Aires de Libertad

¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

https://www.airesdelibertad.com

Leer, responder, comentar, asegura la integridad del espacio que compartes, gracias por elegirnos y participar

Estadísticas

Nuestros miembros han publicado un total de 1065236 mensajes en 48377 argumentos.

Tenemos 1587 miembros registrados

El último usuario registrado es José Valverde Yuste

¿Quién está en línea?

En total hay 192 usuarios en línea: 2 Registrados, 0 Ocultos y 190 Invitados :: 3 Motores de búsqueda

Guadalupe Cisneros Villa, Pascual Lopez Sanchez


El record de usuarios en línea fue de 1156 durante el Mar 05 Dic 2023, 16:39

Últimos temas

» MAIAKOVSKY Y OTROS POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, 3
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyHoy a las 03:23 por Pascual Lopez Sanchez

» POESÍA SOCIAL XX. . CUBA. (Cont.)
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyHoy a las 00:22 por Lluvia Abril

» Poetas murcianos
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 23:53 por Lluvia Abril

» POETAS LATINOAMERICANOS
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 19:08 por Maria Lua

» LA POESIA MÍSTICA DEL SUFISMO. LA CONFERENCIA DE LOS PÁJAROS.
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 19:05 por Maria Lua

» LA POESÍA PORTUGUESA - LA LITERATURA PORTUGUESA
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 19:00 por Maria Lua

» Rabindranath Tagore (1861-1941)
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 18:52 por Maria Lua

» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 18:51 por Maria Lua

» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 18:45 por Maria Lua

»  DOSTOYEVSKI
 DOSTOYEVSKI - Página 28 EmptyAyer a las 18:42 por Maria Lua

Noviembre 2024

LunMarMiérJueVieSábDom
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930 

Calendario Calendario

Conectarse

Recuperar mi contraseña

Galería


 DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty

4 participantes

    DOSTOYEVSKI

    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:21

    ***

    »Naturalmente, no fue ése su prometido descenso a la tierra, tal y como se presentará
    en el fin de los tiempos, con toda su gloria celestial, de forma repentina, “como el
    relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente”. No, solo quiso visitar
    brevemente a sus hijos, precisamente allí donde crepitaban las hogueras de los
    herejes. Por su misericordia infinita, caminó una vez más entre las gentes, en la misma
    forma humana que había tenido cuando habitó durante tres años en medio de los
    hombres, quince siglos antes. Desciende a las “tórridas callejas” de la ciudad
    meridional, precisamente allí donde la misma víspera, en “un grandioso auto de fe”,
    en presencia del rey, de la corte, de caballeros, de cardenales y de hermosísimas
    cortesanas, delante de la numerosa población de toda Sevilla, el cardenal y gran
    inquisidor había hecho quemar a cerca de un centenar de herejes ad majorem gloriam
    Dei. Aparece en silencio, discretamente, pero todos, por raro que parezca, lo
    reconocen. Éste podría ser uno de los mejores pasajes del poema; quiero decir, por
    qué, precisamente, lo reconocen. La gente, arrastrada por una fuerza invencible, se
    dirige hacia Él, lo rodea, se apelotona a su alrededor, lo sigue. Él avanza en silencio
    entre la multitud, con una sonrisa callada de infinita compasión. Arde en su corazón el
    sol del amor, brotan de sus ojos los rayos de la Luz, de la Iluminación y de la Fuerza y,
    derramándose sobre los hombres, despierta en sus corazones un amor recíproco.
    Tiende los brazos hacia ellos, los bendice y, al contacto con Él, incluso con sus
    vestiduras, surge una fuerza que da salud. Un anciano, ciego desde la infancia, grita en
    medio de la multitud: “Cúrame, Señor, y así podré verte”, y de pronto se le caen una
    especie de escamas de los ojos, y el ciego ve al Señor. El pueblo llora y besa la tierra
    que pisa. Los niños arrojan flores a su paso, proclaman y cantan: “¡Hosanna!”. “Es Él,
    es Él —repite todo el mundo—, tiene que ser Él, no puede ser otro.” Se detiene en el
    atrio de la catedral de Sevilla justo en el momento en que introducen en el templo,
    entre llantos, un pequeño ataúd blanco, abierto: descansa en él una niña de siete años,
    hija única de un ciudadano ilustre. La criatura muerta está cubierta de flores. “Él
    resucitará a tu hija”, grita una voz entre la muchedumbre a la madre que llora. El deán
    del cabildo catedralicio, que ha salido al encuentro del féretro, mira perplejo y frunce
    el ceño. Pero de pronto resuena el lamento de la madre de la niña muerta. La mujer se
    arroja a los pies del Señor: “¡Si eres Tú, resucita a mi hija!”, exclama, tendiendo los
    brazos hacia Él. El cortejo se detiene, depositan el féretro en el suelo del atrio, a sus
    pies. Él mira con compasión, y sus labios, dulcemente, vuelven a ordenar: “Talitá kum,
    que quiere decir: Muchacha, a ti te digo, levántate”. La muchacha se incorpora en el
    féretro, se sienta y mira sonriente, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. Tiene en
    las manos el ramillete de rosas blancas con el que yacía en el ataúd. La gente está
    emocionada, hay gritos y llantos; y en ese mismo instante cruza la plaza de la catedral
    el mismísimo cardenal, el gran inquisidor.


    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:22

    ***

    Es un anciano de casi noventa años, alto y
    erguido, de rostro enjuto, con los ojos hundidos, pero en los que aún brilla como una
    264
    chispa de fuego. Oh, no viste sus espléndidos ropajes cardenalicios, con los que ayer
    se pavoneaba ante el pueblo mientras quemaban a los enemigos de la fe romana; no,
    en estos momentos no lleva más que su viejo y tosco hábito monástico. A una
    distancia prudencial lo siguen sus siniestros auxiliares y siervos, así como la guardia
    “sagrada”. Se detiene delante de la multitud y la observa desde lejos. Lo ha visto
    todo, ha visto cómo ponían el ataúd a sus pies, ha visto cómo resucitaba a la doncella,
    y la expresión se le ha ensombrecido. Frunce sus pobladas cejas encanecidas, y su
    mirada resplandece con un fuego siniestro. Extiende el dedo índice y ordena a sus
    guardias que lo prendan. Y es tanta su fuerza, hasta tal punto tiene al pueblo
    adoctrinado, sometido y habituado a obedecer temblando sus órdenes que la
    muchedumbre de inmediato abre paso a los guardias, y éstos, en medio del silencio
    sepulcral que se ha hecho de repente, lo detienen y se lo llevan. En un abrir y cerrar de
    ojos, la multitud, como un solo hombre, inclina la cabeza hasta el suelo ante el anciano
    inquisidor, el cual, sin decir una palabra, bendice al pueblo y sigue su camino. La
    guardia conduce al prisionero a una mazmorra abovedada, angosta y tenebrosa, en el
    viejo caserón del Santo Oficio, y allí lo dejan encerrado. Pasa el día, cae la oscura,
    sofocante y “mortecina” noche sevillana. El aire “huele a laurel y a limonero”. En
    medio de las profundas tinieblas, se abre la puerta de hierro de la mazmorra y el gran
    inquisidor en persona entra lentamente con un candil en la mano. Está solo; a su
    espalda la puerta se cierra de inmediato. Se detiene cerca del umbral y se queda
    mucho tiempo, un minuto, quizá dos, contemplando el rostro del preso. Por fin, se
    acerca con paso quedo, deja el candil en la mesa y le dice: “¿Eres Tú? ¿Tú? —Pero, sin
    recibir respuesta, añade enseguida—: No contestes, guarda silencio. Además, ¿qué
    podrías decir? De sobra sé lo que dirías. No tienes derecho a añadir nada a lo que ya
    has dicho antes. ¿Por qué has venido a estorbarnos? Porque Tú has venido a
    estorbarnos, y también lo sabes. Pero ¿acaso sabes lo que ocurrirá mañana? Yo no sé
    quién eres ni quiero saberlo, si en verdad eres Tú o solo una apariencia suya, pero
    mañana te condenaré y te haré quemar en la hoguera, como al más vil de los herejes, y
    bastará un solo gesto mío para que el mismo pueblo que hoy te ha besado los pies
    mañana se lance a avivar las brasas de tu hoguera, ¿lo sabes? Sí, puede que lo sepas”,
    añadió, profundamente caviloso, sin apartar un instante la mirada de su prisionero.
    —No acabo de entender, Iván, qué significa todo esto —sonrió Aliosha, que
    llevaba todo ese tiempo escuchando en silencio—: ¿se trata, simplemente, de una
    fantasía sin límites, o de algún error del viejo, de un imposible qui pro quo?




    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:23

    ***
    —Admite aunque sea esto último —se echó a reír Iván—, si es que el realismo
    contemporáneo te ha estragado el gusto y ya no puedes tolerar nada fantástico.
    ¿Prefieres que sea un qui pro quo? Pues muy bien. Es verdad —volvió a reírse—, el
    viejo tiene noventa años, hace ya tiempo que podía haber perdido el juicio dándole
    vueltas a su idea. El prisionero, además, podía haberlo impresionado vivamente por su
    265
    aspecto. Podía tratarse, en fin, de una alucinación, del delirio de un anciano de
    noventa años a las puertas de la muerte, excitado, además, por el auto de fe de la
    víspera, con sus cien herejes quemados. Pero ¿qué más nos da, a ti y a mí, que sea un
    qui pro quo o una fantasía sin límites? La cuestión es que el viejo necesita explicarse,
    que por fin, a sus noventa años, se manifiesta y dice en voz alta todo lo que en
    noventa años ha callado.
    —¿Y el prisionero también calla? ¿Se queda mirándolo sin decir una palabra?
    —En efecto, así tiene que ser de todas todas. —Iván se rió de nuevo—. El viejo lo
    advierte de que no tiene derecho a añadir nada a lo que ya ha dicho antes. Si quieres,
    en eso consiste el rasgo fundamental del catolicismo romano, al menos, a mi entender.
    «Tú le has cedido todo al Papa —vienen a decirle—, así que ahora todo está en manos
    del Papa, mejor no vengas a estorbar, al menos hasta la hora señalada.» No solo
    hablan en ese sentido, sino que incluso escriben de esa manera; por lo menos, es lo
    que hacen los jesuitas. Yo lo he leído en sus teólogos. «¿Tienes derecho acaso a
    revelarnos uno solo de los misterios del mundo del que has venido? —le pregunta mi
    viejo, y él mismo se responde—: No, no tienes derecho a hacerlo, para no añadir nada
    a lo que ya está dicho y para no privar a los hombres de su libertad, una libertad que
    tanto defendiste cuando habitaste entre nosotros. Todo cuanto anunciaras ahora por
    primera vez atentaría contra la libertad de la fe de los hombres, pues se presentaría
    como un milagro; en cambio, entonces, hace mil quinientos años, la libertad de su fe
    era lo más valioso para ti. Fuiste Tú quien repitió entonces con frecuencia: “Quiero
    haceros libres”. Pues bien, ya has visto a esos hombres “libres” —añade de pronto el
    viejo con una sonrisa reflexiva—. Sí, todo esto nos ha salido muy caro —prosigue,
    mirándolo con severidad—, pero al fin hemos terminado esta obra en tu nombre.
    Quince siglos de sufrimiento nos ha costado esa libertad, pero ahora el asunto está
    concluido y zanjado de una vez por todas. ¿No crees que esté zanjado de una vez por
    todas? ¿Me miras con aire sumiso y no me concedes siquiera tu indignación? Pero
    debes saber que ahora, en nuestros días, estos hombres están más seguros que nunca
    de que son enteramente libres, y entretanto ellos mismos nos han traído su libertad y
    la han depositado dócilmente a nuestros pies. Pero eso lo hemos hecho nosotros; ¿es
    ésta la libertad que deseabas?»





    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:23

    ***
    —Tampoco ahora lo entiendo —le interrumpió Aliosha—; ¿acaso ironiza, se burla?
    —De ningún modo. Precisamente está presentando como un mérito suyo y de los
    suyos el hecho de haber triunfado sobre la libertad, y todo con tal de hacer felices a
    los hombres. «Pues solo ahora —se refiere, como es natural, a la Inquisición— se ha
    hecho posible por primera vez pensar en la felicidad del hombre. Los hombres fueron
    creados con una naturaleza rebelde: ¿pueden los rebeldes ser felices? Te habían
    avisado —sigue diciendo—, no te faltaron advertencias e indicaciones, pero no hiciste
    caso de tales advertencias; rechazaste el único camino que conducía a la felicidad de
    266
    los hombres; no obstante, al marcharte, afortunadamente, pusiste tu obra en nuestras
    manos. Lo prometiste, empeñaste en ello tu palabra, nos otorgaste el derecho a atar y
    desatar, y ahora, por descontado, no pienses siquiera en quitarnos ese derecho. ¿Por
    qué has tenido que venir a estorbarnos?»
    —¿Qué quiere decir eso de que no le faltaron advertencias e indicaciones? —
    preguntó Aliosha.
    —Precisamente eso es lo más importante de todo lo que al viejo le toca explicar.
    «Un espíritu tan terrible como inteligente, el espíritu de la autodestrucción y la
    inexistencia —sigue diciendo el viejo—, el gran espíritu habló contigo en el desierto y,
    según dicen los libros, te “tentó”. ¿Es cierto? ¿Podría acaso decirse algo más
    verdadero que aquellas tres preguntas que te formuló, y que tú rechazaste, y que en
    los libros se conocen como “tentaciones”? Y lo cierto es que, si alguna vez se ha
    obrado en la tierra un milagro realmente atronador, fue precisamente aquel día, el día
    de las tres tentaciones. La mera formulación de esas tres preguntas ya era, justamente,
    un milagro. Si fuera posible imaginar, solo a modo de prueba y de ejemplo, que esas
    tres preguntas del terrible espíritu se hubieran perdido sin dejar rastro en los libros y
    que fuera preciso restablecerlas, idearlas y componerlas de nuevo para volver a
    introducirlas en esos libros, y que hubiera que reunir con ese fin a todos los sabios de
    la tierra, a gobernantes, prelados, científicos, filósofos y poetas, diciéndoles:
    “Discurrid, formulad tres preguntas, pero han de ser tales que, además de responder a
    la magnitud del acontecimiento, expresen por encima de todo, en tres palabras, en
    solo tres frases humanas, toda la historia futura del mundo y de la humanidad”, ¿crees
    Tú que toda la sabiduría de la tierra, así reunida, podría concebir algo remotamente
    parecido, en fuerza y profundidad, a esas tres preguntas que de hecho te formuló
    entonces, en el desierto, el poderoso e inteligente espíritu? Solo por esas preguntas,
    por el simple milagro de su formulación, se comprende que no se trata de una
    inteligencia humana corriente, sino de una inteligencia eterna y absoluta. Pues en esas
    tres preguntas está como englobada y profetizada toda la historia sucesiva del hombre
    y en ellas se presentan los tres modelos a los que se reducen todas las irresolubles
    contradicciones históricas de la naturaleza humana en la tierra. Entonces eso no podía
    resultar tan evidente, ya que se desconocía el futuro; pero ahora, quince siglos más
    tarde, vemos cómo en esas tres preguntas está todo previsto y profetizado, y se han
    justificado hasta tal punto que es imposible añadirles ni quitarles nada.






    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:24

    ***
    »Así pues, Tú decides quién tenía razón: ¿Tú o aquel que entonces te interrogó?
    Recuerda la primera pregunta; si no era así literalmente, su sentido era éste: “Tú
    pretendes ir al mundo, y vas con las manos vacías, con una vaga promesa de libertad:
    una libertad que ellos, en su simplicidad y en su arbitrariedad innata, son incapaces de
    concebir siquiera; una libertad que temen y que les asusta, pues nunca ha habido para
    el hombre y para la sociedad humana nada más insoportable que la libertad. ¿Ves esas
    267
    piedras del desierto árido y ardiente? Transfórmalas en panes y la humanidad correrá
    detrás de ti como un rebaño, agradecido y dócil, aunque siempre estará temblando de
    miedo ante la posibilidad de que retires tu mano y los dejes sin pan”. Pero tú no
    quisiste privar al hombre de libertad y rechazaste la propuesta, pues ¿qué libertad
    puede haber, debiste pensar, si la obediencia se compra con pan? Replicaste que no
    solo de pan vive el hombre, pero has de saber que en nombre de ese pan terrenal se
    rebelará contra ti el espíritu de la tierra, luchará y te derrotará, y todos lo seguirán,
    proclamando: “¿Quién es semejante a la bestia, que nos ha dado el fuego del cielo?”.
    Has de saber que pasarán los siglos y la humanidad proclamará, por boca de la
    sabiduría y de la ciencia, que no existe el crimen ni, por tanto, tampoco el pecado,
    sino que existen solo los hambrientos. “¡Dales de comer, y pregúntales entonces por
    sus virtudes!”; eso escribirán en la bandera que levantarán contra ti y que agitarán para
    destruir tu templo. Un nuevo edificio se alzará allí donde estaba tu templo, la horrible
    torre de Babel volverá a edificarse, y aunque tampoco ésta se vea culminada, como
    ocurrió con la primera, tú siempre habrías podido evitar la construcción de esta nueva
    torre y acortar en mil años los sufrimientos de los hombres, pues solo acudirán a
    nosotros, ¡después de haber padecido mil años con su torre! Vendrán otra vez a
    buscarnos bajo la superficie de la tierra, en catacumbas, donde estaremos ocultos,
    porque seremos nuevamente perseguidos y martirizados, y, al encontrarnos, nos
    implorarán: “¡Dadnos de comer, porque aquellos que nos habían prometido el fuego
    del cielo no nos lo han traído!”. Y entonces acabaremos de edificar su torre, pues
    culminarán la construcción quienes den de comer, y solo nosotros daremos de comer
    en tu nombre, y mentiremos al decir que lo hacemos en tu nombre. ¡Oh, nunca, nunca,
    podrán alimentarse sin nosotros! Ninguna ciencia les proporcionará pan mientras sigan
    siendo libres, pero al final depositarán su libertad a nuestros pies, diciéndonos: “Es
    preferible que nos hagáis vuestros esclavos, pero dadnos de comer”. Al fin
    comprenderán que son incompatibles la libertad y el pan terrenal en abundancia para
    todos, pues nunca, nunca serán capaces de repartirlo entre ellos. Se convencerán
    también de que jamás podrán ser libres, pues son débiles, depravados, mezquinos y
    rebeldes. Tú les prometiste el pan celestial, pero, vuelvo a repetir, ¿puede acaso, a los
    ojos de la débil tribu humana, siempre depravada y siempre ingrata, compararse con el
    pan de la tierra? Y, aun admitiendo que te siguieran, en nombre de ese pan celestial,
    miles y decenas de miles de seres humanos, ¿qué sería de los millones y decenas de
    miles de millones que son incapaces de prescindir del pan terrenal a cambio del
    celestial? ¿O es que reservas tu amor para las decenas de miles de individuos fuertes y
    poderosos, mientras que los demás, que son millones, que son incontables como las
    arenas del desierto, que te aman, a pesar de ser débiles, solo han de servir como
    material para los grandes y los fuertes?




    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Vie 11 Oct 2024, 08:25

    ***
    No, para nosotros también los débiles son
    dignos de amor. Son depravados y rebeldes, pero al final también ellos se tornarán
    268
    sumisos. Se quedarán asombrados y nos tendrán por dioses, porque, poniéndonos al
    frente de ellos, habremos aceptado cargar con su libertad y reinar sobre ellos: ¡así de
    espantosa les resultará, al final, la idea de ser libres! Pero les diremos que somos tus
    discípulos y que reinamos en tu nombre. Una vez más, los estaremos engañando, pues
    a ti ya no te dejaremos acercarte. Esa impostura será nuestro tormento, ya que nos
    habremos visto obligados a mentir. Ése es el sentido de aquella primera pregunta del
    desierto, aquella que Tú rechazaste en nombre de la libertad, que situaste por encima
    de todo. Lo cierto es que en esa pregunta se encerraba el gran secreto de este
    mundo. De haber aceptado “los panes”, habrías respondido a esa angustiosa
    pregunta, eterna y universal, de los hombres, lo mismo tomados de uno en uno que
    tomados en su conjunto: “¿Ante quién inclinarse?”. Para el hombre no hay
    preocupación más constante y penosa que la de descubrir lo antes posible, apenas
    alcanzada la libertad, ante quién inclinarse. Mas lo que busca el hombre es doblegarse
    ante algo que sea indiscutible, tan indiscutible que todos los hombres accedan a
    reverenciarlo con unanimidad. Pues todo el afán de estas criaturas deplorables no
    consiste ya en encontrar algo ante lo que tal o cual individuo pueda doblegarse, sino
    en dar con aquello en lo que todos crean y todos reverencien, todos a una,
    necesariamente. Y esa necesidad de comunión en la sumisión constituye el mayor
    tormento de cada individuo, así como de la humanidad en su conjunto, desde el
    origen de los tiempos. Por culpa de esa sumisión colectiva, los hombres se han
    exterminado con la espada. Han creado a los dioses y se han desafiado, diciendo:
    “¡Renunciad a vuestros dioses y acudid a adorar a los nuestros, si no queréis la muerte
    para vosotros mismos y para los dioses vuestros!”. Y así seguirá siendo hasta el fin del
    mundo: incluso cuando los dioses hayan desaparecido, los hombres seguirán
    postrándose ante ídolos. Tú conocías, no podías dejar de conocer este secreto
    fundamental de la naturaleza humana, pero rechazaste la única bandera infalible que
    se te había ofrecido para obligar a todo el mundo a inclinarse ante ti sin discusión: la
    bandera del pan terrenal, que rechazaste en nombre de la libertad y del pan celestial.
    Fíjate en lo que has hecho después. ¡Y siempre en nombre de la libertad! Te repito
    que no hay para el hombre preocupación más espantosa que la de encontrar a alguien
    a quien entregar, cuanto antes, el don de la libertad con el que nace este ser
    desdichado. Pero solo quien tranquiliza su conciencia consigue dominar la libertad de
    los hombres. Con el pan se ponía en tus manos una bandera infalible: si le das pan a
    un hombre, se inclinará ante ti, pues nada hay más infalible que el pan; pero, si alguien
    se apodera de la conciencia de ese hombre, éste despreciará tu pan e irá detrás de
    aquel que ha seducido su conciencia. En eso tenías razón. Y es que el misterio de la
    existencia humana no consiste únicamente en vivir, sino en saber para qué se vive. Sin
    una idea precisa del sentido de su vida, el hombre no quiere vivir y prefiere matarse
    antes que seguir en la tierra, por mucho que nade en la abundancia.





    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    267/268


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:21

    ***

    Y, sin embargo,
    ya ves lo que ocurrió: en vez de someter la libertad de los hombres, ¡Tú se la hiciste
    aún mayor! ¿O acaso habías olvidado que el hombre aprecia más la tranquilidad o
    incluso la muerte que la libertad para discernir el bien y el mal? No hay nada que
    seduzca más al hombre que el libre albedrío, pero tampoco hay nada que lo haga
    sufrir más. Pues bien, en lugar de establecer unas bases firmes para tranquilizar,
    definitivamente, la conciencia de la gente, te inclinaste por todo lo extraordinario,
    misterioso e indefinido, todo lo que no está al alcance de las fuerzas humanas,
    actuando como si no amaras en absoluto a los hombres; ¡y eso lo hiciste Tú, ni más ni
    menos, que habías venido a dar la vida por ellos! En vez de domeñar la libertad
    humana, la multiplicaste, abrumando con sus tormentos el reino espiritual de los
    hombres por los siglos de los siglos. Pretendías que el hombre amara libremente, que
    te siguiera por su propia voluntad, seducido y cautivado por ti. En lugar de someterse
    al rigor de la vieja ley, el hombre, de corazón libre, tendría que discernir en lo sucesivo
    el bien y el mal, sin otra guía que tu imagen delante de los ojos. Pero ¿de verdad no
    previste que el hombre acabaría renegando de ti y que llegaría a poner en cuestión tu
    imagen y tu verdad, oprimido por la carga espantosa del libre albedrío? Proclamará al
    final que la verdad no está en ti, pues era imposible dejarlos en mayor turbación y
    tormento de lo que hiciste Tú, cargándolos de preocupaciones y problemas
    irresolubles. De ese modo, Tú mismo sentaste las bases para la destrucción de tu
    reino, y a nadie puedes culpar más que a ti. ¿Acaso era eso lo que te habían
    propuesto? Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de someter y
    subyugar para siempre la conciencia de esos débiles rebeldes, en aras de su propia
    felicidad: el milagro, el misterio y la autoridad. Tú rechazaste las tres, y así diste
    ejemplo. Cuando el espíritu terrible y sabio te transportó al pináculo del templo, te
    dijo: “Si quieres saber si eres el hijo de Dios, arrójate al vacío, pues se ha dicho que los
    ángeles lo sostendrán y lo llevarán, y Él no caerá ni se lastimará; entonces sabrás si
    eres el hijo de Dios, y así demostrarás tu fe en tu padre”; pero Tú, después de
    escucharle, rechazaste su proposición, no accediste y no te arrojaste al vacío. Oh, sí,
    actuaste entonces como un Dios, mostrando orgullo y grandeza, pero la humanidad,
    esa débil tribu rebelde, ¿está formada acaso por dioses?





    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]



    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:22

    ***

    Oh, entonces comprendiste
    que con un solo paso, haciendo un simple ademán de arrojarte al vacío, habrías
    tentado de inmediato al Señor y habrías perdido toda fe en Él. Te habrías estrellado,
    para regocijo del espíritu inteligente que te tentaba, contra la tierra que habías venido
    a salvar. Pero, insisto, ¿hay muchos como Tú? Y ¿alguna vez habías imaginado, solo
    por un momento, que los hombres serían capaces de resistir semejante tentación? ¿Es
    propio de la naturaleza humana rechazar el milagro y atenerse, en los terribles trances
    de la vida, cuando se plantean los dilemas espirituales más atroces, esenciales y
    dolorosos, a lo que libremente dispone el corazón? Oh, Tú sabías que tu proeza
    quedaría recogida en los libros, que llegaría al fondo de los tiempos y a los últimos
    confines de la tierra, y contabas con que el hombre, siguiéndote a ti, también
    conservaría a Dios sin necesidad de milagros. Pero ignorabas que el hombre, apenas
    cuestiona el milagro, rechaza de inmediato a Dios, pues el hombre busca el milagro
    más que a Dios. Y, como el hombre carece de fuerzas para prescindir de los milagros,
    se forja sus propios milagros, y se inclina ante los prodigios del curandero, o ante la
    brujería, aunque sea cien veces rebelde, herético y ateo. Tú no bajaste de la cruz
    cuando te gritaban, mofándose e intentando provocarte: “Desciende de la cruz y
    creeremos que eres Tú”. No bajaste, porque tampoco querías esclavizar al hombre con
    un milagro, buscabas una fe libre, no una fe milagrosa. Anhelabas un amor libre, no el
    éxtasis servil del esclavo ante una demostración de poder que lo dejaría aterrorizado
    para siempre. Otra vez te forjaste una idea en exceso elevada de los hombres, pues
    éstos son esclavos, sin duda, aunque hayan sido creados rebeldes. Examina los hechos
    y juzga, ya han transcurrido quince siglos, observa a los hombres: ¿a quién has elevado
    hasta ti? ¡Te juro que el hombre es una criatura más débil y mezquina de lo que
    imaginabas! ¿Cómo podría, cómo, hacer lo que Tú has hecho? Al apreciarlo tanto, has
    obrado como si ya no te apiadaras de él, exigiéndole más de la cuenta; y eso Tú, ¡Tú,
    que lo amabas más que a ti mismo! De haberlo apreciado menos, también le habrías
    exigido menos, y le habrías impuesto una carga más liviana, en consonancia con tu
    amor. El hombre es frágil y ruin. ¿Qué más da que ahora se levante en todas partes
    contra nuestro poder y se jacte de su rebeldía? Ésa es la jactancia del niño y del
    escolar. Son como chiquillos que se han amotinado en clase y han echado al maestro.
    También al alborozo de los niños le llegará su fin, y lo pagarán caro. Derribarán los
    templos y cubrirán de sangre la tierra. Pero al final esos niños estúpidos caerán en la
    cuenta de que, por muy rebeldes que sean, carecen de fuerza y no son capaces de
    mantener mucho tiempo su rebelión. Derramando sus estúpidas lágrimas, acabarán
    comprendiendo que el Creador, creándolos rebeldes, lo que quería era burlarse de
    ellos. Así lo proclamarán, desesperados, y lo dicho por ellos será una blasfemia que los
    hará más infelices, pues la naturaleza humana no soporta la blasfemia y al final siempre
    acaba vengándola. Esto es, pues, lo que hay: desasosiego, turbación y desdicha; ¡tal es
    la suerte de los hombres después de todo lo que has sufrido por su libertad!


    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]



    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:23

    ***

    En su
    visión alegórica, tu gran profeta dice que vio a todos los participantes en la primera
    resurrección y que eran doce mil de cada tribu. Y, aun siendo tantos, más que
    hombres, eran como dioses. Habían soportado tu cruz, habían soportado décadas de
    hambre y aridez en el desierto, alimentándose de langostas y raíces; ciertamente,
    puedes señalar con orgullo a estos hijos de la libertad, del libre amor, del sacrificio
    libre y sublime en tu nombre. Recuerda, no obstante, que eran apenas unos cuantos
    miles y, para colmo, como dioses; pero ¿y los demás? ¿Qué culpa tienen los otros, los
    débiles, de no haber podido soportar lo mismo que los poderosos? ¿Qué culpa tiene
    un alma frágil si no tiene fuerzas para alojar tan terribles dones? ¿O es acaso cierto que
    viniste solo a los elegidos y para los elegidos? Pero, en tal caso, hay en ello un misterio
    que no podemos comprender. Y, si hay un misterio, también nosotros teníamos
    derecho a predicar ese misterio y a enseñar a los hombres que lo importante no es ni
    la libre elección de los corazones ni el amor, sino el misterio, al que deben someterse
    ciegamente, aunque sea contra los dictados de su conciencia. Eso es lo que hemos
    hecho. Hemos corregido tu obra, basándola en el milagro, en el misterio y en la
    autoridad. Y la gente se alegra al verse otra vez conducida como un rebaño y al
    comprobar que ya no pesa sobre su corazón un don tan terrible, que tantos tormentos
    les había acarreado. Dime si no hemos hecho bien al predicar y obrar de este modo.
    ¿No amábamos acaso a la humanidad cuando reconocíamos humildemente su
    impotencia, cuando aliviábamos su carga con amor, cuando incluso le tolerábamos el
    pecado a su frágil naturaleza, siempre que pecara con nuestro consentimiento?
    Entonces, ¿por qué has tenido que venir a entorpecer nuestra obra? Y ¿por qué me
    miras ahora en silencio, fijamente, con tus dulces ojos? Deberías irritarte, yo no aspiro
    a tu amor, porque tampoco te amo. ¿Para qué iba a ocultártelo? ¿O es que te crees
    que no sé con quién hablo? Todo cuanto tengo que decirte Tú ya lo sabes: lo leo en
    tus ojos. No tengo por qué ocultarte nuestro secreto. Pero es posible que prefieras
    oírlo de mis labios. Pues bien, escucha: nosotros no estamos contigo, sino con él, ¡ése
    es nuestro secreto! Hace mucho que estamos con él, y no contigo, hace ya ocho siglos
    de eso. Hace justo ocho siglos aceptamos de él aquello que tú habías rechazado
    indignado, el último don que te ofreció al mostrarte todos los reinos terrenales: de él
    recibimos Roma y la espada del César y nos declaramos reyes de la tierra, los únicos
    reyes, aunque todavía no hayamos podido culminar nuestra empresa. Pero ¿quién
    tiene la culpa? Oh, nuestra empresa está todavía en mantillas, pero ya está en marcha.
    Aún habrá que esperar mucho tiempo para su culminación, la tierra tiene aún por
    delante muchos padecimientos, pero alcanzaremos nuestra meta y seremos césares; ya
    pensaremos entonces en la felicidad universal. No obstante, ya entonces pudiste haber
    empuñado la espada del César.



    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]



    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:24

    ***

    ¿Por qué rechazaste ese último don? De haber
    aceptado el tercer consejo del poderoso espíritu, habrías podido ofrecerle al hombre
    todo cuanto precisa en la tierra; es decir: alguien ante el que inclinarse, alguien a quien
    confiar su conciencia, y el medio de unirse todos finalmente en un hormiguero común,
    incontestable y unánime, pues la necesidad de una unión universal constituye el tercer
    y último tormento de la raza humana. La humanidad, en su conjunto, siempre ha
    tendido, indefectiblemente, a organizarse sobre una base universal. Ha habido muchos
    pueblos importantes con una historia gloriosa, pero, cuanto más destacaron esos
    pueblos, tanto más desgraciados fueron, por experimentar con más intensidad que los
    otros la necesidad de la unión universal de los hombres. Los grandes conquistadores,
    los Tamerlán, los Gengis Jan, pasaron como un torbellino sobre la tierra, ansiosos por
    conquistar el orbe entero, pero hasta ellos, aunque inconscientemente, expresaban
    esa misma necesidad profunda que siente la humanidad de alcanzar la plena unión
    universal. Si hubieras aceptado el mundo y la púrpura imperial, habrías fundado el
    reino universal y traído la paz al mundo entero. Pues ¿quién iba a señorear sobre los
    hombres mejor que aquellos que dominen las conciencias y que tengan el pan en sus
    manos? Nosotros empuñamos la espada del César, y al empuñarla, naturalmente,
    renegamos de ti y nos unimos a él. Oh, pasarán aún siglos enteros de excesos del
    librepensamiento, de ciencia humana y de antropofagia, pues, una vez que han
    empezado a levantar sin nosotros su torre de Babel, los hombres acabarán en la
    antropofagia. Sin embargo, en ese momento la bestia se arrastrará hasta nosotros y
    nos lamerá los pies, rociándolos con las lágrimas sangrientas de sus ojos. Y
    cabalgaremos a la bestia, alzando nuestra copa, donde habremos grabado:
    “¡Misterio!”. Entonces, y solo entonces, llegará para la gente el reino de la paz y la
    felicidad. Tú estás orgulloso de tus elegidos, pero solo cuentas con esos elegidos,
    mientras que nosotros traeremos el sosiego a todos los hombres. Y eso no es todo:
    aún habrá que ver cuántos de esos elegidos, de los fuertes destinados a figurar entre
    los elegidos, cansados finalmente de esperarte, han rendido, y aún siguen rindiendo,
    las fuerzas de su espíritu y el ardor de su corazón a otro campo, y acabarán alzando
    contra ti su libre bandera. Pero tú mismo has alzado esa bandera. En cambio, con
    nosotros, todos serán felices y no habrá más rebeliones ni matanzas, como las que,
    gracias a tu libertad, cunden por todas partes. Oh, los convenceremos de que solo
    serán realmente libres en el momento en que, poniendo su libertad en nuestras
    manos, se entreguen a nosotros. ¿Y qué? ¿Será verdad o estaremos mintiendo? Ellos
    verán que les decimos la verdad cuando recuerden los horrores de la servidumbre y la
    angustia que les había traído tu libertad


    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:25

    ***
    La libertad, el librepensamiento y la ciencia
    los conducirán a tal laberinto y los colocarán ante tales prodigios y misterios
    insondables que algunos de ellos, los indomables y feroces, se matarán a sí mismos;
    otros, igualmente indomables, pero débiles, se matarán entre ellos; y el resto, el tercer
    grupo, el de los pusilánimes e infelices, se arrastrará a nuestros pies, gritando: “¡Teníais
    razón! Tan solo vosotros estabais en posesión de su secreto; ahora volvemos a
    vosotros, ¡salvadnos de nosotros mismos!”. Cada vez que reciban de nosotros el pan,
    verán, naturalmente, con toda claridad, que nosotros les quitamos su pan, el pan que
    obtienen con sus manos, para luego distribuirlo entre ellos, sin realizar ningún milagro;
    verán que no hemos convertido las piedras en pan, pero, en verdad, más que del
    propio pan, ¡se alegrarán de recibirlo de nuestras manos! Porque recordarán
    perfectamente que antes, sin nosotros, los panes que habían obtenido se convertían
    en piedras en sus manos; en cambio, al volver con nosotros, las mismas piedras, en sus
    manos, se transforman en pan. ¡Comprenderán muy bien lo que vale someterse para
    siempre! Y, mientras no lo comprendan, los hombres serán infelices. ¿Puedes decirme
    quién ha contribuido más que nadie a esa incomprensión? ¿Quién ha dividido el
    rebaño y lo ha dispersado por caminos ignotos? Pero el rebaño volverá a reunirse y
    volverá a someterse, y esta vez para siempre. Entonces les daremos una felicidad
    tranquila y serena, una felicidad de seres débiles, como son ellos. Oh, y al final los
    convenceremos de que no deben enorgullecerse, pues Tú, al ensalzarlos, los
    enseñaste a ser orgullosos; les demostraremos que son débiles, que son solo unos
    niños dignos de lástima y, al mismo tiempo, que no hay felicidad más dulce que la de
    los niños. Se mostrarán tímidos, empezarán a mirarnos y a apretarse, muertos de
    miedo, contra nosotros, como los polluelos contra la gallina clueca. Sentirán una
    mezcla de asombro y de espanto ante nosotros, y se enorgullecerán de nuestro poder
    y nuestra inteligencia, que nos han permitido someter a un rebaño tan inquieto,
    integrado por miles de millones de ejemplares. Temblarán, impotentes, ante nuestra
    cólera; intimidados, los ojos se les llenarán de lágrimas, como si fueran mujeres y
    niños; pero, con la misma facilidad, bastará una señal nuestra para que pasen al
    contento y a la risa, a la clara alegría y a la feliz cancioncilla infantil. Sí, los obligaremos
    a trabajar, pero en los ratos de descanso les tendremos organizada la vida como un
    juego infantil, con cantos infantiles, a coro, con bailes inocentes. Es más, les daremos
    permiso para pecar, sabiendo que son débiles e impotentes, y nos querrán como niños
    por dejarles que pequen. Les diremos que todo pecado será redimido, siempre y
    cuando se cometa con nuestro consentimiento; si consentimos que pequen, es porque
    los amamos; y nosotros cargaremos, qué remedio, con el castigo correspondiente.
    Cargaremos con el castigo y, a cambio, ellos nos adorarán como benefactores, por
    haber asumido sus pecados a los ojos de Dios. Ya nunca tendrán secretos para
    nosotros. Les permitiremos o les prohibiremos vivir con sus mujeres y sus amantes,
    tener o no tener hijos, según su grado de obediencia, y se someterán con dicha y
    alegría. Nos confiarán los más desgarradores secretos de su conciencia; todo, todo lo
    pondrán en nuestras manos, y nosotros les daremos la solución. Ellos aceptarán
    nuestras decisiones de buen grado, sabiéndose libres de la enorme preocupación y los
    terribles sufrimientos que ahora les supone elegir libremente y por su cuenta.




    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:26

    ***

    Y habrá
    millones de personas felices, todas serán felices, salvo un centenar de miles de
    dirigentes. Pues solo nosotros, los depositarios del secreto, solo nosotros seremos
    desdichados. Habrá miles de millones de criaturas felices y cien mil mártires
    abrumados por la maldición del discernimiento del bien y del mal. Aquéllos morirán en
    silencio, se apagarán dulcemente bendiciendo tu nombre y más allá de la tumba tan
    solo encontrarán la muerte. Pero nosotros guardaremos el secreto y, pensando en su
    felicidad, los encandilaremos con el premio celestial y eterno. Pues, aun suponiendo
    que hubiera algo en el otro mundo, no sería, desde luego, para esa gente. Dicen y
    profetizan que volverás para vencer de nuevo, rodeado por tus arrogantes y fuertes
    elegidos; nosotros les diremos a los hombres que ésos solo se han salvado a sí
    mismos, en tanto que nosotros hemos salvado a todos. Dicen que la ramera que está
    sentada sobre la bestia y sostiene en sus manos el misterio será cubierta de oprobio;
    que los débiles volverán a rebelarse y desgarrarán la púrpura que la cubre, dejando al
    desnudo su “abominable” cuerpo. Pero entonces me alzaré y te mostraré los miles de
    millones de criaturas dichosas, que no conocen el pecado. Y nosotros, los que hemos
    cargado con sus pecados pensando en su felicidad, nos plantaremos ante ti, diciendo:
    “Júzganos si puedes y te atreves”. Has de saber que no te temo. Has de saber que yo
    también he estado en el desierto, que yo también me he alimentado de langostas y de
    raíces, que yo también he bendecido la libertad con la que Tú bendijiste a los
    hombres, que yo también estaba preparado para formar parte del número de tus
    elegidos, del número de los poderosos y fuertes, que ardía en deseos de “completar
    el número”. Pero abrí los ojos y no quise ponerme al servicio de esa locura. Volví sobre
    mis pasos y me sumé al grupo de los que han corregido tu obra. Me alejé de los
    orgullosos y me uní a los humildes, para hacer su felicidad. Esto que te digo ha de
    cumplirse, y se edificará nuestro reino. Te lo repito, mañana mismo verás cómo ese
    obediente rebaño, a un gesto mío, se precipita a avivar las brasas ardientes de tu
    hoguera, donde te quemaré por haber venido a estorbarnos. Pues nadie se ha
    merecido nuestra hoguera más que Tú. Mañana te quemaré. Dixi.»
    Iván se detuvo. Hablaba con entusiasmo, y se había ido acalorando; al terminar,
    sonrió inesperadamente.
    Aliosha, que había estado escuchando en silencio, al final ya era presa de una
    agitación extraordinaria y a punto estuvo varias veces de interrumpir el discurso de su
    hermano; al parecer, no obstante, logró contenerse, hasta que acabó estallando, como
    si saltara de su asiento.


    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:26

    ***

    —Pero… ¡esto es absurdo! —exclamó, ruborizándose—. Tu poema es una alabanza
    a Jesús, y no una blasfemia… como pretendías. Y ¿quién va a creer lo que dices de la
    libertad? ¡Como si hubiera que entenderla así! No es ése el concepto que tiene la
    Iglesia ortodoxa… Eso es Roma, y ni siquiera toda Roma, no es verdad… ¡Es lo peor
    del catolicismo, son los inquisidores, los jesuitas!… Además, no hay personaje más
    fantástico que tu inquisidor. ¿Qué es eso de que carga con los pecados de los
    hombres? ¿Quiénes son esos portadores del misterio, que asumen no sé qué
    maldición por la felicidad de los hombres? ¿Cuándo los ha visto nadie? Conocemos a
    los jesuitas, se habla muy mal de ellos, pero ¿de verdad son como tú los presentas? No
    son así, ni de lejos… Simplemente, son el ejército de Roma para el futuro reino
    universal en la tierra, con un emperador, el sumo pontífice romano, a la cabeza… Ése
    es su ideal, pero nada de misterios ni sublimes tristezas… El más elemental afán de
    poder, de sucios bienes terrenales, de esclavización… Algo así como un futuro
    régimen de servidumbre, en el que ellos serán los terratenientes… a eso se reducen.
    Puede que esa gente ni siquiera crea en Dios. Tu atormentado inquisidor es pura
    fantasía…
    —¡Para, para! —Iván se echó a reír—. Sí que te lo tomas a pecho. Pura fantasía,
    dices, ¡de acuerdo! Claro que sí, es una fantasía. No obstante, permíteme: ¿de verdad
    crees que todo el movimiento católico de los últimos siglos se reduce a un simple afán
    de poder para obtener apenas unos sucios bienes? ¿No te lo habrá enseñado el padre
    Paísi?
    —No, no, al contrario; el padre Paísi habló en cierta ocasión en un sentido parecido
    al tuyo… Aunque no era lo mismo, claro, no era lo mismo en absoluto… —se corrigió
    rápidamente Aliosha.
    —Con todo, es una revelación muy valiosa, aunque hayas aclarado que «no era lo
    mismo». Lo que yo te pregunto, en concreto, es por qué tus jesuitas y tus inquisidores
    se han puesto de acuerdo tan solo para obtener esos despreciables bienes materiales.
    ¿Por qué no puede haber entre ellos ni un solo mártir torturado por un sufrimiento
    noble y lleno de amor a la humanidad? Verás: supón que, entre todos esos individuos
    ansiosos de viles bienes materiales, se encontrara uno, solo uno, que, como mi viejo
    inquisidor, hubiera comido raíces en el desierto y se hubiera mortificado, sometiendo
    su carne, para llegar a ser libre y perfecto; y que, no obstante, después de haber
    amado toda la vida a la humanidad, un buen día abre los ojos y cae en la cuenta de
    que alcanzar la perfección de la voluntad supone una pobre satisfacción moral
    sabiendo al mismo tiempo que hay millones de criaturas de Dios que son solo dignas
    de escarnio, porque jamás tendrán la fuerza suficiente para lograr la libertad; que de
    unos tristes rebeldes no surgirán nunca unos gigantes capaces de culminar la torre;
    que el gran idealista no había concebido su armonía para unos tipos semejantes.
    Habiendo caído en la cuenta de todo eso, se vuelve atrás y se une… a la gente
    inteligente. ¿De verdad te parece imposible?
    —¿Que se unió a quienes? ¿Qué gente inteligente era ésa? —exclamó Aliosha, ya
    casi fuera de sí—. Ninguno de ellos tiene tal inteligencia, ni hay entre ellos misterios y
    secretos de esa clase… Lo único que tienen, si acaso, es el ateísmo, ése es todo su
    secreto. Tu inquisidor no cree en Dios, ¡ahí tienes su secreto!







    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:27

    ***

    —¡Aunque así fuera! Por fin caes en la cuenta. Y así es, en efecto, en eso radica
    todo el secreto, pero ¿no es un tormento, al menos para un hombre como él, que ha
    desperdiciado toda su vida por una gesta en el desierto y no se ha curado de su amor
    a la humanidad? En el ocaso de sus días ve claramente que solo los consejos del
    terrible y poderoso espíritu habrían podido hacer algo más llevadera la existencia de
    los rebeldes impotentes, «esos seres abortados que únicamente han servido de
    prueba, creados para ser objeto de irrisión». Convencido de eso, comprende que es
    preciso seguir las indicaciones del espíritu inteligente, del terrible espíritu de la muerte
    y la destrucción, y admitir para ello la mentira y el engaño, y llevar a los hombres, de
    manera consciente, a la muerte y a la destrucción, teniéndolos, además, engañados
    todo el camino, para que no sepan adónde los llevan, de modo que, al menos a lo
    276
    largo del trayecto, esos pobres ciegos se crean felices. ¡Date cuenta de que el engaño
    se hace en nombre de aquel en cuyo ideal había creído el anciano toda su vida con
    tanto fervor! ¿No te parece una desgracia? Y, si al frente de todo ese ejército,
    «sediento de poder para alcanzar unos mezquinos bienes», hay un solo hombre como
    ése, uno solo, ¿no es eso suficiente para que haya una tragedia? Más aún: basta un
    hombre así al frente para ver encarnada, finalmente, la verdadera idea directriz de toda
    la empresa romana, con todos sus ejércitos y sus jesuitas, la idea culminante de esta
    empresa. Te lo digo con toda franqueza: estoy firmemente convencido de que nunca
    ha faltado esa clase de hombre excepcional entre quienes se encontraban al frente del
    movimiento. Quién sabe, quizá los haya habido incluso entre los sumos pontífices
    romanos. Quién sabe si ese maldito viejo, que ama a la humanidad con tanta
    tenacidad y de un modo tan peculiar, sigue existiendo en nuestros días, encarnado en
    un grupo de ancianos excepcionales, y no de cualquier modo, sino como un acuerdo,
    como una unión secreta que lleva mucho tiempo organizada para preservar el misterio,
    ocultándoselo a los desgraciados y a los débiles, con ánimo de hacerlos felices. Seguro
    que eso ocurre, y así tiene que ser. Incluso me imagino que los masones basarán su
    doctrina en un misterio análogo, y que por eso los católicos los odian de ese modo,
    pues ven en ellos a unos competidores: representan la ruptura de la unidad del ideal,
    cuando debería haber un solo rebaño y un solo pastor… En todo caso, al defender así
    mis puntos de vista, parezco un autor que no ha resistido tus críticas. Ya basta.
    —¡A ver si tú eres un masón! —estalló de pronto Aliosha—. No crees en Dios —
    añadió, pero ya con inmensa tristeza. Tenía, además, la sensación de que su hermano
    lo miraba con aire de burla—. Y ¿cómo termina tu poema? —preguntó de improviso,
    con la vista clavada en el suelo—. ¿O ya ha terminado?

    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 09:28

    ***

    —Quería terminarlo del siguiente modo. Cuando el inquisidor acaba su discurso, se
    queda un rato esperando a que su prisionero le responda. El silencio de éste le resulta
    penoso. Se ha fijado en que el cautivo no ha hecho otra cosa que observarlo
    detenidamente, en silencio, sin apartar la vista de sus ojos y, aparentemente, sin
    intención de contestarle. Al viejo le gustaría que le dijera algo, por amargo y terrible
    que fuese. Pero de pronto, sin mediar palabra, se acerca y besa en los labios exangües
    al nonagenario. Ésa es toda su respuesta. El viejo se estremece. Algo se agita en las
    comisuras de sus labios; se dirige a la puerta y la abre, diciendo: «Vete y no vuelvas
    más… No vuelvas nunca… ¡nunca, nunca!». Y le deja salir a «las oscuras callejuelas de
    la ciudad». El prisionero se va.
    —¿Y el viejo?
    —El beso le quema el corazón, pero el viejo se aferra a su idea.
    —Y ¿tú estás con él? ¿Tú también? —preguntó amargamente Aliosha.
    Iván se rió.
    —Todo esto es absurdo, Aliosha; si no es más que un poema disparatado de un
    estudiante disparatado que no ha escrito dos versos en toda su vida. ¿Por qué te lo
    tomas tan en serio? No irás a creer que ahora mismo pienso ir a ver a los jesuitas para
    unirme al grupo de hombres que se dedican a rectificar su gesta. ¡Ay, Señor! ¡A mí qué
    más me da! Ya te lo he dicho: solo quiero llegar a los treinta años, y entonces…
    ¡arrojaré la copa al suelo!
    —¿Y las hojillas pegajosas, las tumbas adoradas, el cielo azul, la mujer amada?
    ¿Cómo vas a vivir? ¿Cómo piensas amarlos? —exclamó Aliosha con pesar—. Con
    semejante infierno en el pecho y en la cabeza, ¿cómo va a ser posible? No; tú te vas,
    precisamente, para unirte a ellos… Y, si no, te matarás, ¡no vas a poder aguantar!
    —¡Hay una fuerza que todo lo aguanta! —replicó Iván, con una sonrisa fría.
    —¿Qué fuerza?
    —La de los Karamázov… la fuerza de la vileza karamazoviana.
    —O sea, hundirse en el vicio, ahogar el alma en la depravación, ¿verdad?, ¿verdad?
    —Puede que también consista en eso… Hasta los treinta años, tal vez lo evite, y
    luego…
    —¿Cómo vas a evitarlo? ¿De qué modo? Con tus ideas, eso es algo imposible.
    —Una vez más, al estilo de los Karamázov.
    —¿Te refieres a que todo está permitido? Todo está permitido, ¿no es eso? ¿No es
    eso?
    Iván frunció el ceño y de pronto palideció de una forma extraña


    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    276


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Dom 13 Oct 2024, 13:29

    ***
    —Ah, veo que ayer cazaste al vuelo esas palabritas que tanto ofendieron a
    Miúsov… y que tan ingenuamente repitió nuestro hermano Dmitri —dijo con una
    sonrisa forzada—. Sí, puede ser, ya que se ha dicho: «Todo está permitido». No me
    retracto. Y la versión de Mítenka no está nada mal. —Aliosha lo miró sin decir nada—.
    Yo, hermano, ahora que me voy, pensaba que al menos te tenía a ti en el mundo —
    dijo de pronto Iván, con inesperada emoción—, pero ya veo que en tu corazón no hay
    sitio para mí, mi querido ermitaño. Yo no reniego de la fórmula: «Todo está
    permitido», pero veo que, por lo mismo, tú sí que reniegas de mí, ¿verdad?, ¿verdad?
    Aliosha se levantó, se acercó a su hermano y, sin decir nada, le besó dulcemente
    los labios.
    —¡Eso es un plagio literario! —exclamó Iván, presa de un entusiasmo repentino—.
    ¡Lo has robado de mi poema! Gracias, de todos modos. Levanta, Aliosha, vámonos, ya
    es hora para mí y para ti.
    Salieron, pero se pararon en el porche de la taberna.
    —Mira, Aliosha —dijo Iván con voz firme—, si de verdad soy capaz de amar las
    hojillas pegajosas, solo me hará falta acordarme de ti. Me bastará saber que aquí, en
    alguna parte, estás tú, para no perder las ganas de vivir. ¿Te basta a ti con eso?
    Tómatelo incluso, si quieres, como una declaración de amor. Y ahora, tú para la
    278
    derecha y yo para la izquierda; y ya es suficiente, ¿me oyes?, ya es suficiente. Quiero
    decir que si mañana no me fuera, aunque me parece que me iré, con seguridad, y
    volviéramos a encontrarnos alguna vez, no quiero oír ni una palabra sobre esta
    cuestión. Insisto. Y, en cuanto a nuestro hermano Dmitri, lo mismo te digo; te lo pido
    muy en serio, no me lo menciones nunca más —añadió de pronto, irritado—; todo está
    dicho y más que dicho, ¿verdad? A cambio, por mi parte, voy a hacerte una promesa:
    cuando, al acercarme a los treinta años, decida «arrojar la copa al suelo», estés donde
    estés, volveré para hablar contigo… aunque tenga que venir de América, ya lo sabes.
    Vendré expresamente a eso. Será muy interesante verte al cabo de los años: ¿cómo
    serás entonces? Ya ves que te hago una promesa muy solemne. De hecho, es posible
    que nos estemos despidiendo hasta dentro de siete años, de diez. Bueno, ve ahora
    con tu Pater Seraphicus, que está a punto de morir; si muere en tu ausencia, aún
    puede que te enfades conmigo, por haberte entretenido. Adiós, dame otro beso, así, y
    márchate…
    Iván, de pronto, se dio la vuelta y echó a andar, sin mirar atrás. Fue algo parecido a
    lo de la víspera, cuando a Aliosha lo dejó su hermano Dmitri, aunque en circunstancias
    muy distintas. Una singular observación cruzó como una flecha por el pensamiento de
    Aliosha, triste y afligido en ese momento. Se quedó esperando unos instantes, viendo
    a su hermano alejarse. Por alguna razón, advirtió de pronto que Iván iba como
    balanceándose y que, visto por detrás, su hombro derecho parecía más bajo que el
    izquierdo. Era la primera vez que se daba cuenta. Pero, de buenas a primeras, también
    Aliosha se dio la vuelta y se dirigió a toda prisa al monasterio. Ya había caído la noche
    y casi sentía miedo; notó cómo se apoderaba de él una nueva sensación, que no
    habría sabido explicar. Como el día anterior, se había levantado el viento y, una vez
    que hubo entrado en el bosquecillo del asceterio, los pinos centenarios empezaron a
    susurrar lúgubremente a su alrededor. A punto estuvo de echar a correr. «Pater
    Seraphicus… ¿De dónde habrá sacado ese nombre? —pensó por un momento—. Iván,
    pobre Iván, ¿cuándo volveré a verte?… Aquí está el asceterio, ¡Señor! Sí, sí, es él, el
    Pater Seraphicus; él me salvará… ¡de él y para siempre!»

    Después, en repetidas ocasiones a lo largo de su vida, pensaría con asombro en
    cómo había podido, después de separarse de Iván, olvidarse por completo de su
    hermano Dmitri, habiendo decidido aquella misma mañana, apenas unas horas antes,
    ir a buscarlo sin falta y no cejar hasta dar con él, aunque tuviera que pasar la noche
    fuera del monasterio.






    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    278


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Lun 14 Oct 2024, 12:25

    ***




    VI. Bastante oscuro, de momento



    En cuanto a Iván Fiódorovich, después de separarse de Aliosha, se marchó a casa, a
    casa de Fiódor Pávlovich. Pero, extrañamente, sintió de pronto una angustia
    insoportable y, sobre todo, cada vez más intensa, a medida que se iba acercando a
    casa. Lo raro del caso no era la angustia, sino el hecho de que Iván Fiódorovich no
    fuera capaz de explicarse a qué obedecía. Ya antes, con cierta frecuencia, había
    experimentado una angustia semejante, y no era de extrañar que le asaltara en
    aquellos momentos, cuando al día siguiente, rompiendo con todo lo que lo había
    atraído a aquel lugar, se disponía a cambiar drásticamente de rumbo y a emprender un
    nuevo camino, totalmente ignoto y, nuevamente, en solitario; partía con grandes
    expectativas, aun sin saber en relación con qué, esperando mucho, acaso demasiado,
    de la vida, sin poder precisar, en cualquier caso, en qué consistían ni sus expectativas
    ni sus anhelos. De todos modos, en aquellos momentos, aunque sin duda sentía
    angustia ante lo nuevo y desconocido, no era eso, ni mucho menos, lo que le
    inquietaba. «¿No será la aversión a la casa de mi padre? —se preguntó—. Bien podría
    ser: me desagrada tanto… Y, aunque ésta va a ser la última vez que pase por esa
    odiosa puerta, me sigue pareciendo igual de repugnante…» Pero no, tampoco era
    eso. ¿Habría sido la despedida de Aliosha y la conversación que había tenido con él?
    «Tantos años guardando silencio con todo el mundo, sin dignarme abrir la boca, y de
    pronto me pongo a soltar toda esa sarta de disparates.» En verdad, bien podía tratarse
    de despecho juvenil, de inexperiencia juvenil y de vanidad juvenil; despecho por no
    haber sabido explicarse, y para colmo con un ser como Aliosha, de quien tanto
    esperaba, indudablemente, en su fuero interno. Por supuesto que también había algo
    de eso, ese despecho tenía que influir, necesariamente, pero tampoco era ésa la clave,
    ni mucho menos. «Es una angustia que me produce náuseas, pero soy incapaz de
    determinar cuál es la causa. Mejor no darle más vueltas…»
    Iván Fiódorovich probó a «no darle más vueltas», pero eso tampoco ayudó. Lo más
    lamentable y, sobre todo, lo más irritante de aquella angustia era que presentaba un
    aspecto un tanto fortuito, y totalmente externo; eso se notaba. Había en algún sitio un
    ser o un objeto que saltaba a la vista, como cuando tenemos algo delante de nuestras
    narices, algo que también salta a la vista, y durante un buen rato, por estar atareados o
    enfrascados en una conversación acalorada, no reparamos en esa cosa y, sin embargo,
    está claro que nos irrita, casi nos tortura, hasta que por fin caemos en la cuenta y
    apartamos el objeto que nos incordia de nuestra vista; muchas veces es algo
    insignificante y ridículo, alguna cosa que hemos dejado donde no le corresponde, un
    pañuelo caído en el suelo, un libro que no ha sido devuelto a su estante, etcétera,
    etcétera. El caso es que Iván Fiódorovich llegó a casa de su padre con un humor de
    perros, presa de una gran irritación, y, de pronto, a unos quince pasos de la cancela, al
    fijarse en el portalón, cayó en la cuenta de qué era aquello que le inquietaba y le
    molestaba tanto.




    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Lun 14 Oct 2024, 12:27

    ***


    molestaba tanto.
    Sentado en un banco, cerca del portalón, tomando el aire fresco del anochecer,
    estaba el criado Smerdiakov; a Iván le bastó un simple vistazo para caer en la cuenta
    de que aquel hombre también le pesaba en el alma, y que era a él, precisamente, a
    quien no podía soportar. Todo quedó, de pronto, perfectamente claro. Poco antes,
    cuando Aliosha le había hablado de su encuentro con Smerdiakov, Iván había sentido
    como una súbita punzada, tenebrosa y desagradable, en el corazón, que había
    despertado en él una cólera inmediata. Más tarde, en el curso de la conversación, se
    había olvidado de Smerdiakov, el cual, sin embargo, seguía presente en su ánimo;
    bastó con despedirse de Aliosha y dirigirse a casa en solitario para que la sensación
    olvidada aflorase de nuevo al instante. «¡Será posible que este canalla redomado me
    produzca tal desasosiego!», pensó con insufrible rabia.
    Lo cierto es que Iván Fiódorovich, desde hacía ya un tiempo, y muy especialmente
    en los últimos días, le había cobrado una profunda antipatía a Smerdiakov. Él mismo se
    daba cuenta de cómo iba creciendo su odio, o poco menos, a ese individuo.
    Posiblemente, si ese proceso se había agudizado tanto había sido porque al principio,
    nada más aparecer Iván Fiódorovich en nuestra ciudad, había ocurrido todo lo
    contrario. Entonces había mostrado una especie de interés particular por Smerdiakov,
    a quien encontraba, incluso, muy original. Él mismo lo animaba a conversar, aunque
    siempre se asombraba de su torpeza o, mejor dicho, de cierta desazón intelectual, y no
    alcanzaba a comprender a qué obedecía la continua y obsesiva inquietud de aquel
    individuo «contemplativo». Habían tratado de cuestiones filosóficas, e incluso de cómo
    era posible que se hubiera hecho la luz el primer día, teniendo en cuenta que el sol, la
    luna y las estrellas no fueron creados hasta el cuarto día, y de cómo había que
    entender esto. Pero Iván Fiódorovich no tardó en concluir que no se trataba del sol, la
    luna y las estrellas; que, por muy llamativos que sean el sol, la luna y las estrellas, para
    Smerdiakov tenían un interés muy secundario; que lo que él buscaba era algo bien
    distinto. De un modo u otro, empezó a manifestarse, en todo caso, de manera
    palpable, un amor propio desmesurado y, para colmo, herido. Eso no le hizo ninguna
    gracia a Iván Fiódorovich. De ahí venía su rechazo. Después empezaron las trifulcas en
    la casa, apareció Grúshenka, comenzaron las historias con su hermano Dmitri, hubo
    complicaciones; también trataron de todo eso, pero, aunque Smerdiakov siempre
    hablaba de estos temas con gran agitación, no había forma de averiguar qué era lo
    que pretendía. Resultaba incluso sorprendente la falta de lógica y la incoherencia de
    algunos deseos suyos que se manifestaban contra su voluntad y que eran siempre
    invariablemente confusos. Smerdiakov no paraba de preguntar; a veces se trataba de
    preguntas veladas, evidentemente premeditadas, aunque nunca explicaba por qué las
    hacía, y, por lo general, en el momento culminante de sus interrogatorios se callaba de
    pronto o cambiaba radicalmente de tema. Pero, al final, lo que había acabado de irritar
    a Iván Fiódorovich y le había inspirado tal rechazo había sido aquella peculiar
    familiaridad, tan molesta, con la que había empezado a tratarlo Smerdiakov, y que
    había ido cada vez a más. No es que se permitiera ser descortés, al contrario, hablaba
    siempre con muchísimo respeto; sin embargo, las cosas llegaron a tal punto que
    Smerdiakov, por lo visto, empezó a manifestar, a saber por qué, una especie de
    complicidad con Iván Fiódorovich: hablaba siempre en un tono tal que parecía que
    existiera algo así como un acuerdo tácito entre ellos dos, algo que hubiera sido
    declarado en alguna ocasión por ambas partes y que solo ellos conocieran,
    incomprensible para los demás mortales que los rodeaban. Iván Fiódorovich, sin
    embargo, había tardado mucho en caer en la cuenta de que ésa era la verdadera razón
    de su creciente antipatía, hasta que por fin, y solo en los últimos tiempos, había
    acertado a adivinar lo que ocurría. En ese preciso momento, con una sensación de
    desprecio y de irritación, habría deseado pasar de largo e ir directamente a la cancela,
    sin decir nada y sin mirar a Smerdiakov, pero éste se levantó del banco y ese simple
    gesto bastó para que Iván Fiódorovich comprendiera que deseaba tener una charla a
    solas con él. Observó a Smerdiakov y se detuvo, y el mismo hecho de detenerse, en
    lugar de seguir su camino como tenía pensado hacer, lo sacó de sus casillas. Miró con
    rabia y repugnancia la demacrada fisonomía de skópets de Smerdiakov, que llevaba las
    sienes cuidadosamente peinadas y un pequeño tupé alborotado. Su ojo izquierdo,
    ligeramente entrecerrado, le sonreía con un guiño, como diciendo: «¿Adónde vas? No
    sigas, ¿no ves que dos personas inteligentes como tú y como yo tenemos que
    hablar?». Iván Fiódorovich se echó a temblar. «¡Largo de aquí, desgraciado! ¡No
    pretenderás que te haga compañía, estúpido!», estuvo a punto de decir; no obstante,
    con gran sorpresa suya, lo que salió de sus labios fue algo muy distinto:





    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Lun 14 Oct 2024, 12:28

    ***
    —¿Qué hay de mi padre? ¿Duerme o ya se ha levantado? —dijo suavemente, en
    tono afable, algo que ni él mismo se esperaba, y de pronto, de forma igualmente
    inesperada, se sentó en el banco. Por un instante casi tuvo miedo, como recordaría
    más tarde. Smerdiakov estaba de pie delante de él, con las manos a la espalda,
    mirándolo con confianza, casi con severidad.
    —Aún está descansando, señor —respondió con calma, como dando a entender:
    «Tú has sido el primero en hablar, no yo»—. Me asombra usted, señor —añadió
    después de una breve pausa, bajando los ojos con cierta afectación, adelantando el
    pie derecho y jugando con la puntera del botín charolado.
    —¿Qué es lo que te asombra de mí? —preguntó en tono severo, marcando las
    palabras, Iván Fiódorovich, que hacía todo lo posible por controlarse; de pronto
    282
    comprendió, con un profundo disgusto, que sentía una gran curiosidad y que por nada
    del mundo iba a marcharse sin haberla satisfecho.
    —¿Por qué no va usted a Chermashniá, señor? —Smerdiakov, de pronto, levantó
    los ojillos y sonrió con familiaridad. «Ya que eres tan listo, deberías saber a qué viene
    esta sonrisa», parecía querer decir su entrecerrado ojo izquierdo.
    —¿Para qué quiero ir a Chermashniá? —preguntó sorprendido Iván Fiódorovich.
    Smerdiakov volvió a callar un rato.
    —Si el propio Fiódor Pávlovich se lo ha suplicado, señor —dijo por fin, sin prisas,
    como si no le diera mayor importancia a su respuesta: «Te largo una explicación de
    tres al cuarto, solo por decir algo».
    —Ah, demonio, habla más claro, ¿qué es lo que quieres? —gritó finalmente,
    irritado, Iván Fiódorovich, pasando de la templanza a la aspereza.
    Smerdiakov colocó el pie derecho junto al izquierdo, se irguió, pero siguió mirando
    con la misma calma y la misma sonrisita.
    —Nada importante, señor… Era por decir algo…
    Otra vez se hizo el silencio. Estuvieron casi un minuto callados. Iván Fiódorovich
    sabía que lo que tenía que hacer en aquel momento era levantarse y mostrar su
    enfado, pero Smerdiakov estaba quieto delante de él, como expectante: «Mira, estoy
    aquí pendiente de si te enfadas o no». Al menos, así se lo figuraba Iván Fiódorovich.
    Por fin éste hizo ademán de levantarse. Smerdiakov no dejó escapar la ocasión.
    —Estoy en una situación terrible, Iván Fiódorovich, no sé cómo salir del paso —dijo
    con firmeza y claridad, suspirando al pronunciar la última palabra. Iván Fiódorovich
    volvió a sentarse de inmediato—. Están los dos chiflados, señor, son como dos niños
    pequeños —siguió diciendo Smerdiakov—. Me refiero a su padre y a su hermano
    Dmitri Fiódorovich. Ya verá cómo ahora se levanta Fiódor Pávlovich y empieza a darme
    la tabarra, preguntándome sin parar: «¿Así que no ha venido? ¿Cómo es que no ha
    venido?». Y así hasta medianoche, o incluso más. Y, si Agrafiona Aleksándrovna no
    viene (porque yo creo que no tiene la menor intención de venir, señor), entonces por la
    mañana me vendrá otra vez con la misma canción: «¿Cómo es que no ha venido? ¿A
    qué se debe que no haya venido? ¿Cuándo va a venir?». Como si yo tuviera la culpa
    de lo que pasa. Y, del otro lado, la misma historia, señor: en cuanto anochezca, si no
    antes, su hermano aparecerá por el vecindario con un arma en la mano: «Ándate con
    ojo, granuja, marmitón: como la dejes pasar sin avisarme, te mato a ti antes que a
    nadie». Pasará la noche y por la mañana también él, igual que Fiódor Pávlovich,
    empezará a atormentarme de lo lindo: «¿Cómo es que no ha venido? ¿Se presentará
    pronto?». Lo mismo que el otro; como si yo fuera culpable de que no se presente esa
    señora. Y cada día, cada hora que pasa, se van poniendo los dos más rabiosos, tanto
    que a veces pienso en quitarme la vida, del miedo que tengo. Yo, señor, no me fío de
    ellos.



    cont

    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    282


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:13

    ***




    —Pero ¡quién te mandará intervenir! ¿Por qué has tenido que irle con el cuento a
    Dmitri Fiódorovich? —dijo irritado Iván Fiódorovich.
    —Y ¿cómo no iba a intervenir, señor? Además, si yo no quería intervenir, por si
    quiere saberlo, señor. Desde el principio procuré estar callado, y no me atrevía a decir
    nada, pero él me asignó el papel del criado Licharda. Desde entonces, solo sabe
    decirme una cosa: «¡Yo a ti te mato, granuja, como la dejes pasar!». Estoy convencido,
    señor, de que mañana mismo me va a dar un ataque muy largo de mal caduco.
    —¿Cómo que un ataque muy largo de mal caduco?
    —Muy largo, señor, extraordinariamente largo. De varias horas, señor; igual puede
    durar un día o dos. Una vez me duró como tres días, me había caído de lo alto del
    desván. Se me pasaba, y vuelta a empezar; en esos tres días no recobré el juicio.
    Entonces Fiódor Pávlovich mandó llamar a Herzenstube, el doctor de aquí, señor, que
    me aplicó hielo en las sienes y además otro remedio… Podría haber muerto, señor.
    —Pero si dicen que es imposible predecir esos ataques y saber a qué hora van a
    ser. ¿Cómo dices que te va a dar mañana? —preguntó Iván Fiódorich, con una
    curiosidad enconada y peculiar.
    —Es verdad, señor, no pueden predecirse.
    —Además, aquella vez te habías caído del desván.
    —Al desván subo todos los días, señor; también mañana puedo caerme del desván.
    Y, si no es del desván, siempre puedo caerme en el sótano, señor; también bajo todos
    los días al sótano, cada vez que me hace falta, señor.
    Iván Fiódorovich lo estuvo mirando un buen rato.
    —No dices más que bobadas, y no te sigo —dijo en voz baja, pero con cierto tono
    amenazante—; ¿no estarás pensando en fingir mañana un ataque de tres días?
    Smerdiakov, que había estado mirando al suelo y jugando otra vez con la puntera
    del botín derecho, puso este pie en su sitio, adelantó en su lugar el izquierdo, levantó
    la cabeza y dijo con una sonrisa:
    —Suponiendo que pudiera hacer eso, señor, o sea, fingir un ataque, señor, cosa
    que no es nada difícil para una persona experimentada, tendría todo el derecho del
    mundo a servirme de ese método con tal de salvarme de la muerte; porque, si caigo
    enfermo, aunque Agrafiona Aleksándrovna viniera a ver a su padre, Dmitri Fiódorovich
    no podría preguntarle a un enfermo: «¿Cómo no me has avisado?». Le daría
    vergüenza.
    —¡Ah, demonio! —exclamó de pronto Iván Fiódorovich, con el rostro contraído por
    la rabia—. ¿Por qué tienes que estar siempre temiendo por tu vida? Todas esas
    amenazas de mi hermano Dmitri no son más que palabras pronunciadas en un
    momento de acaloramiento. A ti no te va a matar; ¡matará a otro, pero a ti no!



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:14

    ***

    —Me matará como a una mosca, señor, y antes que a nadie, señor. Y aún hay otra
    cosa que me asusta más: que me tomen por cómplice suyo cuando haga alguna
    estupidez contra su padre.
    —¿Por qué iban a tomarte por cómplice suyo?
    —Me tomarán por cómplice suyo, porque, con gran secreto, le he explicado lo de
    las señales.
    —¿Qué señales? ¿A quién le has explicado eso? ¡Por todos los demonios, habla
    más claro!
    —Tengo que confesar, con toda franqueza —dijo Smerdiakov, con pedantesca
    calma, arrastrando las palabras— que hay un secreto entre Fiódor Pávlovich y yo.
    Como usted sabrá (si es que lo sabe), desde hace ya unos días, en cuanto se hace de
    noche, o incluso por la tarde, su padre se encierra en casa, a cal y canto. Últimamente
    se ha retirado usted muy temprano todos los días, a su cuarto de arriba, y ayer no salió
    a ninguna parte, señor, así que es posible que no sepa con qué cuidado le ha dado
    ahora por encerrarse de noche. Aunque llegue el mismísimo Grigori Vasílievich, como
    no esté totalmente convencido, por la voz, de que es él, no le abre, señor. Pero Grigori
    Vasílievich no se deja ver por allí, señor, porque ahora el único que atiende a Fiódor
    Pávlovich en sus aposentos soy yo: él mismo lo decidió desde el momento en que
    empezó todo ese jaleo con Agrafiona Aleksándrovna; además, también por orden
    suya, yo ahora paso la noche en el pabellón, y para colmo no se me permite dormir
    antes de la medianoche, sino que me toca montar guardia: tengo que levantarme y
    rondar por el patio, esperando a que venga Agrafiona Aleksándrovna, señor, porque
    su padre lleva ya algunos días esperándola, y está como loco. Razona del siguiente
    modo, señor: según él, ella le tiene miedo a Dmitri Fiódorovich (a Mitka, como lo llama
    él), y por eso su padre viene a verme de noche, ya tarde, por la parte de atrás de la
    casa: «Tú —me dice— quédate vigilando por lo menos hasta la medianoche. Y, si ves
    que ella viene, corre a mi puerta y dame unos golpes, en la puerta misma o, si no, en
    la ventana que da al huerto; los dos primeros más flojos, así: uno-dos; y justo después
    otros tres más rápidos: tuc-tuc-tuc. Así —dice— sabré enseguida que ha venido, y te
    abriré la puerta sin hacer ruido». También me ha indicado otra señal por si hay una
    emergencia: primero dos golpes rápidos, tuc-tuc, y luego, después de esperar un
    poco, otro golpe, mucho más fuerte. De ese modo sabrá que ha ocurrido algún
    imprevisto y tengo que verlo a toda costa; así me abrirá y podré entrar a decirle lo que
    hay. Todo esto por si Agrafiona Aleksándrovna no pudiera venir en persona, y mandara
    a alguien con un recado; además de eso, también puede venir Dmitri Fiódorovich, y
    tengo que comunicar que anda por aquí cerca.


    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:15

    ***

    También me ha indicado otra señal por si hay una
    emergencia: primero dos golpes rápidos, tuc-tuc, y luego, después de esperar un
    poco, otro golpe, mucho más fuerte. De ese modo sabrá que ha ocurrido algún
    imprevisto y tengo que verlo a toda costa; así me abrirá y podré entrar a decirle lo que
    hay. Todo esto por si Agrafiona Aleksándrovna no pudiera venir en persona, y mandara
    a alguien con un recado; además de eso, también puede venir Dmitri Fiódorovich, y
    tengo que comunicar que anda por aquí cerca. Le tiene mucho miedo a Dmitri
    Fiódorovich, de modo que, aun en el caso de que Agrafiona Aleksándrovna ya hubiera
    venido y se hubieran encerrado juntos, si entretanto Dmitri Fiódorovich aparece por
    aquí, yo estoy obligado a avisar de inmediato, dando tres golpes; o sea, que la primera
    285
    señal, de cinco golpes, significa: «Ha venido Agrafiona Aleksándrovna», mientras que
    la segunda, de tres, quiere decir: «Es muy urgente»; él mismo me lo ha repetido varias
    veces para que yo me lo aprenda, y me lo ha explicado bien. Y, dado que nadie en el
    mundo conoce estas señales, señor, aparte de su padre y yo, sin ninguna vacilación y
    sin necesidad de llamar a nadie (le da mucho miedo hablar en voz alta), abrirá. Pero
    ahora resulta que Dmitri Fiódorovich también conoce esas señales.
    —¿Por qué las conoce? ¿Le has dicho cómo eran? ¿Cómo te has atrevido?
    —Precisamente, por miedo, señor. ¿Cómo iba a atreverme a callar ante él, señor?
    Ni un día dejaba de apretarme Dmitri Fiódorovich: «¡Tú a mí me engañas! ¿No me
    estarás ocultando algo? ¡Te voy a partir las dos piernas!». Entonces le expliqué lo de
    las señales secretas, para que por lo menos viera que yo solo hago lo que me mandan
    y se convenciera de que no lo engaño y de que iba a tenerlo informado.
    —Si piensas que va a valerse de esas señales para entrar, no se lo permitas.
    —Y, si me da un ataque, señor, ¿cómo voy a impedirle que entre? ¡Suponiendo que
    me atreviera, señor, sabiendo cómo se pone!
    —¡Ah, qué diablos! Pero ¿por qué estás tan seguro de que te va a dar un ataque?
    ¡Maldita sea! ¿Te estás riendo de mí o qué?
    —¿Cómo iba a atreverme a reírme de usted? ¡Estoy yo para risas, con tanto miedo!
    Presiento que me va a dar un ataque; tengo ese presentimiento: y me va a dar por
    culpa del miedo, señor.
    —¡Ah, diablo! Si a ti te da el ataque, ya vigilará Grigori. Avisa antes a Grigori: ya
    verás cómo no le deja pasar.
    —De las señales, sin una orden del señor, no me atrevo a decirle ni una palabra a
    Grigori Vasílievich. Y, en cuanto a lo de que Grigori Vasílievich pueda oírlo y vaya a
    impedirle el paso, resulta que está enfermo desde ayer, y Marfa Ignátievna tiene
    intención de hacerle mañana la cura. En eso han quedado hace un rato. Es una cura
    muy pintoresca, señor: Marfa Ignátievna sabe preparar una tintura y siempre la tiene a
    mano; es muy fuerte, a base de no sé qué hierbas: ella conoce el secreto, señor. Y con
    ese remedio secreto trata a Grigori Vasílievich unas tres veces al año, señor, siempre
    que se le queda como muerta la cintura, con una especie de parálisis; unas tres veces
    al año, señor. Entonces Marfa Ignátievna coge una toalla, la empapa en esa tintura y le
    frota toda la espalda una media hora, señor, hasta que se seca la toalla; la piel se le
    pone toda roja y se le hincha; después, al tiempo que reza una oración, ella le da a
    beber lo que queda en el frasco, señor, aunque no todo, porque en ciertos casos se
    guarda una pequeña parte y también se la bebe. Y le diré que los dos, como no suelen
    beber, no tardan en caer redondos y duermen como troncos mucho tiempo, señor; y,
    por lo general, Grigori Vasílievich suele despertarse curado, mientras que a Marfa
    Ignátievna siempre le duele la cabeza al despertarse, señor. Así que, si mañana Marfa
    286
    Ignátievna hace lo que tiene pensado, difícilmente va a poder Grigori Vasílievich oír a
    Dmitri Fiódorovich e impedirle el paso. Estarán durmiendo, señor







    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:17

    ***


    —¡Qué disparate! Y todo esto coincide así, de repente, como hecho aposta: ¡tú con
    el mal caduco, y esos dos, inconscientes! —exclamó Iván Fiódorovich—. ¿No será que
    tú quieres presentar las cosas de modo que coincidan? —se le escapó de pronto, y
    frunció el ceño con aire amenazante.
    —¿Cómo iba yo a presentarlas así, señor?… Y ¿para qué iba a hacerlo, si todo
    depende, en exclusiva, de Dmitri Fiódorovich y de lo que él piense, señor?… Si quiere
    hacer algo, lo hará; si no, tampoco voy a ir yo a buscarlo para empujarlo contra su
    padre.
    —Pero ¿para qué iba a venir a ver a nuestro padre, y menos aún a hurtadillas, si,
    como tú mismo dices, Agrafiona Aleksándrovna no va a aparecer por aquí? —prosiguió
    Iván Fiódorovich, palideciendo de rabia—; tú ya lo has dicho, y yo, en todo este
    tiempo que llevo aquí viviendo, me he convencido de que el viejo no hace más que
    fantasear y que esa tarasca no va a venir a verlo. Entonces, ¿para qué va Dmitri a
    colarse en esta casa si ella no viene? ¡Dime! Quiero saber lo que piensas.
    —Usted ya sabe a qué puede venir aquí, qué más dará lo que yo piense. Vendrá
    aunque solo sea por rabia o por pura suspicacia, en el caso de que yo, por ejemplo,
    caiga enfermo; empezará a sospechar y vendrá todo impaciente a buscar por los
    cuartos, como pasó ayer, por si se las hubiera arreglado ella para entrar discretamente,
    sin ser vista. Además, él sabe perfectamente que Fiódor Pávlovich tiene preparado un
    gran sobre con tres mil rublos, sellado con tres sellos y atado con una cinta, con una
    inscripción de su puño y letra: «A mi ángel Grúshenka, por si tiene a bien venir». Tres
    días más tarde añadió: «Y a mi pichoncito». Eso es lo sospechoso, señor.
    —¡Bobadas! —exclamó Iván Fiódorovich, cada vez más alterado—. Dmitri no va a
    robar ese dinero, ni mucho menos va a matar a su padre por ese motivo. Ayer pudo
    haberlo matado por Grúshenka, porque estaba fuera de sí, loco de rabia; pero ¡no va a
    robar!
    —Ahora le hace falta el dinero, muchísima falta, Iván Fiódorovich. Ni se imagina
    usted cuánta —le explicó Smerdiakov con una calma extraordinaria y una notable
    precisión—. Además, esos tres mil rublos los considera suyos, señor; él ya me lo ha
    dejado claro: «Mi padre me debe aún tres mil rublos justos», me ha dicho. Por otra
    parte, dese usted cuenta de una cosa, Iván Fiódorovich, que es la pura verdad: casi
    puede darse por seguro que, si Agrafiona Aleksándrovna se empeña, lo obligará a
    casarse con ella; al señor, me refiero, al propio Fiódor Pávlovich; eso si ella quiere… y,
    bueno, puede que quiera, señor. Porque, aunque yo haya dicho que ella no va a venir,
    también es posible que quiera eso y algo más, o sea, convertirse en señora. Sé que su
    mercader, Samsónov, le dijo con toda franqueza que eso no sería ninguna tontería, y
    se reía. Y esa mujer no es nada estúpida, señor. Con un pelagatos como Dmitri
    Fiódorovich no se va a casar. En vista de lo cual, juzgue usted mismo, Iván Fiódorovich,
    y verá que ni a Dmitri Fiódorovich, ni siquiera a usted y a su hermanito Alekséi
    Fiódorovich les va a quedar nada, pero nada de nada, cuando se muera su padre; ni un
    solo rublo, señor, porque Agrafiona Aleksándrovna, si se casa con su padre, será para
    poner todo a su nombre y hacerse con todo el capital. En cambio, si ahora muriese su
    padre, a ustedes les corresponderían, por lo pronto, cuarenta mil rublos a cada uno,
    incluido Dmitri Fiódorovich, a quien tanto odia su padre, dado que no ha hecho
    testamento, señor… Todo esto lo sabe de sobra Dmitri Fiódorovich…







    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]





    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:18

    ***

    A Iván Fiódorovich parecía contraérsele y temblarle el rostro. De repente, se puso
    colorado.
    —En tal caso —cortó de pronto a Smerdiakov—, ¿por qué me aconsejas que vaya a
    Chermashniá? ¿Qué has querido decirme con eso? Me voy, y resulta que aquí pasa
    algo. —A Iván Fiódorovich le costaba respirar.
    —Tiene toda la razón, señor —dijo Smerdiakov con calma, en tono reflexivo,
    aunque seguía muy pendiente de Iván Fiódorovich.
    —¿Cómo que tengo toda la razón? —preguntó éste, esforzándose por contenerse;
    había un brillo amenazante en sus ojos.
    —Se lo digo, porque le tengo lástima. Yo, en su lugar, me olvidaría de todo…
    mejor que estar pendiente de estas cosas, señor… —respondió Smerdiakov, mirando
    con descaro a los resplandecientes ojos de Iván Fiódorovich. Los dos se quedaron
    callados.
    —Me parece que no eres más que un perfecto idiota y, por descontado… ¡un
    canalla redomado!
    De pronto, Iván Fiódorovich se levantó del banco. Acto seguido, hizo ademán de
    encaminarse hacia la cancela, pero repentinamente se detuvo y se volvió hacia
    Smerdiakov. Sucedió algo extraño: Iván Fiódorovich, inesperadamente, como si
    sufriera un espasmo, se mordió los labios, apretó los puños y… un momento más y se
    habría lanzado, sin duda, sobre Smerdiakov. Al menos, así lo sintió éste, que en ese
    mismo instante se estremeció y echó todo el cuerpo hacia atrás. Pero pasó el
    momento, felizmente para Smerdiakov, e Iván Fiódorovich, en silencio, aunque con
    cierta perplejidad, se dio la vuelta y avanzó hacia la cancela.
    —Mañana me marcho a Moscú, por si quieres saberlo, mañana temprano, ¡eso es
    lo que hay! —dijo de pronto con rabia, gritando y marcando las palabras; él mismo se
    sorprendería más tarde de que hubiera juzgado necesario decirle tal cosa a
    Smerdiakov.
    —Eso es lo mejor, señor —respondió éste, como si se lo hubiera esperado—; lo
    único es que en Moscú siempre pueden importunarle, señor, avisándole por telégrafo
    para que vuelva aquí si ocurriera algo.
    288
    Iván Fiódorovich volvió a detenerse y se giró rápidamente hacia Smerdiakov. Pero
    también a éste le había pasado algo. Toda su familiaridad y su desdén se esfumaron
    en un instante; en su rostro expectante, aunque ya apocado y servil, se reflejó una
    insólita concentración: «¿No vas a decir nada más? ¿No piensas añadir nada?», se leía
    en su atenta mirada, fija en Iván Fiódorovich.
    —¿Es que estando en Chermashniá no me iban a llamar también… si pasa alguna
    cosa? —chilló de pronto Iván Fiódorovich, que había elevado terriblemente el tono de
    voz sin saber por qué.
    —También en Chermashniá, señor… le habrían importunado, señor… —farfulló
    Smerdiakov, casi en un susurro, como si estuviera desconcertado, aunque sin dejar de
    mirar fijamente, muy fijamente, a Iván Fiódorovich, directamente a los ojos.
    —Solo que Moscú está más lejos, mientras que Chermashniá queda cerca. A lo
    mejor te da pena que me gaste el dinero en el viaje, y por eso insistes en que vaya a
    Chermashniá… ¿O es que sientes que tenga que dar un rodeo tan grande?
    —Tiene toda la razón, señor… —farfulló, ya con voz temblorosa, Smerdiakov, con
    una sonrisa ruin y disponiéndose otra vez, convulsivamente, a dar un salto atrás.
    Pero de pronto Iván Fiódorovich, para sorpresa de Smerdiakov, soltó una risotada y
    se dirigió a toda prisa hacia la cancela, sin dejar de reírse. Si alguien le hubiera visto la
    cara, seguramente habría llegado a la conclusión de que no se reía de alegría. Ni él
    mismo habría sido capaz de explicar, en ningún caso, lo que le pasaba en esos
    momentos. Se movía como si sufriera convulsiones.




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:20

    ***
    VII. Da gusto hablar con una persona inteligente
    También hablaba de ese modo. Nada más entrar en la sala, se encontró con Fiódor
    Pávlovich y le gritó, gesticulando: «Subo a mi cuarto; no vengo a verle a usted; adiós».
    Y pasó de largo, procurando incluso no mirar a su padre. Es muy posible que el viejo le
    resultara especialmente odioso en esos momentos, pero una manifestación tan
    desconsiderada de hostilidad sorprendió al propio Fiódor Pávlovich. Éste, por lo visto,
    quería comunicarle algo urgente, y por eso había salido expresamente a recibirlo en la
    sala; pero, al oír tales cumplidos, se quedó parado, sin decir nada, y, con aire socarrón,
    siguió con la mirada a su hijo mientras éste subía por la escalera de la buhardilla, hasta
    perderlo de vista.
    —¿A éste qué le pasa? —le preguntó rápidamente a Smerdiakov, que acababa de
    entrar siguiendo a Iván Fiódorovich.
    —Está enfadado por algo, señor; cualquiera lo entiende —balbuceó Smerdiakov,
    con evasivas.
    —¡Al diablo! ¡Que se enfade! Prepara el samovar y retírate enseguida, venga. ¿No
    hay novedades?
    Empezaron entonces las preguntas; era el tipo de preguntas, precisamente, del que
    se había estado quejando Smerdiakov hacía un momento a Iván Fiódorovich, es decir,
    preguntas relativas a la esperada visitante, y no vamos a recogerlas aquí. Al cabo de
    media hora la casa estaba cerrada, y el vejestorio tronado daba vueltas por las
    habitaciones, esperando con ansiedad que se oyeran en cualquier momento los cinco
    golpes convenidos; de vez en cuando miraba por las oscuras ventanas, sin ver nada
    más que la noche.
    Era ya muy tarde, pero Iván Fiódorovich no dormía; estaba entregado a sus
    reflexiones. Aquella noche no se acostó hasta cerca de las dos. No vamos a registrar
    todo el flujo de sus pensamientos, pues no es éste el momento de penetrar en su
    alma: ya le llegará su turno. Incluso, aunque intentásemos transmitir algo, resultaría
    muy complicado, ya que no se trataba de pensamientos, sino de algo demasiado
    indefinido y, sobre todo, en exceso emotivo. Él mismo tenía la sensación de estar
    perdido. Además, toda clase de deseos extraños y casi totalmente inesperados lo
    atormentaban; pasada la medianoche, por ejemplo, le entraron unas ganas
    apremiantes e irresistibles de bajar, abrir la puerta, entrar en el pabellón y darle una
    paliza a Smerdiakov; ahora bien, si alguien le hubiera pedido explicaciones, habría sido
    totalmente incapaz de exponer ni una sola causa con precisión, salvo, quizá, la de que
    aquel lacayo se le había hecho odioso, como si fuera el más molesto de los ofensores
    290
    que pueda uno encontrar en la tierra. Por otra parte, sintió el alma invadida aquella
    noche, en más de una ocasión, por una timidez inexplicable y humillante, a causa de la
    cual —él mismo lo notaba— era como si perdiera de pronto hasta la fuerza física





    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:21

    ***

    . La
    cabeza le dolía y le daba vueltas. Una sensación de odio le oprimía el alma, como si
    estuviese dispuesto a vengarse de alguien. Llegó a odiar al propio Aliosha, recordando
    su reciente conversación con él; a ratos, también se odió intensamente a sí mismo.
    Casi se olvidó de Katerina Ivánovna, algo que más tarde le causaría asombro, sobre
    todo porque recordaba perfectamente cómo la mañana anterior, al jactarse con tanta
    elocuencia ante ella de su decisión de marcharse a Moscú al día siguiente, se había
    dicho, para sus adentros: «Qué disparate; tú no te vas de aquí, ni te va a ser tan fácil la
    ruptura como dices; estás fanfarroneando». Al cabo del tiempo, al rememorar aquella
    noche, Iván Fiódorovich recordaría con especial disgusto cómo en ocasiones se
    levantaba repentinamente del diván y, sin hacer ruido, como si tuviera un miedo atroz
    a que lo estuvieran observando, abría la puerta, se asomaba a la escalera y se
    dedicaba a espiar las idas y venidas de Fiódor Pávlovich en la planta inferior; se
    quedaba escuchando un buen rato, unos cinco minutos, con una especie de extraña
    curiosidad, conteniendo el aliento y con el corazón desbocado; pero, desde luego, no
    sabía por qué hacía todo aquello, por qué le había dado por espiar. Más tarde, a lo
    largo de toda su vida, calificó siempre de «abyecto» tal «proceder», y en lo más
    recóndito de su ser, en los recovecos de su alma, lo consideró el acto más ruin que
    había cometido jamás. En cambio, en relación con el propio Fiódor Pávlovich, en
    aquellos momentos no sentía ningún odio; sentía únicamente, por alguna razón, una
    exacerbada curiosidad: lo oía pasear por el piso de abajo; se figuraba lo que estaría
    haciendo en ese preciso instante en sus aposentos; intuía y se lo imaginaba mirando
    por las oscuras ventanas o quedándose parado de pronto en medio del cuarto,
    pendiente, muy pendiente de si alguien llamaba. Dos veces se asomó Iván Fiódorovich
    a la escalera con esa intención. Cuando por fin reinó el silencio en la casa, una vez que
    el propio Fiódor Pávlovich ya se había acostado, a eso de las dos, Iván Fiódorovich
    hizo otro tanto; tenía el firme propósito de dormirse cuanto antes, pues se sentía
    terriblemente cansado. Y así fue: enseguida cayó dormido, y durmió profundamente,
    sin sueños, si bien se despertó temprano, alrededor de las siete, cuando ya amanecía.
    Al abrir los ojos, para su sorpresa, sintió de pronto cómo afluía a él una energía
    insólita; saltó rápidamente de la cama y se vistió a toda prisa; a continuación sacó su
    maleta y, sin perder un minuto, empezó a hacer el equipaje apresuradamente. La
    misma víspera, por la mañana, había recibido toda la ropa blanca de la lavandera. Iván
    Fiódorovich sonrió pensando que todo estaba saliendo bien, que ningún obstáculo se
    oponía a su marcha precipitada. Porque partía, en efecto, de manera repentina. A
    pesar de que la misma víspera había anunciado —a Katerina Ivánovna, a Aliosha y, más
    tarde, a Smerdiakov— que se marchaba al día siguiente, al acostarse no había pensado
    291
    en su partida: recordaba perfectamente que en ese momento no había pensado en
    absoluto que por la mañana, al despertarse, lo primero que haría sería ponerse a hacer
    el equipaje. Por fin tuvo preparadas la maleta y una bolsa de viaje; eran ya cerca de las
    nueve cuando Marfa Ignátievna se presentó con la pregunta habitual de todos los días:
    «¿Dónde desea tomar el té? ¿Aquí o abajo?». Iván Fiódorovich bajó; tenía un aspecto
    casi alegre, aunque había en él, en sus palabras y en sus gestos, una especie de
    desorden, de precipitación.











    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:22

    ***

    Después de saludar afablemente a su padre y de
    interesarse especialmente por su salud, sin esperar siquiera a que Fiódor Pávlovich
    concluyera su respuesta, anunció de buenas a primeras que una hora más tarde partía
    para Moscú, definitivamente, y pidió que le prepararan los caballos. El viejo recibió la
    noticia sin dar ninguna muestra de sorpresa y, demostrando muy poco tacto, se olvidó
    de lamentar la marcha de su hijo; en cambio, de pronto se mostró muy preocupado
    por un asunto propio de vital importancia del que justamente acababa de acordarse.
    —¡Hay que ver! ¡Cómo eres! Mira que no habérmelo dicho ayer… Bueno, qué se le
    va a hacer, podemos solucionarlo ahora. Tienes que hacerme un favor enorme, por el
    amor de Dios; acércate a Chermashniá. Todo lo que tienes que hacer es desviarte a la
    izquierda en la estación de Volovia, son solo como doce verstas de nada, y ya estás en
    Chermashniá.
    —Perdone, pero no puedo: hay ochenta verstas hasta la estación de ferrocarril, y el
    tren de Moscú sale a las siete de la tarde; tengo el tiempo justo.
    —Puedes tomarlo mañana, y si no pasado mañana, pero hoy tienes que acercarte a
    Chermashniá. ¡Qué te cuesta tranquilizar a tu padre! Si no tuviera cosas que hacer aquí,
    ya habría ido yo hace tiempo, porque se trata de un asunto urgente, de suma
    importancia, pero en estos momentos me es imposible… Verás, tengo allí dos parcelas
    de bosque, en Beguichevo y en Diáchkino, en unos eriales. El viejo Máslov y su hijo,
    unos comerciantes, solo me ofrecen ocho mil rublos por la tala, cuando el año pasado
    ya apareció un comprador que daba doce mil; pero no era de aquí, ahí está la
    diferencia. Y es que ahora, a la gente de aquí, no hay quien le venda nada: todo lo
    acaparan los Máslov, padre e hijo, que tienen una fortuna; te ofrezcan lo que te
    ofrezcan, tienes que conformarte, porque aquí no hay nadie que se atreva a competir
    con ellos. Pero resulta que Ilinski, el pope, me escribió de pronto el jueves pasado,
    diciendo que se había presentado otro comerciante, Gorstkin; lo conozco, y lo bueno
    es que no es de aquí, sino de Pogrebovo, lo cual quiere decir que no les tiene miedo a
    los Máslov; como no es de aquí… Total, que por lo visto está dispuesto a dar once mil
    por la tala del bosque, ¿lo oyes? Y no va a quedarse por aquí, según dice el pope, más
    de una semana. Por eso, tendrías que acercarte para llegar a un acuerdo con él…
    —Pues escríbale al pope, y que se encargue él.
    —Él no sabe, ése es el problema. Ese pope no tiene vista para estas cosas. Es una
    joya de hombre, ahora mismo pondría en sus manos veinte mil rublos, sin un recibo,
    292
    para que me los guardara, pero no tiene vista para los negocios; si no parece un
    hombre, hasta el más pardillo lo engaña. Y eso que es un hombre muy instruido,
    imagínate. Ese Gorstkin tiene pinta de aldeano, con su poddiovka azul, pero por su
    carácter es un perfecto canalla, para nuestra desgracia: es un embustero, ésa es su
    manera de ser. A veces suelta unas mentiras que te quedas con los ojos a cuadros,
    preguntándote cómo puede ser tan mentiroso.











    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:23

    ***

    . Hace tres años contó que se le había
    muerto la mujer y que ya se había vuelto a casar, y nada de eso era verdad, date
    cuenta: la mujer no solo no se le había muerto, sino que vive todavía y cada tres días le
    da una buena tunda. Total, que ahora se trata de averiguar si miente o si habla en serio
    cuando dice que quiere comprar y que ofrece once mil.
    —Pues yo ahí no voy a hacer nada, yo tampoco tengo buen ojo para los negocios.
    —Espera, espera; tú puedes hacerlo muy bien, ya te explico yo qué detalles hay
    que tener en cuenta con ese Gorstkin, hace tiempo que tengo tratos con él. Mira:
    tienes que fijarte en su barba; lleva una barbita pelirroja, poco poblada, da cosa verla.
    Si la barbita le tiembla, pero él habla y se enfada, eso es buena señal: está diciendo la
    verdad y pretende cerrar el trato; pero, si se acaricia la barba con la mano izquierda y
    se ríe, bueno, eso quiere decir que intenta pegártela, algo está tramando. Nunca lo
    mires a los ojos, por los ojos no vas a sacar nada, son un misterio; es un pillo; tú fíjate
    en la barba. Te voy a dar una nota para él, y tú se la enseñas. Lo que pasa con Gorstkin
    es que en realidad no es Gorstkin, sino Liagavy; pero tú no lo llames Liagavy, no se
    vaya a ofender. Si llegas a un acuerdo con él y ves que la cosa va bien, escríbeme
    enseguida. Basta con que pongas: «No miente, al parecer». Mantente firme en los
    once mil; puedes rebajar mil, no más. Date cuenta: de ocho a once, tres mil de
    diferencia. Esos tres mil es como si me los hubiera encontrado por ahí tirados, ahora
    no es nada fácil encontrar a un comprador, y necesito desesperadamente ese dinero.
    En cuanto me hagas saber que la cosa va en serio, yo mismo iré volando hasta allí y
    cerraré el trato, ya sacaré tiempo de donde sea. Pero ahora ¿para qué salir corriendo,
    si a lo mejor no son más que fantasías del pope? Bueno, ¿vas a ir o no?
    —Bah, no tengo tiempo, no insista.
    —¡Anda, hazle ese favor a tu padre! ¡Lo tendré en cuenta! No tenéis corazón,
    ninguno, ¡eso es lo que pasa! ¿Qué supone para ti un día o dos? ¿Adónde vas ahora?
    ¿A Venecia? No va a hundirse tu Venecia en un par de días. Mandaría a Alioshka, pero
    ¿qué pinta Alioshka en todo esto? Te lo pido a ti, únicamente, porque tú eres una
    persona inteligente; como si no lo supiera. Ya sé que no negocias con madera, pero
    tienes ojo. Solo se trata de ver si ese hombre está hablando en serio. Ya te lo he dicho,
    tú fíjate en la barba: si le tiembla la barbita, eso es que la cosa va en serio.
    —No hace usted más que empujarme a esa maldita Chermashniá, ¿eh? —exclamó
    Iván Fiódorovich, sonriendo maliciosamente.
    293
    Fiódor Pávlovich no apreció, o no quiso apreciar, esa malicia, pero sí captó la
    sonrisa:
    —Entonces, ¿vas a ir? ¿Vas a ir? En un momento te escribo esa nota.
    —No sé si iré, no lo sé; lo decidiré por el camino.
    —¿Cómo que por el camino? Decídete ahora mismo. ¡Decídete, hijo mío! Una vez
    que lleguéis a un acuerdo, me escribes un par de líneas, se las das al pope y él, en un
    santiamén, me manda tu nota. Y, a partir de ahí, ya no te retengo más, puedes irte a
    Venecia. El pope te llevará de vuelta a la estación de Volovia…








    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:24

    ***

    El viejo estaba realmente entusiasmado; garabateó la nota, mandó enganchar los
    caballos, hizo que sirvieran algo de comer, coñac. Cuando estaba contento, siempre se
    mostraba expansivo, pero en esta ocasión parecía moderarse. De Dmitri Fiódorovich,
    por ejemplo, no dijo ni una sola palabra. En cuanto a la marcha de Iván, no le afectaba
    en absoluto. Parecía como si no encontrara un tema de que hablar; el propio Iván
    Fiódorovich se dio perfecta cuenta. «¡Hay que ver! Estará harto de mí», se dijo. Solo al
    despedirse de su hijo, ya en el porche, el viejo pareció algo más conmovido, e hizo
    ademán de besarlo. Pero Iván Fiódorovich se apresuró a ofrecerle su mano, con la
    intención evidente de evitar los besos. El viejo lo captó rápidamente y se reprimió al
    instante.
    —Bueno, ¡ve con Dios, ve con Dios! —repitió desde el porche—. Espero que
    regreses estando aún yo con vida, ¿eh? No dejes de venir, siempre me alegrará verte.
    Hala, ¡que Cristo te acompañe!
    Iván Fiódorovich subió a la calesa.
    —¡Adiós, Iván! ¡No te lo tomes a mal! —gritó el padre por última vez.
    Salieron a despedirlo todos los criados: Smerdiakov, Marfa y Grigori. Iván
    Fiódorovich le dio diez rublos a cada uno. Cuando ya se había acomodado en la
    calesa, Smerdiakov le colocó solícito la manta.
    —Ya ves… voy a Chermashniá… —se le escapó de pronto a Iván Fiódorovich, igual
    que la víspera, como si las palabras le salieran solas, acompañadas, además, de una
    especie de risita nerviosa. Más tarde, lo recordaría durante mucho tiempo.
    —Con razón dicen que da gusto hablar con una persona inteligente —contestó con
    rotundidad Smerdiakov, dirigiendo una mirada penetrante a Iván Fiódorovich.
    La calesa partió a toda velocidad. El viajero, con el alma confusa, miraba con avidez
    los campos, las colinas, los árboles, una bandada de gansos que volaba muy alto, por
    encima de él, en el cielo radiante. De pronto se sintió muy a gusto. Probó a entablar
    conversación con el cochero, y encontró enormemente interesante una de las
    observaciones del aldeano; no obstante, al cabo de un minuto cayó en la cuenta de
    que no había prestado mayor atención a sus palabras y de que, en realidad, no había
    comprendido su respuesta. Se calló; también así se estaba bien: el aire era limpio,
    puro, fresco; el cielo, claro. Le vinieron a la cabeza, por un momento, las imágenes de
    294
    Aliosha y de Katerina Ivánovna; pero sonrió en silencio y sopló suavemente sobre esos
    queridos fantasmas, y éstos desaparecieron: «Ya habrá tiempo para ellos», pensó.
    Pronto llegaron a la estación de postas, cambiaron de caballos y salieron a toda prisa
    hacia Volovia. «Pero ¿por qué da gusto hablar con una persona inteligente? ¿Qué
    habrá querido decir con eso? —De pronto se le cortó el aliento—. Y ¿por qué le habré
    dicho que voy a Chermashniá?» Llegaron a la posta de Volovia. Iván Fiódorovich se
    apeó de la calesa, y se vio rodeado de cocheros. Ajustaron el precio del viaje a
    Chermashniá, doce verstas de camino vecinal, en un coche alquilado. Mandó
    enganchar los caballos. Entró en la casa de postas, echó un vistazo, miró a la mujer del
    maestro de postas y, de repente, se volvió para el porche.





    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 76714
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua Mar 15 Oct 2024, 08:25

    ***

    —Nada de Chermashniá, hermanos. ¿Podré llegar al ferrocarril antes de las siete?
    —Seguro que sí. Entonces, ¿enganchamos?
    —Cuanto antes. ¿Alguno de vosotros va a la ciudad mañana?
    —Cómo no; mire, Mitri va a ir.
    —¿Podrías hacerme un favor, Mitri? Pásate por casa de mi padre, Fiódor Pávlovich
    Karamázov, y dile que no he ido a Chermashniá. ¿Podrás?
    —¿Por qué no? Me pasaré por allí; a Fiódor Pávlovich lo conozco hace mucho.
    —Toma una propina, porque él no creo que te dé nada… —Iván Fiódorovich se rió
    alegremente.
    —Seguro que no. —Mitri también se rió—. Gracias, señor, haré sin falta lo que me
    ha dicho…
    A las siete de la tarde Iván Fiódorovich montó en el vagón y voló hacia Moscú.
    «Adiós para siempre a todo el pasado, he terminado, sin duda, con ese mundo
    antiguo; que no me llegue de él ni un recuerdo, ni un eco; al mundo nuevo, a los
    lugares nuevos, y ¡nada de volver la vista atrás!» Pero, en vez del entusiasmo, se había
    apoderado de su alma la oscuridad, y había en su corazón tanto pesar como nunca
    había sentido en toda su vida. Estuvo meditando toda la noche; el vagón volaba, y
    solo al amanecer, llegando ya a Moscú, cayó de repente en la cuenta de su situación.
    —¡Soy un miserable! —se dijo en un susurro.
    En cuanto a Fiódor Pávlovich, después de despedirse de su hijo se quedó muy
    satisfecho. Durante dos largas horas se sintió casi feliz y bebió un poco de coñac; pero,
    de buenas a primeras, se produjo un incidente de lo más lamentable y desagradable
    para todos que dejó desconcertado a Fiódor Pávlovich: Smerdiakov fue a buscar algo
    al sótano y cayó desde lo alto de las escaleras. Y menos mal que Marfa Ignátievna
    estaba en el patio y pudo oírlo a tiempo. No vio la caída, pero sí oyó el grito, un grito
    peculiar, extraño, pero que conocía desde hacía tiempo: el grito del epiléptico que
    sufre un ataque. No hubo manera de saber si el ataque le había sobrevenido en el
    momento en que se disponía a bajar la escalera —y en tal caso, como es natural, tuvo
    que rodar por las escaleras ya sin sentido—, o si, por el contrario, la crisis de
    295
    Smerdiakov, conocido epiléptico, había sido consecuencia de la caída y la conmoción;
    el caso es que lo encontraron en el fondo del sótano, entre espasmos y convulsiones,
    agitándose y con espuma en la boca. Al principio creyeron que se había roto algo, un
    brazo o una pierna, que se había lastimado; sin embargo, «el Señor le había dado su
    protección», según dijo Marfa Ignátievna: no le había pasado nada de eso, aunque
    costó mucho cargar con él y sacarlo del sótano. Hasta tuvieron que pedir ayuda a los
    vecinos. En toda esta operación estuvo presente el propio Fiódor Pávlovich, que
    también echó una mano; estaba visiblemente asustado y no sabía muy bien qué hacer.
    El enfermo, a pesar de todo, no volvía en sí: aunque los ataques cesaban por un
    tiempo, se reproducían al cabo de un rato, y todo el mundo llegó a la conclusión de
    que era un caso idéntico al del año anterior, cuando Smerdiakov había tenido el
    infortunio de caer del desván. Se acordaron de que en aquella ocasión le habían
    aplicado hielo en las sienes. Aún quedaba algo de hielo en el sótano, y Marfa
    Ignátievna se ocupó de eso; por la tarde, Fiódor Pávlovich mandó llamar al doctor
    Herzenstube, que se presentó sin demora.







    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

    Contenido patrocinado


     DOSTOYEVSKI - Página 28 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Contenido patrocinado


      Fecha y hora actual: Vie 22 Nov 2024, 03:25