***
No, mi querido Rodion Romanovitch, no es Mikolka el culpable.
Estamos en presencia de un acto siniestro y fantástico. Este crimen lleva el
sello de nuestro tiempo, de una época en que el corazón del hombre está
trastornado; en que se afirma, citando autores, que la sangre purifica; en que
sólo importa la obtención del bienestar material. Es el sueño de una mente
ebria de quimeras y envenenada por una serie de teorías. El culpable ha
desplegado en este golpe de ensayo una audacia extraordinaria, pero una
audacia de tipo especial. Obró resueltamente, pero como quien se lanza desde
lo alto de una torre o se deja caer rodando desde la cumbre de una montaña.
Fue como si no se diera cuenta de lo que hacía. Se olvidó de cerrar la puerta al
entrar, pero mató, mató a dos personas, obedeciendo a una teoría. Mató, pero
no se apoderó del dinero, y lo que se llevó fue a esconderlo debajo de una
piedra. No le bastó la angustia que había experimentado en el recibidor
mientras oía los golpes que daban en la puerta, sino que, en su delirio, se dejó
llevar de un deseo irresistible de volver a sentir el mismo terror, y fue a la casa
para tirar del cordón de la campanilla…En fin, carguemos esto en la cuenta de
la enfermedad. Pero hay otro detalle importante, y es que el asesino, a pesar de
su crimen, se considera como una persona decente y desprecia a todo el
mundo. Se cree algo así como un ángel infortunado. No, mi querido Rodion
Romanovitch, Mikolka no es el culpable.
Estas palabras, después de las excusas que el juez había presentado,
sorprendieron e impresionaron profundamente a Raskolnikof, que empezó a
temblar de pies a cabeza.
—Pero…, entonces…—preguntó con voz entrecortada—, ¿quién es el
asesino?
Porfirio Petrovitch se recostó en el respaldo de su silla. Su semblante
expresaba el asombro del hombre al que acaban de hacer una pregunta
insólita.
—¿Que quién es el asesino? —exclamó como no pudiendo dar crédito a
sus oídos—. ¡Usted, Rodion Romanovitch! —Y añadió en voz baja y en un
tono de profunda convicción—: Usted es el asesino.
Raskolnikof se puso en pie de un salto, permaneció así un momento y se
volvió a sentar sin pronunciar palabra. Ligeras convulsiones sacudían los
músculos de su cara.
—Sus labios vuelven a temblar como el otro día —dijo Porfirio Petrovitch
en un tono de cierto interés—. Creo que no me ha comprendido usted, Rodion
Romanovitch —añadió tras una pausa—. Ésta es la razón de su sorpresa. He
venido para explicárselo todo, pues desde ahora quiero llevar este asunto con
franqueza absoluta.
—Yo no soy el culpable —balbuceó Raskolnikof, defendiéndose como el
niño al que sorprenden haciendo algo malo.
—Sí, es usted y sólo usted —replicó severamente el juez de instrucción.
Los dos callaron. Este silencio, en el que había algo extraño, se prolongó
no menos de diez minutos.
Raskolnikof, con los codos en la mesa, se revolvía el cabello con las
manos. Porfirio Petrovitch esperaba sin dar la menor muestra de impaciencia.
De pronto, el joven dirigió al magistrado una mirada despectiva.
—Vuelve usted a su antigua táctica, Porfirio Petrovitch. ¿No se cansa usted
de emplear siempre los mismos procedimientos?
—¿Procedimientos? ¿Qué necesidad tengo de emplearlos ahora? La cosa
cambiaría si habláramos ante testigos. Pero estamos solos. Yo no he venido
aquí a cazarle como una liebre. Que confiese usted o no en este momento, me
importa muy poco. En ambos casos, mi convicción seguiría siendo la misma.
cont
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Hoy a las 14:04 por Pedro Casas Serra
» Vladimir Herrera (1950-
Hoy a las 13:48 por Pedro Casas Serra
» Olvido García Valdés (1950-
Hoy a las 13:34 por Pedro Casas Serra
» Daniel Samoilovich (1949-
Hoy a las 13:22 por Pedro Casas Serra
» ADONIS (Ali Ahmad Said) (1930-
Hoy a las 13:12 por Maria Lua
» CLARICE LISPECTOR II ( ESCRITORA BRASILEÑA)
Hoy a las 13:09 por Maria Lua
» LA LITERATURA BRASILEÑA
Hoy a las 12:46 por Maria Lua
» CECILIA MEIRELES ( POETA BRASILEÑA)
Hoy a las 12:40 por Maria Lua
» MARIO QUINTANA ( Brasil: 30/07/1906 -05/05/1994)
Hoy a las 12:33 por Maria Lua
» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE (Brasil, 31/10/ 1902 – 17/08/ 1987)
Hoy a las 12:24 por Maria Lua