperades. Pujarem amb ell,
    i ens haurem d’ajupir dins una golfa
    on es pareix per terra. Olorarem.
    Tastarem menges de color de tosca
    per les dents mal falcades. “No direu
    que els vostres pobres no pateixin molt”.
    El darrer vespre (l’endemà se’n va)
    ens entra puntual, amb l’ull encès,
    aguanta un grum damunt les estovalles
    i el deixa caure. “Són polls”. Ha sabut
    ficar la mà al  baix ventre d’una vella.
    No diem res. És el nostre germà
    i és el de sempre. L’agafem pel braç
    i sentim com tremola de plaer.


    LOS PIOJOS

    Se  fue. Vive con gente que no nos conoce
    y les habla de nosotros. A menudo, vuelve
    y sorprende actitudes que nos dan vergüenza:
    llenábamos un vaso de agua, nos hemos distraído,
    el grifo va manando y nos hiela los dedos,
    y sus ojos han advertido  que ya no somos
    sensibles a los grandes fríos de este caserón.
    Se quedará unos cuántos días, y las caras
    se nos irán volviendo blancas y vacías
    como de herido que se desangra en el talud
    de graba, cuando despunta una mañana gris,
    después del choque de trenes. Él llegará tarde
    a comer y a cenar. Desgreñado,
    contará que ha explorado bodegas, tejados.
    Que hay vidas más calladas que las nuestras,
    vecinas nuestras. Que a todo el edificio
    lo mortifica la carcoma de unos agujeros de escalera
    inesperados. Subiremos con él,
    y nos tendremos que agachar en una buhardilla
    donde se da a luz en el suelo. Oleremos.
    Probaremos alimentos de color de sarro
    por los dientes mal sujetos. “No diréis
    que vuestros pobres no sufren mucho”.
    La ultima tarde (al siguiente día se va)
    entra puntual, con los ojos encendidos,
    sostiene un grumo sobre el mantel
    y lo deja caer. “Son piojos”. Ha sabido
    meter la mano en el bajo vientre de una vieja.
    No decimos nada. Es nuestro hermano
    y es el de siempre. Lo cogemos por el brazo
    y notamos como tiembla de placer.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 12:09

    .


    SOCIETAS PANDARI

    “Tant com riuen les noies. En el dubte,
    riuen: no saben com els pot tocar
    de pagar el deute que mai no han promès,
    però coneixen que esperem cobrar-lo
    d’elles només. D’aquesta, tu? Si vols
    cobrar-te el deute que no vaig cobrar
    i trossejar una serpeta de riure,
    jo et deixaré la clau del meu estudi
    on no hi haurà ningú”.
    ………………………“Deu anys més jove
    que jo. Deu anys encara no passats
    amidant l’un amb l’altre els bastonets:
    les decències (seva i de les altres),
    els afectes i els pactes. Jo et diré
    com pots persuadir-la que t’accepti,
    que comenci a acceptar. Tu la faràs
    sofrir, i aprendràs molt. Després, quan sàpigues
    com una dona es gira a ser feliç,
    un dia que enraonem, potser seré
    jo qui escolti”.
    ………………“Aquí tens diners
    perquè trepitgis ben fort, i t’oblidis
    que no t’has vist gens clar. Si en ella sotges,
    planes enllà, com trota el teu orgull,
    entra-hi, travessa, i ferma l’ase esquerp.
    Talla camins per aquest cos, i beu,
    fresca per tu, la súplica dels ulls.
    Quan tornis, entraràs al teu reialme:
    home fet home, vindràs amb els homes”.
    ….Isis de plata, sents el que et demano?
    La Cara de Lleó pels que han parlat.


    SOCIETAS PANDARI

    “Tanto como ríen las muchachas. En la duda,
    ríen: no saben cómo les puede tocar
    pagar la deuda que nunca han adquirido,
    pero saben que esperamos cobrarla
    de ellas solo. ¿Tú de ésta? Si quieres
    cobrarte la deuda que no cobré
    y partir a alguien malévolo de risa,
    yo te dejaré la llave de mi estudio
    donde no habrá nadie”.
    ……………….………“Diez años más joven
    que yo. Diez años aún no transcurridos
    midiendo el uno con el otro los palillos:
    las decencias (suya y de las otras),
    los afectos y los pactos. Yo te diré
    como puedes persuadirla para que te acepte,
    que empiece a aceptarte. Tú la harás
    sufrir, y aprenderás mucho. Después, cuando sepas
    cómo una mujer empieza a ser feliz,
    un día que conversemos, quizás seré
    yo quien te escuche”.
    ………………..…“Aquí tienes dinero
    para que pises bien fuerte, y te olvides
    de que no te has visto nada claro. Si en ella avizoras,
    llanuras allá, como trota tu orgullo,
    entra, atraviesa, y ata el asno arisco.
    Abre caminos por este cuerpo, y bebe,
    fresca para ti, la súplica de sus ojos.
    Cuando vuelvas, entrarás en tu reino:
    hombre hecho hombre, vendrás con los hombres”.
    ….Isis de plata, ¿oyes lo que te pido?
    La Cara de León para los que han hablado.


    ELS MIRALLS

    I si una dona és massa fina
    com per triar i anar triant: passar
    de parada en parada, amb un vigor
    de marmanyera, toquejar les peres
    i veure engany en la frescor dels ous?
    ….Començar el dia amb una tria?
    Córrer tot el mercat, a publicar
    la seva passió vestal, a fer el pregó
    del tribut de bon ordre i qualitats
    que ella vol exactar de cada dia -
    ….Millor la que és lleial i oculta.
    Fa temps que va triar, i té confiança.
    Les agències llises i discretes
    per ara no han fallat. La seva porta
    va obrint-se, i tot acut puntualment.
    ….I què, si té hores de dubte?
    (Potser va pagant molt pel que val menys,
    potser les altres troben pel carrer
    coses que saben estimar, i no en parlen
    quan són amb ella, dins les seves cambres.)
    ….Que no la voltin ombres tèrboles.
    Que en tots nosaltres, miralls on es mira
    quan sospesa la prova de l'encert
    amb què s'ha triat ella els seus per sempre,
    retrobi, sempre nítida, una imatge.
    ….Mostrem-li, nostra i assumida,
    la seva tria: l'alt honor dels seus.


    LOS ESPEJOS

    ¿Y si una mujer es demasiado fina
    como para escoger y escoger: pasar
    de puesto en puesto, con un vigor
    de verdulera, toquetear las peras
    y ver engaño en la frescura de los huevos?
    ….¿¿Empezar el día con una elección?
    Recorrer todo el mercado, para publicar
    su pasión vestal, para hacer el pregón
    del tributo de buen orden y calidades
    que ella quiere obtener de cada día -
    ….Mejor la que es leal y oculta.
    Hace tiempo que escogió, y tiene confianza.
    Las agencias suaves y discretas
    por ahora no han fallado. Su puerta
    va abriéndose, y todo acude puntualmente.
    ….¿Y qué, si tiene horas de duda?
    (Quizás va pagando mucho por lo que vale menos,
    quizás las otras encuentran por la calle
    cosas que saben apreciar, y no  hablan de ello
    cuando están con ella, en sus habitaciones.)
    ….Que no la cerquen sombras turbias.
    Que en todos nosotros, espejos donde se mira
    cuando sopesa la prueba del acierto
    con que ha elegido a los suyos para siempre,
    reencuentre, siempre nítida, una imagen.
    ….Mostrémosle, nuestra y asumida,
    su elección: el alto honor de los suyos.


    L’ONCLE

    Per ells, l’hora dolenta. Confitures,
    taronges i torrades i cafè.
    Però les mans tremolen sense fred,
    nues bombolles de nivell, i acusen
    la seva incertitud. Els pares tussen,
    mediten l’arna que s’agafa el vesc
    del bol de llet, i oloren altres tels
    de vida groga i plana que els embulla.
    S’enduen el seu fàstic al carrer
    i deu haver trigat a dissipar-se’ls.
    A migdia, ben cert, tornen els pares
    tots canviats de cara. Ja són ells,
    tal com es deuen. Saben els principis
    dels ordres bons, domèstics i polítics.
    ….Afirmen i disposen, deixen dit,
    Regiren el calaix de les més velles
    troques d’experiència, i les pengen,
    per cabdellar-les, a les mans dels fills.
    Les mans es tanquen, el fred guanya els dits,
    tota la sang del món circula lenta.
    Parlen els pares i boneix l’espera
    que callin. Les imatges del matí,
    com bèsties frements al fons de coves,
    han romàs, miserables, dins els ulls
    buidats de fe. I els fills, massa segurs
    del poc que han vist i el molt que per ells volen,
    no obliden com als pares se’ls ha obert,
    ominosa, l’esquerda a la paret.
    ….Boirosos de menyspreu, llisquen pels vidres
    del carrer inhòspit que va ser una llar.
    On és, l’eixut i cert? Es gira un guant,
    i el dintre és fora. Les coses creïbles
    són fora. D’un Enlloc, senten que els crida
    l’Oncle. Saben qui és: l’Oncle malvat
    amb qui els pares no es fan. El cercaran,
    captaran que els eduqui per un viure
    on mai, per molt que els despulli la nit,
    nus al matí, coneguin la vergonya.
    Sempre rondant terrenys d’entesa, l’Oncle
    no se’ls refusa. Còmplice subtil,
    els surt al pas als racons on es perden.
    Deferent el que volen. Ell els mena.
    ….Anys per l’Enlloc, i quan Ell també mor
    tornen. No en parlen més. Un dia, senten
    que el matí és per ells l’hora dolenta.
    Ja pugen els seus fills. Miren al volt,
    es compten, i no es troben tots. Enlloc
    no veuen la germana, tan quieta,
    que va matar el seu gat a cops de pedra
    i va dormir tres dies amb el gat mort.
    On és el germà gran, que els turmentava
    donant-los a complir deures obscurs?
    I el que deia que sempre anaven bruts,
    que feien tots pudor d’home? No saben
    les golfes de l’Enlloc, fins on pujaven,
    als temps de l’Oncle mort, els preferits.
    Tots els perduts hi són: van esculpint
    la cara del nou Oncle, pels nous fills.


    El TÍO

    Para ellos, la mala hora. Confituras,
    naranjas y tostadas y café.
    Pero las manos tiemblan sin frío,
    desnudas burbujas de nivel, y acusan
    su incertidumbre. Los padres tosen,
    cavilan la polilla que se adhiere a la viscosidad
    del bol de leche, y huelen otras telillas
    de vida amarilla y llana que los enreda.
    Se llevan su asco a la calle
    y debe de haber tardado en disipárseles.
    A mediodía, seguro, los padres regresan
    con el rostro cambiado. Ya son ellos,
    tal como deben ser. Conocen los principios
    de los buenos órdenes, domésticos y políticos.
    ….Afirman y disponen, dejan dicho.
    Revuelven el cajón de las madejas
    de experiencia más viejas, y las cuelgan,
    para ovillarlas, en las manos de los hijos.
    Las manos se cierran, el frío alcanza los dedos,
    toda la sangre del mundo circula lenta.
    Hablan los padres y vale la pena la espera
    de que callen. Las imágenes de la mañana,
    como bestias temblorosas al fondo de cuevas,
    han permanecido, miserables, dentro de los ojos
    vacíos de fe. Y los hijos, demasiado seguros
    de lo poco que han visto y lo mucho que quieren para ellos,
    no olvidan cómo a los padres se les ha abierto,
    ominosa, la grieta en la pared.
    ….Neblinosos de desprecio, se deslizan por los cristales
    de la calle inhóspita que fue un hogar.
    ¿Dónde está, lo parco y cierto? Se gira un guante,
    y el interior queda fuera. Las cosas creíbles
    están fuera. De un En ninguna parte, oyen que les llama
    el Tío. Saben quién es: el malvado Tío
    con quien los padres no se hablan. Lo buscarán,
    pedirán que les eduque para vivir
    donde nunca, por mucho que la noche los desnude,
    desnudos por la mañana, conozcan la vergüenza.
    Siempre rondando terrenos de entendimiento, el Tío
    no se les rehúsa. Cómplice sutil,
    les sale al paso en los rincones donde se pierden.
    Complaciente con lo que quieren. Él los dirige.
    ….Años para En ninguna parte, y cuando Él muere también
    vuelven. No hablemos más. Un día, sienten
    que la mañana es para ellos la mala hora.
    Ya crían a sus hijos. Miran a su alrededor,
    se cuentan, y no se encuentran todos. En ninguna parte
    ven a la hermana, tan tranquila,
    que mató a su gato a golpes de piedra
    y durmió tres noches con el gato muerto.
    ¿Dónde está el hermano mayor, que los atormentaba
    dándoles a cumplir oscuros deberes?
    ¿Y el que decía que siempre iban sucios,
    que todos hacían mal olor de hombre? No saben
    hasta dónde subían las buhardillas de En ninguna parte,
    en tiempos del Tío muerto, los preferidos.
    Están todos los perdidos: van esculpiendo
    la cara del nuevo Tío, para los nuevos hijos.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 12:14

    .


    ELS INNOCENTS

    Que malvats que eren. Com sofrien. Folls,
    es buidaven els ulls amb cloves d’ostra
    per no mirar la por. Fa tant de temps.
    El déu Osiris era el lotus fàl.lic
    que bevia Nil negre per dreçar-se
    túrgid de llunys etíops.
    ……………………….Ara, veus,
    és un cautxú color de sol, petita
    mànega d’aeròdrom que infla el buf
    de les galtes dels nens: prims i estridents,
    amb sorra als peus, les mans blaves de calç,
    corren de banda a banda de la festa
    com si fos una plaça neta d’ombres,
    i omplen el déu de rialla.
    …………………………Que esclati.
    Som innocents. No tenim set de llots.
    Hem fet l’eixut. Sortim a passejar
    per terres clares. Recs ben maonats,
    antenes, porcellanes, dents d’acer.
    La brisa passa llisa. No l’infecten
    pues amb mala saba d’esbarzer.
    Hem aterrat els arbres fullespessos
    com basses enllacades. Els filats
    que s’estenen damunt el nostre cap
    els hem nuat nosaltres. Resseguim
    l’ordre senzill de branques i rebrots,
    i ens fan recer les serres d’una mantis,
    religiosa com nosaltres, sense
    orgasme. No rosega, no tritura,
    rodes aèries somnien, lentes,
    i els cables brumen de crepuscle dolç.


    LOS INOCENTES

    Qué malvados que eran. Cómo sufrían. Locos,
    se vaciaban los ojos con conchas de ostras
    para no ver el miedo. Hace tanto tiempo.
    El dios Osiris era el loto fálico
    que bebía negro Nilo para erigirse
    túrgido de lejanos etíopes.
    ……………………….….Ahora, ves,
    es un caucho color de sol, pequeña
    manga de aeródromo que hincha el bufo
    de los carrillos de los niños: delgados y estridentes,
    con arena en los pies, las manos azules de cal,
    corren de lado a lado de la fiesta
    como si fuera una plaza limpia de sombras,
    y llenan al dios de risa.
    …………………….…Que estalle.
    Somos inocentes. No tenemos sed de lodos.
    Hemos hecho el enjuague. Salimos a pasear
    por claras tierras. Acequias bien pavimentadas,
    antenas, porcelanas, dientes de acero.
    La brisa pasa sin trabas. No la infectan
    púas con mala savia de zarza.
    Hemos derribado los árboles espesos de hojas
    como balsas enlodadas. Los hilos
    que se extienden sobre nuestras cabezas
    los hemos anudado nosotros. Reseguimos
    el orden sencillo de ramas y retoños,
    y nos dan cobijo las sierras de una mantis,
    religiosa como nosotros, sin
    orgasmo. No mordisquea, no tritura,
    aéreas ruedas sueñan, lentas,
    y los cables susurran de dulce crepúsculo.


    LE GRAND SOIR

    No somniàvem cap tombant de l’any,
    ni confiàvem ja que la tardor
    final, oberta -
    ……………..I és avui. No ens menen
    les ratlles de la pedra i de l’asfalt.
    Mans que es descaragolen damunt l’herba
    com la fulla que ajeu el seu rovell.
    Les mans que ens feien mal. Ara les eines
    fugen dels dits, i cauen i s’enterren
    dins l’àvida bondat del llot. Les dones
    tremolen de genolls: han portat massa
    provisions menudes, per carrers
    que mai no duien sinó a casa, i dretes
    han vetllat cuites lentes i febroses
    com malalties de la mort. Un vent
    d’enllà de tanques i parets, els torna
    freds que tenien oblidats. Recorden
    com s’estarrufa el núvol baix de cendra
    dels olivers, i vénen amb nosaltres.
    Arriba encara un tren, quan la ciutat
    no té més esma per desfer-los a peces,
    i s’adorm com un cuc, flàccid i llarg.
    Ni cal que ens mirem. Seguim els nens.
    Mentre nosaltres érem pacients,
    ells han furgat sota el cos de la bèstia.
    Saben rieres, esvorancs, desguassos
    per on se’ns escolava el pus. Passem-hi.
    És un ofec darrer, i buidem el monstre.
    Passem-hi tots. Sortim a negra nit.
    Demà xisclarà el sol. De lluny, salvatges,
    veurem com es resseca el ventre immund.



    LE GRAND SOIR

    No soñábamos ningún final de año,
    ni confiábamos puesto que el otoño
    final, abierto -
    ……………..Y es hoy. No nos dirigen
    las líneas de la piedra y del asfalto.
    Manos que se desenroscan sobre la hierba
    como la hoja que echa su yema.
    Las manos que nos hacían daño. Ahora las herramientas
    huyen de los dedos, y caen y se entierran
    en la ávida bondad del lodo. Las mujeres
    agitan las rodillas: han traído demasiadas
    provisiones pequeñas, por calles
    que no llevaban sino a casa, y erguidas
    han velado cocidos lentos y febriles
    como enfermedades de la muerte. Un viento
    de más allá de vallas y paredes, les devuelve
    fríos que tenían olvidados. Recuerdan
    como se hincha la nube baja de ceniza
    de los olivos, y vienen con nosotros.
    Aún llega un tren, cuando a la ciudad
    no le quedan fuerzas para deshacerlo a piezas,
    y se duerme como un gusano, flácido y largo.
    Ni siquiera hace falta que los miremos. Seguimos a los niños.
    Mientras nosotros éramos pacientes,
    ellos han hurgado bajo el cuerpo de la bestia.
    Conocen rieras, agujeros, desagües
    por donde se nos derramaba el pus. Pasemos.
    Es un último ahogo, y vaciamos el monstruo.
    Pasemos todos. Salimos a la negra noche.
    Mañana chillará el sol. De lejos, salvajes,
    veremos como se reseca el vientre inmundo.


    GUINEU

    El lloc? Un solar,
    campament de frontera:
    davant l’arbre, s’exposen
    vergonyes de pedres
    aplanades, brutes
    d’olis i frec de robes.
    ….El teu posat? De vell,
    d’atònit, de plantat
    en un dia que es mor.
    ....El color del crepuscle?
    Roig pudent de guineu.
    ….Què faràs? Tornar-te’n
    on saps que et rebran
    les cases i les dones.



    ZORRO

    ¿El sitio? Un solar,
    campamento de frontera:
    frente al árbol, se exponen
    vergüenzas de piedras
    aplanadas, sucias
    de aceite y el roce de ropas.
    ….¿Tu ademán? De viejo,
    de atónito, de parado
    en un día que se muere.
    ....¿El color del crepúsculo?
    Rojo maloliente de zorro.
    ….¿Qué harás? Volver
    donde sabes te recibirán
    las casas y las mujeres.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 12:57

    .


    3


    POEMA INACABAT

    Aquell que va emprenyar el talòs
    Garcés i el Teixidor renyoc
    quan va fer els seus primers poemes,
    veureu que hi torna sense esmena.
    ….Vull contar un conte impertinent,
    però el deixaré per després
    i aniré allargant el meu pròleg.
    L’ompliré de gent i de coses
    i d’afectes. Diré que sóc
    a Cadaqués, en ple melós
    i endormiscat mes de setembre
    (quan les hiperbòries fembres
    van mancant) del seixanta-u
    amb vent de mar sense recurs
    (només que aquesta matinada
    sembla que es gira tramuntana
    i em fa por el fred que passarem,
    per bé que l’aire serà net
    i neta l’aigua: m’acontenta
    més quan és bruta i ben calenta).
    ….El dedicar vindrà primer.
    A tu, Helena, que m’has fet
    conèixer Cristià que imito
    (només que jo del tot no rimo),
    dona novella, que has marxat
    amb la faldilla de tergal
    i el jersei verd, a examinar-te
    del Cristià de qui parlàvem
    precisament, tan vivament
    i els seus mots i els seus arguments
    (oh Déu, com ell renegaria
    si sabés que d’Erec i Enida
    us n’hauríeu d’examinar)
    te’ls aplicaves a cantar
    (un triomf de gall t’encenia)
    la passió amb què descobries
    que les coses que tu has volgut
    i que algunes que has obtingut
    són velles com les velles faules
    i molt més velles que els exàmens:
    a tu, Helena, que ara aprens
    a viure (digues, em permets
    que vingui a classe amb tu, i m’assegui
    al teu costat, fins que me’n treguin?),
    que llesta d’exàmens, demà
    a la una, veurem baixar
    de l’autobús, a tu, Helena,
    vull oferir-te aquest poema.
    ….A mi no em faria  cap por
    que fos pedregós i reblós,
    però com que és teu, i tu fina,
    li daré passades de llima,
    miraré que el mot i que el vers
    no se’m pensin que tenen drets
    a una vida d’exuberància
    lluny de la meva vigilància.
    Serà el meu tema, justament,
    el dret a fer-se independent,
    però serà el dret de les filles
    que jo no tinc. Les meves rimes
    vull que obeeixin sense embuts.
    Quan tingui els mots fermats ben curt
    m’atorgaré tota permesa,
    patriarca que s’hi rabeja.
    Seré digressiu i cursiu,
    anacolútic i al.lusiu.
    Faré llistes de bones coses
    i de dolentes, noms de noies:
    per exemple la Maribel
    que enguany ens ha lluit promès
    i deu tenir gust de llimona.
    Jo m’entenc, i aquesta és la forma
    com tinc decidit de seguir.
    Potser el sol fi d’això que escric
    és el meu propòsit de plagi.
    Vull que d’un cop tots es refacin
    que copio els medievals.
    Sempre ho he fet i declarat
    i sempre he vist que no s’ho creien.
    Ingenus que són. Els poetes,
    ben cert que som uns mentiders
    però abans i encara més
    cert és que som uns egoistes.
    Compte que no direm mentides
    de nosaltres. La veritat
    ens sembla més interessant
    perquè ens porta nosaltres dintre.
    Sóc poeta medievista,
    deixem-ho doncs per afirmat,
    i deixa’m ara saludar
    els lleials a l’edat mitjana
    que no somnien cavalcades
    ni alicorns ni sarraïns.
    De cavallers, mai no n’he vist.
    ….Si bé la seva edat mitjana
    tirant a moréasiana,
    no me la crec, Josep Carner
    que tots nosaltres ens ha fet
    i és a Brussel.les grisa d’aigua,
    reclama el meu primer homenatge.
    ….Tu amb qui parlàvem d’Ausiàs
    i recordàvem “la canal
    de Flandes”, Rosa Leveroni,
    quan uns nòrdics que Déu confongui
    anaven per embarrancar
    i ens ho miràvem consternats
    de la terrassa del Marítim,
    Rosa, no em fallis, i no oblidis
    que tu em deus i jo et dec un vers
    i que tant tu com jo els devem
    a la Roser, que la risible
    posta de sol de l’altre dia
    no convé que caigui en l’oblit
    ans que el seu fet li sigui dit.
    Rèiem tots tres i ens astoràvem
    d’aquell sanguinós melodrama
    ofert al teatre de dalt
    del camí vell de Port Lligat.
    Recordes com el sol rodava,
    baldufa negra, i s’espantava
    de caure darrera el Pení?
    Com si fos res tan decisiu
    que un vespre mori, el poca-solta
    que per tornar té la seva hora -
    No segueixo, ho va dir Catul,
    i la natura en fa un abús
    (que ens coneix impressionables)
    quan ens dóna aquests espectacles.
    Sabem venjar-nos amb els mots.
    Aquí en tens una versió,
    però te n’enviaré una altra
    amb més metàfora i menys dansa.
    ….Vós, mestre Foix, Josep Vicenç
    de qui em separa el Cap de Creus
    (puix que sou al Port de la Selva)
    comptant per mar (així faig veure
    que jo també em dic mariner),
    vós que trobeu per aquells quers
    pedres tarades d’or oníric,
    i vós que heu fet català el líric
    vers de Bernat de Ventadorn,
    us exposo aquest vers fosc
    on arribo, jo que les notes
    altes, les don com les granotes.
    Tampoc enguany no hauré vingut,
    tal com teníem convingut,
    a seguir-vos pel país lític.
    Em va sobtar un còlic nefrític
    (pedra també, dins el ronyó)
    i em va retòrcer mig agost.
    Si bé la pedra era petita
    i em va revelar la morfina
    (val força la pena: fa lluny
    el món, i li treu la ferum),
    no li agraeixo l’estrebada.
    Per cert, va dir el doctor Boada,
    que és el metge vostre i el meu,
    que a un temperament com el meu
    li feia por de receptar-li
    morfina, que no guanyés l’hàbit.
    Em va semblar ben curiós
    el nosce te ipsum forçós:
    vull dir que vaig saber com pensen
    els metges, de qui fa poemes.
    ….I a Jaime Gil, que si fa ús
    d’edat mitjana, no en fa abús,
    però te sextina i albada,
    i a Lluis que l’acompanyava
    quan van venir a Cadaqués
    ja fa deu dies amb escreix,
    i em van portar una cantimplora
    (dic ampolla) d’alcohol de Scotland,
    ara els recordo aquell passeig
    en una tarda de mareig
    quan, més enllà de S’Arenella,
    vam anar a explorar les trinxeres
    que són obra dels enxufats
    de la guerra de fa vint anys,
    i obra instructiva: les trinxeres
    que mostren com es perden guerres
    (he volgut assonantar guerx
    per mostrar com s’esguerra un vers).
    Helena, enxufat significa
    aquell que d’anar al front s’esquiva
    sense amagar-se: diplomat
    i amb mapa i prismàtics armat,
    vigila costes, veu espies,
    denuncia i clava pallisses.
    ….Com que no sóc desagraït,
    de cor saludo els erudits
    i els seus estris, els films, la làmpara
    de quars, amb les antigues làmpares
    on es cremen ulls diligents
    que abans que els meus corren el text
    per mi frisós d’arbres i d’homes,
    el mig llegeixen, mig anoten,
    i me’l passen molt puntuat
    i tot amarat d’aparat.
    Gràcies, doncs, Pere Bohigas,
    pel teu Ausiàs (una mina
    d’hores de llapis i silló
    penetrant la teva lliçó),
    Pere amb qui espero dues albes
    (i amb la Mercè) cada any sens falta:
    la de Sant Pere i de Cap d’Any.
    No fallarem tampoc enguany.
    I com que tinc molta ignorància
    i em cal freqüent auxili, gràcies,
    Antoni Comas que de nits
    véns al Carioca on bec gin
    esmolat, i prens taronjada
    i la blancor em treus desclovada
    d’un vers clos on se m’han romput
    les dents (després somrius confús
    que la nou sigui tan mollassa).
    Gràcies doncs a tots els altres,
    Massó-Torrents, Serra-Baldó,
    Riquer i els Rubió, tots dos,
    i els editors de bona jeia,
    Champion i Casacuberta.
    I a Halle, on hi ha bons teutons,
    i a les cases amb lexicons
    que fullejo entre dues copes
    o bé entre el martini i la sopa:
    la teva, Eduard Valentí,
    ja ho saps, i tu, Joan Petit.
    ….I ara mirem d’anar per feina.
    De cavallers, abans ho deia,
    no n’he vist mai. Per altra part,
    aquests que troten per semblar
    que ho són,  els trobo tan abjectes
    que no en tallaria una llesca.
    Val més provar de mirar just
    i reconèixer el que jo puc.
    Si volgués fer com William Morris
    se n’aniria tot en orris.
    Ell embarcava el rei Artur
    i Ginevra i Excalibur,
    i ho salvava a cop d’erotisme,
    de sentiment i de sadisme.
    ….Però jo que estic encongit,
    que he passat Freud, i em veig venir
    quan m’exalta una llum agònica
    de vehemència catòlica
    (en el sentit universal:
    poc que apunto al bisbe romà):
    vull un heroi sense aureola
    que no em comprometi a febroles.
    Prou comèdia. Parlant clar,
    me’l tinc triat de molt abans
    de començar a arrenglerar versos.
    No és pas ara que m’hi penso.
    Serà un heroi ben del meu temps,
    un temps que ja se m’ha fet vell.
    Helena, t’ho dic amb tristesa.
    Ja torno a mentir, per peresa
    mental. No estic trist quan escric,
    sinó que ric, i l’envellir
    no m’ha donat encara el trauma
    que, pel que es veu, a tots ens guarda.
    Cert que el cos perd el seu encant,
    però a mi el que m’ha encantat
    sempre han estat els altres cossos
    i no em veig més la carn que els ossos.
    Et dic serè que els meus vint anys
    van ser en els anys quaranta-tants
    i que el meu temps és la post-guerra.
    Que et fessis vella tu, Helena,
    sí que em faria escopir sang.
    No vull recordar que una sang
    jove, va omplir un dia la dona.
    que avui he vist netejar anxoves
    eixancarrada a un carreró
    i m’ha calgut vetllar que no
    li trepitgés tripa de cames.
    Prou de color Villon. Espanya
    s’aixecava al meu temps de fam,
    és a dir, reptava com mai.
    S’aturaven trens com erugues
    a ple camp, si un bastó les furga,
    i mig país anava en tren
    que feien l’ofici pels vàters),
    portant macutos, a la capta
    d’alguna mica més de greix
    que el que havien deixat al tren.
    Tothom guardava encara una arma
    i no sabia si entregar-la
    o bé enterrar-la. No cal dir
    que fa molt temps que s’han podrit
    les enterrades, i comptar-les
    (fins i tot si se’n recordaven
    aquells que s’hi van decidir)
    fóra acadèmic i avorrit.
    No et creguis que faig poesia
    d’al.legoria, que ara en diuen
    realisme, i és afligent.
    Dic armes que van ser d’acer
    mal aliat. S’han fet terrossos
    tan friables com els vells ossos,
    i no voldria pas que tu
    ni que ningú jove com tu
    te m’abaltissis de llegir-me.
    Jo, com tot altre pixa-tinta,
    vull subornar a la joventut
    però desdenyo aquest recurs.
    D’aquells pollosos anys quarantes
    no te’n diré res més per ara.
    Ja hi posarà tocs de color
    el curs de la narració.
    L’atmòsfera de la desena
    te la dóna molt bé el poema
    primer d’On he deixat les claus:
    el superrealisme, usat
    amb talent, és més realista
    que el realisme academista.
    Adona’t però que has nascut
    al més espès d’aquell embús
    d’on encara et pugen bombolles.
    Prou entens que és de segon ordre
    la part de vida que el país
    o qualsevol lloc col.lectiu
    pot masegar i fer ofenosa.
    Imitaràs, si no ets tonta,
    de Nínive, els petits infants
    que no es distingien les mans
    dreta i esquerra. Qui s’excita
    polític, acaba que xiva
    o bé xucla com un embut
    o fa orellut carnetut.
    Quan se t’acosti un lúbric d’ànimes
    (ja m’entens) no li diguis gràcies
    si et grapeja la teva. Fuig,
    que s’ajaci en el seu rebuig,
    i el vici que voldria fàcil,
    que se li torni solitari.
    Prou et deurà, si va aprenent
    que és art llarga fer-se decent
    i decent vol dir solitari,
    lluny de strip-tease fraternitaris.
    A la vida autèntica, doncs,
    ningú, ni els teus pares ni jo,
    no li deixàvem agafar-se
    els dits a gaires engranatges
    del nostre país post-guerrer,
    però ens esquitxàvem de fems.
    Jo, que tenia el seny a dida,
    t’he confessat que em convencia
    allò del nou ordre europeu
    i que vaig llançar marrameus
    quan el Reich va ensenyar la panxa.
    Anava servint a Barbastre,
    i un coronel de cap més fluix
    que el meu, i jo, fets un garbuix,
    van poder plorar la gran trompa
    per la rendició teutona.
    Vam barrejar vòmits al sol
    i et dic que l’únic que no em dol
    és d’haver vomitat. Tu jutja,
    i no t’empesquis que ara em pugen
    de gaire més llestos que jo.
    ….Però tornem al meu heroi.
    Era un xicot dels que ara marquen
    amb blue-jeans i botes de bàsquet
    i aleshores un altre blau
    cobria. Hi havia molts gats
    que esperaven que es confondrien
    dins la penombra d’aquells dies
    sota un sol blau: despistadors
    tinyats. Però els destriadors
    catalogaven i avalaven
    i veus que les granotes blaves
    no van donar el blau preferit.
    El meu heroi, som-hi per fi,
    era el que ara diuen lampista
    i que jo en deia electricista.
    Fill d’una raça de soferts
    de sofriment encara fresc,
    era un dels que s’exposaven:
    no fos dit que l’altra girada
    de truita (la imminent!) vingués
    immerescuda. L’innocent!
    Una mala causa l’havia
    fet enganxar amb la policia:
    es va apuntar per repartir
    les fulles de la BBC.
    Un obrer jove va ser màrtir
    per difondre un discurs de Churchill
    (oh santa Vaga General,
    incorporada al santoral
    com a màrtir de Churchill!: ara
    fem l’hagiografia abstracta)
    mentre el podrit Sir Samuel
    saludava palmell al cel
    (el zel diplomàtic, ve dia
    que renuncia tota mida).
    No era pas nou d’aquell temps
    ni ho canvien els de després,
    que l’orient del viure ens rodi amb
    la plataforma giratòria
    dels casos: alles, was der Fall
    ist
    , és el món, diu Wittgenstein.
    Els casuals que som els homes
    potser rodàvem aleshores
    tanmateix molt centrifugats:
    la placa endurida d’atacs,
    partíem fuents, i ens rebrien
    quines inesperades vies?
    La més morta, la més veloç,
    o la més batuda pels focs.
    Ell va tirar per una via
    sotragada. La seva fitxa
    de l’arxiu del perill segur
    el feia tremolar d’orgull.
    Jo hi vaig parlar alguna vegada
    al fosc (anís i fum) d’un antre
    on matàvem nit als muntets.
    Ell no  jugava. Ben despert,
    havia hagut de prohibir-se
    els prohibits que ens permetíem.
    ….No voldria que un malentès
    se t’aixequés des del meu vers.
    Se t’aixequés a tu, Helena,
    i als catorze amics que em llegeixen.
    La majoria de lectors,
    de malentesos, els fan tots:
    abans de posar-s’hi, els possibles,
    i quan llegeixen, d’impossibles.
    Joan Maragall va fer un vers
    (dels millors seus) on el burgès
    sagna burlat amb ferotgia
    perquè, ressuat insensible,
    s’embadoca amb ull de lluç mort
    sense mesurar com té prop
    la “tempestat llunyana” (termes
    que volen dir revolta obrera),
    i vet aquí que Puigcerdà,
    que és el poble on Maragall
    burxava, ha posat una làpida,
    hi ha fet gravar la seva infàmia,
    i remena tot cua-dret.
    I que no em diguin que és perquè
    el burgès ha guanyat la lluita
    i ara se sap del tot impune.
    Ruqueria: que el bramador
    (ruqueria) encara té por.
    ….Que malentenguin doncs com vulguin
    però no convé que et figuris
    que els quarantes vam oblidar
    de ser feliços per instants,
    com ho som ara, i com ho hem d’ésser
    (no cal que toquis fusta) sempre.
    La gran roca de sofriment
    que a tots ens fa de fonament
    la vela sempre una lleu sorra
    d’afeccions felices. Molta
    no ho és mai, però els remolins
    els aixeca l’aire més fi.
    Aquesta menuda frisança
    ens pot donar una confiança
    que quan ens arribi el moment
    dels novissima verba greus
    no ens caldrà dir-los idiotes
    (car ser intel.ligent ens denota
    un vigor de felicitat:
    el sofriment és deixatat).
    Mirarem de no convertir-nos,
    de ser lleials, i no mentir-nos
    que ens havíem dut enganyats
    quan ens guiava aquest tenaç
    propòsit d’anar passant dies
    i empenyent anys, que és tota vida
    (així com veus que passo els mots
    i empenyo les frases, que és tot
    l’ofici d’escriure amb sonsònia).
    Si volgués donar un gust de glòria
    a aquella meva joventut
    que pels quarantes s’ha perdut,
    mentiria però, que al jove,
    justament el que no li sobra
    és la traça a fer-se feliç.
    Voldria creure això que em diu
    el teu temps, que s’han trobat vies
    d’estalviar al jove agonies
    de dubtes i remordiments,
    però el dubte em va renaixent
    quan veig que el noi té encara flàccida
    la mà nocturna, i sento l’àcida
    cremor de la noia que riu.
    Ara m’he fet un embolic
    d’uns quants anys, que aquestes imatges
    són d’adolescents, i al quarantes
    jo ja no n’era, feliçment.
    La confusió me l’entenc
    perquè jo sé, i t’ho anuncio,
    que els herois d’allò que confio
    contar-te, són adolescents
    o molt poqueta cosa més.
    Les hores joves i felices
    que em nodreixen l’instint de vida,
    quines són? Vaig estudiar
    la teoria de Galois,
    i en una tarda de setembre,
    de llum que es rebolcava lenta
    pel sorral on s’ajeu Salou
    (que és tan diferent d’aquest clos
    Cadaqués: abstracta i estesa,
    una ratlla de costa oberta),
    vaig pentinar i refer els moneyets
    amb què la Maria Bonet
    ens amagava les orelles
    (ja ho he posat en un poema).
    I no puc ara preferir
    cap d’aquells ordres de destí
    que aleshores se m’arrelaven.
    Somniava a suïcidar-me
    (tancat al ventre de la nit
    calenta, o en el fred matí)
    però per sota treballava
    un quest sinuós, i em portava
    vers aquí, vers ara i vers tu,
    i vers aquest vers que recull
    (si bé se’n va com les cistelles
    de les Danaides) una vella
    experiència: que els anys,
    com el vi, guanyen amb els anys
    (fins que s’esbraven), i que el jove
    és pobre perquè no té forma
    d’embadalir-se amb un passat
    i donar el món per perdonat:
    minyona inútil, despedim la
    vida, però sense ferir-la.
    No tot és embadaliment,
    perquè els que som intel.ligents
    tenim fort el plaer d’entendre
    i és el passat que ens dóna tema.
    Oh els poetes principiants,
    aquests anyellets de vint anys!
    Potser convé que una altra guerra
    els porti temes pels poemes
    que sabran fer passats vint anys.
    També hi ha motius actuals
    pels que no som massa perversos
    i vivim al dia. Faig versos
    dient la meva joventut,
    però veus que et parlen a tu,
    que un vers que no sap a qui parla
    sembla aquell que de cap es llança
    a una piscina que han buidat
    o que invoca l’eternitat.
    ….Vejam si encarrilo la història
    que et vull contar, i que la memòria
    (de la invenció, no em faig ús)
    em proposa feta per tu.
    No sé quin nus subtil us lliga,
    tu i el meu temps i aquelles vides
    que un dia es van esbatanar
    prop meu. Sempre l’imaginar
    neix així: de sobte se’ns qualla
    un pacte d’ombres separades.
    No em costa de veure que el nus
    és un garbuix de joventuts:
    la que em recordo i no m’enyoro,
    la que en tu miro, i les que et conto
    i que són les que conec menys.
    Qui conta, no sempre promet
    de donar res millor que un dubte.
    Jo no corro fires amb mules
    per carregar de certituds:
    si un dia en tinc, hauré perdut
    llibertat de renunciar-hi
    i és a ser lliure que em vull hàbil.
    (Si vols marxants de certituds,
    et diré noms: en sé més d’un.)
    Veus, el conte em toca d’escriure
    i, per on començar? Sóc lliure,
    car buridanesc m’he trobat
    (asinari de Buridan
    caldria potser dir: la meva
    estació, amb ben poques treves
    de decisió. Els meus instants
    són reversibles com els guants.
    ...Revertirem aquell principi
    que t’he donat. Prego que oblidis
    l’heroi per ara. Et parlaré,
    no de l’heroïna ben bé,
    però de la seva família.
    Hi ha un bon motiu, no em tinguis tírria
    per tants viratges. Ara entrem
    a l’escenari de la res.
    Oh, m’avorreix tant de descriure
    els llocs on no voldria viure
    que no et parlaré d’aquell pis.
    Hi fressejaven els matins
    molts germans i moltes germanes
    i també una mare i un pare,
    i la qüestió subsegüent
    que els desficiava tots ells
    era de trobar com fugir-ne.
    D’algun recurs eren les misses,
    oh però, oh, com m’avorreix
    un agrumollament espès
    de família tota carca!
    No voldria pas despullar-ne
    ni un, de tota aquella gent.
    El mal és que són bona gent
    i a menysprear-los no m’arrisco,
    ni hi guanyaria res. Si els privo
    de consistència moral,
    com podria després muntar
    un conte sobre el que sofrien?
    Ben cert és que sempre sofrien
    i no pas com sofreixo jo
    l’endemà d’un excés d’alcohol,
    quan un pensament em consola:
    he consumit més que no em prova
    i el consum (si arriba a l’abús,
    què hi farem) és un bon costum.
    Ells, de bon tros, no consumien
    el que els provava. S’empobrien,
    que és la vocació fatal,
    a Catalunya, del rural.
    Per molt que hagi anat agreujant-se,
    bé ho vèiem a trenc dels quarantes,
    quan era negre tot mercat
    i ells mig gosaven vanejar
    que sota negrors tirarien
    sempre, si mai no se’n sortien.
    Va arribar l’any quaranta-cinc
    i els van retirar tot permís
    per delirar que les riqueses
    són, d’entre cartes de pobreses,
    les cartes d’amunt del castell.
    Terratinents incompetents,
    una restricció de crèdits
    els ha guardat d’extrems temperis
    durant quinze anys, i els ha fet por
    (sents què diuen?) d’inflació.
    Aquí me’ls tens. Que els personatges
    me’ls aconilli aquesta classe,
    em sap greu, però què hi puc fer?
    I encara em sap un altre greu
    que vinguin junt amb mi del poble
    on es va embolicar la troca
    del fil que sóc. Vaig estrebant
    (com arrancar una crosta abans
    de temps, pervers): el fil estiro
    per descobrir fins on arribo.
    No gens lluny. De tradicions,
    d’enginys o plaers o vigors,
    el meu poble no en dóna gaires.
    Però saber que tant poc valen
    no és poc. Reus, on he nascut,
    es delata com cas agut
    d’ineficàcia econòmica.
    Qui no sempre papa falòrnies
    no pot deixar de descobrir
    com a menys tot se’n va venint,
    i així, Reus és un poble cínic.
    Tenint-lo lluny, el dic magnífic.
    Tots hi viuen molt barrejats,
    sense parets ni dignitats,
    ni els cal espiar ni esmunyir-se
    per saber on para i on tira
    cada casa, que el desesper
    els és comú, perquè tots ells
    van ser fundats en un cert règim
    que ara agonitza, en el decenni
    penúltim del segle passat,
    per francesos i avantpassats.
    Ja fa temps que el francès és fora
    i s’ha anat afluixant  la molla
    dels llinatges. Han adoptat
    política de gos flotant.
    Partits per l’avellana turca,
    pel vi xilè i  per l’andalusa
    oliva, s’han arruïnat.
    I quant al vi del Priorat
    (o Tarragona: l’optimista
    denominació d’origen),
    és, com sempre, vi de pagès
    destinat a l’ús de l’anglès
    (baix welfare) que del Port es priva.
    Del vi de pagès diu el mite
    que tan bo és. No en facis cas:
    és vi no del tot fermentat,
    que guarda dolç, com les idees
    dels nostres polítics d’esquerra.
    Tothom que el carro va empenyent
    preveu el pedregal darrer,
    i el meu poble (t’ho deia un dia)
    l’única idea constructiva
    que ha tingut d’ençà que visc jo
    és de posar-se a covar ous.
    Gràcies, sí, també els meus versos.
    Aquest és teu, poc que ho esmeno
    (ni podria: com més anem
    més s’inflecta per tu la veu),
    però et diré que la passada
    tirada, m’ha vingut girant-se
    a Josep Pla que és a Llofriu.
    No ens coneixem, però m’escriu,
    amable, quan rep els meus llibres,
    i al llarg dels anys, són els seus llibres
    que m’han ensenyat a mirar
    la gent del país català.
    Tu reies de veure, aquell dia,
    com jo m’embarbussava d’ira
    per tractar de pobres els rics
    que suren pel nostre país.
    Veuràs, no em puc pagar manies
    ni dèries distributives.
    A mi que no sóc productiu
    m’interessa que ells siguin rics.
    Bon paràsit, tinc consciència
    que si no em creix grassa la bèstia
    cap mirall no em veurà engreixar.
    I també ho ha dit Josep Pla.
    ….Tants versos he fet mossegar-se
    (cua de l’un, boca de l’altre)
    que som a l’octubre, i ahir
    de matinada vas fugir
    per molts mesos a Barcelona.
    Un altre estiu que s’arracona.
    Jo m’he quedat uns dies més.
    Tant de bo que no ho hagués fet:
    tinc  sobre la tramuntana.
    Faig el mort, barrada la casa,
    però el gossot danés immens
    no es distreu. Li sento l’alè
    al clatell, m’esquitxa de bava
    i les potes van rebolcant-me.
    Exagero, i no em prova gens,
    que de gossos a Cadaqués,
    bé prou que n’hi ha, sense que un sòpit
    se n’empesqui de metafòrics.
    Exagero, i és perquè el vent
    fa figura de violent:
    m’és innata la covardia
    d’obra, i sols penso valenties
    de pensament. La veritat
    és que hi ha racons encalmats.
    M’he estat guaitant la badia,
    de les escales a la Riba
    per on baixaves en sortir
    de casa, fa tan poc. He vist
    una xarxa tota frisosa
    interferida, que són moltes
    les embocadures del vent
    i cadascuna fa el seu feix
    de sécs, i es modifiquen, vàries
    com les intencions d’una ànima.
    Per tot refrec d’un braç de vent
    o el dors d’una mà, hi ha un gran peix
    que vibra d’escates d’esquena
    i la freda sang sembla encesa.
    Veus, tot això ve d’assumir
    que la natura està per mi
    i em vol de pescador d’imatges,
    antropomòrfica xarxada.
    No però del tot convençut:
    millor voldria parlar amb tu.
    Faig el que puc, i a la badia
    només jo hi pesco: de turistes
    no  en queden, i els de Cadaqués
    cal que reposin amb excés.
    Moratòries de presències,
    com és la meva, d’indulgència
    no n’obtenen, ni són bons ulls
    els que em veuen fila d’absurd.
    Catorze dies que faig versos
    i en tinc més de set-cents d’estesos.
    Bona marca, però aquest
    teu poema de Cadaqués
    serà en gran part de Barcelona,
    la ciutat que té tant de bona
    com l’assonant que sona fals.
    Tu i jo que no mengem alfals
    procurarem no escoltar gaire
    de què s’hi queixen, i les cares
    d’ansiosos, què vols que en fem?
    Espero que no perds el temps
    i et poses la cultura al dia:
    que et retrobaré nou-vestida.
    ….I avui (dimarts tres) he rebut
    carta teva. Com que no puc
    fer que un moment sigui més baixa
    aquesta muda veu rimada
    i me l’escolten alguns més,
    no et respondré. A Cadaqués
    (el trauma de la tramuntana
    m’havia embrossat la mirada),
    els turistes, no tots s’han fos.
    Miro l’anglesa (oh, si fos
    russa -) del Joan de la Bola
    (- que bé per l’octosíl.lab!). Posa
    els peus a una cadira, junt
    /vols omplir tu aquest vers buit?/
    amb els de la gavatxa nua
    (de peus només) que mai no es muda
    (recordes?) aquell pantalon
    vermell, de veres menstruós.
    De turistes no n’han fet gaire
    les dues noietes, fins ara,
    si volem creure’n el que diu
    la mala llengua de l’estiu.
    Per fi que no tenim burgesos
    (ni tramuntanencs ni maresos),
    ens ajaurem tots on ens plau,
    la de la rosa i la del gall
    i jo i el Joan de la Bola.
    L’amant de coeur que és fill del poble,
    les cortesanes en repòs
    i jo, poeta que fa un bol:
    tenim poble felicitari.
    No dubtes que en sóc partidari.
    En aquests dies que també
    són mig feliç, el pensament
    que el Joan de la Bola hi tira,
    de millor cor m’ajuda a riure.
    “Fecund, però no sap rentar
    de la placenta personal
    l’obra”, diu el crític manobre.
    Me l’escolto com qui sent ploure.
    ….Carquinyolis vaig endrapant
    a La Mallorquina comprats
    (d’aquells que tu vas ensenyar-me
    que m’agradessin) i m’alarma
    que no sé reprendre el meu fil.
    Ah, sí. Poc que té res de fi.
    Només cal dir que la misèria
    material, va fent misèria
    moral, i que la meva gent,
    infectats tots d’empobriment
    (pel burgès, no hi ha malaltia
    més greu, i de llarga agonia),
    fan un llatzeret supurant:
    soferts, abnegats i covards.
    Dues virtuts, doncs, per un vici,
    però són virtuts de martiri
    i el vici cova crueltat.
    Si algú s’anava defensant
    eren els homes de la casa:
    tenien hores fora. El pare
    no podia pas treballar:
    uns quants dies per vigilar
    la collita, i uns quants pels comptes,
    li deixaven molt d’any de sobres.
    Prou va provar d’arrodonir
    les entrades. Va pensar fins
    de nits. De lluny, va cursar ordres,
    els cursos se li van confondre,
    i mesos tard, es va aclarir
    que s’havia enganxat els dits.
    Quiet per fi (l’ull de les dones
    a sobre), matava les hores
    tanmateix fora de la llar:
    casino, cafè, sindicat
    (vull dir Institut de Sant Isidre).
    Que el vigilessin, ell sabia
    com era inútil; de dines
    ja no en tenia de sobrers.
    No crec que arribés a comprendre
    que mai no en va tenir: la terra
    li sedejava una saó
    d’invenció d’inversió.
    Ell que dels guanys en deia estalvis,
    tenia l’esma o el desvari
    d’ajudar fugues i transports
    del diner lluny del seu terròs.
    No ve a tomb. Quan jo l’agafo
    ja no hi havia lloc a càlculs.
    Tenia fills, carn de l’instint
    que el seu diner havia absorbit:
    calaven foc fugint la crema
    i estudiaven tots carrera.
    Tots ells diner desinvertit,
    desamortitzat i evadit.
    Nou mesos l’any, si bé prenien
    pocs banys i poques calories,
    no inspiraven aire de llar.
    Eren tots bons estudiants,
    estimulats per la por blava
    de no ser-hi a temps. Els mascles
    els teníem doncs agullats
    o bé terminalment garats.
    ….Tota estació de triatge
    vol vies mortes. Per la casa
    s’allargava el branc femení,
    sense esporgada ni cultiu.
    Esporgada? Pornografia.
    Cultiu? Qui s’hi comprometria
    ans de saber el gust dels marits:
    no lliguem de mans el destí.
    He conegut un cert possible
    marit. Només el repel.lia
    (no es tracta de gustos: el mot
    el dóna la precaució)
    en una euga de qui mirava
    les dents, amb vistes a honorar-la
    muntant-la, que per mala sort
    fos filla única. El conhort
    d’un heretatge no pagava
    de trobar-la individuada.
    En les dones, la quantitat
    garanteix la uniformitat
    o la neutralitat interna.
    La botella l’encetem plena.
    Una dona, l’ús l’ha d’omplir,
    El cos, d’allò que seran fills,
    i l’enteniment, de decències
    que deslliuraran paciències.
    Resoltament quantitatiu,
    ho era el petit món femení
    del qual et conto. No em distreguis.
    Vull que l’heroïna coneguis
    i són tantes que les confonc.
    Ah, ja la veig. Iguals com són,
    per complicar, de l’una a l’altra
    es passen els vestits. Bé, i ara
    que l’heroïna vol entrar
    sembla que em toca d’agafar
    un to de ximpleria lírica.
    Però vull la faula verídica,
    i la noia, si no es retorç
    el fet, no era, de bon tros,
    tan maca com ets tu, Helena.
    Tenia un aire de mosqueta
    morta de fred i de tristor
    i un somriure com un llagost
    agafat entre dues pedres
    i que sap que les ha de prémer
    la força ferotge del nen.
    Em commou, però reconec
    que m’avenço. Entre les filles,
    l’únic per què se’m discrimina
    és l’acció del meu relat
    i encara no hi hem arribat.
    Ni la mateixa matriarca
    va distingir mai els caràcters.
    Les reconeixia pel torn
    domèstic d’obligacions
    que les veia exercir. Cridava
    els noms (declino de posar-ne),
    i li marcaven uns muntets
    d’accions passades, palets
    que no formaven ordre en sèries
    ni sistemes de coherència.
    Que un palet canviés de munt
    era accident força comú
    però inadvertit: la memòria
    tombarellejava. La història
    familiar, era (si puc
    mirar-la amb ulls de Collingwood)
    de scissors-and paste. Una pega
    encrostada i massa resseca.
    Dos fets, en tot aquell arxiu,
    romanen ben atribuïts,
    mai trasbalsats: el matrimoni
    de la tercera, i el desori
    que la segona va portar,
    la monja, quan va reclutar,
    perquè també en fos, la minyona.
    La veritat, no vull fer broma.
    Sostinc que no sóc jo el pervers,
    i exagero perquè ric verd.
    Més em valdrà que llisqui ràpid
    per aquell ordre casernari
    que veig que no em pot induir
    simpatia, i de subversiu
    als meus anys no se n’és amb gràcia.
    Acomunades en la màtria
    (de pàtries, no n’han entès
    ni el primer mot del primer vers:
    vull dir, ni tan sols l’aritmètica,
    vull dir, ni un bri d’intel.ligència),
    cada noia té el seu ombriu
    racó dolç, i un plat preferit
    que cuina el dia que li toca,
    i una animeta que reposa
    (l’ànima, aquest minúscul foc
    d’una cuca de llum: el cos).
    I si algun dia algun espasme
    convulsa un séc a alguna galta,
    no es pot pas dir que sigui un fet:
    s’oblida com els pensaments
    o les pel.lícules o  els somnis.
    De tant en tant esclaten odis
    i tremen veus. Pot ser tenaç
    la lluita, però no se sap
    gairebé res. Els homes deixen
    la casa, i és cridat el clergue.
    La mare sempre s’ha guiat
    per un principi ben trenat
    que el seu cervellet no destria:
    una temptació, tan viva
    que els mariques i els capellans
    no s’hi sabran resistir mai,
    és la de fer mal a una dona,
    i el clergue doncs és arma forta
    per les civils guerres fembrils.
    Si un dia el crides, bon profit,
    però a mi, eh, no me’n parlis,
    perquè els capellans em fan fàstic.
    No m’ho aprovo: que el país
    l’empesten fàstics repodrits
    per una por llarga. I entendre
    sé prou bé que és millor que témer,
    però que vols fer-hi? Som tots
    (que no em protesti el mot de Hobbes
    perquè, de pas, el crido a lleva)
    fills de l’espanyol i la seva
    muller de sempre, que és la por.
    De muralles contra la por,
    als possessius que som els homes
    només ens n’aixequen les coses.
    Com vols no veure’ns esverats,
    els que vivim tan desmoblats?
    Recordes el me estoy quedando
    tan pobre
    , d’Antonio Machado?
    Com li va fugint el sentit
    d’ell mateix, i del seu destí.
    A mi em fuig el d’aquest poema
    quan les persones em sofreixen.
    ….Me’n vaig demà de Cadaqués
    si avui m’arriben els diners.
    Un mes s’ha esmunyit: trenta dies
    fent ocells de paper de vida.
    Igual com quan vaig arribar,
    deixaré el poble amb vent de mar
    i mar de xaloc (que ja entrava
    per sota la tramuntanada).
    Ja tinc l’enteniment d’hivern.
    Com el d’avui, pesat de mel,
    no veuràs gaires sols. M’embafa,
    no em banyo, i una ratlla estranya
    (reconec l’arabesc en rosc
    del coll de Madame de Senonnes)
    em desdibuixa la badia.
    Vés a saber com, aquests dies
    recordo Ingres tot moment.
    La veritat, jo sé molt bé
    com se’n va fent, i jo vull dir-ho:
    llegeixo la Traumdeutung, miro
    dins meu, i veig Ingres lligat
    a les meves proclivitats.
    “Tornem-hi amb les procacitats”
    (reduplico l’apariat),
    dirà algun neci. No t’esveris,
    Heleneta, ni cal que esperis
    a ser grandeta. Mira bé
    les intencions dels ulls vells,
    i no em sabràs trobar cap home
    innocent com les bestioles
    que neden per l’inconscient:
    cap no treballa i cap no ment.
    Tothom, despert és quan fa pena:
    parla per no  sentir dentetes
    que li roseguen un mal os
    dalt a les golfes del record.
    ….S’entalpen rates per espessos
    pans de record: són els meus versos,
    sobretot ara que et vull dir
    (m’ofega l’olor de florit)
    com vaig ser jove entre unes noies
    com les que et conto, i com les noies
    que et conto, havien de sofrir
    entre els joves com jo he vist.
    Que em ganyotejarà el poema,
    altre cop, a la meva esquena,
    o voldrà que em vegi plorar,
    cocodrilot de quaranta anys?
    Les mans que rebreguen faldilles,
    les cares àvides que em miren
    de tants miralls mal argentats
    quan ara m’hi porto al davant,
    els colls aleshores que es giren
    per no veure-les – Se’m pentinen
    les deu mil bruixes d’un record
    esgarrifat de pluja i sol,
    i amb ull de burla, sense presses,
    diuen (ridícul jo!) que esperen
    el meu mot, mentre els insistents
    torns de les pintes marquen temps.



    TORNADA

    Perdó, Heleneta, perdó.
    No vindrà la conclusió,
    i aquest embolic de marrades
    no para enlloc. T’ho esperaves?
    Quatre mesos lluny de l’estiu,
    mesos que no m’has vist sortir
    de trascantó, butxaca plena
    de fulls que pretenen sorprendre
    una orelleta pacient.
    També un conte pot fer-se vell,
    com un home, abans d’atènyer
    el seu just nivell de creixença.
    Què en té la culpa? Cadaqués
    m’ha fugit sense dir-me adéu,
    i m’és cauteri una barreta
    de plata de self-pity fresca.
    Pobre de mi, que vaig plorant
    per les cantonades d’espant
    d’aquest poble de Barcelona!
    Puc dir amb orgull que en tinc molta,
    de traça per no treballar,
    però no tota la que em cal.
    Continuar el conte voldria
    o fer vida contemplativa.
    Totes les hores d’un matí
    agrairia els dons d’un pi:
    l’implant de la soca que es llança
    a l’abraçada de les branques,
    l’escorça externa com el seny,
    i les agulles, últim verd
    primet, com la meva enyorança
    d’una vida on no es treballa.
    Jo mig treballo, que vol dir
    que el conte no veurà fi.
    ….Quin greu que em sap, sobretot ara
    que el passatge que m’esperava
    s’hauria llançat, amb quin gust,
    a dir mal de la joventut
    en tota la seva part mascla.
    No et costa, oi, de figurar-te
    per quins motius la meva edat
    vol malparlar del seu passat?
    És el present d’aquests, dels joves
    que s’obren pas a cops de colze.
    Torço la boca, i no diré
    que sóc deixa de millor temps:
    no voldria ensenyar l’orella.
    Eludeixo l’atac directe,
    em faig astut, em faig sincer,
    m’amaro de remordiment,
    em descric com era de jove
    i tota la raó em socorre
    quan afirmo que per collir
    dins una fórmula el sentit
    d’una manera d’ésser jove
    i seguir les noies, que em torna
    fins a les dents com un regust,
    només em cal cridar el refús
    amb què tots els fets se’m rebel.len
    si els explico en termes d’afectes.
    Joves i noies fan amor
    (si bé no sempre fan l’amor):
    és la creença més difosa.
    Jo no ho sé veure. Amb les persones
    primeres de què puc fer ús,
    només construeixo el discurs
    del poder i dels seus desficis.
    Et proposo doncs el principi
    d’un poder que encara corromp
    més que l’absolut; és el tosc
    poder en ingrata creixença
    que talla camins per conèixer
    fins on el porta el seu trepig
    que marca la terra, i sentir
    cruixits de les branques trencades.
    Per què seguir? Veus on anava
    a vergonyar-me. Si avui
    figuro una noia que surt
    a un carrer del temps del meu conte
    per trobar-se amb mi que sóc jove,
    potser l’hauré de retornar
    fins a la porta de la llar
    i miraré com se li tanca,
    confiant que una mica empara
    aquell poder que la reprèn,
    si bé somniar que un poder
    empara, m’eriça de punxes
    (igual dels pares) de mals dubtes.
    ….Bé, ja comprens quin noi vull dir.
    Callat, va fent treballar els dits,
    i ni tan sols d’ungles es llima
    per no esgarrinxar una vagina.
    Té ben ficat dins el seu cap
    que una noia no pot triar:
    la que no té fitxa de verge
    és per tots, o bé es fa la bleda.
    Com és ara la lluna: puix
    que els russos li han vist el cul,
    no té raó si no ens l’ensenya:
    tots fruirem de l’estrena.
    ….Bé, ja comprens que jo comprenc
    que d’aquest noi bestiolet,
    tu que ets una mica més llesta
    que aquelles pobres noies meves
    procures mantenir-te’n lluny
    (si bé no estic del tot segur
    que sota d’alguna disfressa
    no et rodi a frec, i dispensa).
    El que vull que comprenguis més
    és que les noies del meu temps
    real, eren també més llestes,
    i aquelles noies que dic meves
    ja són una mica més tard.
    Oh, ben pocs anys els va costar
    (abolit l’infern i el seu sofre)
    de fer que es piqués el vi jove
    i se’l begués un mal sorral.
    Les noies amb qui vaig anar
    per passar els comptes de la guerra
    sabien riure’s de qui vetlla
    els morts eterns d’aquest país,
    pitjors que un mort que surt de viu.
    Sota una guerra que entra dintre,
    la gent aprèn a fer-se lliure
    i escopir davant un festí
    ofert amb rodes de molí.
    Els anys primers de la post-guerra
    no van portar cap pressa a perdre
    la llibertat (que no toqués
    l’ordre sagrat dels pistolers:
    quedava molt de camp per córrer).
    Les noies que més em socorren
    un enyor pueril, van dir
    la seva un temps, fins que el país
    se’ns va cobrir del tot de negre
    quan jo tirava d’escopeta
    per les muntanyes d’Aragó,
    sotmès a la conscripció.
    Va ser per l’any quaranta-quatre.
    M’hauries de haver vist la cara
    de parat, de quan vaig tornar
    i els vaig trobar ben ofegats.
    Havien desaprès de viure,
    i Tristany, que mai no va riure,
    hi hauria perdut el renom.
    Ara que arrenca el desglaç nou,
    potser no cal que insistim massa
    a olorar la pell d’hivernada
    de l’os de mullader tinyós,
    l’hispànic monstre empudegós.
    Però, t’ho puc dir, la factura
    que les noies de la sutura
    (havien assistit al pas
    de txecs primer, d’italians
    després, i per sota l’ibèric
    vibràtil de desordre bèl.lic)
    van pagar, un cop establert
    l’ordre que es va saber fer estret
    per uns quants anys, va ser ben alta.
    Poques es van trobar casades.
    Arribada una edat (no ho sents?)
    la dona se’ns casa amb un güell
    amarg d’urgència: la rata
    que salta, quan veu que naufraga
    del vaixell de la vida. No
    alçaré lamentacions
    per les altres, per les deixades
    de compte, les calumniades,
    perquè espero que el seu orgull
    m’ho retrauria com a insult.
    ....Qui as dames honor en porte,
    la soe honor doit estre morte.

    Les noies dels meus dies vells
    em criden honor amb escreix,
    i una gràcia que s’allunya
    mereix que suspenguis el dubte,
    tu que véns. Els vull dedicar
    (no te me’n riguis) un cant pla.
    Vosaltres les que em fascinàveu
    (un mes l’una, tres mesos l’altra)
    i jo reia, gelós covard,
    en sentir-vos sempre esquitxar
    per un impotent de taverna.
    Maria d’ull dolç, Enriqueta
    color de la tardor, Pilar
    com la Dudú del Don Juan,
    Paquita sense paciència,
    l’enamorada de camèlies
    que ara no vull anomenar,
    Montserrat que m’ets fraternal
    perquè de ballar no en sabies:
    un cop que el record us destria
    (ja havia oblidat algun nom),
    abans no us reprengui el fons mort
    de la memòria, us dic gràcies.
    I t’invoco a tu, Amàlia,
    germana meva, que vas ser
    de les primeres de després,
    però encara no coneixies
    prou bé l’art llarga d’abaltir-te
    i t’has casat amb un anglès,
    lluny de nosaltres i de Reus.
    ....I ara potser val més que calli.
    No convé que encara m’agafin
    temptacions d’insinuar
    com hauria anat el relat
    encaminat al seu bon terme.
    Una cosa, val més no fer-la
    que fer-la a mitges. Callo doncs,
    i m’estalvio el pitjor tros
    que m’hauria tocat d’escriure:
    com s’enamora l’heroïna.
    Ben cert que en coses de l’amor
    de cap pa no faig rosegons.
    Tota farina bla vull moldre.
    Si l’enamorar-se d’un home
    se m’acut cosa extravagant,
    l’extravagància la fan
    la majoria de les dones,
    gent enraonada: alguna solta
    deu trobar-se en el joc estrany.
    Bé prou que m’hauria costat,
    tanmateix, de presentar amb força
    la feblesa de la dolça dona.
    Sembla doncs que callo a punt,
    abans d’entrar en un mal embús.
    Ja es pot apagar la candela
    que he mirat de mantenir encesa
    per una llarga processó
    de versos xafarders, de mots
    fets per compondre imatges netes
    de les coses que em són objectes
    d’afectes o d’aversions.
    Què sé jo si aquest monyó
    de poema, que t’ofereixo,
    fa molta angúnia. Quan penso
    en els espessos emparrats
    de raïms que són peus i mans
    de cera bruta, que s’enfilen
    per les parets de les ermites,
    em trasbalso, i m’agafa por
    que sigui un ex-vot llefiscós
    el que et vull donar per poema.
    I ja no té remei, Helena.
    Ara que el cop es veu fallat,
    deixa’m que n’acani l’allarg.
    Arribaré, amb els tres que em manquen,
    al vers mil tres-cents trenta-quatre.
    Me’n queda un per dir-te adéu:
    barca nova, tingues bon vent.



    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968



    (continuará)


    .


    Última edición por Pedro Casas Serra el Mar 01 Oct 2019, 13:28, editado 1 vez


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Mar 01 Oct 2019, 13:24

    .


    POEMA INACABADO

    Aquel que incordió al zoquete
    Garcés y al ruinoso Tejedor
    cuando hizo sus primeros poemas,
    veréis que insiste sin enmienda.
    ….Quiero contar un cuento impertinente,
    pero lo dejaré para después
    e iré alargando mi prólogo.
    Lo llenaré de gente y de cosas
    y de afectos. Diré que estoy
    en Cadaqués, en pleno meloso
    y adormilado mes de septiembre
    (cuando las hiperbóreas féminas
    van faltando) del sesenta y uno
    con viento de mar sin recursos
    (solo que esta madrugada
    parece que se gira tramontana
    y me da miedo el frío que pasaremos,
    si bien el aire estará limpio
    y limpia el agua: me gusta
    más cuando está sucia y muy caliente).
    ….La dedicatoria vendrá lo primero.
    A ti, Helena, que me has hecho
    conocer a Chrétien al que imito
    (solo que yo no rimo del todo),
    mujer reciente, que te has ido
    con la falda de tergal
    y el jersey verde, a examinarte
    del Chrétien de quien hablábamos
    precisamente, tan vivamente
    y sus palabras y sus argumentos
    (oh Dios, cómo renegaría él
    si supiera que os tendríais
    que examinar de Erec y Enida)
    los utilizabas para cantar
    (un triunfo de gallo te encendía)
    la pasión con que descubrías
    que las cosas que has deseado
    y algunas que has obtenido
    son tan viejas como las viejas fábulas
    y mucho más viejas que los exámenes:
    a ti, Helena, que ahora aprendes
    a vivir (di, ¿me permites
    que vaya a clase contigo, y me siente
    a tu lado, hasta que me echen?),
    que libre de exámenes, mañana
    a la una, veremos bajar
    del autobús, a ti, Helena,
    quiero ofrecerte este poema.
    ….A mí no me daría ningún miedo
    que fuera pedregoso y vacío,
    pero como es tuyo, y tú fina,
    le daré pasadas de lima,
    miraré que palabra y verso
    no crean que tienen derecho
    a una vida de exuberancia
    lejos de mi vigilancia.
    Será mi tema, precisamente,
    el derecho a hacerse independiente,
    pero será el derecho de las hijas
    que yo no tengo. Mis rimas
    quiero que obedezcan sin tapujos.
    Con las palabras atadas corto
    me otorgaré toda permisividad,
    patriarca que se  regodea.
    Seré digresivo y cursivo,
    anacolítico y alusivo.
    Haré listas de cosas buenas
    y malas, nombres de muchachas:
    por ejemplo Maribel
    que este año nos ha exhibido novio
    y debe saber a limón.
    Yo me entiendo, y esta es la manera
    como tengo decidido continuar.
    Quizás la única finalidad de lo que escribo
    es mi propósito de plagio.
    Quiero que de una vez todos se den cuenta
    que copio a los medievales.
    Siempre lo he hecho y declarado
    y siempre he visto que no se lo creían.
    Qué ingenuos son. Los poetas,
    seguro que somos unos mentirosos
    pero antes y todavía más
    seguro somos unos egoístas.
    Figúrate si no diremos mentiras
    sobre nosotros. La verdad
    nos parece más interesante
    porque nos lleva a nosotros dentro.
    Soy poeta medievalista,
    démoslo pues por afirmado,
    y ahora déjame saludar
    a los leales a la Edad Media
    que no sueñan con cabalgadas
    ni con unicornios ni con sarracenos.
    Caballeros, yo nunca  he visto.
    ….Si bien su Edad Media
    tirando a moréasiana,
    no me la creo, Josep Carner
    que a todos nosotros nos ha hecho
    y está en Bruselas gris de agua,
    reclama mi primer homenaje.
    ….Tú con quien hablábamos de Ausiàs
    y recordábamos “el canal
    de Flandes”, Rosa Leveroni,
    cuando unos nórdicos que Dios confunda
    iban a embarrancar
    y consternados los mirábamos
    desde la terraza del Marítimo,
    Rosa, no me falles, y no olvides
    que tú me debes y yo te debo un verso
    y que tanto tú como yo los debemos
    a Roser, que la ridícula
    puesta de sol del otro día
    no conviene que caiga en el olvido
    sino que su existencia sea proclamada.
    Reíamos los tres y nos asombrábamos
    de aquel sanguinolento melodrama
    ofrecido en el teatro de encima
    del camino viejo de Port Lligat.
    ¿Recuerdas cómo rodaba el sol,
    negra peonza, y se asustaba
    de ir a caer tras el Pení?
    Como si nada fuera tan decisivo
    como la muerte de un atardecer, el tarambana
    que tiene su hora para volver -
    No sigo, lo dijo Cátulo,
    y la natura abusa
    (pues nos sabe impresionables)
    cuando nos ofrece estos espectáculos.
    Sabemos vengarnos con palabras.
    Aquí te dejo una versión,
    pero te enviaré otra
    con más metáfora y menos danza.
    ….A usted, maestro Foix, Josep Vicenç
    de quien me separa el Cabo de Creus
    (por cuanto está en Port de la Selva)
    contando por mar (así hago ver
    que también yo soy marinero),
    a usted que encuentra por esas tierras
    piedras tocadas de oro onírico,
    y a usted que ha hecho catalán el lírico
    verso de Bernat de Ventadorn,
    le expongo este oscuro verso
    hasta donde alcanzo, yo que las notas
    altas, las doy como las ranas.
    Tampoco este año habré ido,
    tal como habíamos convenido,
    a seguirle por el país lítico.
    Me sorprendió un cólico nefrítico
    (piedra también, en el riñón)
    y me retorció medio agosto.
    Aunque la piedra era pequeña
    y me descubrió la morfina
    (vale la pena: aleja
    el mundo, y le quita la pestilencia),
    no le agradezco el zarandeo.
    Por cierto, dijo el doctor Boada,
    que es su médico y el mío,
    que a un temperamento como el mío
    le daba miedo recetarle
    morfina, no fuera a habituarse.
    Me pareció muy curioso
    lo nosce te ipsum forzoso:
    quiero decir que supe como piensan
    los médicos, de quienes escriben poemas.
    ….Y a Jaime Gil, que si hace uso
    de la Edad Media, no hace abuso,
    pero tiene una sextina y una albada,
    y a Luis que lo acompañaba
    cuando vinieron a Cadaqués
    ya hace diez días de sobra,
    y me trajeron una cantimplora
    (digo botella) de alcohol de Scotland,
    ahora les recuerdo aquel paseo
    en una tarde de mareo
    cuando, más allá de S’Arenella,
    fuimos explorando las trincheras
    obra de los enchufados
    de la guerra de hace veinte años,
    y obra instructiva: las trincheras
    que muestran como se pierden guerras
    (he querido asonantar mal
    para mostrar como se estropea un verso).
    Helena, enchufado significa
    aquel que se evita ir al frente
    sin esconderse: diplomado
    y con mapa y prismáticos armado,
    vigila costas, ve espías,
    denuncia y pega palizas.
    ….Como no soy desagradecido,
    saludo de corazón a los eruditos
    y a sus herramientas, las películas, la lámpara
    de cuarzo, con las antiguas lámparas
    donde se queman ojos diligentes
    que antes que los míos corren al texto
    para mí anhelante de árboles y de hombres,
    lo medio leen, lo medio anotan,
    y me lo pasan muy escrito
    y empapado de grandeza.
    Gracias, pues, Pere Bohigas,
    por tu Ausiàs (una mina
    de horas de lápices y sillón
    penetrando tu lección),
    Pere con quien espero dos amaneceres
    (y con Mercè) cada año sin falta:
    el de Sant Pere y el de Fin de año.
    No fallaré tampoco este año.
    Y como tengo mucha ignorancia
    y me hace falta frecuente auxilio, gracias,
    Antoni Comas que por las noches
    vas al Carioca donde bebo ginebra
    afilada, y tomas naranjada
    y la blancura me sacas destapada
    de un verso cerrado donde se me han roto
    los dientes (después sonríes confuso
    de que la nuez sea tan fácil de partir).
    Gracias también a todos los demás,
    Massó-Torrents, Serra-Baldó,
    Riquer y los dos Rubió,
    y los editores de buena pasta,
    Champion y Casacuberta.
    Y a Halle, donde hay buenos teutones,
    y a las casas con lexicones
    que hojeo entre dos copas
    o entre el martini y la sopa:
    la tuya, Eduard Valentí,
    ya lo sabes, y tú, Joan Petit.
    ….Y ahora miremos de adelantar.
    Caballeros, lo decía antes,
    no he visto nunca. Por otra parte,
    estos que trotan para parecer
    que lo son, los encuentro tan abyectos
    que no querría ni un trozo.
    Vale más intentar mirar bien
    y reconocer lo que yo puedo.
    Si quisiera hacer como William Morris
    se iría todo a paseo.
    Él embarcaba al rey Arturo
    y a Ginebra y a Excalibur,
    y lo salvaba a golpe de erotismo,
    de sentimiento y de sadismo.
    ….Pero yo que estoy asustado,
    que he pasado por Freud, y me veo venir
    cuando me exalta una luz agónica
    de vehemencia católica
    (en el sentido universal:
    no apunto al obispo romano):
    quiero un héroe sin aureola
    que no me obligue a calenturas.
    Basta de comedia. Hablando en plata,
    lo tengo elegido desde mucho antes
    de empezar a poner en fila versos.
    No lo pienso ahora.
    Será un héroe muy de mi tiempo,
    un tiempo que ya se me ha hecho viejo.
    Helena, te lo digo con tristeza.
    Ya vuelvo a mentir, por pereza
    mental. No estoy triste cuando escribo,
    sino que río, y envejecer
    no me ha producido aún el trauma
    que, por lo que se ve, a todos nos aguarda.
    Cierto que el cuerpo pierde su encanto,
    pero a mí lo que me ha encantado
    siempre han sido los otros cuerpos
    y no me miro más la carne que los huesos.
    Te digo sereno que mis veinte años
    fueron en los años cuarenta y tantos
    y que mi tiempo es el de la posguerra.
    Que tú te hicieras vieja, Helena,
    sí que me haría escupir sangre.
    No quiero pensar que una sangre
    joven, llenó un día a la mujer
    que hoy he visto limpiar anchoas
    espatarrada en un callejón
    y me ha hecho falta vigilar para que
    no le pisara la tripa con los pies.
    Suficiente de color Villon. España
    se levantaba en mi tiempo con hambre,
    es decir, se arrastraba como nunca.
    Se paraban trenes como orugas
    en pleno campo, si un bastón las hurga,
    y medio país iba en tren
    (hasta había putas de tren
    que hacían el oficio por los váteres),
    llevando macutos, a la caza
    de un poco más de grasa
    que la que habían dejado en el tren.
    Todo el mundo guardaba aún una arma
    y no sabía si entregarla
    o enterrarla. No hace falta decir
    que hace mucho tiempo que se han podrido
    las enterradas, y contarlas
    (incluso si se  acordaban
    aquellos que se decidieron)
    sería académico y aburrido.
    No te creas que hago poesía
    alegórica, que ahora llaman
    realismo, y es aflictiva.
    Hablo de armas hechas de acero
    mal aleado. Se han hecho terrones
    tan deleznables como los huesos viejos,
    y no querría que tú
    ni nadie joven como tú
    se me durmiera al leerme.
    Yo, como todo meatintas,
    quiero sobornar a la juventud
    pero desdeño este recurso.
    De aquellos piojosos años cuarenta
    no te diré nada más por ahora.
    Ya pondrá toques de color
    el curso de la narración.
    La atmósfera de la decena
    te la da muy bien el poema
    primero de On he deixat les claus:
    el surrealismo, usado
    con talento, es más realista
    que el realismo academicista.
    Pero date cuenta que has nacido
    en lo más espeso de aquel taponamiento
    de donde aún te suben burbujas.
    Bastante entiendes que es secundario
    la parte de vida que el país
    o cualquier lugar colectivo
    puede magullar y volver ofensiva.
    Imitarás, si no eres tonta,
    a los niños pequeños de Nínive
    que no se distinguían la mano
    derecha de la izquierda. Quién se excita
    político, acaba que suda
    o sorbe como un embudo
    o hace de orejudo carnetudo.
    Cuando se te acerque un lúbrico de almas
    (ya me entiendes) no le des las gracias
    si te manosea la tuya. Huye,
    que se encame en su rechazo,
    y que el vicio que quería fácil,
    se le vuelva solitario.
    Bastante te deberá, si va aprendiendo
    que es arte difícil ser decente
    y decente quiere decir solitario,
    lejos de strip-tease fraternales.
    A la vida auténtica, pues,
    nadie, ni tus padres ni yo,
    le dejábamos pillarse
    los dedos en muchos engranajes
    de nuestro país posguerrero,
    pero nos salpicábamos de estiércol.
    Yo, que tenía la cordura de un bebé,
    te he confesado que me convencía
    lo del nuevo orden europeo
    y que lancé marramaos
    cuando el Reich enseñó la panza.
    Estaba sirviendo en Barbastro,
    y un coronel de cabeza más floja
    que la mío, y yo, hechos un reboltijo,
    pudimos llorar la mona
    por la rendición teutona.
    Mezclamos vómitos al sol
    y te digo que lo único que no me duele
    es haber vomitado. Tú juzga,
    y no imagines que ahora crecen
    de mucho más listos que yo.
    ….Pero volvamos a mi héroe.
    Era un chaval de los que ahora marcan
    con blue-jeans y bambas de baloncesto
    y entonces otro azul
    cubría. Había muchos gatos
    que esperaban que se confundirían
    en la penumbra de aquellos días
    bajo un sol azul: despistadores
    apolillados. Pero los eliminadores
    catalogaban y avalaban
    y ves que los monos azules
    no dieron el azul preferido.
    Mi héroe, lleguemos por fin,
    era lo que ahora llaman lampista
    y que yo llamaba electricista.
    Hijo de una raza de sufridores
    de sufrimiento todavía fresco,
    era uno de los que se exponían:
    no se dijera que la otra vuelta
    de tortilla (¡la inminente!) llegara
    inmerecida. ¡Inocente!
    Una mala causa lo había
    hecho enganchar por la policía:
    se apuntó para repartir
    hojas de la BBC.
    Un obrero joven fue mártir
    por difundir un discurso de Churchill
    (¡oh santa Huelga General,
    incorporada al santoral
    como mártir de Churchill!: ahora
    hagamos la hagiografía abstracta)
    mientras el podrido Sir Samuel
    saludaba con la palma al cielo
    (el celo diplomático,llega un día
    que renuncia a toda medida).
    No era paso nuevo de aquel tiempo
    ni lo cambian los de después,
    que el oriente del vivir nos ruede con
    la plataforma giratoria
    de los casos: alles, was der Fall
    ist, es el mundo, dice Wittgenstein.
    Los fortuitos que somos los hombres
    quizás rodábamos entonces
    aun así muy centrifugados:
    la placa enfurecida de ataques,
    partíamos raudos, y nos recibirían
    ¿qué inesperadas vías?
    La más muerta, la más veloz,
    o la más batida por el fuego.
    Él echó por una vía
    zarandeada. Su ficha
    del archivo del peligro seguro
    le hacía temblar de orgullo.
    Yo le hablé alguna vez
    en lo oscuro (anís y humo) de un antro
    donde matábamos las noches a los montoncillos.
    Él no jugaba. Muy despierto,
    había tenido que prohibirse
    los prohibidos que nos permitíamos.
    ….No quisiera que un malentendido
    te alcanzara desde mi verso.
    Te alcanzara a ti, Helena,
    y a los catorce amigos que me leen.
    La mayoría de lectores,
    malentendidos, los cometen todos:
    antes de ponerse a leer, los posibles,
    y cuando leen, los imposibles.
    Joan Maragall escribió un verso
    (de los mejores suyos) donde el burgués
    sangra burlado con saña
    porque, resudado insensible,
    se emboba con ojos de merluza muerta
    sin calcular que cerca tiene
    la “tempestad lejana” (términos
    que significan revuelta obrera),
    y he aquí que Puigcerdá,
    que es el pueblo donde Maragall
    hurgaba, ha puesto una lápida,
    ha hecho grabar su infamia,
    y menea tan feliz la cola-tiesa.
    Y no me digan que es porque
    el burgués ha ganado la lucha
    y ahora se sabe del todo impune.
    Burrada: que el bramador
    (burrada) aún tiene miedo.
    ….Que malentiendan pues como quieran
    pero no conviene que te figures
    que en los cuarenta olvidamos
    ser felices por unos instantes,
    como lo somos ahora, y como lo tenemos que ser
    (no hace falta que toques madera) siempre.
    La gran roca de sufrimiento
    que a todos nos sirve de cimiento
    siempre la vela una leve arena
    de afecciones felices. Molida
    no lo está nunca, pero los remolinos
    los levanta el aire más fino.
    Esta pequeña impaciencia
    nos puede dar confianza
    de que cuando nos llegue el momento
    de los novissima verba graves
    no nos hará falta llamarles idiotas
    (pues ser inteligente nos denota
    un vigor de felicidad:
    el sufrimiento está desleído).
    Procuraremos no convertirnos,
    ser leales, y no mentirnos
    que nos habíamos traído engañados
    cuando nos guiaba este tenaz
    propósito de ir pasando días
    y empujando años, que es toda vida
    (así como ves que paso las palabras
    y empujo las frases, que es todo
    el oficio de escribir con armonía).
    Pero si quisiera dar un sabor de gloria
    a aquella juventud mía
    que por los cuarenta se perdió,
    mentiría, que al joven,
    justamente lo que no le sobra
    es la habilidad para ser feliz.
    Quisiera creer lo que me dice
    tu tiempo, que se han encontrado vías
    de ahorrar al joven agonías
    de dudas y remordimientos,
    pero la duda me va renaciendo
    cuando veo que el muchacho tiene todavía flácida
    la mano nocturna, y noto el ácido
    ardor de la muchacha que ríe.
    Ahora me he hecho un lío
    de unos cuántos años, que estas imágenes
    son de adolescentes, y en los cuarenta
    yo ya no lo era, felizmente.
    Entiendo mi confusión
    porque yo sé, y te lo anuncio,
    que los héroes de aquello que espero
    contarte, son adolescentes
    o muy poquita cosa más.
    ¿Las horas jóvenes y felices
    que me nutren el instinto de vida,
    cuáles son? Estudié
    la teoría de Galois,
    y una tarde de septiembre,
    de luz que se revolcaba lenta
    por el arenal donde se extiende Salou
    (que es tan distinto a este cercado
    Cadaqués: abstracta y tendida,
    una raya de abierta costa),
    peiné y rehice los moñitos
    con que María Bonet
    nos escondía las orejas
    (ya lo he dicho en un poema).
    Y no puedo ahora preferir
    ninguno de aquellos órdenes de destino
    que entonces se me arraigaban.
    Soñaba con suicidarme
    (encerrado en el vientre de la caliente
    noche, o en la fría mañana)
    pero por debajo trabajaba
    un rastro sinuoso, y me llevaba
    hacia aquí, hacia ahora y hacia ti,
    y hacia este verso que recoge
    (si bien se vacía como las cestas
    de las Danaides) una vieja
    experiencia: que los años,
    como el vino, ganan con los años
    (hasta que se desbravan), y que el joven
    es pobre porque no tiene forma
    de embelesarse con un pasado
    y dar el mundo por perdonado:
    criada inútil, despedimos la
    vida, pero sin herirla.
    No todo es embeleso,
    porque los que somos inteligentes
    tenemos arraigado el placer de entender
    y lo que nos da tema es el pasado.
    ¡Oh los poetas principiantes,
    estos corderillos de veinte años!
    Conviene quizás que otra guerra
    les aporte temas para los poemas
    que sabrán escribir pasados veinte años.
    También hay motivos actuales
    para los que no somos demasiado perversos
    y vivimos al día. Hago versos
    hablando de mi juventud,
    pero observa que te hablan a ti,
    que un verso que no sabe a quién habla
    se parece a quien se lanza de cabeza
    a una piscina que han vaciado
    o que invoca la eternidad.
    ….A ver si encarrilo la historia
    que te quiero contar, y que la memoria
    (de la invención, no hago uso)
    me sugiere hecha para ti.
    No sé qué nudo sutil os ata,
    a ti y a mi tiempo y a esas vidas
    que un día se abrieron de par en par
    cerca mío. Imaginar nace
    siempre así: de repente se nos cuaja
    un pacto de sombras separadas.
    No me cuesta ver que el nudo
    es un revoltijo de juventudes:
    la que recuerdo y no añoro,
    la que en ti miro, y las que te cuento
    y que son las que menos conozco.
    Quién cuenta, no siempre promete
    ofrecer nada mejor que una duda.
    Yo no recorro ferias con mulas
    para cargar con certezas:
    si un día las tengo, habré perdido
    la libertad de renunciar
    y es a ser libre para lo que me quiero hábil.
    (Si quieres vendedores de certezas,
    te diré nombres: conozco a más de uno.)
    Ves, me toca escribir el cuento
    y, ¿por dónde empiezo? Soy libre,
    puesto que buridanesco me he encontrado
    (asinario de Buridán
    quizás haría falta decir: mi
    estación, con muy pocas treguas
    de decisión. Mis instantes
    son reversibles como los guantes.
    ....Revertiremos aquel principio
    que te he dado. Te ruego olvides
    al héroe por ahora. Te hablaré,
    no exactamente de la heroína,
    pero sí de su familia.
    Hay un buen motivo, no me tengas manía
    por tantas vueltas. Ahora entramos
    en el escenario de la res.
    Oh, me aburre tanto describir
    los lugares donde no querría vivir
    que no te hablaré de aquel piso.
    Hacíamos ruido por las mañanas
    muchos hermanos y muchas hermanas
    y también una madre y un padre,
    y la cuestión subsiguiente
    que los inquietaba a todos ellos
    era encontrar como huir.
    Las misas servían de alguna ayuda,
    ¡pero oh, oh, como me aburre
    un espeso apelmazamiento
    de familia totalmente carca!
    No querría  desnudar
    a ninguna, de aquellas personas.
    Lo malo es que son buena gente
    y no me arriesgo a despreciarlos,
    ni ganaría nada. ¿Si los privo
    de consistencia moral,
    como podría montar después
    un cuento sobre lo mucho que sufrían?
    Es verdad que sufrían siempre
    y no como sufro yo
    al día siguiente de un exceso de alcohol,
    cuando un pensamiento me consuela:
    he bebido más de lo que me conviene
    y beber (si llega al abuso,
    qué le vamos a hacer) es una buena costumbre.
    Ellos, con mucho, no bebían
    lo que les convenía. Se empobrecían,
    que es la vocación fatal,
    en Cataluña, del rural.
    Por mucho que se haya ido agravando,
    bien lo veíamos a principios de los cuarenta,
    cuando todo el mercado era negro
    y ellos osaban medio envanecerse
    que bajo negruras estarían
    siempre, si no salían nunca.
    Llegó el año cuarenta y cinco
    y les retiraron cualquier permiso
    para delirar que las riquezas
    son, de entre cartas de pobrezas,
    las cartas de encima del castillo.
    Terratenientes incompetentes,
    una restricción de créditos
    les ha protegido de extremos temporales
    durante quince años, y les ha dado miedo
    (¿oyes lo que dicen?) la inflación.
    Aquí los tienes. Que a los personajes
    me los amedrente esta clase,
    me sabe mal, pero ¿qué puedo hacer?
    Y aún me sabe peor
    que vengan conmigo del pueblo
    donde se enredó la madeja
    del hilo que soy. Voy estirando
    (como arrancar una costra antes
    de tiempo, cruel): estiro el hilo
    para descubrir hasta donde llego.
    Nada lejos. Tradiciones,
    ingenios o placeres o vigores,
    no da muchos mi pueblo.
    Pero saber que valen tan poco
    no es poco. Reus, donde he nacido,
    se delata como un caso agudo
    de ineficacia económica.
    Quien no caza moscas siempre
    no puede dejar de descubrir
    cómo todo va yendo a menos,
    y así, Reus es un pueblo cínico.
    Teniéndolo lejos, lo llamo magnífico.
    Viven todos muy mezclados,
    sin paredes ni dignidades,
    ni les hace falta espiar ni colarse
    para saber dónde está y a dónde va
    cada familia, que el desespero
    les es común, porque todas ellas
    fueron fundadas en un cierto régimen
    que ahora agoniza, en el penúltimo
    decenio del siglo pasado,
    por franceses y antepasados.
    Hace ya tiempo que el francés se ha ido
    y se ha ido aflojando el muelle
    de los linajes. Han adoptado
    política de perro flotante.
    Partidos por la avellana turca,
    por el vino chileno y por la andaluza
    aceituna, se han arruinado.
    Y en cuanto al vino del Priorato
    (o Tarragona: la optimista
    denominación de origen),
    es, como siempre, vino de payés
    destinado al uso del inglés
    (bajo welfare) que se priva del Oporto.
    Del vino de payés dice el mito
    que es muy bueno. No hagas caso:
    es vino no fermentado del todo,
    que conserva dulzor, como las ideas
    de nuestros políticos de izquierdas.
    Todo el mundo que va empujando el carro
    prevé el pedregal último,
    y mi pueblo (un día te lo dije)
    la única idea constructiva
    que ha tenido desde que yo vivo
    es ponerse a empollar huevos.
    Gracias, sí, también mis versos.
    Este es tuyo, no lo niego
    (ni podría: cuanto más avanzo
    más se postra mi voz por ti),
    pero te diré que la pasada
    tirada, me ha llegado dirigiéndose
    a Josep Pla que está en Llofriu.
    No nos conocemos, pero, amable,
    cuando recibe mis libros, me escribe,
    y a lo largo de los años, sus libros
    me han enseñado a mirar
    a la gente del país catalán.
    Tú te reías de ver, aquel día,
    como me atropellaba de ira
    por tratar de pobres a los ricos
    que flotan por nuestro país.
    Verás, no me puedo costear manías
    ni obsesiones distributivas.
    A mí que no soy productivo
    me interesa que ellos sean ricos.
    Buen parásito, tengo conciencia
    que si la bestia no engorda
    ningún espejo me verá engordar.
    Y lo ha dicho también Josep Pla.
    ….Tantos versos he hecho morderse
    (la cola de uno con la boca del otro)
    que estamos en octubre, y ayer
    de madrugada huiste
    por muchos meses a Barcelona.
    Otro verano que se retira.
    Yo me he quedado unos días más.
    Ojalá que no lo hubiera hecho:
    tengo encima la tramontana.
    Me hago el muerto, cerrada la casa,
    pero el perrazo danés inmenso
    no se distrae. Le noto el aliento
    en la nuca, me salpica de baba
    y sus patas me derriban.
    Exagero, y no me prueba nada,
    pues en Cadaqués hay muchos
    perros, para que un atontado
    se invente alguno metafórico.
    Exagero, y lo hago porque el viento
    tiene aspecto violento:
    me es innata la cobardía
    de obra, y solo pienso valentías
    de pensamiento. Bien es verdad que
    hay rincones tranquilos.
    He estado vigilando la bahía,
    desde las escaleras en la Riba
    por donde bajabas al salir
    de casa, hace tan poco. He visto
    una red muy ahuecada
    interferida, que son muchas
    las embocaduras del viento
    y cada una hace su manojo
    de pliegues, y se modifican, diferentes
    como las intenciones de un alma.
    Por cada refregón de un brazo de viento
    o el dorso de una mano, hay un gran pez
    que vibra de escamas de costado
    y la fría sangre parece encendida.
    Ves, todo esto me pasa por asumir
    que la naturaleza se preocupa por mí
    y me quiere de pescador de imágenes,
    antropomórfica redada.
    Pero no del todo convencido:
    preferiría hablar contigo.
    Hago lo que puedo, y en la bahía
    solo pesco yo: no quedan
    turistas, y la gente de Cadaqués
    hace falta que repose con exceso.
    Moratorias de presencias,
    como es la mía, no obtienen
    indulgencia, ni son buenos ojos
    los que me ven un aspecto absurdo.
    Hace catorce días que hago versos
    y tengo escritos más de setecientos.
    Buen record, pero este
    poema tuyo de Cadaqués
    será en gran parte de Barcelona,
    la ciudad que tiene tanto de buena
    como la asonante que suena falsa.
    Tú y yo que no comemos alfalfa
    procuraremos no escuchar demasiado
    de que se quejan, y las caras
    de ansiosos, ¿qué quieres que hagamos?
    Espero que no pierdas el tiempo
    y pongas tu cultura al día:
    que te reencontraré de estreno.
    ….Y hoy (martes tres) he recibido
    carta tuya. Como no puedo
    hacer que por un momento sea más baja
    esta muda voz rimada
    y la escuchan algunos otros,
    no te contestaré. En Cadaqués
    (el trauma de la tramontana
    me había espesado la mirada),
    no todos los turistas se han esfumado.
    Miro a la inglesa (oh, si
    fuera rusa -) de Juan de la Bola
    (- ¡qué bien el octosílabo!). Pone
    los pies en una silla, junto
    /¿quieres llenar tú este verso en blanco?/
    con los de la gabacha desnuda
    (solo los pies) que nunca se cambia
    (¿recuerdas?) aquel pantalón
    rojo, monstruoso de verdad.
    Hasta ahora, las dos muchachitas
    no han hecho muchos turistas,
    si hemos de creer lo que dicen
    las malas lenguas del verano.
    Ahora que por fin no tenemos burgueses
    (ni tramontaneses ni marinos),
    todos nos tumbaremos donde nos plazca,
    la de la rosa y la del gallo
    y yo y Juan de la Bola.
    El amant de coeur que es natural del pueblo,
    las cortesanas en descanso
    y yo, poeta que hace un bolo:
    tenemos pueblo felicísimo.
    No dudes que sea partidario.
    En estos días en que también
    son feliz a medias, la frase
    que dice Juan de la Bola,
    me ayuda a reír de todo corazón.
    “Fecundo, pero no sabe lavar
    la obra de la placenta
    personal”, dice el crítico peón.
    Le escucho como quien oye llover.
    ….Voy zampando carquiñolis
    comprados en La Mallorquina
    (de aquellos que me enseñaste
    a apreciar) y me alarma
    que no sé retomar el hilo.
    Ah, sí. No tiene nada de fino.
    Solo hay que decir que la miseria
    material, va ocasionando miseria
    moral, y que mi gente,
    infectados todos de empobrecimiento
    (para el burgués, no hay mayor
    dolencia, y de larga agonía),
    forman un supurante lazareto:
    sufridos, abnegados y cobardes.
    Dos virtudes, pues, por un vicio,
    pero son virtudes de martirio
    y el vicio incuba crueldad.
    Si algunos se iban defendiendo
    eran los hombres de la casa:
    pasaban horas fuera. El padre
    no podía  trabajar:
    algunos días por vigilar
    la cosecha, y otros por las cuentas,
    le dejaban mucho año de sobra.
    Bastante intentó redondear
    las entradas. Hasta pensó
    por las noches. De lejos, cursó órdenes,
    los derroteros se le confundieron,
    y meses más tarde, se supo
    que se había pillado los dedos.
    Finalmente quieto (la mirada de las mujeres
    encima), aún así mataba
    las horas fuera del hogar:
    casino, café, sindicato
    (quiero decir Instituto de San Isidro).
    Sabía él lo inútil que era
    que lo vigilaran; ya no le quedaba
    dinero de sobra.
    No creo que llegara a entender
    que nunca tuvo: la tierra
    estaba sedienta de una sazón
    de invención de inversión.
    Él que llamaba ahorros a las ganancias,
    tenía el ánimo o el desvarío
    de ayudar fugas y transportes
    de dinero lejos de su terrón.
    No viene al caso. Cuando yo me hice cargo
    ya no había lugar a cálculos.
    Tenía hijos, carne del instinto
    que su dinero había absorbido:
    prendían fuego huyendo de la quema
    y estudiaban todos carrera.
    Todos ellos dinero desinvertido,
    desamortizado y evadido.
    Nueve meses al año, aunque tomaban
    pocos baños y pocas calorías,
    no inspiraban el aire del hogar.
    Eran todos buenos estudiantes,
    estimulados por el miedo azulado
    de no llegar a tiempo. Los machos
    los teníamos pues aguzados
    o bien terminalmente garantizados.
    ….Toda estación de triaje
    requiere vías muertas. Por la casa
    se alargaba el ramal femenino,
    sin limpieza ni cultivo.
    ¿Limpieza? Pornografía.
    ¿Cultivo? Quién se comprometería
    sin conocer el gusto de los maridos:
    no atemos de manos el destino.
    He conocido a cierto posible
    marido. Solo le repelía
    (no se trata de gustos: la palabra
    la da la precaución)
    de una yegua a quien miraba
    la dentadura, con vistas a honrarla
    montándola, que por desgracia
    fuera hija única. El desconsuelo
    de una heredad no compensaba
    hallarla individuada.
    En las mujeres, la cantidad
    garantiza la uniformidad
    o la neutralidad interna.
    La botella la comenzamos llena.
    A una mujer, el uso la tiene que llenar,
    El cuerpo, de lo que serán hijos,
    y el entendimiento, de decencias
    que liberarán paciencias.
    Resueltamente cuantitativo,
    era el pequeño mundo femenino
    del cual te hablo. No me distraigas.
    Quiero que conozcas a la heroína
    y son tantas que las confundo.
    Ah, ya la veo. Como son iguales,
    para complicar las cosas, de una a otra
    se cambian los trajes. Bien, y ahora
    que la heroína quiere entrar
    parece que me toca coger
    un tono de tontería lírica.
    Pero quiero la fábula verídica,
    y la muchacha, si no se tergiversa
    el hecho, no era, con mucho,
    tan guapa como tú lo eres, Helena.
    Tenía un aire de mosquita
    muerta de frío y de tristeza
    y una sonrisa como de saltamontes
    cogido entre dos piedras
    y que sabe que las tiene que apretar
    la feroz fuerza del niño.
    Me conmueve, pero reconozco
    que me adelanto. Entre las hijas,
    lo único por lo que se me discrimina
    es la acción de mi relato
    y todavía no hemos llegado.
    Ni la misma matriarca
    distinguió nunca los caracteres.
    Las reconocía por el turno
    doméstico de obligaciones
    que les veía ejercer. Decía
    sus nombres (declino ponerlos),
    y le marcaban unos montoncitos
    de acciones pasadas, palillos
    que no formaban orden en series
    ni sistemas de coherencia.
    Que un palillo cambiara de montón
    era accidente bastante común
    pero inadvertido: la memoria
    daba volteretas. La historia
    familiar, era (si puedo
    verla con los ojos de Collingwood)
    de scissors-and-paste. Un pegamento
    encostrado y demasiado reseco.
    Dos hechos, en todo aquel archivo,
    permanecen bien atribuidos,
    nunca alterados: el matrimonio
    de la tercera, y el desbarajuste
    que produjo la segunda,
    la monja, cuando reclutó,
    para que también lo fuera, a la criada.
    La verdad, no quiero bromear.
    Sostengo que no soy yo el cruel,
    y exagero porque rio verde.
    Más me valdrá pasar deprisa
    por aquel orden cuartelero
    que veo que no me puede producir
    simpatía, y subversivo
    a mis años no se es con gracia.
    Congregadas en la matria
    (de patrias, no han entendido
    ni la primera palabra del primer verso:
    quiero decir, ni siquiera la aritmética,
    quiero decir, ni una pizca de inteligencia),
    cada chica tiene su umbrío
    rincón dulce, y un plato preferido
    que cocina el día que le toca,
    y una almita que reposa
    (el alma, este fuego minúsculo
    de luciérnaga: el cuerpo).
    Y si algún día algún espasmo
    convulsiona un pliegue en alguna mejilla,
    no se puede decir que haya ocurrido:
    se olvida como los pensamientos
    o las películas o los  sueños.
    De vez en cuando estallan odios
    y atruenan voces. Puede ser tenaz
    la lucha, pero no se conoce
    casi nada. Los hombres abandonan
    la casa, y se llama al clérigo.
    La madre siempre se ha guiado
    por un principio bien urdido
    que su cerebrito no discierne:
    una tentación, tan intensa
    que los maricas y los curas
    no se sabrán nunca resistir,
    es hacer daño a una mujer,
    y el clérigo pues es arma mayor
    para las guerras civiles hembriles.
    Si un día lo llamas, buen provecho,
    pero a mí, eh, no me hables,
    que los curas me dan asco.
    No me lo apruebo: que apestan
    el país ascos repodridos
    por un largo miedo. Y sé entender
    muy bien que es mejor que temer,
    pero ¿qué quieres hacerle? Todos somos
    (que no me proteste la máxima de Hobbes
    porque, de paso, lo llamo a leva)
    hijos del español y su
    mujer de siempre, que es el miedo.
    Murallas contra el miedo,
    a los hombres con lo posesivos que somos
    solo nos las levantan las cosas.
    ¿Cómo quieres no vernos confundidos,
    a quienes vivimos tan desamueblados?
    ¿Recuerdas el me estoy quedando
    tan pobre
    , de Antonio Machado?
    Cómo le va huyendo el sentido
    de él mismo, y de su destino.
    A mí me huye el de este poema
    cuando las personas me sufren.
    ….Mañana me voy de Cadaqués
    si hoy me llega el dinero.
    Un mes se ha esfumado: treinta días
    haciendo pájaros de papel de vida.
    Igual que cuando llegué,
    dejaré el pueblo con viento de mar
    y mar de siroco (que ya entraba
    por debajo de la tramontana).
    Ya tengo percepción de invierno.
    Como el de hoy, pesado de miel,
    no verás muchos soles. Me empalaga,
    no me baño, y una línea extraña
    (reconozco el arabesco en espiral
    del cuello de Madame de Senonnes)
    me desdibuja la bahía.
    Ves a saber por qué, estos días
    recuerdo a Ingres a cada momento.
    La verdad, yo sé muy bien
    como me ocurre, y no quiero decirlo:
    leo la Traumdeutung, miro
    en mi interior, y veo a Ingres atado
    a mis proclividades.
    “Otra vez con las procacidades”
    (reduplico el pareado),
    dirá algún necio. No te asustes,
    Helenita, ni hace falta que esperes
    a ser mayorcita. Fíjate bien
    en las intenciones de los ojos viejos,
    y no encontrarás ningún hombre
    inocente como las bestiezuelas
    que nadan por el inconsciente:
    ninguna trabaja y ninguna miente.
    Todo el mundo, es despierto cuando da pena:
    habla para no sentir envidia
    de que le roan un mal hueso
    arriba en las buhardillas del recuerdo.
    ….Se esconden ratas en espesos
    panes de recuerdo: son mis versos,
    sobre todo ahora que te quiero decir
    (me ahoga el olor a moho)
    como fui joven entre unas muchachas
    como las que te cuento, y como las muchachas
    que te cuento, tenían que sufrir
    entre jóvenes como he sido yo.
    El poema me hará guiños,
    otra vez, a mis espaldas,
    ¿o querrá que me veas llorar,
    cocodrilote de cuarenta años?
    Las manos que estrujan faldas,
    las ávidas caras que me miran
    desde tantos espejos mal argentados
    cuando me pongo ahora delante,
    los cuellos de entonces que se giran
    para no verlas – Se me peinan
    las diez mil brujas de un recuerdo
    estremecido de lluvia y sol,
    y con ojos burlones, sin prisa,
    dicen (¡ridículo yo!) que esperan
    mi palabra, mientras los turnos
    insistentes de los peines marcan tiempos.


    VUELTA

    Perdón, Helenita, perdón.
    No llegará la conclusión,
    y este lío de vueltas
    no va a ninguna parte. ¿Te lo esperabas?
    Cuatro meses después del verano,
    meses en los que no me has visto llegar
    de improviso, con el bolsillo lleno
    de hojas que pretenden sorprender
    una orejita paciente.
    También puede hacerse viejo un cuento,
    como un hombre, antes de alcanzar
    su nivel preciso de crecimiento.
    ¿Qué tiene la culpa? Cadaqués
    me ha dejado sin decirme adiós,
    y me sirve de cicatrizante una barrita
    de plata de self-pity fresca.
    ¡Pobre de mí, que voy llorando
    de espanto por las esquinas
    de este pueblo de Barcelona!
    Puedo decir con orgullo que tengo mucha
    habilidad para no trabajar,
    pero no toda la que me hace falta.
    Querría continuar el cuento
    o hacer vida contemplativa.
    Todas las horas de la mañana
    agradecería las cualidades de un pino:
    el asentamiento del tronco que se lanza
    al abrazo de las ramas,
    la corteza exterior como la cordura,
    y las agujas, verde último
    delgadito, como mi nostalgia
    de una vida sin trabajar.
    Yo trabajo a medias, lo que quiere decir
    que el cuento no verá su fin.
    ….Qué mal me sabe, sobre todo ahora
    que el pasaje que me esperaba
    se habría puesto, con qué gusto,
    a hablar mal de la juventud
    en toda su porción masculina.
    ¿No te cuesta figurarte, verdad,
    por qué motivos mi edad
    quiere despotricar de su pasado?
    Es el presente de estos, de los jóvenes
    que se abren paso a codazos.
    Tuerzo la boca, y no diré
    que soy legado de mejores tiempos:
    no querría mostrar la oreja.
    Eludo el ataque directo,
    me vuelvo astuto, me vuelvo sincero,
    me empapo de remordimiento,
    me describo como era de joven
    y me asiste toda la razón
    cuando afirmo que para reunir
    en una fórmula el sentido
    de una manera de ser joven
    y de seguir a las muchachas, que me vuelve
    a la boca como un regusto,
    solo me hace falta gritar el rechazo
    con qué se me rebelan todos los hechos
    si los explico en términos de afectos.
    Muchachos y muchachas aman
    (pero no siempre hacen el amor):
    es la creencia más difundida.
    Yo no lo sé ver. Con las primeras
    personas de que puedo hacer uso,
    solo construyo el discurso
    del poder y de sus desazones.
    Te propongo pues el principio
    de un poder que aún corrompe
    más que el absoluto: el tosco
    poder en crecimiento ingrato
    que cierra caminos para saber
    hasta donde lo lleva su pisoteo
    que marca la tierra, y oír
    crujidos de ramas rotas.
    ¿Para qué seguir? Ves a dónde iba
    a avergonzarme. Si hoy
    imagino una muchacha que sale
    a una calle del tiempo de mi cuento
    para encontrarse conmigo de joven,
    quizá la tendré que devolver
    hasta la puerta del hogar
    y miraré como se le cierra,
    confiando que ampara un poco
    aquel poder que la retoma,
    si bien soñar que un poder
    ampara, me eriza la piel
    (quizá por los padres) de malas dudas.
    ….Bien, ya comprendes de qué muchacho estoy hablando.
    Callado, va haciendo trabajar los dedos,
    y ni siquiera se lima las uñas
    para no arañar una vagina.
    Tiene bien metido en la cabeza
    que una muchacha no puede elegir:
    la que no tiene ficha de virgen
    es de todos, o se hace la boba.
    Como ahora la luna: puesto que
    los rusos le han visto el culo,
    no tiene motivo para no enseñárnoslo:
    todos disfrutaremos del estreno.
    ….Bien, ya entiendes que yo entiendo
    que de este muchacho bestiezuelo,
    tú que eres algo más lista
    que aquellas pobres muchachas mías
    procures mantenerte lejos
    (si bien no estoy seguro del todo
    que no te ronde de cerca
    bajo de algún disfraz, y disculpa).
    Lo que quiero que comprendas bien
    es que las muchachas de mi tiempo
    real, eran también más listas,
    y que las muchachas que llamo mías
    ya son de algo más tarde.
    Oh, muy pocos años les costó
    (abolido el infierno y su azufre)
    hacer que se picara el vino joven
    y lo embebiera un mal arenal.
    Las muchachas con quienes fui
    para pasar cuentas de la guerra
    sabían reírse de quien vela
    los eternos muertos de este país,
    peores que un muerto que revive.
    Bajo una guerra que entra dentro,
    la gente aprende a ser libre
    y a escupir ante un festín
    ofrecido con ruedas de molino.
    Los primeros años de la posguerra
    no tuvieron prisa alguna en perder
    la libertad (que no afectara
    al sagrado orden de los pistoleros:
    quedaba mucho campo por correr).
    Las muchachas que más me remedian
    una añoranza pueril, dijeron
    la suya un tiempo, hasta que el país
    se nos cubrió totalmente de negro
    cuando yo disparaba escopetazos
    por las montañas de Aragón,
    sometido a la conscripción.
    Fue por el año cuarenta y cuatro.
    Me tendrías que haber visto la cara
    de sorpresa, cuando volví
    y los encontré tan ahogados.
    Habían desaprendido a vivir,
    y Tristán, que nunca rió,
    hubiera perdido su apodo.
    Ahora que empieza el nuevo deshielo,
    quizás no hace falta que insistamos demasiado
    en oler la piel de hibernada
    del oso tiñoso de lodazal,
    el hispánico monstruo apestoso.
    Pero, te lo puedo decir, la factura
    que las muchachas de la sutura
    (habían asistido al paso
    primero de checos, después
    de italianos, y por debajo el ibérico
    vibrante de desorden bélico)
    pagaron, una vez establecido
    el orden que se supo estrechar
    por unos cuántos años, fue muy alta.
    Pocas se llegaron a casar.
    Llegada una edad (¿no lo crees?)
    la mujer se casa con un amargo
    aullido de urgencia: la rata
    que salta, cuando ve que naufraga
    el barco de la vida. No
    alzaré lamentaciones
    por las otras, las no tenidas
    en cuenta, las calumniadas,
    porque confío que su orgullo
    me lo reprocharía como un insulto.
    ….Qui as dames honor ne porte,
    la soe honor doit estre morte.

    Las muchachas de mis viejos días
    me piden honor con creces,
    y una gracia que se aleja
    merece que suspendas la duda,
    tú que llegas. Les quiero dedicar
    (no te rías) un canto llano.
    Vosotras las que me fascinabais
    (un mes una, tres meses otra)
    y yo reía, celoso cobarde,
    al oíros siempre lagrimear
    por un impotente de taberna.
    Maria de dulces ojos, Enriqueta
    color de otoño, Pilar
    como la Dudú del Don Juan,
    Paquita sin paciencia,
    la enamorada de las camelias
    que ahora no quiero nombrar,
    Montserrat que me eres fraternal
    porque no sabías bailar:
    una vez que el recuerdo os distingue
    (había olvidado ya algún nombre),
    antes no os retome el fondo muerto
    de la memoria, os doy las gracias.
    Y a ti te invoco, Amalia,
    mi hermana, que fuiste
    de las primeras de después,
    pero todavía no conocías
    lo bastante bien el extenso arte de adormilarte
    y te has casado con un inglés,
    lejos de nosotros y de Reus.
    Quizás ahora sea mejor que calle.
    No conviene que me vengan todavía
    tentaciones de insinuar
    cómo habría ido el relato
    encaminado a su buen fin.
    Una cosa, vale más no hacerla
    que hacerla a medias. Callo pues,
    y me ahorro el peor trozo
    que me habría tocado escribir:
    cómo se enamora la heroína.
    Cierto que en las cosas del amor
    de ningún pan hago mendrugos.
    Toda harina candeal quiero moler.
    Si enamorarse de un hombre
    me parece algo extravagante,
    la extravagancia la cometen
    la mayoría de las mujeres,
    personas sensatas: alguna razón
    debe encontrase en el extraño juego.
    Bastante me habría costado,
    aun así, presentar con fuerza
    la debilidad de la mujer dulce.
    Parece pues que callo a tiempo,
    antes de entrar en un mal atasco.
    Ya se puede apagar la vela
    que he procurado mantener encendida
    durante una larga procesión
    de versos chismosos, de palabras
    hechas para componer imágenes claras
    de las cosas que son el objeto
    de mis afectos o de mis aversiones.
    Qué se yo si este muñón
    de poema, que te ofrezco,
    produce mucha angustia. Cuando pienso
    en los espesos emparrados
    de uvas que forman pies y manos
    de cera sucia, que suben
    por las paredes de las ermitas,
    me trastorno, y me coge miedo
    que sea un ex-voto pegajoso
    lo que te quiero dar como poema.
    Y ya no tiene remedio, Helena.
    Ahora que el golpe se ve fallido,
    déjame que mida su longitud.
    Llegaré, con los tres que me faltan,
    al verso mil trescientos treinta y cuatro.
    Me  queda uno para despedirme:
    barca nueva, que tengas buen viento.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por cecilia gargantini Mar 01 Oct 2019, 14:59


    Cuando estalló la guerra, yo tenía
    catorce años y dos meses. De momento
    no me hizo mucho efecto. Tenía la cabeza
    en otras cosas, que todavía ahora
    juzgo más importantes. Descubrí
    Les Fleurs du Mal, y eso quería decir
    la poesía, ciertamente, pero
    hay otra cosa, que no sé como explicarla
    y es lo que cuenta. ¿La revolución? No.
    Así la llamaba entonces. Recostado
    en un avellano, en el corazón de una rosa
    de hojas mustias y muy verdes, como
    piel de oruga desollada, allí, echado
    en la entrepierna del mundo, me espesaba
    de feliz revolución

    Me encantó!!!!!!!!!!!!!!!!!! Graciassssssss Pedro. Besossssssssssss
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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 04:38

    .


    4


    BOIRA

    Molt abans que te'ls tornis vella i grisa,
    l'ombra del núvol meu damunt l'estesa
    de natura i conreu: la teva terra,
    com un floc lleu de cendra, imperceptible
    ….per tots ells, però encara no per tu,
    quan se l'endugui un últim pàl.lid vent
    s'arrissarà convulsa per l'adéu,
    i et deixarà el record d'un fred caduc.
    ….Sé com, després, se'ls obriran les vies
    del sol, quan, dins la múltiple sorpresa
    de fulles nobles, els fibli l'orella
    l'àgil flauta infernal del teu migdia.
    ….Ho sé jo, que ara emboiro el teu profund
    crepuscle matinal. Tot desesper
    d'alçar-me, m'emparraco en esbarzers
    i omplo de plor còrrecs d'incertitud.


    NIEBLA

    Mucho antes de que te les vuelvas vieja y gris,
    la sombra de mi nube sobre la extensión
    de naturaleza y cultivo: tu tierra,
    como un leve copo de ceniza, imperceptible
    ….para todos ellos, pero aún no para ti,
    cuando se la lleve un último pálido viento
    se rizará convulsa por el adiós,
    y te dejará el recuerdo de un frío caduco.
    ….Sé cómo, después, se les abrirán las vías
    del sol, cuando, dentro de la múltiple sorpresa
    de nobles hojas, les aguijonee el oído
    la ágil flauta infernal de tu mediodía.
    ….Lo sé yo, que ahora anieblo tu profundo
    crepúsculo matinal. Del todo desespero
    de levantarme, me emparro en zarzas
    y lleno de llanto torrentes de incertidumbre.


    BOSC

    Recorda. Cinc nivells.
    Terra i vida obscura.
    Una heura profusa.
    I ella. Damunt d'ella
    l'aranya oscil-lant,
    la vespa frement
    i tu. L'esbarzer
    a frec teu, infecte
    rovell. Cinc nivells
    d'un solatge espès
    d'instints ensonyats.
    I tot al voltant,
    projecte de llum
    cansat o inexpert,
    vèieu enfilar-se
    les soques dels roures.
    Res no hi confiava,
    però et vas girar
    furtiu, ulls beguts.
    Un instant d'aguait
    i, brusc-excitades
    com nervis, les branques
    van reïnar sofre
    de sol hivernal.



    BOSQUE

    Recuerda. Cinco niveles.
    Tierra y vida oscura.
    Una hiedra profusa.
    Y ella. Encima de ella
    la oscilante araña,
    la avispa estremecida
    y tú. La zarza
    a tu lado, infecta
    herrumbre. Cinco niveles
    de un sedimento espeso
    de instintos somnolientos.
    Y alrededor,
    proyecto de luz
    cansado o inexperto,
    veíais alinearse
    los troncos de los robles.
    Nada esperaba,
    pero te giraste
    furtivo, ojos bebidos.
    Un instante de acecho
    y, bruscamente excitadas
    como nervios, las ramas
    resinaron azufre
    de sol invernal.


    CORDA

    Tu ho has volgut,
    que et trenes com un fil amb el seu fil
    i retorces la corda.
    ….Tant has lligat
    que quan ella es redreça i se t’esmuny
    te’n vas a brins amb ella.
    ….Veus que ella pren
    el mot que va ser teu i el porta a un altre,
    i fins a un que odies.
    ….Aquell seu gest
    és forma en negatiu d’un gest que has fet.
    Ets tan lluny, i te’l veuen.
    ….I si et traeix,
    fremiràs que has lliurat natura teva
    i un home la penetra.
    ….Li dónes goig
    perquè en recobri goig un dels que tu
    no vols conciliar-te.
    ….L’últim estrip
    serà de dir-te: “Tu que et fas l’estret,
    qui ets? Vals tu més que ella?”.


    CUERDA

    Tú lo has querido,
    que te trenzas como un hilo con su hilo
    y enroscas la cuerda.
    ….Tanto te has unido
    que cuando ella se endereza y se te escurre
    te vas a pedacitos con ella.
    ….Ves que ella toma
    la palabra que fue tuya y la lleva a otro,
    e incluso a uno que odias.
    ….Aquel gesto suyo
    es forma en negativo de un gesto que has hecho.
    Estás tan lejos, y te lo ven.
    ….Y si te traiciona,
    te estremecerás de que has librado tu naturaleza
    y un hombre la penetra.
    ….Le das placer
    para que recobre placer uno de los que tú
    no quieres amistarte.
    ….El último desgarrón
    será decirte: “Tú que te haces el estrecho,
    ¿quién eres? ¿Vales tú más que ella?”.


    Gabriel errater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 04:51

    .


    DITS

    Lleugera, s'iniciava
    la pluja d'una nit.
    Lleugers, es confiaven
    els teus dits entre els meus dits.
    ….Un instant menut d'adéu.
    Oh, només per dos dies.
    Em somreies a través
    del llagrimeig que plovia
    ….damunt el teu abric de cuir.
    Tremolor dels bruscos túnels
    per on te'm perds: cor confús,
    aquesta nit faig engrunes
    ….amb la traça del record
    que tinc als dits. Buits dos dies,
    van prémer l'ombra del toc
    dels teus dits, quan te'm perdies.



    DEDOS

    Ligera, se iniciaba
    la lluvia de una noche.
    Ligeros, se confiaban
    tus dedos entre mis dedos.
    ….Un breve instante de adiós.
    Oh, solo por dos días.
    Me sonreías a través
    del lagrimeo que llovía
    ….sobre tu abrigo de cuero.
    Temblor de los bruscos túneles
    por donde te me vas: confuso el corazón,
    hago migajas esta noche
    ….con las huellas de recuerdo
    que tengo en los dedos. Dos días vacíos,
    oprimieron la sombra del tacto
    de tus dedos, cuando te me ibas.


    ENGANY

    “Digues, per què em vas fer
    confiar en mi?”.
    ….T’he pogut enganyar,
    cor tan perplex?
    ….“M’has volgut subornar,
    caut, sense orgull”.
    ….Sense espera, amb orgull,
    te’m vas concedir.
    ….“I era per fer-me mal
    quan vingués avui!”.
    ….Oh, com te m’has cregut
    que em fores fidel?



    ENGAÑO

    “Di, ¿por qué me hiciste
    confiar en mí?”.
    ….¿Te he podido engañar,
    corazón tan perplejo?
    ….“Me has querido sobornar,
    cauto, sin orgullo”.
    ….Sin espera, con orgullo,
    te me entregaste.
    ….“¡Y era para hacerme daño
    cuando llegara hoy!”.
    ….Oh, ¿cómo te me has creído
    que me serías fiel?


    ESPARVER

    Sabia jo que un esparver furtiu
    va temptant cel fins a trobar un clivell,
    s'esmuny i em ve, i es regira fressós
    als braços meus, l'ala xopa de sal?
    ….Un mal estiu s'emmagranava espès.
    Dies premuts, grums de sang i d'ossets.
    Pellaven sec les genives del sol.
    Tarava el corc la fibra de les nits.
    ….Quin disbarat, tant d'estiu i tan lluny!
    Aquesta nit, que un dring ha esmicolat
    vidres de cel, i m'esgarrinxa fresc
    el blau urpat que riu, sé el disbarat.
    ….Sabia jo que un esparver, quan és
    del tot furtiu, i em vol sorprendre i riu,
    coneix quin cos manllevar, i dar-me engany
    que torna amb mi la noia que tinc lluny?
    ….Roent de sal, volta cales, de nit.
    Els farallons estellats li han burxat
    el ventre clar, quan neda dins el fosc.
    Trepitja fort quan és molla de gin.
    ….I aquest sobtat esparveret que riu
    de ser bo amb mi, m'enganya amb gust de sal
    i ens rebolquem com algues en cabdell.
    ….Llengüejo i ric, mossego cabell curt
    i xuclo endins valvada orella, fruit
    de fosca mar, la mar de noies, lluny.


    GAVILÁN

    ¿Sabía yo que un gavilán furtivo
    va palpando el cielo hasta encontrar una grieta,
    se escurre y me viene, y se revuelve ruidoso
    en mis brazos, el ala empapada de sal?
    ….Un mal verano se granaba espeso.
    Días pulsados, grumos de sangre y de huesecillos.
    Encoraban en seco las encías del sol.
    La carcoma taraba las fibras de la noche.
    ….¡Qué disparate, tanto verano y tan lejos!
    Esta noche, en que un tintineo ha desmenuzado
    cristales de cielo, y me araña fresco
    el azul con garras que ríe, sé el disparate.
    ….¿Sabía yo que un gavilán, cuando es
    furtivo del todo, y me quiere sorprender y ríe,
    sabe qué cuerpo adoptar, y hacerme creer
    que me devuelve a la muchacha que tengo lejos?
    ….Candente de sal, sobrevuela calas, por la noche.
    Los farallones astillados le han punzado
    el claro vientre, cuando nada en la oscuridad.
    Pisa fuerte cuando está mojado de ginebra.
    ….Y este repentino gavilancito que ríe
    para ser bueno conmigo, me engaña con gusto de sal
    y nos revolcamos como algas ovilladas.
    ….Lengüeteo y río, muerdo cabello corto
    y chupo el interior de la valvada oreja, fruto
    de oscuro mar, el mar de muchachas, lejos.


    FE

    La tens als teus braços.
    Dorms, i la somnies,
    i saps que és un somni
    tot el que veus d'ella.
    I el cor se t'arrenca,
    tremola de fe.
    Només una cosa
    que tu li proposes
    et dóna penyora
    que et voldrà despert.
    Coneix que és un somni
    el que li dius d'ella,
    però que per sota
    del somni, és ella
    que tens als teus braços.



    FE

    La tienes en tus brazos.
    Duermes, y la sueñas,
    y sabes que es un sueño
    todo lo que ves de ella.
    Y el corazón se te arranca,
    tiembla de fe.
    Solo una cosa
    que le propones
    te da seguridad
    que te querrá despierto.
    Conoce que es un sueño
    lo que le dices de ella,
    pero que por debajo
    del sueño, es ella
    la que tienes en tus brazos.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 09:39

    .


    FILL

    Cruixi la tarda. El temps se'ls ennuegui.
    Traspuen sorollets. Tota una casa
    malfrisa, i esgarrifa la cisterna
    de silenci. Feliç pis clausurat.
    Batega un fòsfor fred, s'adorm la bèstia
    d'aigua fonda, els dos cossos llarg-nuats.
    ….El trenc, el temps. Anyellet de sabó,
    ella sota la dutxa. Les paraules
    i el riure, lleus damunt la pell, escuma
    que fuig amb l'aigua brusca.
    …………………………….El trenc, el xiscle
    d'una cinta de serra: el plor d'un nen
    esquinça violent.
    ………………..."És potser el nen
    que no hem fet, i que se'ns queixa".
    …………………………………….Fill,
    criatura dels altres, calla. Troba't
    els dos que tu delates, pobres dos
    que es van prometre, i no han sabut complir-se.
    Temptador massa tosc, ens fas vergonya.
    Troba qui t'ha volgut quan oferies
    un altre cos. Rebolqueu-vos tots tres.


    HIJO

    Cruja la tarde. El tiempo se les atragante.
    Rezuman ruiditos. Toda una casa
    se impacienta, y estremece la cisterna
    de silencio. Feliz piso clausurado.
    Late un frío fósforo, se duerme la bestia
    de aguas profundas, los dos cuerpos largo-anudados.
    ….El amanecer, el tiempo. Corderito de jabón,
    ella bajo la ducha. Las palabras
    y la risa, leves sobre la piel, espuma
    que huye rápido con el agua.
    ……………………………..La grieta, el chillido
    de una cinta de sierra: el llanto de un niño
    rasga violento.
    ………………..."Quizás es el niño
    que no hemos hecho, que se nos queja".
    ………………………………….……...Hijo,
    criatura de los otros, calla. Encuéntrate
    con los dos que tú delatas, pobres dos
    que se prometieron, y no han sabido cumplirse.
    Tentador demasiado tosco, nos das vergüenza.
    Encuentra a quién te ha querido cuando ofrecías
    otro cuerpo. Revolcaros los tres.


    IDOLETS

    Les mans quietes als genolls,
    recorda:  deixa que un raig
    et clivelli el recer fosc
    i mira la pols dels anys.
    ….Parles de fe? S’han remogut,
    lluents aeris granets,
    milions de déus menuts
    a qui tu vas fingir fe.
    ….Ara, sense fe (i no cal
    que et reservis amb un somriure),
    propicia’t els seus déus lars,
    els de la llar que ella es tria.
    ….Ara val, com mai, la pena.
    La llar on ella va entrar
    fa tan poc, i no la’n vols treure
    ni saps creure que hi romandrà.
    ….T’és fàcil de seduir
    (mig d’intenció, mig d’esma)
    els déus, que són tan humils.
    I aquests millor, que els coneixes.
    ….Trenca l’encantament fosc,
    aixeca’t, fes llum a la cambra,
    cerca. Si et recordes on,
    tu en tens les seves imatges.
    ….Desemboliques la seda
    marcida, i et passen pels dits
    ganyes de dimonis vells
    tallats en vell jade xinès.
    ….Veus: encara plens de virtut
    irrisòria, gens tendres,
    els innocents, els nocius
    idolets de la joventut.


    IDOLILLOS

    Las manos quietas sobre las rodillas,
    recuerda:  deja que un rayo
    te doble el oscuro cobijo
    y mira el polvo de los años.
    ¿Hablas de fe? Se han removido,
    relucientes granitos aéreos,
    millones de pequeños dioses
    a quienes tú fingiste tener fe.
    ….Ahora, sin fe (y no hace falta
    que te retengas con una sonrisa),
    propíciate sus dioses lares,
    los del hogar que ella se elige.
    ….Ahora vale, como nunca, la pena.
    El hogar donde ella entró
    hace tan poco, y no la quieres sacar
    ni crees que permanecerá.
    ….Te es fácil de seducir
    (medio de intención, medio maquinalmente)
    a los dioses, que son tan humildes.
    Y estos aún más, que los conoces.
    ….Rompe el oscuro encantamiento,
    levántate, enciende la luz de la habitación,
    busca. Si te acuerdas dónde,
    tú conservas sus imágenes.
    ….Desenvuelves la seda
    marchita, y te pasan por los dedos
    figuritas de demonios viejos
    tallados en viejo jade chino.
    ….Ves: aún llenos de irrisoria
    virtud, nada tiernos,
    los inocentes, los nocivos
    idolillos de la juventud.


    ÍDOLS

    Aleshores, quan jèiem
    abraçats davant la finestra
    oberta al pendís d’oliveres (dues
    llavors nues dins un fruit que l'estiu
    ha badat violent, i que s'omple
    d'aire) no teníem records. Érem
    el record que tenim ara. Érem
    aquesta imatge. Els ídols de nosaltres,
    per a la submisa fe de després.



    ÍDOLOS

    Entonces, cuando yacíamos
    abrazados frente a la ventana
    abierta a la cuesta de los olivos (dos
    semillas desnudas dentro de un fruto que el verano
    ha partido violento, y que se llena
    de aire) no teníamos recuerdos. Éramos
    el recuerdo que tenemos ahora. Éramos
    esta imagen. Ídolos de nosotros,
    para la fe sumisa de después.


    JOC

    Pots jugar amb el seu cos,
    que és jove i riu, i vol
    el joc, i no n'ha tingut prou.
    Encara creus que en tu hi ha vici?
    Mostra el teu vici. Dóna't
    sencer. Si te l'estimes,
    no li ofeguis aquest tremolor:
    la curiositat del cos, que tu
    fa massa temps que en dius desig.



    JUEGO

    Puedes jugar con su cuerpo,
    que es joven y ríe, y quiere
    jugar, y no ha tenido bastante.
    ¿Crees todavía que hay vicio en ti?
    Muestra tu vicio. Date
    entero. Si lo quieres,
    no le ahogues ese temblor:
    la curiosidad del cuerpo, que tú
    hace demasiado tiempo que llamas deseo.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 12:00

    .


    KENSINGTON

    La llum de l’estiu nòrdic és immensa,
    i aquelles tardes que no moren mai.
    Com la pau de després. Quan elles diuen
    gairebé el vell secret que cerquem sempre
    per camins nous.
    ………………...I ella parla, i em diu
    les imatges que amb ella fan camí:
    el camí seu, tan lent, per on la meno
    fins al cim.
    …………..«Sempre em sembla que em transformo.
    No sabràs mai les coses que em fas creure,
    cos meu. Una vegada, vaig ser Kensington,
    aquesta estesa de carrers retorts,
    clars de llum sense sol. I fa un moment
    et dic que m’he tornat una flor groga.»
    ….D’imaginar floral, a mi m’és fàcil.
    Du bist wie eine Blume, i a la mà
    tinc encara un record de flor carnívora,
    la cosa que es va obrint fins a una flor
    de carn humida, corol·la desclosa
    vasta increïblement, perquè, insecte,
    m’hi doni. Dic:
    ……………….«Et tornes una flor,
    i tot el cos et puja cap aquí.»
    ….M’he torçat. Pura llum. Tots els dibuixos
    que sé calcar no valen. Corregeix:
    ….«No, si la flor no compta. És que era tota
    groga. Te m’he tornat una flor groga.»



    KENSINGTON

    La luz del verano nórdico es inmensa,
    y aquellas tardes que no mueren nunca.
    Como la paz de después. Cuando ellas dicen
    casi el viejo secreto que buscamos siempre
    por caminos nuevos.
    …………….….…...Y ella habla, y me dice
    las imágenes que hacen camino con ella:
    su camino, tan lento, por donde la dirijo
    hasta la cumbre.
    ………………..«Siempre creo que me transformo.
    Nunca sabrás las cosas que me haces creer,
    cuerpo mío. Una vez, fui Kensington,
    esa extensión de calles retorcidas,
    claras de luz sin sol. Y hace un momento
    te digo que me he vuelto una flor amarilla.»
    ….IImaginar flores, a mí me es fácil.
    Du bist wie eine Blume, y en la mano
    tengo todavía el recuerdo de una flor carnívora,
    la cosa que se va abriendo hasta una flor
    de carne húmeda, la corola abierta
    increíblemente vasta, para que, insecto,
    me entregue. Digo:
    ………….,……….«Te conviertes en flor,
    y todo el cuerpo te sube hacia aquí.»
    ….Me he equivocado. Pura luz. Todos los dibujos
    que sé calcar no sirven. Corrige:
    ….«No, si la flor no cuenta. Es que era toda
    amarilla. Te me he vuelto una flor amarilla.»


    KORE

    Somriu cada vegada
    que una altra cosa d'ella
    mereix un amor teu.
    Somriu quan tu surts d'ella
    i es torna a cloure intacta.
    Somriu d'una tendresa
    que no us suplicarà
    (tu, amb el teu món àvid)
    que li'n digueu bondat,
    i a penes endevines
    com s'absorbeix. Encara
    li cal sumar-se. Encara
    va naixent el seu cos.



    KORE

    Sonríe cada vez
    que otra cosa de ella
    merece un amor tuyo.
    Sonríe cuando tú sales de ella
    y se vuelve a cerrar intacta.
    Sonríe por una ternura
    que no os suplicará
    (tú, con tu mundo ávido)
    que la llaméis bondad,
    y apenas adivinas
    como se absorbe. Aún
    le hace falta sumarse. Aún
    va naciendo su cuerpo.


    LORELEI

    Sé molt bé tot el que vol dir
    que em trobi tan content.
    Un instant d'un passat estiu
    no se me'n va del pensament.
    ….Les pedres tèbies de lluna,
    i a l'herba frisa el vent de mar.
    Per una escala que s'enruna
    pugen ella i un embriac.
    ….La noia amb blue-jeans es proposa
    tenir bondat per l'home incert.
    No fuig de veure's en l'ull de boira
    ni burla el pas que es perd.
    ….Ara la mena un seny d'ofrena:
    li han dit sempre que l'ofegués.
    I això, tota soleta,
    la noia meva ho ha fet.


    LORELEI

    Sé muy bien cuanto quiere decir
    que me sienta tan contento.
    Un instante del pasado verano
    no se me va del pensamiento.
    ….Las piedras tibias de luna,
    y frisa la hierba el viento del mar.
    Por una escalera que se derrumba
    suben ella y un beodo.
    ….La muchacha con blue-jeans se propone
    ser buena con el hombre inseguro.
    No huye de verse en el ojo de la niebla
    ni evita el paso que se pierde.
    ….Ahora la guía un sentido de ofrenda:
    le han dicho siempre que la ahogara.
    Y eso, solita,
    mi muchacha lo ha hecho.


    METRÒNOM

    Noia, dona, noia,
    dona. Sents el batre
    d'un metrònom dur
    i vetlles l'alterna
    natura que estimes.
    Quina prefereixes,
    noia que s'exhala,
    dona que es recull?
    Menes la segura
    conspiració
    de totes les coses:
    aboliu la noia,
    porteu l'acomplerta,
    la ben reclamada.
    Ara, de la noia
    no saps ni parlar-ne:
    vida anterior,
    com d'ocell o fruita.
    Dona instaurada,
    la interpretaràs.
    Tindràs, per contar-la,
    valors ben entesos
    i tacte, suau
    vellut de silencis,
    i mots. Els mots teus,
    que et van refinant.
    Incisius per anys,
    no en fas servir d'altres
    per parlar de tu:
    els mots que t'arrenquen
    la pell de la llengua
    cada cop que els dius.



    METRÓNOMO

    Muchacha, mujer, muchacha,
    mujer. Oyes el batir
    de un duro metrónomo
    y velas la alterna
    naturaleza que amas.
    ¿Cuál prefieres,
    muchacha que se exhala,
    mujer que se recoge?
    Diriges la segura
    conspiración
    de todas las cosas:
    abolid a la muchacha,
    traed a la completa,
    la bien reclamada.
    Ahora, de la muchacha
    no sabes ni hablar:
    vida anterior,
    como de pájaro o fruta.
    Mujer instaurada,
    la interpretarás.
    Tendrás, para contarla,
    valores bien entendidos
    y tacto, suave
    terciopelo de silencios,
    y palabras. Tus palabras,
    que te van refinando.
    Incisivas durante años,
    no usas otras
    para hablar de ti:
    las palabras que te arrancan
    la piel de la lengua
    cada vez que las dices.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 12:06

    .


    MUDANCES

    Va i torna, àgil,
    de la tendresa al riure, del pudor
    (la cara que, quan venç
    el seu defalliment, es tomba fera
    i fuig al fosc sota el teu pit)
    a la insolència (la mà,
    l’ocell agut de burla i de pregunta:
    com te’l sents a l’espatlla, i et mesura
    fins on s’haurà escruixit la teva fusta
    desesperada en erigir-se).



    MUDANZAS

    Va y vuelve, ágil,
    de la ternura a la risa, del pudor
    (la cara que, cuando vence
    su desfallecimiento, se vuelve fiera
    y huye a lo oscuro bajo tu pecho)
    a la insolencia (la mano,
    el pájaro agudo de burla y de pregunta:
    cómo lo sientes en el hombro, y te mide
    hasta donde se haya estremecido tu madera
    desesperada al erguirse).


    NEU

    Feixuga damunt teu. La cara cerca
    un encaix al teu coll, i va parlant.
    Entra la llum de neu, i tu recordes
    quin fred teníeu. Ella et va contant
    coses i coses, i escoltes i oblides,
    com si et contés un somni. Fins que et diu
    que l’altre dia et va fer el salt. Tremoles.
    …."Per què et sorprèn? Ja ho saps, que de vegades
    algú m´endú".
    ………………..."Potser no m'ha sorprès,
    però em fa pena".
    …………………I ella se´t redreça,
    s´allunya de la injúria en què vol
    endurir-se el teu cos, i amb els ulls encesos:
    …."Més me´n fa a mi. No saps com és. No hi ha
    res més horrible. Et trobes al damunt
    un home qualsevol-".
    ……………………..I surts de tu.
    Tremoles. No fa gaire, pel carrer,
    ella tenia fred al teu costat.



    NIEVE

    Pesada sobre ti. La cara busca
    un encaje en tu cuello, y va hablando.
    Entra la luz de nieve, y tú recuerdas
    qué frío teníais. Ella te va contando
    cosas y cosas, y escuchas y olvidas,
    como si te contara un sueño. Hasta que te dice
    que el otro día te engañó. Tiemblas.
    …."¿Por qué te sorprende? Ya lo sabes, que a veces
    alguno se me lleva".
    ……………..……..."Quizás no me ha sorprendido,
    pero me da pena".
    …………………Y ella se te endereza,
    se aleja de la injuria en que quiere
    endurecerse tu cuerpo, y con ojos encendidos:
    …."Más me da a mí. No sabes cómo es. No hay
    nada más horrible. Te encuentras encima
    un hombre cualquiera-".
    ………………………..Y sales de ti.
    Tiemblas. No hace mucho, por la calle,
    ella tenía frío a tu lado.


    NOIES

    “Podria fer-ho amb una noia
    menuda, com de marfil”.
    I encledes brusc totes les noies
    menudes, com de marfil,
    junt amb la carn que et fa nosa
    com la dels homes enemics.
    Trobes que al món hi ha massa noies?
    Ves qui t’ho havia de dir.



    MUCHACHAS

    “Podría hacerlo con una muchacha
    menuda, como de marfil”.
    Y encierras brusco todas las muchachas
    menudas, como de marfil,
    junto con la carne que te estorba
    como la de los hombres enemigos.
    ¿Crees que en el mundo hay demasiadas muchachas?
    Quién te lo tenía que decir.


    OCI

    Ella dorm. L'hora que els homes
    ja s'han despertat, i poca llum
    entra encara a ferir-los.
    Amb ben poc en tenim prou. Només
    el sentiment de dues coses:
    la terra gira, i les dones dormen.
    Conciliats, fem via
    cap a la fi del món. No ens cal
    fer res per ajudar-lo.


    OCIO

    Ella duerme. En la hora en que los hombres
    ya se han despertado, y poca luz
    entra todavía a herirlos.
    Con bien poco tenemos bastante. Solo
    el sentimiento de dos cosas:
    la tierra gira, y las mujeres duermen.
    Reconciliados, caminamos
    hacia el fin del mundo. No nos hace falta
    hacer nada para ayudarle.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (Continuará)


    .


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    Gabriel Ferrater - Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968 Empty Re: Gabriel Ferrater (1922-1972): "Mujeres y días", 1968

    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 12:19

    .


    PERDÓ

    Amor, t'he demanat perdó
    massa vegades, fins que has vist
    l'argúcia del cor trampós:
    del teu perdó se'n fa permís.
    …."Perdó d'haver-te'n demanat".
    Una altra espurna se t'encén
    i zigzaga per cent miralls
    de suplicat consentiment.
    ….Una baixa màgia vol
    enlluernar-te, i ha aixecat
    (mangres i verds) un barracot
    d'una fira suburbial.
    ….Amor, no hi entris. Infidel
    ajudant del mal histrió,
    el cor, et lliuro descobert
    el seu truc d'implorar perdó.
    ….Amor, perdó. Perdó per mi.
    Un últim perdó sense encant,
    no un projecte dels vidres vils,
    el frau que per tu vam muntar.
    ….I encara més. Perdó, perdó
    per ara, per aquest moment
    que el llampegueig desficiós
    m'ha fet témer que t'enganyés.
    ….Jo que no sé deixar el servei,
    massa fàcil, del cor absurd,
    he oblidat (oi que ho comprens?)
    com ets real, com vius en tu.


    PERDÓN

    Amor, te he pedido perdón
    demasiado veces, hasta que has visto
    la argucia del corazón tramposo:
    de tu perdón hace permiso.
    …."Perdón de habértelo pedido".
    Otra chispa se te enciende
    y zigzaguea por cien espejos
    de suplicado consentimiento.
    ….Una baja magia quiere
    deslumbrarte, y ha levantado
    (almagres y verdes) un barracón
    de feria suburbana.
    ….Amor, no  entres. Infiel
    ayudante del mal histrión,
    el corazón, te entrego descubierto
    su truco de implorar perdón.
    ….Amor, perdón. Perdón por mí.
    Un último perdón sin encanto,
    no un proyecto de los vidrios viles,
    el fraude que por ti montamos.
    ….Y todavía más. Perdón, perdón
    por ahora, por este momento
    que el relampagueo desazonador
    me ha hecho temer que te engañara.
    ….Yo que no sé dejar el servicio,
    demasiado fácil, del corazón absurdo,
    he olvidado (¿verdad que lo entiendes?)
    qué real eres, cómo vives en ti.


    PLORAR

    Neci, per què voldries
    aprendre de plorar?
    Ella encara vacil.la,
    se li decanta el cap,
    el món et roda i vibra
    com, cadent averany,
    la baldufa moria
    quan sabies plorar.
    Si s’allunya i no et mira,
    si t’és advers l’instant,
    de plorar què en trauries?
    Si et sent, neci, riurà.
    ….I avui sabies riure,
    però el riure, plombat
    com un cos mort, et llisca
    aigua endins, per instants.
    Capbussa’t, neci. Via.
    Nas i orelles amb sang,
    cobra el riure. Si es gira,
    riu, i potser riurà.



    LLORAR

    Necio, ¿para qué querrías
    aprender a llorar?
    Ella todavía vacila,
    se le inclina la cabeza,
    el mundo te rueda y vibra
    como, ruinoso agüero,
    moría la peonza
    cuando sabías llorar.
    Si se aleja y no te mira,
    si el instante te es adverso,
    ¿qué sacarías de llorar?
    Si te oye, necio, reirá.
    ….Y hoy sabías reír,
    pero la risa, pesada
    como un cadáver, se te desliza
    agua adentro, por momentos.
    Zambúllete, necio. Ponte en marcha.
    Nariz y orejas con sangre,
    recupera la risa. Si se gira,
    ríe, y quizás reirá.


    RIURE

    El teu bes dins el meu bes,
    àgil amor, com el vell
    de la mar que desespera
    la clau confusa amb què el premen
    els braços interrogants.
    Mel o tabac, gin o sal,
    esquerpa llimona neta,
    o l'última fruita interna
    de carn, dins el jardí clos
    on s'entra sense renom
    (empresa tota furtiva:
    delícia no vol crida).
    Quin és el gust del teu bes?
    ….I ara, amor, aquest teu bes
    (altra llegenda) se'm muda
    fins a la rel de natura.
    Tremola, m'oblida, el dolç
    tacte se m'esmuny frisós
    i un riure, goig inquiet,
    brota profús i rebrota
    i em branqueja dins la boca:
    fresca amargor de llorer,
    verda aèria remor.
    Deixa'm riure a mi, amor.
    Compto a tota partida
    i em sé el guany, i què en faria
    d'una meva joventut?
    És la teva la que em val.
    Compadit de si mateix,
    fa de mal mudar el meu bes.
    Muda, que rodolo amb tu
    i és meu tot cop del teu dau.



    REÍR

    Tu beso dentro de mi beso,
    ágil amor, como el viejo
    del mar al que desespera
    la llave confusa con que lo oprimen
    los brazos interrogantes.
    Miel o tabaco, ginebra o sal,
    limpio limón arisco,
    o la última fruta de carne
    interna, dentro del jardín cerrado
    donde se entra sin renombre
    (empresa totalmente furtiva:
    el goce no quiere proclamarse).
    ¿Cuál es el gusto de tu beso?
    ….Y ahora, amor, este beso tuyo
    (otra leyenda) se me traslada
    hasta la raíz de la naturaleza.
    Tiembla, me olvida, el dulce
    tacto se me desliza impaciente
    y una risa, gozo inquieto,
    brota profusa y rebrota
    y se me enrama en la boca:
    fresca amargura de laurel,
    verde rumor aéreo.
    Déjame reír a mí, amor.
    ¿Cuento en toda partida
    y me sé la ganancia, y qué  haría
    de una juventud mía?
    La tuya es la que me sirve.
    Compadecido de sí mismo,
    hace de mal mudar mi beso.
    Cambia, que ruedo contigo
    y es mía cualquier tirada de tu dado.


    SABERS

    Pujo l’escala del metro
    de pressa, que se m’ha fet tard.
    Ja fa mitja hora que tenia
    una altra escala per pujar.
    ….Em sobta i m’atura la vora
    del buit, a l’esglaó darrer.
    Marco el pla de cames que passen,
    amb els ulls, com amb un nivell.
    ….Cames que caminen pel vespre
    com per un vague despoblat.
    Què en saben, les còmplices càndides,
    del gran joc que van entrellant?
    ....Dones absortes consideren
    que potser algú els ha mentit.
    Les que van negres, ja serenes,
    no saben a qui van mentir.
    ….Els homes que baixen dels cotxes
    coneixen els licors amargs.
    Tres noies van juntes per riure
    i saben només que han plegat.
    ….Tothom sap que pensar alguna cosa
    d’algun diner, ínfim o gros.
    Respiren tots. No tots recorden.
    Jo sé on és el teu cos.


    SABERES

    Subo la escalera del metro
    aprisa, pues se me ha hecho tarde.
    Ya hace media hora que tenía
    otra escalera que subir.
    ….Me sorprende y me detiene el borde
    del vacío, en el último peldaño.
    Señalo el plano de piernas que pasan,
    con los ojos, como con un nivel.
    ….Piernas que caminan por el atardecer
    como por un vago despoblado.
    ¿Qué saben, cómplices cándidas,
    del gran juego que van entrelazando?
    ....Mujeres absortas consideran
    que quizás alguno les ha mentido.
    Las que van de negro, ya serenas,
    no saben a quién mintieron.
    ….Los hombres que bajan de los coches
    conocen los amargos licores.
    Tres muchachas van juntas para reírse
    y solo saben que han plegado.
    ….Todo el mundo sabe pensar algo
    sobre algún dinero, ínfimo o grande.
    Todos respiran. No todos recuerdan.
    Yo sé dónde está tu cuerpo.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


    .


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    Mensaje por Pedro Casas Serra Miér 02 Oct 2019, 12:26

    .


    SIGNE

    Quin pinzell d’orient
    obeïu, que us dibuixa
    un signe de carícia?
    Ratlles d’un cos i un altre
    no es destrien. Deixeu
    que us avingui l’abraç
    esbalaït. La mà
    se’t vincla lluny. Un peu
    et prem la cara.
    ……………….Veus
    que ella no el llegirà
    com tu, l’ideograma
    de l’instant, el traç d’esma
    que us estreny aquest nus?
    Ella calca un fantasma.
    Tu compliques records.
    Riu d’haver-ho gosat.
    Rius que vulgui, flexible,
    resseguir-los amb tu.



    SIGNO

    ¿Qué pincel de oriente
    obedecéis, que os dibuja
    un signo de caricia?
    Líneas de un cuerpo y otro
    no se separan. Dejad
    que os llegue el abrazo
    atónito. La mano
    se te dobla lejos. Un pie
    te presiona la cara.
    ……………….¿No ves
    que ella no lo leerá
    como tú, el ideograma
    del instante, el trazo de rutina
    que os estrecha este nudo?
    Ella calca un fantasma.
    Tú complicas recuerdos.
    Ríe de haberlo osado.
    Ríes de que quiera, flexible,
    reseguirlos contigo.


    SOLSTICI

    Mitjanit del solstici. Com la neu
    (no ens ha caigut enguany), damunt la pedra
    que encaua el jaç del nostre milió,
    s’afeixuga el silenci violent
    dels cels que van girant-se vers nosaltres
    com una cara, i amb lenta clemència
    que el neguit nostre no sabrà torbar,
    comença a obrir-se l’ull que ens forma, l’ull
    de la llum nova.
    ………………..Déus de la promesa,
    aquest estiu me’l crec, que em feu vinent.
    Ara tinc lluny la cara on reposo
    la meva millor fe, i vull recordar-me
    de vosaltres. M’avinc a suplicar-vos,
    per ara i tot moment en què, com ara,
    la dolça cara em sigui lluny, que es giri
    i em torni, com un fruit al meu abast.



    SOLSTICIO

    Medianoche del solsticio. Como la nieve
    (no nos ha caído este año), sobre la piedra
    que encova el lecho de nuestro millón,
    se agobia el violento silencio
    de los cielos que van volviéndose hacia nosotros
    como una cara, y con lenta clemencia
    que nuestra desazón no sabrá turbar,
    empieza a abrirse el ojo que nos forma, el ojo
    de la luz nueva.
    ………………..Dioses de la promesa,
    me creo este verano, que me hacéis llegado.
    Lejos tengo ahora la cara donde reposo
    mi mejor fe, y quiero acordarme
    de vosotros. Me avengo a suplicaros,
    por ahora y en todo momento en que, como ahora,
    la dulce cara se encuentre lejos de mí, que se gire
    y vuelva a mí, como fruto a mi alcance.


    TAMBÉ

    “- but, you know, every woman
    is a mother, and thinks
    every father is her child”
    . Ho diu
    ella que ho sap. El món, la incalculable
    cinta mètrica, l’ordre
    històric (entre tantes
    altres, la ratlla mínima
    que ets tu), s’enrotlla de cop
    dins seu. Mundus
    in nuce
    . Una dona com una altra,
    i és també l’única Gran Mare.



    TAMBIÉN

    “- but, you know, every woman
    is a mother, and thinks
    every father is her child”
    . Lo dice
    ella que lo sabe. El mundo, la inacabable
    cinta métrica, el orden
    histórico (entre tantas
    otras, la mínima línea
    que eres tú), se enrolla de golpe
    en su interior. Mundus
    in nuce
    . Una mujer como otra,
    y también es la única Gran Madre.


    ÚTER

    Ja fa unes quantes hores que és aquí.
    Parts del seu cos, no les més íntimes
    però parts del seu cos, s'han escampat
    i repartit pels quatre o vint cantons
    d'aquesta cambra. I ara visc
    tot encledat dins la cosa que estimo.
    Un moviment que faig, i que m'estira
    enllà del meu replec, toca una mitja
    o una sabata o un jersei o una faldilla:
    les partions de la terra que és meva.



    ÚTERO

    Hace ya unas cuántas horas que está aquí.
    Partes de su cuerpo, no las más íntimas
    pero partes de su cuerpo, se han esparcido
    y repartido por los cuatro o veinte lados
    de esta habitación. Y ahora vivo
    encerrado dentro de la cosa que amo.
    Un movimiento que hago, y que me estira
    fuera de mi rincón, toca una media
    o un zapato o un jersey o una falda:
    los linderos de la tierra que es mía.


    XIFRA

    Amor, portaves al món
    set mil set-cents seixanta-cinc
    dies, en cloure’s la nit
    que em vas cridar del teu racó,
    veu que s’havia compadit
    i em rebies, cos bondadós.
    Quin joc perdut, quin rodar
    fins a trencar un brancam fosc.
    Set mil set-cents seixanta-cinc
    dies, abans no vaig trobar
    on te m’havies arraulit,
    amor, per créixer lluny de mi.



    CIFRA

    Amor, llevabas en el mundo
    siete mil setecientos sesenta y cinco
    días, al terminarse la noche
    en que me llamaste desde tu rincón,
    voz que se había compadecido
    y me recibías, cuerpo bondadoso.
    Qué juego perdido, qué rodar
    hasta romper un oscuro ramaje.
    Siete mil setecientos sesenta y cinco
    días, antes que encontrara
    dónde te me habías acurrucado,
    amor, para crecer lejos de mí.


    Gabriel Ferrater, Les dones i els dies, 1968
    (Versión de Pedro Casas Serra)


    (continuará)


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