Aires de Libertad

¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

https://www.airesdelibertad.com

Leer, responder, comentar, asegura la integridad del espacio que compartes, gracias por elegirnos y participar

Estadísticas

Nuestros miembros han publicado un total de 1056954 mensajes en 48103 argumentos.

Tenemos 1580 miembros registrados

El último usuario registrado es Anneinpaintland

¿Quién está en línea?

En total hay 127 usuarios en línea: 3 Registrados, 0 Ocultos y 124 Invitados :: 3 Motores de búsqueda

cecilia gargantini, clara_fuente, Maria Lua


El record de usuarios en línea fue de 1156 durante el 05.12.23 16:39

Últimos temas

» EDUARDO GALEANO (1940-2015)
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 16:06 por Maria Lua

» FRANCESCO PETRARCA (1304-1374)
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 16:02 por Maria Lua

»  FERNANDO PESSOA II (13/ 06/1888- 30/11/1935) )
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 15:55 por Maria Lua

» JULIO VERNE (1828-1905)
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 15:48 por Maria Lua

» 2018-07-02 EL CANTAR DE BURGOS: ENEAS Y CREUSA
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 15:14 por cecilia gargantini

» CÉSAR VALLEJO (1892-1938) ROSA ARELLANO
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 14:36 por cecilia gargantini

» POESÍA INUI (Esquimal) // OTROS PUEBLOAS NATIVOS
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 14:35 por Pascual Lopez Sanchez

» MAIAKOVSKY Y OTROS POETAS RUSOS Y SOVIÉTICOS, 2
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 13:26 por Pascual Lopez Sanchez

» NO A LA GUERRA 3
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 12:56 por Pascual Lopez Sanchez

» Luís Vaz de Camões (c.1524-1580)
 DOSTOYEVSKI - Página 8 EmptyHoy a las 10:11 por Maria Lua

Septiembre 2024

LunMarMiérJueVieSábDom
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30      

Calendario Calendario

Conectarse

Recuperar mi contraseña

Galería


 DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty

4 participantes

    DOSTOYEVSKI

    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:33

    ***


    —Es verdad que el cochero ha gritado más de una vez y muy fuerte —dijo
    una voz.
    —Tres veces exactamente —dijo otro—. Todo el mundo le ha oído.
    Por otra parte, el cochero no parecía muy preocupado por las
    consecuencias del accidente. El elegante coche pertenecía sin duda a un señor
    importante y rico que debía de estar esperándolo en alguna parte. Esta
    circunstancia había provocado la solicitud de los agentes. Era preciso conducir
    al herido al hospital, pero nadie sabía su nombre.
    Raskolnikof consiguió situarse en primer término. Se inclinó hacia delante
    y su rostro se iluminó súbitamente: había reconocido a la víctima.
    —¡Yo lo conozco! ¡Yo lo conozco! —exclamó, abriéndose paso a codazos
    entre los que estaban delante de él—. Es un antiguo funcionario: el consejero
    titular Marmeladof. Vive cerca de aquí, en el edificio Kozel. ¡Llamen en
    seguida a un médico! Yo lo pago. ¡Miren!
    Sacó dinero del bolsillo y lo mostró a un agente. Era presa de una agitación
    extraordinaria.
    Los agentes se alegraron de conocer la identidad de la víctima.
    Raskolnikof dio su nombre y su dirección e insistió con vehemencia en que
    transportaran al herido a su domicilio. No habría mostrado más interés si el
    atropellado hubiera sido su padre.
    —El edificio Kozel —dijo— está aquí mismo, tres casas más abajo. Kozel
    es un acaudalado alemán. Sin duda estaba bebido y trataba de llegar a su casa.
    Es un alcohólico…Tiene familia: mujer, hijos…Llevarlo al hospital sería una
    complicación. En el edificio Kozel debe de haber algún médico. ¡Yo lo pagaré!
    ¡Yo lo pagaré! En su casa le cuidarán. Si le llevan al hospital, morirá por el
    camino.
    Incluso deslizó con disimulo unas monedas en la mano de uno de los
    agentes. Por otra parte, lo que él pedía era muy explicable y completamente
    legal. Había que proceder rápidamente. Se levantó al herido y almas
    caritativas se ofrecieron para transportarlo. El edificio Kozel estaba a unos
    treinta pasos del lugar donde se había producido el accidente. Raskolnikof
    cerraba la marcha e indicaba el camino, mientras sostenía la cabeza del herido
    con grandes precauciones.










    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:34

    ***

    —¡Por aquí! ¡Por aquí! Hay que llevar mucho cuidado cuando subamos la
    escalera. Hemos de procurar que su cabeza se mantenga siempre alta. Viren un
    poco… ¡Eso es…! ¡Yo pagaré…! No soy un ingrato…
    En esos momentos, Catalina Ivanovna se entregaba a su costumbre, como
    siempre que disponía de un momento libre, de ir y venir por su reducida
    habitación, con los brazos cruzados sobre el pecho, tosiendo y hablando en
    voz alta.
    Desde hacía algún tiempo, le gustaba cada vez más hablar con su hija
    mayor, Polenka, niña de diez años que, aunque incapaz de comprender muchas
    cosas, se daba perfecta cuenta de que su madre tenía gran necesidad de
    expansionarse. Por eso fijaba en ella sus grandes e inteligentes ojos y se
    esforzaba por aparentar que todo lo comprendía. En aquel momento, la niña se
    dedicaba a desnudar a su hermanito, que había estado malucho todo el día,
    para acostarlo. El niño estaba sentado en una silla, muy serio, esperando que le
    quitaran la camisa para lavarla durante la noche. Silencioso e inmóvil, había
    juntado y estirado sus piernecitas y, con los pies levantados, exhibiendo los
    talones, escuchaba lo que decían su madre y su hermana. Tenía los labios
    proyectados hacia fuera y los ojos muy abiertos. Su gesto de atención e
    inmovilidad era el propio de un niño bueno cuando se le está desnudando para
    acostarlo. Una niña menor que él, vestida con auténticos andrajos, esperaba su
    turno de pie junto al biombo. La puerta que daba a la escalera estaba abierta
    para dejar salir el humo de tabaco que llegaba de las habitaciones vecinas y
    que a cada momento provocaba en la pobre tísica largos y penosos accesos de
    tos. Catalina Ivanovna parecía haber adelgazado sólo en unos días, y las
    siniestras manchas rojas de sus mejillas parecían arder con un fuego más vivo.













    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:35

    ***

    —Tal vez no me creas, Polenka —decía mientras medía con sus pasos la
    habitación—, pero no puedes imaginarte la atmósfera de lujo y magnificencia
    que había en casa de mis padres y hasta qué extremo este borracho me ha
    hundido en la miseria. También a vosotros os perderá. Mi padre tenía en el
    servicio civil un grado que correspondía al de coronel. Era ya casi gobernador;
    sólo tenía que dar un paso para llegar a serlo, y todo el mundo le decía:
    «Nosotros le consideramos ya como nuestro gobernador, Iván Mikhailovitch.»
    Cuando…—empezó a toser—. ¡Maldita sea! —exclamó después de escupir y
    llevándose al pecho las crispadas manos—. Pues cuando…Bueno, en el último
    baile ofrecido por el mariscal de la nobleza, la princesa Bezemelny, al
    verme… (ella fue la que me bendijo más tarde, en mi matrimonio con tu papá,
    Polia), pues bien, la princesa preguntó: «¿No es ésa la encantadora muchacha
    que bailó la danza del chal en la fiesta de clausura del Instituto…?» Hay que
    coser esta tela, Polenka. Mira qué boquete. Debiste coger la aguja y zurcirlo
    como yo te he enseñado, pues si se deja para mañana…—de nuevo tosió—,
    mañana…—volvió a toser—, ¡mañana el agujero será mayor! —gritó, a punto
    de ahogarse—. El paje, el príncipe Chtchegolskoi, acababa de llegar de
    Petersburgo…Había bailado la mazurca conmigo y estaba dispuesto a pedir mi
    mano al día siguiente. Pero yo, después de darle las gracias en términos
    expresivos, le dije que mi corazón pertenecía desde hacía tiempo a otro. Este
    otro era tu padre, Polia. El mío estaba furioso… ¿Ya está? Dame esa camisa.
    ¿Y las medias…? Lida —dijo dirigiéndose a la niña más pequeña—, esta
    noche dormirás sin camisa…Pon con ella las medias: lo lavaremos todo a la
    vez… ¡Y ese desharrapado, ese borracho, sin llegar! Su camisa está sucia y
    destrozada…Preferiría lavarlo todo junto, para no fatigarme dos noches
    seguidas… ¡Señor! ¿Más todavía? —exclamó, volviendo a toser y viendo que
    el vestíbulo estaba lleno de gente y que varias personas entraban en la
    habitación, transportando una especie de fardo—. ¿Qué es eso, Señor? ¿Qué
    traen ahí?



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:35

    ***

    —¿Dónde lo ponemos? —preguntó el agente, dirigiendo una mirada en
    torno de él, cuando introdujeron en la pieza a Marmeladof, ensangrentado e
    inanimado.
    —En el diván; ponedlo en el diván —dijo Raskolnikof—. Aquí. La cabeza
    a este lado.
    —¡Él ha tenido la culpa! ¡Estaba borracho! —gritó una voz entre la
    multitud.
    Catalina Ivanovna estaba pálida como una muerta y respiraba con
    dificultad. La diminuta Lidotchka lanzó un grito, se arrojó en brazos de
    Polenka y se apretó contra ella con un temblor convulsivo.
    Después de haber acostado a Marmeladof, Raskolnikof corrió hacia
    Catalina Ivanovna.
    —¡Por el amor de Dios, cálmese! —dijo con vehemencia—. ¡No se asuste!
    Atravesaba la calle y un coche le ha atropellado. No se inquiete; pronto
    volverá en sí. Lo han traído aquí porque lo he dicho yo. Yo estuve ya una vez
    en esta casa, ¿recuerda? ¡Volverá en sí! ¡Yo lo pagaré todo!
    —¡Esto tenía que pasar! —exclamó Catalina Ivanovna, desesperada y
    abalanzándose sobre su marido.
    Raskolnikof se dio cuenta en seguida de que aquella mujer no era de las
    que se desmayan por cualquier cosa. En un abrir y cerrar de ojos apareció una
    almohada debajo de la cabeza de la víctima, detalle en el que nadie había
    pensado. Catalina Ivanovna empezó a quitar ropa a su marido y a examinar las
    heridas. Sus manos se movían presurosas, pero conservaba la serenidad y se
    había olvidado de sí misma. Se mordía los trémulos labios para contener los
    gritos que pugnaban por salir de su boca.
    Entre tanto, Raskolnikof envió en busca de un médico. Le habían dicho
    que vivía uno en la casa de al lado.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:37

    ***

    —He enviado a buscar un médico —dijo a Catalina Ivanovna—. No se
    inquiete usted; yo lo pago. ¿No tiene agua? Deme también una servilleta, una
    toalla, cualquier cosa, pero pronto. Nosotros no podemos juzgar hasta qué
    extremo son graves las heridas…Está herido, pero no muerto; se lo aseguro…
    Ya veremos qué dice el doctor.
    Catalina Ivanovna corrió hacia la ventana. Allí había una silla desvencijada
    y, sobre ella, una cubeta de barro llena de agua. La había preparado para lavar
    por la noche la ropa interior de su marido y de sus hijos. Este trabajo nocturno
    lo hacía Catalina Ivanovna dos veces por semana cuando menos, e incluso con
    más frecuencia, pues la familia había llegado a tal grado de miseria, que
    ninguno de sus miembros tenía más de una muda. Y es que Catalina Ivanovna
    no podía sufrir la suciedad y, antes que verla en su casa, prefería trabajar hasta
    más allá del límite de sus fuerzas. Lavaba mientras todo el mundo dormía. Así
    podía tender la ropa y entregarla seca y limpia a la mañana siguiente a su
    esposo y a sus hijos.
    Levantó la cubeta para llevársela a Raskolnikof, pero las fuerzas le fallaron
    y poco faltó para que cayera. Entre tanto, Raskolnikof había encontrado un
    trapo y, después de sumergirlo en el agua de la cubeta, lavó la ensangrentada
    cara de Marmeladof. Catalina Ivanovna permanecía de pie a su lado,
    respirando con dificultad. Se oprimía el pecho con las crispadas manos.
    También ella tenía gran necesidad de cuidarse. Raskolnikof empezaba a
    decirse que tal vez había sido un error llevar al herido a su casa.
    —Polia —exclamó Catalina Ivanovna—, corre a casa de Sonia y dile que a
    su padre le ha atropellado un coche y que venga en seguida. Si no estuviese en
    casa, dejas el recado a los Kapernaumof para que se lo den tan pronto como
    llegue. Anda, ve. Toma; ponte este pañuelo en la cabeza.
    Entre tanto, la habitación se había ido llenando de curiosos de tal modo,
    que ya no cabía en ella ni un alfiler. Los agentes se habían marchado. Sólo
    había quedado uno que trataba de hacer retroceder al público hasta el rellano
    de la escalera. Pero, al mismo tiempo, los inquilinos de la señora Lipevechsel
    habían dejado sus habitaciones para aglomerarse en el umbral de la puerta
    interior y, al fin, irrumpieron en masa en la habitación del herido.
    Catalina Ivanovna se enfureció.
    —¿Es que ni siquiera podéis dejar morir en paz a una persona? —gritó a la
    muchedumbre de curiosos—. Esto es para vosotros un espectáculo, ¿verdad?
    ¡Y venís con el cigarrillo en la boca! —exclamó mientras empezaba a toser—.
    Sólo os falta haber venido con el sombrero puesto… ¡Allí veo uno que lo
    lleva! ¡Respetad la muerte! ¡Es lo menos que podéis hacer!




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:39

    ***

    La tos ahogó sus palabras, pero lo que ya había dicho produjo su efecto.
    Por lo visto, los habitantes de la casa la temían. Los vecinos se marcharon uno
    tras otro con ese extraño sentimiento de íntima satisfacción que ni siquiera el
    hombre más compasivo puede menos de experimentar ante la desgracia ajena,
    incluso cuando la víctima es un amigo estimado.
    Una vez habían salido todos, se oyó decir a uno de ellos, tras la puerta ya
    cerrada, que para estos casos estaban los hospitales y que no había derecho a
    turbar la tranquilidad de una casa.
    —¡Pretender que no hay derecho a morir! —exclamó Catalina Ivanovna.
    Y corrió hacia la puerta con ánimo de fulminar con su cólera a sus
    convecinos. Pero en el umbral se dio de manos a boca con la dueña de la casa
    en persona, la señora Lipevechsel, que acababa de enterarse de la desgracia y
    acudía para restablecer el orden en el departamento. Esta señora era una
    alemana que siempre andaba con enredos y chismes.
    —¡Ah, Señor! ¡Dios mío! —exclamó golpeando sus manos una contra otra
    —. Su marido borracho. Atropellamiento por caballo. Al hospital, al hospital.
    Lo digo yo, la propietaria.
    —¡Óigame, Amalia Ludwigovna! Debe usted pensar las cosas antes de
    decirlas —comenzó Catalina Ivanovna con altivez (le hablaba siempre en este
    tono, con objeto de que aquella mujer no olvidara en ningún momento su
    elevada condición, y ni siquiera ahora pudo privarse de semejante placer)—.
    Sí, Amalia Ludwigovna…
    —Ya le he dicho más de una vez que no me llamo Amalia Ludwigovna. Yo
    soy Amal Iván.
    —Usted no es Amal Iván, sino Amalia Ludwigovna, y como yo no formo
    parte de su corte de viles aduladores, tales como el señor Lebeziatnikof, que
    en este momento se está riendo detrás de la puerta —se oyó, en efecto, una
    risita socarrona detrás de la puerta y una voz que decía: «Se van a agarrar de
    las greñas»—, la seguiré llamando Amalia Ludwigovna. Por otra parte, a decir
    verdad, no sé por qué razón le molesta que le den este nombre. Ya ve usted lo
    que le ha sucedido a Simón Zaharevitch. Está muriéndose. Le ruego que cierre
    esa puerta y no deje entrar a nadie. Que le permitan tan sólo morir en paz. De
    lo contrario, yo le aseguro que mañana mismo el gobernador general estará
    informado de su conducta. El príncipe me conoce desde casi mi infancia y se
    acuerda perfectamente de Simón Zaharevitch, al que ha hecho muchos
    favores. Todo el mundo sabe que Simón Zaharevitch ha tenido numerosos
    amigos y protectores. Él mismo, consciente de su debilidad y cediendo a un
    sentimiento de noble orgullo, se ha apartado de sus amistades. Sin embargo,
    hemos encontrado apoyo en este magnánimo joven —señalaba a Raskolnikof
    —, que posee fortuna y excelentes relaciones y al que Simón Zaharevitch
    conocía desde su infancia. Y le aseguro a usted, Amalia Ludwigovna…


    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:39

    ***
    Todo esto fue dicho con precipitación creciente, pero un acceso de tos puso
    de pronto fin a la elocuencia de Catalina Ivanovna. En este momento, el
    moribundo recobró el conocimiento y lanzó un gemido. Su esposa corrió hacia
    él. Marmeladof había abierto los ojos y miraba con expresión inconsciente a
    Raskolnikof, que estaba inclinado sobre él. Su respiración era lenta y penosa;
    la sangre teñía las comisuras de sus labios, y su frente estaba cubierta de sudor.
    No reconoció al joven; sus ojos empezaron a errar febrilmente por toda la
    estancia. Catalina Ivanovna le dirigió una mirada triste y severa, y las lágrimas
    fluyeron de sus ojos.
    —¡Señor, tiene el pecho hundido! ¡Cuánta sangre! ¡Cuánta sangre! —
    exclamó en un tono de desesperación—. Hay que quitarle las ropas. Vuélvete
    un poco, Simón Zaharevitch, si te es posible.
    Marmeladof la reconoció.
    —Un sacerdote —pidió con voz ronca.
    Catalina Ivanovna se fue hacia la ventana, apoyó la frente en el cristal y
    exclamó, desesperada:
    —¡Ah, vida tres veces maldita!
    —Un sacerdote —repitió el moribundo, tras una breve pausa.
    —¡Silencio! —le dijo Catalina Ivanovna.
    Él, obediente, se calló. Sus ojos buscaron a su mujer con una expresión
    tímida y ansiosa. Ella había vuelto junto a él y estaba a su cabecera. El herido
    se calmó, pero sólo momentáneamente. Pronto sus ojos se fijaron en la
    pequeña Lidotchka, su preferida, que temblaba convulsivamente en un rincón
    y le miraba sin pestañear, con una expresión de asombro en sus grandes ojos.
    Marmeladof emitió unos sonidos imperceptibles mientras señalaba a la
    niña, visiblemente inquieto. Era evidente que quería decir algo.
    —¿Qué quieres? —le preguntó Catalina Ivanovna.
    —Va descalza, va descalza —murmuró el herido, fijando su mirada casi
    inconsciente en los desnudos piececitos de la niña.
    —¡Calla! —gritó Catalina Ivanovna, irritada—. Bien sabes por qué va
    descalza.
    —¡Bendito sea Dios! ¡Aquí está el médico! —exclamó Raskolnikof
    alegremente.






    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:40

    ***
    Entró el doctor, un viejecito alemán, pulcramente vestido, que dirigió en
    torno de él una mirada de desconfianza. Se acercó al herido, le tomó el pulso,
    examinó atentamente su cabeza y después, con ayuda de Catalina Ivanovna, le
    desabrochó la camisa, empapada en sangre. Al descubrir su pecho, pudo verse
    que estaba todo magullado y lleno de heridas. A la derecha tenía varias
    costillas rotas; a la izquierda, en el lugar del corazón, se veía una extensa
    mancha de color amarillo negruzco y aspecto horrible. Esta mancha era la
    huella de una violenta patada del caballo. El semblante del médico se
    ensombreció. El agente de policía le había explicado ya que aquel hombre
    había quedado prendido a la rueda de un coche y que el vehículo le había
    llevado a rastras unos treinta pasos.
    —Es inexplicable —dijo el médico en voz baja a Raskolnikof— que no
    haya quedado muerto en el acto.
    —En definitiva, ¿cuál es su opinión?
    —Morirá dentro de unos instantes.
    —Entonces, ¿no hay esperanza?
    —Ni la más mínima…Está a punto de lanzar su último suspiro…Tiene en
    la cabeza una herida gravísima…Se podría intentar una sangría, pero, ¿para
    qué, si no ha de servir de nada? Dentro de cinco o seis minutos como máximo,
    habrá muerto.
    —Le ruego que pruebe a sangrarlo.
    —Lo haré, pero ya le he dicho que no producirá ningún efecto,
    absolutamente ninguno.
    En esto se oyó un nuevo ruido de pasos. La multitud que llenaba el
    vestíbulo se apartó y apareció un sacerdote de cabellos blancos. Venía a dar la
    extremaunción al moribundo. Le seguía un agente de la policía. El doctor le
    cedió su puesto, después de haber cambiado con él una mirada significativa.
    Raskolnikof rogó al médico que no se marchara todavía. El doctor accedió,
    encogiéndose de hombros.
    Se apartaron todos del herido. La confesión fue breve. El moribundo no
    podía comprender nada. Lo único que podía hacer era emitir confusos e
    inarticulados sonidos.
    Catalina Ivanovna se llevó a Lidotchka y al niño a un rincón —el de la
    estufa— y allí se arrodilló con ellos. La niña no hacía más que temblar. El
    pequeñuelo, descansando con la mayor tranquilidad sobre sus desnudas
    rodillitas, levantaba su diminuta mano y hacía grandes signos de la cruz y
    profundas reverencias. Catalina Ivanovna se mordía los labios y contenía las
    lágrimas. Ella también rezaba y entre tanto, arreglaba de vez en cuando la
    camisa de su hijito. Luego echó sobre los desnudos hombros de la niña un
    pañuelo que sacó de la cómoda sin moverse de donde estaba.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 28.12.23 6:41

    ***

    Los curiosos habían abierto de nuevo las puertas de comunicación. En el
    vestíbulo se hacinaba una multitud cada vez más compacta de espectadores.
    Todos los habitantes de la casa estaban allí reunidos, pero ninguno pasaba del
    umbral. La escena no recibía más luz que la de un cabo de vela.
    En este momento, Polenka, la niña que había ido en busca de su hermana,
    se abrió paso entre la multitud. Entró en la habitación, jadeando a causa de su
    carrera, se quitó el pañuelo de la cabeza, buscó a su madre con la vista, se
    acercó a ella y le dijo:
    —Ya viene. La he encontrado en la calle.
    Su madre la hizo arrodillar a su lado.
    En esto, una muchacha se deslizó tímidamente y sin ruido a través de la
    muchedumbre. Su aparición en la estancia, entre la miseria, los harapos, la
    muerte y la desesperación, ofreció un extraño contraste. Iba vestida
    pobremente, pero en su barata vestimenta había ese algo de elegancia chillona
    propio de cierta clase de mujeres y que revela a primera vista su condición.
    Sonia se detuvo en el umbral y, con los ojos desorbitados, empezó a pasear
    su mirada por la habitación. Su semblante tenía la expresión de la persona que
    no se da cuenta de nada. No pensaba en que su vestido de seda, procedente de
    una casa de compraventa, estaba fuera de lugar en aquella habitación, con su
    cola desmesurada, su enorme miriñaque, que ocupaba toda la anchura de la
    puerta, y sus llamativos colores. No pensaba en sus botines, de un tono claro,
    ni en su sombrilla, que había cogido a pesar de que en la oscuridad de la noche
    no tenía utilidad alguna, ni en su ridículo sombrero de paja, adornado con una
    pluma de un rojo vivo. Bajo este sombrero, ladinamente inclinado, se percibía
    una carita pálida, enfermiza, asustada, con la boca entreabierta y los ojos
    inmovilizados por el terror.
    Sonia tenía dieciocho años. Era menuda, delgada, rubia y muy bonita; sus
    azules ojos eran maravillosos. Miraba fijamente el lecho del herido y al
    sacerdote, sin alientos, como su hermanita, a causa de la carrera. Al fin
    algunas palabras murmuradas por los curiosos debieron de sacarla de su
    estupor. Entonces bajó los ojos, cruzó el umbral y se detuvo cerca de la puerta.
    El moribundo acababa de recibir la extremaunción. Catalina Ivanovna se
    acercó al lecho de su esposo. El sacerdote se apartó y antes de retirarse se
    creyó en el deber de dirigir unas palabras de consuelo a Catalina Ivanovna.
    —¿Qué será de estas criaturas? —le interrumpió ella, con un gesto de
    desesperación, mostrándole a sus hijos.
    —Dios es misericordioso. Confíe usted en la ayuda del Altísimo.
    —¡Sí, sí! Misericordioso, pero no para nosotros.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    171


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:26

    ***

    —Es un pecado hablar así, señora, un gran pecado —dijo el pope
    sacudiendo la cabeza.
    —¿Y esto no es un pecado? —exclamó Catalina Ivanovna, señalando al
    agonizante.
    —Acaso los que involuntariamente han causado su muerte ofrezcan a
    usted una indemnización, para reparar, cuando menos, los perjuicios
    materiales que le han ocasionado al privarla de su sostén.
    —¡No me comprende usted! —exclamó Catalina Ivanovna con una mezcla
    de irritación y desaliento—. ¿Por qué me han de indemnizar? Ha sido él el
    que, en su inconsciencia de borracho, se ha arrojado bajo las patas de los
    caballos. Por otra parte, ¿de qué sostén habla usted? Él no era un sostén para
    nosotros, sino una tortura. Se lo bebía todo. Se llevaba el dinero de la casa
    para malgastarlo en la taberna. Se bebía nuestra sangre. Su muerte ha sido para
    nosotros una ventura, una economía.
    —Hay que perdonar al que muere. Esos sentimientos son un pecado,
    señora, un gran pecado.
    Mientras hablaba con el pope, Catalina Ivanovna no cesaba de atender a su
    marido. Le enjugaba el sudor y la sangre que manaban de su cabeza, le
    arreglaba las almohadas, le daba de beber, todo ello sin dirigir ni una mirada a
    su interlocutor. La última frase del sacerdote la llenó de ira.
    —Padre, eso son palabras y nada más que palabras… ¡Perdonar…! Si no le
    hubiesen atropellado, esta noche habría vuelto borracho, llevando sobre su
    cuerpo la única camisa que tiene, esa camisa vieja y sucia, y se habría echado
    en la cama bonitamente para roncar, mientras yo habría tenido que estar
    trajinando toda la noche. Habría tenido que lavar sus harapos y los de los
    niños; después, ponerlos a secar en la ventana, y, finalmente, apenas apuntara
    el día, los habría tenido que remendar. ¡Así habría pasado yo la noche! No, no
    quiero oír hablar de perdón…Además, ya le he perdonado.
    Un violento ataque de tos le impidió continuar. Escupió en su pañuelo y se
    lo mostró al sacerdote con una mano mientras con la otra se apretaba el pecho
    convulsivamente. El pañuelo estaba manchado de sangre.
    El sacerdote bajó la cabeza y nada dijo.
    Marmeladof agonizaba. No apartaba los ojos de Catalina Ivanovna, que se
    había inclinado nuevamente sobre él. El moribundo quería decir algo a su
    esposa y movía la lengua, pero de su boca no salían sino sonidos inarticulados.
    Catalina Ivanovna, comprendiendo que quería pedirle perdón, le gritó con
    acento imperioso:
    —¡Calla! No hace falta que digas nada. Ya sé lo que quieres decirme.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:26

    ***


    El agonizante renunció a hablar, pero en este momento su errante mirada
    se dirigió a la puerta y descubrió a Sonia. Marmeladof no había advertido aún
    su presencia, pues la joven estaba arrodillada en un rincón oscuro.
    —¿Quién es? ¿Quién es? —preguntó ansiosamente, con voz ahogada y
    ronca, indicando con los ojos, que expresaban una especie de horror, la puerta
    donde se hallaba su hija. Al mismo tiempo intentó incorporarse.
    —¡Quieto! ¡Quieto! —exclamó Catalina Ivanovna.
    Pero él, con un esfuerzo sobrehumano, consiguió incorporarse y
    permanecer unos momentos apoyado sobre sus manos. Entonces observó a su
    hija con amarga expresión, fijos y muy abiertos los ojos. Parecía no
    reconocerla. Jamás la había visto vestida de aquel modo. Allí estaba Sonia,
    insignificante, desesperada, avergonzada bajo sus oropeles, esperando
    humildemente que le llegara el turno de decir adiós a su padre. De súbito, el
    rostro de Marmeladof expresó un dolor infinito.
    —¡Sonia, hija mía, perdóname! —exclamó.
    Y al intentar tender sus brazos hacia ella, perdió su punto de apoyo y cayó
    pesadamente del diván, quedando con la faz contra el suelo. Todos se
    apresuraron a recogerlo y a depositarlo nuevamente en el diván. Pero aquello
    era ya el fin. Sonia lanzó un débil grito, abrazó a su padre y quedó como
    petrificada, con el cuerpo inanimado entre sus brazos. Así murió Marmeladof.
    —¡Tenía que suceder! —exclamó Catalina Ivanovna mirando al cadáver de
    su marido—. ¿Qué haré ahora? ¿Cómo te enterraré? ¿Y cómo daré de comer
    mañana a mis hijos?
    Raskolnikof se acercó a ella.
    —Catalina Ivanovna —le dijo—, la semana pasada, su difunto esposo me
    contó la historia de su vida y todos los detalles de su situación. Le aseguro que
    hablaba de usted con la veneración más entusiasta. Desde aquella noche en
    que vi cómo les quería a todos ustedes, a pesar de sus flaquezas, y, sobre todo,
    cómo la respetaba y la amaba a usted, Catalina Ivanovna, me consideré amigo
    suyo. Permítame, pues, que ahora la ayude a cumplir sus últimos deberes con
    mi difunto amigo. Tenga…, veinticinco rublos. Tal vez este dinero pueda serle
    útil…Y yo…, en fin, ya volveré…Sí, volveré seguramente mañana…Adiós.
    Ya nos veremos.









    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:27

    ***


    Salió a toda prisa de la habitación, se abrió paso vivamente entre la
    multitud que obstruía el rellano de la escalera, y se dio de manos a boca con
    Nikodim Fomitch, que había sido informado del accidente y había decidido
    realizar personalmente las diligencias de rigor. No se habían visto desde la
    visita de Raskolnikof a la comisaría, pero Nikodim Fomitch lo reconoció al
    punto.
    —¿Usted aquí? —exclamó.
    —Sí —repuso Raskolnikof—. Han venido un médico y un sacerdote. No
    le ha faltado nada. No moleste demasiado a la pobre viuda: está enferma del
    pecho. Reconfórtela si le es posible…Usted tiene buenos sentimientos, no me
    cabe duda —y, al decir esto, le miraba irónicamente.
    —Va usted manchado de sangre —dijo Nikodim Fomitch, al ver, a la luz
    del mechero de gas, varias manchas frescas en el chaleco de Raskolnikof.
    —Sí, la sangre ha corrido sobre mí. Todo mi cuerpo está cubierto de
    sangre.
    Dijo esto con un aire un tanto extraño. Después sonrió, saludó y empezó a
    bajar la escalera.
    Iba lentamente, sin apresurarse, inconsciente de la fiebre que le abrasaba,
    poseído de una única e infinita sensación de nueva y potente vida que fluía por
    todo su ser. Aquella sensación sólo podía compararse con la que experimenta
    un condenado a muerte que recibe de pronto el indulto.
    Al llegar a la mitad de la escalera fue alcanzado por el pope, que iba a
    entrar en su casa. Raskolnikof se apartó para dejarlo pasar. Cambiaron un
    saludo en silencio. Cuando llegaba a los últimos escalones, Raskolnikof oyó
    unos pasos apresurados a sus espaldas. Alguien trataba de darle alcance. Era
    Polenka. La niña corría tras él y le gritaba:
    —¡Oiga, oiga!
    Raskolnikof se volvió. Polenka siguió bajando y se detuvo cuando sólo la
    separaba de él un escalón. Un rayo de luz mortecina llegaba del patio.
    Raskolnikof observó la escuálida pero linda carita que le sonreía y le miraba
    con alegría infantil. Era evidente que cumplía encantada la comisión que le
    habían encomendado.
    —Escuche: ¿cómo se llama usted…? ¡Ah!, ¿y dónde vive? —preguntó
    precipitadamente, con voz entrecortada.
    Él apoyó sus manos en los hombros de la niña y la miró con una expresión
    de felicidad. Ni él mismo sabía por qué se sentía tan profundamente
    complacido al contemplar a Polenka así.
    —¿Quién te ha enviado?
    —Mi hermana Sonia —respondió la niña, sonriendo más alegremente aún
    que antes.
    —Lo sabía, estaba seguro de que te había mandado Sonia.




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:28

    ***

    —Y mamá también. Cuando mi hermana me estaba dando el recado,
    mamá se ha acercado y me ha dicho: «¡Corre, Polenka!»
    —¿Quieres mucho a Sonia?
    —La quiero más que a nadie —repuso la niña con gran firmeza. Y su
    sonrisa cobró cierta gravedad.
    —¿Y a mí? ¿Me querrás?
    La niña, en vez de contestarle, acercó a él su carita, contrayendo y
    adelantando los labios para darle un beso. De súbito, aquellos bracitos
    delgados como cerillas rodearon el cuello de Raskolnikof fuertemente, muy
    fuertemente, y Polenka, apoyando su infantil cabecita en el hombro del joven,
    rompió a llorar, apretándose cada vez más contra él.
    —¡Pobre papá! —exclamó poco después, alzando su rostro bañado en
    lágrimas, que secaba con sus manos—. No se ven más que desgracias —
    añadió inesperadamente, con ese aire especialmente grave que adoptan los
    niños cuando quieren hablar como las personas mayores.
    —¿Os quería vuestro padre?
    —A la que más quería era a Lidotchka —dijo Polenka con la misma
    gravedad y ya sin sonreír—, porque es la más pequeña y está siempre enferma.
    A ella le traía regalos y a nosotras nos enseñaba a leer, y también la gramática
    y el catecismo —añadió con cierta arrogancia—. Mamá no decía nada, pero
    nosotros sabíamos que esto le gustaba, y papá también lo sabía; y ahora mamá
    quiere que aprenda francés, porque dice que ya tengo edad para empezar a
    estudiar.
    —¿Y las oraciones? ¿Las sabéis?
    —¡Claro! Hace ya mucho tiempo. Yo, como soy ya mayor, rezo bajito y
    sola, y Kolia y Lidotchka rezan en voz alta con mamá. Primero dicen la
    oración a la Virgen, después otra: «Señor, perdona a nuestro otro papá y
    bendícelo.» Porque nuestro primer papá se murió, y éste era el segundo, y
    nosotros rezábamos también por el primero.
    —Poletchka, yo me llamo Rodion. Nómbrame también alguna vez en tus
    oraciones… «Y también a tu siervo Rodion…» Basta con esto.
    —Toda mi vida rezaré por usted —respondió calurosamente la niña.
    Y de pronto se echó a reír, se arrojó sobre Raskolnikof y otra vez le rodeó
    el cuello con los brazos.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:29

    ***

    Raskolnikof le dio su nombre y su dirección y le prometió volver al día
    siguiente. La niña se separó de él entusiasmada. Ya eran más de las diez
    cuando el joven salió de la casa. Cinco minutos después se hallaba en el
    puente, en el lugar desde donde la mujer se había arrojado al agua.
    «¡Basta! —se dijo en tono solemne y enérgico—. ¡Atrás los espejismos,
    los vanos terrores, los espectros…! La vida está conmigo… ¿Acaso no la he
    sentido hace un momento? Mi vida no ha terminado con la de la vieja. Que
    Dios la tenga en la gloria. ¡Ya era hora de que descansara! Hoy empieza el
    reinado de la razón, de la luz, de la voluntad, de la energía…Pronto se verá…»
    Lanzó esta exclamación con arrogancia, como desafiando a algún poder
    oculto y maléfico.
    «¡Y pensar que estaba dispuesto a contentarme con la plataforma rocosa
    rodeada de abismos!
    »Estoy muy débil, pero me siento curado…Yo sabía que esto había de
    suceder, lo he sabido desde el momento en que he salido de casa…A
    propósito: el edificio Potchinkof está a dos pasos de aquí. Iré a casa de
    Rasumikhine. Habría ido aunque hubiese tenido que andar mucho más…
    Dejémosle ganar la apuesta y divertirse. ¿Qué importa eso…? ¡Ah!, hay que
    tener fuerzas, fuerzas…Sin fuerzas no puede uno hacer nada. Y estas fuerzas
    hay que conseguirlas por la fuerza. Esto es lo que ellos no saben.»
    Pronunció estas últimas palabras con un gesto de resolución, pero
    arrastrando penosamente los pies. Su orgullo crecía por momentos. Un gran
    cambio en el modo de ver las cosas se estaba operando en el fondo de su ser.
    Pero ¿qué había ocurrido? Sólo un suceso extraordinario había podido
    producir en su alma, sin que él lo advirtiera, semejante cambio. Era como el
    náufrago que se aferra a la más endeble rama flotante. Estaba convencido de
    que podía vivir, de que «su vida no había terminado con la de la vieja». Era un
    juicio tal vez prematuro, pero él no se daba cuenta.
    «Sin embargo —recordó de pronto—, he encargado que recen por el siervo
    Rodion. Es una medida de precaución muy atinada.»
    Y se echó a reír ante semejante puerilidad. Estaba de un humor excelente.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:29

    ***

    Le fue fácil encontrar la habitación de Rasumikhine, pues el nuevo
    inquilino ya era conocido en la casa y el portero le indicó inmediatamente
    dónde estaba el departamento de su amigo. Aún no había llegado a la mitad de
    la escalera y ya oyó el bullicio de una reunión numerosa y animada. La puerta
    del piso estaba abierta y a oídos de Raskolnikof llegaron fuertes voces de
    gente que discutía. La habitación de Rasumikhine era espaciosa. En ella había
    unas quince personas. Raskolnikof se detuvo en el vestíbulo. Dos sirvientes de
    la patrona estaban muy atareados junto a dos grandes samovares rodeados de
    botellas, fuentes y platos llenos de entremeses y pastelillos procedentes de
    casa de la dueña del piso. Raskolnikof preguntó por Rasumikhine, que acudió
    al punto con gran alegría. Se veía inmediatamente que Rasumikhine había
    bebido sin tasa y, aunque de ordinario no había medio de embriagarle, era
    evidente que ahora estaba algo mareado.
    —Escucha —le dijo con vehemencia Raskolnikof—. He venido a decirte
    que has ganado la apuesta y que, en efecto, nadie puede predecir lo que hará.
    En cuanto a entrar, no me es posible: estoy tan débil, que me parece que voy a
    caer de un momento a otro. Por lo tanto, adiós. Ven a verme mañana.
    —¿Sabes lo que voy a hacer? Acompañarte a tu casa. Cuando tú dices que
    estás débil…
    —¿Y tus invitados…? Oye, ¿quién es ese de cabello rizado que acaba de
    asomar la cabeza?






    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:30

    ***

    —¿Ése? ¡Cualquiera sabe! Tal vez un amigo de mi tío…O alguien que ha
    venido sin invitación…Dejaré a los invitados con mi tío. Es un hombre
    extraordinario. Es una pena que no puedas conocerle…Además, ¡que se vayan
    todos al diablo! Ahora se burlan de mí. Necesito refrescarme. Has llegado
    oportunamente, querido. Si tardas diez minutos más, me pego con alguien,
    palabra de honor. ¡Qué cosas tan absurdas dicen! No te puedes imaginar lo que
    es capaz de inventar la mente humana. Pero ahora pienso que sí que te lo
    puedes imaginar. ¿Acaso no mentimos nosotros? Dejémoslos que mientan: no
    acabarán con las mentiras…Espera un momento: voy a traerte a Zosimof.
    Zosimof se precipitó sobre Raskolnikof ávidamente. Su rostro expresaba
    una profunda curiosidad, pero esta expresión se desvaneció muy pronto.
    —Debe ir a acostarse inmediatamente —dijo, después de haber examinado
    a su paciente—, y tomará usted, antes de irse a la cama, uno de estos sellos
    que le he preparado. ¿Lo tomará?
    —Como si quiere usted que tome dos.
    El sello fue ingerido en el acto.
    —Haces bien en acompañarlo a casa —dijo Zosimof a Rasumikhine—. Ya
    veremos cómo va la cosa mañana. Pero por hoy no estoy descontento. Observo
    una gran mejoría. Esto demuestra que no hay mejor maestro que la
    experiencia.
    —¿Sabes lo que me ha dicho Zosimof en voz baja ahora mismo, cuando
    salíamos? —murmuró Rasumikhine apenas estuvieron en la calle—. No te lo
    diré todo, querido: son cosas de imbéciles…Pues Zosimof me ha dicho que
    charlase contigo por el camino y te tirase de la lengua para después contárselo
    a él todo. Cree que tú…que tú estás loco, o que te falta poco para estarlo. ¿Te
    has fijado? En primer lugar, tú eres tres veces más inteligente que él; en
    segundo, como no estás loco, puedes burlarte de esta idea disparatada, y,
    finalmente, ese fardo de carne especializado en cirugía está obsesionado desde
    hace algún tiempo por las enfermedades mentales. Pero algo le ha hecho
    cambiar radicalmente el juicio que había formado sobre ti, y es la
    conversación que has tenido con Zamiotof.





    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 29.12.23 8:31

    ***
    —Por lo visto, Zamiotof te lo ha contado todo.
    —Todo. Y ha hecho bien. Esto me ha aclarado muchas cosas. Y a Zamiotof
    también…Sí, Rodia…, el caso es…Hay que reconocer que estoy un poco
    chispa…, ¡pero no importa…! El caso es que…Tenían cierta sospecha,
    ¿comprendes…?, y ninguno de ellos se atrevía a expresarla, ¿comprendes…?,
    porque era demasiado absurda…Y cuando han detenido a ese pintor de
    paredes, todo se ha disipado definitivamente. ¿Por qué serán tan estúpidos…?
    Por poco le pego a Zamiotof aquel día…Pero que quede esto entre nosotros,
    querido; no dejes ni siquiera entrever que sabes nada del incidente. He
    observado que es muy susceptible. La cosa ocurrió en casa de Luisa…Pero
    hoy…, hoy todo está aclarado. El principal responsable de este absurdo fue
    Ilia Petrovitch, que no hacía más que hablar de tu desmayo en la comisaría.
    Pero ahora está avergonzado de su suposición, pues yo sé que…
    Raskolnikof escuchaba con avidez. Rasumikhine hablaba más de lo
    prudente bajo la influencia del alcohol.
    —Yo me desmayé —dijo Raskolnikof— porque no pude resistir el calor
    asfixiante que hacía allí, ni el olor a pintura.
    —No hace falta buscar explicaciones. ¡Qué importa el olor a pintura! Tú
    llevabas enfermo todo un mes; Zosimof así lo afirma… ¡Ah! No puedes
    imaginarte la confusión de ese bobo de Zamiotof. «Yo no valgo —ha dicho—
    ni el dedo meñique de ese hombre.» Es decir, del tuyo. Ya sabes, querido, que
    él da a veces pruebas de buenos sentimientos. La lección que ha recibido hoy
    en el Palacio de Cristal ha sido el colmo de la maestría. Tú has empezado por
    atemorizarlo, pero atemorizarlo hasta producirle escalofríos. Le has llevado
    casi a admitir de nuevo esa monstruosa estupidez, y luego, de pronto, le has
    sacado la lengua…Ha sido perfecto. Ahora se siente apabullado, pulverizado.
    Eres un maestro, palabra, y ellos han recibido lo que merecen. ¡Qué lástima
    que yo no haya estado allí! Ahora él te estaba esperando en mi casa con ávida
    impaciencia. Porfirio también está deseoso de conocerte.
    —¿También Porfirio…? Pero dime: ¿por qué me han creído loco?
    —Tanto como loco, no…Yo creo, querido, que he hablado demasiado…A
    él le llamó la atención que a ti sólo te interesara este asunto…Ahora ya
    comprende la razón de este interés…porque conoce las circunstancias…y el
    motivo de que entonces te irritara. Y ello, unido a ese principio de
    enfermedad…Estoy un poco borracho, querido, pero el diablo sabe que a
    Zosimof le ronda una idea por la cabeza…Te repito que sólo piensa en
    enfermedades mentales…Tú no debes hacerle caso.




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
    178


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:32

    ***
    Los dos permanecieron en silencio durante unos segundos.
    —Óyeme, Rasumikhine —dijo Raskolnikof—: quiero hablarte
    francamente. Vengo de casa de un difunto, que era funcionario…He dado a la
    familia todo mi dinero. Además, me ha besado una criatura de un modo que,
    aunque verdaderamente hubiera matado yo a alguien…Y también he visto a
    otra criatura que llevaba una pluma de un rojo de fuego…Pero estoy
    divagando…Me siento muy débil…Sostenme…Ya llegamos.
    —¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? —preguntó Rasumikhine, inquieto.
    —La cabeza se me va un poco, pero no se trata de esto. Es que me siento
    triste, muy triste…, sí, como una damisela… ¡Mira! ¿Qué es eso? ¡Mira,
    mira…!
    —¿Adónde?
    —Pero ¿no lo ves? ¡Hay luz en mi habitación! ¿No la ves por la rendija?
    Estaban en el penúltimo tramo, ante la puerta de la patrona, y desde allí se
    podía ver, en efecto, que en la habitación de Raskolnikof había luz.
    —¡Qué raro! ¿Será Nastasia? —dijo Rasumikhine.
    —Nunca sube a mi habitación a estas horas. Seguro que hace ya un buen
    rato que está durmiendo…Pero no me importa lo más mínimo. Adiós; buenas
    noches.
    —¿Cómo se te ha ocurrido que pueda dejarte? Te acompañaré hasta tu
    habitación. Entraremos juntos.
    —Eso ya lo sé. Pero quiero estrecharte aquí la mano y decirte adiós.
    Vamos, dame la mano y digámonos adiós.
    —Pero ¿qué demonios te pasa, Rodia?
    —Nada. Vamos. Lo verás por tus propios ojos.
    Empezaron a subir los últimos escalones, mientras Rasumikhine no podía
    menos de pensar que Zosimof tenía tal vez razón.
    «A lo mejor, lo he trastornado con mi charla», se dijo.
    Ya estaban cerca de la puerta, cuando, de súbito, oyeron voces en la
    habitación.
    —Pero ¿qué pasa? —exclamó Rasumikhine.
    Raskolnikof cogió el picaporte y abrió la puerta de par en par. Y cuando
    hubo abierto, se quedó petrificado. Su madre y su hermana estaban sentadas en
    el diván. Le esperaban desde hacía hora y media. ¿Cómo se explicaba que
    Raskolnikof no hubiera pensado ni remotamente que podía encontrarse con
    ellas, siendo así que aquel mismo día le habían anunciado dos veces su
    inminente llegada a Petersburgo?






    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    179


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:41

    ***



    Durante la hora y media de espera, las dos mujeres no habían cesado de
    hacer preguntas a Nastasia, que estaba aún ante ellas y las había informado de
    todo cuanto sabía acerca de Raskolnikof. Estaban aterradas desde que la
    sirvienta les había dicho que el huésped había salido de casa enfermo y
    seguramente bajo los efectos del delirio.
    —Señor…, ¿qué será de él?
    Y lloraban las dos. Habían sufrido lo indecible durante la larga espera.
    Un grito de alegría acogió a Raskolnikof. Las dos mujeres se arrojaron
    sobre él. Pero él permanecía inmóvil, petrificado, como si repentinamente le
    hubieran arrancado la vida. Un pensamiento súbito, insoportable, lo había
    fulminado. Raskolnikof no podía levantar los brazos para estrecharlas entre
    ellos. No podía, le era materialmente imposible.
    Su madre y su hermana, en cambio, no cesaban de abrazarlo, de estrujarlo,
    de llorar, de reír…Él dio un paso, vaciló y rodó por el suelo, desvanecido.
    Gran alarma, gritos de horror, gemidos. Rasumikhine, que se había
    quedado en el umbral, entró presuroso en la habitación, levantó al enfermo con
    sus atléticos brazos y, en un abrir y cerrar de ojos, lo depositó en el diván.
    —¡No es nada, no es nada! —gritaba a la hermana y a la madre—. Un
    simple mareo. El médico acaba de decir que está muy mejorado y que se
    curará por completo…Traigan un poco de agua…Miren, ya recobra el
    conocimiento.
    Atenazó la mano de Dunetchka tan vigorosamente como si pretendiera
    triturársela y obligó a la joven a inclinarse para comprobar que, efectivamente,
    su hermano volvía en sí.
    Tanto la hermana como la madre miraban a Rasumikhine con tierna
    gratitud, como si tuviesen ante sí a la misma Providencia. Sabían por Nastasia
    lo que había sido para Rodia, durante toda la enfermedad, aquel «avispado
    joven», como Pulquería Alejandrovna Raskolnikof le llamó aquella misma
    noche en una conversación íntima que sostuvo con su hija Dunia.


    ****




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:42

    ***

    PARTE 3



    CAPÍTULO 1



    Raskolnikof se levantó y quedó sentado en el diván. Con un leve gesto
    indicó a Rasumikhine que suspendiera el torrente de su elocuencia
    desordenada y las frases de consuelo que dirigía a su hermana y a su madre.
    Después, cogiendo a las dos mujeres de la mano, las observó en silencio,
    alternativamente, por espacio de dos minutos cuando menos. Esta mirada
    inquietó profundamente a la madre: había en ella una sensibilidad tan fuerte,
    que resultaba dolorosa. Pero, al mismo tiempo, había en aquellos ojos una
    fijeza de insensatez. Pulqueria Alejandrovna se echó a llorar. Avdotia
    Romanovna estaba pálida y su mano temblaba en la de Rodia.
    —Volved a vuestro alojamiento…con él —dijo Raskolnikof con voz
    entrecortada y señalando a Rasumikhine—. Ya hablaremos mañana. ¿Hace
    mucho que habéis llegado?
    —Esta tarde, Rodia —repuso Pulqueria Alejandrovna—. El tren se ha
    retrasado. Pero oye, Rodia: no te dejaré por nada del mundo; pasaré la noche
    aquí, cerca de…
    —¡No me atormentéis! —la interrumpió el enfermo, irritado.
    —Yo me quedaré con él —dijo al punto Rasumikhine—, y no te dejaré
    solo ni un segundo. Que se vayan al diablo mis invitados. No me importa que
    les sepa mal. Allí estará mi tío para atenderlos.
    —¿Cómo podré agradecérselo? —empezó a decir Pulqueria Alejandrovna
    estrechando las manos de Rasumikhine.
    Pero su hijo la interrumpió:
    —¡Basta, basta! No me martiricéis. No puedo más.
    —Vámonos, mamá. Salgamos aunque sólo sea un momento —murmuró
    Dunia, asustada—. No cabe duda de que nuestra presencia te mortifica.
    —¡Que no pueda quedarme a su lado después de tres años de separación!
    —gimió Pulqueria Alejandrovna, bañada en lágrimas.
    —Esperad un momento —dijo Raskolnikof—. Como me interrumpís,
    pierdo el hilo de mis ideas. ¿Habéis visto a Lujine?
    —No, Rodia; pero ya sabe que hemos llegado. Ya nos hemos enterado de
    que Piotr Petrovitch ha tenido la atención de venir a verte hoy —dijo con
    cierta cortedad Pulqueria Alejandrovna.








    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:43

    ***

    —Sí, ha sido muy amable…Oye, Dunia, he dicho a ese hombre que lo iba
    a tirar por la escalera y lo he mandado al diablo.
    —¡Oh Rodia! ¿Por qué has hecho eso? Seguramente tú…No creerás que…
    —balbuceó Pulqueria Alejandrovna, aterrada.
    Pero una mirada dirigida a Dunia le hizo comprender que no debía
    continuar. Avdotia Romanovna miraba fijamente a su hermano y esperaba sus
    explicaciones. Las dos mujeres estaban enteradas del incidente por Nastasia,
    que lo había contado a su modo, y se hallaban sumidas en una amarga
    perplejidad.
    —Dunia —dijo Raskolnikof, haciendo un gran esfuerzo—, no quiero que
    se lleve a cabo ese matrimonio. Debes romper mañana mismo con Lujine y
    que no vuelva a hablarse de él.
    —¡Dios mío! —exclamó Pulqueria Alejandrovna.
    —Piensa lo que dices, Rodia; —replicó Avdotia Romanovna, con una
    cólera que consiguió ahogar en seguida—. Sin duda, tu estado no lo permite…
    Estás fatigado —terminó con acento cariñoso.
    —¿Crees que deliro? No: tú te quieres casar con Lujine por mí. Y yo no
    acepto tu sacrificio. Por lo tanto, escríbele una carta diciéndole que rompes
    con él. Dámela a leer mañana, y asunto concluido.
    —Yo no puedo hacer eso —replicó la joven, ofendida—. ¿Con qué
    derecho…?
    —Tú también pierdes la calma, Dunetchka —dijo la madre, aterrada y
    tratando de hacer callar a su hija—. Mañana hablaremos. Ahora lo que
    debemos hacer es marcharnos.
    —No estaba en su juicio —exclamó Rasumikhine con una voz que
    denunciaba su embriaguez—. De lo contrario, no se habría atrevido a hacer
    una cosa así. Mañana habrá recobrado la razón. Pero hoy lo ha echado de aquí.
    El otro, como es natural, se ha indignado…Estaba aquí discurseando y
    exhibiendo su sabiduría y se ha marchado con el rabo entre piernas.
    —O sea ¿que es verdad? —dijo Dunia, afligida—. Vamos, mamá…Buenas
    noches, Rodia.
    —No olvides lo que te he dicho, Dunia —dijo Raskolnikof reuniendo sus
    últimas fuerzas—. Yo no deliro. Ese matrimonio es una villanía. Yo puedo ser
    un infame, pero tú no debes serlo. Basta con que haya uno. Pero, por infame
    que yo sea, renegaría de ti. O Lujine o yo…Ya os podéis marchar.
    —O estás loco o eres un déspota —gruñó Rasumikhine.
    Raskolnikof no le contestó, acaso porque ya no le quedaban fuerzas.







    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:44

    ***
    Se había echado en el diván y se había vuelto de cara a la pared,
    completamente extenuado. Avdotia Romanovna miró atentamente a
    Rasumikhine. Sus negros ojos centellearon, y Rasumikhine se estremeció bajo
    aquella mirada. Pulqueria Alejandrovna estaba perpleja.
    —No puedo marcharme —murmuró a Rasumikhine, desesperada—. Me
    quedaré aquí, en cualquier rincón. Acompañe a Dunia.
    —Con eso no hará sino empeorar las cosas —respondió Rasumikhine,
    también en voz baja y fuera de sí—. Salgamos a la escalera. Nastasia,
    alúmbranos. Le juro —continuó a media voz cuando hubieron salido— que ha
    estado a punto de pegarnos al doctor y a mí. ¿Comprende usted? ¡Incluso al
    doctor! Éste ha cedido por no irritarle, y se ha marchado. Yo me he ido al piso
    de abajo, a fin de vigilarle desde allí. Pero él ha procedido con gran habilidad
    y ha logrado salir sin que yo le viese. Y si ahora se empeña usted en seguir
    irritándole, se irá igualmente, o intentará suicidarse.
    —¡Oh! ¿Qué dice usted?
    —Por otra parte, Avdotia Romanovna no puede permanecer sola en ese
    fonducho donde se hospedan ustedes. Piense que están en uno de los lugares
    más bajos de la ciudad. Ese bribón de Piotr Petrovitch podía haberles buscado
    un alojamiento más conveniente… ¡Ah! Estoy un poco achispado, ¿sabe? Por
    eso empleo palabras demasiado…expresivas. No haga usted demasiado caso.
    —Iré a ver a la patrona —dijo Pulqueria Alejandrovna— y le suplicaré que
    nos dé a Dunia y a mí un rincón cualquiera para pasar la noche. No puedo
    dejarlo así, no puedo.
    Hablaban en el rellano, ante la misma puerta de la patrona. Nastasia
    permanecía en el último escalón, con una luz en la mano. Rasumikhine daba
    muestras de gran agitación. Media hora antes, cuando acompañaba a
    Raskolnikof, estaba muy hablador (se daba perfecta cuenta de ello), pero
    fresco y despejado, a pesar de lo mucho que había bebido. Ahora sentía una
    especie de exaltación: el vino ingerido parecía actuar de nuevo en él, y con
    redoblado efecto. Había cogido a las dos mujeres de la mano y les hablaba con
    una vehemencia y una desenvoltura extraordinarias. Casi a cada palabra, sin
    duda para mostrarse más convincente, les apretaba la mano hasta hacerles
    daño, y devoraba a Avdotia Romanovna con los ojos del modo más impúdico.
    A veces, sin poder soportar el dolor, las dos mujeres libraban sus dedos de la
    presión de las enormes y huesudas manos; pero él no se daba cuenta y seguía
    martirizándolas con sus apretones. Si en aquel momento ellas le hubieran
    pedido que se arrojara de cabeza por la escalera, él lo habría hecho sin discutir
    ni vacilar. Pulqueria Alejandrovna no dejaba de advertir que Rasumikhine era
    un hombre algo extravagante y que le apretaba demasiado enérgicamente la
    mano, pero la actitud y el estado de su hijo la tenían tan trastornada, que no
    quería prestar atención a los extraños modales de aquel joven que había sido
    para ella la Providencia en persona.








    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 6:44

    ***

    Avdotia Romanovna, aun compartiendo las inquietudes de su madre
    respecto a Rodia, y aunque no fuera de temperamento asustadizo, estaba
    sorprendida e incluso atemorizada al ver fijarse en ella las miradas ardorosas
    del amigo de su hermano, y sólo la confianza sin límites que le habían
    infundido los relatos de Nastasia acerca de aquel joven le permitía resistir a la
    tentación de huir arrastrando con ella a su madre.
    Además, comprendía que no podían hacer tal cosa en aquellas
    circunstancias. Y, por otra parte, su intranquilidad desapareció al cabo de diez
    minutos. Rasumikhine, fuera cual fuere el estado en que se encontrase, se
    manifestaba tal cual era desde el primer momento, de modo que quien lo
    trataba sabía en el acto a qué atenerse.
    —De ningún modo deben ustedes ir a ver a la patrona —exclamó
    Rasumikhine dirigiéndose a Pulqueria Alejandrovna—. Lo que usted pretende
    es un disparate. Por muy madre de él que usted sea, lo exasperaría quedándose
    aquí, y sabe Dios las consecuencias que eso podría tener. Escuchen; he aquí lo
    que he pensado hacer: Nastasia se quedará con él un momento, mientras yo las
    llevo a ustedes a su casa, pues dos mujeres no pueden atravesar solas las calles
    de Petersburgo…En seguida, en una carrera, volveré aquí, y un cuarto de hora
    después les doy mi palabra de honor más sagrada de que iré a informarlas de
    cómo va la cosa, de si duerme, de cómo está, etcétera…Luego, óiganme bien,
    iré en un abrir y cerrar de ojos de la casa de ustedes a la mía, donde he dejado
    algunos invitados, todos borrachos, por cierto. Entonces cojo a Zosimof, que
    es el doctor que asiste a Rodia y que ahora está en mi casa…Pero él no está
    bebido. Nunca está bebido. Lo traeré a ver a Rodia, y de aquí lo llevaré
    inmediatamente a casa de ustedes. Así, ustedes recibirán noticias dos veces en
    el espacio de una hora: primero noticias mías y después noticias del doctor en
    persona. ¡Del doctor! ¿Qué más pueden pedir? Si la cosa va mal, yo les juro
    que voy a buscarlas y las traigo aquí; si la cosa va bien, ustedes se acuestan y
    ¡a dormir se ha dicho…! Yo pasaré la noche aquí, en el vestíbulo. Él no se
    enterará. Y haré que Zosimof se quede a dormir en casa de la patrona: así lo
    tendremos a mano…Porque, díganme: ¿a quién necesita más Rodia en estos
    momentos: a ustedes o al doctor? No cabe duda de que el doctor es más útil
    para él, mucho más útil…Por lo tanto, vuélvanse a casa. Además, ustedes no
    pueden quedarse en el piso de la patrona. Yo puedo, pero ustedes no: ella no lo
    querrá, porque…porque es una necia. Tendría celos de Avdotia Romanovna,
    celos a causa de mi persona, ya lo saben. Y, a lo mejor, también tendría celos
    de usted, Pulqueria Alejandrovna. Pero de su hija no me cabe la menor duda
    de que los tendría. Es una mujer muy rara…Bien es verdad que también yo
    soy un estúpido… ¡Pero no me importa…! Bueno, vamos. Porque me creen,
    ¿verdad? Díganme: ¿me creen o no me creen?






    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    183


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 7:07

    ***


    —Vamos, mamá —dijo Avdotia Romanovna—. Hará lo que dice. Es el
    salvador de Rodia, y si el doctor ha prometido pasar aquí la noche, ¿qué más
    podemos pedir?
    —¡Ah! Usted me comprende porque es un ángel —exclamó Rasumikhine
    en una explosión de entusiasmo—. Vámonos. Nastasia, entra en la habitación
    con la luz y no te muevas de su lado. Dentro de un cuarto de hora estoy de
    vuelta.
    Pulqueria Alejandrovna, aunque no del todo convencida, no hizo la menor
    objeción. Rasumikhine las cogió a las dos del brazo y se las llevó escaleras
    abajo. La madre de Rodia no estaba muy segura de que el joven cumpliera lo
    prometido. «Sin duda es listo y tiene buenos sentimientos. Pero ¿se puede
    confiar en la palabra de un hombre que se halla en semejante estado?
    —Ya entiendo: ustedes creen que estoy bebido —dijo el joven, adivinando
    los pensamientos de las dos mujeres y mientras daba tales zancadas por la
    acera, que ellas a duras penas podían seguirle, cosa que él no advertía—. Eso
    es absurdo…Quiero decir que, aunque esté borracho perdido, esto no importa
    en absoluto. Estoy borracho, sí, pero no de bebida. Lo que me ha trastornado
    ha sido la llegada de ustedes: me ha producido el mismo efecto que si me
    dieran un golpe en la cabeza…Sin embargo, esto no excluye mi
    responsabilidad…No me hagan caso, pues soy indigno de ustedes
    completamente indigno…Y tan pronto como las haya dejado en casa, me
    acercaré al canal y me echaré dos cubos de agua en la cabeza. Entonces se me
    pasará todo… ¡Si ustedes supieran cuánto las quiero a las dos! No se enfaden,
    no se rían…De la última persona de quien deben ustedes burlarse es de mí. Yo
    soy amigo de él. Tenía el presentimiento de que sucedería lo que ha sucedido.
    El año pasado ya lo presentí…Pero no, no pude presentirlo el año pasado,
    porque, al verlas a ustedes, he tenido la impresión de que me caían del cielo…
    Yo no dormiré esta noche…Ese Zosimof temía que Rodia perdiera la razón.
    Por eso les he dicho que no deben contrariarle.
    —Pero ¿qué dice usted? —exclamó la madre.
    —¿De veras ha dicho eso el doctor? —preguntó Avdotia Romanovna,
    aterrada.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 7:08

    ***
    —Lo ha dicho, pero no es verdad. No, no lo es. Incluso le ha dado unos
    sellos; yo lo he visto. Cuando se los daba, ya debían de haber llegado
    ustedes…Por cierto que habría sido preferible que llegasen mañana…Hemos
    hecho bien en marcharnos…Dentro de una hora, como les he dicho, el mismo
    Zosimof irá a darles noticias…Y él no estará bebido, y yo tampoco lo estaré
    entonces…Pero ¿saben por qué he bebido tanto? Porque esos malditos me han
    obligado a discutir… ¡Y eso que me había jurado a mí mismo no tomar parte
    jamás en discusiones…! Pero ¡dicen unas cosas tan absurdas…! He estado a
    punto de pegarles. He dejado a mi tío en mi lugar para que los atienda…
    Aunque no lo crean ustedes, son partidarios de la impersonalidad. No hay que
    ser jamás uno mismo. Y a esto lo consideran el colmo del progreso. Si los
    disparates que dicen fueran al menos originales…Pero no…
    —Óigame —dijo tímidamente Pulqueria Alejandrovna. Pero con esta
    interrupción no consiguió sino enardecer más todavía a Rasumikhine.
    —No, no son originales —prosiguió el joven, levantando más aún la voz
    —. ¿Y qué creen ustedes: que yo les detesto porque dicen esos absurdos? Pues
    no: me gusta que se equivoquen. En esto radica la superioridad del hombre
    sobre los demás organismos. Así llega uno a la verdad. Yo soy un hombre, y lo
    soy precisamente porque me equivoco. Nadie llega a una verdad sin haberse
    equivocado catorce veces, o ciento catorce, y esto es, acaso, un honor para el
    género humano. Pero no sabemos ser originales ni siquiera para equivocarnos.
    Un error original acaso valga más que una verdad insignificante. La verdad
    siempre se encuentra; en cambio, la vida puede enterrarse para siempre.
    Tenemos abundantes ejemplos de ello. ¿Qué hacemos nosotros en la
    actualidad? Todos, todos sin excepción, nos hallamos, en lo que concierne a la
    ciencia, la cultura, el pensamiento, la invención, el ideal, los deseos, el
    liberalismo, la razón, la experiencia y todo lo demás, en una clase preparatoria
    del instituto, y nos contentamos con vivir con el espíritu ajeno… ¿Tengo razón
    o no la tengo? Díganme: ¿tengo razón?
    Rasumikhine dijo esto a grandes voces, sacudiendo y apretando las manos
    de las dos mujeres.
    —¿Qué sé yo, Dios mío? —exclamó la pobre Pulqueria Alejandrovna.
    Y Avdotia Romanovna repuso gravemente:
    —Ha dicho usted muchas verdades, pero yo no estoy de acuerdo con usted
    en todos los puntos.
    Apenas había terminado de pronunciar estas palabras, lanzó un grito de
    dolor provocado por un apretón de manos demasiado enérgico.
    Rasumikhine exclamó, en el colmo del entusiasmo:
    —¡Ha reconocido usted que tengo razón! Después de esto, no puedo
    menos de declarar que es usted un manantial de bondad, de buen juicio, de
    pureza y de perfección. Deme su mano, ¡démela…! Y usted deme también la
    suya. Quiero besarlas. Ahora mismo y de rodillas.
    Y se arrodilló en medio de la acera, afortunadamente desierta a aquella
    hora.



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    185


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 7:23

    ***


    —¡Basta, por favor! ¿Qué hace usted? —exclamó, alarmada, Pulqueria
    Alejandrovna.
    —¡Levántese, levántese! —dijo Dunia, entre divertida e inquieta.
    —Por nada del mundo me levantaré si no me dan ustedes la mano…Así.
    Esto es suficiente. Ahora ya puedo levantarme. Sigamos nuestro camino…Yo
    soy un pobre idiota indigno de ustedes, un miserable borracho. Pero inclinarse
    ante ustedes constituye un deber para todo hombre que no sea un bruto
    rematado. Por eso me he inclinado yo…Bueno, aquí tienen su casa. Después
    de ver esto, uno ha de pensar que Rodion ha hecho bien en poner a Piotr
    Petrovitch en la calle. ¿Cómo se habrá atrevido a traerlas a un sitio semejante?
    ¡Es bochornoso! Ustedes no saben la gentuza que vive aquí. Sin embargo,
    usted es su prometida. ¿Verdad que es su prometida? Pues bien, después de
    haber visto esto, yo me atrevo a decirle que su prometido es un granuja.
    —Escuche, señor Rasumikhine —comenzó a decir Pulqueria Alejandrovna
    —. Se olvida usted…
    —Sí, sí; tiene usted razón —se excusó el estudiante—; me he olvidado de
    algo que no debí olvidar, y estoy verdaderamente avergonzado. Pero usted no
    debe guardarme rencor porque haya hablado así, pues he sido franco. No crea
    que lo he dicho por…No, no; eso sería una vileza…Yo no lo he dicho para…
    No, no me atrevo a decirlo…Cuando ese hombre vino a ver a Rodia,
    comprendimos muy pronto que no era de los nuestros. Y no porque se hubiera
    hecho rizar el pelo en la peluquería, ni porque alardease de sus buenas
    relaciones, sino porque es mezquino e interesado, porque es falso y avaro
    como un judío. ¿Creen ustedes que es inteligente? Pues se equivocan: es un
    necio de pies a cabeza. ¿Acaso es ése el marido que le conviene…? ¡Dios
    santo! Óiganme —dijo, deteniéndose de pronto, cuando subían la escalera—:
    en mi casa todos están borrachos, pero son personas de nobles sentimientos, y
    a pesar de los absurdos que decimos (pues yo los digo también), llegaremos un
    día a la verdad, porque vamos por el buen camino. En cambio, Piotr
    Petrovitch…, en fin, su camino es diferente. Hace un momento he insultado a
    mis amigos, pero los aprecio. Los aprecio a todos, incluso a Zamiotof. No es
    que sienta por él un gran cariño, pero sí cierto afecto: es una criatura. Y
    también aprecio a esa mole de Zosimof, pues es honrado y conoce su oficio…
    En fin, basta de esta cuestión. El caso es que allí todo se dice y todo se
    perdona. ¿Estoy yo también perdonado aquí? ¿Sí? Pues adelante…Este pasillo
    lo conozco yo. He estado aquí otras veces. Allí, en el número tres, hubo un día
    un escándalo. ¿Dónde se alojan ustedes? ¿En el número ocho? Pues cierren
    bien la puerta y no abran a nadie…Volveré dentro de un cuarto de hora con
    noticias, y dentro de media hora con Zosimof. Bueno, me voy. Buenas noches.
    —Dios mío, ¿adónde hemos venido a parar? —preguntó, ya en la
    habitación, Pulqueria Alejandrovna a su hija.




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 30.12.23 7:25

    ***

    —Tranquilízate, mamá —repuso Dunia, quitándose el sombrero y la
    mantilla—. Dios nos ha enviado a este hombre, aunque lo haya sacado de una
    orgía. Se puede confiar en él, te lo aseguro. Además, ¡ha hecho ya tanto por mi
    hermano!
    —¡Ay, Dunetchka! Sabe Dios si volverá. No sé cómo he podido dejar a
    Rodia…Nunca habría creído que lo encontraría en tal estado. Cualquiera diría
    que no se ha alegrado de vernos.
    Las lágrimas llenaban sus ojos.
    —Eso no, mamá. No has podido verlo bien, porque no hacías más que
    llorar. Lo que ocurre es que está agotado por una grave enfermedad. Eso
    explica su conducta.
    —¡Esa enfermedad, Dios mío…! ¿Cómo terminará todo esto…? Y ¡en qué
    tono te ha hablado!
    Al decir esto, la madre buscaba tímidamente la mirada de su hija, deseosa
    de leer en su pensamiento. Sin embargo, la tranquilizaba la idea de que Dunia
    defendía a su hermano, lo que demostraba que le había perdonado.
    —Estoy segura de que mañana será otro —añadió para ver qué contestaba
    su hija.
    —Pues a mí no me cabe duda —afirmó Dunia— de que mañana pensará lo
    mismo que hoy.
    Pulqueria Alejandrovna renunció a continuar el diálogo: la cuestión le
    parecía demasiado delicada.
    Dunia se acercó a su madre y la rodeó con sus brazos. Y la madre estrechó
    apasionadamente a la hija contra su pecho.
    Después, Pulqueria Alejandrovna se sentó y desde este momento esperó
    febrilmente la vuelta de Rasumikhine. Entre tanto observaba a su hija, que,
    pensativa y con los brazos cruzados, iba de un lado a otro del aposento. Así
    procedía siempre Avdotia Romanovna cuando tenía alguna preocupación. Y su
    madre jamás turbaba sus meditaciones.
    No cabía duda de que Rasumikhine se había comportado ridículamente al
    mostrar aquella súbita pasión de borracho ante la aparición de Dunia, pero los
    que vieran a la joven ir y venir por la habitación con paso maquinal, cruzados
    los brazos, triste y pensativa, habrían disculpado fácilmente al estudiante.


    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    187


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 31.12.23 8:12

    ***

    Avdotia Romanovna era extraordinariamente hermosa, alta, esbelta, pero
    sin que esta esbeltez estuviera reñida con el vigor físico. Todos sus
    movimientos evidenciaban una firmeza que no afectaba lo más mínimo a su
    gracia femenina. Se parecía a su hermano. Su cabello era de un castaño claro;
    su tez, pálida, pero no de una palidez enfermiza, sino todo lo contrario; su
    figura irradiaba lozanía y juventud; su boca, demasiado pequeña y cuyo labio
    inferior, de un rojo vivo, sobresalía, lo mismo que su mentón, era el único
    defecto de aquel maravilloso rostro, pero este defecto daba al conjunto de la
    fisonomía cierta original expresión de energía y arrogancia. Su semblante era,
    por regla general, más grave que alegre, pero, en compensación, adquiría un
    encanto incomparable las contadas veces que Dunia sonreía, o reía con una
    risa despreocupada, juvenil, gozosa…
    No era extraño que el fogoso, honesto y sencillo Rasumikhine, aquel
    gigante accidentalmente borracho, hubiera perdido la cabeza apenas vio a
    aquella mujer superior a todas las que había visto hasta entonces. Además, el
    azar había querido que viera por primera vez a Dunia en un momento en que
    la angustia, por un lado, y la alegría de reunirse con su hermano, por otro, la
    transfiguraban. Todo esto explica que, al advertir que el labio de Avdotia
    Romanovna temblaba de indignación ante las acusaciones de Rodia,
    Rasumikhine hubiera mentido en defensa de la joven.
    El estudiante no había mentido al decir, en el curso de su extravagante
    charla de borracho, que la patrona de Raskolnikof, Praskovia Pavlovna,
    tendría celos de Dunia y, seguramente, también de Pulqueria Alejandrovna, la
    cual, pese a sus cuarenta y tres años, no había perdido su extraordinaria
    belleza. Por otra parte, parecía más joven de lo que era, como suele ocurrir a
    las mujeres que saben conservar hasta las proximidades de la vejez un alma
    pura, un espíritu lúcido y un corazón inocente y lleno de ternura. Digamos
    entre paréntesis que no hay otro medio de conservarse hermosa hasta una edad
    avanzada. Su cabello empezaba a encanecer y a aclararse; hacía tiempo que
    sus ojos estaban cercados de arrugas; sus mejillas se habían hundido a causa
    de los desvelos y los sufrimientos, pero esto no empañaba la belleza
    extraordinaria de aquella fisonomía. Su rostro era una copia del de Dunia, sólo
    que con veinte años más y sin el rasgo del labio inferior saliente. Pulqueria
    Alejandrovna tenía un corazón tierno, pero su sensibilidad no era en modo
    alguno sensiblería. Tímida por naturaleza, se sentía inclinada a ceder, pero
    hasta cierto punto: podía admitir muchas cosas opuestas a sus convicciones,
    mas había un punto de honor y de principios en los que ninguna circunstancia
    podía impulsarla a transigir.
    Veinte minutos después de haberse marchado Rasumikhine se oyeron en la
    puerta dos discretos y rápidos golpes. Era el estudiante, que estaba de vuelta.




    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 31.12.23 8:13

    ***
    —No entro, pues el tiempo apremia —dijo apresuradamente cuando le
    abrieron—. Duerme a pierna suelta y con perfecta tranquilidad. Quiera Dios
    que su sueño dure diez horas. Nastasia está a su lado y le he ordenado que no
    lo deje hasta que yo vuelva. Ahora voy por Zosimof para que le eche un
    vistazo. Luego vendrá a informarlas y ustedes podrán acostarse, cosa que
    buena falta les hace, pues bien se ve que están agotadas.
    Y se fue corriendo por el pasillo.
    —¡Qué joven tan avispado…y tan amable! —exclamó Pulqueria
    Alejandrovna, complacida.
    —Yo creo que es una excelente persona —dijo Dunia calurosamente y
    reanudando sus paseos por la habitación.
    Alrededor de una hora después, volvieron a oírse pasos en el corredor y de
    nuevo golpearon la puerta. Esta vez las dos mujeres habían esperado con
    absoluta confianza la segunda visita de Rasumikhine, cuya palabra ya no
    ponían en duda. En efecto, era él y le acompañaba Zosimof. Éste no había
    vacilado en dejar la reunión para ir a ver al enfermo. Sin embargo,
    Rasumikhine había tenido que insistir para que accediera a visitar a las dos
    mujeres: no se fiaba de su amigo, cuyo estado de embriaguez era evidente.
    Pero pronto se tranquilizó, e incluso se sintió halagado, al ver que, en efecto,
    se le esperaba como a un oráculo. Durante los diez minutos que duró su visita
    consiguió devolver la confianza a Pulqueria Alejandrovna. Mostró gran interés
    por el enfermo, pero habló en un tono reservado y austero, muy propio de un
    médico de veintisiete años llamado a una consulta de extrema gravedad. Ni se
    permitió la menor digresión, ni mostró deseo alguno de entablar relaciones
    más íntimas y amistosas con las dos mujeres. Como apenas entró advirtiera la
    belleza deslumbrante de Avdotia Romanovna, procuró no prestarle la menor
    atención y dirigirse exclusivamente a la madre. Todo esto le proporcionaba
    una extraordinaria satisfacción.
    Manifestó que había encontrado al enfermo en un estado francamente
    satisfactorio. Según sus observaciones, la enfermedad se debía no sólo a las
    condiciones materiales en que su paciente había vivido durante mucho tiempo,
    sino a otras causas de índole moral. Se trataba, por decirlo así, del complejo
    resultado de diversas influencias: inquietudes, cuidados, ideas, etc. Al advertir,
    sin demostrarlo, que Avdotia Romanovna le escuchaba con suma atención,
    Zosimof se extendió sobre el tema con profunda complacencia. Pulquería
    Alejandrovna le preguntó, inquieta, por «ciertos síntomas de locura» y el
    doctor repuso, con una sonrisa llena de franqueza y serenidad que se había
    exagerado el sentido de sus palabras. Sin duda, el enfermo daba muestras de
    estar dominado por una idea fija, algo así como una monomanía. Él, Zosimof,
    estaba entonces enfrascado en el estudio de esta rama de la medicina.
    —Pero no debemos olvidar —añadió— que el enfermo ha estado hasta hoy
    bajo los efectos del delirio…La llegada de su familia ejercerá sobre él,
    seguramente, una influencia saludable, siempre que se tenga en cuenta que hay
    que evitarle nuevas emociones.
    Con estas palabras, dichas en



    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
    Maria Lua
    Maria Lua
    Administrador-Moderador
    Administrador-Moderador


    Cantidad de envíos : 74386
    Fecha de inscripción : 12/04/2009
    Localización : Nova Friburgo / RJ / Brasil

     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Maria Lua 31.12.23 8:14

    ***

    Con estas palabras, dichas en un tono significativo, dio por terminada su
    visita. Acto seguido se levantó, se despidió con una mezcla de circunspección
    y cordialidad y se retiró acompañado de un raudal de bendiciones, acciones de
    gracias y efusivas manifestaciones de gratitud. Avdotia Romanovna incluso le
    tendió su delicada mano, sin que él hubiera hecho nada por provocar este
    gesto, y el doctor salió, encantado de la visita y más encantado aún de sí
    mismo.
    —Mañana hablaremos. Ahora acuéstense inmediatamente —ordenó
    Rasumikhine mientras se iba con Zosimof—. Mañana, a primera hora, vendré
    a darles noticias.
    —¡Qué encantadora muchacha esa Avdotia Romanovna! —dijo
    calurosamente Zosimof cuando estuvieron en la calle.
    Al oír esto, Rasumikhine se arrojó repentinamente sobre Zosimof y le
    atenazó el cuello con las manos.
    —¿Encantadora? ¿Has dicho encantadora? Como te atrevas a…
    ¿Comprendes…? ¿Comprendes lo que quiero decir…? ¿Me has entendido…?
    Y lo echó contra la pared, sin dejar de zarandearle.
    —¡Déjame demonio…! ¡Maldito borracho! —gritó Zosimof debatiéndose.
    Y cuando Rasumikhine le hubo soltado, se quedó mirándole fijamente y
    lanzó una carcajada. Rasumikhine permaneció ante él, con los brazos caídos y
    el semblante pensativo y triste.
    —Desde luego, soy un asno —dijo con trágico acento—. Pero tú eres tan
    asno como yo.
    —Eso no, amigo; yo no soy un asno: yo no pienso en tonterías como tú.
    Continuaron su camino en silencio, y ya estaban cerca de la morada de
    Raskolnikof, cuando Rasumikhine, que daba muestras de gran preocupación,
    rompió el silencio.
    —Escucha —dijo a Zosimof—, tú no eres una mala persona, pero tienes
    una hermosa colección de defectos. Estás corrompido. Eres débil, sensual,
    comodón, y no sabes privarte de nada. Es un camino lamentable que conduce
    al cieno. Eres tan blando, tan afeminado, que no comprendo cómo has podido
    llegar a ser médico y, sobre todo, un médico que cumple con su deber. ¡Un
    doctor que duerme en lecho de plumas y se levanta por la noche para ir a
    visitar a un enfermo…! Dentro de dos o tres años no harás tales sacrificios…
    Pero, en fin, esto poco importa. Lo que quiero decirte es lo siguiente: tú
    dormirás esta noche en el departamento de la patrona (he obtenido, no sin
    trabajo, su consentimiento) y yo en la cocina. Esto es para ti una ocasión de
    trabar más estrecho conocimiento con ella…No, no pienses mal. No quiero
    decir eso, ni remotamente…
    —¡Pero si yo no pienso nada!





    cont
    [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


    _________________



    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]


    "Ser como un verso volando
    o un ciego soñando
    y en ese vuelo y en ese sueño
    compartir contigo sol y luna,
    siendo guardián en tu cielo
    y tren de tus ilusiones."
    (Hánjel)





    [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

    Contenido patrocinado


     DOSTOYEVSKI - Página 8 Empty Re: DOSTOYEVSKI

    Mensaje por Contenido patrocinado


      Fecha y hora actual: 16.09.24 16:08