.
Robert Hass es un poeta estadounidense nacido el 1 de marzo de 1941 ganador del Premio Pulitzer. Fue Poeta Laureado de Estados Unidos de 1995 a 1997.
Nacido en San Francisco, California, Hass es un poeta muy conocido en Estados Unidos tanto por la temática de sus obras como por la actitud que prevalece en sus poemarios. El alcoholismo de su madre es uno de los temas más relevantes de su poemario de 1996 Sun Under Wood. Durante la década de 1950 se aproximó a las figuras de Gary Snyder y Allen Ginsberg, hecho que motivó su cercanía en presupuestos a la poética beatnik. Tras licenciarse por la Escuela Católica de Marina, en 1958 comenzó a interesarse por el orientalismo y a prestar, en consecuencia, atención a manifestaciones literarias como el haiku. En la actualidad Hass está casado con la poetisa y activista contra la guerra Brenda Hillman, docente del Saint Mary's College of California.
Trayectoria académica
Robert Hass es graduado por Saint Mary's College of California, California, 1963, y obtuvo su MA y doctorado en lengua inglesa en Stanford University en los años 1965 y 1971, respectivamente. En la Universidad Stanford estudió con el poeta y crítico Yvor Winters, cuyas ideas más tarde influyeron en su escritura y pensamiento. En la misma universidad tuvo como compañeros a los poetas Robert Pinsky, John Matthias, y James McMichael. Hass enseñó literatura y escritura creativa en la Universidad de Búfalo en 1967. De 1971 a 1989, enseñó en Saint Mary's College, y más tarde se trasladó a la Universidad de California, Berkeley. Ha sido profesor visitante en el famoso taller de escritura creativa de la Universidad de Iowa en varias ocasiones.
En los años 1995-1997, los años en que Hass fue Poeta Laureado (Poeta Laureado Consultor en Poesía en la Biblioteca del Congreso), se convirtió en un conocido defensor de la alfabetización, la poesía, y la conciencia ecológica. Atravesó su país impartiendo la docencia en lugares tan diversos como conferencias de altos directivos y de grupos cívicos, o como él ha dicho, "los lugares a los que los poetas no van." Desde que se definió a sí mismo como "agente de la ciudadanía", ha escrito una columna semanal sobre poesía en el diario Washington Post .En estos momentos ostenta el cargo de canciller de la Academia Americana de Poetas, es uno de los administradores del Premio de Poesía Griffin, y centra sus esfuerzos en campañas en defensa de la alfabetización y el medio ambiente.
Robert Hass ha dicho que admira al poeta de la generación Beat Lew Welch en su poema "Raid Kills Bugs Dead". En la opinión de Hass, los cinco poetas más importantes de los últimos 50 años son el chileno Pablo Neruda, el peruano César Vallejo, y los poetas polacos Zbigniew Herbert (Nobel), Wisława Szymborska, y el también Nobel Czesław Miłosz.
Mientras estuvo en Berkeley, Hass desarrolló la traducción de la poesía de su compañero y vecino Czesław Miłosz como parte de un proyecto en colaboración con Robert Pinsky y el propio Miłosz. En 1999 Hass apareció en Wildflowers, el debut como directora de cine de Melissa Painter. En la película, Hass interpreta el papel de un poeta que sufre una enfermedad crónica desconocida. Extractos de su poesía se incluyen en el guion, revisado por Hass y la actriz Darryl Hannah.
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Hass )
*
Algunos poemas de Robert Hass:
De Field Guide (1973):
EN LA COSTA CERCA DE SAUSALITO
1
No diré mucho del mar
excepto que era, casi,
del color de la leche cortada.
El sol en aquel cielo despejado
y nada amenazante estaba a baja altura.
en ángulo con la fisura gris de los acantilados,
con las verdes colinas repletas de manzanita.
Marea baja: las rocas enlodadas
moteadas de marrón y cubiertas de algas
se fundían con la roca gris
del rompeolas, deslizándose
hacia profundidades antediluvianas.
La vieja historia: en la mugre empieza la vida.
2
Pes-
car, como decía Melville,
"purgar la cólera",
poner a trabajar mis manos torpes
mis manos que se magullan
sin tocar nada,
le quitan las patas a una gamba,
pelan su cáscara,
y enroscan su cuerpo dos veces en un anzuelo.
3
El cabezón no goza de mucha estima
por parte de los pescadores, excepto los italianos
que tienen el buen tino
de freír la pálida, casi azulada carne
en aceite de oliva con una ramita
de romero fresco.
El cabezón, un feo pez atávico,
tan antiguo como el litoral
del que se alimenta
tiene aletas como las membranas de un pato,
se asemeja a un sapo prehistórico,
y es delicadamente dulce.
Al capturar uno, la feroz sacudida de sorpresa
y la tensión del sedal
son un reconocimiento.
4
Pero es extraño matar para gozar
de una brusca sensación de vida.
El peligro está
en moralizar
esa extrañeza.
Al sostener al espinoso monstruo en las manos
eran ojos y el sol estaba
casi tangencial al planeta
en nuestra costa agitada.
Criatura y criatura,
durante un siglo nos quedamos mirándonos.
PRIMAVERA
Compramos unas naranjas decorativas estupendas,
galletas mexicanas, un oloroso té amarillo.
Echamos un vistazo a las librerías. Tú
preguntaste suavemente, "Bob, ¿quién es Ugo Betti?".
Un hombre barbudo con apariencia de pájaro
(parecía un sacerdote ruso
con su porte imperial
y una desastrada gabardina negra)
se giró hacia nosotros, se aclaró
su culta garganta, y
nos contó interminablemente
quién era Ugo Betti. La lenta
filtración del sol por las ventanas
barnizaba de oro la sedosa pelusa
de tus brazos. El atardecer era
una enorme y rara bestia fosforescente
muriendo lentamente en la bahía.
Esperaban nuestra casa y nuestros libros,
los flacuchos y pequeños soldados en las estanterías.
Después de cenar leí uno al menos.
Cantaste, "Ugo Betti no tiene huesos",
y cuando dije, "Los límites de mi lenguaje
son los límites de mi mundo", te reíste.
Hablamos toda la noche en lenguas desconocidas,
en yemas de dedos, en dientes.
De Praise (1979):
SÍMIL HEROICO
Cuando el espadachín cae en Los siete samurais de Kurosawa
bajo la lluvia gris,
en Cinemascope y en la dinastía Tokugawa,
cae recto como un pino, cae
como Ajax cae en Homero
en dáctilos cantados y el árbol es tan grande
que el leñador tiene que volver dos días seguidos
al sitio afortunado antes de que haya acabado de serrar
y al tercer día trae a su tío.
Apilan leños en el aire resinoso,
cortando las pequeñas ramas,
atando esos fardos por separado.
Los pedazos cerca de las raíces
son descuartizados y siguen siendo inmanejables;
los leños del medio los parten por la mitad:
diez fardos y cuatro grandes pilas de olorosa madera,
lunas y cuartos de luna y medias lunas
marcadas por los dientes de la sierra.
El leñador y su tío el anciano
permanecen en medio del bosque
sobre un suelo de sustrato de pino y lodo primaveral.
Han dejado de trabajar
porque están cansados y porque
no me he imaginado ningún animal de carga
ni ningún tipo de carreta primitiva. Son demasiado astutos
para llamar a los vecinos y volverse a casa
con solo unos pocos leños tras tres días de trabajo.
Están esperando que yo haga algo
o a que el capataz Su Señoría
venga y los arreste.
¡Cuánta paciencia tienen!
El anciano fuma su pipa y escupe.
El joven piensa que sería rico
si fuera rico y tuviera una mula.
Diez días de cargar sin parar
y al séptimo día probablemente
los atrapen, se vuelvan con las manos vacías
o peor. No sé
si son japoneses o micénicos
y no hay nada que yo pueda hacer.
El sendero desde aquí a esa aldea
no está traducido. Un héroe, moribundo,
proporciona quietud al ambiente.
Un hombre y una mujer vuelven a casa
desde el cine en silencio de fidelidades distintas.
Existen límites para la imaginación.
MEDITACIÓN EN LAGUNITAS
Todo el nuevo pensamiento trata de la pérdida.
En esto se parece al viejo pensamiento.
La idea, por ejemplo, de que cada detalle borra
la luminosa claridad de una idea general. De que el cara-
payaso picapinos que sondea el tallado tronco muerto
de ese abedul negro es, por su mera presencia,
una especie de trágica caída desde un mundo primigenio
de luz íntegra. O la otra idea de que,
porque nada hay en este mundo
a lo que el arbusto de zarzamoras corresponda,
toda palabra es elegía de lo que significa.
Hablamos de ello anoche, tarde, y en la voz
de mi amigo había una brizna de tristeza, un tono
casi quejumbroso. Después de un rato entendí que,
hablando de esta forma, todo se disuelve: justicia,
pino, cabello, mujer, tú y yo. Hubo una vez una mujer
con la que hice el amor y recuerdo como, sujetando
sus pequeños hombros entre mis manos, a veces
sentía un violento asombro ante su presencia,
como una sed de sal, del río de mi infancia
con sus islas de sauces, la música ridícula del barco de recreo,
lugares enlodados donde atrapábamos aquellos pececillos naranja-plateados
llamados semillas de calabaza. Tenía poco que ver con ella.
Anhelo, decimos, porque el deseo está lleno
de distancias infinitas. Debo de haber sido lo mismo para ella.
Pero la recuerdo muy bien, la forma en que sus manos deshacían el pan,
lo que le dijo su padre y que le hizo daño, las coas
que soñaba. Hay momentos en los que el cuerpo es tan numinoso
como las palabras, días que son la carne prolongándose.
Tanta ternura, aquellas tardes y noches
repitiendo zarzamora, zarzamora, zarzamora.
EL BANQUETE
Los amantes holgazaneaban charlando en cubierta,
los hombres con hombres y los hombres con nuevas mujeres,
un poco chillonas y eléctricas, y con las esposas
que mantenían la compostura y tenían caras bellamente perfiladas
y una piel cobriza. Ella había sacado el pavo del horno
y sus amigos estaban charlando en cubierta
bajo la constante luz del sol. Los imaginaba
dirigiéndose a la comida, en pequeños grupos, acabando
frases, levantando un pepinillo o una tajada de pavo,
mordisqueando un trozo con placer inconsciente. E
imaginó disponerlo todo ingeniosamente, la carne blanca,
los panes, los entrantes, los hongos y la ensalada
colocados diestramente bajo el mostrador de roble, y cómo
llegaban todos como en un baile cuando los llamaba. Trinchaba
la carne y después lloraba. Después estaba en la oscuridad
llorando. No sabía que es lo que quería.
Robert Hass es un poeta estadounidense nacido el 1 de marzo de 1941 ganador del Premio Pulitzer. Fue Poeta Laureado de Estados Unidos de 1995 a 1997.
Nacido en San Francisco, California, Hass es un poeta muy conocido en Estados Unidos tanto por la temática de sus obras como por la actitud que prevalece en sus poemarios. El alcoholismo de su madre es uno de los temas más relevantes de su poemario de 1996 Sun Under Wood. Durante la década de 1950 se aproximó a las figuras de Gary Snyder y Allen Ginsberg, hecho que motivó su cercanía en presupuestos a la poética beatnik. Tras licenciarse por la Escuela Católica de Marina, en 1958 comenzó a interesarse por el orientalismo y a prestar, en consecuencia, atención a manifestaciones literarias como el haiku. En la actualidad Hass está casado con la poetisa y activista contra la guerra Brenda Hillman, docente del Saint Mary's College of California.
Trayectoria académica
Robert Hass es graduado por Saint Mary's College of California, California, 1963, y obtuvo su MA y doctorado en lengua inglesa en Stanford University en los años 1965 y 1971, respectivamente. En la Universidad Stanford estudió con el poeta y crítico Yvor Winters, cuyas ideas más tarde influyeron en su escritura y pensamiento. En la misma universidad tuvo como compañeros a los poetas Robert Pinsky, John Matthias, y James McMichael. Hass enseñó literatura y escritura creativa en la Universidad de Búfalo en 1967. De 1971 a 1989, enseñó en Saint Mary's College, y más tarde se trasladó a la Universidad de California, Berkeley. Ha sido profesor visitante en el famoso taller de escritura creativa de la Universidad de Iowa en varias ocasiones.
En los años 1995-1997, los años en que Hass fue Poeta Laureado (Poeta Laureado Consultor en Poesía en la Biblioteca del Congreso), se convirtió en un conocido defensor de la alfabetización, la poesía, y la conciencia ecológica. Atravesó su país impartiendo la docencia en lugares tan diversos como conferencias de altos directivos y de grupos cívicos, o como él ha dicho, "los lugares a los que los poetas no van." Desde que se definió a sí mismo como "agente de la ciudadanía", ha escrito una columna semanal sobre poesía en el diario Washington Post .En estos momentos ostenta el cargo de canciller de la Academia Americana de Poetas, es uno de los administradores del Premio de Poesía Griffin, y centra sus esfuerzos en campañas en defensa de la alfabetización y el medio ambiente.
Robert Hass ha dicho que admira al poeta de la generación Beat Lew Welch en su poema "Raid Kills Bugs Dead". En la opinión de Hass, los cinco poetas más importantes de los últimos 50 años son el chileno Pablo Neruda, el peruano César Vallejo, y los poetas polacos Zbigniew Herbert (Nobel), Wisława Szymborska, y el también Nobel Czesław Miłosz.
Mientras estuvo en Berkeley, Hass desarrolló la traducción de la poesía de su compañero y vecino Czesław Miłosz como parte de un proyecto en colaboración con Robert Pinsky y el propio Miłosz. En 1999 Hass apareció en Wildflowers, el debut como directora de cine de Melissa Painter. En la película, Hass interpreta el papel de un poeta que sufre una enfermedad crónica desconocida. Extractos de su poesía se incluyen en el guion, revisado por Hass y la actriz Darryl Hannah.
(Sacado de https://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Hass )
*
Algunos poemas de Robert Hass:
De Field Guide (1973):
EN LA COSTA CERCA DE SAUSALITO
1
No diré mucho del mar
excepto que era, casi,
del color de la leche cortada.
El sol en aquel cielo despejado
y nada amenazante estaba a baja altura.
en ángulo con la fisura gris de los acantilados,
con las verdes colinas repletas de manzanita.
Marea baja: las rocas enlodadas
moteadas de marrón y cubiertas de algas
se fundían con la roca gris
del rompeolas, deslizándose
hacia profundidades antediluvianas.
La vieja historia: en la mugre empieza la vida.
2
Pes-
car, como decía Melville,
"purgar la cólera",
poner a trabajar mis manos torpes
mis manos que se magullan
sin tocar nada,
le quitan las patas a una gamba,
pelan su cáscara,
y enroscan su cuerpo dos veces en un anzuelo.
3
El cabezón no goza de mucha estima
por parte de los pescadores, excepto los italianos
que tienen el buen tino
de freír la pálida, casi azulada carne
en aceite de oliva con una ramita
de romero fresco.
El cabezón, un feo pez atávico,
tan antiguo como el litoral
del que se alimenta
tiene aletas como las membranas de un pato,
se asemeja a un sapo prehistórico,
y es delicadamente dulce.
Al capturar uno, la feroz sacudida de sorpresa
y la tensión del sedal
son un reconocimiento.
4
Pero es extraño matar para gozar
de una brusca sensación de vida.
El peligro está
en moralizar
esa extrañeza.
Al sostener al espinoso monstruo en las manos
eran ojos y el sol estaba
casi tangencial al planeta
en nuestra costa agitada.
Criatura y criatura,
durante un siglo nos quedamos mirándonos.
PRIMAVERA
Compramos unas naranjas decorativas estupendas,
galletas mexicanas, un oloroso té amarillo.
Echamos un vistazo a las librerías. Tú
preguntaste suavemente, "Bob, ¿quién es Ugo Betti?".
Un hombre barbudo con apariencia de pájaro
(parecía un sacerdote ruso
con su porte imperial
y una desastrada gabardina negra)
se giró hacia nosotros, se aclaró
su culta garganta, y
nos contó interminablemente
quién era Ugo Betti. La lenta
filtración del sol por las ventanas
barnizaba de oro la sedosa pelusa
de tus brazos. El atardecer era
una enorme y rara bestia fosforescente
muriendo lentamente en la bahía.
Esperaban nuestra casa y nuestros libros,
los flacuchos y pequeños soldados en las estanterías.
Después de cenar leí uno al menos.
Cantaste, "Ugo Betti no tiene huesos",
y cuando dije, "Los límites de mi lenguaje
son los límites de mi mundo", te reíste.
Hablamos toda la noche en lenguas desconocidas,
en yemas de dedos, en dientes.
De Praise (1979):
SÍMIL HEROICO
Cuando el espadachín cae en Los siete samurais de Kurosawa
bajo la lluvia gris,
en Cinemascope y en la dinastía Tokugawa,
cae recto como un pino, cae
como Ajax cae en Homero
en dáctilos cantados y el árbol es tan grande
que el leñador tiene que volver dos días seguidos
al sitio afortunado antes de que haya acabado de serrar
y al tercer día trae a su tío.
Apilan leños en el aire resinoso,
cortando las pequeñas ramas,
atando esos fardos por separado.
Los pedazos cerca de las raíces
son descuartizados y siguen siendo inmanejables;
los leños del medio los parten por la mitad:
diez fardos y cuatro grandes pilas de olorosa madera,
lunas y cuartos de luna y medias lunas
marcadas por los dientes de la sierra.
El leñador y su tío el anciano
permanecen en medio del bosque
sobre un suelo de sustrato de pino y lodo primaveral.
Han dejado de trabajar
porque están cansados y porque
no me he imaginado ningún animal de carga
ni ningún tipo de carreta primitiva. Son demasiado astutos
para llamar a los vecinos y volverse a casa
con solo unos pocos leños tras tres días de trabajo.
Están esperando que yo haga algo
o a que el capataz Su Señoría
venga y los arreste.
¡Cuánta paciencia tienen!
El anciano fuma su pipa y escupe.
El joven piensa que sería rico
si fuera rico y tuviera una mula.
Diez días de cargar sin parar
y al séptimo día probablemente
los atrapen, se vuelvan con las manos vacías
o peor. No sé
si son japoneses o micénicos
y no hay nada que yo pueda hacer.
El sendero desde aquí a esa aldea
no está traducido. Un héroe, moribundo,
proporciona quietud al ambiente.
Un hombre y una mujer vuelven a casa
desde el cine en silencio de fidelidades distintas.
Existen límites para la imaginación.
MEDITACIÓN EN LAGUNITAS
Todo el nuevo pensamiento trata de la pérdida.
En esto se parece al viejo pensamiento.
La idea, por ejemplo, de que cada detalle borra
la luminosa claridad de una idea general. De que el cara-
payaso picapinos que sondea el tallado tronco muerto
de ese abedul negro es, por su mera presencia,
una especie de trágica caída desde un mundo primigenio
de luz íntegra. O la otra idea de que,
porque nada hay en este mundo
a lo que el arbusto de zarzamoras corresponda,
toda palabra es elegía de lo que significa.
Hablamos de ello anoche, tarde, y en la voz
de mi amigo había una brizna de tristeza, un tono
casi quejumbroso. Después de un rato entendí que,
hablando de esta forma, todo se disuelve: justicia,
pino, cabello, mujer, tú y yo. Hubo una vez una mujer
con la que hice el amor y recuerdo como, sujetando
sus pequeños hombros entre mis manos, a veces
sentía un violento asombro ante su presencia,
como una sed de sal, del río de mi infancia
con sus islas de sauces, la música ridícula del barco de recreo,
lugares enlodados donde atrapábamos aquellos pececillos naranja-plateados
llamados semillas de calabaza. Tenía poco que ver con ella.
Anhelo, decimos, porque el deseo está lleno
de distancias infinitas. Debo de haber sido lo mismo para ella.
Pero la recuerdo muy bien, la forma en que sus manos deshacían el pan,
lo que le dijo su padre y que le hizo daño, las coas
que soñaba. Hay momentos en los que el cuerpo es tan numinoso
como las palabras, días que son la carne prolongándose.
Tanta ternura, aquellas tardes y noches
repitiendo zarzamora, zarzamora, zarzamora.
EL BANQUETE
Los amantes holgazaneaban charlando en cubierta,
los hombres con hombres y los hombres con nuevas mujeres,
un poco chillonas y eléctricas, y con las esposas
que mantenían la compostura y tenían caras bellamente perfiladas
y una piel cobriza. Ella había sacado el pavo del horno
y sus amigos estaban charlando en cubierta
bajo la constante luz del sol. Los imaginaba
dirigiéndose a la comida, en pequeños grupos, acabando
frases, levantando un pepinillo o una tajada de pavo,
mordisqueando un trozo con placer inconsciente. E
imaginó disponerlo todo ingeniosamente, la carne blanca,
los panes, los entrantes, los hongos y la ensalada
colocados diestramente bajo el mostrador de roble, y cómo
llegaban todos como en un baile cuando los llamaba. Trinchaba
la carne y después lloraba. Después estaba en la oscuridad
llorando. No sabía que es lo que quería.
Hoy a las 09:47 por Maria Lua
» CECILIA MEIRELES ( POETA BRASILEÑA)
Hoy a las 09:41 por Maria Lua
» MARIO QUINTANA ( Brasil: 30/07/1906 -05/05/1994)
Hoy a las 09:40 por Maria Lua
» CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE (Brasil, 31/10/ 1902 – 17/08/ 1987)
Hoy a las 09:38 por Maria Lua
» Stéphan Mallarmé (1842-1897)
Hoy a las 09:36 por Maria Lua
» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
Hoy a las 09:33 por Maria Lua
» VICTOR HUGO (1802-1885)
Hoy a las 09:31 por Maria Lua
» Rabindranath Tagore (1861-1941)
Hoy a las 08:37 por Maria Lua
» Khalil Gibran (1883-1931)
Hoy a las 08:33 por Maria Lua
» Yalal ad-Din Muhammad Rumi (1207-1273)
Hoy a las 08:28 por Maria Lua