POESÍA MÍSTICA Y RELIGIOSA I (Hay un índice de autores en la primera página)

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

I


--- --- --- * --- --- ---

- - - - - - - - - - "Dios es nuestro Padre que está en los Cielos.

- - - - - - - - - - Creador y Señor de todas las cosas,

- - - - - - - - - - que premia a los buenos y castiga a los malos."


Señor,

- - - - - grande sería

la gloria que exiges

si generosamente me dejaras

oler Tu incienso en flores y carroña

o masticar el fruto de tu ausencia,

masticarlo sin prisa,

confiante,

decidir su sabor y después escupirlo

sin tener que tragar el desarraigo

o soledad

o miedo

como hebra de saliva inacabable,

saborear sonrisas

donde Tu amor no fue nunca clavado,

sin tener que engullir Tus amenazas

-sin tener que tragarTe-

en la desierta pulpa de un infierno.


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA ASUSENCIA

I

Cont.


- - - - - - - - - - - - - - - "El hombre no estaba destinado a morir.

- - - - - - - - - - - - - - - La muerte, la enfermedad y el dolor

- - - - - - - - - - - - - - - no entraban en los planes del Padre

- - - - - - - - - - - - - - - celestial acerca de los hombres."


Antes de que mis ojos pudieran exprimirte

en el azul cerrado en torno del planeta,

antes de que mis dedos torcidos por el ansia

buscaran mis raíces por las de mis arteria,

de que uniera las manos para orarte y tenerte

mío entre mis pulpejos de inicial primavera,


antes de que escribiese la inicial de Tu nombre


la vejez ya temblaba en mi pluma y mis dedos,

la enfermedad hervía sus curvas de serpiente

por las ocultas cárcavas de mi torpe cerebro

y el terror a la duda, a los trenes perdidos,

a la casa en ruinas,

a los derrumbamientos

pasaba soterrado por mi frente

rizándola de arrugas como largos ameros.


Antes de que en mi ser hubiese tierra

y de la tierra hubiese cabal conocimiento,

antes de que me usaran otras gentes

como sumiso pozo para sus excrementos,

antes,

antes de todo eso

ya aflojaban mis pies como suelta ceniza

cayendo en un camino no elegido y sin vuelta;

a distancias distintas escuchaba estertores,

explosiones de luces, de hierro, carne y tierra,

imágenes podridas regurgitaba el aire

del diario retrete,

del paisaje colmado con carroña en las guerras.


Antes de que mi ser oliese a barro,

de que en el vientre de mi madre hicieras

esta humillante imagen de Ti mismo,

ya moría

mi hijo,

único hijo dado a mi existencia,

y con él me quitabas la esperanza

de otra carne heredera

de mi angustia, mis fallos, mis temores,

mas carne sana al fin en la que un día

exultara un espíritu y sufriera.


Sí,

antes,

mucho antes de todo lo que he dicho,

antes de la primera

dentellada en el fruto

de aquel lejano, ajeno paraíso,

en él agazapados ya estaban a la espera

gusanos con astucia de serpientes.


Habían carcomido el corazón del fruto

con sus bocas de duda,

de muerte,

de miseria;

se lo habían comido sin ahorrar ni una pizca,

seguros de adentrarse en mí, su nueva presa.


Antes de haber pensado en el primer mordisco,

de haberlo sospechado tan siquiera,

se moría mi carne emponzoñada

con la crueldad del árbol de la ciencia.


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

I

Cont.


--- --- --- "Se abrieron entonces sus ojos

--- --- --- y conocieron que estaban desnudos."


No ser igual a Dios;

adelgazarse en forma de su forma

pR filtrarse en El, para filtrárnoslo,

para sentirlos en un macizo abrazo.

Morder la piel del fruto

y partir su pepita recoleta

y masticar las máscaras

y digerir escudos de misterio.

Asaltar la reserva del último reducto

y amar,

¡amar!,

amar a Dios multiplicadamente

por cada bocanada de su conocimiento.


O alcanzar

para siempre

el hueso, vaciado, de su ausencia.

Un hueso vaciado de milagros,

de arañas expectantes,

agoreras.

Un hueso limpio,

túnel de solidez en torno al hueco,

ya limpia cerbatana para lanzar el dardo

a un ámbito modesto,

--- --- --- --- --- --- no más grande que el hombre.

Y mordí la manzana.


--- --- --- * --- --- ---


Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

I

Cont.

---   ---   ---   "¡He ahí al hombre

---   ---   ---   que ha llegado a ser como uno de nosotros

---   ---   ---   por el conocimiento del bien y del mal!"


Mordida la fruta,

---   ---   ---   ---   mis dedos divinos

rascaron la carne creada vencida del hombre

mas no le arrancaron la lepra de culpa y miseria

---   ---   ---   ---   en que fue gestado;

mis dedos divinos querían romper hn reverso angustioso,

la amenaza terca que orina ese cebo del libre albedrío;


mis manos,

mis manos de Dios o de hombre,

derogar querían a empuje y zarpazos las leyes

glorificadoras de la inconcebible vanidad divina,

las leyes escritas con sangre y con miedo de hombre

- escritas a veces con amor fanático -,

romper a zarpazos la absurda peana

que agranda la gloria de algún dios menguante

a fuerza de innúmeras, efímeras vidas,

sin alcanzar nunca el tamaño exacto.


Mis dedos divinos no han roto este mundo

- - - - - - - - - - - - - - - - - - / ni lo han recreado.


Mis dedos no puedes

--- --- --- limpiar en los hombres tenaces pecados:

--- --- --- el miedo, la envidia, el dolor, el odio,

--- --- --- la vejez, la ira, la crueldad, la muerte...


Dios tomó mis dedos cuando mordí el fruto

y con ellos no hace lo que sueña el hombre.


En mis manos mortales me pesan divinos errores.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

--- --- --- --- --- "Emborracharé de sangre mis flechas

--- --- --- --- --- y mi espada se hartará de carne."


--- Señor, perdona al hombre

por pensarte cruel, mezquino, vengativo,

destructor y terrible como un chico en sus iras,

por hacerle pecar desde el vientre materno

y uncir su gratitud a Tu perdón.


--- Señor, perdona al hombre

por poner en Tus manos los brotes de la vida

forzosamente izados en podredumbre y muerte,

por llevarte a cobrar con sangre de Tu Hijo

el sol, el aire, el agua,

los frutos, los motores

y otros irrelevantes pecadillos.


--- Perdónales, Señor,

por amarte cruel, avaro en la venganza,

por doctorarse en Sacra teología

y robar Tus designios mientras contigo cena,


por darte una existencia de traje mal cortado

--- --- --- / y bien cosido.


Dentro del cascarón que nos contiene

el hombre tiene antojos de Saturno.

Un Dios hambriento es

el vitelo nutricio de su mente

mientras devora a otros y se come a sí mismo.


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

Cont.


--- --- --- --- --- --- --- --- "Danos la alegría

--- --- --- --- --- --- --- --- por los días que nos afligiste."


--- --- Contemplarte, Señor: único gozo

--- --- para la eternidad.


¿Bastará Tu presencia?


¿Bastará con sentirse suspendido

en tu mirada urdiéndome

y urdiéndose en arrobo?


La sutil telaraña

de tu mirar ambiguo,

¿me detendrá la sangre

en un cuajón de olvido suficiente?


¿Bastará Tu presencia

para llenar el hueco

que dejará en nosotros

--- --- --- --- --- --- la perdida

--- --- --- --- --- --- nostalgia?


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

---   ---   ---   ---   ---   ---   "Pues el que ama desea comunicar a otros

---   ---   ---   ---   ---   ---   y repartir con ellos lo que tiene."


Tú nunca has compartido con el hombre

esta piel que me aprieta y me condensa dentro

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - / un miedo miserable

a no ser bien, a no ser más,

a no ser otra muerte que miedo y vana angustia

en sí misma quemada por la inútil espera.


Si alguna vez pusiste por Tus hombros

alguna piel con apariencia humana,

la piel no te asfixió, no te redujo

a este temblor constante de funámbulo

asomado en su altura - o en la altura de otro-

a los rostros ansiosos, crispados de impaciencia,

mientras nota en sus plantas

el hilo quebradizo de las luces cambiantes

y el pandeante soplo de un aire derrumbado.


No te abarcó la piel, no te redujo

a una alcoba con rejas en puerta y en ventana.

Por la luz de este mundo Te llegaba a los ojos

la inmensidad de otro que Tú ya no conocías,


un sabor de certeza no olvidado en Tu boca.


La fe no es para ti.

- - - - - - - - - - - - / Es dogal que sujeta

la mirada miope del animal humano.

¿ Crees acaso en Tí mismo? ¿ Y precisas argollas

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - / para ser adorado

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - o maldecido?

Y quizá más que eso:

Necesitas la fe para ser en los hombres,

para ser,

--- --- --- por lo menos

una línea hermosa en un escapulario


Sólo la soledad Te acercaría al hombre

si con él aceptaras compartirla,


Los dos estamos solos. Podríamos tal vbez cpmpadecernos.

Sólo la soledad,

no más grande en el hombre que su muerte,

no más pequeña en Tí, que Tu ser mismo

--- --- --- * --- --- ---

Cont.

Vaya, no me había dado cuenta que habíais subido este trabajo. Es de agradecer. Es seguro que si Ana entra y lo ve se sentirá más que satisfecha. Yo, en su ausencia, continuaré resistiéndome al desánimo.

Insisto, gracias.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

--- --- --- --- --- --- "¡No vaya ahora a tender su mano

--- --- --- --- --- --- y tome del árbol de la vida,

--- --- --- --- --- --- y comiendo de él viva para siempre"


Cuando la carne empieza a pasar lentamente

su lengua fugitiva por la primer arruga,

toda la piel transpira una saliva espesa

que se adhiere a otras pieles sudorosas

y aturrona latidos

y anónimos gemidos y caricias

hasta notarse inmersa

en una cosa burda y enorme,

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - / palpitante,

masticada con prisa en una misma boca.


Tu soledad, Señor, es a veces consuelo

para el hombre que muere

entre próximos cuerpos con tibieza de linde.


Porque Tú, Tú, Señor,

no podrás hallar piel que te sirva de límite.

Los hombres son juguetes pequeños en Tus manos,

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - / muy pequeños.

Y otros dioses no pueden prodigarte caricias.


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

(Cont.)

--- --- --- --- --- --- "Arrojó pues al hombre

--- --- --- --- --- --- y puso delante del jardín del Edén los querubines

--- --- --- --- --- --- y la llama de la espada flameante

--- --- --- --- --- --- para guardar el camino

--- --- --- --- --- --- del árbol de la vida."

Tal vez no fuiste nunca la inmensidad del cielo,

no más que un breve charco de palabras

de quienes me quería y te ansiaban,

un cielo contenido con los bordes menguantes,

azul evaporándose con la piel de la charca.


Tengo miedo.


--- --- --- Miro esa frágil planta

crecida en la humedad segura de la orilla

y me noto raíces cada día más áridas.


Sospecho que tal vez se evaporaron

las pieles sucesivas de Tu cara.


Me noto prisionero en mis propias raíces

y como desasido.

--- --- --- Busco en vano

la azulenca humedad de Tu mirada.


Árida está la tierra en que me hundo.

En ella he de quedar viviendo a medias

--- --- --- ( en ausencia de Ti y a veces de mí mismo)

esta vida prestada.


--- --- --- * --- --- ---

Cont.

AURELIO GUIRAO

LAS HORAS NO ENTERRADAS

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II ( Cont.)

---   ---   ---   ---   ---   ---   "Y establecí sobre ella mi decreto,

---   ---   ---   ---   ---   ---   y le puse puertas y cerrojo,

---   ---   ---   ---   ---   ---   y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante,

---   ---   ---   ---   ---   ---   y ahí parará la hinchazón de tus ondas."

La soledad,

Señor,

la soledad,

sombra larga, cogida entre mis brazos,

de algo escondido siempre detrás del horizonte.


La soledad del aire,

de la piedra,

de manos y sonrisas.


De soledad fangosa nos hiciste,

con soledad cerrada nos llenaste,

átomos deprendidos como ansiosos muñones

en busca de su origen.


Lo aceptemos o no, es una herencia

dispersa y para todos:

La soledad o Tú,

la soledad y Tú, solo en Tí y en nosotros.


Insuflaste en el barro de la tierra,

al modelar las almas,

la soledad, manzana no fruída (1)  por la lengua,

la soledad, pecado no mordido por los hombres,

la soledad, podrida penitencia de esa culpa.


Y con este sarcasmo nos aupaste

hasta Tu semejanza:

"He aquí al hombre,

llegado a ser como uno de nosotros

por el conocimiento."


Al perder nuestros párpados de niños,

los despojados ojos en soledad se abrieron,

y los hombres nos hemos conocido

en la peor de todas las miserias:


Rumiamos el infierno de Tu sabiduría."

(1) En la mayor parte de las exposiciones que hacemos intentamos seguir fielmente la Edición del libro que estamos usando. Nos podemos encontrar con situaciones como esta : "FRUIDA", no existe en castellano. Aurelio Guirao escribe indistintamente en español o en francés , idioma que domina perfectamente. En francés tampoco existe el verbo "FRUIR" ; aunque si existe el verbo "JOUIR", cuyo significado en español es "GOZAR".  Efectivamente en "OBRA COMPLETA" de AURELIO GUIRAO,  obra recogida y editada por Ángel Almela Valchs y publicada por Editora Regional de Murcia, 2006, en la página 120, el verso al que pertenece la palabra en cuestión viene como

"la soledad, manzana no gozada por la lengua..."

El libro que venimos usando sin embargo es " Las horas no enterradas", Aurelio Guirao; Editora Regional de Murcia, 1990. Hemos sido respetuosos con esta edición pese a intuir la existencia de un fallo.

Gracias.

---   ---   ---   *   ---   ---   ---

AURELIO GUIRAO

LAS HORAS NO ENTERRADAS

CREACIÓN DE LA CULPA

SEGUNDA AUSENCIA

II

Cont.


--- --- --- --- --- --- "... por todas partes me ha minado y me desplomo,

--- --- --- --- --- --- ha arrancado como un árbol mi esperanza"


Alguien, antes de mí, recorrió este pasillo,


antes de mí

dejó puertas abiertas,


y dejó habitaciones

sin muebles,

con muebles carcomidos,

con carnívoras sillas,


se fue dejando cuartos

sin ventanas,

sin paisajes estables

en marcos o en alféizares,

--- --- --- --- --- --- ¿acaso fuiste Tú?


se dejó una bombilla

de vacilante luz

en movimiento,

péndulo negador

dando al vacío sombras excesivas,

--- --- --- --- --- --- dímelo, ¿fuiste Tú?,


se fue estrechando cuartos,

se llevó los paisajes

de marcos y de alféizares ,

¿adónde?


yo no sé que pregunta esa bombilla,

no cesa de moverse,

de iluminar mitades,


ni vislumbro en qué parte

de este tuerto mirar iluminado

a paredes fronteras

se agranda el desconchón de tantas negaciones,


en carnívoras sillas

sujetadas al suelo

las víctimas risueñas, miran, tristes, contemplan cómo

la humedad y el salitre han imitado

manchones de paisajes

o manchones de Ti,

de tus inescrutables, tus huidizos,

innumerables

rostros,


rostros siempre borrosos

en la disolución de toda forma,

lenta disolución disimulada

por este péndulo

infligido a los ojos,

vaivén de sombra y luz que empuja y tacha

--- --- --- / - y prolonga a impulsivas tachaduras-

este terco reptil

de la esperanza."

Aquí concluye este poema de AURELIO GUIRAO ( Segunda Ausencia de. La Tercera Ausencia, aún con poemas excepcionales, no está relacionada con el tema religioso. Y por cuanto a la Primera Ausencia la mayor parte de los poemas vienen en francés y no me creo con la preparación suficiente como para traducirlos. Creo, no obstante, que Aurelio Guirao es un autor que trata el tema religioso en más de una ocasión. Buscaré, pues, porque me parece sumamente interesante.

Hay una razón más por la que he seguido buscando ( y sí, he encontrado). Comencé a hablar La sección Poemas sobre la muerte de José Luís Hidalgo, y en Poesía mística religiosa de Aurelio Guirao. Quiero concluirlos al mismo tiempo. Y eso, fundamentalmente, porque he visto ciertos paralelismos en ambos autores que me gustaría comentar. Una vez que lo haga, por un tiempo, volveré a dedicar todo mi tiempo a POESÍA SOCIAL... hasta que nuevamente me pique la necesidad de complemento o cambio.
Gracias, pues. Ahora debo dejaros.

Bien, de momento, he decidido parar aquí con Aurelio Guirao. Su próximo poema irá a la sección Poemas sobre la muerte, una vez concluya con José Luís Hidalgo; ello me permitirá establecer esos paralelismos de los que antes hablaba. Gracias.

Me desdigo: continúo es esta sección con AURELIO GUIRAO. Muchos de los poemas de José Luís Hidalgo, del libro Los Muertos, entrarían, perfectamente, en esta sección ; y de la misma manera poemas de Aurelio Guirao que estamos trayendo acá podrían tener su espacio de honor allí. Y ello es justo en base a una premisa: La muerte no sólo es algo oscuro ( o sí). A través de ella, sobre todo, el ser humano busca su permanencia y trascendencia, adjudicando a "su alma" el atributo de eternidad, y a lo desconocido el nombre propio de Dios. Muerte y creencias, en consecuencia, van de la mano, como también van de la mano muerte y duda.

Continúo pues con un pequeño poemario. El seguimiento a partir de ahora es estrictamente literal :


IRREMEDIABLEMENTE AUSENTE


--- --- --- --- --- --- a mi mujer

--- --- --- a nuestro hijo fallecido




--- --- --- --- "Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.

--- --- --- --- Oye, otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.

--- --- --- --- Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.

--- --- --- --- Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar." ( A. Machado)


I

los médicos

ignoran

todavía

esta araña

impalpable


esta araña

que teje

la ausencia

por tus ojos


y te empozoña

y duerme

para siempre


alguna fiera

roe

tu aletargada vida

lentamente


es hora de visita

llegan viejas


te observan

compasivas


dicen

que mueres

por la bondad

divina


II (Cont.)

Me desdigo: continúo es esta sección con AURELIO GUIRAO. Muchos de los poemas de José Luís Hidalgo, del libro Los Muertos, entrarían, perfectamente, en esta sección ; y de la misma manera poemas de Aurelio Guirao que estamos trayendo acá podrían tener su espacio de honor allí. Y ello es justo en base a una premisa: La muerte no sólo es algo oscuro ( o sí). A través de ella, sobre todo, el ser humano busca su permanencia y trascendencia, adjudicando a "su alma" el atributo de eternidad, y a lo desconocido el nombre propio de Dios. Muerte y creencias, en consecuencia, van de la mano, como también van de la mano muerte y duda.

Continúo pues con un pequeño poemario. El seguimiento a partir de ahora es estrictamente literal :


IRREMEDIABLEMENTE AUSENTE


--- --- --- --- --- --- a mi mujer

--- --- --- a nuestro hijo fallecido




--- --- --- --- "Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.

--- --- --- --- Oye, otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.

--- --- --- --- Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.

--- --- --- --- Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar." ( A. Machado)


I

los médicos

ignoran

todavía

esta araña

impalpable


esta araña

que teje

la ausencia

por tus ojos


y te empozoña

y duerme

para siempre


alguna fiera

roe

tu aletargada vida

lentamente


es hora de visita

llegan viejas


te observan

compasivas


dicen

que mueres

por la bondad

divina


II (Cont.)

II( Viene del anterior )

sus ojos

fugazmente

resbalan por el techo

por mí

por las paredes


los bordes de sus párpados

contraídos

en ángulos


la mirada

esparcida

sin regreso

resbala

por el techo

por mí

por el lavabo


nada

recoge


le hablo

bato palmas


ni siquiera

me mira

como a un objeto

extraño

III ( Viene del anterior)

padeces

en la carne

un dolor

animal


un dolor

sin preguntas


este nudo

que aprieta

sin tregua

mi garganta

es la turbia mordaza

de las respuestas

huecas

IV ( Viene del anterior)

entran en

casa me hablan


a veces me detienen

en mitad de la calle


dicen

confía en el Señor

sus ocultos

caminos

nos son inescrutables


parecen

convencidos


Señor

confío en tí


o sana su cerebro

o rompe el mío


quema

mi pensamiento


no es justo

que padezca

dos veces

el infierno



(Cont.)

V ( Viene del anterior)

no siempre

me mantiene

esta

desgana

de pan

y de camino


a veces

siento

hambre

de cuanto se me escapa

como miedo

a que pudrirse

pueda

delante

de mis ojos


y como vorazmente


es

tal vez

la revancha

por

lo que se me quita


( un poema excepcional desde I a XX, pero con algunos pasajes , como este V , que llegan a producir escalofrío en quien los lee)


Cont.

VI ( viene de la página anterior)

qué caliente

la mano

que me aprieta

solicita

en un hombro

o mil espalda

palmea

estremecida

o me recoge

del brazo

en la muñeca

para auscultar

mi pulso

de congoja

o

mis dedos

cobija

mesurando

temblores

hasta el preciso punto

de la amistad

debida

VII ( viene del anterior)

qué caliente

este abrigo

de manos y miradas

mientras

lo que aún

me queda

de lo que no será

nunca

mi hijo

a cuarenta kilómetros

tirita

convulsiones

agoniza

en brazos de su madre

en la ignorancia

de que no muere

solo


de que casi

ha vivido


(Cont.)

Viene del anterior

VIII

este mundo

solicito

que me mullen

los otros


los otros

me envuelven

y

al pronunciar tu nombre

mr crean

me prolongan

por su mundo


este centro

que ocupo

que te usurpo

es el peor pecado

contrs ti

cometido


y mi mayor

vileza

aceptar

este alivio

Viene del anterior


IX

si pudieras

comprenderme

o tan siquiera oirme

pediría

perdón

por haberte engendrado

y no estar apurando

tanto dolor en ti


contigo

Viene del anterior

X

estás

aquí


te palpamos en pecho

besamos tus mejillas


nos duelen

tus gemidos


ya

tan sólo

el dolor

te hace presente


estás

ahí

gimiendo

la más atroz

ausencia


ACLARACIÓN.-  Creo que ya comenté con anterioridad mis dudas entre poner este impresionante poema (de muerte, de sufrimiento, de culpa...) en la sección que sería la que le correspondería ( Poemas de Muerte) o en esta de Poesía Místico- Religiosa. Opté, contra-natura, exponerla aquí. En ambos lugares puede apreciarse su inmensa belleza. Y cuando concluya  aquí con Aurelio Guirao y en el otro espacio con Los Muertos de José Luís Hidalgo quizás pueda entenderse mejor tras las oportunas explicaciones. En todo caso, insisto, me gustaría que pudierais disfrutar de la belleza de estos versos. Gracias.

XI ( Viene del anterior)

tu madre

todavía

teje

desteje

teje

tus sonrisas


las escasas

sonrisas

de hace siglos

cuando aún no tenías

empañados los ojos

y la boca entreabierta

con los labios resecos

por el dolor

fruncidos


así

cuenta

las horas

teje

desteje

teje


ya

la urdimbre

empieza a desgastarse

XII ( Viene del anterior)

cada

día

que pasa

distancia

tu quejido


como si te alejara

por un aire

que nos impide

el paso.

XIII ( Viene del anterior)

esas manchas oscuras

en los ángulos

de las cunas metálicas

ese enredo de rayas

y arañazos

color de sangre

seca

no son incuria

mugre


jamás

había visto

tan limpia

como aquí

la miseria

del hombre


tampoco son el mero

desgaste cotidiano

huella del ajetreo

y la limpieza


son el dolor de manos

centenares de manos

de madres aferradas

a las cunas

tercamente apretadas

a los fríos barrotes

como si asieran

siempre a cada instante

el último quejido

la postrer

esperanza


XIV (cont.)

( Estamos y continuaremos, por si alguien se despistó con IRREMEDIABLEMENTE AUSENTE , de AURELIO GUIRAO.)

IRREMEDIABLEMENTE AUSENTE ( AURELIO GUIRAO)

XIV

mira

a mi hijo

Dios


contempla

tu fracaso


adónde has de llevarte

este guiñapo

ciego

que no ha tenido

tiempo

de adorarte.

XV (viene del anterior)


no

no me digáis

que

el dolor

purifica


que quiere decir

eso

para un niño

que acaba de cumplir

sus cinco meses

de vida

y sufrimiento.


XVI ( Cont.)