HOY, SOLILOQUIO, CON
ESPECTRO Y METÁFORA. REV II-
Apetecí sentarme frente al mar, ésta mañana fría de Setiembre, para
contemplar el contorno, aspirar la humedad salitrosa del mar, ver
pasar como película muda, algunas etapas de esta vida que nos
abraza, y que nos suelta, nos castiga y nos premia, nos avanza y
retrocede sin mover los pies, como en una etapa de invalidez,
no pudiendo mover nuestros pies hacia donde queremos ir.
Tengo deseos de sentarme y dejarme llevar por mi imaginación.
Y sin embargo hoy, en esta mañana fría no hay golondrinas emigrando;
ellas, que siempre suelen volar en pos de tierras más cálidas, han
decidido quedarse, Pienso que solo el Otoño mueve las hojas del
calendario y su sonido entra, sin remisión, por la misma ventana que
veo pasar ideas presurosas con Musas que vuelan, vuelan. Y escucho
sólo el ruido otoñal con la claridad de un poema que vibra melodías
entrando por la ventana, donde miro pasar Musas dulces, e imagino,
olas verdes, con jardín de rosas rojas casi negras, recién abotonando.
Todo cual un nudo de sisal que como la vida, nace, brotando colores de
futuro. Y se abren en fulgor primaveral los pétalos de una mañana nueva,
y cual arcoiris abarca el paisaje entero, ella, la mañana, que amorosa
esparce su polen por el ancho camino del Universo y es anunciadora
jubilosa de que se ha marchado el Otoño. Llega doña Primavera !
eterno resurgir de todo cuanto en el alma acontece para bien.
Y al igual que la vida hace brotar futuros; la mañana abre celosías blancas descorriendo el velo que tapa ese después, donde se ocultan pesares, ese basurero donde cae la ceniza del absurdo, sinrazones, desencantos; La tranquila misión de la metáfora, la alquimia, traducen bellezas, cuando un arco iris que hiere de lado a lado el paisaje, nace anunciando el otoño recién fugado dándole paso a la primavera que llega llena de colorinches.
Y todo retorna, como las olas del mar nacen una después de otra
y besan al amor que viene ganoso de amanecida, abriendo días pétalos,
en la fría mañana boreal, en éstas tierras australes, tan especiales;
no obstante, vuelo en mi poema, y escribo con mis ojos pájaros,
mientras mis manos con sus dedos pinceles piensan un soliloquio azul
muy azul,con relámpagos, adentro del espectro y la metáfora del ser.
Comienzo a escuchar el vals de Strauss El Danubio Azul, y comienzan a saltar recuerdos de antaño, mi primer baile de casado, en plena fiesta matrimonial en donde abrimos el baile con mía esposa.,. Aun veo a mi padre y mi madre siguiendo esos compases, igual a mi suegra con su hijo mayor, Y nos damos vueltas y vueltas, como buscando olas de felicidad. Y diviso a mi abuelo abrazados con mi abuela danzando en espirales. Tres generaciones meciéndose en desenfrenado baile.
Lo que es el recuerdo, que actúa como una cámara filmadora de películas,
porque después me veo danzando el mismo vals en el matrimonio de la pri-
mera hija. Ya es una cuarta generación de saudades. Y después me veo dan-
zando el mismo vals, con mi segunda esposa, después de nuestro matrimonio
en Nueva York. Porque después de todo esto pensado ahora frente al mar, veo pasar las otras golondrinas de este año. Como si fuese yo quien se va mudando de sitio. Y pienso en todas estas ideas que trascienden en mi vida y que gracias a mi resiliencia he podido soportar en calma a traves de este paso por la vida.
Se me viene a la mente, esa tarde que con mi esposa Elena, nos fuimos a
sentar en las orillas de los acantilados de Dover, allí en la Gran Bretaña. Se nos había presentado inconvenientes con sus hijos que no aprobaban nuestro matrimonio, Y decidimos ir a consultar con la arquitectura del Universo, algo para consolar la tristeza de ella, también mía, e inventar algo para salir de esa situación absurda, egoísmo tonto, a quienes le penaban su padre fallecido.
Una manera de ser celosos, torpemente celosos, enfermedad del absurdo. Pero que nos penó durante once años que duró nuestro matrimonio. Hay veces en que hay personas que dibujan sombras en las rocas negras, en el vacío, que se convierten en incendios del meridiano, que cuesta apagarlos. Y así mis sueños se han convertido en meditaciones del silencio. Tienen forma de nubes verdes, y mis pesares se convierten en luces y rayos sin truenos, como tempestades marítimas del cosmos, y me alcanzan muy alto los pesares de llantos y letargos.
Son mis ausencias pasadas y presentes. Pero la vida sigue, hay que mantenerse de pié, y para ello mi actual Musa, con quien tengo gran amor como un manantial de aguas cristalinas puras, y nado junto con ella sobre las olas de un abismo que caen a las cavernas del olvido. Reviven las quimeras de las ilusiones transparentes, con nuevos paisajes.Y ahora veo una gran nube blanca, que semeja un portón nuevo que se abre hacia otra vida, colmada de avenidas de sauces y álamos cuyas hojas verdes, cobijan a esas golondrinas que desearon quedarse este año, No sé si estoy ormido. Sé que podría estar soñando. Y hay una luna cuya luz es energía y tiene mil formas, mil imaginaciones que pueden hacerse vida. Y tomo esa luz entre mis dedos `para hacer mío este gran final de mi vida.
REÑACA 12 DE SETIEMBRE, 2009.
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ESPECTRO Y METÁFORA. REV II-
Apetecí sentarme frente al mar, ésta mañana fría de Setiembre, para
contemplar el contorno, aspirar la humedad salitrosa del mar, ver
pasar como película muda, algunas etapas de esta vida que nos
abraza, y que nos suelta, nos castiga y nos premia, nos avanza y
retrocede sin mover los pies, como en una etapa de invalidez,
no pudiendo mover nuestros pies hacia donde queremos ir.
Tengo deseos de sentarme y dejarme llevar por mi imaginación.
Y sin embargo hoy, en esta mañana fría no hay golondrinas emigrando;
ellas, que siempre suelen volar en pos de tierras más cálidas, han
decidido quedarse, Pienso que solo el Otoño mueve las hojas del
calendario y su sonido entra, sin remisión, por la misma ventana que
veo pasar ideas presurosas con Musas que vuelan, vuelan. Y escucho
sólo el ruido otoñal con la claridad de un poema que vibra melodías
entrando por la ventana, donde miro pasar Musas dulces, e imagino,
olas verdes, con jardín de rosas rojas casi negras, recién abotonando.
Todo cual un nudo de sisal que como la vida, nace, brotando colores de
futuro. Y se abren en fulgor primaveral los pétalos de una mañana nueva,
y cual arcoiris abarca el paisaje entero, ella, la mañana, que amorosa
esparce su polen por el ancho camino del Universo y es anunciadora
jubilosa de que se ha marchado el Otoño. Llega doña Primavera !
eterno resurgir de todo cuanto en el alma acontece para bien.
Y al igual que la vida hace brotar futuros; la mañana abre celosías blancas descorriendo el velo que tapa ese después, donde se ocultan pesares, ese basurero donde cae la ceniza del absurdo, sinrazones, desencantos; La tranquila misión de la metáfora, la alquimia, traducen bellezas, cuando un arco iris que hiere de lado a lado el paisaje, nace anunciando el otoño recién fugado dándole paso a la primavera que llega llena de colorinches.
Y todo retorna, como las olas del mar nacen una después de otra
y besan al amor que viene ganoso de amanecida, abriendo días pétalos,
en la fría mañana boreal, en éstas tierras australes, tan especiales;
no obstante, vuelo en mi poema, y escribo con mis ojos pájaros,
mientras mis manos con sus dedos pinceles piensan un soliloquio azul
muy azul,con relámpagos, adentro del espectro y la metáfora del ser.
Comienzo a escuchar el vals de Strauss El Danubio Azul, y comienzan a saltar recuerdos de antaño, mi primer baile de casado, en plena fiesta matrimonial en donde abrimos el baile con mía esposa.,. Aun veo a mi padre y mi madre siguiendo esos compases, igual a mi suegra con su hijo mayor, Y nos damos vueltas y vueltas, como buscando olas de felicidad. Y diviso a mi abuelo abrazados con mi abuela danzando en espirales. Tres generaciones meciéndose en desenfrenado baile.
Lo que es el recuerdo, que actúa como una cámara filmadora de películas,
porque después me veo danzando el mismo vals en el matrimonio de la pri-
mera hija. Ya es una cuarta generación de saudades. Y después me veo dan-
zando el mismo vals, con mi segunda esposa, después de nuestro matrimonio
en Nueva York. Porque después de todo esto pensado ahora frente al mar, veo pasar las otras golondrinas de este año. Como si fuese yo quien se va mudando de sitio. Y pienso en todas estas ideas que trascienden en mi vida y que gracias a mi resiliencia he podido soportar en calma a traves de este paso por la vida.
Se me viene a la mente, esa tarde que con mi esposa Elena, nos fuimos a
sentar en las orillas de los acantilados de Dover, allí en la Gran Bretaña. Se nos había presentado inconvenientes con sus hijos que no aprobaban nuestro matrimonio, Y decidimos ir a consultar con la arquitectura del Universo, algo para consolar la tristeza de ella, también mía, e inventar algo para salir de esa situación absurda, egoísmo tonto, a quienes le penaban su padre fallecido.
Una manera de ser celosos, torpemente celosos, enfermedad del absurdo. Pero que nos penó durante once años que duró nuestro matrimonio. Hay veces en que hay personas que dibujan sombras en las rocas negras, en el vacío, que se convierten en incendios del meridiano, que cuesta apagarlos. Y así mis sueños se han convertido en meditaciones del silencio. Tienen forma de nubes verdes, y mis pesares se convierten en luces y rayos sin truenos, como tempestades marítimas del cosmos, y me alcanzan muy alto los pesares de llantos y letargos.
Son mis ausencias pasadas y presentes. Pero la vida sigue, hay que mantenerse de pié, y para ello mi actual Musa, con quien tengo gran amor como un manantial de aguas cristalinas puras, y nado junto con ella sobre las olas de un abismo que caen a las cavernas del olvido. Reviven las quimeras de las ilusiones transparentes, con nuevos paisajes.Y ahora veo una gran nube blanca, que semeja un portón nuevo que se abre hacia otra vida, colmada de avenidas de sauces y álamos cuyas hojas verdes, cobijan a esas golondrinas que desearon quedarse este año, No sé si estoy ormido. Sé que podría estar soñando. Y hay una luna cuya luz es energía y tiene mil formas, mil imaginaciones que pueden hacerse vida. Y tomo esa luz entre mis dedos `para hacer mío este gran final de mi vida.
REÑACA 12 DE SETIEMBRE, 2009.
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Última edición por ernesto würth el Dom 13 Sep 2009, 18:35, editado 3 veces
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